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9 de Febrero 2017
100 voces para los
refugiados
EN EL PALAU SANT
JORDI
Himnos como 'Qualsevol nit pot sortir
el sol', 'Venim del nord, venim del sud' y 'Mediterráneo' bañarán de emoción el
concierto.
Per Núria Martorell.
Con un impresionante cartel de actuaciones.
Y cuanta gente solidaria...
EL LLANTO DEL MAR. Además de 'Mediterráneo', Serrat abordará con Sílvia Pérez Cruz 'Plany el mar'.
35 PREGUNTAS A JOAN MANUEL SERRAT
De la revista KIS MET. Año 1969
Que piensas seria y profundamente de:
DIOS:
una forma de espiritualidad.
CURAS:
son unos hombres normales y corrientes que tienen una profesión bastante
difícil. Los curas tienen unos trabajos de proyección social que de llevarlos a
cabo les ocuparían todo su tiempo. Actualmente distingo dos tipos de sacerdotes.
Yo estoy mas cerca de los que buscan a Dios a través del hombre que de los que
buscan a Dios a través de Dios.
LA RELIGIÓN:
Quizá lo que sea una forma de espiritualidad sea la religión, mas que Dios.
LOS ESPAÑOLES:
Pienso exactamente lo que pensaba Antonio Machado. Creo que España y los
españoles somos un pueblo subdesarrollado, cargado de defectos y con un nivel
cultual bajo...Ahora, cargados de virtudes también, pero eso no tiene que
enorgullecernos.
EL ANALFABETISMO:
Es algo que tiene que desparecer un día u otro. Contra el tenemos que luchar
cada uno dentro de lo que pueda. Se debe de luchar contra el desde el papel
Estado, nunca desde el papel ciudadano. No se puede luchar contra las
infraestructuras, sino contra las estructuras grandes. El analfabetismo es
siempre una consecuencia de la dejadez del pueblo, y al pueblo no se le puede
dejar. No obstante, muchas veces el saber leer y escribir, el saber sumar y
restar, el tener seiscientos y televisor no quitan de ser analfabeto.
EL TYPICAL SPANISH:
No me interesa. Es un tópico.
NUESTRO FOLKLORE:
Es muy rico pero está muy mal aprovechado y explotado, precisamente explotado
por el "typical". Intento conocer todo el folklore del mundo, creo que es la
base. Del español el que mas modalidades tiene es del Sur.
DE LOS GITANOS:
Existe racismo con ellos; estoy seguro de ello porque lo he vivido muy de cerca.
Si Peret dice que no, es porque el es un gitano rico.
LOS NOVIOS:
Para mi el noviazgo es un estado que carece de sentido, porque es bastante
inútil. No sirve par conocerse. Creo que las personas se conocen a fondo cuando
se levantan juntas.
DE LOS YEYES:
No se lo que son los yeyes.
DE LA JUVENTUD ACTUAL:
Esto es muy difícil; depende del nivel, no solo económico, si no cultural que
tenga esa juventud. No se puede emitir un juicio mezclando a la juventud
promocionada y a la no promocionada, a la capitalista y a la no
capitalista...Hoy por hoy no se puede emitir un juicio, porque no existe una
verdadera juventud unida, depende del ambiente en que se desenvuelvan.
DE LOS HIPPIES:
No se lo que son los hippies. De los beatnicks se bastante porque se definieron.
Desde el existencialismo no hay ningún movimiento claramente definido.
DE GIBRALTAR:
Un pedazo de roca que hay por el Sur.
DE VIETNAM:
Es una demostración palpable de como un pueblo opresor pueda aparentar ser
liberador, mejor dicho, no un pueblo sino un régimen. Las gentes son buenas,
pero están bajo un engranaje criminal que puede llevar a todo el mundo al
genocidio.
LOS NEGROS:
Exactamente igual que los gitanos. Son iguales que los blancos.
