Situado
en el Interior de la pirámide 10L-16,
es el primer templo de los encontrados con
una estructura completa y toda su arquitectura
y estructura completa y toda su arquitectura
y estructura casi Intactas, ya que los mayas
lo enterraron con mucho cuidado antes de
levantar sobre el otro templo. Descubierto
en 1991 por el arqueólogo hondureño
Ricardo Agurcia Fasquella, esta aún
enterrado y solo se tiene acceso a él
a través de estrechos túneles.
Su réplica, reconstituida en el nuevo
Museo de la Escultura de Copán, revela
fascinantes detalles de la arquitectura
maya y su forma de trabajar. Es un edificio
de tres cuerpos cuya altura de 14 metros
equivale a un moderno edificio de 5 plantas;
tiene cuartos o estancias interiores en
su base muy bien preservados con sus paredes
repelladas en estuco y una pintura de color
rojo. También se encontraron restos
de madera utilizada como vigas de soporte
para las bóvedas.
Al momento de sepultar el
templo, como era costumbre maya, se hicieron
ofrendas que consistieron en cuchillos de
pedernal, conchas marinas, una espina de
mantarraya, cuentas de jade y una gran cantidad
de restos encontrados en Cópan, usados
para envolver la ofrenda y con colores en
verde y azul.
Cuando "Rosalila"
fue sepultado, se hizo con tanto cuidado
que en su fachada se pueden observar hasta
los más mínimos detalles de
la decoración y el color de la pintura
original utilizada. El tema principal del
templo es el ave celestial maya o Vuduk
Caqux, que reinaba sobre el universo. Los
ojos del ave están representados
sobre el centro del segundo cuerpo del templo
entre los que surge el pico hacia abajo.
En el primer cuerpo y arribe,
a los costados de la puerta, están
las alas a modo de cabezas de serpientes
emplumadas
saliendo de sus fauces. El tercer cuerpo
simboliza el penacho del pájaro celestial
y es dominado por una máscara zoomorfa,
con su mandíbula despellejada y pintada
de blanco, enmascarada por dos serpientes
para acentuar de esta manera el significado
cósmico y religioso del edificio.
Justo en las esquinas del templo hay también
serpientes con las fauces abiertas, de las
cuales salen figuras antropomorfas.
Bajo la moldura, y a los
lados de la puerta, se aprecian claramente
dos mascarones que representan a menor escala
el ave celestial con el pico abierto de
par en par, de donde aparece el rostro del
dios "D" o itzanma. Las alas del
ave aquí también son personificadas
como serpientes emplumadas, debajo de las
cuales se aprecian las garras del pájaro.
"Rosalila"
fue contemplada por los mayas como una montaña
sagrada, un lugar de creación, fuente
de agua de la vida y de la planta sagrada
del maíz. Al investigar uno de los
textos jeroglíficos tallados en una
de sus gradas, se descubre que el templo
fue obra de Luna Jaguar, décimo gobernante
en la dinastía real copaneca, en
el año 571 después de Cristo.
Con tal información recabada es evidente
que "Rosalila" fue uno de los
principales lugares de culto.