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Este libro toma su nombre éxodo (=Ex) del hecho que constituye el hilo conductor de todo el relato: la salida de Egipto de los israelitas y los años que vivieron en el desierto antes de llegar a canaan. Los datos que ofrece no bastan para establecer fechas precisas, pero son de un innegable valor histórico. La primera parte del éxodo relata el cambio de situación que para los descendientes de Jacob supuso el ascenso de un nuevo rey que no conocía a José. Aun cuando la narración no se ajusta a una cronología estricta, contiene evidencias de que entre el asentamiento de Jacob en gosen y el reinado del nuevo faraón, transcurrieron los 430 años de la permanencia de los israelitas en Egipto. Al final de  este periodo, la hospitalidad egipcia se trocó en opresión y esclavitud. Por medio de moisés, a quien se había revelado en orbe, Dios libero al pueblo con señales portentosas. Tras celebrar la primera pascua, los israelitas cruzan a pie enjuto el mar, que luego cubre a sus perseguidores. Entonces junto  con moisés y Maria, todos entonan un cántico de gratitud a Dios. La segunda parte del libro recoge una serie de episodios relacionados con la marcha de los israelitas por el desierto, llena de graves dificultades y peligros que dieron lugar a frecuentes murmuraciones contra moisés y contra el señor. Moisés intercedió en repetidas ocasiones a favor de los israelitas y el señor atendió una y otra vez todas sus necesidades. La marcha por el desierto tenia como objetivo final el país de canaan. Allí estaba la tierra prometida, tierra que fluye leche y miel. Antes de llegar a ella, Dios mismo le dio a conocer al pueblo en la ley proclamada en el sinai el pacto que lo consagraba como gente santa y pueblo de su heredad: una comunidad creada para la solidaridad y la

justicia y dedicada por entero al culto del Dios único y verdadero.

- Israel es liberado de su esclavitud en Egipto. (cap. 1-15) – los israelitas caminan hacia el monte sinai (cap. 15-18) -  el pacto de Dios en el sinai (cap.19-24) – prescripciones para la construcción del tabernáculo (cap. 25-31)  - el becerro de oro. Renovación del pacto (cap.32-34) – la construcción del tabernáculo (cap. 35-40).

Éxodo

1 Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob, cada uno con su familia: Rubén, Simeón, levi, juda, isacar, zabulon, benjamín,  dan, neftali, gad y aser. Todas las personas de la descendencia de Jacob fueron setenta. José ya estaba en Egipto. Murieron José, todos sus hermanos y toda aquella generación. Pero los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, llegaron a ser numerosos y fuertes en extremo  y se lleno de ellos la tierra. Entretanto, se levanto sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José, y dijo a su pueblo: mirad el pueblo de los hijos de Israel es mas numeroso y fuerte que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con el, para que no se multiplique y acontezca que en caso de guerra, el también se una a nuestros enemigos para pelear contra nosotros  y se vaya de esta tierra. Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos para que los oprimieran con sus cargas. Así edificaron para el faraón las ciudades de almacenaje, pitón y rameses. Pero cuanto mas los oprimían, tanto mas se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel. Los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza, y amargaron su vida con dura servidumbre en la fabricación de  barro y ladrillo, en toda labor del campo  y en todo su servicio, al cual las obligaban con rigor. También hablo  el rey de Egipto a las parteras de las hebreas una de las cuales se llamaba sifra y la otra fua y les dijo:  - cuando asistáis a las  hebreas en sus partos observad el sexo: si es hijo, matadlo; si es hija, dejadla vivir. Pero las parteras temieron a Dios y no  hicieron como les mando el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños. Entonces el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo:  - ¿por qué habéis hecho esto? ¿por qué habéis preservado la vida a los niños? Las parteras respondieron al faraón: - porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; son robustas y dan a luz antes que llegue la partera. Dios favoreció a las parteras; el pueblo se multiplico y se fortaleció mucho. Y por haber las parteras temido a Dios, el prospero su familias. Entonces el faraón dio a todo su pueblo esta orden: echad a rió  a todo  hijo que nazca y preservad la vida a toda hija.

2 Un hombre de la familia de levi fue y tomo por mujer a una hija de levi, la que concebio y dio a luz un hijo. Al ver que era hermoso, lo tuvo escondido durante tres meses. Pero no pudiendo ocultarlo mas tiempo tomo una canasta, la calafateo con asfalto y brea coloco en ella al niño y la puso entre los juncos a la orilla del rió. Y una hermana suya se puso a lo lejos para ver lo que le acontecería. La hija  del faraón descendió a lavarse al rió y mientras sus doncellas se paseaban por la  ribera del rió, vio ella la canasta entre los juncos y envió una criada suya para que la tomara. Cuando la abrió vio al niño, que estaba  llorando. Llena de compasión por el, exclamo: -  esté es un niño de los hebreos. Entonces la hermana del niño dijo a la hija del  faraón: - ¿quieres que te llame a una nodriza de las hebreas para que te crié a este niño? – ve – respondió la hija del faraón. La joven fue y llamo a la madre del niño, a la cual dijo  la hija del faraón: - llévate a este niño y críamelo; yo te lo pagare. La mujer tomo al niño y lo crió. Y cuando el niño creció se lo entrego a la hija del faraón, la cual lo crió como hijo suyo y le puso por  nombre moisés, diciendo: porque de las aguas lo saque.  En aquellos días sucedió que creció ya moisés salió a visitar a sus hermanos. Los vio en sus duras tareas, y observo a un egipcio que golpeaba a uno de sus hermanos hebreos. Entonces miro a todas partes y viendo que  no había nadie mato al egipcio y lo escondió en la arena. Al día siguiente salió, vio a dos hebreos que reñían y pregunto al que maltrataba al otro: - ¿por qué golpeas a tu prójimo? El respondió: - ¿quién te ha puesto a ti como príncipe y juez sobre nosotros? ¿piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces moisés tuvo miedo y pensó: ciertamente esto ha sido descubierto. Cuando el faraón oyó acerca de este hecho, procuro matar a moisés, pero moisés huyo de la presencia del faraón y habito en la tierra de madian. Allí se sentó junto a un pozo. El sacerdote de madian tenia siete hijas que fueron a sacar agua para llenar las pilas y dar de beber a las ovejas de su padre. Pero llegaron  los pastores y las echaron de allí; entonces  moisés se levanto las defendió y dio de beber a sus ovejas. Cuando ellas volvieron junto a su padre reuel, este le pregunto: - ¿por qué habéis venido hoy tan pronto? – un varón egipcio nos libro de manos de los pastores; también nos saco el agua y dio de beber a las ovejas – respondieron ellas. Pregunto entonces reuel a sus hijas:  - ¿Dónde esta? ¿por qué  habéis dejado marchar a ese hombre? Llamadlo para  que coma. Moisés acepto vivir en casa de aquel hombre; y este dio a su hija sefora por mujer a moisés.  Ella le dio a luz un hijo,  y el le puso por nombre gerson, pues dijo: forastero soy en tierra ajena. Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto. Los hijos de Israel que gemían a causa de la servidumbre clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos desde  lo profundo de su servidumbre. Dios oyó su gemido de ellos y se acordó de su pacto con Abraham Isaac y Jacob, y miro Dios a los hijos de Israel y conoció su condición.

3 Apacentando moisés las ovejas de su suegro jetro, sacerdote de madian, llevo las ovejas a través del desierto y llego hasta horeb, monte de Dios. allí se le  apareció el ángel de Jehová en una llama de fuego, en medio de una zarza. Al fijarse, vio que la zarza ardía en fuego, pero la zarza no se consumía. Entonces moisés  se dijo:  iré ahora para contemplar esta gran visión, por que causa la zarza no se quema. Cuando Jehová vio que le iba a mirar, lo llamo de en medio de la zarza: - ¡ moisés, moisés! – aquí estoy – respondió el. Dios le dijo:  - no te acerques; quita el calzado de tus pies, porque el lugar  en que tus estas, tierra santa es. Y añadió: - Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Entonces moisés cubrió su rostro porque tuvo miedo de mirar a Dios. dijo luego Jehová: - bien he visto la aflicción de mi pueblo que esta en Egipto y he oído su clamor a causa de sus opresores pues he conocido sus angustias. Por eso he  descendido para librarlos de manos de los egipcios y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha a una tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor pues de los hijos de Israel ha llegado ante mi, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto ahora, y te enviare al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los hijos de Israel. Entonces moisés respondió a Dios: - ¿quién soy yo para que vaya al faraón y saque de Egipto a los hijos de Israel? Dios le respondió: - yo estaré contigo;  y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. Dijo moisés a Dios: - si voy a los hijos de Israel y les  digo: Jehová el Dios de vuestros padres, me ha enviado a vosotros, me preguntaran: ¿cuál es su nombre?. Entonces ¿qué les responderé?. Respondió Dios a moisés: - yo soy el que soy. Y añadió: - Así dirás a los hijos de Israel: yo soy me envió a vosotros. Además Dios dijo a moisés: - así dirás a los hijos de Israel: Jehová el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac  y  el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros.  Este es mi nombre para siempre; con el se me recordara por todos los siglos. Ve, reúne a los ancianos de Israel y diles: Jehová el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: en verdad os he visitado y he visto lo que se os hace en Egipto. Y he dicho: yo os sacare de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel. Ellos oirán tu voz; tu iras con los ancianos de Israel al rey de Egipto y le dirás: Jehová el Dios de los hebreos, se nos ha manifestado; por tanto nosotros iremos ahora tres días de camino por el desierto a ofrecer sacrificios a Jehová, nuestro Dios. yo se que el rey de Egipto no os dejara ir sino por la fuerza. Pero yo extenderé mi mano y heriré a Egipto con todas las maravillas que obrare en el país y entonces os dejara ir. Yo haré que este pueblo halle gracia a los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis no vayáis con las manos vacías, sino que cada mujer pedirá a su vecina  y a la que se hospeda en su casa, alhajas de plata, alhajas de oro y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas. Así despojareis a los egipcios.

4 Entonces moisés respondió  y dijo: - ellos no me creerán ni oirán mi voz, pues dirán: no se te ha aparecido Jehová. - ¿qué es eso que tienes en tu mano?. – una vara – le respondió moisés. – échala al suelo – le dijo Jehová.  el la echo al suelo  y se convirtió en una culebra; y moisés huía de ella. Entonces Jehová dijo a moisés:  - extiende tu mano y tómala por la cola. El extendió su mano y la tomo y volvió a ser vara en su mano. – por eso creerán que se te ha aparecido Jehová el Dios de tus padres, el Dios de Abraham , el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Le dijo además Jehová: - mete ahora tu mano en el seno. El metió la mano en el seno y cuando la saco, vio que su mano estaba leprosa como la nieve. Le dijo Jehová:  - vuelve a meter la mano en tu seno. El volvió a meter la mano en su seno y al sacarla de nuevo del seno, vio que estaba como el resto de su carne. – si acontece que no te creen ni obedecen a la voz de la primera señal, creerán  a la voz de la segunda. Y si aun no creen a estas dos  señales, ni oyen tu voz, tomaras de las aguas del rió y las derramaras en tierra;  y las aguas que saques del rió se convertirán en sangre sobre la tierra. Entonces dijo  moisés a Jehová: - ¡ ay, señor! Nunca he sido hombre fácil de palabra, ni antes ni desde que tu hablas con tu siervo porque soy tardo en el habla  y torpe de lengua. Jehová le respondió: - ¿quién dio la boca al hombre? ¿o quien hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿no soy yo, Jehová? ahora pues ve que yo estaré en tu boca y te enseñare lo que has de hablar.  Y el le dijo: - ¡ ay, señor! Envía, te ruego  a cualquier otra persona. Entonces Jehová se enojo contra moisés y dijo: - ¿no conozco yo a tu hermano Aarón, el levita y que el habla bien? El saldrá a recibirte y al verte se alegrara en su corazón.  Tu le hablaras y pondrás en su boca y en la suya y os enseñare lo que habéis de hacer. El hablara por ti al pueblo; será como tu boca y tu ocuparas para él el lugar de Dios. y tomaras en tu mano esta vara con la cual harás las señales. Así se fue moisés, regreso junto a su suegro jetro y le dijo: - me iré ahora y volveré a Egipto a donde están mis hermanos para ver si aun viven. – ven en paz – dijo jetro a moisés. Dijo también Jehová a moisés en madian: - regresa a Egipto porque han muerto  todos los que procuraban tu muerte. Entonces moisés tomo a su mujer  y a sus hijos, los puso sobre un asno y volvió  a la tierra de Egipto. Tomo también moisés la vara de Dios en su mano.  Y Jehová le dijo: - cuando hayas vuelto a Egipto ocúpate de hacer delante del faraón todas las maravillas que he puesto en tus manos; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejara ir al pueblo. Entonces dirás al faraón: Jehová  ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito. Yo  te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva; pero si te niegas a dejarlo ir, yo matare a tu hijo, a tu primogénito. Aconteció que, en el camino, Jehová le salió al encuentro en una posada y quiso matarlo. Entonces sefora tomo un pedernal afilado corto el prepucio de su hijo y lo echo a los pies de moisés diciendo: - a la verdad  tu eres mi esposo de sangre. Luego Jehová lo dejo ir. Ella había dicho:  esposo de sangre a causa de la circuncisión. Jehová dijo a Aarón: - ve a recibir a moisés en al desierto. El fue, lo encontró en el monte de Dios y lo beso. Entonces contó moisés a  Aarón  todas las palabras que le enviaba Jehová y todas las señales que le había dado. Fueron pues, moisés y Aarón y reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel. Aarón les contó todas las cosas que Jehová había dicho a moisés e hizo las señales delante de los ojos del pueblo. El pueblo creyó y al oír que Jehová había visitado a los hijos de Israel  y que había visto su aflicción se inclinaron y adoraron.

5  Después moisés y Aarón entraron a la presencia del faraón y le dijeron: - Jehová el Dios de Israel, dice así: deja ir a mi pueblo para que me celebre una fiesta en el desierto. Pero el faraón respondió: - ¿quien es  Jehová para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová ni tampoco dejare ir a Israel. Ellos dijeron: - el Dios de los hebreos se nos ha manifestado; iremos pues ahora tres días de camino por el desierto y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o con espada. Entonces el rey de Egipto les dijo: - moisés y Aarón ¿por qué buscáis apartar al pueblo de su trabajo? Volved a vuestras tareas. Dijo también el faraón: - ahora que el pueblo de la tierra es numeroso, vosotros queréis apartarlo de sus tareas. Aquel mismo día el faraón dio esta orden a los cuadrilleros encargados de las labores del pueblo y a sus capataces: - de aquí en adelante no daréis paja all pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; que vayan ellos y recojan por si mismos la paja. Les impondréis la misma tarea de ladrillo que hacia antes y no les disminuiréis nada, pues están ociosos. Por eso claman diciendo: vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios. que se les aumente el trabajo para que estén ocupados y no atiendan a palabras mentirosas. Los cuadrilleros y sus capataces salieron y dijeron al  pueblo: - así ha dicho al faraón: ya no os daré paja. Id vosotros y recoged la paja donde las halléis. Entonces el pueblo se esparció por toda la tierra de Egipto para recoger rastrojo en lugar  de paja. Y los cuadrilleros los apremiaban diciendo: - acabad vuestra obra, la tarea de cada día en su día, como cuando se os daba paja. Y azotaban a los capataces de los hijos de Israel que los cuadrilleros del faraón habían puesto sobre ellos y les decían: - ¿por qué  no habéis cumplido ni ayer ni hoy vuestra tarea de ladrillos como antes? Los capataces  de los hijos de Israel fueron a quejarse ante el faraón y le dijeron: - ¿por qué tratas así a tus siervos? No se da paja a tus siervos y con todo nos dicen: haced el ladrillo. Además tus siervos son azotados  y el pueblo tuyo es el culpable. el respondió: - estáis ociosos si ociosos y por eso decís: vamos y ofrezcamos sacrificios a Jehová. id pues ahora y trabajad. No se os dará paja y habéis de entregar la misma tarea de ladrillo. Los capataces de los hijos de Israel se sintieron afligidos cuando salieron: no se disminuirá nada de vuestro ladrillo de la tarea de cada día. Cuando salían de la presencia del faraón, se encontraron con moisés y Aarón que los estaban esperando, y les  dijeron: - ; que Jehová os examine y os juzgue pues nos habéis hecho odiosos ante el faraón y sus siervos y les habéis puesto en la espada en la mano para que nos maten. Entonces moisés se volvió a Jehová y pregunto: - señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿para que me enviaste?, porque desde que yo fui al faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo y tu no  has librado a  tu pueblo.

