Haz una caminata de dos días a través de una montaña por un río subterráneo, acampando en la cueva por la noche; o desciende 200m a rappel en una cueva de mármol, acampando en una playa que nunca ha visto el sol, y penetra detrás de una cascada, siguiendo un claro arroyo entre formaciones cristalinas a través de interminables túneles.
Practicar el kayakismo en rápidos clase II/III en un río subterráneo es una experiencia que muy pocos han vivido. Combina la emoción del rafting con la exhilarante belleza de algunas de las cavernas más grandes del mundo.
Algunos de los ríos subterráneos que utilizamos para estas aventuras son Aguabrava (Puebla), ríos Chontalcoatlán y San Jerónimo (Guerrero), Cuetzalan (Puebla), Puente de Dios (Querétaro), Río La Venta / Sótano de la Lucha (Chiapas).
Tenemos recorridos de distintos niveles de dificultad en todo México.
A sólo 30 Km del famoso pueblo platero de Taxco, está el sistema Cacahuamilpa, que incluye las famosas cavernas fósiles de Cacahuamilpa, ubicada arriba de Dos Bocas, lugar donde resurgen los ríos Chontalcoatlán y San Jerónimo.
Esta resurgencia consiste en dos cavernas vivas de casi 6 Km de longitud, que desembocan a unos 100m una de otra - de ahí el nombre de Dos Bocas. Las tres cavernas del sistema están formadas por enormes pasajes en toda su longitud y conforman uno de los sistemas más impresionantes que existen.
Para los aventureros, son las cavernas inferiores las que poseen más atracción, ya que se pueden recorrer de lado a lado de la montaña, siendo dos clásicas travesías anfibias a través de túneles que promedian 40 m de ancho y 40 m de alto, y llegan a presentar alturas de casi 100 m en algunos tramos. Estas cavernas son tan activas que sólo son transitables durante la época de sequía, ya que durante las lluvias los ríos crecen y convierten a estas cuevas en una trampa mortal.
El río que nace a partir de Dos Bocas, el Amacuzac, se utiliza casi todo el año para excursiones de rafting y recorrido de rápidos en kayaks - un río que tiene rápidos de clase 3 en su parte alta y hasta clase 6 antes de su confluencia con el río Mezcala.
Río San Jerónimo
En el punto donde se entra al río, no se puede ver el techo de la caverna, debido a su altura y a lo estrecho del cañón por donde se llega. El recorrido inicia con un tramo a nado a la entrada de la gruta, hasta unos 100 m en su interior, donde se puede caminar de nuevo. En este punto la caverna tiene unos 20 m de ancho y unos 50 m de altura. Después de unos 200 m más la caverna se abre a unos 60 m de ancho y 70 m de altura.
A lo largo del recorrido en ambos ríos se presentan numerosos tramos donde es necesario nadar; o en nuestro caso, flotar con chalecos salvavidas: recorrido anfibio.
Existen varias formaciones a lo largo del recorrido, conocidas aquí como 'fuentes', la mayor de ellas de unos 100 m de largo y 50 m de altura. Nosotros aquí nos detenemos a tomar un refrigerio y gozar del paraje.
Como a dos tercios del recorrido, el techo finalmente baja a una altura donde nos permite verlo, unos 10m de altura, y aquí es donde se nota la corriente de aire que atraviesa la caverna. En ocasiones esta corriente es tan fuerte que puede apagar una lámpara de carburo. Los claustrofóbicos no tienen de qué preocuparse, ya que éste es el punto más estrecho de la gruta, y pronto recupera sus dimensiones 'normales', de 50 m de altura.
La salida es aún más impresionante que la entrada, y también toma unos 500 m de incremento gradual de la luz antes de poder ver el cielo, acompañados por el alboroto de las golondrinas que nos despiden desde sus nidos en las paredes y techo de la caverna.
Río Chontalcoatlan (Chonta):
El saber que vas a visitar una caverna enorme no te prepara para el tamaño de la entrada. La boca de 50 m de ancho está en la base de una pared vertical que debe tener unos 400 m de altura, y se ve aún más grande a causa de un pasaje secundario cerca de la entrada (*). Sin lugar a dudas la parte más aterradora de la excursión es descender este cañón de entrada por una escalera de metal asegurada con alambre. Los guías sensatos (como nosotros) usan equipo de rappel para el descenso.
El Chonta tal vez sea un poco más estrecho que el San Jerónimo, pero es más consistente en sus 40 m de diámetro. También es más fácil de recorrer, teniendo más playas de arena donde caminar y menos pilas de rocas que trepar o esquivar.
A medio camino, la gruta pasa bajo una entrada lateral llamada La Claraboya, que tiene unas impresionantes formaciones en cascada donde fluye el agua durante la temporada de lluvias.
Los primeros exploradores, en los años 30 penetraron por aquí a la caverna, y se volvieron a sólo una curva de la salida inferior. La resurgencia del río, en Dos Bocas, está junto a la del San Jerónomo, haciendo de éste un paraje extraordinario.
Temporada: Noviembre a Marzo
(*) Una caverna inexplorada después de un salón llamado 'Los Pilares' en esta caverna lateral nos tiene planeando una expedición que busque la conexión interna entre las cavernas del sistema. Esta es una de las expediciones de búsqueda y descubrimiento en las que podrías participar, y hacer historia con nosotros. No todo ha sido descubierto. El sistema Cacahuamilpa tiene potencialmente más de 70 Km de túneles, en su mayoría inexplorados.
Cueva del río Jalpan, Qro. Cerca de la localidad de Laguna de Pitzquintla, a unos quince minutos caminando por una vereda, se llega a la entrada de la gruta, sitio a partir del cual el río Escanela penetra bajo la montaña.
Este es un recorrido de dificultad media, de unos 4 Km, que requiere equipo especializado y conocimiento de su uso, que nosotros te proporcionamos. Los parajes, tanto a la entrada como en la resurgencia del río, valen la pena por sí solos. En el interior de la cueva veremos otros lugares extraordinarios, además de vivir una aventura que ningún otro lugar puede ofrecer.
Temporada: Noviembre a Marzo
Río El Zapote, Estado de México
Desde las Grutas de la Estrella, una bajada en rapel de unos 20 m en la oscuridad, y después un descenso con cable por las rocas nos lleva hasta el río subterráneo. De ahí el recorrido en la vasta cueva nos lleva por tierra y por agua hasta un lugar que albergaba antiguos ídolos prehispánicos, se cuenta también que era refugio de fugitivos en la revolución.
Además de la fascinante sensación de estar en las entrañas de la tierra, el recorrido tiene sus partes emocionantes, hay que nadar por pozas profundas y frías, además de hacer un descenso intrincado a una de las pozas. Para poder salir de la gruta hay que aventurarse a hacer un salto de unos 2 m al agua, y nadar hacia la salida. Afuera hay una poza en la que uno puede nadar por un rato antes de recorrer por entre la selva el camino de regreso.
Cualquiera que sea tu aventura, nosotros la realizamos