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El segundo libro de Samuel (=2s) comienza con el lamento de David por la muerte de Saúl y Jonatan. Emocionado, rinde homenaje póstumo a Saúl y a Jonatan y pronuncia una endecha donde resuena el estribillo: ¡ como han caído los valientes!. Pasados estos acontecimientos, David se dirigió a hebron, donde fue proclamado rey sobre la casa de juda, y mas  tarde sobre Israel. Según el autor de 1 y 2 Samuel, David contaba treinta años  cuando comenzó a reinar... reino en hebron sobre juda durante siete años y seis meses y reino en Jerusalén treinta y tres años sobre todo Israel y juda. El resto de 2 Samuel esta enteramente dedicado a los hechos ocurridos durante el reinado de David y a las circunstancias que rodearon su desarrollo: la recuperación del arca del pacto, los aciertos y desaciertos del monarca, sus campañas militares y las sublevaciones que hubo de reprimir. Los capítulos finales son como apéndices, en los cuales figura una reproducción del salmo 18 y la reseña de un censo nacional ordenado por David. Los comienzos del reinado de David: el pacto de Dios con David, las campañas militares y la unificación del reino (cap. 1-8)  Hechos y circunstancias del reinado de David (cap.9-20) Apéndices: el salmo 18 y el censo nacional (cap. 21-24).

Segundo Libro de Samuel

1  Aconteció después de la muerte de Saúl, que vuelto David de derrotar a los amalecitas, estuvo dos días en siclag. Al tercer día, llego uno del campamento de Saúl, con los vestidos rotos y la cabeza cubierta de tierra. Cuando se presento ante David, se postro en tierra e una hizo reverencia. David le pregunto: - ¿de donde vienes? – me he escapado del campamento de Israel  - le respondió el. - ¿qué ha acontecido?  Te ruego que me lo digas – le pregunto David. – el pueblo huyo de la batalla; han caído muchos del pueblo y murieron. También Saúl y su hijo Jonatan murieron – respondió el. dijo David a aquel joven que le daba la noticia:  - ¿cómo sabes que han muerto Saúl  y su hijo Jonatan?  El joven que le daba la noticia respondió: -  casualmente fui al monte de gilboa, y halle a Saúl que se apoyaba sobre su lanza; tras el venían carros y gente de a caballo. Se volvió y al verme me llamo;  yo respondí: heme aquí. Me pregunto: ¿quién eres tu?. Yo le respondí: soy amalecita. Luego me dijo:  te ruego que te acerques y me mates, porque se ha  apoderado de mi la angustia; pues aun sigo vivo. Yo entonces me acerque y lo mate, porque sabia que no podía vivir después de su caída. Tomo la corona que llevaba sobre su cabeza y el brazalete que tenia en el brazo, y se los he traído aquí a mi señor. Entonces David, tirando de sus vestidos los rasgo, y lo mismo hicieron los hombres que estaban con el. lloraron, se lamentaron y ayunaron hasta la noche, porque Saúl y por su hijo Jonatan, por el pueblo de Jehová y por la casa de Israel, pues habían caído al filo de la espada. David pregunto luego aquel joven que le había traído la noticia: - ¿de donde eres tu? Soy hijo de un extranjero, amalecita – respondió el.  - ¿cómo no tuviste temor  de extender tu mano para matar al ungido de Jehová? – le dijo David. Entonces llamo David a uno de sus hombres, y les dijo: - ve y mátalo. El lo hirió y murió, mientras David decía: - tu sangre sea sobre tu cabeza, pues tu misma boca atestiguo contra ti, al decir: yo mate al ungido de Jehová. David entono este lamento por Saúl y Jonatan, su hijo, y dijo que debía enseñarse a los hijos de juda. Así esta escrito en el libro de jaser:  ¡ ha perecido la gloria de Israel sobre tus alturas! ¡ como han caído los valientes! No lo anuncies en gat, ni deis las nuevas en las plazas de ascalon; para que no  se alegren las hijas de los filisteos, para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos. Montes de gilboa, ni roció ni lluvia caiga sobre vosotros, ni seáis tierras de ofrendas; porque allí fue desechado el escudo de los valientes, el escudo de Saúl, como si no hubiera sido ungido con aceite. Sin sangre de los muertos, sin grasa de los valientes, el arco de Jonatan jamás retrocedía ni la espada de Saúl volvió vacía. Saúl y Jonatan amados y queridos; inseparables en la vida, tampoco en su muerte fueron separados; mas ligeros eran que águilas, mas fuertes que leones. Hijas de Israel, llorad por Saúl, quien os vestía de escarlata y lino fino, quien adornaba vuestras ropas con armamentos de oro. ¡ como ha caído los valientes en medio de la batalla! ¡ Jonatan muerto en tus alturas! Angustia tengo por ti Jonatan, hermano mío, cuan dulce fuiste conmigo. Mas maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres. ¡ como han caído los valientes, como han perecido las armas de guerra!.

2 Después de esto aconteció que David consulto a Jehová diciendo:  - ¿subiere alguna vez de las ciudades de juda? Jehová respondió: - sube. David volvió a preguntar: - ¿a dónde subiré? – a hebron – le respondió el. David subió allá con sus dos mujeres, ahinoam, la jezreelita y Abigail, la que fue mujer de nabal, el de carmel. También lloro David consigo a los hombres que lo acompañaban, cada uno con su familia, los cuales habitaron en las ciudades de hebron. Luego vinieron los hombres de juda y ungieron a allí a David como rey sobre la casa de juda. Cuando avisaron a David que los de jabes de galaad habían sepultado a Saúl, envió unos mensajeros a los de jabes de galaad, diciéndoles: benditos seáis vosotros de Jehová, por haber hecho esta obra de misericordia con vuestro señor, con Saúl, dándole sepultura. Ahora, pues, que Jehová os trate con misericordia y verdad. También yo os tratare bien por esto que habéis hecho. Esfuércense, pues, ahora vuestras manos y sed valientes; pues murió Saúl, vuestro señor, y los de la casa de juda me han ungido para que sea su rey. Pero abner hijo de ner, general del ejercito de Saúl, tomo is-boset hijo de Saúl, lo llevo a mahanaim y lo proclamo rey sobre galaad sobre gesuri, sobre jezreel, sobre Efraín, sobre benjamín y sobre todo Israel. De cuarenta años era is-boset hijo de Saúl cuando comenzó a reinar sobre Israel, y reino dos años. Solamente los de la casa de juda siguieron a David. El numero de días que David reino en hebron sobre la casa de juda fue de siete años y seis meses. Abner hijo de ner salió de  mahanaim, a gabaon con los siervos de is-boser hijo de Saúl. Joab, hijo de sarvia y los siervos de David salieron también y los encontraron junto al estanque de gabaon; se pararon los unos a un lado del estanque y los otros al otro lado. Dijo entonces abner a joab: - levántense ahora los jóvenes y maniobren delante de nosotros. Joab respondió: - que se levanten. Entonces se levantaron y avanzaron en numero igual, doce de benjamín por is-boset hijo de Saúl, y doce de los siervos de David. Cada uno echo mano de la cabeza de su adversario y metió la espada en el costado de su adversario, y cayeron todos a la vez; por eso aquel lugar, que esta en gabaon, fue llamado helcat-hazurim. Aquel día se libro una batalla muy reñida, y abner y los de Israel fueron vencidos por los siervos de David. Estaban allí los tres hijos de sarvia: joab, abisai, y ásale. Ásale que era ligero de pies como una gacela del campo, se lanzo detrás de abner, sin apartarse ni a derecha ni a izquierda. Abner volvió la vista y dijo: - ¿no eres tu ásael?  - si  - respondió el.  entonces abner le dijo: - apártate a la derecha o la izquierda, echa mano alguno de los hombres y toma para ti sus despojos. Pero ásale no quiso dejar de perseguirlo. Abner volvió a decir a ásale: - deja de perseguirme; ¿por qué he de herirte hasta derribarte? ¿cómo podría levantar entonces mi rostro delante de tu hermano joab? Como no quiso irse, abner lo hirió con la empuñadura de la lanza por la quinta costilla. La lanza le salió por la espalda, y cayo muerto allí mismo. Y todos los que lo veían por aquel lugar donde ásael había caído muerto, se detenían. Pero joab y abisai persiguieron a abner. Cuando el sol se puso, llegaron a la colina de amma, que esta delante de gia, junto  al camino del desierto de gabaon. Se agruparon los hijos de benjamín detrás de abner, formando un solo ejercito, e hicieron un alto  en la cumbre de la colina. Entonces abner grito a joab diciendo: - ¿nos devora la espalda perpetuamente? ¿no sabes tu que al cabo todo será amargura? ¿hasta cuando esperaras para decir al pueblo que deje de perseguir a sus hermanos?. Joab respondió: - ¡ Vive Dios! Que de no haber hablado tu, el pueblo habría dejado de perseguir a sus hermanos solo en la mañana. Entonces joab toco el cuerno: todo el pueblo se detuvo y no persiguió mas a los de Israel, ni peleo mas. Abner y los suyos caminaron por el araba toda aquélla noche, pasaron el jordán, cruzaron por todo bitron y llegaron a mahanaim. Joab también  dejo de perseguir a abner y reunió a todo el pueblo. De los siervos de David faltaron ásael y diecinueve hombres. Pero los siervos de David hirieron a trescientos  sesenta de los hombres de benjamín y de abner, los cuales murieron. Tomaron luego a ásale y lo sepultaron en el sepulcro de su padre en Belén. Después de caminar toda aquella noche, joab y sus hombres llegaron a hebron al amanecer.

3 Hubo una larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo, mientras que la casa de Saúl se iba debilitando. A David le nacieron hijos en hebron; su primogénito fue amnon, de ahinoam, la jezreelita; su segundo quileab, de Abigail, la mujer de nabal, el de carmel; el tercero absalon, hijo de maaca, hija de talmai, rey de gesur; el cuarto adonias, hijo de haguit; el quinto sefatias, hijo de abital; el sexto, itream, de egla, mujer de David. Estos le nacieron a David en hebron. Como había guerra entre la casa de Saúl y la de David, aconteció que abner se fortalecía cada vez mas en la casa de Saúl. Había tenido Saúl una concubina llamada rizpa hija de aja. E is-boset dijo a abner: - ¿por qué te has llegado a la concubina de mi padre? Abner se enojo mucho por las palabras de is-boset y le dijo: - ¿acaso soy un perro al servicio de juda? Hasta hoy he tenido misericordia con la casa de Saúl, tu padre, con sus hermanos y con sus amigos, y no te he entregado en manos de David; ¿ y ahora tu me acusas de haber pecado con esta mujer? Traiga Dios sobre abner el peor de los castigos, si no hago como Jehová ha jurado a David, que trasladara el reino de la casa de Saúl, y que confirmara el trono de David sobre Israel y sobre juda, desde dan hasta beerseba. Is-boset no fue capaz de responder una palabra a abner, porque le temía. Entonces  envió  abner mensajeros a David para que de parte le dijeran: ¿ de quien es la tierra?. Y también: haz pacto conmigo y mi mano estará contigo para que vuelva a ti todo Israel. David respondió: - bien; haré pacto contigo, pero una cosa te pido: no te presentes ante mi sin que primero traigas a mical la hija de Saúl, cuando vengas a verme. Después de esto envió  David mensajeros a is-boset hijo de Saúl, diciendo:  restitúyeme a mical  mi mujer la cual despose por cien prepucios de filisteos. Enonces is-boset mando a quitársela a su marido paltiel hijo de lais. Su marido fue con ella, siguiéndola y llorando hasta bahurim. Pero abner le dijo: ¡ anda, vuélvete!.  Y el se volvió. Entonces hablo abner con los ancianos de Israel y les dijo: Ya hace tiempo que  procurabais que David fuera vuestro rey. Ahora, pues, hacedlo; porque Jehová ha dicho a David: por medio de mi siervo David librare a mi pueblo Israel de manos de los filisteos, y de manos de todos sus enemigos. Hablo también abner a los de benjamín, y luego fue a hebron a decirle a David  todo lo que parecía bien a los de  Israel y a toda la casa de benjamín. Abner acompañado de veinte hombres, llego adonde estaba David en hebron y David le ofreció un banquete a abner y a los que con el habían venido. Abner dijo a David: - me levantare e iré a reunir a todo Israel junto a mi señor, el rey; harán un pacto contigo, y reinaras como lo desea tu corazón. Luego David despidió a abner, que se fue en paz. Llegaron entonces del campo los siervos de David y joab , y traían consigo un gran botín. Pero abner no estaba con David en hebron, pues ya  lo había despedido, y el se había ido en paz. Apenas llego joab con todo el ejercito que lo acompañaba, le avisaron a joab que abner hijo de ner había venido ante el rey, y que se había marchado en paz luego de haberlo despedido. Entonces joab se presento al rey y le dijo: -  ¿qué has hecho? Abner vino a ti; ¿por qué, pues, dejaste que se fuera? Tu conoces a abner hijo de ner. No ha venido sino para engañarte, para enterarse de tus idas y venidas y saber todo lo que tu haces. Joab salió de la presencia de David y envió mensajeros en busca de abner, los cuales lo hicieron volver desde el pozo de sira, sin que David lo supiera. Cuando abner volvió a hebron, joab lo llevo a parte a un  lado de la puerta como para hablar con el en secreto; y allí, en venganza por la muerte de su hermano ásael, lo hirió a la altura de la quinta costilla, y lo mato. Después, cuando David lo supo, dijo: yo y mi reino somos inocentes delante de Jehová para siempre, de la sangre de abner hijo de ner. Caiga sobre la cabeza de joab y sobre toda la casa de su padre; que nunca falte en la casa de joab quien padeza flujo de sangre,  ni leproso, ni quien ande con bastón, ni quien muera a espada, ni quien padezca hambre.  Así pues, joab, y su hermano abisai mataron a  abner porque el  había dado muerte a ásael hermano de ellos, en la batalla de gabaon. Después dijo David a joab y a todo el pueblo que con el estaba: rasgad vuestros vestidos, ceñidos de ropas ásperas y haced duelo delante de abner. Y el rey David iba detrás del féretro cuando sepultaron a abner en hebron. Alzando la voz, el rey lloro junto al  sepulcro de abner y lloro también todo el pueblo. Entonces el rey entono este lamento por abner: ¿había de morir abner como muere un villano? Tus manos no estaban atadas ni tus pies sujetos con grillos. Caíste como los que caen ante malhechores. Y todo el pueblo volvió a llorar por el. entonces el pueblo vino a persuadir a David para que comiera antes que acabara el día. Pero David juro diciendo: traiga Dios sobre mi el pero de los castigos, si antes que se ponga el sol pruebo yo pan o cualquiera otra cosa. Todo el pueblo lo supo y le agrado; pues todo lo que el rey hacia agradaba a todo el pueblo. Y supo aquel día todo el pueblo y todo Israel, que el rey no había tenido participación en la muerte de abner hijo de ner. También dijo el rey a sus siervos: ¿ no sabéis que un príncipe y un grande ha caído hoy en  Israel? Aunque ungido rey, me siento débil hoy; pero estos hombres, los hijos de sarvia, son mas duros que yo, ¡ Que Jehová le pague al que mal hace conforme a su maldad!.

