SERRAT, TAMBIEN SE CASO.

 

 

 

       El nuevo año de 1978 trae en primera plana la noticia de la boda  de Serrat. Otra vez es Lecturas la encargada de dar una noticia –bomba del cantante. La revista recoge en portada junto con su esposa, Candela Tiffón en su masía de Camprodón, pueblo del Pirineo catalán donde posee una finca. Candela, que tiene veinte años, es hija de José Tiffón, director en aquel momento de la Feria de Muestras  de Barcelona. La pareja se ha casado por lo civil durante las pasadas navidades dentro de la mayor discreción. Candela, que ha trabajado como modelo en algunas campañas publicitarias, es cuñada del escultor Xavier Corberó. Se dice que fue al regreso del cantante de su exilio, en uno de los apartamentos en los que vivió por razones de seguridad donde conocería a su futura mujer.

          Como ha sido norma en él, Serrat mantendrá su núcleo familiar alejado de la curiosidad pública. Una intimidad a la que no será ajena su mujer, Candela Tiffón, que sabrá permanecer en un segundo plano solo roto con la llegada de sus dos hijas.

      Con el título de “1978” aparece el nuevo álbum en castellano de Serrat, tres años después de su anterior trabajo en esta lengua. Una bellísima fotografía  con una ventana recortándose sobre una pared pintada de ocre cubre toda la portada. Serrat ha dejado el protagonismo a una humilde maceta y unas cuantas cebollas... En el interior un paisaje de sábanas y ropa interior tendiéndose al sol... Un envoltorio que de alguna manera sirve de anuncio a unas canciones donde Serrat intenta hablarnos de lo más cotidiano, de aquello que nos rodea, de las cosas que pasan por delante de nuestros ojos cada día. Un Serrat solidario y “ciudadano”, que intenta explicar la historia de su país, Cataluña, en un tema largo y ambicioso, “Por las paredes”; un Serrat en clave para una historia de “Tordos y caracoles”; donde por supuesto toma partido por los tordos; o el Serrat irónico utilizando los moldes musicales de Manolo Escobar para contar otra vez una historia de los “otros catalanes” a ritmo de pasodoble “Que bonito es Badalona”. En “Una historia conocida” Serrat vuelve a Miguel Hernández a través de los versos de José Agustín Gaytisolo, un tema que recuerda la manera de cantar e Paco Ibañez, quizás por su sencillez musical.

    Un disco que le sirve a Serrat de apoyo para su nueva gira, esta vez, por todo el estado español. Después de años de ausencia Serrat vuelve a tocar  en ciudades como Madrid, Sevilla, Valencia. Zaragoza, etc... En esta ira por primera vez le acompaña su mujer mientras Ricard Miralles y Josep María Bardají se reparten el protagonismo musical. Son precisamente de este último los arreglos musicales del nuevo álbum, un disco poco espectacular para un Serrat “en tránsito”. A pesar de todo la gira constituirá un gran éxito, y es que Serrat continua siendo el número uno de los cantantes con mensaje” del país.

       En octubre graba  un especial para Televisión Española de Cataluña. Durante la grabación de su recital en el Teatre Lliure llega la noticia de la muerte de Brel  en un hospital de París de cáncer. El cantante no puede evitar la emoción  al evocar a uno de sus “maestros”, un hombre y un artista que ha sido un ejemplo artístico y vital. Años después Serrat tendría la oportunidad de cantar junto con el cantante valenciano Lluís Miquel, una de las canciones más bellas de Jacques Brel, “La Fanette”.

    Este “Especial Serrat” se emitirá en medio de las fiestas navideñas por el circuito catalán de Televisión Española. Otro proyecto también televisivo, un programa musical ente Cuba y España, con Serrat, Silvio Rodriguez y Pablo Milanés no llegará a efectuarse.