6  Jehová respondió: - ahora veras lo que yo haré al faraón porque con mano fuerte los dejara ir y con mano fuerte los echara de su tierra. Hablo Dios a moisés y le dijo: -  yo soy Jehová. yo me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios omnipotente, pero con mi nombre Jehová no me di a conocer a ellos. También establecí mi pacto con ellos para darles la tierra de canaan, la tierra en que fueron forasteros y en la cual habitaron. Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios y me he acordado de mi pacto. Por tanto, dirás a los hijos de Israel: yo soy Jehová. yo os sacare de debajo de las pesadas tareas de Egipto, os librare de su servidumbre y os redimiré con brazo extendido y con gran justicia. Os tomare como mi pueblo  y seré vuestro Dios. así sabréis que yo soy Jehová, vuestro Dios, que os saco de debajo de las pesadas tareas de Egipto. Os meteré en la tierra por la cual alce mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob. Yo os la daré por heredad . yo soy Jehová.  de esta manera hablo moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a moisés, debido al desaliento que los embargaba a causa de la dura servidumbre. Entonces Jehová dijo a moisés: -  entra y dile al faraón, rey de Egipto que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. Moisés respondió ante Jehová: - los hijos de Israel no me escuchan ¿cómo me escuchara el faraón a mi que soy torpe de  labios? Entonces Jehová hablo a moisés y Aarón y les dio ordenes para los hijos de Israel y para el faraón rey de Egipto a fin de que sacaran a los hijos de Israel de la tierra de Egipto. Estos son los jefes de las casas paternas: hijos de Rubén, el primogénito de Israel: hanoc, falu, hezron y carmi. Estas son las familias de Rubén. Hijos de Simeón: jemuel, jamin, ohad, jaquin, zohar y Saúl, hijo de una cananea. Estas son las familias de Simeón. Estos son los nombres de los hijos de levi por sus generaciones: gerson, coat y merari. Levi vivió ciento treinta y siete años. Hijos de gerson fueron: libni,  y  sumei por sus familias. Hijos de coat: amram, izar, hebron, y uziel. Coat vivió ciento treinta y tres años. Hijos de merari: mahli, y musi. Estas son las familias de levi por su generaciones. Amram tomo  por mujer a jocabed su tia, la cual dio a luz a Aarón y a moisés. Amram vivió ciento treinta y siete años. Hijos de izar:  core, nefeg, zicri.  Hijos de uziel: misael, elzafan y sitri.  Tomo Aarón por mujer a elisabet hija de aminadab hermana de naason la cual dio a  luz a nadab, abiu, Eleazar e itamar. Hijos de core: asir, elcana, abiasaf. Estas son las familias de los coreitas. Eleazar hijo de Aarón tomo para si mujer de las hijas de futiel, la cual dio a luz a finees. Estos son los jefes de los padres de los levitas por sus familias. Estos son aquel Aarón y aquel moisés a los cuales Jehová dijo:  sacad a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por grupos. Estos fueron los que hablaron al faraón rey de Egipto para sacar de Egipto a los hijos de Israel. Fueron moisés y Aarón. Cuando Jehová hablo a moisés en la tierra de Egipto le dijo: - yo soy Jehová; di al faraón rey de Egipto,  todas las cosas que yo  te digo a ti. Moisés respondió ante Jehová: - yo soy torpe de labios; ¿cómo pues me ha de oír el faraón?.

7  Jehová dijo a moisés: - mira, yo te he constituido dios para el faraón  y tu hermano Aarón será tu profeta. Tu dirás todas las cosas que yo te mande y Aarón tu hermano hablara al faraón para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. Pero yo endureceré el corazón del faraón y multiplicare en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas. El faraón no os oirá pero yo pondré mi mano sobre Egipto y sacare a mis ejércitos a mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios. Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando extiendan mi mano sobre Egipto y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos. Moisés y Aarón hicieron como Jehová les mando; así lo hicieron. Tenia moisés ochenta años de edad y Aarón ochenta y tres cuando hablaron al faraón. Hablo Jehová a moisés y a Aarón  diciendo: - si el faraón os responde: mostrad un milagro, dirás a Aarón: toma tu vara y échala delante del faraón para que se convierta en una culebra. Fueron pues moisés y Aarón ante el faraón e hicieron como lo había mandado Jehová. y echo Aarón su vara delante del faraón y de sus siervos y se convirtió en una culebra. Entonces llamo también el faraón a los sabios y hechiceros e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto  con sus encantamientos; pues cada uno echo su vara, las cuales se volvieron culebras, pero la vara de Aarón devoro las varas de ellos. Sin embargo el corazón del faraón se endureció y no lo escucho como lo había dicho Jehová. entonces Jehová dijo a moisés: -  El corazón del faraón esta endurecido y no quiere dejar ir al pueblo. Ve por la mañana al faraón cuando baje al rió. Saldrás a su encuentro en la ribera llevando en tu mano la vara que se volvió culebra y le dirás: Jehová el Dios de los hebreos me ha enviado a ti, diciendo: deja ir a mí pueblo para que me sirva en el desierto; pero hasta ahora no has querido oír. Así ha dicho Jehová: en esto conocerás que yo soy Jehová:  voy a golpear con la vara que tengo en mi mano el agua que esta en el rió y se convertirá en sangre. Los peces que hay en el rió morirán; apestara el rió y los egipcios tendrán asco de beber sus aguas. Jehová dijo a moisés: - Di a Aarón: toma tu vara y extiende tu  mano sobre las aguas de Egipto sobre los ríos sobre los arroyos sobre sus estanques y sobre todos sus depósitos de aguas para que se conviertan en sangre y haya sangre por toda la región de Egipto hasta en los vasos de madera y en los de piedra. Moisés y Aarón hicieron como le mando Jehová. alzando la vara, golpeo las aguas que había en el rió en presencia del faraón y de sus siervos y todas las aguas que había en el rió se convirtieron en sangre. Asimismo los peces  que había en el rió murieron; el rió se corrompió tanto que los egipcios no podían beber de el. y hubo sangre por toda la tierra de Egipto. Pero los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos, así que el corazón del faraón se endureció y no los escucho como lo había dicho Jehová. el faraón se volvió y regreso a su casa, sin prestar atención tampoco a esto. Y en todo Egipto hicieron pozos alrededor del rió para beber, porque no podían beber de las aguas del rió. Así pasaron siete días después que Jehová hirió el rió.

8 Entonces Jehová dijo a moisés: - entra a la presencia del faraón y dile: Jehová ha dicho así: deja ir a mi pueblo para que me sirva porque si no lo dejas partir yo castigare con ranas todos tus territorios. El rió criara ranas, las cuales subirán y entraran en tu casa en la habitación donde duermes y sobre tu cama; en las casas de tus siervos, en tu pueblo en tus hornos y en tus artesas. Las ranas subirán sobre ti sobre tu pueblo y sobre todos tus siervos. Y Jehová dijo a moisés:  - di a Aarón: extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, arroyos y estanques y haz subir ranas sobre la tierra de Egipto. Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto. Pero los hechiceros hicieron lo mismo con sus encantamientos e hicieron venir ranas sobre la tierra de Egipto. Entonces el faraón  llamo a moisés y a Aarón y les dijo: - orad a Jehová para que aparte las ranas de mi y de mi pueblo y dejare ir a tu pueblo para que ofrezca sacrificios a Jehová. respondió moisés al faraón: -  dígnate de indicarme cuando debo orar por ti por tus siervos y por tu pueblo, para que las ranas se aparten de ti y de tus casas y queden solamente en el rió. – mañana – dijo el. moisés respondió:  - se hará conforme a tu palabra para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios. las ranas se apartaran de ti y de tus casas de tus siervos y de tu pueblo y solamente quedaran en el rió. Entonces salieron moisés y Aarón de la presencia del faraón. Moisés clamo a Jehová tocante a las ranas que había mandado sobre el faraón. E hizo Jehová conforme a la palabra de moisés: murieron las ranas de las casas de los cortijos y de los campos, las juntaron en montones y apestaba la tierra. Pero al ver el faraón que le habían dado reposo, endureció su corazón y no los escucho tal como Jehová lo había dicho. Entonces Jehová dijo a moisés: - di a Aarón: extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra para que se convierta en piojos por todo el país de Egipto. Ellos lo hicieron así; Aarón extendió su mano con la vara y golpeo el polvo de la tierra, el cual se convirtió en piojos que se lanzaron sobre los hombres y las bestias. Todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos en todo el país en Egipto. Los hechiceros también intentaron sacar piojos con sus encantamientos, pero no pudieron. Hubo pues, piojos tanto en los hombres como en las bestias. Entonces los hechiceros dijeron al faraón: - es el dedo de Dios. pero el corazón del faraón se endureció y no lo escucho, tal como Jehová lo había dicho. Jehová dijo a moisés:  - levántate de mañana y pone delante del faraón, cuando el salga al rió y dile: Jehová ha dicho así: deja ir a mi pueblo para que me sirva porque si no dejas ir a mi pueblo yo enviare sobre ti sobre tus siervos, sobre tu pueblo y sobre tus casas toda clase de moscas; las casas de los egipcios se llenaran de toda clase de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estén. Aquel día yo apartare la tierra de gosen, en la cual habita mi pueblo, porque no haya en ella ninguna clase de moscas, a fin de que sepas que yo soy Jehová en medio de la tierra. Y yo pondré redención entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal. Jehová lo hizo así y vino toda clase de moscas molestisimas sobre la casa del faraón, sobre las casas de sus siervos y sobre todo el país de Egipto; la tierra fue corrompida a causa de ellas. Entonces el faraón llamo a moisés y a Aarón y les dijo: - andad, ofreced sacrificio a vuestro Dios, pero dentro del país. Moisés respondió: - no conviene que hagamos así, porque ofreceríamos a Jehová nuestro Dios, lo que es la abominación para los egipcios. Si sacrificáramos lo que  es abominación para los egipcios delante de ellos, ¿no nos apedrearían? Iremos por el desierto, tres días de camino y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, como el nos diga. Dijo el faraón:  - yo os dejare ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en  el desierto con tal que no vayáis mas lejos; orad por mi. Y moisés respondió:  - al salir yo de tu presencia rogare a Jehová que las diversas clases de moscas se alejen del  faraón, de sus siervos y de su pueblo mañana; con tal de que el faraón no nos engañe mas, impidiendo que el pueblo vaya a ofrecer sacrificios a Jehová. entonces moisés salió de la presencia del faraón y oro a Jehová. Jehová hizo conforme a la palabra de moisés y aparto todas aquellas moscas del faraón, de sus siervos  y de su pueblo, sin que quedara una. Pero también esta vez el faraón endureció su corazón y no dejo partir al pueblo.

9 Entonces Jehová dijo a moisés: - entra en la presencia del faraón y dile: Jehová el Dios de los hebreos dice así: deja ir a mi pueblo para que me sirva, porque si no lo dejas ir y lo sigues deteniendo, la mano de Jehová caerá  con plaga gravísima, sobre el ganado que esta en los campos: sobre caballos, asnos, camellos,  vacas, ovejas. Pero Jehová hará distinción entre los ganados de Israel y los de Egipto, de modo que nada muera de todo lo que pertenece a los hijos de Israel. Y Jehová fijo el plazo, diciendo:  - mañana hará Jehová esta cosa en la tierra. Al día siguiente Jehová hizo aquello y murió todo el ganado de Egipto; pero del ganado de los hijos de Israel no murió ni un animal. El faraón hizo averiguar y se puso  que del ganado de los hijos de Israel no había muerto ni un animal. Pero el corazón del faraón se endureció y no dejo ir al pueblo. Entonces Jehová dijo a moisés y a Aarón: - tomad puñados de ceniza de un horno y la esparcirá moisés hacia el cielo delante del faraón. Se convertirá en polvo sobre toda la  tierra de Egipto y producirá sarpullido con ulceras en  los hombres y en las bestias por todo el país de Egipto. Ellos tomaron ceniza del horno y se pusieron delante del faraón; la esparció moisés hacia el cielo y hubo sarpullido que produjo ulceras tanto en los hombres como en las bestias. Ni los hechiceros podían permanecer delante de moisés a causa del sarpullido, pues los hechiceros tenían sarpullido como todos los egipcios. Pero Jehová  endureció el corazón del faraón y no los oyó tal como Jehová lo había dicho a moisés. Luego Jehová dijo a moisés: - levántate de mañana, ponte delante del faraón y dile: Jehová el Dios de los hebreos dice así: deja ir a mi pueblo, para que me sirva, porque yo enviare esta vez todas mis plagas sobre tu corazón, sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra. Por tanto, ahora yo extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo con una plaga y desaparecerás de la tierra.  A la verdad  yo te lo he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra. ¿todavía mañana opones a mi pueblo y no lo dejas ir?  Mañana a esta hora yo haré llover granizo muy pesado, cual nunca hubo en Egipto, desde el día  que se fundo hasta ahora. Envía pues, a  recoger tu ganado y todo lo que tienes en el campo, porque todo hombre o animal que se halle en el campo y no sea recogido en casa, el granizo  caerá sobre el y morirá. De los siervos del faraón, el que tuvo temor de la palabra de Jehová recogió a sus criados y a su ganado en casa, pero el que  no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejo a sus criados y a su ganado en el campo. Entonces Jehová dijo a moisés: - extiende tu mano hacia el cielo, para que caiga granizo en toda la tierra de Egipto sobre los hombres sobre las bestias y sobre toda la hierva del campo en el país de Egipto. Moisés extendió su vara hacia el cielo y  Jehová hizo tronar y granizar; el fuego se descargo sobre la tierra y Jehová hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto. Hubo pues granizo y fuego mezclado con el granizo tan grande cual nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fue habitada. Aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así como hombres y bestias; también destrozo el granizo toda hierba del campo y desgajo todos los árboles del país. Solamente en la tierra de gosen donde estaban los hijos de Israel, no hubo granizo. Entonces el faraón envió llamar a moisés y a Aarón y les dijo: - he pecado esta vez; Jehová es justo y yo y mi pueblo impíos. Orad a Jehová para que cesen los truenos de Dios y el granizo. Yo os dejare ir; y no os detendréis mas. Moisés respondió: -  tan pronto salga yo de la ciudad, extenderé mis manos a Jehová; los truenos cesaran y no habrá mas granizo, para qué sepas que de Jehová es la tierra. Pero se que ni tu ni tus siervos temeréis todavía la presencia de Jehová Dios. el lino, pues, y la cebada fueron destrozados, porque la cebada estaba ya espigada y el lino en caña. Pero el trigo y el centeno no fueron destrozados porque eran tardíos.  Cuando moisés salió de la presencia del faraón, fuera de la ciudad, extendió sus manos a Jehová y cesaron los truenos y el granizo y la lluvia  no cayo mas sobre la tierra. Al ver el faraón que la lluvia, el granizo y los truenos habían cesado, se obstino en pecar y endurecieron su corazón el  y sus siervos. Se endureció el corazón del faraón y no dejo ir a los hijos de Israel, tal como Jehová lo había dicho por medio de moisés.

10  Jehová dijo a moisés: - entra en la presencia del faraón porque yo he endurecido su corazón y el corazón de sus siervos, para mostrar entre ellos estas mis señales, para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto y las señales que hice entre ellos y así sepáis que yo soy Jehová. entonces fueron moisés y Aarón ante el faraón y le dijeron: - Jehová el Dios de los hebreos ha dicho así: ¿hasta cuando no querrás humillarte  delante de mi? Deja ir a mi pueblo para que me sirva. Y si aun rehúsas dejarlo ir, mañana yo traeré sobre tu territorio la langosta, la cual cubrirá la faz de la tierra, de modo que no puede verse la tierra. Ella comerá lo que  escapo, lo que os quedo del granizo; comerá asimismo todo árbol que crece en el campo. Llenara tus casas, las casas de todos tus siervos y las casas de todos los egipcios, cual nunca vieron tus padres ni tus abuelos, desde que ellos aparecieron sobre la tierra hasta hoy. Y dándose vuelta salió de la presencia del faraón. Entonces los siervos del faraón le dijeron: - ¿hasta cuando será este hombre una amenaza para nosotros? Deja ir a estos hombres para que sirvan a Jehová su Dios. ¿acaso no sabes todavía que Egipto esta ya destruido? Llamaron pues, de nuevo a moisés y a Aarón ante el faraón el cual les dijo: - andad, servid  a Jehová vuestro Dios. ¿quiénes son los que han de ir? Moisés respondió: - hemos de ir con nuestros niños y con nuestros viejos, con nuestros hijos y con nuestras hijas; con nuestras ovejas y con nuestras vacas hemos de ir, porque es nuestra fiesta solemne para Jehová. el les dijo: - ¡ así sea Jehová con vosotros! ¿cómo os voy a dejar ir a vosotros y a vuestros niños? ¡ mirad como el mal esta  delante de vuestro rostro! No será así; id ahora vosotros los hombres y servid a Jehová, pues esto es lo que vosotros pedisteis. Y los echaron de la presencia del faraón. Entonces Jehová dijo a moisés: - extiende tu mano sobre la tierra de Egipto, para traer la langosta, a fin  de que suba sobre el país de Egipto y consuma todo lo que el granizo dejo. Extendió moisés su vara sobre la tierra de Egipto y Jehová trajo un viento oriental sobre el país todo aquel día y toda aquella noche; y al venir la mañana, el viento oriental trajo la langosta. La langosta subió sobre toda la tierra de Egipto y se asentó en todo el país de Egipto en tan gran cantidad como no la hubo antes  ni la habrá después; cubrió la faz de todo el país  y oscureció la tierra; consumió toda la hierba de la tierra  y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo; no quedo cosa verde en los árboles ni en la hierba del campo en toda la tierra de Egipto. Entonces el faraón se apresuro a llamar a moisés y a Aarón y dijo:  - he pecado contra Jehová,  vuestro Dios, y contra vosotros. Pero os ruego ahora que perdonéis mi pecado solamente esta vez, y que oréis a Jehová, vuestro Dios, para que aparte de mi al menos esta plaga mortal. Salió moisés de delante del faraón y oro a Jehová. entonces Jehová trajo un fortísimo viento occidental que se llevo la langosta y la arrojo en el mar rojo; ni una langosta quedo en todo el país de Egipto. Pero Jehová endureció el corazón del faraón y este no dejo ir a los hijos de Israel. Jehová dijo a moisés: - extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera las palpe. Extendió moisés su mano al cielo y por tres días hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto. Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levanto de su lugar en tres días; pero todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones. Entonces el faraón hizo llamar a moisés y dijo: - id servid a Jehová; que solamente queden vuestras ovejas y vuestras vacas. Vayan también vuestros niños con vosotros. Moisés respondió: - tu nos darás los animales para los sacrificios y lo holocaustos que ofreceremos a Jehová nuestro Dios. y nuestro ganado ira también con nosotros. No quedara ni una pezuña, porque de el hemos de tomar para servir a Jehová nuestro Dios y no sabemos con que hemos de servir a Jehová hasta que lleguemos allá. Pero Jehová endureció el corazón del faraón y este no quiso dejarlos ir. Y le dijo  el faraón: - retírate de mi presencia. Cuídate de no ver mas mi rostro, pues el día en que veas mi rostro, morirás. Y moisés respondió: - ¡ bien has dicho!  No veré mas tu rostro.