4 Luego que el hijo de Saúl supo que abner había muerto en hebron, las manos se le debilitaron, y todo Israel se sintio atemorizado. Con  el hijo de Saúl estaban dos hombres, capitanes de bandas de salteadores; el nombre de uno era banda y el del otro, recab, hijos de rimon, el beerotita, de los hijos de benjamín (porque beerot era también contado con benjamín, pues los beerotitas habían  huido a gitaim y viven a allí como forasteros hasta hoy).  Jonatan hijo de Saúl tenia un hijo lisiado de los pies. Tenia cinco años de edad cuando llego de jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatan; su nodriza lo tomo  y huyo, pero mientras huía apresuradamente, se le cayo el niño y quedo cojo. Su nombre era mefi-boset. Los hijos de rimon beerotita, recab y baana, se pusieron en camino, y a la hora de mas calor, entraron en casa de is-boset que estaba durmiendo la siesta en su alcoba. La portera de la casa limpiando el trigo; y fue así como recab y baana, su hermano, se introdujeron en la casa. Cuando entraron en la casa, is-boset dormía sobre su lecho en la alcoba; lo hirieron y lo mataron; luego le cortaron la cabeza y tomándola caminaron toda la noche por el camino del araba. Llevaron la cabeza de is-boset a David en hebron, y le dijeron al rey: - aquí tienes la cabeza de is-boset hijo de  Saúl tu enemigo, que procuraba matarte. Jehová ha vengado hoy a mi señor, el rey, de Saúl y de su linaje. David respondió a recab y a su hermano baana hijos de rimon beerotita y les dijo: - ¡ vive Jehová!, que ha redimido mi alma de toda angustia. Al que me dio la noticia de que Saúl había muerto, imaginándose que traía buenas noticias, yo lo prendí y lo mate en siclag, como pago por esa noticia. ¿cuánto mas a los malos hombres que mataron a un hombre justo en su casa y sobre su cama? Ahora, pues, ¿ no he de demandar yo su sangre de vuestras manos, y quitaros de la tierra?. Entonces David dio una orden a sus servidores que los mataron, les cortaron las manos y los pies y los colgaron junto al estanque de hebron. Luego tomaron la cabeza de is-boset y la enterraron en el sepulcro de abner, en hebron.

5 Vinieron todas las tribus de Israel adonde estaba David en hebron y le dijeron: mira, hueso tuyo y carne tuya somos. Aun antes de ahora, cuando Saúl reinaba sobre nosotros, eras tu quien sacabas a Israel a la guerra, y lo volvías a traer. Además, Jehová te ha dicho:  tu apacentaras a mi pueblo Israel, y tu serás quien gobierne a Israel. Vinieron pues, todos los ancianos de Israel ante el rey en hebron. El rey David hizo un pacto con ellos allí delante de Jehová; y ungieron a David como rey de Israel. Tenia David treinta años cuando comenzó a reinar, y reino cuarenta años. Reino en hebron sobre juda durante siete años y seis meses, y reino en Jerusalén treinta y tres años sobre todo Israel y juda. El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén contra los jebuseos que habitaban en aquella tierra, los cuales dijeron a David: tu no entraras aquí, pues aun los ciegos y los cojos te echaran. ( queriendo decir: David no puede entrar aquí). Pero David tomo la fortaleza de sion que es la ciudad de David. David había dicho aquel día:  todo el que ataque a los jebuseos, que suba por el canal y hiera a los  cojos y ciegos, a los cuales aborrece el alma de David. De aquí el dicho: ni ciego ni cojo entrara en la casa. David se instalo en la fortaleza y le puso por nombre la ciudad de David. Edifico una muralla en derredor, desde milo hacia el interior. E iba David adelantando  y engrandeciéndose y Jehová Dios de los ejércitos estaba con el. también hiram, rey de tiro, envió embajadores a David así como madera de cedro, carpinteros y canteros para los muros, los cuales edificaron la casa de David. David supo entonces que Jehová lo había confirmado como rey de Israel  y que había engrandecido su reino por amor de su pueblo Israel. David tomo mas concubinas y mujeres de Jerusalén después que vino de hebron y le nacieron mas hijos e hijas. Estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: samua, sobab, natan, Salomón, ibhar, elisua, nefeg, jafia, elisama, eliada y elifelet. Cuando los filistos oyeron que David había sido ungido como rey de Israel, subieron todos para buscar a David. David lo supo y descendió a la fortaleza. Llegaron los filisteos y se desplegaron por el valle de refaim. Entonces consulto David a Jehová, diciendo: - ¿ iré contra los filisteos? ¿los entregaras en mis manos? Respondió Jehová a David: - ve, porque ciertamente entregare a los filisteos en tus manos. Llego David a baal-perazim. Allí los venció David, y dijo:  Jehová me abrió brecha entre  mis enemigos,  como corriente impetuosa.  Por esto llamo  el nombre de aquel lugar baal-perazim. Los  filisteos dejaron allí sus ídolos y David y sus hombres los quemaron. Los filisteos vinieron otra vez y se desplegaron en el valle de refaim. David consulto a Jehová y el respondió: - no subas sino rodéalos y atácalos frente a los balsameras. Y cuando oigas ruido como de marcha por las copas de las balsameras, entonces atacaras porque Jehová saldrá delante de ti para derrotar el campamento de los filisteos. David lo hizo así, como Jehová se lo había mandado; e hirió a los filisteos desde geba hasta llegar a gezer.

6 David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil hombres. Se levanto David y partió de baala de juda. Con todo el pueblo que lo acompañaba para trasladar de allí el arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre de Jehová de los ejércitos, que tiene su trono entre los querubines. Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo y se la llevaron de la casa de abinadab, que estaba en la colina. Uza y ahio, hijos de abinadab, guiaban el carro nuevo. Mientras se llevaban de la casa de abinadab , que estaba en la colina el arca de Dios, ahio iba delante del arca. David y toda la casa de Israel  danzaban delante de Jehová con toda clase de instrumentos de madera de haya, con arpas, salterios, panderos, flautas y  cimbalos. Cuando llegaron a la era de nacon, uza extendió su mano hacia el arca  de Dios y la sostuvo, pues los bueyes tropezaban. Entonces el furor de Jehová se encendió contra uza: allí mismo lo hirió Dios por aquella temeridad, y cayo allí muerto junto al arca de Dios. David se entristeció por haber herido Jehová a uza y fue llamado aquel lugar perez-uza hasta  el día de hoy. Y temiendo David a Jehová aquel día dijo: ¿ como ha de entrar en mi casa el arca de Jehová?. De modo que David no quiso llevar a su casa, a la ciudad de  David, el arca de Jehová, sino que la hizo llevar a casa de obed-edom, el geteo.  Y estuvo el arca de Jehová en casa de obed-edom, el geteo, tres meses; y bendijo Jehová a obed-edom y a toda su casa. Cuando se le aviso al rey David: Jehová ha bendecido la casa de obed-edom y todo lo que tiene a causa del arca de Dios, fue David y traslado con alegría el arca de Dios de casa de oben-edom a la ciudad de David. Y cuando los que llevaban el arca de Dios habían dado seis pasos, el sacrifico un buey y un carnero engordado. David vestido con un efod de lino, danzaba con todas sus fuerzas delante de Jehová. Así, con jubilo y sonidos de trompeta, David y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová. Cuando el arca de Jehová llegaba a la ciudad de David, aconteció que mical, hija de Saúl, miro desde una ventana, y al ver al rey David que asaltaba y danzaba delante de Jehová, lo desprecio en su corazón. Metieron, pues, el arca de Jehová, y la pusieron en su lugar, en medio de una tienda que David le había levantado; y sacrifico David holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová. Cuando David acabo de ofrecer los holocaustos y ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos. Después repartió a todo el pueblo  y a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres, un pan  a cada uno, un pedazo de carne y una torta de pasas. Y se fue todo el pueblo cada uno a su casa. Volvió luego David para bendecir su casa;  y salió a recibirlo mical y le dijo: - ¡ cuan honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera! Entonces David respondió a mical: - fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y  a toda tu casa, para constituirme como príncipe  sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzare delante de Jehová. Y me humillare aun mas que esta vez; me rebajare a tus ojos, pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado. Y mical hija de Saúl no tuvo ya hijos hasta el día de su muerte.

7  Aconteció que cuando ya el rey  habitaba en una casa, después que Jehová le había dado paz con todos sus enemigos de alrededor, dijo el rey al profeta natan: -  mira ahora, yo habito en casa de cedro, mientras que el arca de Dios esta entre cortinas. Natan respondió al rey: - anda y haz todo lo que esta en tu corazón porque Jehová esta contigo. Aconteció aquella noche, que vino de palabra de Jehová a natan, diciendo: ve y di a mi siervo de David: así ha dicho Jehová: ¿tu me has de edificar una casa en la que yo more? Ciertamente no he habitado en casas desde el día en que saque a los hijos de Israel de Egipto  hasta hoy, sino que he peregrinado en una tienda que me servia de santuario. En todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel ¿he dicho acaso de alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar a mi pueblo de Israel: ¿por qué no me habéis edificado una casa de cedro? Ahora pues, dirás así a mi siervo David: así ha dicho Jehová de los ejércitos: yo te tome del redil, de detrás de las ovejas, para que fueras príncipe de mi pueblo Israel; y  he estado contigo dondequiera que has ido, he exterminado delante de ti a todos tus enemigos y te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes que  hay en la tierra. Además yo fijare un lugar para mi pueblo Israel y lo plantare allí, para que habite en el y nunca mas sea removido, ni los inicuos lo aflijan mas, como antes, en el tiempo en que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te haré descansar de todos tus enemigos. Asimismo Jehová te hace saber que el te edificara una casa. Y cuando tus días se hayan cumplido y duermas con tus padres, yo levantare después de ti a uno de tu linaje, el cual saldrá de tus entrañas y afirmare su reino. El edificara una casa para mi nombre, y yo afirmare para siempre   en trono de su reino. Yo seré padre para el y el será mi hijo para mi. Si hace mal, yo lo castigare con vara de hombres y con azotes de hijos de hombres;  pero no apartare mi misericordia de el como la aparte de Saúl a quien quite de delante de ti. Tu casa y tu reino permanecerán siempre delante de tu rostro  y tu trono será estable eternamente. Así conforme a todas estas palabras  y conforme a  toda esta visión , hablo natan a David. Entonces entro el rey David y se puso delante de Jehová y dijo: Señor Jehová, ¿quién soy yo y que es mi casa para que tu me hayas  traído hasta aquí? Y aun te ha parecido poco esto, señor Jehová, pues también has hablado de la casa de tu siervo en lo por venir. ¿ es así como procede el hombre ,señor Jehová? ¿ y que mas puede añadir David hablando contigo? Todas estas grandezas has hecho por tu palabra y conforme a tu corazón, haciéndolas saber   a tu siervo. Por tanto, tu te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tu, ni  hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos. ¿ y quien como tu pueblo, como Israel, nación singular en la tierra? Porque Dios fue para rescatarlo como pueblo suyo, para ponerle nombre, para hacer cosas grandes a su favor y obras terribles en tu tierra, por amor de tu pueblo, el que rescataste para ti de Egipto, de las naciones  y de sus dioses. Porque tu estableciste a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siempre; y tu oh Jehová  eres su Dios. Ahora pues, Jehová Dios, confirma para siempre la palabra que has hablado sobre tu siervo  y sobre su casa, y haz conforme  a lo que has dicho. Que sea engrandecido tu nombre para siempre y se diga: Jehová de los ejércitos es el Dios de Israel; y que la casa de tu siervo David se mantenga firme delante de ti. Porque tu Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, has hecho esta revelación al oído de tu siervo, diciendo:  yo te edificare casa. Por esto tu siervo ha hallado en su corazón valor para hacer delante de ti esta suplica. Ahora pues, Jehová Dios, tu eres Dios  y tus palabras son verdad y tu has prometido este bien a tu siervo. Ten ahora a bien  bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti, porque tu Jehová Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre.

