DESCRIPCIONES
Mi amiga Anna es amable, graciosa, su voz delicada, al reír, vibra con cierta gracia, invitándote a reír con ella. Es trabajadora, pues mientras charlamos, lentamente y entretenida, va haciendo los deberes.
Sus ojos son discretos, de un color castaño miel; si te fijas, verás que sus pestañas se ondulan hacia arriba con aire gracioso; cuando le miras a los ojos, puedes adivinar todo lo que ella piensa, pues son muy expresivos. Su nariz es pequeña, ciertamente chata y morenilla, como su cara. Su pelo es largo, le llega hasta la cintura; sus largos mechones rubios parecen cintas de oro, y, cuando le da el aire, se mueve, como si estuviera vivo, como si quisiera irse volando con el viento... Su cuerpo parece el de una pequeña muñeca de porcelana, delgado, frágil y sin rasguños.
Elena Pérez
Pelasta es mi tía del pueblo. Sus ojos son grandes como dos platos y de color azul celeste como los de mi madre, porque son de la familia. Su nariz es muy grande, como el Everest, y con una verruga, más o menos como las de las brujas. La nariz es rosa completamente, como una rosa recién nacida. La boca es pequeña como la de un bebé y mal pintada con pintalabios.; como el pintalabios es de color gualda le resaltan mucho los labios. Las orejas son grandes, como las de Dumbo, pero más sucias, y rojas por el frío que hace en la calle. La cara es sonrojada y pálida, pero arrugada como la piel de un elefante.
Es antipática y no muy guapa, como su hija. Su mirada es igual que la de un lince, dulce y a la vez conquistadora. A veces es mala, otras veces, no. Es inteligente y estratégica, sobre todo para los juegos. Tiene muchos trucos para hacer bien los problemas de matemáticas y también para prepararle la comida a su gato. Pelasta es muy plasta. Le gusta mucho ir en bici por el parque. En las reuniones siempre está seria.
Raúl Ansón Colla
Kenza vive en Tarragona, en un pueblo llamado Constantí, cerca de la Playa. kenza tiene ocho años y es muy guapa y muy moderna.
Su rostro es moreno y su piel es tan suave como una pluma. Tiene las mejillas sonrosadas y dan ganas de acariciarlas. Kenza tiene la cara semejante a un osito de peluche.
Su cabello es resbaladizo y del color de la madera del pino. Como he dicho antes es muy moderna, por eso, su hermana Keila, de 15 años, le hace unos peinados muy exóticos
Kenza tiene los ojos de color acaramelado intenso. Llenos de expresión, cautivadores y muy vivarachos.
Su boca es pequeña, sus labios son brillantes y de color rosa pálido.
A mí me parece una chica muy maja; a pesar de su edad tiene mucho sentido del humor, es positiva, bromista, habladora, agradable y trabajadora. Yo me lo paso muy bien con ella y con toda su familia.
Kenza es una chica genial.
Dorita Garrido
Victor tiene unos ojos casi juntos y de color azabache. Lleva unas gafas enormes que se apoyan en su nariz completamente perfecta.
A veces, tiene un problema con su nariz, pues de cuando en cuando le sale mucha sangre.
Pasa mucho tiempo mezclando chicle, con su pequeña boca. El pelo lo cuida mucho y lo protege del viento.
Su gran afición es el fútbol, pero se le pasa el tiempo en el ordenador.
No es mentiroso y su gran imaginación proviene de sus largas horas viendo la televisión.
Adora a su perro Roky que es un gran comilón.
Rogelio Sancho Esteban
Nadia tiene carisma. No se nota hasta que no estás un rato con ella y te mira con sus grandes y expresivos ojos verdes y sonríe. En su perfilada tez blanca no se forma ninguna arruga; simplemente se enrojecen un poco sus mejillas, del mismo color que sus labios de un rojo intenso...
Nadia es alta, tiene las piernas perfectas para correr y una espalda ancha.
Su pelo liso y moreno tiene reflejos del color de la caoba y nunca ha tenido piojos, nunca.