11 Jehová dijo a moisés: - una plaga mas traeré sobre el faraón y sobre Egipto, después  de la cual el os dejara ir de aquí. De seguro que os echara de aquí definitivamente. Habla ahora al pueblo que cada uno pida a su vecino y cada una a su  vecina, alhajas de plata y de oro. Jehová hizo que el pueblo se ganara el favor de los egipcios. También moisés era considerado un gran hombre en la tierra de Egipto, a los ojos de los siervos del faraón  y a los ojos del pueblo. Dijo pues moisés: - Jehová a dicho así: hacia la medianoche yo atravesare el país de Egipto y morirá todo primogénito en tierra de Egipto, desde el primogénito del faraón que se sienta en su trono hasta el primogénito de la sierva que esta tras el molino y todo primogénito de las bestias. Y  habrá gran clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca hubo ni jamás habrá. Pero contra todos los hijos de Israel desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua para que sepáis que Jehová hace diferencia entre los egipcios y los israelitas. Entonces vendrán a mi todos estos tus siervos e inclinados delante de mi dirán: vete tu   y todo el pueblo que esta bajo tus ordenes. Y después de esto yo saldré.  Y salió muy enojado de la presencia del faraón. Luego Jehová dijo a moisés: - el faraón no os oirá, para que mis maravillas se multipliquen en la tierra de Egipto. Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios delante del faraón y este no dejo salir a los hijos de Israel fuera de su país.

12 Hablo Jehová a moisés y a Aarón en la tierra de Egipto y les dijo: este mes será para vosotros en el principal entre los meses; os será el primero de los meses del año. Hablad a toda la congregación de Israel y decid: el día diez de este mes tomara cada uno un cordero según  las familias de los padres, un cordero por familia. Pero si la familia es demasiado pequeña que no baste para comer el cordero, entonces el y el vecino mas cercano a su casa tomaran uno según el numero de las personas; conforme al comer de cada hombre os repartiréis el cordero. El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomareis de las ovejas o de las cabras. Lo guardareis hasta el día catorce de este mes y lo inmolara toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. Tomaran de la sangre y la pondrán en los dos postes  y en dintel de las casas en que lo han de comer. Esa noche comerán la carne asada al fuego y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. Ninguna cosa comeréis de el cruda ni cocida en agua sino asada al fuego; comeréis también su cabeza sus patas  y sus entrañas. Ninguna cosa dejareis de el hasta la mañana; y lo que quede hasta la mañana, lo quemareis en el fuego. Lo habéis de comer así: ceñidos con un cinto, con vuestros pies calzados y con el bastón en la mano; y lo comeréis apresuradamente. Es la pascua de Jehová. pues yo pasare aquella noche por la tierra de Egipto así de los hombres como de las bestias y ejecutare mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. la sangre os será por señal en las casas donde  vosotros estéis; veré la sangre y pasare de largo ante vosotros y no habrá entre vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. Este día os será memorable y lo celebrareis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebrareis. Siete días comeréis panes sin levadura. El primer día haréis desaparecer toda levadura de vuestras casas, porque cualquiera que coma algo leudado desde el primer día hasta el séptimo, será eliminado de Israel. El primer día habrá santa convocación y asimismo en el séptimo día tendréis una  santa convocación. ninguna obra se hará en ellos excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer.  Guardareis la fiesta de los panes sin levadura, porque en ese mismo día saque vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto guardareis este mandamiento a lo largo de vuestras generaciones como una costumbre perpetua. En el mes primero comeréis los panes sin levadura desde el día catorce del mes por la tarde hasta el  veintiuno del mes por la tarde. Durante siete días no se hallara levadura en vuestras casas, porque cualquiera que coma algo leudado tanto extranjero como natural del país, será eliminado de la congregación de Israel. Ninguna cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura. Moisés convoco a todos los ancianos de Israel y les dijo: salid y buscad corderos para vuestras familias y sacrificad la pascua.  Tomad un manojo de hisopo, mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo y untad el dintel  y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo. Que ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta mañana, pues Jehová  pasara hiriendo a los egipcios y cuando vea la sangre en el dintel  y en los dos postes, pasara Jehová de largo por aquella puerta y no dejara entrar al heridor en vuestras casas para herir. Guardareis esto por estatuto  para vosotros y para vuestros hijos para siempre. Cuando entréis en la tierra que Jehová os dará, como prometió también guardareis este rito. Y  cuando os pregunten  vuestros hijos: ¿qué significa esté rito?  Vosotros responderéis: es la victima de la pascua de Jehová el cual paso por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto cuando hirió a los egipcios y los libro  nuestras casas. Entonces el pueblo se inclino y adoro. Luego los hijos de Israel fueron e hicieron puntualmente tal como Jehová había mandado a moisés y a Aarón. Aconteció que a la media noche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el  primogénito del faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel y todo primogénito de los animales. Se levanto aquella noche el faraón, todos sus siervos y todos los egipcios y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiera un muerto. E hizo llamar a moisés y a Aarón de noche y les dijo:  - salid en medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel e id a servid a Jehová como habéis dicho. Tomad también vuestras ovejas y vuestras vacas como habéis dicho e idos; y bendecidme también a mi. Los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra, porque decían: todos moriremos. y llego el pueblo su masa antes que fermentara, la envolvieron en sabanas y la cargaron sobre sus hombros. E hicieron los hijos de Israel conforme a la orden de moisés y pidieron a los egipcios alhajas de plata  y de oro y vestidos. Jehová hizo  que el  pueblo se ganara el favor de los egipcios y estos les dieron cuanto pedían. Así despojaron a los egipcios.  Partieron los hijos de Israel de rameses hacia sucot. Eran unos seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños. También subió con ellos una gran multitud de toda clase de gentes, ovejas y muchísimo ganado. Cocieron tortas sin levadura de la masa que habían sacado de Egipto, pues no había leudado, porque al echarlos fuera los egipcios no habían tenido tiempo ni para prepararse comida. El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto fue de cuatrocientos treinta años. El mismo día en que se cumplían los cuatrocientos treinta años, todas las huestes de Jehová salieron de la tierra de Egipto. Es noche de guardar para Jehová por haberlos sacado en ella de la tierra de Egipto. Esta noche deben  guardarla para Jehová todos los hijos de Israel a lo largo de sus generaciones. Jehová dijo a moisés y a Aarón: esta es la ley para la pascua: ningún extraño comerá de ella. Pero todo siervo humano comprado por dinero comerá de ella, después que lo hayas circuncidado. El extranjero y el jornalero no comerán de ella. Se comerá en  una casa y no llevaras de aquella carne fuera de ella ni le quebrareis ningún hueso. Toda la congregación de Israel lo hará. Si algún extranjero habita contigo y quiere celebrar la pascua para Jehová que le sea circuncidado todo varón y entonces la celebrara pues será como uno de vuestra nación; pero ningún incircunciso comerá de ella. La misma ley regirá para el natural y para el extranjero que habite entre vosotros. Así lo hicieron todos los hijos de Israel. Tal como mando Jehová a moisés y a Aarón, así lo hicieron. Y en aquel mismo día saco Jehová a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por grupos.

13 Jehová hablo a moisés y le dijo: conságrame todo primogénito. Todo lo que abre la matriz entre los hijos de Israel, tanto de los hombres como de los animales, mío es. Moisés dijo al pueblo: tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto no comeréis cosa leudada. Vosotros salís hoy en el mes de Aviv. Y cuando Jehová te haya metido en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo,  del heveo, y del jebuseo, la cual juro a tus padres que te daría, tierra que destila leche y miel, harás esta celebración  en este mes. Siete días comerás pan sin leudar, pero el séptimo día será fiesta para Jehová. durante los siete días se comerán los panes sin levadura y no tendrás contigo nada leudado, ni levadura en todo tu territorio. En aquel día lo explicaras a tu hijo diciendo: se hace esto con motivo de lo que Jehová hizo conmigo cuando me saco de Egipto. Te será como una señal en la mano y como un memorial delante de tus ojos, para que la ley de Jehová este en tu boca, por cuanto con mano fuerte te saco Jehová de Egipto. Por tanto, tu guardaras este rito de año en año, a su debido tiempo. Cuando Jehová te haya llevado a la tierra del cananeo, como lo ha jurado a ti y a tus padres y cuando te la haya dado, dedicaras a Jehová a todo aquel  que abre la matriz. Asimismo todo primer nacido de tus animales, si es macho será de Jehová. pero todo primogénito de asno lo redimirás con un cordero; y si  no lo redimes quebraras su cuello. También redimirás al primogénito de tus hijos. Y cuando el día de mañana te pregunte tu hijo: ¿qué es esto? Le dirás: Jehová nos saco con mano fuerte de Egipto de casa de servidumbre; y cuando se endureció el faraón para no dejarnos ir, Jehová hizo morir en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia. Por esta causa yo sacrifico para Jehová todo primogénito macho y redimo al primogénito de mis hijos. Te será pues como una señal en la mano y como un memorial delante de tus ojos por cuanto Jehová nos saco de Egipto con mano fuerte. Luego que el faraón dejo ir al pueblo Dios no los llevo por el camino de la tierra de los filisteos que estaba cerca, pues dijo Dios: para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra y regrese a Egipto. Por eso hizo Dios que el pueblo diera un rodeo por el camino del desierto del mar rojo. Los hijos de Israel salieron de Egipto armados. Moisés tomo también consigo los huesos de José, el cual había hecho jurar a los hijos de Israel diciéndoles: Dios ciertamente os visitara y entonces os llevareis mis huesos de aquí con vosotros. Partieron de sucot y acamparon en etam a la entrada del desierto. Jehová iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos, a fin de que anduvieran de día  y de noche. Nunca se aparto del pueblo la columna de nube durante el día ni la columna de fuego durante la noche.

14 Hablo Jehová a moisés y le dijo: Di a los hijos de Israel que regresen y acampen delante de pi-hahirot entre migdol  y el mar enfrente de baa-zefon. Acampareis frente a ese lugar junto al mar. Y el faraón dirá de los hijos de Israel: encerrados están en la tierra; el desierto los ha encerrado. Yo endurecer el corazón del faraón para que los siga; entonces seré glorificado en el faraón y en todo su ejercito y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. ellos lo hicieron así. Cuando fue dado aviso al rey de Egipto que el pueblo huía el corazón del faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo y dijeron: ¿ como hemos hecho esto? Hemos dejado ir a Israel para que no nos sirva. Unció entonces su carro y tomo consigo a su ejercito. Tomo seiscientos carros escogidos y todos los carros de Egipto junto con sus capitanes. Endureció Jehová el corazón del faraón rey de Egipto el cual siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa. Los egipcios lo siguieron con toda la caballería y los carros del faraón, su gente de a caballo y todo su ejercito; los alcanzaron donde estaban acampados junto al mar, cerca de pi-hahirot frente a baal-zefon. Cuando el faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos y vieron que los egipcios venían tras ellos, por lo que los hijos de Israel clamaron a Jehová llenos de temor, y dijeron a moisés: - ¿no había sepulcros en Egipto, que nos han sacado para que muramos en el desierto? ¿por qué nos ha hecho esto? ¿por qué nos has sacado de Egipto? Ya te lo decíamos cuando estábamos en Egipto: déjanos servir a los egipcios, porque mejor nos es servir a los egipcios que morir en el desierto. Moisés respondió al pueblo: - no temáis; estad firmes y ved la salvación que Jehová os dará hoy, porque los egipcios que hoy habéis visto, no los volveréis a ver nunca mas. Jehová peleara por vosotros y vosotros estaréis tranquilos. Entonces Jehová dijo a moisés: - ¿por qué clamas a mi? Di a los hijos de Israel que marchen. Y tu alza tu vara, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los hijos de Israel pasen por medio del mar en seco. Yo endureceré el corazón de los egipcios, para que los sigan; entonces me glorificare en el faraón y en todo su ejercito, en sus carros  y en su caballería. Y sabrán que los egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en el faraón en sus carros y en su gente de a caballo. El ángel de Dios, que iba delante del campamento de Israel, se aparto y se puso detrás de ellos; asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se aparto y se puso a sus espaldas, e  iba entre el campamento de  los egipcios y el campamento de  Israel; para aquellos era una nube tenebrosa pero Israel lo alumbraba de noche; por eso en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros. Moisés extendió su mano sobre el mar e hizo Jehová que el mar se retirara por medio de un recio viento oriental que soplo toda aquella noche. Así seco el mar y las aguas quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron en medio del mar  en seco, y las aguas eran como un muro a su derecha  y a su izquierda. Los egipcios los siguieron y toda la caballería del faraón sus carros y su gente de a caballo entraron tras ellos hasta la mitad del mar. Aconteció a la vigilia de la mañana que Jehová miro el campamento de los egipcios desde la columna de fuego  y nube y trastorno el campamento de los egipcios; quito además las ruedas de sus carros y los trastorno gravemente. Entonces los egipcios dijeron: - huyamos ante Israel, porque Jehová pelea por ellos  contra los egipcios. Pero Jehová dijo a moisés: - extiende tu mano sobre el mar para que las aguas se vuelvan contra los egipcios, sus carros  y su caballería. Moisés extendió su mano sobre el mar y cuando amanecía el mar se volvió con toda su fuerza; al huir los egipcios se encontraban con el mar. Así derribo Jehová a los egipcios en medio del mar, pues al volver las aguas cubrieron los carros, la caballería  y todo el ejercito del faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedo ni uno de ellos. En cambio los hijos de Israel fueron por en medio del mar en seco y las aguas eran como un muro a su derecha y a su izquierda. Así salvo Jehová aquel día a Israel de manos de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. Al ver Israel aquel gran hecho que Jehová ejecuto contra los egipcios el pueblo temió a Jehová y  creyeron a Jehová y a moisés su siervo.

15  Entonces moisés y los hijos de Israel entonaron este cántico a Jehová: Cantare yo a Jehová, porque se ha cubierto de gloria; ha echado en el mar al caballo y al jinete. Jehová es mi fortaleza y mi cántico. Ha  sido mi salvación. Este es mi Dios, a quien yo alabare; el Dios de mí padre, a quien yo enalteceré Jehová es un guerrero. ¡ Jehová es su nombre!. Echo en el mar los carros del faraón y del ejercito. Lo mejor de sus capitanes en el mar rojo se hundió. Los abismos los cubrieron; descendieron a las profundidades como piedra. Tu diestra Jehová ha magnificado su poder. Tu diestra Jehová ha aplastado al enemigo. Con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira y los consumió como a hojarasca. Al soplo de tu aliento se amontonan las aguas se juntaron las corrientes como un montón, los abismos se cuajaron en medio del mar. El enemigo dijo:  perseguiré apresare repartiré despojos; mi alma se saciara de ellos. Sacare mi  espada los destruirá mi mano. Soplaste con tu viento los cubrió el mar; se hundieron como plomo en las impetuosas aguas. ¿quién como tu Jehová entre los dioses? ¿quién como tu magnifico en santidad, terrible en maravillosas hazañas hacedor de prodigios? Extendiste tu diestra; la tierra los trago. Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste. Lo llevaste con tu poder a tu santa morada. lo oirán los pueblos y temblaran. El dolor se apoderara de la tierra de los filisteos. Entonces los caudillos de edom se turbaran a los valientes de moab los asaltara temblor, se acobardaran todos los habitantes  de canaan. ¡ que caiga sobre ellos temblor y espanto! Ante la grandeza de tu brazo enmudezca como una piedra hasta que haya pasado tu pueblo oh Jehová, hasta que haya pasado este pueblo que tu rescataste. Tu los introducirás y los plantaras en el monte de tu heredad, en el lugar donde has preparado, oh Jehová tu morada, en el santuario que tus manos, oh Jehová han afirmado, ¡ Jehová reinara eternamente y para siempre!. Cuando el faraón entro cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, Jehová hizo que las aguas del mar se volvieran  contra ellos, mientras los hijos de Israel pasaron en seco por en medio del mar. Entonces Maria , la profetisa hermana de Aarón tomo un pandero en su mano,  y todas las mujeres salieron detrás de ella con panderos y danzas. Y Maria repetía:  Cantad a Jehová, porque se ha cubierto de gloria; ha echado en el mar al caballo  y al jinete. Moisés hizo partir a Israel del mar rojo. Salieron al desierto de shur y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. Llegaron a mara, pero no pudieron beber las aguas de mara porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de mara. El pueblo se puso a murmurar contra moisés diciendo: ¿qué hemos de beber?  Entonces moisés clamo a Jehová y Jehová les mostró un árbol; lo echo en las aguas y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas y allí los probo. Les dijo: si escuchas atentamente la voz de Jehová, tu Dios, y haces lo recto delante de sus ojos, das oído a sus mandamientos y guardad todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié sobre los egipcios traeré sobre ti, porque yo soy Jehová tu sanador. Después llegaron a elim., donde había fuentes de aguas  y setenta palmeras y acamparon allí junto a las aguas.