DE NIXON:
Presidente de los Estados Unidos, no se que numero hace, pero es uno mas.
DEL SALARIO MÍNIMO:
Una tomadura de pelo, se de mucha gente que lo cobra, sobre todo cuando esta
enfermo.
DE LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES:
Seria muy bonito. Aparte de lo que hace la P.I.O habría que hacer mil cosas mas.
Si fueras a la Universidad y preguntaras a los estudiantes uno por uno,
quedarías decepcionado al ver el tanto por ciento de hijos de obreros que hay.
Te saldrá en uno o dos por ciento. Depende de la facultad; si vas a peritos
industriales encontraras muchos, pero en general.....
DEL AMOR:
Es un sentimiento hermosísimo, pero muy egoísta. Si no va unido con la mistad,
hace mas daño que beneficio.
DEL EROTISMO:
Afortunadamente creo mucho en Eros.
DE LOS CATALANES:
Lo mismo que de mi.
DE LA UNIVERSIDAD ESPAÑOLA:
Como casi la de todo el mundo, es clasista.
DE LA PROSTITUCION:
Pagar por hacer el amor es degradar un sentimiento. Creo que la solución no esta
en prohibirla, sino en solucionar el cerebro de los individuos que en ella se
gastan el dinero. Es también un problema de cultura, como casi todos.
DE LOS INVERTIDOS:
Creo que un país de machos como el nuestro a los invertidos se les desplaza
demasiado, aunque no se consiga porque hay muchos y forman sus clanes. Y se
defienden los unos a los otros. No obstante se les insulta, y se les tira,
prácticamente, piedras. Son algo que es y siempre existirá, porque van con la
especie. Yo puedo convivir perfectamente con ellos. No me molesta nada convivir
con ellos.
DE LA FORMACIÓN QUE SE DA A LOS ESPAÑOLES:
Hacen falta muchas escuelas.
DE LAS IGLESIAS DE MÁRMOL, MADERAS FINAS Y LÁMPARAS CARÍSIMAS:
La ostentación no la acepto en nadie y entonces ¿ como la voy a aceptar en la
religión, cuando Jesucristo dice " es mas fácil que entre un camello por el ojo
de una aguja, que un rico en el reino de los pobres"?.
DE LOS POBRES QUE PIDEN POR LAS CALLES:
Pedir es siempre muy triste. Creo que el que pide también tiene su dignidad,
DE LA POLÍTICA Y LOS POLÍTICOS:
Creo que hay mucha gente honesta en este oficio, a pesar de que
mi padre lleve diciéndome desde pequeño que todos los políticos son unos
ladrones.
DE LA EDUCACIÓN SEXUAL DE LOS ESPAÑOLES:
No se da ningún tipo de educación, es pecado, es tabú. Debería darse, porque al
final el que mas como el que menos acaba casado. Si te hubieran formado, el día
que tienes las primeras experiencias no te darías un batacazo.
DE LAS MUJERES:
Como decía Jardiel Poncela "Me gustan tanto como la salvación de mi alma".
DEL MATRIMONIO:
Es algo que me da mucho miedo, lo veo bastante lejano, pero se que a la larga
acabare cayendo en él. Creo en el matrimonio como consecuencia, como
continuación de algo, nunca como inicio de algo, aunque no haya nada que no se
pueda hacer con una mujer antes del matrimonio, este sirve para legalizar una
situación.
DE LAS JUERGAS:
Las juergas de dos botellas de vino, cuatro señoras y dos guitarras no me
interesan. Prefiero las juergas que pueda pasar yo solo, yo puedo pasarlo muy
bien solo, no siempre, pero si alguna vez, con las cosas que tenga en mi casa,
con un paraguas, con lo que sea.
DEL PROBLEMA DE LA VIVIENDA:
Es un problema de especulación, de las altas estructuras. Creo que una casa es
un artículo de primera necesidad, como un plato en la mesa.
