UN NUEVO  SERRAT.

 

A finales de ese año Serrat da una serie de recitales en el Palau de la Música presentando sus nuevas canciones en catalán que forman el tercer álbum del cantante. Los cronistas advierten un “nuevo Serrat” que abandona en algunos temas su inseparable guitarra, acompañado por un conjunto musical dirigido por Ricard Miralles. “He visto a Juan Manuel cambiado. Cambiado como artista, no como hombre. Esperaba encontrarle en el escenario, allí entre luces, focos y reflectores, detrás siempre de su guitarra, como escuchándose en ella. Y sin embargo, por vez primera ha dado el pecho, dejando la guitarra a un lado, diciendo con sus manos utilizándolas para acompañar a sus decires, sus músicas. He visto a un Juan Manuel más suelto, más abierto, más claro, pisando fuerte frente a un público que desde el primer momento, desde antes incluso, estaba con él. La aparición del catalán en escena es comparable a la que hiciera Raphael durante sus recitales de Madrid en cuanto a entusiasmo y haberse ganado al público se  refiere” (8)

        Curiosamente a partir de ahora y a lo largo de varios años el duelo Serrat-Raphael será uno de los principales temas de polémica de las revistas. Un “enfrentamiento” que será mas sobre el papel que en la escena puesto que el estilo de ambos artistas no tiene ningún punto de comparación. Es en la “Nova Cançó” – que en estos momentos ya ha dejado de ser “nova” – donde a Serrat le saldrá uno de sus principales “oponentes” artísticos, Lluís Llach. Con el desembarco bilinguista de Serrat, la editorial de Lluís Llach-Concéntric- se apresura a promocionar al cantante de Vergés como el sustituto de Serrat.

      Precisamente Lluís Llach hablando de la “rivalidad Serrat-Raphael señala:”Serrat ha tenido el mérito, que todos le tenemos que agradecer de hacer pasar a este país de Raphael a Serrat. Esto es un gran mérito porque de alguna manera, es hacer un paso muy gordo para adelante en los medios de comunicación cultural que puede haber como la canción”.

    En esta tanda de recitales al Palau de la Música de Barcelona, Serrat estrena nuevos títulos de su repertorio  en catalán como “La Carmeta”, De mica en mica”, “L’Olivera”, “Saps” o “Com ho fa el vent”, un tema que le servirá para abrir sus recitales durante una temporada, a manera de “declaración de principios”. Un Serrat al que se le ha quedado pequeño el mundo de la Cançó  y para el que el Ebro no es más que un accidente geográfico.

 

                  Jo vaig nèixer com neix la brisa a la vora del mar.

                  Amic del sol i de la pluja, vaig aprendre a volar.

                  Com ho fa el vent.

                   I és així com jo vull viure.

                   Com ho fa el vent.

                   el vent que es mou i que és lliure entre la gent.

 

                  (Yo nací como nace la brisa cerca del mar/Amigo

           del sol y de la lluvia, aprendí a volar/ Como lo hace el

            viento/ Y es así  como yo quiero vivir./ Como lo hace el

                    viento,/ el viento que se mueve y que es

                              libre entre la gente./)

 

   Entre las curiosidades de estos recitales barceloneses anotemos que Serrat viste chaqueta de terciopelo negro, camisa blanca de cuello alto y pantalón negro de smoking. Un “uniforme” que va a sustituir sus “señas de identidad” por mucho tiempo. Serrat como otros cantantes de la Cançó- siguiendo la tradición francesa- opta por el negro para salir a escena.

  Por estas fechas la prensa se hace eco de un romance entre el cantante y la modelo danesa, Susan Holmquist. El romance tiene su punto de morbo puesto que la modelo nórdica se encontraba unida sentimentalmente al fotógrafo italiano, Gianni Ruggiero. La Holmquist era uno de los físicos más espectaculares que desfilaban por la Barcelona cosmopolita de los sesenta, y a parte de su trabajo como modelo publicitaria, había intervenido en algunos films de la llamada “Escuela de Barcelona”. La relación, aunque breve, dejará como herencia una de las canciones  más divertidas e irónicas del cantante, “Conillet de vellut” dedicada a la top model.

    Tu nombre me sabe a yerba” es el nuevo sencillo en castellano de Serrat. La canción que formaba parte de la banda sonora de su primer trabajo cinematográfico, “ Palabras de amor”, supone su primer gran éxito en castellano. En la cara B  del disco, “Balada de otoño”, el Serrat más intimista y romántico.

  Si 1968 ha sido un año polémico, el nuevo año que comienza 1969, será el de la consolidación como estrella nacional y su proyecto como cantante internacional. Un año en el que Serrat va a ser noticia tanto a nivel discográfico como artístico, cuando no, envuelto una vez más en la polémica. A pesar del veto televisivo, Lasso de la Vega consigue hacer de Serrat el cantante más popular del momento. Una popularidad a la que no es ajena la buena marcha de sus discos, que consiguen ventas insólitas para el mercado español como ocurrirá con el álbum de Machado.

   A principios de año Serrat participa en una de las galas del MIDEM, el Mercado Internacional del Disco y la Edición musical, que reune a los máximos vendedores de  discos en la ciudad francesa de Cannes. Entre los participantes nombres como Joe Cocker, Mina, Chico Buarque, Roberto Carlos, Adriano Celentano, Gilbert Becaud, etc. Por España intervienen Serrat y Massiel. Serrat interpreta dos temas, “Com ho fa el vent” y Poemas de amor”, vestido totalmente de negro y luciendo un medallón de su acompañante, Susan Holmquist.

     “La paloma” es el  nuevo sencillo de Serrat un tema que en Italia canta Sergio Endrigo. Esta canción forma parte del repertorio lírico de algunos intérpretes de este género. Ahora con las versiones de Serrat y Endrigo se convierte en balada pop. Para Serrat supone su debut discográfico poniendo voz a la “voz” de un poeta, en este caso Rafael Alberti que vive en aquellos momentos exiliado en la ciudad de Roma. A este “prólogo lírico” está a punto de suceder todo un trabajo discográfico sobre la obra de un poeta, Antonio Machado.

 

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