16  Partió luego de elim toda la  congregación de los hijos de Israel y llego al desierto de sin, que esta entre elim y sinai a los quince días del segundo mes después de su salida de la tierra de Egipto. En el desierto, toda la congregación de los hijos de Israel murmuro contra moisés y Aarón. Los hijos de Israel le decían: - ojala hubiéramos muerto a manos de Jehová en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos ante las ollas de carne cuando comíamos pan hasta saciarnos, pues no habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud. Jehová dijo a moisés: -  mira, yo os haré llover pan del cielo. El pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley o no. Pero en el sexto día se prepararan para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día. Entonces dijeron a moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: - en la tarde sabréis que Jehová os ha  sacado de la tierra de Egipto y por la mañana veréis la gloria de Jehová, porque el ha oído vuestras  murmuraciones contra Jehová; pues ¿qué somos nosotros para que murmuráis contra nosotros? Y moisés añadió: - Jehová os dará por la tarde carne para comer y por la mañana pan hasta saciaros, porque Jehová ha oído lo que habéis murmurado contra el; pues ¿qué somos nosotros?  Vuestras murmuraciones no son contra nosotros sino contra Jehová. luego dijo moisés a Aarón: - Di a toda la congregación de los hijos de Israel: acercaos a la presencia de Jehová, porque el ha oído vuestra murmuraciones. Mientras Aarón hablaba a toda la congregación de los hijos de Israel, ellos miraron hacia el desierto y vieron que la gloria de Jehová aparecía en la nube. Y Jehová dijo a moisés: - yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales y diles: al caer la tarde comeréis carne y por la mañana os saciareis de pan. Así sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios. al llegar la tarde subieron codornices que cubrieron el campamento y por la mañana descendió roció alrededor del campamento. Cuando el roció ceso de descender apareció sobre la faz  del desierto una cosa menuda redonda, menuda como escarcha sobre la tierra. Al verlo, los hijos de Israel se dijeron unos a otros: ¿qué es esto? Porque no sabían que era. Entonces moisés les dijo: -  es el pan que Jehová os da para comer. Esto es lo que Jehová ha mandado: recoged de el cada uno según  lo que pueda comer, un gomer por cabeza, conforme al numero de personas en su familia; tomareis cada uno para los que están en su tienda. Los hijos de Israel lo hicieron así, y recogieron uno mas, otros menos. Lo median por gomer y no sobro al que había recogido  mucho, ni falto al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer. Luego dijo a moisés: - ninguno deje nada de ello para mañana. Pero ellos no obedecieron a moisés si no que algunos dejaron algo para otro día; pero crió gusanos y apestaba. Y se enojo con ellos moisés. Lo recogía cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego qué  el sol calentaba se derretía. En el sexto día recogieron doble porción de comida, dos  gomeres para cada uno. Todos los príncipes  de la congregación fueron y se lo hicieron saber a moisés. El les dijo: -  esto es lo que ha dicho Jehová: mañana es sábado, el día de reposo consagrado a Jehová; lo que tengáis que cocer, cocedlo hoy y lo que tengáis que cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobre, guardadlo para mañana. Ellos lo guardaron hasta el día siguiente según  lo que moisés había mandado y no se  agusano ni apesto. Entonces dijo moisés: - comedlo hoy, porque hoy es sábado dedicado a Jehová; hoy no hallareis nada en el campo. Seis días  lo recogeréis, pero el séptimo día, que es sábado, nada se hallara.  Aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger y no hallaron nada. Y Jehová dijo a moisés: - ¿hasta cuando os negareis a guardar mis mandamientos y mis leyes? Mirad que Jehová os dio el sábado y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Quédese pues cada uno en su lugar y nadie salga de el en el séptimo  día. Así el pueblo reposo el séptimo día. La casa de Israel lo llamo mana; era como una semilla de culantro blanco y su sabor de hojuelas con miel. Después dijo moisés: - esto es lo que Jehová ha mandado:  llenad un gomer de el y guardadlo para vuestros descendientes  a fin de que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saque de la tierra de Egipto. A Aarón dijo a moisés: -  toma una  vasija, pon en ella un gomer de mana y colócalo delante de Jehová, a fin de que sea guardado para vuestros descendientes. Aarón lo puso delante del testimonio para guardarlo tal como Jehová lo mando a moisés. Así comieron los hijos de Israel mana durante cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; mana comieron hasta qué llegaron a los limites de la tierra de canaan.  Un gomer es la décima parte de un efa.

17 Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de sin avanzando por jornadas, conforme al mandamiento de Jehová y acamparon en refidim donde no había agua para que el pueblo bebiera. Y disputo el pueblo con moisés, diciéndole: - danos agua para que bebamos. - ¿por qué disputáis conmigo? ¿por qué tentáis a Jehová? – les respondió moisés. Así el pueblo tuvo allí sed y murmuro contra moisés: - ¿por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros a nuestros hijos y a nuestros ganados?. Entonces clamo moisés a Jehová y dijo: - ¿qué haré con este pueblo? ¡ poco falta para que me apedreen!. Jehová respondió a moisés: - pasa delante del pueblo y toma contigo algunos ancianos de Israel; toma también en  tu mano la vara que golpeaste el rió y ve. Allí  yo estaré ante ti sobre la peña, horeb; golpearas la peña y saldrá de ella aguas para que beba el pueblo. Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. Y  dio aquel lugar el nombre de masah y meriba por la rencilla de los hijos de Israel y porque tentaron a Jehová al decir: ¿esta pues Jehová entre nosotros o no?. Después vino amalec y peleo contra Israel en refidim. Y dijo moisés a Josué: - escoge a algunos hombres y sal a pelear  contra amalec. Mañana yo estaré sobre la cumbre del collado con la vara de Dios en mi mano. Josué hizo como le dijo moisés y salió a  pelear contra amalec. Moisés, Aarón y hur subieron a la cumbre del collado. Y sucedía que cuando alzaba moisés su mano, Israel vencía, pero cuando el bajaba su mano, vencía amalec. Como las manos de moisés se cansaban, tomaron una piedra y la pusieron debajo de el. moisés se sentó sobre ella mientras Aarón y hur sostenían sus manos, uno de un  lado y el otro del otro; así se mantuvieron firmes sus manos hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a amalec y a su pueblo a filo de espada. Entonces Jehová dijo a moisés: - escribe esto para que sea recordado en un libro y di a Josué que borrare del todo la memoria de amalec de debajo del cielo.  Luego moisés edifico un altar al que puso por nombre Jehová-nisi diciendo: por cuanto la mano de amalec se levanto contra el trono de Jehová, Jehová estará en guerra con amalec de generación en generación.

18  Oyó jetro sacerdote de madian, suegro de moisés todas las cosas que Dios había hecho con moisés y con Israel su pueblo y como Jehová había sacado a Israel de Egipto. Entonces tomo jetro suegro de moisés a sefora la mujer de moisés después que el la envió y a sus dos hijos, el uno se llamaba gerson porque dijo: forastero he sido en tierra ajena y el otro se llamaba Eliécer porque dijo: El Dios de mi padre me ayudo y me libro de la espada del faraón. Cuando jetro el suegro de moisés, llego con los hijos y la mujer de este junto al monte de Dios en el desierto donde estaba acampado moisés y le dijo: - yo tu suegro jetro vengo a ti con tu mujer y sus dos hijos. Moisés salió a recibir a su suegro se inclino y lo beso. Se preguntaron el uno al otro como estaban y entraron en la tienda. Moisés contó a su suegro todas las cosas que Jehová había hecho al faraón y a los egipcios por amor de Israel, todo el trabajo que habían pasado en el camino y como los había librado Jehová. se alegro jetro de todo el bien qué Jehová había hecho a Israel al haberlo librado de manos de los egipcios. Y jetro dijo: - bendito sea Jehová que os libro de manos de los egipcios y de manos del faraón. El ha librado al pueblo de manos de los egipcios. Ahora conozco que Jehová es mas grande que todos los dioses, porque en lo que se ensoberbecieron prevaleció contra ellos. Luego tomo jetro suegro de moisés holocaustos y sacrificios para Dios; y Aarón y todos los ancianos de Israel fueron a comer con el suegro de moisés delante de Dios. aconteció que al día siguiente se sentó moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de moisés desde mañana hasta la  tarde. Al ver al suegro de moisés todo lo que el hacia por el pueblo le pregunto: - ¿qué es esto que haces tu con el pueblo? ¿por qué te sientas tu solo, mientras todo el  pueblo permanece delante de ti desde la mañana hasta la tarde? Moisés respondió a su suegro: - porque el pueblo viene a mi para consultar a Dios. cuando tienen algún pleito, vienen a mi;  yo juzgo entre el uno y el otro y declaro los preceptos de Dios y sus leyes. Entonces el suegro de moisés le dijo: - no esta bien lo que haces. Desfallecerás del todo, tu y también este pueblo que esta  contigo, porque el trabajo es demasiado pesado para ti y no podrás hacerlo tu solo. Oye ahora mi voz: yo te aconsejare y Dios estará contigo. Preséntate tu  por el pueblo delante de  Dios, y somete tu los asuntos de Dios. enséñales los preceptos y las leyes muéstrales el camino por donde deben andar y lo que han de hacer. Además escoge tu de entre todo el pueblo a hombres virtuosos temerosos de Dios hombres veraces que aborrezcan la avaricia y ponlos sobre el pueblo como jefes de mil de cien, de cincuenta y de diez. Ellos juzgaran al pueblo en todo tiempo; todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgaran todo asunto pequeño. Así se aliviara tu carga, pues ellos la llevaran contigo. Si esto haces, y Dios te lo manda, tu pondrás sostenerte y también todo este pueblo ira en paz a su lugar. Oyó moisés la voz de su suegro e hizo todo lo que él le dijo. Escogió moisés hombres de virtud de entre todo Israel y los puso sobre el pueblo como jefes sobre mil, sobre juzgaban al pueblo en todo tiempo. Los asuntos difíciles los traían a moisés y ellos juzgaban todo asunto pequeño. Luego moisés despidió a su suegro  y este se fue a su tierra.

19 Al tercer mes de haber salido los hijos de Israel de la tierra de Egipto, ese mismo día, llegaron al desierto de sinai. Habían salido de refidim y al llegar al desierto de sinai acamparon en el desierto. Israel acampo allí frente al monte y moisés subió a encontrarse con Dios. Jehová lo llamo desde el monte y le dijo: - así dirás a la casa de Jacob y anunciaras a los hijos de Israel: vosotros visteis lo que hice con los egipcios y como os tome sobre alas de águila y os he traído a mi. Ahora pues, si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra. Vosotros me seréis un reino de sacerdotes y gente santa. Estas son palabras que dirás a los hijos de Israel. Entonces regreso moisés llamo a los ancianos del pueblo y expuso en su presencia todas estas palabras que Jehová le había mandado.  Todo el pueblo respondió a una diciendo: -  haremos todo lo que Jehová ha dicho.  Moisés refirió a Jehová las palabras del pueblo y Jehová le dijo: -  yo vendré a ti en una nube espesa, para  que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo y así te crean para siempre. Moisés refirió las palabras del pueblo a Jehová y Jehová le dijo:  - ve al pueblo y santifícalos hoy y mañana. Que laven sus vestidos y estén preparados para el tercer día, porque al tercer día Jehová descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el monte sinai. Señalaras limites alrededor del pueblo y  dirás: guardaos no subáis al monte ni toquéis  sus limites; cualquiera que toque el monte de seguro morirá. No lo tocara mano alguna porque será apedreado o muerto a flechazos, sea animal o sea hombre no quedara con vida. Cuando resuene la bocina, subirán al monte. Descendió  pues moisés del monte al pueblo y santifico al pueblo y ellos lavaron sus vestidos. Dijo al pueblo: - estad preparados para el tercer día y absteneos de mujer. Aconteció que al tercer día cuando vino  la mañana hubo truenos y relámpagos una espesa nube cubrió el monte y se oyó un sonido de bocina muy fuerte. Todo el pueblo que estaba en el campamento se estremeció. Moisés saco del campamento al pueblo para recibir a Dios, y ellos se detuvieron al pie del monte. Todo el monte sinai humeaba porque Jehová había encendido sobre el en medio del fuego. El humo subía como el humo de un horno, y todo se estremecía violentamente. El sonido de la bocina se hacia cada vez mas fuerte. Moisés hablaba y Dios le respondía con voz de trueno. Descendió Jehová sobre el monte sinai sobre la cumbre del monte. Llamo Jehová a moisés a la cumbre del monte y moisés subió. Jehová dijo a moisés: - desciende y ordena al pueblo que no ttraspase los limites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos. Que también se santifiquen los sacerdotes que se acercan a  Jehová para que Jehová no haga entre ellos  estrago. Moisés dijo a Jehová: - el pueblo no podrá subir al monte sinai, porque tu nos has mandado diciendo: señala limites al norte y santifícalo. Pero Jehová dijo: - ve, desciende y luego subirás junto con  Aarón; pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen el limite para subir adonde esta Jehová, no sea que  haga entre ellos estrago. Entonces moisés descendió y se lo dijo al pueblo.

20 Hablo Dios todas estas palabras: Yo soy Jehová  tu Dios, que te saque de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mi. No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que este arriba en el cielo, ni abajo en la tierra,  ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinaras a ellas ni las honraras, porque yo soy Jehová tu Dios fuerte celoso que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen y hago misericordia por millares a los que me aman y guardan mis mandamientos. No tomaras el nombre de Jehová tu Dios  en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tome su nombre en vano. Acuérdate del sábado para santificarlo. Seis días trabajaras y harás toda tu obra, pero el séptimo día es de reposo para Jehová tu Dios; no hagas en el obra alguna, tu ni tu hijo ni tu hija ni tu siervo ni tu criada ni tu bestia ni el extranjero que esta dentro de tus puertas, porque en seis días  hizo Jehová  los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposo en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el sábado y lo santifico.  Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. No mataras. No cometerás adulterio.  No hurtaras.  No dirás  contra tu prójimo falso testimonio.  No codiciaras la casa de tu prójimo: no codiciaras la mujer de tu prójimo, ni tu siervo, ni su criada ni su buey ni su asno ni cosa alguna de tu prójimo. Todo el pueblo observaba el estruendo, los relámpagos, el sonido de la bocina y el monte que humeaba. Al ver esto, el pueblo tuvo miedo  y se mantuvo alejado. Entonces dijeron a moisés: - habla tu con nosotros y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros para que no muramos. Moisés respondió al pueblo: -  no temáis, pues Dios vino para probaros, para que su temor este ante vosotros y no pequéis.  Y mientras el pueblo se mantenía alejado, moisés se acerco a la oscuridad en la cual estaba Dios. Jehová dijo a moisés: así dirás a los hijos de Israel: vosotros habéis visto que os he hablado desde el cielo. No os hagáis dioses de plata ni dioses de oro para ponerlos junto a mi.  Me harás un altar de tierra y sacrificaras sobre el tus holocaustos y tus ofrendas  de paz, tus ovejas y tus vacas. En todo lugar donde yo haga que se recuerde mi nombre, vendré a ti y te bendeciré.  Y si me haces un altar de piedras, no las labres de cantería, porque si alzas tus herramientas sobre el, lo profanaras. Tampoco subirás por gradas a mi altar, para que  tu desnudez no se descubra junto a el.

21 Estas son las leyes que les propondrás. Si compras un siervo hebreo, seis años servirá, pero al séptimo saldrá libre, de balde. Si entro solo, solo saldrá, si tenia mujer su mujer saldrá con el. si su amo le dio una mujer, y ella le dio hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo y el saldrá solo. Pero si el siervo dice: yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos; no quiero salir libre, entonces su amo lo llevara ante los jueces, lo arrimara a  la puerta o al poste y le horadara la oreja con lesna. Así será su siervo para siempre. Cuando alguien venda a su hija como sierva, ella no saldrá libre como suelen salir los siervos. Si no agrada a su señor, por lo cual no la tomo como esposa, se le permitirá que se rescate y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la deseche. Pero si la desposa con su hijo, hará con ella según se acostumbra con las hijas. Si toma para el otra mujer no disminuirá su alimento ni su vestido ni el deber conyugal. Y si ninguna de estas tres cosas le provee ella saldrá de gracia sin dinero. El que hiera a alguien haciéndole así morir, el morirá. Pero el que no pretendía herirlo, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalare el lugar al cual ha de huir. Pero si alguien se enoja contra su  prójimo y lo mata con alevosía, de mi altar lo apartaras para que muera. El que hiera a su padre o a su madre, morirá. Asimismo el que secuestre una persona y la venda  o si es hallada en sus manos, morirá. Igualmente el qué maldiga a su padre o a su madre, morirá. Además si algunos riñen y uno hiere a su prójimo con piedra o con el puño y este no muere, sino que después de guardar cama se levanta y anda por fuera apoyado en su bastón, entonces será absuelto el que lo hirió; solamente le pagara por lo que estuvo sin trabajar, y hará que lo curen. Si alguien hiere  a su siervo o a su sierva con un palo y muere entre sus manos, será castigado; pero si sobrevive por un día o dos, no será castigado, porque es propiedad suya. Si algunos riñen y hieren a una mujer embarazada y esta aborta pero sin causarle ningún otro daño, serán, penados conforme a lo que les imponga el marido de la mujer y juzguen los jueces. Pero si le causan otro daño, entonces pagaras vida por vida, ojo por ojo,  diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe. Si alguien hiere al ojo de su siervo o el ojo de su sierva, y lo daña le dará libertad por razón de su ojo. Si hace saltar un diente de su siervo o un diente de su sierva, por su diente le dejara en libertad. Si un buey cornea a un hombre o a una mujer y le causa la muerte, el buey será apedreado y no se comerá su carne, pero el dueño del buey sea absuelto. Pero si el buey acostumbraba a cornear y su dueño no lo hubiera guardado, aunque se le hubiera notificado y mata a un hombre o a una mujer, el buey será apedreado y también morirá su dueño. Si le es impuesto un precio de rescate entonces dará por el rescate de su persona cuanto le sea  impuesto. Haya corneado a un hijo  o haya corneado a una hija, conforme a este juicio se hará con el. si el buey cornea a un siervo o a una sierva su dueño pagara treinta siclos de plata y el buey será apedreado. Si alguien abre un pozo o cava una cisterna y no la tapa y cae allí un buey o un asno, el dueño de la cisterna pagara el daño, resarciendo a su dueño y el animal muerto será suyo. Pero si el buey de alguien hiere al buey de su prójimo causándole la muerte, entonces venderán el buey vivo y se repartirán el dinero y también se repartirán el buey muerto. Pero si era notorio que el buey acostumbraba cornear y su dueño no lo hubiera guardado, pagara buey por buey y el buey muerto será suyo.