DEL TURISMO:
Aunque nos ha dejado mucho dinero, no nos han ayudado a abrirnos hacia fuera,
romper tabúes, etc...
DE LOS OBREROS QUE EMIGRAN:
Quien mejor puede decirlo son ellos, aunque quizás lo que te dijeran no lo
podrías publicar. Me parece fatal que aquí no haya puestos de trabajo
suficientemente bien retribuidos.
Joan Manuel Serrat en pósters. (6)
MI HISTORIA CON EL BARÇA
POR JOAN MANUEL SERRAT -
EDICIÓN: 88
De Maradona a Ronaldinho, de Cruyff a
Lineker, de Ronaldo a Romario Pasando por Shuster, Koeman y tantos otros.
http://www.soho.co/historias/articulo/joan-manuel-serrat-y-su-historia-con-el-barca/1497
Blaugrana al vent
(Azulgrana al viento)
Azulgrana al viento,
corazón valiente.
Tenemos un nombre,
todos lo saben:
Barça,Barca, Barça...
Así dice el estribillo del himno del F.C.Barcelona.
Cuando
voy a la cancha, que es siempre que me lo permiten mis compromisos
profesionales, uniéndome a la voz de la afición, lo canto puesto en pie mientras
el equipo salta a la cancha. Hermosas tardes de domingo en que por un rato
regreso a la niñez, a los álbumes de monas con las fotografías de los jugadores
eternamente jóvenes y a los picados en los baldíos, donde los postes eran un par
de piedras y el dueño de la pelota se autoproclamaba el capitán del equipo,
porque si no me la llevo.
Así como la patria del hombre es el lenguaje, la patria del fútbol es la
infancia.
Me gusta jugar al fútbol, pero apenas fui un futbolista mediocre. Hubiese dado
la pierna de mi vecino por jugar con el Barça en primera, pero la vida no me
regaló este talento y las únicas veces que he podido vestirme de azulgrana ha
sido con los equipos de veteranos que me invitaban a compartir sus
entrenamientos y algún partido amistoso al que mi popularidad como cantante me
permitía acceder.
Soy del Barça desde que tengo conciencia.
Nací del Barça como nací varón, moreno, catalán y del Pueblo Seco.
Nadie me preguntó al respecto ni hay antecedentes de aficionados al balompié en
la familia.
Soy "culé" pese a los esfuerzos del señor Arévalo, el tendero de mi calle, un
aragonés "perico" y republicano que, a menudo, me llevaba al campo del Español,
nuestro eterno rival local, tratando de convertirme al equipo blanquiazul.
Un inciso: a los del Barça nos llaman "culés" (del catalán "cul" / culo).
Término acuñado a principios del siglo pasado cuando en los días de partido las
tribunas de tablones de madera de nuestra primera y humilde cancha de la calle
Industria mostraban al transeúnte un curioso paisaje de culos sucesivos asomados
a las aceras, olvidados del resto de sus respectivas humanidades.
De la misma manera, a los del Español se les llama "pericos" porque, por
aquellos mismos días, no tuvieron otra ocurrencia que embellecer la entrada de
su cancha con unas enormes jaulas llenas de escandalosos periquitos para darle
algún color a su gris existencia.
Volviendo al señor Arévalo y a sus afanes proselitistas, quedan en mi memoria
como una fiesta, aquellos domingos por la tarde cuando tomábamos un taxi
colectivo en la esquina del bar Chicago, allí donde las Rondas desembocan en el
Paralelo, y junto a tres desconocidos que completaban la capacidad del vehículo,
subíamos hasta el desaparecido estadio de la Avenida de Sarria a disfrutar del
partido, desde la nueva grada lateral, mezclados con lo más florido de la
hinchada españolista.
