GRADO 6

GEOGRAFÍA, LA CIENCIA DE LA TIERRA

OBJETIVOS: Identificar las principales características de la geografía física de cada continente.

Reconocer los aspectos básicos de la configuración geológica de la tierra.

Establecer relaciones entre los valores ecológicos y las condiciones socioeconómicas de las sociedades y la manera como se conserva o destruye el medio ambiente.

  GEOGRAFÍA, LA CIENCIA DE LA TIERRA

 

CÓMO LLEGAS CADA DÍA A TU COLEGIO: ¿CAMINANDO? ¿EN BUS? ¿EN MOTO?

Cualquier medio que utilices para desplazarte te pone en contacto con vías, edificaciones, paisajes naturales, perso­nas... A través de los sentidos tienes la experiencia del medio en el cual vives y, silo deseas, eres capaz de describirlo. Si lo haces, estás haciendo geografía, ya que una de sus funciones consiste en describir los lugares en los cuales vivimos.

•    EL QUEHACER DE LA GEOGRAFÍA

Los lugares que recorremos diariamente, los que habitamos y los lugares lejanos de los cuales tenemos noticia a través de los medios de comunicación y de otras personas, reciben el nombre de paisajes. Podemos hablar de dos clases de paisajes, a saber:

•  Paisajes naturales: los constituyen aquellos lugares que no han sido alterados o transformados por acción del ser huma­no. Por ejemplo, los bosques, los arrecifes, las reservas natu­rales, las cuencas de los ríos, etc.

•  Paisajes culturales: están formados por todos aquellos luga­res que son producto de la intervención humana. Por ejemplo, las ciudades, los puertos, los pueblos, etc.

Existe una gran relación entre el ser humano y el paisaje. Por ejemplo, cuando un grupo humano necesita alimentos, cultiva la tierra y cría animales; cuando necesita trasladarse de un lugar a otro, construye caminos y fabrica vehículos; cuando necesita pro­tegerse de las inclemencias del tiempo, construye viviendas. En fin, utiliza elementos del paisaje natural y los cambia.

El estudio de los paisajes naturales y culturales y de la relación de estos paisajes con el ser humano constituye el quehacer pro­pio de la geografía. Pero aunque es evidente que a la ciencia geo­gráfica le interesan los paisajes en particular, por ejemplo una determinada montaña, una ciudad o un océano, el esfuerzo máxi­mo de la geografía se centra en tratar de comprender la Tierra como un todo y relacionar todos los fenómenos que en ella se pre­sentan. Por ejemplo, es tarea de la geografía analizar el impacto que tiene el crecimiento de la población en la producción y dis­tribución de los recursos naturales a nivel mundial.

En relación con los fenómenos físicos y humanos que se pre­sentan en la Tierra, la geografía aborda los siguientes aspectos:

•  Localización y distribución: la geografía ubica los lugares en los que ocurren los fenómenos y las causas que los pro­dujeron.

•  Descripción: la geografía describe los paisajes terrestres y presenta sus características.

•  Universalización, comparación o generalización: la geo­grafía estudia los fenómenos particulares ocurridos en cual­quier lugar del mundo y los relaciona con otros similares para establecer teorías.

•  Conexión y coordinación: la geografía determina cómo se influyen mutuamente algunos fenómenos.

•  Evolución y dinamismo: la geografía comprende la natu­raleza como una realidad en permanente cambio.

En resumen, podemos decir que la geografía es la ciencia que busca conocer y comprender la Tierra como un todo y en sus diversas partes y explicar los fenómenos que la afectan, estable­ciendo relaciones entre ellos.

 •    HISTORIA DE LA GEOGRAFÍA

Hoy en día que contamos con recursos técnicos muy sofistica­dos, como computadores, satélites, transbordadores espaciales, submarinos, radares, etc., nos resulta difícil imaginar las dificul­tades que debieron sufrir los hombres y las mujeres que hace 3000 ó 4000 años se lanzaron a realizar largos viajes por tierra o por mar sin saber con exactitud a dónde iban o los peligros que iban a encontrar, tratando de buscar recursos para su supervi­vencia. Estas personas no poseían mapas, ni instrumentos de navegación, solamente pequeños navíos. Sin embargo, su valen­tía y coraje los convirtió en los pioneros de la geografía.

Veamos a continuación una breve historia de la geografía.

 LA GEOGRAFÍA EN LA ANTIGÜEDAD

 El comercio fue el principal motivo por el cual se inició la tra­vesía humana alrededor del mundo, principalmente por vía marí­tima. Los antiguos egipcios (años 2000-1900 a. de C.) buscaron a través del mar Rojo el país de Punt, famoso, según las leyendas, por sus riquezas.

Los persas, los babilonios y los asirios, en sus travesías terrestres por el Oriente Medio, fueron grandes cono­cedores de este territorio. El saber geográfico se transmitía enton­ces de generación en generación, de tal manera que el territorio en el cual iban creciendo las primeras civilizaciones era bien conocido por los habitantes de cada época.

 GEÓGRAFOS GRIEGOS

Los griegos fueron quienes dieron origen a la ciencia geográfi­ca. Los geógrafos griegos más destacados fueron:

•  Heródoto de Alicarnaso: vivió en el siglo V a. de C. En su obra, Historia, hizo una extensa descripción de las tierras conocidas en la época.

•  Eratóstenes: vivió en el siglo III a. de C. Intentó por prime­ra vez representar la curvatura de la Tierra. Su gran aporte fue el cálculo muy acertado de la circunferencia de la Tierra.

•  Claudio Ptolomeo: fue un geógrafo del siglo II a. de C. Realizó un mapa bastante exacto de la Tierra y expuso la teo­ría geocéntrica, según la cual la Tierra era el centro del Uni­verso.

•  Hiparco de Nicea: vivió en el siglo II a. de C. Realizó el esquema de paralelos y meridianos y dividió el círculo terres­tre en 3600.

 LA GEOGRAFÍA EN LA EDAD MEDIA

Algunos de los autores más destacados de este período fueron:

•  Cosmas Indicopleustes: vivió en el siglo VI. Definió la Tierra como una gran montaña ubicada en el centro de un arca. Según explicaba, alrededor de la montaña circulaban el sol, los planetas y las estrellas.

•  Ricardo de Haldingham: vivió en el siglo XII. Recogió tra­diciones según las cuales en los límites de los océanos habi­taban seres fantásticos. Realizó un mapa lleno de criaturas imaginarias, como la mandrágora, planta con rostro huma­no o los monóculos, seres de un solo ojo, entre otros.

Durante los siglos XI al XIII el desarrollo geográfico fue enri­quecido gracias al contacto con los países del Cercano Oriente.

 LA GEOGRAFÍA EN LA ÉPOCA DE LOS DESCUBRIMIENTOS

El encuentro de los europeos con el continente americano impulsó definitivamente el desarrollo de la geografía. Naciones como España, Portugal e Inglaterra, se vieron obligadas a reco­pilar y organizar la información geográfica, lo que hizo posible realizar el primer viaje alrededor del mundo, el cual fue iniciado por Fernando de Magallanes en 1519 y finalizado por Sebastián Elcano en 1522, debido a la muerte del primero en un enfrenta­miento con indígenas de la isla Mactán, en Filipinas.

Los cartógrafos de la época realizaron mapas de gran calidad, entre los que cabe destacar el mapa más antiguo del continente americano, elaborado por Juan de la Cosa en el año 1500. Pero en los siglos siguientes la preocupación por descubrir, conocer y explorar el mundo se cambió por la preocupación económica. Los navegantes orientaron todos sus esfuerzos en la extracción de los recursos naturales de los territorios descubiertos;

 LA CIENCIA GEOGRÁFICA MODERNA

La ciencia geográfica recibió un impulso definitivo durante el siglo XIX. Los avances mencionados anteriormente, se constitu­yeron en la base para crear una ciencia autónoma.