Nadia es más bien tranquila, le gusta tumbarse al sol en posición lagarto y leer; le encanta leer.
En cuanto ve a alguien simpático y con los mismos gustos que ella le sonríe de una forma que sólo ella sabe y le habla de las grandes aventuras de sus libros, y al momento él o ella quedan cautivados por Nadia y se hacen amigos.
A Nadia le gusta correr, además de leer, y tumbarse al sol, pero se cansa muy pronto. Aún así, siempre lleva chándal, porque le resulta más cómodo. Los tiene para todas las ocasiones...
Ahora mismo sonríe a una chica que pasa por allí, y, de inmediato, va a sentarse junto a Nadia, fascinada por las aventuras de Hansel y Gretel...
Nadia Tiene Carisma.
Celia Delgado
El ábaco es un objeto muy antiguo que se utilizaba en vez de la calculadora. Era y es utilizado en Oriente por los pequeños comerciantes para hacer las cuentas.
Este instrumento está hecho de madera de color marrón rojizo. Tiene 13 barras. La cuarta y la décima son de metal. El resto son de bambú. Tiene forma rectangular. Está dividido en dos partes. En la parte de arriba, que es el rectángulo más pequeño, cada barra tiene dos cuentas. En la de abajo, cada barra contiene cinco cuentas.
Como adornos tiene unas placas de metal. Arriba hay una placa plateada con dos flores y letras chinas. Debe de ser muy fácil de usarlo si se sabe, pero parece muy complicado.
Javier Cebollada
Mi armario es de color marrón claro. Mi papá dice que es de madera de pino, aunque los hay de muchos tipos de madera.
Llega casi hasta el techo y tiene tres puertas y dos cajones grandes que ocupan todo el largo del armario.
En la parte de arriba tiene una banda que ocupa la mitad del armario. Ahí coloco mis jerseys, mis mantas y otros tipos de ropa.
Tiene una barra metálica aproximadamente en la mitad del armario donde cuelgo mis chaquetas, pantalones y vestidos.
En la otra mitad hay tres bandas donde también coloco algún juguete, regalos de mis amigos y ropa que me queda pequeña. En un cajón guardo los zapatos, porque mi madre si no me regaña, en el otro guardo mi ropa interior.
También tengo un baúl donde tengo mis secretos. Tiene dos puertas y en el interior tengo espejos y por fuera hay pegado un póster de mi actor favorito.
Mi madre dice que hay que comprar otro porque además de ser un poco viejo se me queda pequeño. Encima del armario tengo dos cajas grandes de cintas y libros y material del colegio de otros años.
Lorena Ortínez
El objeto del que voy a hablar es un ordenador, un artilugio muy común, y, en mi clase además, muy utilizado, aunque el que más lo usa es el profesor.
El ordenador de mi clase es gris, más bien plateado, de tamaño normal, aunque muy cuadrado, situado en un rincón de la clase.
Bajo la pantalla hay cuatro botones, uno para apagar el monitor; de los otros tres desconozco su funcionamiento.
Tiene varios cables, conectados a un enchufe, que a su vez está incrustado en la pared. El ordenador está situado en una mesa muy larga, que parece ser que era la antigua mesa del profesor.
La torre es muy voluminosa, pues ocupa casi todo lo ancho de la mesa; tiene dos o tres departamentos para meter discos,...
La torre es gris y negra a juego con el monitor y tiene además rendijas con una especie de ventiladores.
Encima de la pantalla hay un cuadradito que pone HP, la marca del ordenador, y el sistema de su sistema operativo es W XP. En la torre hay además una pegatina con el símbolo de Windows.
Félix Grafulla
El reloj de péndulo de mi casa
En el cuarto de estar de mi casa hay un reloj de péndulo colgado de la pared. Ahora voy a describirlo.
Este reloj es de cristal y de madera, es muy bonito. La madera que tiene es de roble brillante. Tiene una forma decorativa que pega con todas las paredes.