22 Cuando alguien robe un buey o una oveja, y los degüelle  o los venda, por el buey pagara cinco bueyes, y por la oveja, cuatro ovejas. Si el ladrón sorprendido forzando una casa, es herido y muere, el que hirió no será culpado de su muerte. Pero si es de día el autor de la muerte será reo de homicidio. El ladrón hará completa restitución; si no tiene con que, será vendido para pagar lo robado. Si lo robado sea buey, asno u oveja es hallado vivo en sus manos, pagara el doble. Si alguien hace pastar en un campo o una viña y mete su bestia en campo de otro, de lo  mejor de su campo y de lo mejor de su viña pagara. Cuando se prenda fuego y el quemar espinos se quema también mieses amontonadas o en pie o un campo el que encendió el fuego pagara lo quemado. Cuando alguien de a su prójimo plata o alhajas a guardar y las roben de la casa de aquel hombre, si el ladrón es hallado, pagara doble. Si el ladrón no es hallado, entonces el dueño de la casa será  presentado a los jueces para que se vea si ha metido su mano en los bienes de  su prójimo. En toda clase de fraude, ya se trate de buey, asno, oveja, vestido o cualquier cosa perdida cuando alguien diga: esto es mío,  la causa de ambos vendrá ante los jueces; y aquel a quien los jueces condenen, pagara el doble a su prójimo. Si alguien da a guardar a su prójimo un asno, un buey una oveja o cualquier otro animal y este muere, es estropeado o robado sin que nadie lo vea, juramento de Jehová mediara entre ambos de que no metió sus manos en los bienes de su prójimo: su dueño lo aceptara y el otro no pagara. Pero si le fue robado resarcirá a su dueño. Y si le fue arrebatado por una fiera, le traerá testimonio y no pagara lo arrebatado. Pero si alguien toma prestada una bestia de su prójimo  y es estropeada o muerta estando ausente su dueño deberá pagarla. Si el dueño estaba presente no la pagara. Si era alquilada reciba el dueño el alquiler. Si  alguien engaña a una joven que no ha sido desposada y duerme con ella deberá dotarla y tomarla por mujer. Si su padre no quiere dársela, el le pagara conforme a la dote de las vírgenes. A la hechicera no la dejaras con vida. Cualquiera que cohabite con una bestia, morirá. El ofrezca sacrificio a otros dioses en  vez de ofrecérselo solamente a Jehová será muerto. Al extranjero no engañaras ni angustiaras porque extranjero fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. A ninguna viuda ni huérfano afligiréis, porque si tu llegas a afligirlos y ellos claman a mi, ciertamente oiré yo su clamor, mi furor se encenderá y os  matare a espada; vuestras mujeres serán viudas y huérfanos  vuestros hijos. Cuando prestes dinero a uno de mi pueblo al pobre que esta conmigo, no te portaras con el como usurero ni le cobraras intereses. Si tomas en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás, porque solo eso es su abrigo, el vestido para cubrir su cuerpo. ¿con que dormirá? Y cuando el clame a mi, yo le oiré, porque soy misericordioso. No ofenderás a los jueces ni maldecirás al príncipe de tu pueblo. No demoraras en traerme la primicia de tu cosecha ni de tu lagar. Me darás el primogénito de tus hijos. Lo mismo harás con el de tu buey y el de tu oveja; siete días estará con su madre y al octavo día me lo darás. Me seréis hombres santos. No comeréis carne destrozada por las fieras en el campo; a los perros la echaréis.

23 No admitirás falso rumor. No te pondrás de acuerdo con el malvado para ser testigo falso. No seguirás a la mayoría para hacer el mal, ni responderás en un litigio inclinándote a la mayoría para hacer agravios. Tampoco favorecerás al pobre en su causa. Si encuentras el buey de tu enemigo o su asno extraviado, regresa a llevárselo. Si ves el asno del que te aborrece caído debajo de su carga. ¿lo dejaras sin ayuda? Antes bien le ayudaras a levantarlo. No violaras el derecho del pobre en su pleito. De palabra de mentira te alejaras y no mataras al inocente y justo porque yo no justificare al malvado. No recibirás soborno, porque el soborno ciega a los que ven y pervierte las palabras de los justos. No oprimirás al extranjero porque vosotros  sabéis como es el alma del extranjero ya qué el extranjero fuisteis en la tierra y recogerás su cosec, pero el séptimo año la dejaras libre, para que coman los pobres de tu pueblo, y de lo que quede comerán las bestias del campo. Así harás con tu viña y con tu olivar. Seis días trabajaras pero el séptimo día reposaras para que descansen tu buey  y tu asno, y tomen refrigerio el hijo de tu sierva  y el extranjero. Guardad todo lo que os he dicho. No invocareis el nombre de otros dioses ni los mencionara vuestra boca. Tres veces al año me celebrareis fiesta. La fiesta de los panes sin levadura guardaras. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mande, en el tiempo del mes de Avib porque en el saliste de Egipto; y ninguno se presentara ante mi con las manos vacías. También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores de los que hayas sembrado en el campo y de la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido del campo los frutos de tus labores. Tres veces en el año se presentara todo hombre delante de Jehová, el señor. No ofrecerás con pan leudado la sangre de mi sacrificio, ni la grasa de la victima quedara de la noche hasta la mañana. Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios. no guisaras el cabrito en la leche de su madre. Yo envió mí ángel delante de ti, para que te guarde el camino y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Compórtate delante de él y oye su voz; no le seas rebelde, porque el no perdonara vuestra rebelión, pues mi nombre esta en el. pero si en verdad oyes su voz y haces todo lo que yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y afligiré a los que te aflijan. Mi ángel ira delante de ti y te llevara a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir. No te inclinaras ante sus dioses ni los servirás, ni harás como ellos hacen sino que los destruirás del todo y quebraras totalmente sus estatuas. Pero serviréis a Jehová vuestro Dios  y el bendecirá  tu pan y tus aguas. Yo apartare de ti toda enfermedad. En tu tierra no habrá mujer que aborte ni que sea estéril, y alargare el numero de tus días. Yo enviare mi terror delante de ti, turbare a todos los pueblos donde entres y haré que todos tus enemigos huyan delante de ti. Enviare delante de ti la avispa que eche de tu presencia al heveo, al cananeo, y al heteo. No los expulsare de tu presencia en un año, para que no quede la tierra desierta ni se multipliquen contra ti las fieras del campo. Poco a poco los echare de tu presencia hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra. Fijare tus limites desde el mar rojo hasta el mar de los filisteos y desde el desierto hasta el  eufrates, porque pondré en tus manos a los habitantes de la tierra y tu a los arrojaras de delante de ti. No harás alianza con ellos ni con sus dioses. En tu tierra no habitaran no sea que te hagan pecar contra mi sirviendo a sus dioses  porque te será tropiezo.

24  Dijo Jehová a moisés: - sube ante Jehová junto con Aarón, nadab, abiu y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinareis de lejos. Pero solo moisés se acercara a Jehová; que ellos  no se acerquen ni suban el pueblo con el. moisés fue y le contó al pueblo todas las palabras de Jehová y todas las leyes. Y todo el pueblo respondió  a una voz: - cumpliremos todas las palabras que Jehová ha dicho. Entonces moisés escribió todas las palabras de Jehová y levantándose de mañana edifico un altar y doce columnas al pie del monte, una por cada tribu de Israel. Luego envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová. moisés tomo la mitad de la sangre la puso en  tazones y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. Después tomo el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo el cual dijo: - obedeceremos y haremos todas las cosas que Jehová ha dicho. Entonces moisés tomo la sangre, la roció sobre el pueblo y dijo: - esta es la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas. Subieron moisés y Aarón, nadab y abiu junto con setenta de los ancianos de Israel, y vieron  al Dios de Israel. Debajo de sus pies había como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando esta sereno. Pero no extendió su mano contra los príncipes de los hijos de Israel: ellos vieron a Dios, comieron y bebieron. Entonces Jehová dijo a moisés: - sube a mi al monte y espera allá, y te daré tablas de piedra con la ley y los mandamientos que he escrito para enseñarles. Se levanto moisés junto con Josué, su servidor y moisés subió al monte de Dios. a los ancianos les dijo:  - esperadnos aquí hasta que volvamos. Aarón y hur estarán con vosotros; el que tenga asunto  acuda a ellos. Entonces moisés subió al monte. Una nube cubrió el monte y la gloria  de Jehová reposo sobre el monte sinai. La nube lo cubrió por seis días y al séptimo día llamo a moisés de en medio de la nube. La apariencia de la gloria de Jehová era, a los ojos de los hijos de Israel, como un fuego abrasador en la cumbre del monte. Moisés entro en medio de la nube y subió al monte. Y estuvo moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.

25 Jehová hablo a moisés y le dijo: Di a los hijos de Israel que recojan para mi una ofrenda. De todo hombre que la de voluntariamente, de corazón, recogeréis mi ofrenda. Esta es la ofrenda que aceptareis de ellos: oro, plata, cobre,  azul,  púrpura,  carmesí, lino fino, pelo de cabras, pieles de  carneros teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia, aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático, piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y para el pectoral. Me erigirán un santuario y habitare en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te muestre así haréis el diseño del tabernáculo y el diseño de todos sus utensilios. Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos  y medio, su anchura de codo y medio  y su altura de codo y medio. La recubrirás de oro puro por dentro y por fuera, y pondrás pon encima y alrededor de ella una cornisa de oro. Fundirás para ella cuatro argollas de oro, que pondrás en sus cuatro esquinas; dos argollas a un lado de ella y dos argollas al otro lado. Harás unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro. Y meterás las varas por las argollas a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. Las  varas quedaran en las argollas del arca; no se quitaran de ella. En el arca pondrás el testimonio que yo te daré. Harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio  y su anchura de codo y medio. Harás también dos querubines de oro; los harás labrados a martillo en los  dos extremos del propiciatorio. Harás pues, un querubín en un extremo y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. Los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con ellas el propiciatorio; estarán uno frente al otro, con sus rostros mirando hacia el propiciatorio. Después pondrás el propiciatorio encima del arca y el  arca pondrás el testimonio que yo te daré. Allí me manifestare a ti, y hablare contigo desde encima del propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mande para  los hijos de Israel. Harás asimismo una mesa de madera de acacia; su longitud será de dos codos , de un codo su anchura  y su altura de codo y medio. La recubrirás de oro puro y le harás una cornisa de oro alrededor. Le harás también una moldura alrededor de un palmo menor de anchura y harás alrededor de la moldura una cornisa de oro. Le harás cuatro argollas de oro, las cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. Las argollas estarán debajo de la moldura y por ellas  entraran las varas para llevar la mesa. Harás las varas de madera de acacia, las cubrirás de oro y con ellas será llevada la mesa. Harás también sus platos, cucharas, cubiertas y los tazones con que se librara; de oro fino los harás. Y pondrás siempre sobre la mesa el pan de la proposición delante de mi. Harás además un candelabro de oro puro, labrado a martillo se hará el candelabro, su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores serán de lo mismo.  Y saldrán seis brazos de sus  lados: tres brazos del candelabro a un lado y tres brazos al otro lado. Tres copas en forma de flor de almendro en un brazo, una manzana y una flor; y tres copas en forma de flor de almendro en otro brazo, una manzana y una flor; así en los seis brazos que salen del candelabro. En la caña central del candelabro habrá cuatro copas en forma de flor de almendro, sus manzanas  y sus flores. Habrá una manzana debajo de dos brazos del mismo, otra manzana debajo de otros dos brazos del mismo; así para los seis brazos que salen del candelabro. Sus manzanas y sus brazos serán de una pieza todo ello  una pieza labrada a martillo de oro puro. Y le harás siete lámparas, las cuales encenderás para que alumbren hacia delante. También sus despabiladeras y sus platillos de oro puro. De un talento de oro fino lo harás con todos estos utensilios. Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.

26 Harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; lo harás con querubines de obra primorosa. La longitud de cada cortina será de veintiocho codos, y su anchura de cuatro codos; todas las cortinas tendrán una misma medida. Cinco cortinas estarán unidas una con la otra y las otras cinco cortinas unidas una con la otra. Y harás lanzadas de azul en la orilla de la ultima cortina de la primera unión; lo mismo harás en la orilla de la cortina de la segunda unión. Cincuenta lanzadas harás en la primera cortina y cincuenta lanzadas harás en la orilla de la cortina que esta en la segunda unión; las lanzadas estarán contrapuestas la una a la otra. Harás también cincuenta corchetes  de oro con los cuales enlazaras las cortinas la una con la otra de modo que el tabernáculo forme un todo. Harás asimismo cortinas de pelo de cabra para una cubierta sobre el tabernáculo; once cortinas harás. La longitud de cada cortina será de treinta codos y la anchura de cada cortina, de cuatro codos; una misma medida tendrán las once cortinas. Unirás cinco cortinas aparte y las otras seis cortinas aparte y doblaras la sexta cortina sobre el frente del tabernáculo. Después harás cincuenta lazadas en la orilla de la cortina, al borde de la unión y cincuenta lazadas en la orilla de la cortina de la segunda unión. Harás asimismo cincuenta corchetes de bronce, los cuales  meterás por las lazadas; y enlazaras las uniones para que se haga una sola cubierta. La parte que sobra en las cortinas de la tienda, la mitad de la cortina que sobra, colgara a espaldas del tabernáculo. Un codo de un lado y otro codo del otro lado, que sobran a lo largo de las cortinas de la tienda, colgaran sobre los lados del tabernáculo a un lado y al otro para cubrirlo. Harás también a la tienda una cubierta de pieles de carneros teñidos de rojo  y una cubierta de pieles de tejones encima. Harás además para el tabernáculo tablas de madera de acacia que estén derechas. La longitud de cada tabla será de diez codos y de codo y medio la anchura. Dos espigas tendrá cada tabla, para unirlas una con otra; así harás todas las tablas del tabernáculo. Harás pues, las tablas del tabernáculo; veinte tablas al lado del mediodía, al sur. Y harás cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas: dos basas debajo de una tabla para sus dos espigas y dos basas debajo de otra tabla para sus dos espigas. Y para el otro lado del tabernáculo, el lado norte, harás veinte tablas con sus cuarenta basas de plata: dos basas debajo de una tabla y dos basas debajo de otra tabla. Para el lado posterior del tabernáculo hacia el occidente harás seis tablas. Harás además dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores, las cuales se unirán desde abajo y asimismo se juntaran por su alto con un gozne. Así se hará con las otras dos; serán  para las dos esquinas. De suerte que serán ocho tablas, con sus basas de plata: dieciséis basas, dos basas debajo de una tabla y dos basas debajo de otra tabla. Harás también cinco barras de madera de acacia para las tablas de un lado del tabernáculo,  cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas  del lado posterior del tabernáculo, hacia el occidente. La barra central pasara en medio de las tablas de un extremo al otro. Recubrirás de oro las tablas y harás sus argollas de oro para meter por ellas las barras; también recubrirás de oro las barras. Erigirás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte. También harás un velo azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa con querubines. Lo pondrás sobre cuatro columnas de madera de acacia recubiertas de oro con capiteles de oro  y sobre basas de plata. Pondrás el velo debajo de los corchetes allí, detrás del velo colocaras el arca del testimonio. Así el velo servirá para separar en el lugar santísimo. Fuera del velo pondrás la mesa y frente a ella, en el lado sur del tabernáculo el candelabro. Así quedara la mesa hacia el lado del norte. Harás para la puerta del tabernáculo una cortina de azul púrpura carmesí y lino torcido obra de recamador.  Y harás para la cortina cinco columnas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro con sus capiteles de oro y fundirás cinco basas de bronce para ellas.

27  Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud y de cinco codos de anchura; será cuadrado el altar  y su altura de tres codos. Le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán parte del mismo y lo recubrirás de bronce. Harás también sus calderos para recoger la ceniza, sus paletas, sus tazones, sus garfios y sus braseros; harás todos sus utensilios de bronce. Le harás un enrejado de bronce de obra de rejilla y sobre la rejilla harás cuatro argollas de bronce a sus cuatro esquinas. La pondrás bajo el cerco interior del altar, y llegara la rejilla hasta la mitad del altar. Harás también varas para el altar, varas de madera de acacia, las cuales recubrirás de bronce. Las varas se meterán por las argollas y estarán aquellas varas a ambos  lados del altar cuando sea llevado. Lo harás hueco de tablas; de la manera que se te ha mostrado en el monte, así lo harás. Asimismo harás el atrio del tabernáculo. Al lado meridional hacia el sur tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud a uno de los lados. Sus veinte columnas y sus veinte basas de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras de plata. De la misma manera a lo largo del lado del norte habrá cortinas de cien codos de longitud con sus veinte columnas apoyadas sobre veinte basas de bronce; los capiteles de las columnas  y sus molduras serán de plata. El ancho del atrio del lado occidental tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas serán diez con sus diez basas. El ancho del atrio por el lado del oriente, hacia el este, tendrá cincuenta codos. Las cortinas a un lado de la entrada serán quince codos y habrá tres columnas y tres basas. Al otro lado, otros  quince codos de cortinas, con sus tres columnas y tres basas. Para la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos de azul, púrpura y carmesí y lino torcido obra de recamador. Tendrá cuatro columnas y cuatro basas.  Todas las columnas alrededor del atrio estarán ceñidas de plata, sus capiteles serán de plata y sus basas de bronce. El atrio tendrá cien codos de largo, cincuenta de ancho por cada lado y cinco codos de alto. Sus cortinas serán de lino torcido  y sus basas de bronce. Todos los utensilios del tabernáculo para todo genero de servicio toda sus estacas y todas las estacas del atrio serán de bronce. Mandaras a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas para el alumbrado a fin de hacer arder continuamente las lámparas. Aarón y sus hijos las pondrán en orden delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana en el tabernáculo de  reunión, como estatuto perpetuo para las generaciones de los hijos de Israel.

