LOS CREYENTES EN LAS
DEM�S RELIGIONES, �SE SALVAN?
Responde el cardenal Joseph
Ratzinger
SEG�N RATZINGER, UN
JUD�O NO NECESITA RECONOCER A CRISTO
COMO HIJO DE DIOS PARA
SALVARSE
CIUDAD DEL VATICANO, 5 septiembre
(ZENIT.org).- ��C�mo es posible explicar a un jud�o o a un
luterano el car�cter �nico de Cristo y de la Iglesia cat�lica�.
Esta fue la pregunta que plante� un periodista al cardenal Joseph
Ratzinger, prefecto de la Congregaci�n para la Doctrina de la Fe,
en la rueda de prensa de presentaci�n de la declaraci�n �Dominus
Iesus�, sobre el car�cter �nico y universal de la salvaci�n de
Cristo y de la Iglesia.
Al referirse a un jud�o creyente,
el cardenal Ratzinger aclar� que �estamos de acuerdo en que un jud�o
--y esto sirve para los creyentes de las dem�s religiones-- no
necesita conocer o reconocer a Cristo como Hijo de Dios para
salvarse, si para ello existen impedimentos insuperables de los que
no tiene culpa. Ahora bien, el hecho de que el Hijo de Dios haya
entrado en la historia, se haya hecho parte de la historia y est�
presente como realidad en la historia, afecta a todos�.
�Me parece importante explicar
--a�adi�-- que Cristo no huy� al cielo, sino que se ha quedado en
la historia�. Por este motivo, �podemos decir que la presencia
escondida y real de Cristo en la historia nos afecta a todos.
Incluso para aquellos que se oponen o no pueden encontrarse con
Cristo esto constituye una realidad que transforma la historia. Es
algo importante para los dem�s, sin violar su conciencia�.
Al hablar del car�cter universal
de la salvaci�n de la Iglesia con un luterano, el cardenal
Ratzinger precisar�a que �todos reconocemos objetivamente que la
Iglesia deber�a ser una, y todos deber�amos desear el volver a
encontrarnos en una Iglesia cat�lica renovada en el camino hacia el
futuro. Pero esta necesidad objetiva tiene que ser distinguida del
estado de conciencia de las personas que aprenden su fe en su
comunidad y que en ella se nutren de la palabra de Dios�. Este
estado de conciencia a algunos cristianos les impide comprender la
importancia y necesidad de la unicidad y la unidad de la Iglesia.
vvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvv
REGRESAR
PORTADA
|