UTOPÍA:
ULTIMAS NOTICIAS (1992 y ......)
En medio
de las celebraciones olímpicas y del Quinto
Centenario aparece el nuevo álbum de Joan Manuel Serrat. El álbum titulado
“Utopía” hace el número 22 de los
discos del cantante. Más de uno se extraña de esta llamada urgente a la utopía
de Serrat en pleno mil novecientos noventa y dos. Un año cargado de acontecimientos. El cantante no ha ocultado su
alegría por la celebración de los Juegos Olímpicos en su ciudad-“ lo he estado
soñando desde pequeño”- a diferencia de otros intelectuales barceloneses que se manifiestan por la huída
o por la indiferencia olímpica.
Sin
utopía, dice Serrat, “la vida sería solo un ensayo para la muerte”. El cantante
vuelve a hacer una llamada al sueño colectivo, a la vida por encima siempre de
la muerte. “Prefiero hablar de la utopía que de cualquier otro tema, porque la
carencia de utopías es muy grande y en los últimos quince años a muchos no ha
servido para saber donde estábamos situados. Con la pérdida de estas utopías
hemos aprendido algo pero ha quedado un gran vacío al no haber sido capaces de
rellenar estas pérdidas con nuevos proyectos...”
El País
Valenciano tiene la primicia de escuchar en estreno las nuevas canciones de
Serrat. En el escenario de La Pèrgola de Castellón de la Plana, se bautizan una
a una las canciones del álbum, la noche del 2 de abril de 1992. Curiosamente
este mismo escenario, como recordará el cantante, vivió veinte años atrás el
inicio de otra gira, con nuevas canciones y.... nuevos músicos. Para la gira de
“Utopía” Serrat no tendrá el soporte musical de Ricard Miralles, el pianista
que le ha seguido desde 1968, ocupando su lugar Manel Camp, un músico catalán
que ha acompañado a artistas como Lluís Llach o Maria del Mar Bonet. También se
ha producido cambios en la formación entrando en el grupo Angel Blázquez en
sustitución de Jordi Clua, y un percusionista, Enric Canada. De los antiguos
continúan Francesc Rabassa en la batería y Albert Cubero en la guitarra.
A
pesar de la remodelación no hay excesivos cambios musicales y los viejos temas
siguen sonando de forma idéntica a como sonaban en la etapa Miralles. Por su
parte en las nuevas composiciones hay ritmos
“vírgenes” en la obra serratiana, como los aires salseros de “Toca
madera”, una de las canciones más agradecidas del nuevo repertorio. Después de una década de éxitos
continuos el cantante exorciza a la diosa fortuna:
Nada tienes que temer
al mal tiempo buena cara
la Constitución te ampara
la justicia te defiende,
la policía te guarda,
el sindicato te apoya,
el sistema te respalda
y los pajaritos cantan
y las nubes se levantan
Cruza los dedos,
toca madera
No pases por debajo de esa escalera
Evita el trece y al gato negro
No te levantes con el pie izquierdo.
Para
“Cuando duerme el rock and roll” Serrat también se estrena en un pausado rock and roll, una música que ha formado parte de los inicios
musicales. La canción es un recordatorio para unos ritmos y sones que no están
de moda y que salen a bailar cuando duerme el rock and roll. “Decir que el rock
and roll es la única música interesante
del siglo XX me parece una mentira absoluta. El rock and roll es cojonudo y es
importantísimo, pero no es la Virgen de Fátima, como ciertos núcleos de poder
nos quieren hacer tragar”.
Entre
los temas “recuperados” para este gira, figura un “medeley” conteniendo tres
canciones de su obra catalana, “Una guitarra”, “El Drapaire”y “Conillet de
vellut”, tres composiciones que arrancan momentos de ternura y nostalgia en el
personal.
Para
“Disculpe el señor” Serrat continua el discurso de “El sur también existe”, de
un norte poderoso y egoísta que cierra
las puertas a un sur, hambriento y pobre. Para la interpretación de este
tema Serrat se ayudará por primera vez de vestuario teatral poniéndose un
uniforme de mayordomo, personaje protagonista de la canción, poniendo de
manifiesto una vez más sus cualidades interpretativas.