8 Después de esto, aconteció que David derroto a los filisteos, los sometió y tomo a meteg-ama de manos de los filisteos. Derroto también a los de moab, y los midió con una cuerda, haciéndoles tenderse en tierra; los que quedaban a lo largo de dos cuerdas los condeno a morir, y a una cuerda llena la dejo con vida. Y fueron los moabitas siervos de David pagando tributo. Asimismo derroto David a hadad-ezer hijo de rehob rey de soba, al ir este a recuperar su territorio al rió eufrates. David le capturo mil setecientos hombres de a caballo y veinte mil hombres de a pie y mutilo los caballos de todos los carros pero dejo suficientes para cien carros. Y vinieron los sirios de damasco para dar ayuda a hadad-ezer, rey de soba; pero David hirió a veintidós mil hombres entre los sirios. Puso luego David una guarnición en Siria de damasco, y los sirios quedaron sometidos a David, pagando tributo. Y Jehová dio la victoria a David por dondequiera que fue. Después tomo David los escudos de oro que traían los siervos de hadad-ezer y los llevo a Jerusalén. Asimismo tomo el rey David gran cantidad de bronce de beta y de  berotai, ciudades de hadad-ezer. Toi, rey de hamat, supo que David había derrotado a todo el ejercito de hadad-ezer y le envió a su hijo joram para que lo saludara pacíficamente y lo bendijera, porque había peleado con hadad-ezer y lo había vencido, ya que toi era enemigo de hadad-ezer. Joram llevaba en su mano utensilios de plata, de oro y  de bronce. Los cuales el rey David dedico a Jehová, junto con la plata y el oro que le había  consagrado, provenientes de todas las naciones que había sometido: de los sirios, los moabitas, los amonitas, los filisteos, los amalecitas, y del botín de hadad-ezer hijo de rehob, rey de soba. Así gano David fama. Cuando regresaba de derrotar a los sirios, destrozo a dieciocho mil edomitas en el valle de la sal. Además, puso guarnición en edom; por todo edom puso guarnición y todos los edomitas quedaron sometidos a David. Y Jehová dio la victoria a David por dondequiera que fue. Reino David sobre todo Israel, actuando con justicia y rectitud para con todo su pueblo. Joab hijo de sarvia en general de su ejercito, y Josafat hijo de ahilud, el cronista; sadoc hijo de ahitob y ahimelec hijo de abiatar eran sacerdotes; seraias el escriba; benaia hijo de joiada mandaba a los cereteos y peleteos, y los hijos de David eran los príncipes.

9  Pregunto David: ¿ha quedado alguno de la casa de Saúl a quien  pueda yo favorecer por amor de Jonatan?.  Había un siervo de la casa de Saúl llamado siba, al cual llamaron para que viniera ante David. Y el rey le pregunto: - ¿eres tu siba? – si, para servirte – respondió el.  el rey le dijo: - ¿no ha quedado nadie de la casa de Saúl, para que yo lo favorezca con la misericordia de Dios?.  Respondió siba el rey: - aun queda un hijo de Jonatan, lisiado de los pies. - ¿ donde esta? – le pregunto entonces el rey. Siba respondió al rey: -  esta en casa de maquir hijo de amiel, en lodebar. Entonces el rey David mando a traerlo de la casa de maquir hijo de amiel, de lodebar. Al llegar mefi-boset hijo de Jonatan hijo de Saúl, ante David, se postro sobre su rostro e hizo una reverencia. David le dijo: - mefi-boset.  – aquí tienes a tu siervo – respondió el. luego David añadió: - no tengas temor, porque a la verdad yo tendré misericordia contigo por amor de Jonatan tu padre. Te devolveré siempre a mi mesa. Inclinándose el dijo: - ¿quién es tu siervo, para que mires a un  perro muerto como yo?. Entonces el rey llamo a siba, siervo de Saúl, y le dijo: - todo lo que fue de Saúl y de toda su casa, yo  lo he dado al hijo de tu señor. Tu pues, le labraras las tierras, tu con tus hijos y tus siervos, y almacenaras los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero mefi-boset, hijo de tu señor, comerá siempre a mi mesa. Siba, que tenia quince hijos y veinte siervos, respondió al rey: - conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey, a su siervo, así lo hará tu siervo. – mefi-boset – dijo el rey-  comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey. Tenia mefi-boset un hijo pequeño, llamado micaia. Todos los que vivían en la casa de siba eran siervos de mefi-boset. Pero mefi-boset que estaba lisiado de ambos pies, vivía en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey.

 10 Después de esto, aconteció que murió el rey de los hijos de Amón, y reino en su lugar suyo su hijo hanun. Dijo David: yo tendré  misericordia con hanun hijo de nahas, como su padre la tuvo conmigo. Y envió David  a sus siervos para que lo consolaran por su padre. Pero cuando los siervos de David llevaron a la tierra de los hijos de Amón, los príncipes de los hijos de Amón dijeron a hanun, su señor: ¿crees acaso que  por honrar a tu padre, David te ha enviado mensajeros a que te consuelen? ¿ no te ha enviado David sus siervos para reconocer la ciudad, inspeccionarla y destruirla. Entonces hanun tomo a los siervos de David, les rapo la mitad de la barba, les corto los vestidos por la mitad hasta las nalgas, y los despidió. Cuando se le hizo saber esto a David, envió gente a su encuentro, porque ellos estaban en extremo avergonzados.  Y el rey les mando decir: quedaos en Jericó hasta que os vuelva a nacer la barba, y entonces volved. Viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, mandaron a tomar a sueldo veinte mil hombres de a pie entre los sirios de bet-rehob y los sirios de soba, mil hombres del rey de maaca, y doce mil hombres de is-tob. Cuando David oyó esto, envió a joab con todo el ejercito de los valientes. Los hijos de Amón salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la puerta; pero los sirios de soba, de rehob, de is-tob y de maaca tomaron posesiones aparte en el campo.  Viendo, pues, joab que se le presentaba la batalla de frente y desde la retaguardia, selecciono a lo mejor de los escogidos de Israel, y se puso en orden de batalla contra los sirios. Entrego luego el resto del ejercito en manos de su hermano abisai,  y lo alineo frente a los amonitas. Y dijo: si los sirios pueden mas que yo, tu me ayudaras; y si los hijos de Amón pueden mas que tu, yo te daré ayuda. Ten fortaleza, esforcémonos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios. Que Jehová haga lo que bien le parezca. Se acerco joab, y el pueblo que con el estaba para pelear contra los sirios; pero ellos huyeron delante de el. entonces  los hijos de Amón, viendo que los sirios habían huido, huyeron también ellos ante abisai  y se refugiaron en la ciudad, mientras que joab dejo de luchar contra los hijos de Amón y volvió a Jerusalén. Pero los sirios, al ver que habían sido derrotados por Israel, se volvieron a reunir. Hadad-ezer mando a buscar a los sirios que estaban al otro lado del eufrates, los cuales llegaron a helam comandados por sobac, general del ejercito de hadad-ezer. Cuando le fue dado aviso, David reunió a todo Israel, paso el jordán y llego a helam. Los sirios se pusieron en orden de batalla contra David y pelearon contra el. pero los sirios huyeron delante de Israel, y David les mato a la gente de setecientos carros, y cuarenta mil hombres de a caballo. Hirió también a sobac, general del ejercito, quien murió allí. Cuando todos los reyes que ayudaban a hadad-ezer vieron como habían caído derrotados ante Israel, hicieron las paces con Israel y les quedaron sometidos. De ahí en adelante, los sirios temieron seguir ayudando a los hijos de Amón.

11 Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió joab, junto a sus siervos y a todo Israel, y ellos derrotaron a los amonitas y sitiaron a raba, mientras David se quedo en Jerusalén. Un día al caer la tarde, se levanto David de su lecho, y se paseaba sobre el terrado de la casa real, cuando vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: aquella es betsabe hija de eliam mujer de Urías, el heteo. Envió David mensajeros que la trajeran y la tomo; cuando llego  el durmió con ella. Luego ella se purifico de su inmundicia y regreso a su casa.  La mujer concibió y mando a decir a David: estoy encinta. Entonces David envió a decir a joab: envíame a Urías el heteo. Y joab envió a Urías a David. Cuando Urías llego ante el, David le pregunto por la salud de joab, por la salud del pueblo y por la marcha de la guerra. Después dijo  David a Urías: desciende a tu casa y lava tus pies. Cuando Urías salió de la casa del rey,  le enviaron un presente de la mesa real. Pero Urías durmió a la puerta de la casa del rey, con todos los guardias de su señor, y no  descendió a su casa. Le hicieron saber esto a David diciendo: Urías no ha descendido a su casa. Entonces David dijo a Urías: - ¿acaso no vienes de viaje? ¿por qué , pues, no descendiste a tu casa? Urías respondió a David: - el arca Israel, y juda habitan bajo tiendas; mi señor joab y los siervos de mi señor en el campo; ¿cómo iba yo a entrar en mi casa para comer y beber y dormir con mi mujer? ¡ por vida tuya y por vida de tu alma, nunca haré tal cosa! David dijo entonces a Urías: -  quédate aquí hoy también y mañana te despediré. Se quedo Urías aquel día y el siguiente en Jerusalén. David lo convido a comer y a beber con el hasta embriagarlo. Por la tarde salió a dormir en su cama junto a los guardias de su señor; pero no descendió a su casa. A la mañana siguiente, escribió David una carta a joab, la cual envió por mano de Urías. En ella decía: poned a Urías al frente en lo mas recio de la batalla y alejaos de el, para que sea herido y muera. Así cuando joab sitio la ciudad puso a Urías en el lugar donde sabia que estaban los hombres mas valientes. Salieron los de la ciudad y pelearon contra joab;  cayeron algunos del ejercito de los siervos de David, y murió también Urías ,el heteo. Entonces  joab mando a comunicar a David todos los asuntos de la guerra. Y dio esta orden al mensajero: Cuando acabes de contar al rey todos los asuntos de la guerra, si el rey comienza a enojarse y te dice: ¿por qué os habéis acercado tanto a la ciudad para combatir? ¿no sabíais lo que suelen tirar desde el muro? ¿ quien hirió a abimelec hijo de jerobaal? ¿no arrojo una mujer desde  el muro un pedazo de rueda de molino, y murió el en tebes? ¿por qué os habéis acercado tanto al muro?.  Entonces tus les dirás: también tu siervo Urías, el heteo ha muerto. Partió el mensajero y al llegar contó a David todo aquello que joab le había mandado. Dijo el mensajero a David: - pudieron mas que  nosotros los hombres que salieron al campo en  contra nuestra, bien que les hicimos retroceder hasta la entrada de la puerta; pero los flecheros tiraron contra tus siervos desde el muro, y murieron algunos de los siervos del rey; también murió tu siervo Urías, el heteo. David respondió al mensajero: - así dirás a joab: no tengas pesar por esto, porque la espada consume, ora uno, ora a otro; refuerza tu ataque contra la ciudad, hasta que la rindas. Y tu aliéntale. Al oír la mujer de Urías que su marido Urías había muerto hizo duelo por el. pasado el luto, envió David por ella, la trajo a su casa y la hizo su mujer; ella le dio a luz un hijo. Pero esto que David había hecho fue desagradable ante los ojos de Jehová.

