LA OBSERVACIÓN

Actividad sugerida: Lea y comente el texto.

                1. La observación del comportamiento permite acumular evidencias que facilitan el conocimiento de cada alumno/a y del grupo. Este conocimiento constituye la base dinámica del proceso de orientación. Al ser aplicada en forma sistemática y con una finalidad determinada, la observación deviene en  una técnica fácil de utilizar y que proporciona información valiosa.

                Las actividades propias del Liceo o Escuela, dan la posibilidad de que el/la profesor/a permanezca un considerable tiempo en contacto con los alumnos/as. Durante este tiempo, que puede llegar hasta 8 horas diarias, el /la profesor/a puede observar continuamente el comportamiento de los/las alumnos/as en diferentes actividades escolares. Para orientar adecuadamente a los/as alumnos/as, se recomienda, desde un punto de vista técnico observarlos/las en diferentes aspecto tales como:

Ø       facilidad de adaptación.

Ø       Presentación personal.

Ø       Participación en clases.

Ø       Actuación en grupos.

Ø       Comportamiento espontáneo en situaciones libres y otros comportamientos que ponen de manifiesto actitudes, intereses y habilidades. Para analizar tales comportamientos resulta conveniente clasificarlos en típicos y atípicos, deduciéndose remediales en consonancia con la frecuencia en que se manifiestan.

                Determinados comportamientos tienen especial significación por su calidad, su mayor frecuencia, su relación con los objetivos educacionales o por las especiales circunstancias en que ellos ocurren.

2. Al observar a sus alumnos, el profesor debe tener presente los siguientes principios:

2.1. OBSERVAR EL COMPORTAMIENTO DE TODOS LOS ALUMNOS: este principio está en directa relación con el de “democracia” de la Orientación. Todos nuestros alumnos son igualmente importantes y a todos ellos debe alcanzar la positiva acción de la asesoría educacional. Para hacer realidad este principio no debemos olvidarnos de los extremos de la curva: “los destacados” y los “inadvertidos”.

2.2. OBSERVAR AL/A ALUMNO/A EN SITUACIONES VARIADAS: El currículo del establecimiento ofrece múltiples actividades: clases, juegos, visitas, excursiones, trabajo en grupo, etc., que proporcionan la oportunidad de observar el comportamiento de los alumnos y alumnas ante los variados estímulos que ellas y ellos presentan.

2.3. OBSERVAR AL/A ALUMNO/A EN FORMA CONTÍNUA Y PERMANENTE.

 Con la finalidad de precisar sus comportamientos típicos y apreciar el desarrollo individual.

2.4. OBSERVAR LA CONDUCTA DE LOS ALUMNOS DENTRO DEL MARCO CIRCUNSTANCIAL. Es esencial considerar las circunstancias en que los comportamientos ocurren para que la observación adquiera su verdadero significado.

                La observación: “Lucía cumplió con su tarea de matemáticas”, es incompleta. En cambio, si se agregan las circunstancias que rodearon el comportamiento, la observación adquiere significado: “De 36 alumnos y alumnas, Lucía fue una de las tres, que cumplió con su tarea de matemáticas”.

2.5. LA OBSERVACIÓN DEL COMPORTAMIENTO DEL/A ALUMNO/A DEBE SER REALIZADA POR TODO EL PROFESORADO DEL ESTABLECIMIENTO. Las observaciones de todo el personal permiten obtener una imagen más exacta del/a alumno/a que cuando, esta imagen, se infiere de observaciones hechas por un solo profesor.

3. El registro de observaciones.

                Las observaciones que realizan los profesores deben registrarse en forma sistemática para disponer de un testimonio dinámico y objetivo del desarrollo de cada alumno. Con este propósito pueden utilizarse pautas, escalas, listas o bien registros acumulativos.

                Con el fin de contar con observaciones que incluyan muestras del comportamiento total, se recomienda usar un registro acumulativo por alumno, sin perjuicio del empleo de las pautas de observación que se usen para fines específicos.

                En el registro acumulativo deben figurar los siguientes rubros:

3.1. FECHA. Día y hora en que ocurre el comportamiento observado.

3.2. LUGAR. Sitio en el que ocurre el comportamiento observado: aula, gimnasio, laboratorio, patio, portería...¿calles vecinas al establecimiento?, ¿hogar?, ¿vecindario?. Estas tres últimas interrogantes deben motivar una reflexión, acerca de los alcances de nuestras acciones educativas. Si aspi ramos a que nuestros/as alumnos/as sean personas íntegras y que manifiesten comportamientos que reflejen la identidad de la escuela, ¿deberíamos conformarnos con la manifestación de esos comportamientos sólo al interior del establecimiento, o en actividades organizadas y dirigidas por los profesores?.