Los fundadores de la geografía científica fueron:

•  Alexander Humboldt: este naturalista alemán recorrió gran parte de Rusia y América del Sur. Generalizó el uso de ins­trumentos, como el barómetro para medir las alturas, dibu­jó el primer mapa de temperaturas y creó la biogeografía, ciencia que explica las relaciones del suelo y el clima con las características de los seres vivos.

•  Karl Ritter: este geógrafo alemán explicó las relaciones existentes entre el medio físico y la vida del hombre, cen­trando su atención más en la vida social y en los procesos his­tóricos que en los fenómenos del mundo físico.

Los trabajos de Humboldt y Ritter sirvieron de base para el avance que tuvo la geografía entre 1870 y 1880. Desde entonces fue posible conocer con mayor precisión nuestro planeta gracias a los múltiples viajes que se realizaron durante esta década al interior de Asia y Africa y a las travesías por los océanos.

•      DIVISIÓN DE LA GEOGRAFÍA

La geografía nos puede suministrar una información variada y abundante; muchas veces demasiado especializada. Sin embar­go, para conocer aquellos aspectos fundamentales que nos den una idea de las características de la Tierra en general, o de un país en particular, se divide en:

•    Geografía física: estudia la superficie terrestre desde el punto de vista de sus territorios, accidentes geográficos y fenómenos meteorológicos y geológicos correspondientes.

•    Geografía humana: estudia la interrelación que existe entre el ser humano y el paisaje y el impacto que mutuamente se ejercen, con miras a la preservación tanto del medio natural, como de la especie humana.

•    Geografía política: estudia los fenómenos relacionados con la distribución territorial del planeta entre los distintos paí­ses, a través de acuerdos y tratados, y los conflictos que se derivan de esta distribución.

•    Geografía económica: estudia los recursos naturales que ofrece la Tierra, el uso que las personas hacen de ellos y la relación de esto con el desarrollo humano.

En la actualidad los geógrafos asesoran de una manera decisi­va a los gobiernos en la planificación de la agricultura, de la industria, de las ciudades y de los medios de transporte.

 •      LA GEOGRAFÍA HOY

Nunca antes como hoy el hombre había tenido el poder de transformar el espacio geográfico. Las grandes obras de ingenie­ría hidráulica y vial, las actividades de extracción de recursos naturales no renovables como el petróleo, el gas o los minerales y la construcción de grandes ciudades, han modificado conside­rablemente el paisaje natural.

Pero el hombre no solamente ha alterado la superficie sólida de la Tierra, sino también el mar, en el cual deposita grandes can­tidades de desechos y la atmósfera que recibe dosis enormes de gases tóxicos.

Por estos motivos, el planeta entero muestra signos de dete­rioro y, en consecuencia, la ciencia geográfica juega en este sen­tido un papel de vital importancia para ayudar a la preservación y recuperación del medio ambiente.

Muchos otros problemas que antes eran tratados como asun­tos que sólo le incumbían a determinadas regiones de la Tierra, han llegado a ser importantes temas de estudio para la ciencia geográfica. Este es el caso de la pobreza, el hambre, la enferme­dad o la contaminación.

Para mejorar la calidad de vida de las personas marginadas de los países en vías de desarrollo y para asegurar la supervivencia de los habitantes de todos los países, es necesario establecer un compromiso real con nuestro planeta, afectado por la erosión, la pérdida de fertilidad de los suelos, la desertificación, la deforestación debida a la explotación y al uso indebido de los bosques, la degradación de las cuencas hídricas, el deterioro de los recur­sos marinos y costeros y la contaminación del aire.

EL SISTEMA SOLAR

El universo es un espacio enorme y misterioso, que ha estimulado la curiosidad de la humanidad a lo largo de la historia. El avance de la ciencia y de la técnica ha hecho posible un mayor conocimiento del espacio, lo cual, en consecuencia, ha permiti­do saber más sobre el origen y la evolución de nuestro planeta Tierra y del Sistema Solar en el que se encuentra ubicada.

LA EXPLORACIÓN DEL ESPACIO

La observación a simple vista fue el método que la humanidad utilizó por siglos para mirar lo que ocurría en el espacio. Pero gra­cias a la invención del telescopio por Galileo Galilei en 1609, se inició la observación del espacio con la ayuda de instrumentos.

A partir de 1931 los astrónomos comenzaron ha utilizar una técnica llamada radioastronomía, que consiste en analizar las radiaciones que provienen de las estrellas para saber más acerca del universo y de los astros que lo conforman. Sin embargo, a medida que se perfeccionan los métodos de observación del cos­mos, aumentan los deseos de la humanidad por observar con mayor precisión los fenómenos que ocurren en él.

En 1910, el científico soviético Konstantín Eduardovich Tsiol­kovski (1857-1935), aseguró que era posible efectuar vuelos al espacio. Años después, en 1953, la Unión Soviética (Federación Rusa a partir de 1990), envió el primer cohete. El 4 de octubre de 1957, los soviéticos pusieron también el primer satélite artificial en órbita en tomo a la Tierra. Este satélite, el Sputnik 1, fue segui­do por el Sputnik II, más grande que el anterior, el cual llevaba como pasajera a una perrita de nombre Laika.

 

Pero estas exploraciones fueron recibidas con desconfianza por otros países, ya que se consideraron como una manera de desa­rrollo de la capacidad bélica y no como un avance científico que podría significar un gran aporte para toda la humanidad. Por esto, en respuesta a los lanzamientos soviéticos, Estados Unidos puso en órbita en 1958 el satélite Explorer 1 y el Vanguard l,y a continuación los soviéticos lanzaron el Sputnik III, dando así ini­cio a la carrera espacial entre las dos superpotencias mundiales de la época: Estados Unidos y la Unión Soviética.

 

El siguiente paso fue llevar a un hombre al espacio. Así, el ruso Yuri Gagarín fue colocado en la órbita de la Tierra el 12 de abril de 1961. Posteriormente, en 1963, fue lanzada la primera mujer al espacio: la astronauta soviética, Valentina Tereskova.

En 1969 los norteamericanos consiguieron la hazaña de ubicar los primeros hombres sobre la superficie de la Luna. Más tarde, se enviaron naves no tripuladas a varios los planetas del sistema solar, entre las que se destacan las sondas Viking 1 y II, que se posaron sobre el suelo marciano, las naves Pioneer X y Voyager 1 y II que fueron enviadas más allá del sistema solar, y desde donde envían información a la Tierra permanentemente, y el robot Pathfinder que se posó sobre Marte en 1997.

La mayoría de estas exploraciones espaciales han sido exitosas, aunque también hubo fracasos, como el de la nave espacial Mars Observer que se perdió en su camino a Marte en 1993. Pero, sin duda, el accidente más grave de la exploración espacial contem­poránea, fue la explosión de la nave tripulada Challenger, en 1986, la cual ocurrió un minuto después del despegue.

Uno de los objetivos de los viajes espaciales ha sido colocar satélites artificiales en el espacio. Los satélites ingresan en el espa­cio provistos de equipos de registro, cámaras fotográficas de largo alcance, instrumentos de comunicación y poderosos computa­dores con los cuales envían datos a la Tierra. Estos satélites funcionan con energía solar y nuclear.

En un lapso de menos de 40 años, los satélites artificiales han modificado la vida cotidiana en la Tierra a tal punto que ahora nos resultaría muy difícil prescindir de ellos.

Gracias a los satélites artificiales se han logrado grandes avan­ces en las telecomunicaciones, ya que los teléfonos, el fax, los computadores, la televisión y la radio, pueden transmitir infor­mación por medio de instrumentos instalados en satélites.

También a diario, un gran número de satélites fotografían y analizan la superficie terrestre y su atmósfera. Los análisis meteo­rológicos que se llevan a cabo día tras día, no serían posibles sin los datos enviados desde los satélites, y cada vez se hacen más imprescindibles en estudios geográficos, ecológicos y urbanísti­cos. Adicionalmente, la exploración del espacio suministra datos de gran importancia sobre el origen y la conformación del siste­ma solar.