28 Harás que Aarón tu hermano junto a sus hijos se acerquen a ti para que sean mis sacerdotes entre los hijos de Israel; Aarón con sus hijos nadab, abiu, Eleazar e itamar. Harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano que le den honra y hermosura. Y tu hablaras con todos los sabios de corazón, a quienes  yo he llenado de espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón y así consagrarlo para que sea mi  sacerdote. Las vestiduras que harán son estas: el pectoral, el efod, el manto, la túnica bordada, la mitra y el cinturón. Hagan pues, las vestiduras  sagradas de Aarón tu hermano y a sus hijos para que sean mis sacerdotes. Tomaran oro azul púrpura carmesí y lino torcido. Harán el efod de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, todo de obra primorosa. Tendrá dos hombreras que se junten a sus dos extremos y así se juntara. El cinto de obra primorosa que estará sobre el, formara con el una sola pieza  y será también de oro azul púrpura carmesí y lino torcido. Tomaras dos piedras de ónice y grabaras en ellas los nombres de los hijos de Israel:  seis de sus nombres en una piedra y los otros seis nombres en la otra piedra, conforme al orden de su nacimiento. De obra de grabador de piedra, como grabaduras de sello, harás grabar las dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; les harás alrededor engastes de oro. Y pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod como piedras memoriales para los hijos de Israel. Así llevara Aarón sus nombres delante de Jehová sobre sus dos hombros como un memorial.  Harás pues, los engastes de oro y dos cordones de oro fino; le harás en forma de trenza y fijaras los cordones trenzados en los engastes. Harás asimismo el pectoral del juicio de obra primorosa, lo harás conforme a la obra del efod, de oro, azul, púrpura carmesí y lino torcido. Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y un palmo de ancho. Lo llenaras de pedrería en cuatro hileras de piedras: la  primera hilera llevara una piedra sardica, un  topacio y un carbunclo; la segunda hilera una esmeralda, un zafiro y un diamante; la tercera hilera un jacinto, una ágata  y una amatista; la cuarta hilera un berilo, un ónice y un jaspe. Todas estarán montadas en engastes de oro. Las piedras serán doce como los nombres de los hijos de Israel; grabadas como los sellos cada una con su nombre conforme a las doce tribus. Harás para el pectoral cordones torcidos como trenzas de oro fino y también dos argollas de oro las cuales pondrás a los dos extremos del pectoral. Fijaras los dos cordones de oro en las dos argollas a los dos extremos del pectoral, pondrás los dos extremos de los dos  cordones sobre los dos engastes y los fijaras a los hombreras del efod en su parte delantera. Harás otras dos argollas de oro, las cuales  pondrás a los extremos del pectoral en su borde interior el cual esta al lado del efod. Harás asimismo las dos argollas de oro las cuales fijaras en la parte delantera de las dos hombreras del efod, hacia abajo, delante de su unión, por encima del cinto del efod. Entonces se sujetara el pectoral por sus argollas a las dos argollas del efod con un cordón azul, para que este sobre el cinto del efod y no se separe el pectoral del efod. Así llevara Aarón los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazón cuando entre en el santuario como memorial perpetuo delante de Jehová. pondrás en le pectoral del juicio el urim y el tumim, para que estén  sobre el corazón de Aarón cuando entre delante de Jehová y llevara siempre Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón en la presencia de  Jehová. harás el manto del efod todo de azul. En su centro por arriba habrá una abertura alrededor de la cual tendrá un borde de obra tejida como el cuello de un coselete para que no se rompa. En sus orlas harás granadas de azul, púrpura y carmesí y entre ellas también alrededor del borde campanillas de oro. Una campanilla de oro y una granada, otra campanilla de oro y otra granada,  en toda la orla alrededor del manto. Aarón lo llevara puesto cuando ministre; su sonido se oirá cuando el entre en el santuario delante de Jehová y cuando salga para que no muera. Harás además una lamina de oro fino y  grabaras en ella  como se graba en los sellos: santidad a Jehová. la sujetaras con un cordón azul y estará sobre la mitra, por la parte delantera de la mitra estará. Así estará sobre la frente de Aarón y llevara Aarón las faltas cometidas por los hijos de Israel en todas las cosas santas en todas las santas ofrendas que hayan consagrado. Sobre su frente estará siempre para que obtengan gracia delante Jehová. bordaras una túnica de lino y harás una mitra de lino; harás también un cinto de obra de recamador. A los hijos de Aarón les harás túnicas, también le harás cintos y les harás tiaras que les den honra y hermosura. Con ellos vestirás a Aarón tu hermano y a sus hijos; los ungirás y los consagraras y santificaras para que sean mis sacerdotes. Les harás calzoncillos de lino para cubrir su desnudez desde la cintura hasta los muslos. Aarón y sus hijos los llevaran puestos cuando entren en el tabernáculo de reunión o cuando se acerquen al altar para servir en el santuario, para que no cometan pecado y mueran. Este es el estatuto perpetuo para el, y para su descendencia después de el.

29 Esto es lo que harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: toma un becerro de la vacada  y dos carneros sin defecto; panes sin levadura, tortas sin levadura amasadas con aceite y hojaldres sin levadura untadas con aceite, las harás de flor de harina de trigo. Las pondrás en un canastillo y en el canastillo las ofrecerás con el  becerro y los dos carneros. Llevaras a Aarón  y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión donde los lavaras con agua. Tomaras las vestiduras y vestirás a Aarón con la túnica el manto del efod, el efod y el pectoral y lo ceñirás con el cinto del efod; pondrás la mitra sobre su cabeza y sobre la mitra pondrás la diadema santa. Luego tomaras el aceite de la unción lo derramaras sobre su  cabeza y lo ungirás. También harás que se acerquen sus hijos y los vestirás con las túnicas. Les ceñirás el cinto a Aarón y a sus hijos y les ataras las tiaras. Así consagraras a Aarón y a sus hijos y tendrán el sacerdocio por derecho perpetuo. Después llevaras el becerro delante del tabernáculo de reunión y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro. Luego mataras el becerro delante de Jehová a la puerta del tabernáculo de reunión. Tomaras de la sangre del becerro la pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo y derramaras todo el resto de la sangre al pie del altar. Tomaras también toda la grasa que cubre los intestinos, la grasa que esta sobre el hígado los dos riñones y la grasa que esta sobre ellos y lo quemaras sobre el altar. Pero la carne del becerro su piel y su estiércol, los quemaras al fuego fuera del campamento pues es ofrenda por el pecado. Asimismo tomaras uno de los carneros y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero. Mataras el carnero y rociaras su sangre en el altar, por todos sus lados. Cortaras el carnero en pedazos lavaras sus intestinos y sus piernas y las pondrás sobre sus trozos y sobre su cabeza. Después quemaras todo el carnero sobre el altar. Es un holocausto de olor grato para Jehová; es ofrenda quemada a Jehová. tomaras luego el otro carnero y Aarón y sus hijos pondrán sus manos  sobre la cabeza  del carnero. Mataras el carnero tomaras de su sangre y la pondrás sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, sobre el lóbulo de la oreja de sus hijos, sobre el dedo pulgar de sus manos derechas y el sobre el dedo pulgar de sus pies derechos y rociaras la sangre en el altar, por todos sus lados. Con la sangre que estará  sobre el altar y el aceite de la unción, rociaras a Aarón sus vestiduras sus hijos y las vestiduras de estos. Así quedara santificado el y sus vestiduras y con el y sus hijos y las vestiduras de sus hijos. Luego tomaras del carnero la grasa, la cola, la grasa que cubre los intestinos la grasa del hígado, los riñones con la grasa que esta sobre ellos y la pierna derecha porque es carnero de consagración. También una torta grande de pan, una torta de pan de aceite y una hojaldre del canastillo de los panes sin levadura presentado a Jehová. lo pondrás todo en las manos de Aarón y en las manos de sus hijos y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Jehová. después lo tomaras de sus manos y lo harás arder en el altar, junto con el holocausto, como olor grato delante de Jehová. es ofrenda quemada a Jehová. tomaras el pecho del carnero de las consagraciones que es de Aarón y lo mecerás como ofrenda mecida  delante de Jehová. esta será tu porción. Apartaras el peso de la ofrenda mecida y la pierna de la ofrenda reservada, lo que fue mecido y lo que fue reservado del carnero de las consagraciones de Aarón y de sus hijos, pues será para Aarón y para sus hijos según su estatuto perpetuo dado a los hijos de Israel, porque es ofrenda reservada para los hijos de Israel de sus sacrificios de paz, una porción de ellos reservada como ofrenda a Jehová. las vestiduras santas de Aarón serán después de el para sus hijos, para que sean ungidos con ellas y consagrados con ellas. Durante siete días las vestirá aquel de sus hijos que tome su lugar como sacerdote, cuando venga al tabernáculo de reunión  para servir en el santuario. Tomaras el cordero de las consagraciones y cocerás su carne en un lugar santo. Aarón y sus hijos comerán la carne del carnero y el pan que estará en el canastillo, a la puerta del tabernáculo de reunión. Comerán aquellas cosas con las cuales se hizo expiación para ordenarlos y consagrarlos; pero el extraño no las comerá, porque son santas. Si sobra hasta la mañana algo de la carne de las consagraciones y del pan, quemara al fuego lo que haya sobrado; no se comerá porque es cosa santa. Así pues, harás a Aarón y a sus hijos conforme a todo lo que yo te he mandado; por siete días los consagraras. Cada día ofrecerás el becerro del sacrificio de expiación por el pecado, purificaras el altar cuando hagas expiación por el, y lo ungirás para santificarlo. Durante siete días harás expiación por el altar y lo santificaras; será un altar santísimo: cualquier cosa que toque el altar quedara santificada. Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, perpetuamente. Ofrecerás uno de los corderos por la mañana y el otro cordero lo ofrecerás a la caída de la tarde. Además con cada cordero ofrecerás la décima parte de un efa de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite de olivas machacadas y como libación la cuarta parte de un hin de vino. A la caída de la tarde ofrecerás el otro cordero; harás conforme a la ofrenda de la mañana y conforme a su libación como olor grato  de ofrenda quemada a Jehová. esto será el holocausto perpetuo que todas vuestras generaciones ofrecerán a la  puerta del tabernáculo de reunión delante de  Jehová, en el cual me reuniré con vosotros para hablaros allí. Allí me reuniré con los hijos de Israel y el lugar será santificado con mi gloria. Santificare el tabernáculo de reunión  y el altar. También santificare a Aarón  y a sus hijos para que sean mis sacerdotes. Yo habitare entre los hijos de Israel y seré su Dios. así conocerán que yo soy Jehová su Dios, que los saque de la tierra de Egipto para habitar en medio de ellos. Yo Jehová su Dios.

30 Hablaras asimismo un altar para quemar el incienso; de madera de acacia lo harás. Su longitud será de  un codo y su anchura de un codo; será cuadrado y su altura de dos codos; sus cuernos serán parte del mismo. Lo recubrirás de oro puro su cubierta sus costados  y sus cuernos. Le  harás una cornisa de oro alrededor. Le harás  también dos argollas de oro debajo de la cornisa a sus dos esquinas y a ambos lados para meter las varas con que será llevado. Harás las varas de madera de acacia y la recubrirás de oro. Después lo pondrás delante del velo que esta junto al arca del testimonio delante del propiciatorio que esta sobre el testimonio, donde me encontré contigo. Cada mañana al preparar las lámparas Aarón quemara incienso aromático sobre el. cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemara también el incienso,  y será rito perpetuo delante de Jehová para vuestras generaciones. No ofreceréis sobre el incienso extraño ni holocausto ni ofrenda ni tampoco derramareis sobre el libación. Aarón hará expiación una vez al año sobre los cuernos del altar con la sangre del sacrificio como expiación por el pecado; una vez al año hará expiación sobre el en vuestras sucesivas generaciones. Muy santo será a Jehová. hablo también Jehová a moisés y le dijo: cuando hagas un censo de los hijos de Israel conforme a su numero cada uno dará a Jehová el rescate de su persona al ser empadronado, para que no haya entre ellos mortandad  a causa del censo. Esto dará todo aquel que  sea censado: medio siclo, conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda reservada a Jehová. todo el que sea censado de veinte años para arriba, dará la ofrenda a Jehová. ni el rico dará mas ni el pobre dará menos del medio siclo, cuando den la ofrenda a Jehová para hacer la expiación por vuestras personas. Tomaras de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión; y será como un memorial para los hijos de Israel delante de Jehová, para hacer expiación por vuestras personas. Continuo hablando Jehová a moisés y le dijo: harás también una fuente de bronce con su base de bronce, para lavarse. La colocaras entre el tabernáculo de reunión  y el altar y pondrás en ella agua. En ella se lavaran Aarón y sus hijos las manos y los pies. Cuando entre en el tabernáculo de reunión, se lavaran con agua, para que no mueran y cuando se acerquen al altar para ministrar y presentar la ofrenda quemada para Jehová, se lavaran las manos y los pies, para que no se mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo el y su descendencia a través de las generaciones. Continuo hablando Jehová a moisés y le dijo: tomaras especias finas: de mirra excelente, quinientos siclos y de canela aromática, la mitad esto es, doscientos cincuenta; de calamo aromático, doscientos cincuenta; de  casia, quinientos según el siclo del santuario  y de aceites de olivas un hin. Preparas con ello el aceite de la santa unción, un ungüento  superior preparado según el arte del perfumista. Este será  el aceite de la unción santa. Con el ungirás el tabernáculo de reunión,  el arca del testimonio, la mesa con todos los utensilios el altar del incienso, el altar del holocausto con todos sus utensilios  y la fuente con su  base. Así lo consagraras y serán cosas  santísimas; todo aquello que los toque será santificado. Ungirás también  a Aarón y a sus hijos y los consagraras para que sean mis sacerdotes. Hablaras a los hijos de Israel y les dirás: este será el aceite de la santa unción para vuestras generaciones. Sobre carne de hombre no  será derramado, ni haréis otro semejante conforme a su  composición; santo es, y por santo lo tendréis vosotros. Cualquiera que componga un ungüento  o ponga de el sobre algún extraño será eliminado de su pueblo. Dijo además Jehová a moisés:  toma especias aromáticas, estacte y uña aromática, galbano aromático e incienso puro; todo en cantidades iguales y harás con ello, según el arte  del perfumador, un incienso perfumado bien mezclado puro y santo. Molerás parte de el en polvo muy fino y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión donde yo me mostrare a ti. Os será cosa santísima. Como este incienso que harás, no  os haréis otro según su composición; te será cosa sagrada para Jehová. cualquiera que haga otro como este para olerlo será eliminado de su pueblo.

31 Hablo Jehová a moisés y le dijo: mira yo he llamado por su nombre a bezabeel hijo de uri de hur de la tribu de juda y lo he llenado del espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños para trabajar en oro, en plata y en bronce, para labrar piedras y engastarlas, tallar madera y trabajar en toda clase de labor. He puesto  junto a el a aholiab hijo de ahisamac de la tribu de dan, y he puesto sabiduría en el animo de todo sabio de corazón para que hagan todo lo que te he mandado: el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio, el propiciatorio que esta sobre ella y todos los utensilios del tabernáculo; la mesa y los utensilios, el candelabro de oro puro con todos sus utensilios, el altar del incienso, el altar del holocausto y todos sus utensilios, la fuente y su base, los vestidos del servicio, las vestiduras santas para Aarón, el sacerdote, las vestiduras de sus hijos para que ejerzan el sacerdocio, el aceite de la unción y el incienso aromático para el santuario. Ellos harán conforme a todo lo que te he mandado. Continuo hablando Jehová a moisés y le dijo:  tu hablaras a los hijos de Israel  y les dirás: en verdad vosotros guardareis mis sábados porque es una señal entre mi  y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardareis el sábado porque santo es para vosotros, el que lo profane de cierto morirá. Cualquier persona que haga alguna obra  en el será eliminada de su pueblo. Seis días se trabajara pero el día séptimo es día de descanso consagrado a Jehová. cualquiera que trabaje en sábado ciertamente morirá. Guardaran pues el sábado los hijos de Israel celebrándolo a lo largo de sus generaciones como un pacto perpetuo. Para siempre será una señal entre mi y los hijos de Israel, porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra y en el séptimo día ceso y descanso. Y dio a moisés cuando acabo de hablar con el en el monte sinai dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios.