   A diferencia del año anterior, 1979 no significa ningún nuevo álbum en la obra discográfica de Serrat. En verano vuelve a actuar por toda la geografía español a “400 pesetas”. Precisamente antes de comenzar esta nueva “tournée, el cantante realiza unas reveladoras declaraciones a la periodista Maruja Torres en la revista Fotogramas. El cantante reflexiona sobre su actual momento creativo, sobre sus problemas de composición. “Si, supongo que es porque he de exigirme mucho, porque no su capaz de escribir ni lo que escribía ni de la manera que lo escribía, porque a mi mismo me rebota muchas veces si pretendo seguir por ahí. Y tampoco tengo en estos momentos, y tal vez nunca, la posibilidad de escribir con un dominio genial de las palabras. Entonces esta situación es un poco extraña, que hace que vayas dándole hostias. Yo estoy bastante tranquilo porque estoy convencido de que me saldré de esta. Tardaré más o menos, seguramente muy poco, porque ahora mismo ya podríamos hablar sobre cosas.”

    En la misma entrevista  Serrat arremete contra las propagadoras del llamado “desencanto general”, un término que en aquellos momentos está en boca de todos para hablar de  la situación anímica del país. “Mira tú, el desencanto es una cosa que habría que discutir mucho. Yo me acuerdo de un tío mío que vivía en Argelés y que era el más “free” de la familia y que nunca venia a Barcelona. Yo iba a verle y le preguntaba porque no bajaba y él me contestaba (de esto hace diez años): No, no y no a Barcelona no bajo, no. Porque mira tu sales a la calle por la mañana y todos tienen cara de que les has robado las gallinas. ¡Y nunca han tenido gallinas! “Y esto del desencanto a mí me recuerda mucho a esta historia de mi tío. Es decir, que tal vez mucha gente que habla de él se está refiriendo a “su “ desencanto y su desencanto puede ser tan mezquino como el de un intelectual de quiero y no puedo, que tuvo un papel dominante dentro del cotarro, aunque fuera en la clandestinidad, y que en ese momento ve que su papel a jugar es mínimo y tiene unos espacios muy limitados y hay todo un mundo político que se ha incorporado a la vida del país, un rollo que va por otros caminos, y tal vez es esto lo que produce el desencanto”.

            A lo largo de esta nueva gira veraniega le acompaña su mujer Candela que a finales de ese año dará a luz a su primera hija, María. Sobre su decisión  de formar pareja con ella, Serrat declara: “No existió esta decisión absolutamente radical, todo fue una progresión. Todo son coincidencias, nos conocimos, empezamos a conocernos más, fuimos siguiendo, siguiendo, siguiendo. Y aquí estamos. En un momento determinado decides que ya no tiene que ir más a casa  de sus padres, o mejor dicho, lo decide ella, y cojonudo, a ver que pasa. Y te das cuenta de que lo que va pasando está bien. Entonces vas, sigues funcionando y pasan más cosas.”

          Curiosamente este verano registra también las primeras actuaciones en directo – y últimas- de una antigua amiga y compañera del cantante, Marisol o Pepa Flores como se le conoce en su nueva etapa. La cantante presenta su nuevo álbum “Galería de perpetuas”, un trabajo demasiado “duro” para los paladares de sus antiguos fans. En sus recitales Marisol incluye su versión, del tema de Serrat “Tu nombre me sabe  a yerba” para cerrar su espectáculo. Otro compañero del cantante, Miguel Rios inicia su nuevo renacimiento musical como estrella del rock, género que aparece como favorito del público en esos instantes. Después de los primeros momentos de la transición democrática donde los cantautores tuvieron  un protagonismo de primera línea, parece que desde  diferentes tribunas se les pide que vuelvan  a sus “cuarteles de invierno”. Sobre este nuevo público que llena los conciertos de rock, Serrat señala “Yo no creo que haya una  juventud rockera y unos tíos carrozas no rockeros. El rock viene de nosotros, de nuestra época y pienso que nosotros somos mucho más generación del rock que las que hay en estos momentos. De la misma forma que pienso  que eran mucho más interesantes los planteamientos del rock de los años cincuenta que esto de ahora, que no le encuentro nada nuevo. Y la juventud va funcionando con esta marcha porque le entra por el cuerpo, por los poros. Pero nunca la gente ha sido tan romántica, tan tierna, tan débil y tan indefensa como ahora. Creo que la juventud tiene menos suerte de la que se merece, infinitamente menos en todo, tú...”