12 Jehová envió a natan ante David, quien al llegar le dijo: - había dos hombres en una ciudad, uno rico y el otro pobre. El rico tenia numerosas ovejas y vacas, pero el pobre no tenia mas que una sola corderita, que el había comprado y criado, y que había crecido con el y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado, bebiendo de su baso y durmiendo en su seno igual que una hija. Un día llego un viajero a visitar al hombre rico, y este no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas para dar de comer al caminante que había venido a visitarlo, sino que tomo la oveja de aquel hombre pobre, y la preparo para quien había llegado de visita. Se encendió el furor de David violentamente contra aquel hombre, y dijo a natan: - ¡ Vive Jehová, que es digno de muerte el que tal hizo!. Debe pagar cuatro veces el valor de la cordera, por haber hecho semejante cosa  y no mostrar misericordia. Entonces dijo natan a David: -  tu eres ese hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: yo te ungí como rey de Israel y te libre de manos de Saúl, te entregue la casa de tu señor y puse en tus brazos a sus mujeres; además te di la casa de Israel y de juda; y como si esto fuera poco, te habría añadido mucho mas. ¿por qué pues, has tenido en poco la palabra de Jehová, y hecho lo malo delante de sus ojos? A Urías, el heteo, lo mataste a espada y tomaste a su esposa como mujer. Si, a el lo mataste con la espada de los hijos de Amón. Por lo cual ahora no se apartara jamás de tu casa , la espada, por cuanto me menospreciaste y tomaste la mujer de Urías, el heteo, para que fuera tu mujer. Así ha dicho Jehová: yo haré que tu misma casa se alce el mal contra ti. Tomare a tus mujeres delante de tus ojos y las entregare a tu prójimo, el cual se acostara con ellas a la luz del sol. Porque tu lo hiciste en secreto; pero yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol. Entonces dijo David a natan: - peque contra Jehová. Natan dijo a David: - también Jehová ha perdonado tu pecado; no morirás. Pero, por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido, ciertamente morirá. Y natan se fue a su casa. Jehová hirió al niño que la mujer  de Urías había dado a David, y  enfermo gravemente. Entonces David rogó a Dios por el niño; ayuno David, se retiro y se paso la noche acostado en tierra. Los ancianos de su casa fueron a rogarle que se levantara del suelo, pero el no quiso, ni comió nada con ellos. Al séptimo día murió el niño. Los siervos de David temían hacerle saber que el niño había muerto comentando entre si:  cuando el niño aun vivía, le hablábamos y no quería oír nuestra voz; ¿ cuanto mas se afligirá si le decimos que el niño a muerto? Pero David viendo a sus siervos hablar entre si, comprendió que el niño había muerto; por lo que pregunto David a sus siervos: - ¿ha muerto el niño? – ha muerto – respondieron ellos. David se levanto entonces de la tierra, se lavo y se ungió; cambio sus ropas, entro a la casa de Jehová y adoro. Después vino a su casa y pidió que le pusieran pan, y comió. Sus siervos le dijeron: - ¿qué es lo que haces? Cuando el niño aun vivía ayunabas y llorabas; cuando murió, te levantaste y comiste pan. David respondió: -  mientras el niño aun vivía, yo ayunaba y lloraba diciéndome: ¿quién sabe si Dios tenga compasión de mi y viva el niño?  Pero ahora que ha muerto, ¿para que he de ayunar?  ¿podré yo hacerle volver? Yo voy  hacia el, pero el no volverá a mi. David consoló a bersabe, su mujer se llego a ella y  durmió con ella. Ella le dio a luz un hijo y le puso por nombre Salomón. Jehová lo amo y envió un mensaje por medio del profeta natan; así le puso por nombre jedidias, como había dicho Jehová. Joab peleaba contra raba de los amonitas, y tomo la ciudad real. Entonces envió joab mensajeros a David para decirle: yo he puesto sitio a raba y he tomado la ciudad de las aguas. Reúne, pues, ahora al pueblo que queda, acampa, contra la ciudad y tómala, no sea que tome yo la ciudad y le pongan mi nombre. David reunió a todo el pueblo partió hacia raba combatió contra ella y la tomo. Después quito la corona de la cabeza de su rey, la cual pesaba un talento de oro y tenia piedras preciosas. Luego la pusieron sobre la cabeza de David, quien saco muy grande botín de la ciudad. Hizo salir además a la gente que estaba en ella y la puso a trabajar con sierras con trillos de hierro y hachas de hierro; también lo hizo trabajar en los hornos de ladrillos. Lo mismo hizo con todas las ciudades de los hijos de Amón. Entonces regreso David con todo el pueblo a Jerusalén.

13 Aconteció después de esto que, teniendo absalon hijo de David una hermana muy hermosa, llamada tamar, amnon hijo de David se enamoro de ella. Estaba amnon tan angustiado que se enfermo a causa de su hermana tamar, pues, por ser ella virgen le parecía amnon que seria difícil hacerle cosa alguna. Y tenia amnon un amigo llamado jonadab hijo de simea, hermano de David. Jonadab era un hombre muy astuto, y le dijo: - hijo del rey, ¿por qué de día en día vas enflaqueciendo así? ¿ no me lo revelaras a mi? Amnon le respondió:  - amo a tamar, la hermana de mi hermano absalon. Jonadab le dijo: -  acuéstate en tu cama y finge que estas enfermo; cuando tu padre venga a visitarte, dile:  te ruego que tamar, mi hermana venga  a darme de comer; que prepare alguna vianda en mi presencia para yo la vea y ella misma me la sirva. Se acostó, pues, amnon, y fingió que estaba enfermo. El rey vino a visitarlo y amnon le dijo: - te ruego que venga mi hermana tamar a preparar delante de mi dos hojuelas y me las sirva con sus propias manos. Entonces David envió a decir a tamar a su casa: - ve ahora a casa de amnon, tu hermano y hazle de comer. Tamar fue a casa de su hermano amnon, que estaba acostado tomo harina, la amaso, hizo hojuelas delante de el y las cocino. Tomo luego la sartén y las saco delante de el; pero el no quiso comer sino que dijo: echad fuera de aquí a todos. Y todos salieron de allí. Entonces amnon, dijo a tamar: trae la comida a la alcoba y dame de comer con tus manos. Tamar tomo las hojuelas que había preparado y las llevo a su hermano amnon a la alcoba. Cuando se las puso delante para que comiera, el la sujeto y le dijo: - ven hermana mía, acuéstate conmigo. Ella entonces le respondió: - no hermano mío, no me fuerces, pues no se debe hacer así en Israel. No cometas tal infamia. Porque ¿adonde iría yo con mi deshonra? Y aun tu serias estimado como un perverso en Israel. Te ruego pues, ahora, que hables al rey; el no se negara a entregarme a ti. Pero el no la quiso oír y, como podía mas que ella, la violento y se acostó con ella. Después Amón la aborreció tan terriblemente, que el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y le dijo Amón: -  levántate y vete. Ella le respondió: - no hay razón; mayor mal es este de arrojarme, que el que me has hecho. Pero el no la quiso oír, sino que llamando al criado que le servia le dijo: - échame a esta fuera de aquí, y cierra tras ella la puerta. Llevaba ella un vestido de diversos colores, traje que vestían las hijas vírgenes de los reyes. Su criado pues, la echo fuera, y cerro la puerta tras ella. Entonces tamar tomo ceniza y la esparció sobre su cabeza, rasgo el vestido de diversos colores que tenia puesto, y con las manos sobre la cabeza se fue gritando. Su hermano absalon le dijo: - ¿ha estado contigo tu hermano amnon? Pues calla ahora, hermana mía, es tu hermano. Que no se angustie tu corazón por esto. Tamar se quedo desconsolada en casa de su hermano absalon. Cuando el rey David oyó todo esto, se enojo mucho. Pero absalon no dijo a amnon ni malo ni bueno, aunque absalon aborrecía amnon porque había forzado a su hermana tamar. Pasados dos años absalon, que tenia esquiladores en baal-hazor, junto a Efraín , convido a todos los hijos del rey. Se presento absalon al rey y le dijo: -  tu siervo tiene ahora esquiladores; ruego que vengan el rey y sus siervos con tu siervo. El rey respondió absalon: - no, hijo mío, no vamos todos, para que no te seamos gravosos. Aunque porfió con el, el rey no quiso ir, lo bendijo. Entonces dijo absalon: - pues si no, te ruego que venga con nosotros amnon, mí hermano. - ¿para que ha de ir contigo? – le respondió el rey. Pero como absalon insistia, dejo ir con el a amnon y a todos los hijos del rey. Absalon había dado orden a sus criados diciendo:  os ruego que miréis cuando el corazón de amnon este alegre por el vino; y al decir yo:  herid a amnon, entonces matadlo. No temáis, pues yo os lo he mandado. Esforzaos pues, y sed valientes. Los criados de absalon hicieron con amnon como absalon les había mandado. Entonces se levantaron todos los hijos del rey, y montando cada uno en su mula, huyeron. Aun estaba en camino cuando llego a David el rumor que decía: absalon ha dado muerte a todos los hijos del rey; ninguno de ellos a quedado. Levantándose entonces David rasgo sus vestidos y se echo en tierra; todos los criados que estaban junto a el, también se rasgaron los vestidos. Pero jonadab hijo de simea, hermano de David, hablo dijo: -  no diga mi señor que han dado a muertee a todos los jóvenes hijos del rey, pues solo amnon ha muerto; porque por mandato de absalon había sido esto determinado desde el día en  que amnon forzo a su hermana tamar. Por tanto, ahora no haga caso mi señor, el rey, de ese rumor que dice: todos los hijos del rey han muerto, pues solo amnon ha muerto, y absalon ha huido. Entre tanto, alzando sus ojos el joven que estaba de atalaya, miro  y vio a mucha gente que venia por el camino que estaba a sus espaldas del lado del monte. Entonces dijo jonadab al rey:  - son los hijos del rey, que vienen; tal como tu siervo había dicho. Cuando acabo de hablar, llegaron los hijos del rey, y alzando su voz lloraron. También el mismo rey y todos sus siervos lloraron con muy grandes lamentos. Pero absalon huyo y fue a refugiarse junto a talmai hijo de amiud, rey de gesur. Y David lloraba por su hijo todos los días. Así huyo absalon, se fue a gesur y estuvo allí tres años. Y el rey David deseaba ver a absalon, pues ya había consolado de la muerte de amnon.