 ORIGEN DEL UNIVERSO

Actualmente se considera que el universo está conformado por todo lo que existe: materia, energía, espacio y tiempo. Nosotros mismos somos una parte de él.

Muchas veces nos preguntamos: ¿de dónde salió todo lo que existe? Cuando nos hacemos esta pregunta, nos estamos interro­gando sobre el origen del universo.

A lo largo de la historia de la humanidad, las distintas culturas se han planteado esta misma pregunta. Las primeras respuestas se basaron en mitos y leyendas que fueron transmitidos de gene­ración en generación entre los pueblos antiguos. Posteriormente se plantearon muchas teorías que mezclaban aspectos religiosos y científicos, buscando darle alguna explicación al origen de todo lo que nos rodea.

En la actualidad, uno de los planteamientos más aceptados para explicar el origen del universo es el de la “gran explosión” o “big bang”. Esta teoría explica que, hace alrededor de 15.000 o 20.000 millones de años, toda la materia y la energía, que se encontraban concentradas en un punto infinitamente pequeño, hizo explosión, expandiéndose violentamente en diferentes direc­ciones y dando lugar a todo lo que existe.

La materia que se originó de esta explosión, se fue agrupando en distintos sectores del espacio, dando lugar a un enorme núme­ro de galaxias, entre las cuales se encuentra la Vía Láctea, donde está ubicado nuestro sistema solar.

CONFORMACIÓN DEL SISTEMA SOLAR

La Tierra es un pequeño cuerpo celeste perteneciente al grupo de planetas que giran alrededor de la estrella llamada Sol. El con­junto conformado por el Sol y los planetas que giran a su alre­dedor, recibe el nombre de sistema solar, el cual no es mas que una parte muy pequeña de la galaxia llamada Vía Láctea.

El sistema solar está conformado por:

•  El Sol: es uno de los millones de estrellas que integran la Vía Láctea y una fuente de luz y calor fundamental para la vida en la Tierra.

•  Asteroides: son astros de forma irregular y de tamaño muy inferior al de los planetas. Se encuentran ubicados entre Marte y Júpiter. Se calcula que son unos 60.000.

•  Cometas: son astros formados por rocas y gases congelados. Los cometas poseen un núcleo pequeño rodeado por una cabeza de la cual se desprende una cola compuesta por polvo y gases. Cuando un corneta se aproxima al Sol, sus gases se descongelan y por efecto del viento solar adquieren luminosidad.

•  Meteoritos: son pequeños cuerpos sólidos, rocosos o metá­licos, de menor tamaño que los asteroides, que giran alrede­dor del Sol. En todo el sistema solar existen millones de meteoritos que en ocasiones chocan con astros de mayor tamaño, produciendo cráteres, como sucede con la Luna. El principal elemento de su composición es el hierro.

Los PLANETAS

Los planetas son cuerpos sólidos que giran alrededor del Sol y que son visibles gracias a la luz que reflejan, es decir, no tienen luz propia.

En el sistema solar hay nueve planetas, que por su posición res­pecto del Sol, se dividen en:

•  Interiores. Son aquellos que están más cerca al Sol:

Mercurio, Venus, Tierra y Marte.

•  Exteriores. Son aquellos que están más alejados del Sol:

Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.

Algunos de los planetas van acompañados, en su recorrido por el sistema solar, por unos astros llamados satélites naturales. Los satélites naturales de los planetas pueden ser uno o varios. Mercurio y Venus son los únicos planetas del sistema solar que no los tienen.

Cada planeta tiene diferentes características, como puedes observarlo en el siguiente cuadro.

Mercurio:  es el planeta más cercano al Sol y su tamaño es dieciséis veces menor que el de la Tierra. No tiene satélites y su atmósfera es muy delgada. Posee altísimas temperaturas por su proximidad al Sol. Su su­perficie está cubierta de nume­rosos cráteres.

Venus: su tamaño es aproxi­mado al de la Tierra. No posee satélites pero tiene una espesa capa atmosférica que impide la observación clara de su super­ficie. A Venus lo ubicamos en el cielo por su gran brillo y es lla­mado lucero del alba’.

Tierra:  por su distancia del Sol es el tercer planeta y por su tamaño ocupa el quinto lugar. Tiene un satélite natural que es la Luna y, de la misma forma que Venus, está cubierto por atmósfera.

Marte: es el último de los pla­netas interiores. Su tamaño es una séptima parte del tamaño de la Tierra. Tiene dos satélites llamados Fobos y Deimos. Su superficie, en las fotos, presen­ta un color rojizo. Tiene un re­lieve muy accidentado y se caracteriza por la presencia de mares que no poseen agua.

Júpiter:  es el planeta más gran­de del sistema solar (mil tres­cientas veces mayor que la Tierra). Posee una gruesa at­mósfera que se observa como bandas paralelas y una man­cha roja que flota en la atmós­fera de su hemisferio sur. Posee dieciséis satélites conocidos.

Saturno:           se caracteriza por un sistema de anillos que lo ro­dean; estos anillos están for­mados por partículas de hielo y gases helados. Posee atmósfe­ra que también forma bandas. Se conocen veintitrés satélites que giran a su alrededor.

Urano:  de igual manera tiene un sistema de anillos, pero no tan brillantes como los de Satur­no. A su alrededor giran quince satélites.

Neptuno:   posee dos anillos incompletos que parecen arcos. Tiene ocho satélites, entre ellos Tritón, uno de los más grandes del sistema solar.

Plutón:  es el planeta más pe­queño y más alejado del siste­ma solar. Su tamaño es menor que el de la Luna. En 1978 se le descubrió un satélite.

EL MOVIMIENTO DE LOS PLANETAS

Todos los planetas giran sobre su propio eje. A este movimien­to se le denomina rotación y su duración varía en cada uno de los planetas.

Los planetas también giran alrededor del Sol, describiendo órbitas en forma elíptica. A este movimiento se le denomina tras­lación y su duración depende de la distancia entre los planetas y el Sol.

La exploración por medio de telescopios y de naves espaciales ha permitido conocer muchos elementos de los planetas del sis­tema solar, como el clima y el relieve, y ha descartado la posibi­lidad de encontrar en ellos vida semejante a la humana.

EL FUTURO DE LA CONQUISTA ESPACIAL

En 1975 un grupo de expertos norteamericanos analizó la posibilidad de llevar a cabo un gigantesco plan de “terrenifica­ción” del planeta Marte. Este proyecto consiste en conseguir, mediante un programa de seis etapas desarrolladas entre el 2015 y el 2170, la transformación de la atmósfera de Marte hasta hacer­la parecida a la de la Tierra, así: calentando su clima, implantando especies vegetales y adaptando animales, hasta convertir este pla­neta en un territorio plenamente habitable.

En la actualidad muchas ciencias, como la física, la medicina, y la biología se han unido a la astronomía para realizar experi­mentos en el espacio. Estos experimentos pueden ser la clave que ayude a solucionar problemas relacionados con la salud huma­na y animal y con la recuperación del medio ambiente.

Los viajes y exploraciones del espacio que se sigan realizando nos aportarán datos importantes para conocer mejor el extenso universo que nos rodea y para descubrir secretos que hagan más placentera la vida en la Tierra.

EL PLANETA TIERRA

A lo largo de la historia, las teorías sobre la forma de la tierra han variado. En el siglo XVI se aceptó que la Tierra tenía forma de esfera y esto se comprobó gracias a los viajes que rea­lizaron alrededor de la Tierra valientes navegantes como Fernando de Magallanes y Sebastián Elcano, en 1522. Por su parte, la ubi­cación de lugares en nuestro planeta, fue un problema que quedó superado gracias al trazado de la red geográfica.