    Después del periplo veraniego español, Serrat marcha de nuevo a América y a finales de ese año , el 13 de  Diciembre, su mujer Candela tiene a una niña a la que llaman María. Años después nacería Candela. Serrat a pesar de recibir tentadoras ofertas por el nacimiento de su degundo hijo, no concederá ninguna exclusiva. Su amigo Pep Puvill será el encargado de hacer las primeras fotos a la pequeña que serán repartidas a todos los medios de comunicación.

       La década de los ochenta se inicia con una noticia triste para el clan Serrat. Su padre fallece el 29 de Abril de 1980 a los 65 años. En una entrevista con la periodista Pilar Eyre en la revista Interviú tiempo atrás, recordará estos duros momentos. “Nunca superas la muerte de un padre. Te vuelves de golpe mayor porque ya no eres un niño para nadie. Nunca jamás para nadie. Cuando me enteré que tenia cáncer, lo llevé durante seis meses de médico en médico en un vía crucis tan doloroso que me convirtió de repente en otro hombre. Sin esperanzas. Nada servía de nada. Y se trastocaron los papeles. Yo era el fuerte y el dependía de mi. Tenia que darle de come. Y yo le limpiaba el culo; que importante, limpiarle el culo a mi padre. Porque así cerraba el círculo. Terminar la vida donde la empezó. Como mis hijos harán conmigo algún día”.

       Serrat suspende todos sus conciertos contratados para este verano. Después de un largo silencio aparece el 26 de Octubre con sus nuevas canciones. Pero no será sobre un escenario sino en las ondas radiofónicas donde da a conocer sus nuevas canciones. Para un hombre de fidelidades como él presentar en  la radio sus nuevos temas es una forma de agradecimiento a un medio que siempre ha estado a su lado, desde sus comienzos y donde se ha “educado” artísticamente.

       El domingo 26 de octubre Serrat presenta una a una las canciones de su nuevo álbum que aparece bajo el título de “Tal com raja” o tal como sale. Un título que sugiere una forma de escribir más espontánea, quizás más fresca. Como él mismo declarará repetidamente “no hago más que transmitir que están en la calle”. Una forma de componer que de alguna manera ya estaba esbozada en su  anterior disco “1978” aunque ahora se presenta más madura. Frente al Serrat más “literario”, más “fabulador” de épocas pasadas, asistimos a un Serrat” más partidario de las voces de la calle..”, un Serrat  que intenta contar historias a ras de tierra, desde un Parnaso más ético que poético...Aunque en este nuevo rumbo musical se echen de menos sus temas de “cartón piedra”.

        Producido por Rafael Moll, un hombre que a través de su oficina “Cabra” se encarga de gestionar los asuntos musicales del cantante, “Tal com raja” presenta diez nuevos temas, siete con letra y música del cantante y tres sobre poemas de los poetas catalanes. Joseph Foix, Joseph Carner y  Josep Palau i Fabre. Abriendo el disco “Temps era temps”, una canción que perfectamente podría haber dado nombre al disco, y que después se convertirá en uno de sus temas más populares de su nueva producción. “Temps era temps” o “Erase una vez”, un cuento que Serrat ya ha “contado” en otras canciones, pero donde demuestra una vez más sus habilidades literarias e interpretativas. Una canción “para después de la guerra”, sobre unos tiempos y de una época que como dice el protagonista “buena o mala, ha sido la mía y a única”.

 

 

Temps era temps...

que vam sortir de l’ou

amb l’or a Moscú

la pau al coll

la flota al moll

i la llengua al cul,

amb els simbols arraconats

l’aigua a la font

les restriccions

i l’home del sac.

 

 

Hace ya tiempo...

que salimos del huevo

con el oro de Moscú

la paz a cuestas

la flota al puerto

la lengua en el culo

con los símbolos arrinconados

el agua en la fuente

las restricciones

y el hombre del saco.