Es muy largo, pero no es muy ancho. Tiene un péndulo que si te lo quedas mirando te hipnotizas, es de color dorado que emite destellos brillantes, no es muy grande.
Tiene doce números y tres agujas: el segundero, el minutero y la que marca las horas. Los números están dibujados dentro de una circunferencia.
El reloj tiene una musiquilla para cada hora y luego toca las campanadas según la hora. Empieza a tocar a las seis de la mañana y acaba de tocar a las diez de la noche. De once de la noche a las cinco de la mañana no hay musiquilla.
La música es muy agradable y alegra, pero, cuando me tengo que levantar, me dan unas ganas de darle un martillazo.
Que yo recuerde este reloj ha estado siempre en esta casa. Da un toque de alegría a la casa con la música. A veces, me molesta, porque estoy hablando por teléfono y no oigo a la que está al otro lado.
Como las campanadas suenan muy fuertes, los vecinos de arriba, los de abajo y los de los lados se tendrán que enterar de la hora.
Irene Serrano
Mi teléfono es nuevo, lo tenemos desde hace una año. Con lo de nuevo me refiero a que es el más nuevo que tenemos. Tiene 31 botones y es de color blanco. Arriba a la izquierda pone "Telefónica" y en medio pone "Domo"
Los botones más importantes son el 112 que es rojo, los botones de marcar, el botón del contestador y el botón de mensajes. Tiene dos formas de cortar las llamadas: dándole a un botón que hay en el soporte o colocando el auricular en el soporte. El auricular se une al soporte con un cable en espiral.
Tiene una pantallita en la que al marcar los números se ven. Se ve la hora, el día y el mes, también las nuevas llamadas. A un lado hay una luz que parpadea cuando hay mensajes y que se enciende por completo cuando coges el auricular.
Debajo hay dos sitios en los que se enchufan cables. Y debajo del auricular se escribe el número de teléfono de tu casa.
Elena Maicas
Mi abuela tiene en Fuendejalón dos televisores; el que voy a describir es el pequeño, que está situado en la cocina.
Entrando en la cocina verás que está colocado al lado de la nevera; es de color gris y negro, con tres botones que sirven para cambiar de canal, para enchufarla y el del volumen.
La imagen se ve borrosa, en blanco y negro y además tiene un defecto, ya que solamente se cogen dos canales: el uno y el tres.
La semana pasada, cuando mis padres se fueron, me fui un momento al cuarto de baño y, al salir, me pegué un susto de muerte, pues creí que alguien había entrado en casa, ya que el volumen de la tele estaba a tope. Pero no fue así, se subió sola. Después de un montón de años que lleva ahí plantada, creo que hace lo que quiere.
Lo que yo no me explico es que una tele tan pequeña pueda tener veinte cables por la parte posterior.
Mi padre y yo le decimos a mi abuela que la tiene que cambiar, pero ella, con lo que la quiere, no está por la labor, ya que le ha cogido afecto a este pequeños televisor de diez pulgadas y de marca Philips.
Pablo Miguel
En mi clase, cuando entras por la puerta, está la mesa de mi profesor.
No es muy grande, es cuadrada, de color verde y marrón; está al lado de unos ordenadores y detrás hay dos pizarras.
Hay tres cajones donde mi profesor guarda los papeles, los libros, etc,... Encima de la mesa tiene la grapadora, cubiletes con bolis, una cinta sobre la paz, algunos libros.
Ana María Gutiérrez
En el salón de mi casa hay una televisión. Es demasiado nueva. No tendrá más de dos meses. Al lado de la televisión hay una Play Station 2, que, por cierto, no me da tiempo de jugar con ella. (Para eso ya está mi hermano, a quien le gusta mucho jugar con ella).
La televisión tiene forma cuadrada. Los lados están un poco curvados. Por detrás tiene forma abombada. Su color es plateado, no muy brillante. La marca es Philips (la han puesto en relieve para que se note).