FORMA Y DIMENSIONES DE LA TIERRA

Los antiguos habitantes de Egipto creían que la Tierra era un plato gigante que flotaba sobre el agua. También los griegos, en un principio, pensaban que la Tierra era un disco redondo y plano que se apoyaba sobre unas gigantescas y fuertes columnas. Pero algunos navegantes fueron adentrándose en el mar y vieron que el mundo era más grande de lo que todos se imaginaban.

Posteriormente, a partir de una observación más elemental, se demostró que la Tierra era una esfera: observando que cuando un barco se alejaba desde la orilla del mar, lo primero que desapa­recía en el horizonte era el casco y lo último los mástiles.

De otra parte, al observar el espacio, los griegos se dieron cuen­ta que unas estrellas se podían ver en Grecia pero no en Egipto. Si la Tierra fuera plana, éstas deberían verse de cualquier sitio.

Con el correr de los siglos, los viajes de Cristóbal Colón, Amé­rico Vespucio, Magallanes y Elcano, probaron definitivamente que la Tierra tenía forma de esfera. En la actualidad también podemos verificar esta forma gracias a las fotografías tomadas desde las naves espaciales o desde los satélites. Nuestro planeta, sin embargo, no es una esfera perfecta; presenta un achatamien­to en los polos y tiene una superficie muy irregular.

La aplicación de la geodesia, que es la ciencia que se ocupa de determinar la forma y las dimensiones de nuestro planeta, ha ayu­dado a calcular que la distancia entre el centro de la Tierra y uno de los polos es, aproximadamente, 21 kilómetros menor a la dis­tancia existente entre el centro de la Tierra y el ecuador. Ese achatamiento es producido por el movimiento de rotación que realiza la Tierra sobre su propio eje.

La superficie de la Tierra, además, no es lisa, sino que se eleva y desciende de manera irregular a través de su relieve.

Por lo anterior, decimos que la Tierra tiene una forma que le es propia: la forma de geoide. El geoide resulta de considerar la forma de la Tierra sin tener en cuenta los accidentes del relieve.

Las medidas del geoide son las siguientes:

•  Radio polar: 6.356.77 kilómetros.

•  Radio ecuatorial: 6.378.16 kilómetros.

•  Longitud del ecuador: 40.076 kilómetros.

•  Longitud del meridiano: 40.009 kilómetros.

•  Superficie: 510.100.900 kilómetros cuadrados.

MOVIMIENTOS TERRESTRES

La Tierra se desplaza en el espacio realizando dos movimien­tos: de rotación y de traslación.

MOVIMIENTO DE ROTACIÓN

Es el movimiento que realiza la Tierra alrededor de su propio eje. La Tierra realiza este movimiento de oeste a este.

Las consecuencias de la rotación de la Tierra son:

•  La sucesión del día y de la noche. Al rotar sobre su eje, la

Tierra expone progresivamente su superficie al Sol, presen­tando una mitad iluminada (día) y otra en sombra (noche).

•  El achatamiento polar. En su rotación, la Tierra desarrolla una fuerza centrífuga que origina el ensanchamiento ecua­torial y el achatamiento de los polos terrestres.

•  La desviación de los vientos y las corrientes marinas. A

causa de la rotación de la Tierra, las aguas y el viento desvían sus trayectorias en el sentido de las agujas del reloj, en el hemisferio norte, y en sentido contrario, en el hemisferio sur.

•  La diferencia de horas. Cada hora la Tierra gira 15 grados, lo cual permite dividir el planisferio en 24 partes llamadas husos horarios. Los husos horarios nos permiten saber la hora de cualquier parte del mundo.

 Un acuerdo internacional establece oficialmente que el huso horario inicial o huso horario cero es el que pasa por el meri­diano de Greenwich. Todos los puntos ubicados hacia el este de dicho huso tienen la hora adelantada y, los ubicados al oeste tie­nen la hora atrasada. Por ejemplo, mientras en Londres es medio­día, en Tokio son las nueve de la noche.

 La variación de la hora también puede darse dentro de un mismo país, si éste ocupa un gran territorio en sentido este-oeste, como por ejemplo la Federación Rusa. En estos casos, según los husos horarios que abarquen, los países adoptan varias horas.

 MOVIMIENTO DE TRASLACIÓN

Es el movimiento que realiza la Tierra alrededor del Sol, en un recorrido fijo llamado órbita. La órbita de la Tierra tiene forma de elipse, en la cual el Sol no ocupa el centro, sino que está a uno de los lados, o sea, en uno de los focos de la elipse.

Movimiento de traslación. El tiempo que tarda la Tierra en rodear el Sol es de 365 días, 5 horas y 48 minutos; es decir, un año y un cuarto de día.

 LA LUNA

La Luna es el único satélite natural de la Tierra. La distancia que separa a la Luna de nuestro planeta es de unos 384.000 kiló­metros. El diámetro lunar es de 3.476 kilómetros, una cuarta parte del diámetro terrestre.

La Luna no posee atmósfera, lo cual determina cambios brus­cos en su temperatura, así como el impacto de meteoritos, los cuales producen los característicos cráteres de la superficie lunar. Algunos cráteres, como el Clavius, alcanzan unos 220 kilómetros de diámetro.

Por carecer de atmósfera, el relieve lunar no ha sufrido el des­gaste de los agentes atmosféricos, y todas sus formaciones han permanecido inalteradas durante millones de años. A las llanu­ras de la Luna, posiblemente originadas por acumulaciones de lava, se les llama mares, a pesar de saberse que en la Luna no hay agua. La Luna también presenta regiones elevadas y muy abrup­tas llamadas cordilleras.

 MOVIMIENTOS DE LA LUNA

La luna realiza tres movimientos en el espacio:

•  La revolución: es el movimiento que realiza alrededor de la Tierra. Dura 29 días y medio.

•  La rotación: es el movimiento que efectúa la Luna sobre su mismo eje. Dura 27 días, 7 horas y 4 minutos. Sin embargo, al combinarse con la rotación de la Tierra sólo tenemos oca­sión de verle una cara.

•  La traslación: es el movimiento que realiza la Luna alrede­dor del Sol acompañando a la Tierra. Por este motivo, como la de la Tierra, dura un año.

La Luna cambia de aspecto y dichos cambios se conocen con el nombre de fases. Estas se producen por las distintas posicio­nes que ocupan la Luna, el Sol y la Tierra, en el transcurso del recorrido de nuestro satélite alrededor de la Tierra. Para el obser­vador terrestre, la Luna cambia a lo largo del mes, pasando gra­dualmente de visible a invisible.

 LAS FASES DE LA LUNA

•  Luna nueva: es la fase en la cual no se puede ver la Luna desde nuestro planeta debido a que la luz del Sol no alcan­za a iluminarla.

•  Cuarto creciente: es la fase en la cual se puede observar poco a poco el hemisferio ilu­minado de la Luna.

•  Luna llena: es la fase en la cual la Luna, por encontrarse en línea recta con el Sol, pue­de observarse totalmente ilu­minada.

•  Cuarto menguante: en esta fase el hemisferio iluminado de la Luna comienza a dismi­fluir poco a poco.

 ORIENTACIÓN Y LOCALIZACIÓN:  LOS PUNTOS CARDINALES

 Los primeros elementos de referencia utilizados por el hombre para orientarse fueron el Sol y las estrellas. Observando su movi­miento aparente, llegó a determinarse la existencia de dos pun­tos: el este, lugar por donde se levanta el Sol y el oeste o lugar por donde se oculta.

 La existencia de ciertas estrellas como la estrella Polar en la constelación de la Osa Mayor, y la constelación de la Cruz del Sur, permitieron establecer la dirección de los otros puntos cardina­les: el norte y el sur, respectivamente.

 Actualmente se cuenta con instrumentos técnicos que nos per­miten ubicar lugares con precisión. La brújula es el más antiguo de ellos, y entre los más modernos se destacan el radar y los sis­temas satelitales que permiten una localización más exacta.