 

      La canción le sirve a Serrat para rendir homenaje a algunas de sus pasiones como la canción española o el Club de Fútbol Barcelona:

 

Temps d’Una, Grande y Libre

Metro Goldwin Mayer

Lo toma o lo deja...

Gomas y Lavajes

Quintero, León y Quiroga

Penellets i penellons

Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón.

 

   Finalmente Serrat se dirige a un consultorio muy popular en las ondas radiofónicas conducido por una tal señora Francis. Un personaje al que volverá con motivo de su desaparición de la radio.

 

Señora Francis, m’enten...?

amb aquest coneixements,

qué es podia esperar de nosaltres?

Si encara no sabem senyora,

qué serem quan sigam grans,

els fills d’un temps,

els fills d’un pais orfe.

 

Señora Francis, ¿me entiende?

con estos conocimientos

¿qué  podía esperarse de nosotros?

si aún no sabemos señora

qué seremos de mayores

los hijos de un tiempo

los hijos de un país huérfano.

 

          “Tal com raja” supone el retorno de Ricard Miralles como director y arreglista musical de la obra serratiana. En el disco, Miralles y Joseph María Bardají, firman los arreglos de las diez canciones. En la musicalización  de poemas Serrat vuelve a dar en la diana dejando pequeñas obras maestras como “El gall”, un poema de Joseph Carner que formaba parte de un proyecto sobre el “Bestiari” de este poeta que no llegará a plasmarse. Otro tanto podríamos decir del poema “Es quan dormo que hi veig clar” del pota del Joseph – Vicenç Foie, uno de los grandes nombres  la literatura catalana del siglo XX. Sobre un poema difícil cuajado de imágenes a manera de un video-clip surrealista, Serrat realiza una de sus composiciones más brillantes ayudado por los arreglos de Bardají.

    Otro de los temas que destaca del nuevo disco es una breve composición, “¿Per qué la gent s’avorreix tant?, una sencilla balada de carácter “moral” cocinada a medio camino entre los teclados de Joseph Maria “Kiflus” y el piano de Miralles. Un tipo de balada que volveremos a encontrar en discos posteriores.

     Para presentar su nuevo disco realiza una serie de conciertos por las principales ciudades catalanas: Tarrassa, Lleida, Cervera, Manresa, Mataró, Rubí, Sabadell, Vilanova i la Geltrú, Vic, Girona, Reus, y finalmente el Palau de la Música. Del 27 al 31 de Diciembre Serrat vuelve al escenario de sus grandes éxitos. Junto a él Ricard Miralles, Joseph Maria Bardají, Jordi Clua, Fancis Rbassa, Joseph Maria “Kiflus”. Con las entradas agotadas el público barcelonés vuelve a demostrar su fidelidad al cantante. En el recital de presentación cuenta, entre otros espectadores, con su hijo Queco y su madre, Mercedes Doménech que han viajado desde Madrid para pasar la navidades junto a él. La fiesta se prolonga luego en el camerino del cantante, y es que Serrat ese día cumple 37 años. Su amiga Guillermina Motta es la encargada dl pastel, una tarta de chocolate.

            Curiosamente Serrat despide una década – los años setenta-, desde el mismo escenario que trece años atrás le había confirmado artísticamente. Ahora desde este mismo teatro Serrat “renace” en una etapa marcada por los grandes éxitos tanto de público como musicales, con una serie de canciones que le devolverán el resplandor perdido –a nivel discográfico- de sus mejores tiempos. Si para la canción de autor la nueva década supone una nueva criba terrible sobre todo en nombres que tuvieron un papel destacado en la canción testimonio anti-franquista, para algunos cantautores –término que se pone de moda entre la crítica musical española- como Serrat, la pareja Victor Manuel y Ana Belén y la incorporación de nombres como Joaquín Sabina o el retorno de Luis Eduardo Aute, serán años de “vacas gordas”.

         En el área catalana solo Lluis Llach y Maria del Mar Bonet aguantarán el tipo.

 

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