Yo estuve allí, aplaudiendo al equipo que por aquellos años dirigía Alejandro
Scopelli, un técnico uruguayo con el que el Español estuvo a punto de ser
campeón aquel año y que durante el intermedio de los partidos repartía oxígeno a
los jugadores para ayudarles a recuperar el aliento. Confieso que durante varias
temporadas canté los goles de Arcas, Marcet y Mauri abrazado a mi buen vecino y
tendero y no me avergüenzo de ello ya que jamás apostaté de mi barcelonismo. Mi
comportamiento en la cancha de Sarriá no hacía otra cosa que corresponder al
afecto que me regalaba el señor Arévalo, que además de llevarme al fútbol en
taxi me invitaba a caramelos y refrescos y a la vuelta a casa a pie, cuando el
domingo se ponía triste con el atardecer, me compraba el Goles, un panfleto
impreso a multicopista, que, con los resultados de la jornada, se vendía a la
salida de los estadios. Pero mi corazón, a pesar de no haber pisado jamás el
estadio del F.C. Barcelona, ni por un instante, en ningún momento, dejó de ser "culé".
Mi barcelonismo se afianzó de manera definitiva cuando fichamos a Kubala. Los
ases buscan la paz, publicitaba el Régimen y el fichaje de aquel húngaro rubio
que, luego de jugar con Hungría y Checoslovaquia, llegó a España huyendo de las
garras del comunismo, según rezaban los eslóganes de la época, fue una
convulsión para la ciudad, el fútbol y, sobre todo, para el Barça.
Hay un antes y un después de Kubala en la historia del F.C. Barcelona.
Las mujeres se volvían locas por él. Las putas lo confesaban. Las canciones de
moda adaptaban sus letras al bello eslavo:
La raspa la inventó
Kubala con su balón
Kubala pasa a Cesar
Y Cesar remata…Y gol…
Era
un ídolo al que sus pecados y sus goles mitificaban. Se hablaba de que salía a
jugar después de una noche de farra sin dormir, borracho incluso y a pesar de
ello corría los noventa minutos y marcaba goles. Era un figura, un monstruo.
Todos los niños queríamos ser Kubala y a mí también me cosió mi madre el número
ocho del húngaro de oro en la camiseta azulgrana que me trajeron los Reyes Magos
aquellas navidades.
Con él, el Barça empezó a ganar. Volvió a ganar. Fueron los años dorados de las
Cinco Copas. Lo ganábamos todo. La noche en que regresaron a Barcelona después
de ganarle al Niza la Copa Latina y la pasearon por la Plaza de San Jaime, yo
estaba allí.
Mi padre me llevó a recibir al equipo. Me subió a una de las columnas del
Palacio de la Generalidad de Catalunya, entonces en el exilio como todo lo que
olía a catalán, y desde las alturas vi cómo los jugadores Basora, Biosca,
Ramallets, Cesar y, por supuesto, Kubala, cruzaban la plaza por un estrecho
pasillo humano de "culés" entusiasmados.
Y un día pisé por primera vez las gradas del ya desaparecido campo de "Les Corts",
el que fue estadio del F.C. Barcelona. Fue un 23 de junio por la noche, una
verbena de San Juan, noche de solsticio de verano en la que, como en tantas
ciudades mediterráneas, las hogueras se multiplican en las calles, alimentadas
por los viejos cachivaches arrojados al fuego purificador que bendice el tiempo
nuevo que recién se alumbra.
Aquella noche de fiesta, bajo un cielo que encendían los cohetes, jugamos contra
el Botafogo un partido amistoso. Lo de amistoso es un decir, ya que mediada la
segunda parte y perdiendo los brasileños por 2 a 0 se montó una tangana de padre
y muy señor mío. Una bronca muy poco ejemplar pero inolvidable, que acabó con
algunos jugadores en el hospital y otros en la comisaría de policía.