 LA RED GEOGRÁFICA

 La red geográfica la conforman una serie de líneas imaginarias trazadas sobre la superficie del globo terrestre. Estas líneas tie­nen orientación de norte a sur y de este a oeste y se denominan meridianos y paralelos, respectivamente.

•      Los meridianos: son semicircunferencias cuyos extremos coinciden con los polos. Por convención internacional, en 1884 se adoptó como punto de referencia o meridiano 00, al que pasa por la localidad inglesa de Greenwich.

 A partir del meridiano de Greenwich se divide la Tierra en dos hemisferios, el hemisferio occidental y el hemisferio oriental. En total hay 360 meridianos, la mitad al oeste y la mitad al este.

 •       Los paralelos: son circunferencias imaginarias, paralelas entre sí y de diferente extensión. El paralelo principal se denomina ecuador y divide a la Tierra en dos hemisferios, el hemisferio norte y el hemisferio sur.

 La línea del ecuador es el paralelo de mayor extensión. Con­vencionalmente se designa como paralelo 0°. A partir del ecuador existen 90 paralelos hacia el norte y noventa hacia el sur.

Entre estos paralelos cabe destacar:

—         el Trópico de Cáncer: corresponde al paralelo 23°27’30” del hemisferio Norte que pasa por los lugares donde los rayos solares caen perpendicularmente el 21 de junio, cuando comienza el verano en ese hemisferio.

—         el Trópico de Capricornio: corresponde al paralelo 23°27’30” del hemisferio Sur que pasa por los lugares donde los rayos solares caen perpendicularmente el 21 de diciem­bre, cuando comienza el verano en ese hemisferio.

—         el Circulo Polar Ártico: corresponde al paralelo 66° 2’30” del hemisferio Norte que pasa por los lugares donde el Sol. es visible a medianoche del 21 de junio.

—            el Círculo Polar Antártico: corresponde al paralelo 66°32’30” del hemisferio Sur que pasa por los lugares donde el Sol es visible a medianoche del 21 de diciembre.

 LAS COORDENADAS GEOGRÁFICAS

Cuando dos personas necesitan encontrarse en un punto de la ciudad, suelen hacerlo en una esquina; es decir; en un punto en donde se cruzan dos calles o dos avenidas que representan un par de ejes. La intersección de dos ejes o coordenadas permite ubi­car, con exactitud, un lugar determinado.

De esta forma, a partir de la red de meridianos y paralelos se puede localizar con precisión un punto sobre la superficie terres­tre. Esta red permite obtener las coordenadas geográficas de ese punto, es decir, la latitud y la longitud.

•  La latitud: es la distancia, medida en grados, minutos y segundos, que existe entre un punto cualquiera de la super­ficie terrestre y la línea ecuatorial.

Con relación a la línea del ecuador, un punto sólo puede estar al norte o al sur. El ecuador constituye la latitud más baja, 0°, y los polos constituyen las latitudes más altas, 90° norte ó 90° sur.

Todos los puntos situados sobre un mismo paralelo tienen la misma latitud.

•  La longitud: es la distancia que existe entre un punto cual­quiera de la superficie terrestre y el meridiano de origen o meridiano de Greenwich.

Con relación al meridiano de Greenwich, un punto sólo puede estar al este o al oeste y puede tener un valor com­prendido entre 0° y 180°. Todos los puntos situados sobre un mismo meridiano tienen la misma longitud.

 Cualquier lugar de la superficie terrestre puede ser localizado a partir de un par de coordenadas geográficas, es decir, de su lati­tud y longitud. A cada lugar de la superficie terrestre le corres­ponde sólo un par de coordenadas geográficas expresadas en grados, minutos y segundos. Con estas coordenadas se expresa la localización absoluta de un lugar.

Santafe de Bogotá en el globo, Está ubicada en O4°35’56” de latitud norte y 74°O4’51’’ de longitud oeste.

      ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA

Para conocer la estructura interna de la Tierra, los científicos han estudiado las rocas que están en la superficie, los materiales que arrojan los volcanes, los materiales que quedan al descubierto luego de los terremotos y la propagación de las ondas sísmicas provocadas por los movimientos internos de la Tierra.

De esta manera se ha logrado establecer que el interior de la Tierra está compuesto por tres grandes capas: el núcleo, el manto y la corteza.

 •    El núcleo: se encuentra en el centro del planeta y posee un radio estimado de 3.500 kilómetros. Está compuesto princi­palmente por hierro incandescente, porque está sometido a temperaturas muy elevadas debido a las fuertes presiones que ejercen sobre él las capas superiores de la Tierra.

El núcleo posee dos capas:

—    El núcleo interno es una esfera que se encuentra en estado sólido a pesar de que su temperatura sobrepasa los 2.5000C. En la superficie terrestre el hierro se funde a 1.5000C, sin embargo, en el núcleo interno las presiones son tan altas que permanece en estado sólido.

 —    El núcleo externo es una zona donde el hierro se encuen­tra en estado líquido. Este material es un buen conductor de electricidad y circula a gran velocidad en su parte exter­na. A causa de ello se producen corrientes eléctricas que dan origen al campo magnético de la Tierra.

 El manto: rodea al núcleo y tiene un espesor estimado de 2.800 kilómetros.

El manto está compuesto por dos partes.

—    El manto inferior está en contacto con el núcleo externo y se encuentra en estado sólido. Posee un espesor de 2.200 kilómetros aproximadamente.

—    El manto superior está compuesto por materiales viscosos que se mueven lentamente. Posee un espesor de alrededor de 600 kilómetros.

 Una sección del manto superior tiene materiales sólidos y, junto con la corteza terrestre, forma la litosfera.

•    La corteza: es la capa rocosa que rodea la Tierra. Su espe­sor varía entre los continentes y los océanos. Mientras en los fondos oceánicos tiene un espesor de unos cinco kilómetros, en los continentes varía entre los 20 y 40 kilómetros.

En la corteza terrestre se distinguen dos partes:

—    La corteza oceánica: es el conjunto de todas las aguas que hay en el planeta. Estas aguas dan lugar a los océanos, ríos, lagos, corrientes subterráneas y bloques de hielo. Las aguas de los ríos y las de la mayoría de los lagos son dul­ces, mientras que las aguas de los mares y de algunos lagos, las cuales corresponden a la mayor parte de las aguas de la Tierra, son saladas.

 —    La corteza continental: es la capa sólida de la Tierra y está for­mada por los continentes, las islas y los fondos oceánicos.

Alrededor de la corteza terrestre encontramos una masa de gases que constituyen el aire, esencial para la vida.

 LA ATMÓSFERA

 La atmósfera es la capa de gases que envuelve la Tierra y la acompaña en todos sus movimientos. Está formada por una mezcla de gases, distribuidos así: 78% de nitrógeno, 21% de oxí­geno y 1% de otros gases.

 A medida que ascendemos en la atmósfera, la proporción de oxígeno disminuye y la de los otros gases aumenta.

 La atmósfera también está compuesta por partículas muy pequeñas, llamadas polvo atmosférico, que se mantienen sus­pendidas en el aire. El polvo atmosférico contiene hollín, polvo volcánico y residuos industriales. En las ciudades se encuentra mayor cantidad de polvo atmosférico que en el campo.

 La atmósfera contiene además vapor de agua, un elemento esencial para el desarrollo de la vida. La presencia del vapor de agua se refleja en la existencia de las nubes.

 Esta mezcla de gases y partículas posibilita el desarrollo de la vida en el planeta. Además, la atmósfera funciona como un escu­do protector de la Tierra contra cierto tipo de radacioncs solares, como sucede con los rayos ultravioletas, que resultan nocivos para el hombre y, además, frena la caída de meteoritos, ya que éstos, al atravesar las capas de aire, se desintegran debido a la fric­ción con los gases.