Mi televisión, como todas, tiene botones. Sólo uno sé para qué sirve: para encender la televisión. La televisión tiene unos cables que hacen conexión con la Play Station 2. Los cables tiene en la punta plástico de diferentes colores. Los colores son blanco, rojo y amarillo. A los lados de la televisión hay muchos agujeros de color negro. Abajo, a los lados, hay unos altavoces que parecen branquias. La antena es de color plateado. En la punta hay un trozo de plástico de color negro. Es muy fácil encogerla.
Su tamaño no es grande, pero tampoco pequeña. Es más ancha que alta. No ocupa mucho espacio. Está encima de un armario de altura mediana. Dentro del armario meto las cintas de vídeo y DVDs, juegos de la Play Station 2 y el mando de la misma.
Al lado de la televisión hay una Play Station 2 de color negro. Es bastante pequeña y muy práctica. Si la miras desde arriba es rectangular. Tiene un mando de color negro. Por la parte superior pone PS2. hay tres botones con una lucecita que parpadea.
Pablo Luis
La televisión que tengo en el pueblo
Hoy vamos a hablar de la televisión del pueblo, es decir, de la de la abuela.
Es grande, de color negro, y, cuando está apagada, se enciende una bombilla roja.
Tiene 21 pulgadas y tiene un canal de deportes.
Los canales están cambiados. Yo aún no me he acostumbrado. Está encajonada en un estante de una librería; la librería está en un salón cocina.
Encima de la televisión hay un pequeño mantel, con un vasico con palillos.
Debajo de la pantalla en el centro hay un botón muy grande que sirve para apagar y encender la tele.
Es de la marca Phillips. Si la desmontas hay una especie de bombilla gigante con una especie de pilas. No se puede manipular porque acumulan energía; el mando de la televisión es de otra marca, porque se rompió el mando antiguo.
Con los botones del mando se sube el volumen o se baja, también se pone otro tono de color. El mando es de color gris plata.
La televisión por detrás está acabada como si fuera un ordenador. No tiene ni vídeo no DVD; no tiene televisión por cable.
Debajo de la marca, enfrente hay una caja que no sé para qué sirve.
Alberto Gimeno
La televisión es un aparato que está en todos los hogares. Su objetivo es entretener, aparte de dar información de lo que sucede en el mundo. También divulga la cultura a través de programas culturales.
La programación de la televisión es bastante extensa y variada. Abarca programas deportivos de toda clase de deportes como el fútbol, baloncesto o tenis. También hay programas de narraciones históricas. Hay programas que estudian y tratan la naturaleza y los animales que habitan en ella.
Hay que comentar que en la televisión hay varios canales de emisión. Unos son de empresas privadas y otros de canales públicos.
La televisión se regula con el mando a distancia. Por medio de los botones podemos dar más volumen, brillo o cambiar canales. Con el mando a distancia se puede consultar el teletexto.
Empresas que se dedican a la fabricación de televisores son varias como Phillips, Sanyo, Radiola o Telefunken. Las más modernas son las de pantalla de plasma.
Rogelio Sancho
Hoy lunes estoy muy contenta, porque por fin mi colegio se ha subido al tren de la tecnología y nos han traído ordenadores nuevos. Un señor con bigote ha repartido dos ordenadores por cada clase.
A continuación paso a describir uno de ellos:
Tiene pantalla plana, parecida a una televisión, pero más pequeña. Si lo enchufas, se ve un salvapantallas que es una foto de toda la clase de 5º de Primaria.
Una torre con forma rectangular, con unos botones en el medio, que sirven para encenderlo y apagarlo. También tiene unas bandejitas para meter los CDs y los disquetes.
Un teclado inalámbrico, de color negro, muy bonito, con las teclas en blanco. Se acompaña de una ratón también inalámbrico, al que no le gusta el queso..., sólo come pilas.
Unos altavoces pequeños que se pueden quitar y poner para escuchar música.
Una impresora con una boca muy grande, que siempre tiene hambre de papel y a la que casi nunca se le gasta la tinta.
Se completa con un aparato plano de color gris, igual que todo el ordenador y tapa de plástico duro de color blanco, que hace fotocopias de muchos colores; me parece que se llama scáner.