14 Conoció joab  hijo de  sarvia que el corazón del rey se inclinaba por absalon, por lo que mando a traer una mujer astuta de tecoa y le dijo:  te ruego que finjas estar de duelo y te vistas ropas de luto; no te unjas con óleo, sino preséntate como una mujer que hace mucho tiempo esta de duelo por algún muerto. Luego te presentaras al rey y le dirás de esta manera. Y le explico joab lo que debía decir. Entro, pues, aquella mujer de tecoa al rey, y postrándose sobre su rostro en tierra, hizo una reverencia y dijo: - ¡ socórreme oh rey! - ¿qué tienes? – le dijo el rey. Ella respondió: - yo a la verdad soy una mujer viuda; mi marido ha muerto. Tu sierva tenia dos hijos. Los dos riñeron en  el campo, y como no había quien los separara, uno hirió al otro y lo mato. Y ahora toda la familia se ha levantado contra tu sierva diciendo: entrega al asesino de su hermano, para que lo hagamos morir por la vida del hermano a quien el mato, y matemos también al heredero. Así apagaran el ascua que me ha quedado y dejaran a mi marido sin nombre ni descendencia sobre la tierra. Entonces el rey dijo a la mujer: - vete a tu casa y yo daré ordenes con respecto a ti. La mujer de tocoa dijo al rey: - ¡ rey y señor mío, que caiga la culpa sobre mi y sobre la casa de mi padre!, pero que el rey y su trono queden sin culpa. El rey respondió: - al que hable contra ti, tráelo ante mi y no te tocara mas. Dijo ella entonces: - te ruego, oh rey que te acuerdes de Jehová tu Dios, para que el vengador de la sangre no aumente el daño y no destruya a mi hijo. El respondió: - ¡ vive Jehová que no caerá en tierra ni un cabello de la  cabeza de tu hijo!. La mujer siguió diciendo: - te ruego que permitas a tu sierva decir algo a  mi señor, el rey. – habla – respondió el rey. La mujer añadió: - ¿por qué pues,  has pensado tu cosa semejante contra el pueblo de Dios?. Porque diciendo el rey estas cosas se confiesa culpable el mismo por cuanto el rey no deja volver a su desterrado. Todos de cierto moriremos y somos como agua derramada en tierra que no puede volver a recogerse. Ni Dios quita la vida, sino que provee medios para que el  desterrado no siga alejado de el. si yo venido ahora para decir esto al rey, mi señor, es porque el pueblo me ha atemorizado. Y tu sierva pensó: hablare ahora al rey; quizá haga lo que su sierva le diga, pues el rey me oirá y librara a su sierva de manos del hombre que quiere extirparme a mi, junto con mi hijo, de la heredad de Dios. Tu sierva dice pues: sea ahora de consuelo la respuesta de mi señor, el rey, pues mi señor, el  rey, es como un ángel de Dios para discernir entre lo bueno y lo malo. Y que Jehová tu Dios, sea contigo. Entonces David respondió a la mujer: - te ruego que no me ocultes nada de lo que yo te pregunte. – hable mi señor, el rey – dijo la mujer. El rey pregunto: - ¿no esta metida la mano de joab en todas estas cosas? La mujer respondió: - ¡ vive tu alma, rey señor mío, que no se aparta ni a derecha ni a izquierda todo lo que mi señor el rey ha hablado!; porque fue tu siervo joab quien me mando, y el puso en boca de tu sierva todas estas palabras. Para mudar el aspecto de las cosas joab tu siervo ha hecho esto. Pero mi señor es sabio con la sabiduría de un ángel de Dios, para conocer lo que hay en la tierra. Luego el rey dijo a joab: - mira he decidido esto: vete y haz volver al joven absalon. Joab se postro en tierra sobre su rostro, hizo una reverencia y después que bendijo al rey dijo: - hoy ha entendido tu siervo:  he hallado gracia a tus ojos rey y señor mío, pues el rey ha hecho lo que su siervo ha dicho. Se levanto luego joab, fue a gesur y trajo a absalon a Jerusalén. Pero el rey dijo: que se vaya a su casa y no vea mi rostro. Absalon volvió a su casa y no se presento ante el rey. No había en todo Israel ninguno tan alabado por su hermosura como absalon; desde la planta de su pie hasta la coronilla no había en el defecto. Cuando se cortaba el cabello, lo cual hacia al fin de cada año, pues le causaba molestia – por eso se lo cortaba-, pesaba el cabello de su cabeza doscientos ciclos, según el peso real. A absalon le nacieron tres hijos y una hija que se llamaba tamar y fue una mujer  de hermoso semblante. Estuvo absalon por espacio de dos años en Jerusalén sin presentarse ante el rey. Llamo absalon a joab para enviarlo al rey, pero el no quiso venir.  Todavía lo llamo una segunda vez, pero tampoco quiso venir. Entonces dijo a sus siervos: - mirad el campo de joab esta junto al mío,  y tiene allí cebada; id y prendedle fuego. Y los siervos de absalon prendieron fuego al campo. Entonces se levanto joab vino a  casa de absalon y le dijo:  - ¿por qué ha prendido fuego tus siervos a  mi campo?  Absalon le respondió: -  te he mandado a decir que vinieras acá con el fin de enviarte al rey  para decirte: ¿para que vine de gesur? Mejor me fuera estar aun allá. Ahora deseo ver el rostro del rey; si hay pecado en mi , mátame. Fue pues, joab a ver al rey y se lo hizo saber. Entonces llamo absalon el cual se presento ante el rey y se postro en tierra delante de el. y el rey beso a absalon.

15  Aconteció después de esto ,que abaslon se hizo de carros, caballos y cincuenta hombres que corrieran delante de el. se levantaba absalon de mañana y se ponía a un lado del camino junto a la puerta, y a cualquiera que tenia pleito y venia ante el rey a juicio, absalon lo llamaba y le decía: ¿ de que ciudad eres?. El respondía: tu siervo es de una de las tribus de Israel. Entonces absalon le decía: mira tus palabras son buenas y justas; pero no tienes quien te oiga de parte del rey. Y añadía absalon: ¡ quien me pusiera por juez en el país, para que vinieran ante mi todos los que tienen pleito o negocio y yo les haría justicia!. Cuando alguno se acercaba para postrarse ante el, le tendía la mano, lo abrazaba y lo besaba. De esta manera hacia con todos los israelitas que venían ante el rey a juicio; y así les robaba absalon el corazón a los de Israel. Al cabo de cuatro años, absalon dijo al rey: - te ruego que me permitas ir a hebron a pagar el voto que he prometido a Jehová. Porque cuando estaba en gesur de Siria tu siervo hizo este voto: si Jehová me hace volver a Jerusalén, yo  serviré a Jehová. – ve en paz – le dijo el rey. Se levanto y fue a hebron. Entonces envió absalon mensajeros por todas las tribus de Israel diciendo: cuando oigáis el sonido de la trompeta diréis: ¡ absalon reina en hebron!. Con absalon fueron doscientos hombres de Jerusalén convidados por el, los cuales iban inocentemente, sin saber nada. Mientras absalon ofrecía los sacrificios, mando a buscar en  la ciudad de gilo a ahitofel, el gilonita, consejero de David. Así la conspiración se fortalecía y aumentaba el pueblo que seguía a absalon. Llego un mensajero adonde estaba David, diciendo:  el corazón de todo Israel se va tras absalon. Entonces David dijo a todos sus siervos que estaban con el en Jerusalén: - levantaos y huyamos, porque no podremos escapar ante absalon: daos prisa a partir, no sea que apresurándose el nos alcance, nos cause una desgracia y hiera la ciudad a filo de espada. Los siervos del rey le respondieron: - tus siervos estas listos para todo lo que  nuestro señor  y rey decida. El salió entonces, seguido de toda su familia. Y dejo el rey a diez concubinas para que guardaran la casa. Salió pues, el rey con todo el pueblo que le seguía, y se detuvieron en un lugar distante. Todos sus siervos estaban a su lado. Todos los cereteos y peleteos, todos los geteos y seiscientos hombres que le habían seguido a pie desde gat, iban delante del rey. Y dijo el rey a itai, el geteo. - ¿ para que vienes tu también con nosotros? Vuelve y quédate con el rey, pues eres extranjero y estas desterrado también de tu lugar. Ayer viniste, ¿y voy a obligarte hoy a que antes pueda ir; tu vuélvete y haz volver a tus hermanos. ¡ que Jehová te muestre amor permanente y fidelidad! Itai respondió al rey diciendo: - ¡ vive Dios, y vive mi señor, el rey, que para muerte o para vida, donde este mi señor, el rey, allí  estará también tu siervo! Entonces David dijo a itai: - ven, pues y pasa. Itai, el geteo, paso con  todos sus hombres y toda su familia. Todo el mundo lloraba a gritos. Paso toda la gente el torrente cedron; luego paso el rey, y todo el pueblo paso por el camino que va al desierto. Iban también con el sadoc y todos los levitas que llevaban el arca del pacto de Dios; y asentaron el arca del pacto de Dios. Y subió abiatar después que todo el pueblo hubo acabado de salir de la ciudad. Pero dijo el rey a sadoc: - haz volver el arca de Dios a la ciudadd. Si hallo gracia ante los ojos de Jehová, el hará que vuelva y vea el arca y su tabernáculo. Y si dice: no me complazco en ti, aquí estoy, que haga de mi lo que bien le parezca. Dijo además el rey al sacerdote sadoc: - ¿no eres tu el vidente? Vuelve en paz a la ciudad y vuelvan con vosotros vuestros dos hijos: ahimaas tu hijo, y Jonatan hijo de abiatar. Mirad, yo me detendré en los  llanos del desierto, hasta que llegue una respuesta de vosotros que me traiga noticias. Entonces sadoc y abiatar devolvieron el arca de Dios a Jerusalén y se quedaron allá. David subió la cuesta de los olivos, e iba llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos. Todo el pueblo que traía consigo cubrió también cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían. Dieron aviso entonces a David diciendo: ahitofel esta entre los que conspiraron con absalon. Y David exclamó: ¡ entorpece ahora, oh Jehová, el consejo de ahitofel!. Cuando David llego a la cumbre del monte para adorar allí a Dios, husai, el arquita, le salió al encuentro, con sus vestidos rasgados y la cabeza cubierta de tierra. David le dijo: - si vienes conmigo, me serás una carga. Pero si vuelves a la ciudad y dices absalon: rey, yo seré tu siervo; como hasta aquí he sido siervo de tu padre, así seré ahora siervo tuyo,  entonces podrás desbaratar los planes de ahitofel. ¿no estarán allí contigo los sacerdotes sadoc y abiatar? Por tanto, todo lo que oigas en la casa del rey, se lo comunicaras a los sacerdotes sadoc y abiatar. Con ellos están sus dos hijos ahimaas el de sadoc y Jonatan, el de abiatar; por medio de ellos me comunicareis todos los que oigáis. Así fue husai amigo de David a la ciudad; y absalon entro en Jerusalén.

16 Apenas había pasado David un poco mas allá a la cumbre del monte, cuando siba, el criado de mefi-boset, salió a recibirlo con un par de asnos ensillados y cargados con doscientos panes, cien racimos de pasas, cien panes de higos secos y un cuero de vino. El rey pregunto a siba: - ¿para que es esto? Y siba respondió:  - los asnos son para que monte la familia del rey, los panes y las pasas para que coman los criados y el vino para que beban los que se cansen en el desierto. - ¿dónde esta el hijo de tu señor? – pregunto el rey. Siba respondió: - se ha quedado en Jerusalén, porque ha dicho: hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre.  – sea tuyo todo lo que tiene mefi-boset – dijo el rey a siba. Inclinándose respondió siba: - rey y señor mío, halle yo gracia delante de ti. Cuando el rey David llego a bahurim salía uno de la familia de la casa de Saúl, el cual se llamaba simei hijo de gera. Iba maldiciendo y arrojando piedras contra David  y contra todos los siervos de David, mientras todo el pueblo y todos los hombre valientes marchaban a su derecha y a su izquierda. Simei lo maldecía diciendo: ¡ fuera, fuera, hombre sanguinario y perverso! Jehová te ha dado el pago por toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tu has reinado, y Jehová ha entregado el reino en manos de tu hijo absalon; has sido sorprendido en tu maldad, porque eres un hombre sanguinario. Entonces abisai hijo de sarvia dijo al rey: - ¿por qué maldice este perro muerto a mi señor, el rey?  Te ruego que me dejes pasar, y le cortare la cabeza. El rey respondió: - ¿qué tengo que yo que ver  con vosotros, hijos de sarvia? Si el así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David. ¿quién, pues, le dirá: ¿por qué haces esto?? Luego dijo David a abisai y a todos sus siervos: - mirad, hijo mío, salido de mis entrañas, acecha mi vida; ¿cuánto mas ahora un hijo de benjamín? Dejadlo que maldiga, pues Jehová se lo ha mandado. Acaso Jehová mire mi aflicción y cambie en bien sus maldiciones de hoy. Y mientras David y los suyos continuaban su camino, simei iba frente a el por la ladera del monte, andando y maldiciendo, arrojando piedras delante de el y esparciendo polvo. El rey y todo el pueblo que con el estaba llegaron fatigados y descansaron allí.  Absalon y toda  su gente, los hombres de Israel, entraron en Jerusalén, y ahitofel lo acompañaba. Cuando husai, el arquita, amigo de David, llego adonde estaba absalon dijo: - ¡ viva el rey, viva el rey! Pero absalon respondió a husai: - ¿es este tu agradecimiento para con tu amigo? ¿por qué no fuiste con tu amigo? Entonces husai dijo absalon: - no, yo estaré y me quedare con aquel que haya elegido Jehová y también este pueblo y todos los hombres de Israel. ¿ a quien había yo de servir? ¿no es a su hijo? Como he servido delante de tu padre, así lo haré delante de ti. Luego absalon dijo a ahitofel: - dad vuestro consejo sobre lo que debemos hacer. Ahitofel dijo absalon: - llégate a las concubinas de tu padre, que el dejo para guardar la casa. Todo el pueblo de Israel oirá que te has hecho aborrecible a tu padre, y así fortalecerá las manos de todos los que están contigo. Entonces pusieron para absalon una tienda sobre el terrado  y se llego absalon a las concubinas de su padre, ante los ojos de todo Israel. En aquellos días, el consejo que daba ahitofel era como si se consultara la palabra de Dios, tanto cuando aconsejaba a David como a absalon.