 LAS CAPAS ATMOSFÉRICAS

En la atmósfera podemos identificar cinco capas: la troposfe­ra, la estratosfera, la mesosfera, la ionosfera y la exosfera.

•  La troposfera: es la parte de la atmósfera que está en con­tacto con la superficie terrestre. Se extiende hasta una altu­ra media de 12 kilómetros, presentando un espesor mayor en el ecuador y menor en los polos. En la troposfera se produ­cen todos lo fenómenos meteorológicos que determinan los cambios de tiempo, como las lluvias y los vientos.

•  La estratosfera: se caracteriza porque en ella los gases se disponen en forma de estratos horizontales. En un sector de la estratosfera se encuentra la capa de ozono que actúa como un escudo que protege a la Tierra de las radiaciones ultravioletas provenientes del Sol.

•  La mesosfera: es una capa que se extiende entre los 50 y los 80 kilómetros de altura.

•  La ionosfera: es una capa que contiene una gran cantidad de partículas llamadas iones. Los iones, que son partículas cargadas eléctricamente por las radiaciones solares, permi­ten la transmisión de ondas radioeléctricas las cuales se re­flejan en la capa y vuelven a la Tierra.

•  La exosfera: es la última capa atmosférica; por tal razón el aire va perdiendo sus características, hasta llegar al espacio interplanetario.

La atmósfera es esencial para la vida animal, vegetal y huma­na, porque nos provee de aire y porque actúa como una capa que cubre la Tierra evitando cambios drásticos de temperatura y la protege de las radiaciones nocivas del sol.

—  Sin la atmósfera las temperaturas serían altísimas durante el día y muy bajas en la noche.

 GEOGRAFIA FÍSICA DE LOS CONTINENTES

La superficie terrestre tiene diversas irregularidades en forma de elevaciones o depresiones. Algunas de estas formaciones se encuentran sobre el nivel del mar y reciben el nombre de relieve emergido. Otras formaciones se encuentran bajo el nivel del mar y en el fondo oceánico y se denominan relieve sumergido.

 EL RELIEVE EMERG1DO

Las principales formas de relieve emergido son las montañas, las llanuras y las depresiones.

•  Las montañas: son las elevaciones del terreno que superan los 600 metros. Según su antigüedad, las montañas presen­tan aspectos diferentes: las montañas jóvenes tienen cumbres agudas y laderas de pendiente pronunciada; las montañas más viejas presentan cumbres redondeadas y laderas de pen­diente suave. Las montañas pueden unirse para formar cor­dilleras, sierras o macizos.

—            Cordillera es una cadena de montañas con altura consi­derable y una gran extension.

— Sierra es una cadena de montañas de poca extensión y al­tura.

—            Macizo es una cadena de montañas desordenada y sin un alineamiento claro.

•  Las mesetas: son elevaciones de tierra con una cima casi plana. En general su altura supera los 500 metros. Si alcan­zan gran altura, reciben el nombre de altiplanos.

•  Las llanuras: son superficies extensas y horizontales, cuya pendiente no supera los 200 metros.

•  Las depresiones: son terrenos ubicados entre relieves altos. Las depresiones reciben diferentes nombres, según su forma y características. Pueden ser valles, si se encuentran ubica­das entre las laderas de las montañas y tienen forma alarga­da, y bolsones, si se encuentran totalmente rodeadas por montañas.

 •    EL RELIEVE SUMERGIDO

Entre las formaciones de relieve sumergido tenemos:

•  Plataforma continental: es la prolongación de las tierras emergidas por debajo del mar. Su pendiente es suave y va desde la costa hasta cerca de los 200 metros de profundidad.

•  Talud continental: es una zona de pendiente abrupta, que pone en contacto la plataforma continental con los fondos oceánicos. Entre la emersión continental y el talud, se pasa de los 500 a los 2.500 metros de profundidad.

•  Llanuras abisales: son áreas del fondo marino relativa­mente planas y con sedimentos. En ocasiones presentan relie­ves de montañas con cima plana o guyots.

•  Dorsales oceánicas: son elevaciones irregulares en el fondo de los océanos, formadas por dos alineaciones montañosas y una depresión central, llamada rift, que las separa.

•  Fosas oceánicas: son grandes hendiduras alargadas y estre­chas. Van desde los 7.500 hasta los 11.500 metros.

 •    LAS COSTAS

Las costas constituyen el límite entre el relieve emergido y el relieve sumergido. Presentan muchas irregularidades que cons­tituyen verdaderos accidentes geográficos, denominados acci­dentes costeros, como:

•  Un golfo, una bahía y una ensenada, se distinguen entre sí

por la extensión de la entrada del mar en la costa, siendo el golfo el de mayor extensión. Están situados generalmente entre dos cabos, que son salientes que penetran en el mar.

•  Una península es una porción alargada de tierra que pene­tra en el mar. En ocasiones la península se encuentra acom­pañada de un istmo,que es una extensión de tierra más o menos estrecha que une a la península con la tierra firme.

•  Un estrecho es un brazo de mar que comunica dos exten­siones mayores de agua y está entre dos porciones de tierra.

 

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE AMÉRICA

EXTENSIÓN Y LÍMITES

América con 42.032.533 km2, limita por el norte con el océano Glacial Artico, por el sur con el océano Glacial Antártico, por el oeste con el océano Pacífico y por el este con el océano Atlántico.

 REGIONES

Las regiones de América son tres:

• América del Norte: parte desde Alaska, en el norte, hasta el istmo de Tehuantepec, en el sur. Tiene una extensión de  22.759.379 km2.

• América Central y el Caribe: está ubicada entre el istmo de Tehuantepec, México, en el norte, y el istmo de Panamá, en el sur.  Su extensión es de 1.427.692 km2. El Caribe, por su parte, está formado por tres grupos de islas: Bahamas, Anti­llas Mayores y Antillas Menores.

• América del Sur: va desde el istmo de Panamá, hasta el Cabo de Hornos. Su extensión es de 17.845.462 km2.

 CLIMA

• América del Norte: posee gran variedad de tipos de climas debido a la latitud, el relieve y la influencia del mal;

• América Central y el Caribe: el clima dominante, en gene­ral, es el tropical, caracterizado por temperaturas medias y elevadas, y lluvias abundantes.

• América del Sur: está cortada por la línea ecuatorial y el tró­pico de Capricornio. Su extensión territorial, los sistemas montañosos, las influencias marítimas, etc., contribuyen a la formación de una gran variedad de tipos de climas dentro de las zonas ecuatorial, tropical y templada.

 

RELIEVE

El relieve de América se caracteriza por un larguísimo eje montañoso que, en las proximi­dades del Pacífico, recorre el continente desde Alaska hasta la Tierra del Fuego.

Son parte de este eje las montañas canadien­ses, las montañas Rocosas en Estados Unidos, la Sierra Madre mexicana, las sierras centroa­mericanas y la gran cordillera de los Andes que recorre América del Sur desde la Patagonia hasta el mar Caribe en el norte.

 HIDROGRAFÍA

•  Vertiente del Artico: el principal río de esta vertiente es el Mackenzie.

•      Vertiente del Pacífico: están el Yukón y el Colorado, en Norteamérica; el Lempa y el Choluteca en Centroamérica y el San Juan y el Esmeraldas en América del Sur.

•      Vertiente del Atlántico: en Norteamérica se destacan los ríos San Lorenzo y Missi­ssippi. En América del Sur el Orinoco, el Paraná, la Plata y el Amazonas.

 CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE EUROPA

 EXTENSIÓN Y LÍMITES

El continente europeo tiene una extensión de 10.521.324 km2 y limita al norte con el océano Glacial Ártico, al sur con los mares Mediterráneo, Negro y Caspio, al oeste con el océano Atlántico y al este con Asia, del cual está separado por los montes Urales, el río Ural, el mar Caspio, los montes Cáucaso y el mar Negro.