Sobre un
artículo de Joan Barril, Serrat construye una historia de enamorados atípicos
en “Mírame y no me toques”, como su título indica esta pareja nunca llegará a
consumar su amor que será solo de miradas, de citas sin hablarse. Finalmente
sublimarán su particular relación en el funicular de la ciudad suponemos que en
el del Tibidabo- mientras uno coge el de subida, el otro toma el de bajada “ y
mirarse los ojos a través de los cristales en el breve instante en que se
cruzaran”. La cosa acaba en cita fallida y ella fijará de nuevo su mirada en
unos galones.
Más
“líricos” resultan los temas de amor, “Maravilla” realizado –por teléfono- con
la colaboración de Mario Benedetti o “Y el amor”, un tema ambicioso sobre un
sentimiento donde Serrat ha “afinado” mucho mejor en otras canciones. Para
“Pendiente de ti” cuenta con el contrapunto vocal de la cantante del grupo
Presuntos Implicados, Soledad Gimenéz. Una colaboración que según el propio
cantante le fue sugerida por su hija mayor María, después de pensar en
cantantes como Joan Baez y Linda Rostandt.
En
“Juan y José “ Serrat relata una bella historia de emigrantes entre dos amigos
que un día se ven separados por el Atlántico y cincuenta años después vuelven a
reencontrarse:
Juan y José
volvieron a encontrarse en el frontón
medio siglo después, y como si tal cosa
Juan preguntó:
“A cuál le vas... azul o colorao?”
y respondió en indiano: “Al que vaya esa
moza...
Qué cosas Juan,
tanto rodar y estamos otra vez
en donde lo dejamos...
“Pero a ti Pepe que te quiten lo bailao...
Y gracias Pepe, por llevarme a bailar”.
Caña dulce.
mamey colorao
tu cabalgabas y yo iba a grupa
en las largas tardes junto a la estufa
del viejo café.
Con las alas de tus cartas, José,
atravesé todos los cielos de América
contigo,
AMIGO!
Las
preocupaciones por su entorno vuelven a aparecer en el tema “El hombre y el
agua”, la canción que después de varios bises cierra su primer concierto en su
recién estrenada gira en Castellón de la Plana. A partir de este momento Serrat
inicia una larga gira que continuará por diversas ciudades valencianas- Alicante, Valencia, Elx, Orihuela- para
pasar después a Sudamérica: Colombia, Ecuador, Uruguay y Brasil, Perú, previsto
en un primer momento, se suspende debido al “golpe de estado de Fujimori.
La
Argentina y Buenos Aires vuelven a ser
punto central de esta gira sudamericana. Entre los diferentes actos programados
por el gobierno municipal de Buenos Aires con motivo de la capitalidad cultural
e la ciudad destaca un recital al aire libre del cantante en la plaza del
Congreso. El recital congrega a más de
200.000 personas que escuchan, aplauden y cantan las canciones de uno de sus
“ahijados”, más queridos. El concierto entra en el ranking de los recitales más
multitudinarios celebrados hasta entonces en todo el mundo. Una vez más la
identificación entre el cantante y la ciudad se pone de manifiesto. Si hace un
par de décadas Serrat ponía de moda la palabra “adeú “entre la juventud
bonaerense –gracias a su canción “Adeú, adeú amor meu i sort”-, parte de
aquella juventud, hoy ya más maduros, muchos de ellos acompañados de sus hijos,
volvían a encontrarse con el artista que los había acompañado en la alegría y
en los momentos de tristeza.
Ya de regreso hacia Barcelona, en el aeropuerto de la capital argentina, Serrat recibe la buena noticia de que en Barcelona Club de Fútbol se ha proclamado campeón de la liga. Un hincha del Boca Juniors es el encargado de darle la buena noticia. La gira no ha podido comenzar mejor...