17 Entonces ahitofel dijo a absalon: - yo escogeré ahora doce mil hombres, me levantare y seguiré a David esta noche. Caeré sobre el mientras esta cansado y sin fuerzas; lo  atemorizare y todo el pueblo que esta con el huirá. Matare solamente al rey, y así haré que todo el pueblo se vuelva hacia ti ( pues tu buscas solamente la vida  de un hombre); y cuando ellos hayan vuelto, todo el pueblo estará en paz. Este consejo pareció bien  a absalon y a todos los ancianos de Israel. Y dijo absalon: - llamad también ahora a husai, el arquita, para que también oigamos lo que el haya de decir. Cuando husai se presento ante absalon, este le dijo: - así ha dicho ahitofel: ¿seguiremos su consejo o no? Di tu. Husai dijo absalon: - esta vez, el consejo que ha dado ahitofel no es bueno. Y añadió husai: - tu sabes que tu padre y los suyos son hombres valientes, y que están con amargura de animo, como la osa en el campo cuando le han quitado sus cachorros. Además, tu padre es hombre de guerra y no pasara la noche con el pueblo. Seguro que ahora esta escondido en alguna cueva o en otro lugar. Si al principio caen algunos de los tuyos, quienquiera que lo oiga dirá: el pueblo que sigue a absalon ha sido derrotado. Y aun el hombre valiente, cuyo corazón sea como corazón de león desmayara por completo; porque todo Israel sabe que tu padre es hombre valiente, y que son esforzados los que están con el. aconsejo pues, que todo Israel se reúna junto a ti, desde dan hasta beerseba, numeroso como la arena que esta a la orilla del mar, y que tu en persona vayas a la batalla. Entonces lo atacaremos en cualquier lugar donde se halle; caeremos sobre el como cae el roció sobre la tierra, y ni a el ni a ninguno de los que están con el dejaremos con vida. Y si se  refugia en alguna ciudad, todos los de Israel llevaran sogas a aquella ciudad, y la arrastraremos hasta el arroyo, de modo que no se encuentre allí ni una piedra. Entonces absalon y todos los de Israel dijeron: el consejo de husai, el arquita, es mejor que el consejo de ahitofel. Ello porque Jehová había ordenado que el acertado consejo de ahitofel se frustrara, para traer a Jehová la ruina sobre absalon. Dijo luego husai a los sacerdotes sadoc y abiatar: ahitofel ha aconsejado así  y así a absalon y a los ancianos de Israel; y esto otro aconseje yo. Por tanto, mandad a dar aviso inmediatamente a David: no te quedes esta noche en los llanos del desierto, sino pasa enseguida el jordán, para que no sea exterminado el rey y todo el pueblo que con el esta. Jonatan y ahimaas estaban junto a la fuente rogel, y una criada fue y les aviso, porque no podían dejarse ver entrando en la ciudad. Luego ellos  fueron y se lo comunicaron al rey David. Pero los vio un joven, que se lo hizo saber a absalon; sin embargo, los dos partieron a toda prisa, y llegaron a casa de un hombre en bahurim que tenia en su patio un pozo, dentro del cual se metieron. La mujer de la casa tomo una manta, al extendió sobre la boca del pozo y tendió sobre ella el grano trillado, de manera que nada se notaba. Al llegar los criados de absalon a la casa de la mujer, le dijeron: - ¿dónde esta ahimaas y Jonatan? – ya han pasado el vado de las aguas – respondió la mujer. Como ellos los buscaron y no los hallaron, volvieron a Jerusalén. Después que se marcharon, aquellos salieron del pozo y fueron a dar aviso al rey diciéndole: levantaos y daos prisa a pasar las aguas, porque ahitofel ha dado este consejo contra vosotros. Entonces se levanto David, y todo el pueblo que con el estaba, y pasaron el jordán antes que amaneciera; ni uno solo dejo de pasar el jordán. Pero ahitofel, viendo que no se había seguido  su consejo, ensillo su asno, se levanto y se fue a su casa en su ciudad; y después de poner la casa en orden, se ahorco. Así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre. David llego a mahanaim mientras absalon pasaba el jordán con toda la gente de Israel. Absalon había nombrado a amasa jefe del ejercito en lugar de joab. Amasa era hijo de un varón de Israel llamado istra, el cual se había unido a Abigail hija de nahas, hermana de sarvia madre de joab. Israel y absalon acamparon en tierra de galaad. Luego que David llego a mahanaim, sobi hijo de nahas, de raba de los hijos de Amón, maquir hijo de amiel, de lodebar y barzilai, galaadita de rogelim, trajeron a David  y al pueblo que estaba con el camas, tazas, vasijas de barro, trigo, cebada, harina, grano tostado, habas, lentejas, garbanzos tostados, miel, manteca, ovejas y quesos de vaca, para que comieran; porque decían: el pueblo esta hambriento cansado y sediento en el desierto.

18 David paso revista al pueblo que tenia consigo y puso sobre ellos jefes de millar  y jefes de centena. Luego envió David al pueblo, una tercera parte bajo el mando de joab, una tercera parte bajo el mando  de abisai hijo de sarvia, hermano de joab, y una tercera parte al mando de itai, el geteo. Y dijo  el rey al pueblo: - yo también saldré con vosotros. Pero el pueblo respondió: -  no saldrás;  porque si nosotros huimos, no harán caso de nosotros; y aunque la mitad de nosotros muera, no harán caso de nosotros; pero tu ahora vales tanto como diez mil de nosotros. Será mejor que tu nos brindes ayuda desde la ciudad. – yo haré lo que bien os parezca – les dijo el rey. Se puso, pues, el rey a la entrada de la puerta, mientras salía todo el pueblo de ciento en ciento y de mil en  mil. El rey dio a joab, abisai y a itai esta orden: tratad benignamente , por amor  a mi, al joven absalon. Y todo el pueblo oyó cuando dio el rey orden acerca de absalon a todos los capitanes. Salió pues, el pueblo al campo, contra Israel. La batalla se libro en el bosque de Efraín. Allí cayo el pueblo de Israel ante los siervos de David y aquel día se hizo allí una gran matanza de veinte mil hombres. La batalla se extendió por todo el territorio, y aquel día el bosque causo mas muertes que la espada. Iba absalon en un mulo y se encontró con los siervos de David. El mulo entro por debajo de las ramas espesas de una gran encina y se le enredo la cabeza en la encina a absalon que quedo suspendido entre el cielo y la tierra; pero el mulo en que iba siguió adelante. Lo vio uno y aviso a joab diciendo: - he visto a absalon colgado de una encina. Joab respondió al hombre que le daba la noticia: -  y si lo viste, ¿por qué no lo mataste enseguida, derribándolo en tierra? Me hubiera placido darte diez siclos de plata y un cinturón. El hombre dijo a joab: -  aunque me pesaras mil siclos  de plata, no extendería yo mi mano contra el hijo del rey; porque nosotros oímos cuando el rey ordeno a ti, a abisai y a itai:  mirad que ninguno toque al joven absalon. Por otra parte, habría yo hecho traición contra mi vida, pues al rey nada se le esconde, y tu mismo estarías en contra de mía. – no malgastare mi tiempo contigo -  respondió joab. Y tomando tres dardos en su mano, los clavo en el corazón de  absalon, quien estaba aun vivo en medio de la encina. Luego diez jóvenes escuderos de joab rodearon a absalon, lo hirieron y acabarlo de matarlo. Entonces joab toco la trompeta, y el pueblo dejo de perseguir a Israel, porque joab detuvo al pueblo. Tomando después a absalon, lo echaron en un gran  hoyo en el bosque y levantaron sobre el un montón muy grande  de piedras; y todo Israel huyo, cada uno a su tienda. En vida absalon, había tomado la decisión de erigirse una columna la cual esta en el valle del rey, pues pensó: yo no tengo un hijo que conserve la memoria de mi nombre. Y puso a aquella columna su propio nombre, y así sea llamado columna de absalon , hasta el día de hoy. Entonces ahimaas hijo de sadoc dijo: - ¿ correré ahora y daré al rey la noticia de que Jehová ha librado su causa de manos de sus enemigos? Respondió joab: - hoy no llevaras la noticia; la llevaras otro día. Hoy no darás la noticia, porque el hijo del rey ha muerto. – ve tu y di al rey lo que has visto – dijo joab a un etiope. El etiope hizo una reverencia ante joab  y salió corriendo. Entonces ahimaas hijo de sadoc volvió a decir a joab: - de todos modos, yo correré ahora tras el etiope. Joab le dijo: - hijo mío, ¿para que has de correr tu, si no recibirás recompensa por la noticia? – de todos modos, yo correré – respondió el. – pues corre – le dijo el. corrió, pues, ahimaas por el camino de la llanura y se adelanto al etiope. David estaba sentado entre las dos puertas. El atalaya había ido al terrado sobre la puerta en el muro y, alzando sus ojos, miro y vio a uno que corría solo. El atalaya dio un grito y lo hizo saber al rey, el cual dijo: - si viene solo, buenas noticias trae. Mientras el hombre venia acercándose, vio el atalaya a otro corría. Dio voces el atalaya al portero diciendo: ahí viene otro hombre corriendo solo. – también este es un mensajero – dijo el rey. El atalaya dijo de nuevo:  - me parece que el primero corre como ahimaas hijo de sadoc. – ese es hombre de bien y viene con buenas noticias – dijo entonces el rey. Cuando ahimaas se acerco dijo al rey en alta voz: - paz. Y postrándose en tierra delante del rey, le dijo: - bendito sea Jehová, tu Dios, que ha entregado a los hombres que habían levantado sus manos contra mi  señor, el rey. - ¿el joven absalon esta bien? – pregunto el rey. Ahimaas respondió: - vi yo un gran alboroto cuando me envió joab el siervo del rey, pero no se que era. – pasa y ponte allí, - dijo el rey. El paso y se quedo de pie. Llego luego el etiope y dijo:: - traigo buenas noticias para mi señor, el rey: hoy Jehová ha librado tu causa de manos de todos los que habían levantado contra ti. El rey pregunto entonces al etiope: - ¿ el joven absalon esta bien? El etiope respondió: - que a los enemigos de mi señor les vaya como a aquel joven, y a todos los que se  levanten contra ti para mal. Entonces el rey se turbo subió a la sala que estaba encima de la puerta y lloro. Mientras iba subiendo, decía: ¡ hijo mío absalon, hijo mío, hijo mío, absalon! ¡ quien me diera haber muerto en tu lugar, absalon hijo mío, hijo mío!.