3.3. OBSERVACIÓN. Relato objetivo y breve del hecho observado en su marco circunstancial. Sin incluir apreciaciones, generalizaciones ni juicios en torno al comportamiento específico.

3.4. COMENTARIO. Se deja constancia de los alcances y/o interpretaciones que el observador(a) estime pertinentes.

3.5. OBSERVADOR. No debe haber observaciones “anónimas”, es necesario identificarse señalando el nombre y el cargo o asignatura que desempeña el/la observador/a.      

4. Sugerencias para el  registro de las observaciones.

4.1. El Registro de Observaciones, ubicado en la última sección del Libro de Clases, ha de contribuir al conocimiento de la personalidad total del alumno y no sólo a aspectos específicos de su comportamiento o rendimiento escolar. Por consiguiente, en él se registrarán todas las conductas significativas observadas, tanto positivas como negativas.

                El libro de clases es un documento oficial del sistema educacional chileno. En él queda registrado todo el quehacer anual de un grado o curso. Es obligación de todo establecimiento educacional, conservar los libros de clases de los últimos diez años. Hay establecimientos educacionales que cuentan con todos los libros de clases utilizados durante 15 o más años. Por lo tanto, el respeto a la intimidad del/a alumno/a y nuestra confianza en que sus conductas inapropiadas se extinguirán en el futuro, hacen del todo inconveniente dejar constancia escrita, de algún comportamiento avergonzante para los estudiantes, en un documento oficial que perdurará en el tiempo.

Por lo tanto:

4.2. No se consignarán, en este registro, las observaciones sobre hechos confidenciales, tales como: robos, actos homosexuales, tendencias suicidas, violencia intrafamiliar y otros que menoscaben al/a alumno/a. Este tipo de observaciones se registrará, en forma confidencial, en documentos denominados REGISTROS DE OBSERVACIONES INDIVIDUALES que se conservarán en el expediente de cada estudiante y que no deberían ser conocidos por otras personas, salvo autorización expresa del/a afectado/a.

4.3. La observación deberá realizarse en forma inmediata, cuidando eso sí, mantener la objetividad y evitando el olvido de aspectos que pudiesen ser relevantes.

4.4. Los puntos de vista personales del/a observador/a en relación al/a alumno/a o al hecho observado deben anotarse en el espacio destinado a “comentario”. Esto, como complemento al texto objetivo de la observación.

4.5. Periódicamente ha de dejarse constancia, en el libro de clase, de aquellas conductas que no se han registrado por ser poco significativas, pero que al repetirse configuran un rasgo de comportamiento. Entre estas podemos citar las siguientes:

“Cumplimiento de tareas y lecciones a medias¨

“Inasistencias reiteradas en algunos días de la semana”.

“Pasividad o no participación en clases”.

5. Interpretación de las observaciones.

                El registro de observaciones constituye una base más objetiva para un mejor conocimiento de los alumnos y alumnas. Las interpretaciones dadas a estas observaciones, deberían basarse tanto en su intensidad como en su frecuencia. Existen comportamientos, que, a pesar de su carácter negativo, están en consonancia con el desarrollo armónico de la persona, existen otros que indican desajustes. Estos últimos deben estudiarse con mayor atención.

                La interpretación que se haga de la observación, tendrá que considerar las etapas de desarrollo por las que atraviesa el/la alumno/a, los antecedentes consignados en la ficha escolar y en el expediente individual, como asimismo las informaciones que pueden aportar los padres, facilitan esta interpretación. En algunos casos el profesor necesitará de la ayuda del orientador para interpretar adecuadamente determinadas conductas.

ACTIVIDADES DE LA GUÍA Nº 8.

Ø       Como se indica al inicio de este documento, se espera que Ud.,  lo lea con atención y luego comente con sus compañeros de grupo. A continuación un pequeño debate y reflexión acerca del área donde se deben realizar las observaciones de los/las estudiantes. ¿Sólo al interior del establecimiento o en las actividades planificadas por éste?. ¿Se deben incluir observaciones en otros ámbitos?. Responder y argumentar. Su opinión personal debe ir a su portafolio.

Ø       El profesor del curso, proporcionará un libro de clases a cada grupo. Lean las anotaciones de cada estudiante Se solicita manejar en adecuada forma la información que allí aparece, dándole a la actividad un carácter confidencial. Busque al estudiante que registre las anotaciones más graves y/o el mayor número de anotaciones y procure dar una clasificación a las observaciones consignadas.  Para citar el caso utilice nombre ficticio. ¿Qué acciones de orientación recomendaría para este estudiante?.

Ø       En forma individual, complete los dos registros de observaciones señalados en la guía. Para dar un mayor grado de realismo a la observación, aplíquelo a estudiantes de la Universidad de La Serena.

 MINEDUC “Técnicas e instrumentos de observación”. Citado por Andrés Vasquez, en “Orientación”, selección de textos. ULS. Julio de 1998.

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