Dentro se encuentra su gran corazón lleno de megas, que nos servirán para que podamos trabajar, escuchar música y jugar a la vez.
Ahora sólo nos queda que nos lo instalen a la red y que nos pongan Internet. Más tarde, nuestro profesor nos irá explicando cómo funcionan los programas y poco a poco iremos trabajando con él.
Elisa Zamora
Tardé meses en conseguirla, ocupa un espacio considerable, es de un material que atrae el polvo, pero aún así me encanta mi MINICADENA, sí, sí, en mayúsculas, porque le tengo mucho aprecio ( no sé por qué siempre cojo aprecio a las cosas inertes...), aunque hace poco que la tengo, me he acostumbrado a ella ( y quién no) y la voy a describir lo mejor que pueda, a ver si os parece chula; ahí va.
Ya he dicho que mi minicadena ocupaba un espacio considerable. Estaba exagerando. Es que no sabía cómo empezar la redacción...
Mi minicadena no ocupa mucho, aunque es grande y plana. Tiene una barrita que se pone azul cada vez que la enciendo y una pantalla donde en letras digitales pone "Hello" antes de cambiar a las diversas opciones. Entre las más elegidas está la radio; yo pongo "Los cuarenta principales", lo recomiendo.
Bueno, bueno, que me voy del tema...
Decía que mi m.n. (a partir de ahora la llamaré así para abreviar) tiene una barrita azul y una pantalla digital. Bueno, esa pantalla la tienen todas las m.n., al igual que el color. Creo que todas las m.n. suelen ser plateadas, al igual que la mía... Los altavoces, de pulida madera con redecillas que tapan los agujeros por donde sale el sonido. En uno de ellos pegué un día un adorno de navidad: una pequeña piña (de la de los pinos) y unas hojas de acebo (de mentira, claro), pero me pareció que quedaba muy hortera y lo despegué. Aún queda un rastro de pegamento en una esquina de la madera. Los botones de mi m.n. son alargados y un poco complicados, yo entiendo mejor los del mando...
Y menudo lío me llevé para poner la hora, que sale en la pantalla digital cuando la m.n. está apagada.
Bueno, luego resulta que no tenía pilas el reloj, en fin...
Pulsando un botón (open-close) se abre o se cierra la tapa del lector de CDs, donde yo suelo introducir discos de "Estopa", de "La oreja de Van Gogh" y de "Amaral". También, por la mañana, me despierto con la radio, me visto con la radio, a veces hago los deberes con la radio...
Pero aún no os he contado cómo la conseguí. Fue en el Eroski (vamos, en el supermercado de toda la vida). Daban puntos por las compras, y con esos puntos daban regalos como juegos de tazas, una batidora, un discman o una m.n. por 300 puntos más 29,50 €. Mis padres estuvieron de acuerdo y, al fin, la conseguimos, pues mi padre es el que siempre compra en el Eroski y, por lo tanto, el que adquiría los puntos, y mi madre me ayudó a pegar los puntos en el boleto, tarea nada divertida y muy costosa para alguien que se come las uñas, como yo...
Al final, y sin lugar a dudas, la m.n. ha sido buena elección y ahora se encuentra cómodamente situada a la izquierda del sinfonier de mi cuarto, y encima del sinfonier está la pecera, y dentro de la pecera está mi pez, Rin, el que se extraña y se asusta un poco cada vez que suena la música por toda la habitación, y cuando la pongo fuerte, por toda la casa...
Celia Delgado
En mi habitación tengo un montón de peluches, pero ahora voy a describir el favorito.
Mi peluche preferido se llama Fredy. Es un peluche de tamaño pequeño.
Lleva puesto un mono amarillo que es muy suave. Este mono suave y amarillo tiene un bolsito. Ahí es donde coloco su platito de color amarillo y una mariquita muy pequeña.
En su mano lleva un biberón de tres colores distintos, rosa, blanco y amarillo. Su cabecita es de color marrón; la nariz es de color marrón muy claro. En la boca tiene una sonrisa muy grande muy grande, bonita y con la lengua sacada fuera de la boca. Los ojos son de color verde y parece que tiene sueño. Las orejas son marrones más oscuras que su cara que es alargada.