32   Al ver el pueblo que moisés tardaba en descender del monte se  acercaron Aarón y le dijeron: - levántate haznos  dioses que vayan delante de nosotros porque a moisés ese hombre que nos saco de la tierra de Egipto, no sabemos que le haya acontecido. Aarón les dijo: - quitad los zarcillos de oro que estánn en las orejas de vuestras mujeres de vuestros hijos y de vuestras hijas y traédmelos. Entonces todo el pueblo se quito los zarcillos de oro que tenían en sus orejas y los trajeron a Aarón. El los recibió de sus manos, le dio forma con un buril e hizo un berro de fundición. Entonces ellos dijeron: - ¡ Israel estos son tus dioses que te sacaron  de la tierra de Egipto!.  Cuando Aarón vio esto, edifico un altar delante del becerro y proclamo: - ¡ mañana será un día de fiesta dedicado a Jehová!. al día siguiente madrugaron ofrecieron holocaustos y presentaron ofrendas de paz. Luego se sentó el pueblo a comer y a beber y se levanto a regocijarse. Entonces Jehová dijo a moisés: - anda desciende porque tu pueblo el que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que yo les mande; se han hecho un becerro de fundición, lo han adorado, le han ofrecido sacrificios  y han dicho: ¡ Israel estos son tus dioses que te sacaron de la tierra de Egipto!. Continuo diciendo Jehová a moisés: - yo he visto a este pueblo, que por cierto es un pueblo muy terco. Ahora pues déjame que se encienda mi ira contra ellos y los consuma; pero de ti yo haré una nación grande. Entonces moisés oro en presencia de Jehová su Dios y dijo: - ¿por qué Jehová se encenderá tu furor contra tu pueblo, el que tu sacaste de la tierra Egipto con gran poder y con mano fuerte? ¿por qué han de decir los egipcios: para mal los saco, para matarlos en los montes y para exterminarlos de sobre  la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel tus siervos a los cuales has jurado por ti mismo y les has dicho: yo multiplicare vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y le a vuestra descendencia toda esta tierra de que os he hablado y ellos la poseerán como heredad para siempre. Entonces Jehová se arrepintió del mal que  dijo que habría de hacer a su pueblo. Moisés se volvió y descendió del monte, trayendo en sus manos las dos tablas del testimonio, tablas escritas por ambos lados, de uno y otro lado estaban escritas. Las tablas eran obra de Dios y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. Cuando Josué oyó el clamor del pueblo que gritaba dijo a moisés: - hay gritos de pelea en el campamento. Pero moisés respondió: -  no son voces de vencedores ni alaridos de vencidos, oigo cánticos de coros.  Aconteció que cuando moisés llego al campamento y vio el becerro y las danzas, se enfureció y arrojo  de sus manos las tablas  y las quebró al pie del monte. Luego tomo el becerro que habían hecho, lo quemo en le fuego y lo molió hasta reducirlo  a polvo que esparció sobre las aguas y lo dio a beber a los hijos de Israel y dijo moisés a Aarón: - ¿qué te ha hecho este pueblo para que hayas traído sobre el  tan gran pecado? Aarón le respondió: - no se enoje mi señor. Tu conoces al pueblo que es inclinado al mal. Ellos me dijeron: haznos dioses que vayan delante de nosotros porque moisés ese hombre que nos saco de la tierra de Egipto no sabemos que le haya acontecido. Y yo le respondí: el que tenga oro, que lo aparte. Me lo dieron lo eche en el fuego  y salió este becerro. Al ver moisés que el pueblo estaba desenfrenado pues Aarón lo había permitido, para vergüenza  en medio de sus enemigos, se puso a la puerta del campamento y dijo: - quien  este de parte de Jehová únase a mi. Y se unieron a el todos los hijos de levi. El les dijo: - así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: que cada uno se ciña su espada regrese al campamento  y vaya de puerta en puerta matando cada uno a su hermano, a su amigo y a su pariente. Los hijos de levi hicieron conforme  a lo dicho por moisés y  cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres. Entonces moisés dijo: -  hoy os habéis consagrado a Jehová pues cada uno se ha consagrado en su hijo y en su hermano, para que el os de hoy la bendición. Aconteció que al día siguiente dijo moisés al pueblo: - vosotros habéis cometido un gran pecado, pero yo subiré ahora a  donde esta Jehová; quizá le aplacare acerca de vuestro pecado. Entonces volvió moisés ante Jehová y le dijo: - puesto que este pueblo ha cometido un gran pecado al hacerse dioses de oro, te ruego que perdones ahora su pecado y si no, bórrame del libro que has escrito. – al que peque contra mi lo borrare yo de mi libro. Ve pues, ahora lleva a este pueblo a donde te he dicho. Mi ángel ira delante de ti, pero en el día del castigo los castigare por su pecado. Y Jehová hirió al pueblo a causa del becerro que hizo Aarón.

33 Jehová dijo a moisés: - anda, vete de aquí, tu  y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual jure a Abraham, Isaac y Jacob diciendo:  a tu descendencia la daré. Yo enviare delante de ti el ángel y echare fuera al cananeo, al amorreo, al heteo, al ferezeo al heveo y al jebuseo. Subirás a la tierra que fluye leche y miel pero yo no subiré contigo no sea que te destruya en el camino pues eres un pueblo muy terco. Al oír el pueblo esta mala noticia, guardo luto y ninguno se puso sus galas pues Jehová había dicho a moisés: di a los hijos de Israel: vosotros sois un pueblo muy terco. Si yo subiera un momento en medio de ti, te consumiría. Quítate pues, ahora tus atavíos para que yo sepa  lo que te he de hacer. Entonces los hijos de Israel se despojaron de sus galas desde el monte horeb. Moisés tomo el tabernáculo y lo erigió lejos fuera del campamento y lo llamo tabernáculo de reunión. Y cualquiera que buscaba a Jehová salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento. Y sucedía que cuando salía moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba y se quedaba en pie a la entrada de su tienda con la mirada puesta en moisés hasta que el entraba en el tabernáculo. Cuando moisés entraba en el tabernáculo la columna de nube descendía  y se ponía a la puerta del tabernáculo y Jehová hablaba con moisés. Cuando el pueblo veía que la columna de nube se detenía a la entrada del tabernáculo, se levantaba cada uno a la entrada de su tienda y adoraba. Jehová hablaba con moisés cara a cara como habla cualquiera con su compañero. Luego moisés volvía al campamento pero el joven Josué hijo de nun su servidor nunca se apartaba de en medio del tabernáculo. Dijo moisés a Jehová:  - mira tu me dices: saca este pueblo, pero no me has indicado a quien enviaras conmigo. Sin embargo tu dices: yo te he conocido por tu nombre y has hallado también gracia a mis ojos. Pues bien, si he hallado gracia a tus ojos te ruego que muestres ahora tu camino para que te conozca y halle gracia a tus ojos; y mira que esta gente es tu pueblo. Jehová  le dijo: -  mi presencia te acompañara y te daré descanso. Moisés respondió: -  si tu presencia no ha de acompañarnos, no nos saques de aquí. Pues ¿ en que se conocerá  aquí que he hallado gracia a tus ojos  yo y tu pueblo, sino en que tu andas con nosotros y que yo y tu pueblo hemos sido apartados de entre todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra? – también haré esto que has dicho por cuanto has hallado gracia a mis ojos y te he conocido por tu nombre – respondió Jehová a moisés. Entonces dijo moisés: - ; te ruego que me muestres tu gloria. Jehová le respondió: -  yo haré pasar toda mí bondad delante de tu rostro y pronunciare el nombre de Jehová  delante de ti, pues tengo misericordia del que quiero tener misericordia y soy clemente con quien quiero ser clemente; pero no podrás  ver mi rostro – añadió-, porque ningún hombre podrá verme y seguir viviendo. Luego dijo Jehová: - aquí hay un lugar junto a mi. Tu estarás sobre la leña y cuando pase mi gloria yo te pondré en una hendidura de la peña y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después apartare mi mano y veras mis espaldas, pero no se vera mi rostro.

34 Jehová dijo a moisés: - prepara dos tablas de piedra como las primeras y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en la tablas primeras que quebraste. Prepárate pues, para mañana, sube de mañana al monte sinai y preséntate ante mi sobre la cumbre del monte. Que no suba nadie contigo ni aparezca nadie en todo  el monte. Ni ovejas ni bueyes pasen frente al monte. Moisés preparo dos tablas de piedra como las primera se levanto de mañana y subió al monte de sinai, como le mando Jehová llevando en sus manos las dos tablas de piedra. Descendió Jehová en la nube y permaneció allí junto a el; y el proclamo el nombre de Jehová. Jehová paso por delante de el y exclamo: -¡ Jehová! ¡ Jehová! Dios fuerte misericordioso y piadoso tardo para la ira y grande en misericordia y verdad que guarda misericordia a millares que perdona la iniquidad la rebelión y el pecado pero de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos hasta la tercera  y cuarta generación. Entonces moisés apresurándose bajo la cabeza hasta el suelo y adoro, diciendo:- señor si en verdad he hallado gracia a tus ojos que vaya ahora el señor en medio de nosotros. Este es un pueblo muy terco, pero perdona nuestra maldad y nuestro pecado y acéptanos como tu heredad. Jehová le dijo: mira voy a hacer un pacto delante de todo tu pueblo. Haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra ni en nación alguna y vera todo el pueblo en medio del cual tu estas la obra de Jehová, porque será cosa tremenda la que yo haré contigo. Guarda lo que yo te mando hoy. Yo echo de delante de tu presencia al amorreo, al cananeo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo. Guárdate de hacer la alianza con los habitantes de la tierra donde has de entrar, para que no sean una trampa en medio de ti. Derribareis sus altares quebrareis sus estatuas y destruiréis sus imágenes de asera. No te inclinaras ante ningún otro dios, pues Jehová cuyo nombre es celoso es un Dios celoso. Por tanto, no harás alianza con los habitantes de aquella tierra no sea que cuando se prostituyan siguiendo a sus dioses y les ofrezcan sacrificios te inviten y comas de sus sacrificios; o que tomen de sus hijas para tus hijos y al prostituirse ellas tras sus dioses hagan que tus hijos se prostituyan también yendo tras los dioses de ellas. No te harás dioses de fundición. La fiesta de los panes sin levadura guardaras, siete días  comerás pan sin levadura según te he mandado en el tiempo señalado del mes de Aviv porque en el mes de Aviv saliste de Egipto. Todo primer nacido mío es,  y todo macho de tu ganado que sea primogénito de vaca o de oveja. Pero redimirás con un  cordero al primogénito del asno y si no lo redimes, lo desnucaras. Redimirás todo primogénito de tus hijos y nadie se presentara ante mi con las manos vacías. Seis días trabajaras pero en el séptimo día descansaras, aun en tiempo de siembra y de cosecha descansaras. También celebraras la fiesta de las semanas, la de las primicias de la cosecha de trigo y la fiesta de la cosecha a la salida del año. Tres veces en el año se presentara todo hombre tuyo delante de Jehová el señor Dios de Israel. Yo arrojare de tu presencia a las naciones y ensanchare tu territorio. Nadie codiciara tu tierra cuando subas tres veces al año a presentarte delante de Jehová tu Dios. no ofrecerás cosa leudad junto con la sangre de mi sacrificio ni se dejara hasta la mañana nada del sacrificio de la fiesta de la  pascua. Llevaras las primicias de los primeros frutos de tu tierra a la casa de Jehová tu Dios. no cocerás el cabrito en la leche de su madre. Jehová dijo a moisés: escribe tu estas  palabras porque conforme a estas palabras he hecho  un pacto contigo y con Israel. Moisés estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches, no comió pan ni bebió agua. Y escribió en tablas las palabras del pacto , los diez mandamientos. Después descendió moisés del monte sinai con las dos tablas del testimonio en sus manos. Al descender del monte la piel de su rostro resplandecía por haber estado hablando con Dios pero moisés no lo sabia. Aarón y todos los hijos de Israel miraron a moisés y al ver que la piel de su rostro resplandecía tuvieron miedo de acercarse a el. entonces moisés los llamo, Aarón y todos los príncipes de la congregación se acercaron a el, y moisés les hablo. Luego se acercaron todos los hijos de Israel a los cuales mando  todo lo que Jehová le había  dicho en el monte sinai. Cuando acabo moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro. Cuando moisés iba delante ante Jehová para  hablar con el se quitaba el velo hasta que salía. Al salir comunicaba a los hijos de Israel lo que le era  mandado. Al mirar los hijos  de Israel el rostro de moisés, veían que la piel de su rostro resplandecía y entonces moisés volvía a ponerse el velo sobre el rostro hasta que entraron a hablar con Dios.

35  Moisés convoco a toda la congregación de los hijos de Israel y les dijo: Estas son las cosas que Jehová ha mandado que se hagan: seis días se trabajara pero el día séptimo os será santo, día de descanso para Jehová; cualquiera que haga en él algún trabajo, morirá. No encenderéis fuego en ninguna de vuestras casas en sábado. Así hablo moisés a toda la congregación de los hijos de Israel: esto es lo que Jehová  ha mandado: tomad de entre vosotros una ofrenda para Jehová; todo generoso de corazón la traerá a Jehová: oro, plata, azul, púrpura, carmesí, lino fino,  pelo de cabras, pieles de carneros teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia, aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático, piedras de ónice y piedras  de engaste para el efod y para el pectoral.  Todo sabio de corazón de entre vosotros vendrá a Jehová y hará todas las cosas que Jehová ha mandado: el tabernáculo, su tienda, su  cubierta, sus corchetes, sus tablas, sus barras, sus columnas y sus basas; el arca  y sus varas, el propiciatorio, el velo de la tienda; la mesa con sus varas y todos sus utensilios y el pan de la proposición; el candelabro del alumbrado y sus utensilios, sus lámparas y el aceite  para el alumbrado; el altar del incienso  y sus varas, el aceite de la unción, el incienso aromático, la cortina de la puerta  para la entrada del tabernáculo; el altar del holocausto su  enrejado de bronce y sus varas, y todos sus utensilios y la fuente con su base; las cortinas del atrio sus columnas y sus basas, la cortina de la puerta del atrio; las estacas del tabernáculo y las estacas del atrio   y sus cuerdas; las  vestiduras del servicio para ministrar en el santuario, las sagradas vestiduras de Aarón, el sacerdote y las vestiduras de sus hijos para servir en el sacerdocio. Entonces salió toda la congregación de los hijos de Israel de delante de moisés. Todo aquel quien su corazón impulso y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, trajo una ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión, para toda su obra y para las sagradas vestiduras. Vinieron tanto hombres como mujeres, todos de corazón generoso y trajeron cadenas, zarcillos, anillos, brazaletes y toda clase de joyas de oro; todos presentaban una ofrenda de oro a Jehová. todo hombre que tenia azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, pieles de carneros teñidos de rojo o pieles de tejones, lo traía. Todo el que ofrecía una ofrenda de plata o de bronce traía a Jehová la ofrenda;  y todo el que tenia madera de acacia, la traía para toda la obra del servicio. Además mas, todas las mujeres sabias de corazón hilaban con sus manos y traían lo que habían hilado: azul, púrpura, carmesí, o lino fino. Y todas las mujeres cuyo corazón las impulso, hilaron hábilmente pelo de cabra. Los príncipes trajeron piedras de ónice y las piedras de los engastes para el efod  y el pectoral. Las especies aromáticas y el aceite para el alumbrado, para la unción y para el incienso aromático. De los hijos de Israel tanto hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón generoso para traer algo que Jehová había mandado  por medio de moisés que hicieran trajeron ofrenda voluntaria a Jehová. entonces moisés dijo a los hijos de Israel: Mirad Jehová ha nombrado a bezaleel hijo de uri hijo de hur de la tribu de juda y  lo ha llenado del espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para proyectar diseños para trabajar en oro, en plata,  y en bronce, en la talla de piedras de engaste  y en obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa. Ha puesto en su corazón el don de enseñar tanto a el como a aholiab hijo de ahisamac de la tribu de dan y los ha llenado de habilidades para que hagan toda obra de arte y de invención, de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino  y en telar, para que hagan toda labor e inventen todo diseño.