 REGIONES

El continente europeo posee cuatro regiones naturales:

•       Europa atlántica: está localizada entre el océano Glacial Artico, la cordillera de los Alpes, el océano Atlántico, la lla­nura del mar Báltico y el valle del río Danubio.

•      Europa mediterránea: la forman todos los países localiza­

•       dos sobre las costas del mar Mediterráneo.

 Europa central o alpina: se localiza entre la llanura del mar Báltico, las tierras ubicadas en la costa del mar Mediterráneo y los Balcanes, los montes Cárpatos y Europa atlántica.

 •       Europa oriental: está ubicada entre el océano Glacial Artico, los montes Urales, el río Ural, el mar Negro, los Cárpatos y las llanuras del mar Báltico.

 CLIMA

 Europa está ubicada casi en su totalidad en la zona templada y por ello su clima es moderado.

No existen grandes diferencias climáticas de unas regiones a otras, y las temperaturas medias mensuales, al contrario de lo que suele ocurrir en otros continentes, no difieren mucho de unos meses a otros. Sólo encontramos una excepción en la parte euro­pea de la Federación Rusa, que presenta inviernos duros y fríos.

 RELIEVE

Encontramos tres unidades de relieve:

•  La gran llanura: se extiende desde los mon­tes Urales hasta el océano Atlántico y ocupa la mayor parte de Europa oriental.

•  Conjunto de viejos macizos: ubicados al norte, a ellos pertenecen los montes escan­dinavos, el Macizo Central Francés, los montes de Bohemia y la Selva Negra.

•  Conjunto de montañas jóvenes: ubicadas al sur, comprenden los Alpes y los Pirineos.

 HIDROGRAFÍA

•  Vertiente del Artico: sus principales ríos son el Pechora y el Divina septentrional.

•  Vertiente del Atlántico: sus principales ríos son el Vístula, el Elba, el Rhin, el Sena, el Loira, el Garona, el Duero y el Tajo.

•  Vertiente del Mediterráneo: sus principa­les ríos son el Ebro, el Ródano y el Po.

•  Vertiente del mar Negro: sobresalen el Danubio, el Dniéster, el Dniéper y el Don.

•  Vertiente del mar Báltico: el Volga y el Ural.

 LOS LAGOS EUROPEOS

Europa tiene gran número de lagos de extensión y profundidad moderados. La mayoría de ellos se originaron durante la época de las glaciaciones y están localizados en las zonas que fueron más afectadas por este fenómeno durante el período cuaternario, o sea, en el norte y en los Alpes.

En Finlandia, por ejemplo, los lagos cubren más de la décima parte del territorio. Otros lagos glaciares se encuentran, a modo de ejemplo, en Escocia, la península Escandinava y en las orillas del mar Báltico.

Entre los lagos que se destacan por su extensión podemos men­cionar los siguientes: el Sadoga, con aproximadamente 18.130 km2 el Onega con 9.836 km2 el Vanern, con 5.568 km2 el Val­tern, con 1.896 kim2 el Malar, con 1.163 km2 el Peibus, el Ilnien y el Saima.

•    CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE ASIA

 EXTENSIÓN Y LÍMITES

Asia posee una superficie de 44.176.876 km2. Limita con el océano Glacial Ártico, al norte; con el océano Indico, al sur; con el océano Pacífico, al este y con Europa al oeste.

 REGIONES

En Asia podemos distinguir seis regiones naturales:

•  Asia septentrional: con grandes extensiones de bosques, lla­nuras y estepas, es la región menos poblada del continente.

•  Asia central: la mayor parte de sus tierras están ocupadas por montañas con alturas desde 500 hasta 8.848 metros, correspondiente al monte Everest, el más alto del mundo.

•  Asia occidental: posee tierras desérticas, semidesérticas y mesetas áridas. También posee algunos valles fértiles como los que rodean a los ríos Tigris y Eufrates.

•  Asia suroriental: se halla afectada por los vientos monzo­nicos. Su clima es de temperaturas altas y lluvias fuertes.

•  Asia insular del norte: comprende el archipiélago Nipón y la isla Sajalín.

•  Asia insular del sur: comprende los archipiélagos filipino, malayo e indonesio y las islas Formosa y Hainán.

 CLIMA

Se divide en dos grandes regiones:

•  Asia seca: comprende la zona occidental, el centro, aislado por cordilleras que impiden el paso de las lluvias proceden­tes del sur y la parte norte, barrida por los vientos polares.

•  Asia monzónica: situada al sur y al sureste del continente; recibe este nombre por la presencia de los vientos monzones.

 RELIEVE

Existen las siguientes formaciones:

•  La gran barrera montañosa: formada por el Cáucaso, el Flindu Kush, el Kara Korum, el Kuenlún y, el Himalaya.

•  Las grandes mesetas: comprende las me­setas de Pamir, Tíbet, Anatolia, Irán, Mon­golia, Arabia, Decán y Yunnán.

•  Las depresiones centrales: comprenden dos mares salados: el Caspio y el Aral.

•  La llanura septentrional o siberiana.

 HIDROGRAFÍA

•  Vertiente del Artico: sus principales ríos son el Obi, el Yenisei y el Lena.

•  Vertiente del océano Pacífico: sus princi­pales ríos son el Amur, el Hoang-ho o Ama­rillo, y el Yang-tsé Kiang o Azul.

•  Vertiente del océano Indico: destacan los ríos Indo, Ganges, Bramaputra y Mekong.

•  Ríos de las zonas desérticas: desembocan en los lagos interiores. Son el Amu-Daria, el Sir-Daria, el Tigris y el Eufrates.

 LOS MONZONES

Hay dos tipos de monzones: el monzón de invierno y el monzón de verano.

•  El monzón de invierno: es un viento frío

y seco que se desplaza desde el continente hacia el océano.

•  El monzón de verano: es un viento húme­do y cálido que sopla del océano hacia el continente y, al chocar con el Himalaya, origina abundantes lluvias desde abril hasta mayo.

Este régimen de vientos hace que en todo el sureste asiático se alternen una estación cálida

y lluviosa, que es el verano, y otra estación seca y fresca, que es el invierno.

Los monzones son fundamentales en el clima de Asia, pues debido a que favorecen los culti­vos, son esperados con ansiedad por toda la población.

Sin embargo, cuando se atrasan o adelantan, pueden causar desastres en los cultivos y la vida de la región.

 CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE ÁFRICA

 EXTENSIÓN Y LÍMITES

Con 30.284.631 km2, limita al norte con el mar Mediterráneo, W al noreste con el mar Rojo, al este con el océano Atlántico y al oeste con el océano Indico.

 REGIONES

Se pueden distinguir tres grandes regiones naturales:

África septentrional: limita al norte con el mar Mediterrá­neo, al sur con el desierto del Sahara, al este con el canal de y al oeste con el océano Atlántico. Allí se encuentran Suez, los montes Atlas.

 • África tropical o ecuatorial: limita al norte con el desierto del Sahara; al sur con los desiertos de Namibia y Kalahari y el río Limpopo; al este con el océano Indico y al oeste con el Atlántico. Posee el clima más caluroso y húmedo del mundo.

 • África meridional: esta región limita al norte con los desier­tos de Namibia y Kalahari y el río Limpopo; al sur y al este con el océano Indico y al oeste con el océano Atlántico. La mayor parte de sus tierras son montañosas.

 CLIMA

 La mayor parte de Africa se encuentra ubicada entre los trópi­cos de Cáncer y Capricornio, por lo cual se convierte en el más cálido de los continentes. Se escapa a esta característica el sector marítimo austral, en la zona del Cabo, en donde se dan los tipos climáticos templado y frío.

 En síntesis, se dan tres grandes climas: ecuatoriales (alta tem­peratura con precipitaciones), tropicales (una estación seca, vera­no, y otra húmeda, invierno) y subtropicales (clima templado).