Desde entonces hasta la fecha, he visto grandes jugadores vestir y darle lustre
y esplendor a la zamarra azul y grana. De Maradona a Ronaldinho, de Cruyff a
Lineker, de Ronaldo a Romario pasando por Shuster, Koeman y tantos otros… Mucho
fútbol de calidad ha defendido estos colores, pero, sobre todo, y para siempre
vaya por delante mi gratitud a los jugadores autóctonos, los que de niños
soñaron con vestir esta camiseta, los que llevan los colores marcados a fuego en
la piel como Guardiola, Xavi o Puyol y antes Rexach o Fusté y muchos años antes
los Martín, Alcántara, Samitier, jugadores de casa que la afición necesita para
reconocerse y sin los cuales el Barça sería solo un club de fútbol más.
Pero
el Barça es más que un club. Comparto las palabras de Manuel Vázquez Montalbán
cuando afirmaba que el Barça es el ejército simbólico desarmado de la
catalanidad. Trataré de explicarme. En tiempos de dictaduras, el F.C. Barcelona
fue un reducto del catalanismo político que, impedido de expresarse libremente
en la vida pública, se refugió en las más diversas asociaciones o entidades
sociales catalanas, desde el Centro Excursionista al Orfeón Catalán pasando por
el Omnium Cultural o las peñas sardanistas, pero ninguna otra actividad entre
las toleradas tan masiva y vociferante como el fútbol y de ahí que en una
Catalunya enmudecida y represaliada, el Barça se convirtiera en algo más que un
club de fútbol y este sentimiento se prolonga hasta nuestros días.
He vivido con mi equipo grandes alegrías y tremendas decepciones. Sentado en el
bordillo de la acera de mi calle, bebí la hiel de la derrota de Berna en 1961,
cuando el Benfica de Eusebio, Simoes y compañía, los postes y el sol en los ojos
de Ramallets, convirtieron en humo y lágrimas mis juveniles ilusiones de pasear
por las Ramblas la sexta Copa de Europa. Para mayor desgracia, las cinco
anteriores las había ganado el Real Madrid, que años antes nos robó por
salomónica decisión franquista a Alfredo Di Stéfano. Toqué el cielo con el dream
team de Johan Cruyff, que regaló a nuestras vitrinas cinco ligas seguidas y que
con un zapatazo de Koeman le sacó las telarañas al arco de la Sampdoria
redimiéndonos de nuestros pecados y elevándonos al olimpo de Wembley con nuestra
primera Champions League. Amén.
Volví de Sevilla con las banderas a media asta cuando el Steaua de Bucarest
impuso la vieja y tópica verdad de que no hay enemigo fácil y nos ganó en los
penaltis, y años después, embebido o embobado, caminé tras Ronaldinho, el
flautista blaugrana, como los ratones de Hamelin rumbo a París a ritmo de samba,
rumbo a la gloria para volver de Saint- Denis abrazado a nuestra segunda Copa de
Europa.
Y entre un hola y un adiós, año tras año, temporada tras temporada, soñando,
sufriendo y gozando en este valle de lágrimas, pendiente de los caprichos de un
balón y sus circunstancias.
Ganen o pierdan les quiero como a mí mismo, por tanto no soy imparcial. No les
engañaré con eso de que no me importa perder mientras el equipo juegue bien y
que deportivamente aplaudo al rival cuando es mejor y todas esas tonterías de
caballeros. Yo pecador, en los partidos importantes, prefiero ganar ni que sea
de penalti injusto y si no ganan me cabreo y los puteo. Incluso en casos
extremos pierdo el apetito y en épocas de tragedias prolongadas me amenazo con
romper el carné de socio. Pero se me pasa enseguida. Afortunadamente el hombre
sensato que hay en mí reflexiona y me habla de que no vale la pena, que hoy en
día el espectador no tiene soberanía alguna, que el fútbol es un espectáculo
globalizado y los jugadores individuos mediáticos que están ahí para vender
camisetas más que para jugar, y yo le digo que sí, que cuánta razón tiene… Pero
en cuanto el tipo juicioso se da la vuelta, vuelvo a jugar a las monas con el
niño que soy, me envuelvo el corazón con la bufanda "blaugrana" y canto en voz
baja:
Tenemos un nombre, todos lo saben:
Barça,Barca, Barça...