36  Así, pues, bezaleel y a aholiab y todo hombre de talento a quien Jehová haya dado sabiduría e inteligencia para saber hacer toda obra del servicio del santuario harán todas las cosas que ha mandado Jehová. moisés llamo a bezaleel a aholiab y a todo hombre de talento en cuyo corazón había puesto Jehová sabiduría, todo hombre a quien su corazón le movió a venir a la obra para trabajar en ella. Ellos recibieron de moisés todas las ofrendas que los  hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, a fin de hacerla. Y ellos seguían trayéndole ofrendas voluntarias cada mañana. Tanto, que todos los maestros que hacían la obra del santuario, dejaron el trabajo que cada uno hacia, y fueron a decirle a moisés: el pueblo trae mucho mas de lo que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que se haga. Entonces moisés mando pregonar por el campamento: ningún  hombre ni mujer haga mas labores para la ofrenda del santuario. Así  se le impidió al pueblo ofrecer mas pues tenían material abundante para hacer toda la obra y aun sobraba. Los mas hábiles de entre todos los que realizaban la obra hicieron el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; las hicieron con querubines de obra primorosa. La longitud de una cortina era de veintiocho codos, y la anchura de cuatro codos. Todas las cortinas tenían la misma medida. Unieron entre si cinco cortinas y lo mismo hicieron con las otras cinco cortinas. Luego pusieron lanzadas azules en la orilla de la cortina que estaba al extremo de la primera serie, y lo mismo hicieron en la orilla de la cortina final de la segunda serie. Cincuenta lanzadas pusieron en la primera cortina y otras cincuenta en la orilla de la cortina de la segunda serie; las lanzadas de cada una se correspondían con las de la otra. Hicieron también cincuenta corchetes de oro, con los cuales enlazaron las cortinas una con otra y así el tabernáculo formo un todo. Hizo cortinas de pelo de cabra para una tienda que cubriera el tabernáculo; once cortinas hizo. La longitud de cada cortina era de treinta codos y la anchura de cuatro codos; las once cortinas tenían una misma medida. Y unió cinco de  las cortinas aparte y las otras seis cortinas  aparte. Hizo además cincuenta lazadas en la orilla de la cortina que estaba al extremo de la primera serie y otras cincuenta lazadas en la orilla de la cortina final de la segunda serie. También hizo cincuenta corchetes de bronce para enlazar la tienda de modo que formara un todo. Para la tienda hizo una cubierta de pieles de carnero teñidas de rojo  y otra cubierta de pieles de tejones encima. Además hizo de  madera de acacia las tablas para el tabernáculo,  y las puso derechas. La longitud de cada tabla era de diez codos  y de codo y medio la anchura. Cada tabla tenia dos espigas, para unirlas una con otra; así hizo todas las tablas del tabernáculo. Hizo pues, las tablas para el tabernáculo: veinte tablas para el lado sur. Hizo también cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas: dos basas debajo de una tabla para sus dos espigas y dos basas debajo de otra tabla para sus dos espigas. Y para el otro lado del tabernáculo, al lado norte hizo otras veinte tablas, con sus cuarenta basas de plata: dos basas debajo de una tabla y dos  basas debajo de otra tabla. Y para el lado  occidental del tabernáculo hizo seis tablas. Para las esquinas del tabernáculo en los dos lados hizo dos tablas, las cuales se unían desde abajo y por arriba se ajustaban con un gozne; así hizo a la una y a la otra en las dos esquinas. Eran pues ocho tablas y sus basas de plata  dieciséis: dos basas debajo de cada tabla. Hizo también las barras de madera de acacia: cinco para las tablas de un lado del tabernáculo, cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo y cinco barras para las tablas del  lado posterior del tabernáculo, hacia occidente. E hizo que la barra pasara por en medio de las tablas de un extremo al otro. Recubrió  de oro las tablas y les hizo argollas de oro para pasar por ellas las barras; también recubrió de oro las barras. Hizo asimismo el velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; lo hizo con querubines de obra primorosa. Para colgarlo hizo cuatro columnas de madera de acacia y las recubrió de oro. Sus capiteles eran también de oro; y fundió para ellas cuatro basas de plata. Hizo también el velo para la puerta del tabernáculo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido obra de recamador, con sus cinco columnas y sus capiteles. Recubrió de oro los capiteles y las molduras e hizo de bronce sus cinco basas.

37  Hizo también bezaleel el arca de madera de acacia, su longitud era de dos codos y medio, su anchura de codo y medio y su altura de codo y medio. La recubrió de oro puro por dentro y por fuera y le hizo una cornisa de oro alrededor. Además fundió cuatro argollas de oro para sus cuatro esquinas; en un lado dos argollas  y en el otro lado dos argollas. Hizo también varas de  madera de acacia y las recubrió de oro. Y metió las varas por  las argollas a los lados del arca, para transportar el arca. Hizo asimismo el propiciatorio de oro puro de dos codos y medio de largo y codo y medio de ancho. Hizo también los dos querubines de oro labrados a martillo en los dos extremos del propiciatorio. Un querubín a un extremo y otro querubín al otro extremo, de una pieza en el propiciatorio hizo los querubines en sus dos extremos los querubines tenían alas extendidas por encima y con  ellas cubrían el propiciatorio; colocados uno frente al otro, sus rostros miraban hacia el propiciatorio. Hizo también la mesa de madera de acacia de dos codos de largo, un codo de ancho y codo y medio de altura, la recubrió de oro puro y le hizo una cornisa de oro alrededor. Hizo también en torno a ella una moldura de un palmo menor de ancho e hizo una cornisa de oro alrededor de la moldura. Le hizo así mismo cuatro argollas de oro de fundición y las puso en las cuatro esquinas que correspondían a las cuatro patas de ella. Debajo  de la moldura estaban las argollas por las cuales se metían las varas para llevar la mesa. Hizo las varas de madera de acacia para llevar la mesa y las recubrió de oro. También hizo de oro fino los utensilios que habían de estar sobre la mesa: platos, cucharas, cubiertos,  y los tazones con que se había de libar. Hizo asimismo el candelabro de oro puro, labrado a martillo, su pie, su caña ,sus copas, sus manzanas y sus flores eran de lo mismo. De sus lados salían seis brazos: tres brazos de un lado del candelabro y otros tres brazos del otro lado del candelabro. En un brazo había tres copas en forma de flor de almendro, una manzana y una flor, y en el otro brazo había tres copas en forma de flor de almendro, una manzana y una flor; así en los seis brazos que salían  del candelabro. También en la  caña del candelabro había cuatro copas en forma de flor de almendro, con sus manzanas y sus flores: una manzana debajo de dos brazos del candelabro, otra manzana debajo de los siguientes dos brazos del candelabro, otra manzana debajo de los siguientes dos brazos, conforme a los seis brazos que salían de el. las manzanas y los brazos formaban con el candelabro una sola pieza de oro puro labrada a martillo. Hizo asimismo de oro puro sus siete lámparas, sus despabiladeras y sus platillos. De un talento de oro puro hizo con todos sus utensilios. Hizo también de madera de acacia el altar del incienso, de un codo de largo  y un codo de ancho, cuadrado y de dos codos de altura. Sus cuernos formaban una sola pieza con el. recubrió de oro puro su cubierta, sus lados  y sus cuernos y le  hizo una cornisa de oro alrededor. Le hizo también dos argollas de oro debajo de  la cornisa en las dos esquinas a los dos lados, para meter por ellas las varas con que había de ser conducido. Hizo las varas de madera de acacia y las recubrió de oro. Hizo asimismo el aceite santo de la unción  y el incienso puro aromático según el arte del perfumador.

38 Igualmente hizo de madera de acacia el altar del holocausto, de cinco codos de largo, cinco codos de ancho, cuadrado, y tres codos de altura. En sus cuatro extremos hizo unos cuernos, los cuales formaban una sola pieza con el, y lo recubrió de bronce. Hizo asimismo todos los utensilios del altar: calderos, tenazas, tazones, garfios y palas; todos sus utensilios los hizo de bronce. Hizo para el altar un enrejado de bronce de obra de rejilla, que puso por debajo de su cerco hasta la mitad del altar. También fundió cuatro argollas a los cuatro extremos del enrejado de bronce para meter las varas. Hizo las varas de madera de acacia y las recubrió de bronce. Y metió las varas por las argollas a los lados del altar para transportarlo con ellas. El altar era hueco y estaba hecho de tablas. También hizo la fuente de bronce y su base de bronce, con los espejos de las mujeres que servían a la puerta del tabernáculo de reunión. Hizo asimismo el atrio. Por el lado sur, al  mediodía, el atrio de cortinas de lino torcido tenia cien codos. Sus columnas eran veinte y veinte sus basas de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras eran de plata. Por el lado norte había también cortinas de cien codos; sus columnas eran veinte y veinte sus basas de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras eran de plata. Por el lado occidental había cortinas de cincuenta codos; sus columnas eran diez y diez sus basas; los capiteles de las columnas y sus molduras eran de plata. Por el lado oriental había cortinas de cincuenta codos; a un lado había cortinas de quince codos con sus tres columnas  y sus tres basas; por el otro lado, a uno y otro lado de la puerta del atrio, había cortinas de quince codos, con sus columnas y sus tres basas. Todas las cortinas  alrededor del atrio eran de limo torcido. Las basas de las columnas eran de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras eran de plata; también las cubiertas de sus cabezas eran de plata  y todas la columnas del atrio tenían molduras de plata. La cortina de entrada del atrio era obra de recamador, de azul, púrpura, carmesí y lino torcido. Tenia veinte codos de largo y su ancho  o sea su altura era de cinco codos, lo mismo que las cortinas del atrio. Sus columnas eran cuatro con sus cuatro basas de bronce y sus capiteles de plata; las cubiertas de sus capiteles  y sus molduras eran de plata. Todas las estacas del tabernáculo y del atrio que lo rodeaba eran de bronce. Estas son las cuentas del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio, las que se hicieron por orden de moisés y ejecutaron los levitas bajo la dirección de itamar hijo del sacerdote Aarón. Bezaleel hijo de uri hijo de hur de la tribu de juda, hizo todas las cosas que Jehová mando a moisés y con el estaba aholiab hijo de ahisamac de la tribu de dan, artífice diseñador y recamador en azul, púrpura, carmesí y lino fino. Todo el  oro empleado en la obra, en toda la obra del santuario o sea, el oro de la ofrenda fue de veintinueve talentos y setecientos treinta siclos, según el siclo del santuario. La plata de los empadronados de la congregación fue de cien talentos y mi setecientos setenta y cinco siclos, según el siclo del  santuario; medio siclo por cabeza según el siclo del santuario, para todos los que pasaron por el censo, de veinte años de edad para arriba, que sumaron seiscientos tres mil quinientos cincuenta. Hubo además cien talentos de plata para fundir las basas del santuario y las basas del velo; en cien basas, cien talentos, a talento  por basa. Con los mil setecientos setenta y cinco ciclos hizo los capiteles de las columnas, recubrió sus capiteles y las unió. El bronce ofrendado fue de setenta talentos y dos mil cuatrocientos ciclos y con el fueron hechas las basas de la puerta del tabernáculo de reunión y el altar de bronce, su  enrejado de bronce, y todos los utensilios del altar, las basas del atrio y las basas de la puerta del atrio, todas las estacas del tabernáculo y todas las estacas del atrio que lo rodeaba.

39 De azul, púrpura y carmesí hicieron las vestiduras del ministerio para el servicio en el santuario y  asimismo hicieron las vestiduras sagradas para Aarón como Jehová lo había mandado a moisés. El efod también lo hizo de oro, de azul, púrpura, carmesí y lino torcido. Forjaron laminas de oro y las cortaron en hilos para tejerlos entre azul, la púrpura, el carmesí y el lino, con labor primorosa. Le hicieron las hombreras que se unían en sus dos extremos. El cinto que se sujetaba el efod formaba una sola pieza con el y era de  lo mismo, de igual labor: era de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido como Jehová había mandado a moisés. Labraron las piedras de ónice montadas en engastes de oro, con grabaduras de sello, con los nombres de los hijos de Israel; las puso sobre las hombreras del efod, como piedras memoriales para los hijos de Israel según Jehová lo había mandado a moisés. Hizo también el pectoral de obra primorosa, como la obra de efod, de oro,  azul, púrpura, carmesí y lino torcido. Era cuadrado y doble.  Su largo era de un palmo y de un palmo su ancho cuando se doblaba. Engastaron en el cuatro hileras de piedras. En la primera hilera  un sardio, un topacio  y un carbunclo; esta era la primera hilera. En la segunda hilera una esmeralda, un zafiro y un diamante. En la tercera hilera, un jacinto, un ágata y una  amatista. En la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe. Todos ellos estaban montadas y encajadas en engastes de oro. Las piedras eran doce, conforme a los hombres de los hijos de Israel según los nombres de ellos, cada uno con su nombre, según las doce tribus. Hicieron también sobre el pectoral los cordones en forma de trenza de oro puro. Hicieron asimismo dos engastes y dos argollas de oro y pusieron dos  argollas de oro en los dos extremos del pectoral y fijaron los dos cordones de oro en aquellas dos argollas a los extremos del pectoral. Fijaron también los otros dos extremos de los dos cordones de oro en los dos  engastes que pusieron sobre las hombreras del efod por delante. E hicieron otras dos argollas de oro que pusieron en los dos extremos del pectoral en su borde, frente a la parte baja del efod. Hicieron además dos argollas de oro que pusieron en la parte delante de las dos hombreras del efod, hacia abajo cerca de la costura sobre el cinto del efod.  Y  ataron el pectoral por sus argollas a las argollas del efod con un cordón azul, para que estuviera sobre el cinto del mismo efod y no se separara el pectoral del efod, tal como Jehová  lo había mandado a moisés. Hizo también el manto del efod todo tejido de azul con una abertura en el centro como el cuello de un coselete con un borde alrededor de la abertura para que no se rompiera. E hicieron en las orillas del manto granadas de azul, púrpura, carmesí  y lino torcido. Hicieron también campanillas de oro puro, y pusieron campanillas entre las granadas en todas las orillas del manto, alternando entre las granadas; una campanilla y una granada, otra campanilla y otra granada en las orillas  del  manto que se usaba para ministrar como Jehová lo había mandado a moisés. Igualmente hicieron las túnicas tejidas de lino fino, para Aarón y sus hijos; la mitra de lino fino, los adornos de las tiaras de lino fino y los calzoncillos de lino, de lino torcido; también el cinto de lino torcido, de azul de púrpura y de carmesí, de obra  de recamador como Jehová lo había mandado a moisés. Hicieron asimismo la lamina de la diadema santa de oro puro y escribieron en ella como grabado de sello: Santidad a Jehová. y pusieron en ella un cordón de azul, para colocarla sobre la mitra, por arriba, como Jehová lo había mandado a moisés. Así fue acabada toda lac obra del tabernáculo, del tabernáculo de reunión, e hicieron los hijos de Israel como Jehová había mandado a moisés, así lo hicieron. Y trajeron el tabernáculo a moisés, el tabernáculo y todos sus utensilios, sus corchetes, sus tablas, sus jarras, sus columnas, sus basas; la cubierta de pieles de carnero teñidas de rojo, la cubierta de pieles finas, el velo del frente, el arca del testimonio y sus varas, el pan de la proposición; el candelabro de oro puro, sus lámparas, las lámparas que debían mantenerse en orden y todos sus utensilios, el aceite para el alumbrado, el altar de oro, el aceite de la unción, el incienso aromático, la cortina para la entrada del tabernáculo, el altar de bronce con su enrejado de bronce, sus varas y todos sus utensilios, la fuente y su base, las cortinas del atrio, sus columnas y sus basas, la cortina para la entrada del atrio, sus cuerdas y sus estacas y todos los utensilios del servicio del tabernáculo, del tabernáculo de reunión; las vestiduras del servicio para ministrar en el santuario, las sagradas vestiduras para Aarón, el sacerdote y las vestiduras de sus hijos para ministrar en el sacerdocio. Conforme a todas las cosas que Jehová  había mandado a  moisés así hicieron los hijos de Israel toda la obra. Cuando moisés vio toda la obra y que la habían hecho como Jehová había mandado, los bendijo.

40  Luego Jehová hablo a moisés y le dijo: en el primer día del mes primero harás levantar el tabernáculo, el tabernáculo de reunión, pondrás en él el arca del testimonio y la cubrirás con el velo. Meterás la mesa y la pondrás en orden; meterás también el candelabro y encenderás sus lámparas pondrás el altar de oro para el incienso delante del arca del testimonio y colgaras la cortina a la entrada delante del tabernáculo. Después pondrás el altar del holocausto ante la entrada del tabernáculo del tabernáculo de reunión. Luego pondrás la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar y la llenaras de agua. Finalmente alrededor levantaras el atrio y colgaras la cortina a la entrada del atrio. Después tomaras el aceite de la unción, ungirás el tabernáculo y todo lo que esta en el. lo santificaras con todos sus utensilios y será santo. Ungirás también el altar del holocausto y todos sus utensilios, santificaras el altar  y será un altar santísimo. Asimismo ungirás la fuente y su base, y la santificaras. Luego llevaras a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión y los lavaras con agua. Harás vestir a  Aarón las vestiduras sagradas, lo ungirás y lo consagraras para que sea mi sacerdote. Después harás que se acerquen sus hijos y los vestirás con túnicas, lo ungirás como ungiste a su padre y serán mis sacerdotes. Su unción les conferirá un sacerdocio perpetuo a lo largo de sus generaciones. Moisés hizo conforme a todo lo que Jehová le mando. Así lo hizo. En el primer mes del año segundo, el día primero del mes fue erigido el tabernáculo. Moisés hizo levantar el tabernáculo, asentó sus basas, coloco sus tablas puso sus barras e hizo alzar sus columnas. Levanto la tienda sobre el tabernáculo y puso la sobrecubierta encima del mismo como Jehová había mandado a moisés. Después tomo el testimonio y lo puso dentro del arca, coloco las varas en el arca, y  encima sobre el arca el propiciatorio. Luego metió el arca en el tabernáculo, puso el velo extendido y oculto el arca del testimonio como Jehová había mandado a moisés. Puso la mesa en el tabernáculo de reunión al lado norte de la cortina, fuera del velo  y sobre ella puso por orden los panes delante de Jehová como Jehová había mandado a moisés. Puso el candelabro en el tabernáculo de reunión enfrente de la mesa al lado sur de la cortina, y encendió las lámparas delante de Jehová como Jehová había mandado a moisés. Puso también el altar de oro en el tabernáculo de reunión, delante del velo, y quemo sobre el incienso aromático como Jehová había mandado a moisés. Puso asimismo la cortina a la entrada del tabernáculo. Y coloco el altar del holocausto a la entrada del tabernáculo, del tabernáculo de reunión, y sacrifico sobre él el holocausto y la ofrenda, como Jehová había mandado a moisés. Puso la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar y la lleno de agua para lavarse. Moisés, Aarón, y sus hijos se lavaban en ella las manos y los pies. Cuando entraban en el tabernáculo de reunión y cuando se acercaban al altar, se lavaban como Jehová había mandado a moisés. Finalmente erigió el atrio  alrededor del tabernáculo y el altar y puso la cortina a la entrada del atrio. Así acabo moisés la obra. Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión y la gloria de Jehová lleno el tabernáculo. Moisés no podías entrar en el tabernáculo de reunión porque la nube estaba  sobre el, y la gloria de Jehová lo llenaba. En toda sus jornadas, cuando la nube se alzaba de encima del tabernáculo, los hijos de Israel se ponían en marcha; pero si la nube no se alzaba no se movían hasta el día en que ella se alzaba, porque la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo  y el fuego estaba de noche sobre el, a la vista de toda la casa de Israel. Así ocurría en todas sus jornadas.

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