 RELIEVE

Los principales sistemas montañosos son:

• Los montes Atlas, ubicados al norocciden­te. Su altura máxima es el pico Yebel Tubkal.

•  Los montes Ahaggar y Tibesti, son for­maciones rocosas en el desierto del Sahara.

•  Los macizos de Abisinia, Uganda, Kenia y Tanzania, que rodean el lago Victoria. Se destacan los picos Kilimanjaro y Kenia, los más altos de Africa, con 5.895 y 5.200 metros, respectivamente.

 HIDROGRAFÍA

Casi todos los ríos de Africa se alimentan de las abundantes lluvias tropicales y recogen las aguas de extensas cuencas. Por eso suelen ser muy caudalosos.

•  Vertiente del Mediterráneo: su principal tributario es el río Nilo.

•  Vertiente del Atlántico: destacan los ríos Senegal, Niger, Congo y Orange.

•  Vertiente del Indico: los principales ríos son el Zambeze y el Limpopo

 CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE OCEANÍA

EXTENSIÓN Y LÍMITES

Oceanía es el continente más pequeño del planeta y ocupa una superficie de 8.944.168 km2, de los cuales 7.682.300 pertenecen a Australia. La mayor parte de las tierras de Oceanía están com­prendidas entre el trópico de Cáncer y el trópico de Capricornio. Solamente Nueva Zelanda y una pequeña franja de Australia que­dan por fuera de la zona intertropical.

Oceanía limita por el norte y por el sur con el océano Indico y por el oeste con el océano Pacífico.

 REGIONES

En Oceanía distinguimos cuatro regiones:

• Australasia: es la mayor parte de Oceanía y corresponde a Australia y Nueva Zelanda.

• Melanesia: es un conjunto de islas ubicadas al noreste de Australia. Está habitado por personas de piel oscura.

• Micronesia: corresponde a un conjunto de islas pequeñas, situadas al norte de Melanesia.

• Polinesia: es un conjunto de islas ubicadas entre la Mela­nesia y el continente americano.

 CLIMA

El hecho de que la mayor parte de Oceanía esté en la zona inter­tropical, explica el predominio del clima cálido. Sin embargo, existen varios factores que determinan su gran diversidad climá­tica. Así, las islas más cercanas al ecuador tienen un clima siem­pre cálido y húmedo. Hacia los trópicos, el clima es cálido y seco.

El interior de Australia es muy árido, mientras que en la región costera de la isla se presentan lluvias con alguna frecuencia.

 RELIEVE

Podemos distinguir tres grandes unidades:

•  Las mesetas occidentales, como los de­siertos de Victoria, Gibson y Gran Desierto de Arena.

•  La depresión central, con el lago Eyre.

•  La gran cordillera Divisoria, su cima más

alta es el monte Kosiusko.

Las demás islas tienen un relieve accidentado. Nueva Guinea es la más montañosa, con el pico Punjak Jaya, que tiene 5.029 metros de altura.

 HIDROGRAFÍA

Australia no posee grandes ríos. Las princi­pales vertientes son:

•  Vertiente del Pacífico: sus principales ríos son el Mitchell, el Murray y su afluente el Darling.

•  Vertiente del Indico: el río principal es el Fitzroy.

En el resto de Oceanía sólo cabe mencionar los ríos Waikato y Wairau en Nueva Zelanda y el Sepik y Fly en Nueva Guinea.

LOS ATOLONES Y EL CINTURÓN DE FUEGO

Muchas islas de Oceanía están formadas por corales, animales propios de aguas cálidas que construyen auténticas barreras, las cuales sobresalen por encima de la superficie del agua. Es muy frecuente que estas barreras adopten formas circulares o trian­gulares con un lago salado en el centro, los cuales reciben el nom­bre de atolones.

Por otra parte, Oceanía está cruzada en gran parte por el lla­mado Cinturón de Fuego del Pacífico. Debido a esto muchas de sus islas son de origen volcánico, motivo por el cual presentan gran inestabilidad geológica la cual se expresa en sismos y erup­ciones volcánicas frecuentes.

Debido a esto el suelo de muchas de estas islas son ricos en cenizas volcánicas. Entre éstas se destaca Hawai, cuyo nombre pasó a formar parte del vocabulario geográfico debido a sus fre­cuentes erupciones volcánicas. Por este motivo se designan Hawai las erupciones con lava fluida.

 CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE LA ANTÁRTIDA

La extensión de la Antártida es de 13.900.000 km2. Algunas de sus características físicas son las siguientes:

•  Tiene la altiplanicie más extensa del mun­do. Su altitud media es de 2.000 metros y tiene montañas que superan los 5000 me­tros de altura.

•  La forma del continente es circular. Tiene sólo una gran península que se encuentra al frente de la Tierra del Fuego, llamada Tierra de Graham.

•  Posee grandes conjuntos de islas como:

Georgia, Sandwich Australes y las Orcadas en el océano Atlántico; las islas Marión, Crozet y Príncipe Eduardo en el océano In­dico; Macquarie y Balleny en el Pacífico.

En la Antártida no hay habitantes perma­nentes. Sólo hay expediciones de científicos que trabajan en estaciones de investigación. Por el Tratado de la Antártida, ésta no pertene­ce a nadie. Veamos porqué.

En 1959 un grupo de países se pusieron de acuerdo para conservar esta tierra sólo para usos pacíficos y suspendieron las disputas por los de­rechos de las tierras.

Los primeros países 2n firmar este tratado fueron Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Surá­frica, Rusia, El Reino Unido y Estados Unidos. Desde 1959, 28 países más se han unido. La or­ganización ecologista Greenpeace busca que la Antártida se convierta en parque natural.

 TALLER DE HABILIDADES:  UTILIZAR LOS HUSOS HORARIOS

• Qué es

Los husos horarios son 24 líneas imaginarias trazadas en el globo terráqueo cada 150. Cada huso representa una hora. El conocimiento de los husos horarios nos permite saber qué hora es en cualquier parte del mundo.

 •    Cómo se hace

1. Conseguir un mapa de husos horarios.

2.   Ubicar dos lugares: uno de ellos es el pun­to de referencia y el otro el lugar en que se determinará la hora.

3.   Si el lugar donde se desea establecer la hora queda a la izquierda del punto de re­ferencia, se debe restar el número de husos horarios que los separen; si se en­cuentra a la derecha se debe sumar.

Por ejemplo, si sabemos que en Londres, punto de referencia, son las 2:00 p.m. y nece­sitamos saber qué hora es en Santafé de Bogotá (lugar en el que se determinará la hora), debemos restar 5 (número de husos horarios que separan los dos puntos), luego la hora en Santafé de Bogotá será 9:00, a.m. Nota: para ahorrar energía, algunos países con estaciones adelantan la hora para apro­vechar al máximo la luz del sol.

• Hazlo tú

Utilizando una línea de tiempo o un  mapa de los husos horarios y ayudándote de un mapamundi, indica:

1.    Cuando en Londres son las 12:00 m, qué hora es en:

          • Belmopán             • Río de Janeiro
          • Kiev                     • Pretoria
          • París                     • Rabat

2. Si en el lugar donde vives son las 4:00 p.m.,

que hora es en:

          • Vancouver            • New York
          • Sidney                  • Manila

 •    Resuelve el problema

1.     Juan está en Bogotá y tiene una cita en Madrid, España, a las 7:00 p.m. Si el avión demora 17 horas, ¿a qué hora debe salir Juan para llegar a tiempo a su cita?

    2.    Un grupo de turistas llegó a Buenos Aires el domingo a las 3:00 p.m., procedente de Wellington. Si el avión demoró 22 horas, ¿qué día y a qué hora salió de Wellington?

3. Ana llamó a las 9:00 a.m., desde Nueva York, a su mamá que vive en Quito. ¿A qué hora recibió la llamada la mamá de Ana?

 

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