EL AÑO DE LAS LUCES.

 

       Si 1982 había pasado “sin novedad en el frente” sin grandes sobresaltos, el nuevo año que comienza, 1983, v a significar un año de ilusiones, de reencuentros, de música y de lágrimas. El 4 de Enero Serrat actúa en  un festival organizado en el Palau d’Esports de Barcelona a beneficio de los afectados por las inundaciones de Cataluña y el País Valenciano. Un festival en el que actúa  la plana mayor de la Cançó catalana, Oi de la Serra, Marina Rosell, María l Mar Bonet, Núria Feliu, Xavier Ribalta y un encuentro que no se volverá a repetir: Serrat, Raimon y Lluís Llach. Tres hombres forjados en la “nova Cançó” y que después han seguido caminos musicales diferentes, compartían un mismo escenario, un hecho insólito dadas las relaciones entre ellos...

      En marzo de ese mismo año Serrat vuelve a participar junto con otros artistas en un recital, pero de otro carácter . Para su disco en directo “Entre amigos” grabado en el Teatro Salamanca, Aute “echa mano” de sus amigos: Serrat, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Teddy Bautista. Los cantantes se intercambian las canciones y Serrat interpreta el tema de Aute “De alguna manera “. Tanto el recital como el disco posterior será todo un éxito y de alguna manera sirve para el relanzamiento de la carrera del autor de “Rosas en el mar” y “Al alba”.

      En mayo Serrat entra en los estudios Eurosonic de Madrid para realizar la grabación de su nuevo álbum “Cada loco con su tema”. Un álbum que “rompía” con la dinámica el cantante, ya que por alternativa debería haber sacado un disco en catalán, después que su anterior trabajo también era en castellano. Imaginamos que razones artísticas o comerciales – o ambas- le hicieron decantarse por la obra en castellano.

         Nueve temas compone el álbum que aparece bajo el título genérico de “Cada loco con su tema”. Otra vez el Serrat que tira mano del refranero popular para dar “levadura” a sus canciones. No es un álbum tan “redondo” como el anterior, “En tránsito” aunque el tema que da título al álbum se convertirá en uno de los más populares del Serrat “última época”.

      Si en “Ara que tinc 20 anys” Serrat nos dejaba  sus preferencias vitales a la hora de cantar, ahora a punto de cumplir lo cuarenta, Serrat volvía a dejar constancia de “aquellas cosas” por las que cantaba:

 

                             Cada loco con su tema

                             contra gustos, no hay disputas

                             artefactos, bestias, hombres y mujeres

                             cada uno es como es,

                             cada quien es cada cual

                             y baja las escaleras como quiere.

 

          Y comenzamos el capítulo de preferencias serratianas que por supuesto harán las delicias del personal cuando las haga públicas. Unas preferencias u opciones pr las que Serrat ya ha “tomado partido” en anteriores ocasiones:

 

                          Pero puestos a escoger, soy partidario

                          de las voces de la calle

                          más que del diccionario,

                          me privan más los barrios

                          que el centro de la ciudad

                          y los artesanos más que la factoría

                            la razón que la fuerza

                            el instinto que la urbanidad

                            y un sioux más que el Séptimo de Caballería.

 

    Esta última estrofa será una de la más celebradas de la canción en plena efervescencia anti-Otan y dadas las simpatías de que gozan  las tropas el General Custer... Seguidamente Serrat vuelve a manifestar su ideario de hombre universal:

 

                       Prefiero los caminos a las fronteras

 

Para reglón seguido realizar una declaración ética y estética:

 

                   y una mariposa al Rockefeller Center

                   y el farero de Capdepera

                   al vigía de Occidente

 

    Otro de los momentos más compartidos de la canción y de total identificación entre cantante-público:

 

                             Pero puestos a escoger, prefiero

                             un buen polvo a un rapapolvo

                             y un bombero a un bombardero

                             crecer a sentar cabeza, prefiero

                             la carne al metal

                             Y las ventanas a las ventanillas

                             el lunar de tu cara

                             a la Pinacoteca Nacional

                             y la revolución a las pesadillas.

 

     En tiempos de pragmatismo y de liquidación de utopías revolucionarias, Serrat se alía con los descendientes de Danton, Robespierre y Marat...

   El tema, “Cada loco con su tema” que igual funcionará a manera d broche de recital que de prólogo musical, se cierra una vez más como veinte años atrás, con una invitación a la vida:

 

                           Antes que nada soy

                           partidario de vivir.

