Lluís Canut
Joan Manuel Serrat no quiso desaprovechar la proximidad entre Barcelona y
Vila-real para presenciar el que se presumía decisivo choque en El Madrigal.
Acompañado de unos amigos y del cineasta David Trueba, una de las personas
más cercanas a Guardiola, el 'noi del Poble Sec'
ocupó
su localidad en una de las esquinas de tribuna, donde asimismo estaban el
padre de Bojan o Joan Casals, 'l'avi Barça'. Serrat lucía orgulloso una
vieja bufanda blaugrana de lana, sin inscripción ni escudo, de cierto aire 'vintage'.
En efecto, es su bufanda talismán, la que Joan Manuel reconoce llevar desde
1969. La misma que ya colgaba de su cuello en tiempos de Sadurní, Eladio,
Fusté, Marcial o Rexach, a quien le unía una buena amistad, y la que años
más tarde exhibió en las finales de Wembley, París y Roma.
El sábado el fetiche de Serrat volvió a ser talismán, como presume su propietario. De hecho, ya lo fue un par de horas antes, cuando camino a Vila-real la caravana de seguidores barcelonistas tuvo noticia del inesperado KO del Madrid ante el Sporting. Pero a pesar de que este resultado le restase dramatismo al partido contra el 'submarino amarillo', era crucial sumar los 3 puntos para sentenciar la Liga. Y así lo supo hacer el equipo de Pep, que seguramente decidió introducir algún retoque en el once tras el favor de su amigo Manolo Preciado en el Bernabéu, aunque la alineación de Thiago estuviera prevista de antemano. Al final el gol de Piqué y las paradas de Valdés resultaron decisivas para el 0-1, pero en algo debió de influir la bufanda de Serrat, que bien haría en dedicarle alguna de sus canciones. Después de tantos años de fidelidad, la prenda se lo merece.
Se
ruega a quien haya encontrado en las cercanías del Camp Nou una bufanda
azulgrana confeccionada a la antigua, con lana tejida, sin ningún lema
ni escudo, se ponga en contacto con esta casa (SPORT). Es mía. Día de la
pérdida: el 29 de enero, noche del partido contra Osasuna.