Material extraído del antiguo foro oficial de JMSerrat.(07/2011)
Canciones de Serrat pueden ser terapéuticas.
¿Puede curar una canción?
Casi seguro que no. ¿Y animar, aliviar, reconfortar? Casi seguro que sí. ¿Sabe
en quién estamos pensando? En Joan Manuel Serrat
EFE 18/04/2016
Joan Manuel Serrat. LA PRENSA/AGENCIAS
La relación de la música con la salud parece clara. Ahí está la musicoterapia,
por ejemplo. Pero en EFE hemos querido ir más allá y nos hemos planteado si las
canciones de Serrat pueden servir como terapia para activar el bienestar, la
plenitud, la paz interior, el equilibrio, la serenidad… Su música, y sobre todo
sus letras, aportan grandes dosis de esto y mucho más: compromiso, profundidad,
autenticidad, ética, sensibilidad, tolerancia, coraje, rebeldía, valentía, amor,
ternura, sencillez, generosidad, crecimiento, emoción, ilusión…
Dos expertos en el cantante reafirman el valor terapéutico de muchas de sus
mejores y más representativas canciones, y explican por qué: el escritor Luis
García y la psicóloga Patricia Ramírez.
Luis García es autor de “Serrat: Canción a canción”, “Serrat, cantares y
huellas”, “Serrat y Sabina a vista de pájaro” y ahora también de “Mediterráneo.
Serrat en la encrucijada”; nos explica que hay terapeutas y psicólogos
conscientes de que Serrat ha permitido a muchos de sus pacientes tener un
enfoque bastante positivo ante los problemas de la vida cotidiana.
Precisamente, la psicóloga Patricia Ramírez -quien se declara gran fan de
Serrat- detalla que la música siempre está recomendada para cualquier situación
pero, en concreto, “la de este artista es capaz de despertar la sensibilidad y
las emociones de las personas”.
CANTARES
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar…. Todo pasa y todo queda”.
Cantares encierra un manual de filosofía que ensancha la vida, que propone
recorrerla desde las decisiones personales y la independencia, sin prejuicios,
con el riesgo de ir abriendo paso desde lo más profundo y sincero de cada uno de
nosotros. Siempre adelante, sin ataduras, creando tu propio camino.
Es una forma de aprender a ver la vida con otros ojos. Es una canción que se
nutre de la genialidad de la poesía de Antonio Machado. De hecho, mucha gente ha
aprendido la poesía de este autor gracias a Serrat.
A Luis García, escuchar esta canción en la adolescencia le sirvió para preparar
su equipaje vital. Patricia Ramírez detalla que esta canción habla de la
perseverancia. La herramienta necesaria para conseguir las cosas que queremos.
DE VEZ EN CUANDO LA VIDA
“De vez en cuando la vida afina con el pincel: se nos eriza la piel y faltan
palabras para nombrar lo que ofrece a los que saben usarla.”
Es una de las canciones favoritas de Patricia porque a ella misma le invita a
aprovechar el momento. “Hay que aprender que la felicidad se encuentra en el
propio detalle”, apunta.
Luis explica que de forma muy resumida Serrat es capaz de transmitir la cara y
la cruz de la vida porque “sí, es maravillosa, pero de vez en cuando nos gasta
una broma”.
La vida puede darnos la espalda muchas veces, pero debemos estar bien atentos a
los momentos de asombro, sorpresa, descubrimiento, deslumbramiento, luminosidad,
porque cuando aparecen “uno es feliz como un niño, cuando sale de la escuela”.