En las puntas de los pies, en la barriguita y en las puntas de las orejas tiene como unas pequeñas bolitas de tal forma que cuando las tocas suena.
Bueno, ahora silencio, porque Fredy se ha quedado dormido.
Jennifer Alves
Los pianos han hecho famosa a mucha gente. Por ejemplo, hace 245 años, en 1760, Mozart empezó a componer canciones para piano. Beethoven también es otro compositor alemán muy famoso. Igual yo también puedo llegar tan lejos como ellos.
El piano pertenece a la familia de instrumentos de cuerda y teclado. Mi piano es eléctrico, de la marca Yamaha, es de color azul marino y gris. Es bastante más pequeño que un piano de cola. Mide aproximadamente un metro de largo y treinta centímetros de ancho.
Tiene muchos botones de diferentes colores y tamaños. A los lados, en la parte superior, se encuentran unos altavoces planos y redondos. Al lado del altavoz de la izquierda hay un botón rojo que es para encender y apagar el piano. Debajo está una ruleta negra para subir y bajar el volumen.
A la derecha hay un botón azul que sirve para marcar el ritmo de la canción. Puede ir muy lenta o muy rápida, según tu gusto. Encima hay una pantalla con un pentagrama. Tiene dos claves, la de Sol y la de Fa. Puedes hacer que suene otro instrumento en vez del piano: violín, flauta, arpa, clarinete, trompeta...
Mi piano tiene, como todos, teclas blancas y negras. Las blancas emiten sonidos naturales, las negras, sonidos alterados. Mi piano tiene cinco octavas. Una octava son las notas que hay, por ejemplo, entre un Do y otro Do.
Un piano sirve para representar obras o piezas musicales. Yo lo utilizo para eso. A veces le doy clases a mi hermana. El piano puede transmitir todo tipo de sentimientos: alegría, tristeza, miedo, misterio...
Yo practico piano todos los días laborables al mediodía. Cuando acabo de tocar, lo tapo con una manta amarilla de rayas verdes que tiene la medida perfecta para mi piano.
Ana Arteaga
El piano que voy a describir tiene menos de un año.
Su color es marrón por la parte de arriba y plateado por debajo y por los laterales.
Mide ciento treinta centímetros de longitud y diez de alto. Tiene ochenta y siete teclas: cincuenta y siete teclas blancas y treinta negras.
Es un Casio PX 100. tiene forma de rectángulo. La silla es de cuarenta cms., de alto y sesenta de largo.
El piano tiene diecisiete botones de los cuales unos no sé para qué sirven y otros sí: ocho son para distintos tipos de música; los otros son para otras cosas.
Javier Mellado
Volver En el cuarto de mis padres encima del cabecero de la cama se encuentra una radio – despertador.La radio es plateada, como el ordenador de mi clase, posee siete botones negros rectangulares en su parte superior; dos sirven para cambiar la hora, otro para apagarla, uno para encenderla, otro que sirve para cambiar la hora de alarma, otro para quitarle el sonido y el séptimo no se para que sirve. También podemos ver en el lado derecho dos ruletas negras, una sirve para cambiar de emisora y la otra para subir y bajar el volumen.
En su parte frontal tiene un reloj digital con los números rojos luminosos, que me recuerdan a los de los termómetros que se encuentran en las calles que también dan la hora.
La radio – despertador avisa a mi madre y a mi padre a las siete y media de que ya es hora de levantarse para ir a trabajar, a veces me despierta a mi también porque mi cuarto está al lado del suyo.
Mi madre a veces escucha la radio cuando plancha porque suele hacerlo en su cuarto y pone o bien música o bien escucha las noticias .
Daniel Ceresuela
En esta redacción sobre un objeto os voy a hablar de un ordenador, pero no de un ordenador cualquiera, sino de mi ordenador, el ordenador en el que juego, hago los deberes, buscamos cosas en Internet, trabaja mi padre y a veces también mi madre...