19  Entonces avisaron a joab: el rey llora  y se lamenta por absalon.  Y se convirtió aquel día la victoria en luto para todo el pueblo; porque aquel día oyó decir  el pueblo    que el rey estaba afligido por su hijo. Y entro el pueblo aquel día en  la ciudad escondiéndose, como suele entrar a escondidas el pueblo avergonzado que ha huido de la batalla. Pero el rey cubierto el rostro, clamaba en alta voz: ¡ hijo mío absalon, absalon, hijo  mío, hijo mío! Entonces joab entro en la casa donde estaba el rey  y le dijo: hoy has cubierto de vergüenza  el rostro de todos tus siervos y de tus hijas, la vida de tus mujeres y de tus concubinas, amando a los    que aborrecen y aborreciendo a los que te aman; porque hoy has declarado que nada te importan tus príncipes y siervos; hoy me has hecho ver claramente que si absalon viviera, aunque todos nosotros estuviéramos muertos, entonces estarías contento. Levántate pues, ahora, sal y habla bondadosamente a tus siervos; juro por Jehová que si no sales, no quedara ningún hombre contigo esta  noche; y esto será peor para ti que todos los males que te han sobrevenido desde tu juventud hasta ahora. Entonces se levanto el rey y se sentó a la puerta. Cuando se aviso a todo el pueblo: el rey esta sentado a la puerta, vino todo el pueblo delante del rey. Mientras los de Israel habían huido cada uno a su tienda. Y todo el pueblo discutía en todas las tribus de Israel diciendo: el rey nos ha librado de manos de nuestros enemigos y nos ha salvado de manos de los filisteos; pero ahora ha huido del país por miedo de absalon. Y absalon, a quien habíamos ungido sobre nosotros ha muerto en la batalla. ¿por qué pues estáis callados respecto de hacer volver al rey?. Entonces el rey David mando decir a los sacerdotes sadoc y abiatar: hablad a los ancianos de juda y decidles: ¿por qué vais a ser vosotros los últimos en hacer volver el rey a su casa, cuando la palabra de todo Israel ha venido al rey para hacerlo volver a su casa? Vosotros sois mis hermanos; mis huesos y mi carne sois. ¿por qué pues, seréis vosotros los últimos en hacer volver al rey? Asimismo diréis a amasa: ¿no eres tu también hueso mío y carne mía? Traiga Dios sobre mi el peor de los castigos, si no te hago general de mi ejercito para siempre, en lugar de joab. Así inclino el corazón de todos los hombre de juda como el de un solo hombre, para que enviaran a decir al rey: vuélvete tu y todos tus siervos. Volvió pues, el rey y llego hasta el jordán, mientras juda venia a gilgal para recibir al rey y hacerlo pasar el jordán. También simei hijo de gera hijo de benjamín, que era de bahurim, se dio prisa y descendió con los hombres de juda a recibir al rey David. Con el venían  mil hombres de benjamín; asimismo siba, criado de la casa de Saúl con sus quince hijos y sus veinte siervos, los cuales pasaron el jordán delante del rey. Y cruzaron el vado para hacer pasar a la familia del rey y complacer sus deseos. Simei hijo de gera se postro delante del rey cuando este paso el jordán, y le dijo: - ¡ no me culpe mi señor por mi falta! ¡  no recuerdes los males que tu siervo hizo el día en que mi señor, el rey, salió de Jerusalén, ni los guarde el rey en su corazón! Porque yo, tu siervo reconozco haber pecado, pero soy hoy el primero de toda la casa de José que he descendido para recibir a  mi señor, el rey. Entonces intervino abisai hijo de sarvia y dijo: - ¿no ha morir por esto simei, que maldijo al ungido de Jehová?. Pero David respondió: - ¿qué tengo yo con vosotros hijos de sarvia, para que hoy me seáis adversarios? ¿acaso ha de morir hoy alguien en Israel? ¿ acaso no se que hoy vuelvo a ser rey de Israel? Luego el rey dijo a simei: -no morirás. Y el rey se lo juro. También mefi-boset hijo de Saúl descendió a recibir al rey; no había lavado sus pies ni cortado su barba. Tampoco había lavado sus vestidos desde el día en que salió el rey hasta el día en que volvió en paz. Y cuando llego a Jerusalén para recibir al rey, este le dijo: - mefi-boset, ¿por qué no viniste conmigo? El respondió: - rey y señor mío, mi siervo me engaño; tu siervo le había dicho:  ensíllame un asno montare en el y me iré con el rey, porque tu siervo es cojo. El ha calumniado a tu siervo delante  de mi señor, el rey; pero mi señor el rey, es como un ángel de Dios; trátame, pues como mejor te parezca. Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte ante mi señor, el rey. Sin embargo, tu pusiste a tu siervo entre los convidados a tu mesa. ¿que  derecho tengo aun de implorar algo del rey? El rey le dijo: - ¿ para que mas palabras? Yo he determinado que tu y siba os dividáis las tierras. Mefi-boset dijo al rey: - deja que el las tome todas, puesto que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa. También barzilai, el galaadita descendió de rogelim y paso el jordán con el rey, para acompañarlo al otro lado del jordán. Era barzilai muy anciano; tenia ochenta años y había dado provisiones al rey cuando estaba en mahanaim, porque era hombre muy rico. El rey le dijo: - sigue conmigo y yo me encargare de tu sustento en Jerusalén. Pero barzilai dijo al rey: - ¿cuántos años mas habré de vivir para que yo suba con el rey a Jerusalén? ¡ ya tengo ochenta años de edad! ¿puedo distinguir entre lo que es agradable  y lo que no lo es? ¿ gustara ahora tu siervo de lo que coma o beba? ¿ oirá aun la voz de los cantores y de las cantoras? ¿por qué pues,  ha de ser tu siervo una carga para mi señor el rey? Tu siervo seguirá contigo un poco mas allá del jordán, pero ¿para que ha de darme el rey tan gran recompensa? Yo te ruego que dejes volver a tu siervo, para que muera en mi ciudad, junto al sepulcro de mi padre y de mi madre. Aquí esta tu siervo quimam. Que siga el  con mi señor, el rey y haz con el lo que bien te parezca. El rey dijo: - pues siga conmigo quimam y yo haré con el como bien te parezca; todo lo que tu me pidas yo lo haré. Todo el pueblo paso al jordán. Luego que hubo también pasado, el rey beso a barzilai y lo bendijo, y el regreso a su casa. Siguió entonces el rey hacia gilgal y con el paso quimam. Todo el pueblo de juda acompañaba al rey y también la mitad del pueblo de Israel. En esto todos los hombres de Israel vinieron a decir al rey: - ¿por qué los hombres de juda, nuestros hermanos se han adueñado de ti, y han  hecho pasar el jordán al rey a su familia y a todos los siervos de David con el? todos los hombres de juda respondieron a todos los de Israel: - porque el rey es nuestro pariente. Pero ¿por qué os enojáis vosotros  de eso? ¿ hemos nosotros  comido a expensas del rey? ¿hemos recibido de el algún regalo? Entonces los hombres de Israel respondieron a los de juda: - nosotros tenemos sobre el rey y sobre el mismo David, diez veces mas derechos que vosotros. ¿por qué pues, nos habéis menospreciado? ¿acaso no fuimos nosotros los primeros que propusimos hacer volver a nuestro rey? Sin embargo las palabras de los hombres de juda fueron mas violentas que las de los hombres de Israel.

20 Aconteció que se encontraba allí un hombre perverso llamado seba hijo de bicri hombre de benjamín, el cual toco la trompeta y exclamo: no tenemos parte con David, ni heredad con el hijo de isai.  ¡ cada uno a su tienda Israel!. Así todos los hombres de Israel abandonados a David para seguir a seba hijo de bicri; pero los de juda siguieron a su rey desde el jordán hasta Jerusalén. Cuando David llego a su casa en Jerusalén, tomo  el rey las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar la casa, las puso en reclusión y les dio alimentos; pero nunca mas se llevo a ellas, sino que quedaron encerradas hasta que murieron en viudez perpetua. Después dijo el rey a amasa: - convócame a los hombres de juda para dentro de tres días, y preséntate tu también. Fue, pues, amasa para convocar a los de juda, pero se tardo mas tiempo del que le había  sido señalado. Entonces David dijo a abisai: - seba hijo de bicri nos hará ahora mas daño que absalon; toma tu pues, los siervos de tu señor y ve tras el, no sea que alcance las ciudades fortificadas y nos cause dificultad. Salieron en pos de el los hombres de joab, los cereteos de Jerusalén para perseguir a seba hijo de bicri. Estaban cerca de la piedra grande que hay en gabaon, cuando les salió amasa al encuentro. Joab vestía su indumentaria militar y sobre ella llevaba un cinto con una daga envainada pegada a su costado la cual se le cayo cuando el avanzo. Entonces joab dijo a amasa: - ¿te va bien, hermano mío?  Tomo joab con la diestra la barba de amasa como para besarlo. Pero amasa no se cuido de la daga que joab tenia en la mano y este lo hirió con ella en la quinta costilla, derramando sus entrañas en tierra. Así cayo muerto sin necesidad de darle un segundo golpe. Después joab y su hermano abisai fueron en persecución de seba hijo de bicri. Uno de los hombres de joab se quedo junto a el gritando: - quienquiera que ame a joab y  a David, ¡ que siga a joab! Amasa, revolcándose en su sangre yacia en medio del camino. Al verlo todo el que pasaba se detenía. Y viendo aquel hombre que todo el pueblo se paraba, aparto a amasa del camino al campo, y echo sobre el una vestidura. Luego que fue apartado del camino, pasaron todos los que seguían a joab, para ir tras seba hijo de bicri. Seba paso por todas las tribus de Israel hasta abel-bet-maaca, y todos los de barim se reunieron y lo siguieron también. Llegaron los otros y lo sitiaron en abel-bet-maaca. Levantaron contra la ciudad un terraplén y esta quedo sitiada; y todo el pueblo que estaba con joab trabajaba por derribar la muralla. Entonces una mujer sabia grito en la ciudad: -  oíd, oíd; os ruego que digáis a joab que venga acá, para que yo hable con el. cuando el se acerco a ella, dijo la mujer: - ¿eres tu joab? – yo soy – respondió el. – oye las palabras de tu sierva – le dijo ella. – te escucho – respondió el. volvió ella a hablar y dijo: - antiguamente solían decir: quien  pregunte, que pregunte a los de Abel. Y así concilian cualquier asunto. Somos de la mas pacificas y fieles ciudades de Israel. ¡  y tu procuras destruir una ciudad que es madre en Israel! ¿por qué destruyes la heredad de Jehová? Joab respondió diciendo:  - nunca, nunca me acontezca tal cosa, que yo destruya ni deshaga. La cosa no es así: sino de un hombre de los montes de Efraín, llamado seba hijo de bicri, que ha levantado su mano contra el rey David; entregádmelo a el solo y me iré de la ciudad. – su cabeza te será arrojada por encima del muro – dijo la mujer de joab. En seguida la mujer se dirigió a todo el pueblo con tanta sabiduría, que ellos cortaron la cabeza a seba hijo de bicri y se la arrojaron a joab. Toco el la trompeta y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda; mientras joab regreso a Jerusalén junto al rey. Así quedo joab al mando de todo el ejercito de Israel, benaia hijo de joaida al frente de los cereteos y peleteos, adoram como jefe  del los tributos y Josafat hijo de ahilud era el cronista. Seva era el escriba y sadoc y abiatar los sacerdotes. Ira, el jaireo fue también sacerdote de David.

21  Hubo hambre en  los días de David durante tres años consecutivos. David consulto a Jehová y Jehová le dijo: es por causa de Saúl y por esa casa sanguinaria porque el mato a los gabaonitas. Entonces el rey llamo a los gabaonitas y les hablo. ( los gabaonitas no eran  de los hijos de Israel, sino del resto de los amarreos, a los cuales los hijos de Israel  habían hecho juramento. Pero Saúl había intentado matarlos llevado de su celo por los hijos de Israel y de juda). Pregunto pues, David a los gabaonitas: - ¿qué puedo hacer por vosotros, o que satisfacción debo daros para que bendigáis la heredad de Jehová?. Los gabaonitas dijeron: - no tenemos nosotros queja por cuestiones de plata o de oro con Saúl y con su casa, ni queremos que muera nadie en Israel. – lo  que vosotros  digáis, eso haré – respondió David. Entonces dijeron ellos al rey: - de aquel hombre que nos diezmo e intento exterminarnos, para que no quedara nada de nosotros en todo el territorio de Israel, que se nos entreguen siete hombres de sus descendientes y los ahorcaremos delante de Jehová en gabaa de Saúl, el escogido de Jehová. – yo os lo entregare –respondió el rey. El rey perdono a mefi-boset hijo de Jonatan hijo de Saúl, a causa del juramento que David y Jonatan, hijo de Saúl, se habían hecho en nombre de Jehová. Pero tomo el rey a los  dos hijos que rizpa, hija de aja, había tenido de Saúl, armoni, y mefi-boset y a los cinco hijos de mical hija de Saúl había tenido de adriel hijo de barizilai el meholatita, y los entrego en manos de los gabaonitas, quienes los ahorcaron en el monte delante de Jehová. Cayeron aquellos siete al mismo tiempo; fueron muertos en los primeros días de la cosecha, al comienzo de la siega de la  cebada. Entonces rizpa hija de aja, tomo una tela de luto y la tendió para recostarse sobre el peñasco. Allí estuvo desde el principio de la siega hasta que cayo sobre ellos la lluvia del cielo; y no dejo que ninguna ave del cielo se lanzara sobre ellos de día, ni las fieras del campo por la noche. Cuando le dijeron a David lo que hacia rizpa hija de aja, concubina de Saúl, fue el a recoger los huesos de Saúl y los huesos de Jonatan, su hijo de los hombres de jabes de galaad que los habían hurtado de la plaza de bet-san donde los filisteos los habían colgado cuando mataron a Saúl en gilboa. E hizo David que se llevaran de allí los huesos de Saúl y los huesos de su hijo Jonatan; recogieron también los huesos de los ahorcados. Sepultaron los huesos de Saúl y los de su hijo Jonatan en tierra de benjamín, en zela, en el sepulcro de cis su padre; e hicieron todo lo que el rey había mandado. Y  Dios fue propicio a la tierra después de esto. Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel. David descendió con sus siervos y pelearon contra los filisteos. David estaba cansado, e isbi-benob uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos siclos  de bronce y que llevaba ceñida una espada nueva, trato de matar a David; pero abisai hijo de sarvia llego en su ayuda, hirió al filisteo y lo mato. Entonces los hombres de David juraron diciendo: nunca mas de aquí en adelante saldrás con nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel. Otra segunda guerra hubo después en gob contra los filisteos; entonces sibecai, el husatita, mato a saf quien era uno de los descendientes de los gigantes. Hubo otra vez guerra en gob contra los filisteos, en la cual elhanan hijo de jaare-oregim, de Belén, mato a Goliat el geteo cuya lanza tenia el asta tan grande como el rodillo de un telar. Después hubo otra guerra en gat donde había un hombre de gran estatura, el cual tenia doce dedos en las manos y otros doce en los pies, veinticuatro en total; también el descendiente de los gigantes. Este desafió a Israel y lo mato Jonatan hijo de simea hermano de David. Estos cuatro eran  descendientes de los gigantes de gat, los cuales cayeron por mano de David y por mano de sus siervos.