HOY PUEDE SER UN GRAN DÍA
Patricia la define como la bandera del optimismo porque esa frase te hace pensar
que la buena racha no es algo que te venga dado, es algo en lo que se puede
trabajar para conseguirla. “Hay que ser muy agradecido con la vida porque no se
pueden dejar pasar”.
Para Luis, esta es la canción por antonomasia más vitalista de Serrat. “Es de
esas canciones que si te la pones al levantarte, te enchufa”. El escritor sitúa
esta canción como una gran referencia para que aquellas personas que estén
teniendo algún contratiempo de salud sean capaces de afrontar el día de una
manera más esperanzadora y optimista.
Además, el propio Serrat sabe siempre en qué momento debe situarla en sus
conciertos para conseguir el clímax que la canción requiere.
“Saca de paseo a tus instintos y ventílalos al sol, y no dosifiques los placeres
si puedes derrochalos”… ¿Se pueden tener más ganas de vivir?
MEDITERRÁNEO
Probablemente, cuando Joan Manuel Serrat cogió su guitarra y decidió componer
“Mediterráneo” mirando al mar no sabía que acabaría convirtiéndose en todo un
himno de su cancionero.
Es cierto que Mediterráneo es una canción muy melancólica, pero ofrece una
melancolía de tipo “positivo” porque “aporta una sensación muy otoñal, anima a
dejarse llevar y eso te reconforta por dentro”, describe el escritor.
Con la mujer perfumadita de brea, su mar, creó un concepto universal capaz de
hacer recordar a todo el que la escuche ese olor salado del mar y esa sensación
tan agradable que a todos nos produce sentarnos frente a él y pensar.
A todos nos gusta decir de donde somos y de esta forma, viajemos donde viajemos
ya sea por motivo laboral o de ocio, nos encanta conectarnos con nuestra propia
esencia.
PARA LA LIBERTAD
Aunque la libertad y su valor como principio universal aparece en muchas
canciones de Serrat, hemos elegido ésta por la fuerza de su título, directísimo,
a pesar de su letra simbólica, metafórica y a veces abstracta del poema de
Miguel Hernández.
Serrat utilizó esta canción en el contexto del franquismo, pero también se puede
aplicar a la actualidad : “a un tiempo de democracia en el que se ensanchan las
libertades pero en el que existe mucho temor a la recesión”, analiza Luis
García.
Para el escritor, esta canción es una reivindicación del propio ser humano,
alguien que debe ser capaz de afrontar su vida sin la necesidad de un poder.
La psicóloga asegura que esta pieza es una completa alegoría al trabajo, al
optimismo, a los valores de todo aquello por lo que luchamos en la vida.
Las palabras más rotundas de la canción: “Sangro, lucho, pervivo” demuestran que
para tener éxito en la vida hay que involucrarnos en ello.
Además, su vertiente ética puede llevarse al propio terreno del deporte de alto
rendimiento
QUÉ VA A SER DE TI
Bien sea en su propia casa o en un entorno muy cercano todos conocen la
situación en la que una hija se marcha de la casa de sus padres para emprender
su propio camino.
Es una etapa en la que los padres sufren mucho pero tienen que ser capaces de
aceptar que los hijos necesitan rebelarse, distanciarse y salir del nido
familiar
Con “Qué va a ser de ti”, Serrat muestra la parte más romántica de dejar a la
gente volar, según Patricia Ramírez. Ha llegado el momento de ejercer la
libertad.
EXTRA
Resumiendo: Serrat prefiere “una mariposa al Rockfeller Center”, “el lunar de tu
cara a la pinacoteca nacional”, “ la carne al metal”, “las ventanas a las
ventanillas”, “las nueces al ruido” y “al sabio por conocer, que a los locos
conocidos”. Y declara y dice a modo de conclusión: “Antes que nada soy
partidario de vivir”.
Joan Manuel Serrat en portadas de revistas y otros.
© Pere Mas Pascual (1997-2017)