La torre, el monitor y el teclado de mi ordenador son de color marfil grisáceo; la impresora es del mismo color y sus lados son grises más oscuros. El ratón es plateado, igual que el módem del ADSL.
Antes teníamos otro ratón que era del mismo color que el resto del ordenador, ahora tenemos éste porque el que teníamos al principio se estropeó.
El módem del ADSL lo tenemos desde hace dos o tres meses, como ya he dicho es plateado y tiene dos luces verdes, también tiene dos cables: uno va a la torre y el otro al teléfono. El ADSL sirve para que Internet vaya más rápido, pero a nosotros nos parece que va igual que antes.
El monitor tiene seis botones, uno para encenderlo y apagarlo, dos para dar más o menos brillo y otros dos para regular el color y el sexto no sé para que sirve. Tiene una luz que se pone verde si está encendido.
La torre tiene cinco botones: uno para encender el ordenador que es grande, ovalado y azul, debajo hay otro del mismo color y forma aunque más pequeño y que sirve para reiniciarlo. Tiene un botón pequeño, blanco y redondo debajo de la abertura por la que se meten los discos de tres y medio. También tiene dos botones debajo de la abertura por la que se meten los CD-Rom que sirven para meterlos y sacarlos.
El teclado es de forma rectangular como casi todos, a mí me cuesta mucho escribir porque el teclado no tiene las teclas en orden alfabético, pero aún así me voy acostumbrando. Además de las teclas con las letras, los números y los otros signos en la parte superior a la derecha tiene tres lucecitas verdes.
Con la impresora imprimo los trabajos de clase y también imprimo algunas fotos que hacemos con una cámara digital. Tiene dos bandejas, una por la que metemos los folios y otra por la que salen ya imprimidos. También tiene dos botones que llevan una luz cada uno.
Mi ordenador, no es de los más nuevos, ¡ qué va a ser de los más nuevos, no tiene nada que ver con el negro y gris de clase que es de los más nuevos, el mío tiene unos seis años pero no me quejo porque mientras sirva me da igual.
Daniel Ceresuela
En la plaza del pueblo de mi madre no hay nadie hasta las once.
A las once, es cuando los niños vamos a jugar a fútbol, también suele haber unos señores mayores sentados en un banco y hay otros niños jugando en el frontón a veces con palas y otras veces con raquetas de tenis.
Al fondo de la plaza hay un bar donde me manda a veces mi abuela a comprar, porque también tienen tienda y donde también nos tomamos el vermut con mis tíos y con mis padres.
A la derecha de la plaza hay un muro en el cual está un banco que lo recorre, al otro lado del muro hay unos huertos en los que muchas veces se nos cae la pelota y hay que ir a buscarla.
A la izquierda hay una casa con una verja y también se nos cae la pelota al otro lado de la verja. En ese mismo lado hay una calle en cuesta por la que se nos cae rodando la pelota y una de las paredes del frontón.
Enfrente del bar está la pared del frontón contra la que se tira la pelota y la calle por la que yo voy a la plaza a jugar o a comprar el pan.
Como mi pueblo es muy pequeño no tiene panadería y lo traen de un pueblo cercano llamado Burgui en una furgoneta que atraviesa todo el pueblo pitando para avisar que llega el pan. El pan llega a la plaza a las dos y media, que a mí me parece que es la hora en la que más gente hay en la plaza.
En las fiestas de mi pueblo casi todos los actos se celebran en esta plaza, un día hay chocolatada, donde por cierto, el chocolate está muy rico; otro día hay partido de pelota, una pareja de mi pueblo contra otra de otro pueblo; otro día cada casa hace unos bocadillos de tortilla de patata y luego los recogen y los comemos todas las personas del pueblo en la plaza y además todos los días hay baile por la tarde y por la noche.
A mi esta plaza me trae muy buenos recuerdos porque me divierto mucho con mis amigos y en las fiestas me lo paso muy bien.
Daniel Ceresuela Salvoch