Rescate de unos poemas olvidados

Francisco Rovira–Beleta

Carena, 1997

    

 

 

«Paco Rovira–Beleta ha decidido rescatar unos poemas olvidados y con tanto afecto como temeridad me ofrece la posibilidad de ejercer de maestro de ceremonias de esta aventura. 

    Estoy seguro que nadie espera de mí que caiga en la tentación de hacer un juicio crítico-literario para el que no estoy preparado ni dispuesto. Esas labores de disección e interpretación las dejo en manos del lector en la certeza de que cada quién lo hará de distinta manera y me limitaré a resumir la percepción que tengo del autor, formada a lo largo de años de relación y afecto y que la lectura de estos versos no ha hecho más que reafirmar. 

    El manojo de poemas que este libro recoge componen un recorrido por más de 50 años de versos para ser leídos en voz alta. Sólo así, dice el autor, están completos. Sólo, cuando se leen en voz alta, masticándolos con devoción para alguien que escucha. 

    El libro es un álbum de fotos desordenadas, un largo travelling autobiográfico en el que se palpa el oficio de saber mirar y se evidencia la existencia de un ser apasionado, que rastrea el mundo con agudeza. 

    Esta forma de captar la realidad le permite al autor ofrecernos un retrato vital de los días trascurridos: "No porque fueran bellos, sino porque son idos" en los que alterna primeros planos repletos de pasión, con planos generales, distantes, salpicados de ironía. 

    Francisco Rovira-Beleta es y se proyecta como un hombre de fe que, vivo y contradictorio, nunca se cansó de soñar y que jamás abdicó de su rebeldía. Un hombre que ha sabido guardar como oro en paño la infancia, la ilusión, la sonrisa, la alegría espontánea. 

    Francisco Rovira-Beleta escribe versos como hace cine. Para echar fuera lo que le bulle dentro. Y los publica para quitarse un lastre y mostrar al prójimo la parte íntima y desgarrada de un ser humano interrogando al pasado para reconstruir incertidumbres, aún a costa de exponerse a ser atropellado, manoseado y violado en su obra. 

    "La poesía no importa" escribió Elliot, que sin embargo le dedicó la vida entera. 

    Algo así sucede con Rovira-Beleta. Parecía que la poesía no le importaba pero con este libro nos demuestra que ha estado, toda su vida, pendiente de ella. 

    Resumiendo: cuando uno lee los versos de Francisco Rovira-Beleta descubre que se parece a Paco Rovira-Beleta..»