EN TRANSITO (1976 – 1980) 

 

      

             Sería un tanto esquemático o faltaríamos a la verdad hablar de un Serrat “antes” de las declaraciones de Méjico y un Serrat “después”. Creer que a partir de ahora comienza un compositor más “concienciado” o”comprometido” es olvidarse de algunos hechos de su trayectoria personal, de algunas posturas que Serrat ha tomado y que le han valido vetos y censuras por parte del régimen franquista. No hay que olvidar tampoco que Serrat se ha formado en un movimiento como la Nova Cançó y ha participado de unos ideales estéticos pero también éticos. Y aunque nunca se ha distinguido por realizar una canción combativa – por la sencilla razón de que no sabe hacerla- en un palmarés tiene el haber sido el cantante que ha popularizado a dos poetas “no oficiales” como Machado y  Hernández. Un artista que ha sabido responder a las exigencias comerciales de su popularidad  junto a pretensiones digamos más “intelectuales” o culturalistas.

   Los acontecimientos que se producen a la muerte de Franco cogen al cantante fuera de España. Serrat permanece en Méjico, actuando por diferentes países de América. En Méjico Serrat conocerá una de sus experiencias más gratificantes cuando se desplace por todo el territorio a bordo de un autobús-roulotte llamado “La Gordita” en compañía de sus músicos. Un autobús que se pasea por las carreteras mejicanas luciendo pintados los colores de la “senyera”. Con él viajan Gabriel Rosales, Enric Ponsa, Juan José Tudurí y Ricard Miralles que abandonará el grupo en el futuro siendo sustituido por Joan Albert Amargós.

     Por Navidades, Serrat se acerca hasta la frontera y en Pepinyan se reencuentra con familiares y amigos. A primeros de año aparecen  unas declaraciones suyas en los semanarios Cambio 16 y Destino, donde es entrevistado por Baltasar Porcel. Serrat medita sobre su ausencia del país. “Puede que si llevara años así o fuera una persona dedicada a otro trabajo lo pasara mal. Pero soy un artista y tengo trabajo. Entonces no se me presenta ningún  problema. Y viajo. Chico estoy bien. Aunque eso si: lo que noto de verdad   es que me faltan unas cosas. Cosas concretas, cuya carencia a ratos me desazonan. El otro día estuve en Perpinyan para ver a mis padres, andar a su lado. Eso me falta, tú. Y voy a ir ahora para ver a mi niño.(...) Sin embargo el exilio me ha servido para en cierta medida, equilibrarme, he podido pasar revista a unas cosas, mesurar otras. Una especie de reajuste, eh?”.

      Es precisamente en París donde Serrat es contactado para la causa del socialismo catalán por Quico Sabater y Francesc Viladabal. Al igual que su amiga y compañera Guillermina Motta, acaban militando en el Partit Socialista de Cataluyna donde conocerá la amistad de Raimon Obiols. Este partido en las primeras elecciones democráticas se presentará unido al PSOE, un pacto que aunque criticado de alguna manera evitó la formación de un “neo-lerroixismo”, hostil al catalanismo y alimentado por la masa de votantes inmigrantes.

         Serrat continua sus recitales por América durante su éxito. Se presenta en ciudades como Los Angeles, San Francisco o Nueva York. Como recordará años después es aquí  donde aprende a leer en inglés buscando las noticias que se producen en España, que son continuas y trascendentales. En sus recitales americanos Serrat a parte de su repertorio propio, incorpora canciones de Horacio Guarany, Violeta Parra o Paco Ibáñez, del que interpreta sus versiones musicales sobre poemas de Blas de Otero o Gabriel Celaya. Unos temas que de alguna manera suplen su carencia de canciones “ comprometidas” en unos momentos en que los acontecimientos que pasan en España son noticia en todo el mundo.

 

Cerrar ventana / Tancar finestra