 

      El nuevo disco es “bautizado” en plenas fiestas madrileñas de San Isidro donde actúa Serrat ante cerca de 10.000 espectadores que llenan el Palacio de Deportes. Las fiestas de San Isidro de la mano del primer alcalde democrático, después de la dictadura, Tierno Galván, se han convertido en un  marco brillante para la institución municipal. Tierno Galván, el alcalde d la “movida” y su equipo de gobierno han reconquistado la capitalidad de Madrid como centro cultural y San Isidro es un buen exponente. Por otro lado estas son las primeras fiestas después del triunfo socialista de octubre del 82 y no es extraño que entre el público se encuentren nombres como los ministros Barrionuevo (Interior), Maravall (Educación), Enrique Barón (Transportes), o el mismo Tierno Galván, que llegará con bastante retraso aunque es recibido con una gran ovación. Pero también se encuentran amigos del cantante como la actriz Mónica Randall, o la escritora catalana Maria Aurelia Capmany y Jaume Vidal Alcover y  Miguel Rios, y más de trescientos periodistas acreditados, y ... Aquello es una fria y Serrat una vez más ejerce como maestro de ceremonias.

             “Hoy puede ser un gran día” es el tema que le sirve de pasaporte. La fiesta no ha hecho nada más que empezar. Después vendrían los bautizos con los nuevos temas, mezclados con canciones más antiguas como “Mi niñez” o “Las moscas”. Dedicatorias al director José Luis Garci y el productor González Sinde, ganadores del Oscar por “Volver a empezar” de la mano de “Piel de manzana”. Hay también un recuerdo para los afectados de la colza” para que entiendan que sentimos la tristeza de no poder solucionar ese problema, al que yo llamo crimen, porque no está en nuestras manos, y que sepan que mientras no se solucione, ningún ciudadano podrá dormir con la conciencia tranquila”. Serrat donará los derechos de autor de su canción “No esperes” al Comité de Solidaridad con los Afectados el Síndrome Tóxico.

          A lo largo del recital desfilan las nuevas canciones del álbum como “De vez en cuando la vida”, una balada intimista sobre los cazadores de sueños o “Algo personal”, una corrosiva canción sobre los mercaderes de la política:

 

                         Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz,

                         juegan con cosas que no tienen repuesto

                         y la culpa es del otro  si algo sale mal.

                         entre esos tipos y yo hay algo personal.

 

    El único tema en catalán del recital del Palacio de Deportes es “El testament  d’Amèlia”, una canción que Serrat presenta como “ una d las canciones más populares de Cataluña, también de Mallorca y de Valencia e incluso ha  llegado hasta Suecia. En esta canción una madre apercibe a su hija agonizante para que se confiese y haga testamento que van bien para los valores eternos y terrenales. La hija reparte sus propiedades entre los padres, la Iglesia y los hermanos, “ y a ti madre te dejo a mi marido para que lo guardes en tu alcoba, como ya vienes haciendo mucho tiempo”.

        Otro de los nuevos temas del álbum es “Sinceramente tuyo” tal vez una de las más bellas canciones de temática amorosa del ultimo Serrat:

 

                              Cuéntale a tu corazón

                              que existe siempre una razón

                              escondida en cada gesto.

                              Del derecho y del revés

                              uno solo es lo que es

                              y anda siempre con lo puesto.

                              Nunca es triste la verdad

                              lo que tiene remedio.

 

       Estas últimas estrofas serán utilizadas unos años después en la Argentina por la juventudes peronistas en sus carteles electorales.

    El álbum grabado con sus músicos habituales- Ricard Miralles, Joseph Maria Bardají, Jordi Clua y Francesc Rabassa- aparece con gran apoyo publicitario que  incluye vallas por las calles. A lo largo de tres meses Serrat ha preparado las canciones del disco. “Al contrario que con los discos anteriores, que los iba haciendo a temporadas a ratos, con éste he estado concentrado de una forma tan intensa que al final estoy  agotado...”, declara el cantante.

      Serrat vuelve a hacer  hincapié en su condición de transmisor de historias compartidas: “Escribir canciones es para mí como tomar purgante. Es sacarlo todo fuera. Una de las cosas más bonitas que tiene el hacer canción  popular es que, al menos en mi caso, dentro de lo que es una exposición personal  explicadas como hechos colectivos para multiplicarlos desde mi dimensión. Esto está muy bien porque te obliga a pasar por una serie de análisis de lo que está ocurriendo, de por qué está ocurriendo y de qué forma nos afecta lo que nos está haciendo.”

          “Cada loco con su tema” aparece con una divertida portada salpicada de dibujos del Anoro.  Es también  la primera producción de “Taller 83”, la productora que pone en marcha el cantante para gestionar  sus asuntos artísticos.

         Para su recital madrileño Serrat “estrena” nuevo vestuario. Sus clásicos colores, blanco y negro, los cambia por un pantalón blanco y una camisa roja salmón, colores optimistas para unas canciones en las que Serrat vuelve a “apostar por la felicidad por encima del éxito”, como señala la periodista Maruja Torres. Y en su caso, éxito y felicidad parecen caminar en esos momentos de la mano.

 

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