22 Dirigió David a Jehová las palabras de este cántico el día que Jehová lo libro de manos de Saúl y de todos sus enemigos. Dijo:  Jehová es mi roca, mi fortaleza y mi libertador; mi Dios, fortaleza mía, en el confiare; mi escudo  y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio, mi salvador. De violencia me libraste. Invocare a Jehová, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos. Me envolvieron las olas de la muerte, me atemorizaron torrentes de perversidad. Me rodearon los lazos del seol. Tendieron sobre mi lazos de muerte. En mi angustia invoque a Jehová, a mi Dios clame y escucho mi voz desde su templo. Mi clamor llego a sus oídos. La tierra fue sacudida y tembló, se conmovieron los cimientos de los cielos. Se estremecieron porque el se indigno. Humo subió de su nariz, y de su boca un fuego abrasador que lanzaba carbones encendidos. Inclino los cielos y descendió; había tinieblas debajo de sus pies. Cabalgo sobre un querubín y voló; voló sobre las alas del viento. Se envolvió en un cerco de tinieblas, oscuridad de aguas y densas nubes. Por el resplandor de su presencia se encendieron carbones ardientes. Trono de Jehová desde los cielos, el altísimo hizo oír su voz; envió sus flechas y los disperso, lazo relámpagos y los destruyo. Aparecieron entonces los torrentes de las aguas, quedaron al  descubierto los cimientos del mundo ante la reprensión de Jehová, al soplo del aliento de su nariz. Envió desde lo alto y me tomo. Me saco de caudalosas aguas. Me libro de un poderoso enemigo y de los que me aborrecían, aunque eran mas fuertes que yo. Me asaltaron el día de mi desgracia, mas Jehová fue mi apoyo. Me saco a lugar espacioso, me libro porque me amaba. Jehová me recompensa conforme a mi justicia. Conforme a la limpieza de mis manos me ha premiado: porque he guardado los caminos de Jehová, y no me aparte de mi Dios haciendo el mal;  pues todos sus decretos están delante de mi y nunca me aparte de sus preceptos. Fui recto para con el, y me he guardado de mí maldad. Jehová me recompensa conforme a mi justicia, conforme a la limpieza de mis manos antes mis sus ojos. Con el misericordioso te mostraras misericordioso, y recto para con el hombre integro. Limpio te mostraras con el limpio, y rígido serás con el perverso. Tu salvas al pueblo afligido, mas tus ojos abaten a los altivos. Tu eres oh Jehová  mi lámpara; mí Dios que alumbra mis tinieblas. Contigo desbarate ejércitos, con mi Dios asaltare muros. El camino de Dios es perfecto y acrisolada la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en el esperan. Porque ¿quién es Dios, sino solo Jehová? ¿y que roca hay fuera de nuestro Dios? Dios es el que me ciñe de fuerza quien despeja mi camino, quien hace mis pies como de ciervas y me sostiene firme en las alturas; el que me adiestra mis manos para la batalla, y mis brazos para que se doble el arco de bronce. Me diste el escudo de tu salvación y tu benignidad me ha engrandecido. Ensanchaste mis pasos debajo de mi, y mis pies no han resbalado. Perseguiré a mis enemigos y los destruiré , no vuelvo hasta haberlos acabado. Los heriré y derrotare, de modo que no se levanten. Caerán debajo de mis pies. Me ceñiste de fuerzas para la pelea, has humillado debajo de mi a mis enemigos, y has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas para que yo destruyera a los que me aborrecen. clamaron pero nadie los salvo; también Jehová, mas no lo oyó, como a polvo de la tierra los molí como a lodo de las calles los pise y los triture. Me has librado de las contiendas del pueblo, me guardaste para que fuera cabeza de naciones, pueblo que no conocía me servirá. Los hijos de extraños se someterán a mi. Al oír de mi, me obedecerán. Los extraños se debilitaran y saldrán temblando de sus refugios. ¡ viva Jehová! ¡ Bendita sea mi roca! Y en grandecido sea el Dios de mi salvación. El Dios que venga mis agravios y somete pueblos a mis plantas. El que me libera de enemigos, me exalta sobre los que se levantan contra mi y me libra del hombre violento. Por eso te confesare entre las naciones y cantare oh Jehová, a tu nombre. El salva gloriosamente a su rey, y usa de misericordia para con su ungido,  a David y  su descendencia para siempre.

23  Estas son las palabras postreras de David. Dijo David hijo de isai, aquel varón que fue levantado en alto, el ungido de Dios de Jacob, el dulce cantor de Israel: el espíritu de Jehová habla por mi, su palabra esta en mi lengua. El Dios de Israel ha hablado, me hablo la roca de Israel: habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios. Será como la luz matinal, como el resplandor del sol en una mañana sin nubes como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra. Por eso mi casa esta firme en Dios; pues ha hecho conmigo un pacto eterno, bien ordenado en todo y bien seguro, aunque todavía no haya hecho el florecer toda mi salvación y mi deseo. Pero todos los malvados serán como espinos arrancados, que nadie recoge con la mano; quien quiere tocarlos se arma de un hierro o del asta de una lanza, y son allí mismo consumidos por el fuego. Estos son los nombres de los valientes que tuvo David: joseb-basebet, el tacmonita, el principal de los capitanes que era adino el eznita quien mato a ochocientos hombres en una ocasión. Después de el, eleazar hijo de dodo, el ahohita uno de los tres valientes que estaban con David cuando desafiaron a los filisteos que se habían reunido allí para la batalla, y los hombres de Israel retrocedían. Este se levanto e hirió a los filisteos hasta que su mano se canso y se le quedo pegada a la espada. Aquel día Jehová dio una gran victoria y el pueblo volvió  tras el tan solo para recoger el botín. Después de este fue sama hijo de age el ararita. Los filisteos se habían reunido en lehi, donde había un pequeño terreno lleno de lentejas y el pueblo huyo delante de los filisteos. Pero el se paro en medio de aquel terreno lo defendió y derroto a los filisteos. Así dio Jehová una gran victoria. Un día en tiempo de la siega, tres de los treinta jefes descendieron y se unieron a David en la cueva de adulam, mientras que los filisteos acampaban en el valle de refaim. David estaba entonces en la fortaleza y había en Belén una guarnición de los filisteos. Y dijo David con  vehemencia: ¡ quien me diera a beber del agua del pozo de Belén que esta junto a la puerta!. Entonces los tres valientes irrumpieron en el campamento de los filisteos, sacaron agua del pozo de Belén que esta junto a la puerta, se la llevaron y la trajeron a David; pero el no la quiso beber, sino que la derramo como ofrenda para Jehová diciendo:  lejos de mi, oh Jehová que yo hago esto. ¿he de beber yo la sangre de los hombres que fueron allí con peligro de su vida?. Y no quiso beberla. Los tres valientes hicieron esto. Abisai, hermano de joab e hijo de sarvia, era el principal de los treinta. Este alzo su lanza contra trescientos hombres, a quienes mato, y gano renombre  entre los tres. Era el mas renombrado de los treinta y llego a ser su jefe, pero no igualo a los tres primeros. Después benaia hijo de joaida hijo de un varón esforzado, grande en proezas, de gabseel. Este mato a los leones de moab; el mismo descendió y mato a un león en medio de un foso, cuando estaba nevando. También mato el aun egipcio, hombre de gran estatura; tenia el egipcio una lanza en su mano, pero descendió contra el con un palo arrebato al egipcio la lanza de la mano y lo mato con su propia lanza. Esto hizo benaia hijo de joaida y gano renombre entre los tres valientes. Se destaco entre los treinta, pero no igualo a los tres primeros. David lo puso como jefe de su guardia personal. Estaban asimismo entre los treinta ásale hermano de joab; elhanan hijo de dodo, de Belén; sama, el harodita; elica, el harodita; heles, el paltita; ira hijo de iques, el tecoita; abiezer, el anatotita; mebunal, el husatita; salmón, el ahohita; maharai, el netofatita; heleb hijo de baana, el netofatita; itai hijo de ribai, de gabaa de los hijos de benjamín; benaia,  el piratonita; hidai de arroyo de gaas;  abi-albon el arbatita; azmavet, el barhumita; eliaba, el saalbonita; Jonatan, de los hijos de jasen; sama, el ararita; Ahiam hijo de

sarar el ararita; elifelet hijo  de ahasbai hijo de maaca; eliam hijo de ahitofel, el gilonita;  hezrai el carmelita; paarai el arbita; igal hijo de natan de soba; bani el gadita; selec, el amonita; naharai, el beerotita, escudero de joab hijo de sarvia; ira, el itrita; gareb, el itrita, y Urías el heteo. En total treinta y siete.

24  Volvió a encenderse la ira de Jehová contra los israelitas e incito a David contra ellos diciéndole: ve, haz un  censo de Israel y de juda. El rey dijo a joab, general del ejercito que estaba con el: - recorre ahora todas las tribus de Israael, desde dan hasta beerseba y haz un censo del pueblo para que yo  sepa el numero de los habitantes. Joab respondió al rey: -  que Jehová, tu Dios, multiplique al pueblo cien veces mas de lo que es y que pueda verlo mi señor, el rey. Pero, ¿por qué se complace en esto mi señor, el rey?. Sin embargo, la palabra del rey prevaleció sobre la de joab y sobre la de los capitanes del ejercito. Se retiro pues joab, con los capitanes del ejercito, de la presencia del rey para hacer el censo del pueblo de Israel. Pasaron el jordán y acamparon en aroer al sur de la ciudad que esta en medio del valle de gad, junto a jazer. Después fueron a galaad y a la tierra baja de hodsi; de allí a danjaan y a los alrededores de sidon. Luego fueron a la fortaleza de tiro y a todas las ciudades de los heveos y de los cananeos y por ultimo se dirigieron al neguev de juda, en beerseba. Después que terminaron de recorrer toda la tierra, volvieron a Jerusalén al cabo de nueve meses y veinte días. Joad entrego entonces el censo del pueblo al rey; había en Israel ochocientas mil hombres fuertes que sacaban espada y los de juda eran quinientos mil hombres. Después que David censo al pueblo, le peso en su corazón; y dijo David a Jehová: - he pecado gravemente por haber hecho esto; pero ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo porque actuado muy neciamente. Por mañana cuando David se levanto, vino palabra de Jehová al profeta gad, vidente de  David, diciendo: ve y di a David: así ha dicho Jehová: tres cosas te ofrezco; tu escogerás una de ellas, para que yo la haga. Vino pues, gad a David, se lo hizo saber y le dijo: - ¿ que prefieres: que vengan siete años de hambre sobre la tierra? ¿o que huyas tres meses delante de tus enemigos y que ellos te persigan? ¿o que haya tres días de peste en tu tierra? Piensa ahora, y mira que debo responder al que me ha enviado. Entonces David dijo a gad: - estoy en una gran angustia. Pero es preferible caer ahora en manos de Jehová, porque sus misericordias son muchas, que caer en manos  de los hombres. Entonces Jehová envió la peste sobre Israel, desde la mañana hasta el tiempo señalado, y murieron setenta mil hombres del pueblo desde dan hasta beerseba. Y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla Jehová se arrepintió  de aquel mal, y dijo al ángel que exterminaba al pueblo: basta ya; detén tu mano. El ángel de Jehová estaba junto a la era de arauna, el jebuseo. Cuando David vio al ángel que castigaba al pueblo, dijo a Jehová: -  yo peque, yo hice lo malo, ¿qué hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mi y contra la casa de mi padre. Vino gad adonde estaba David aquel día y le dijo:  sube y levanta un altar a Jehová en la era de arauna, el jebuseo. David subió conforme al dicho de gad según lo había mandado Jehová. Arauna miro y vio al rey y a sus siervos que venían hacia el. salió entonces arauna, se inclino delante del rey, rostro a tierra, y dijo: - ¿por qué viene mi señor, el rey, a ver a su siervo?. David respondió: - para comprarte la era y edificar en ella un altar a Jehová, a fin de que cese la mortandad del pueblo. Arauna dijo a David: - tome y ofrezca mi señor el rey lo que bien le parezca; ahí tienes bueyes para el holocausto, los trillos y los yugos de los bueyes para la leña. Todo esto, oh rey arauna lo da al rey. Luego dijo arauna al rey: - Jehová tu Dios te sea propicio. El rey dijo a arauna:  - no, la comprare por su precio; porque no ofreceré a Jehová mi Dios, holocaustos que no me cuesten nada.  Y David compro la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata. Edifico allí David un altar a Jehová y sacrifico holocaustos y ofrendas de paz. Entonces Jehová oyó las suplicas de la tierra y ceso la plaga en Israel.

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