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        Francisco Villar, Los Indoeuropeos y los Origenes de Europa
                                              (edit. Gredos, 1996)

 Indoeuropeos: una lengua común y primigenia. Solo sabemos y podemos decir de los indoeuropeos que tuvimos una lengua común. Nada más. Bueno, y quizás que somos de raza blanca. Y que, junto con los semitas, son los responsables de nuestra cultura occidental. Y eso que no conocieron la escritura.

Las miles de lenguas que se hablan en el mundo pueden reducirse a seis o siete familias primitivas, o poco más, cuyos rasgos sean perceptibles todavía: el indoeuropeo, el semita, el camita, el esquimal, el urálico (en el que se incluyen el finlandés, el lapón, el samoyedo y el estonio), el altaico (turco, mongol, japonés, coreano) y el dravídico (al sur y sudeste de la India). Un escalón más arriba nos llevaría al nostrático común que hablaríamos todos en Oriente Medio en el Mesolítico (15.000/12.000 adne) y casi seguro allá por el 30.000.

El ario, el indogermano, ocupa hoy desde el Atlántico hasta el Turkestán, en la China occidental, desde el Báltico hasta el Mediterráneo. Han hecho, pues, Europa, y europeos a los hindúes, que son indoeuropeos más que asiáticos. El término ario, aryas, que en sánscrito significa “señor” (aunque fuera indoeuropeo es un préstamo semita : iry en egipcio o ary en ugarítico significan “pariente, compañero”), incluye más bien a los iranios y a su entorno, India, Pakistán y Afganistán. Ir-landa, Eire, no va por ahí, sino que viene del galés ywerddon: “isla”.

Sus hijas vivas son las lenguas griega, latinas, eslavas, célticas, germánicas, anatólicas, persa, sánscrito y tocario. Son tantas éstas que mejor enunciamos las no indoeuropeas, las que serían lenguas substratos, subyacentes, de las que las nuevas lenguas ya indoeuropeas tomarían sin duda préstamos lingüisticos, a saber: la del valle del Indo (perdida, irrecuperable, tras la invasión indoeuropea del II milenio, 1700/1500), el elamita, el sumerio, el hurrita, las  icas, el hati, las tres lenguas pre-helénicas (lineal A, disco de Festos y estela de Lemnos), la lengua escrita de Vinça (también perdida como la del Indo, aunque se recuperara luego a través de Creta), el finlandés (más el lapón y el samoyedo), el estonio, el vasco, el ibérico y el picto (escocés). Dudosos, pero quizás de origen anatolio tamizado por el fenicio, serían el etrusco y el tarteso. Los húngaros son fino-ugrios, como los finlandeses, pero no eran nativos anteriores a la entrada de los indoeuropeos, sino que son resultado de una emigración reciente desde el norte de Europa. Tribus no indoeuropeas eran los ligures y los sicilianos, en Italia, y los pelasgos, léleges y carios en Grecia, además de Creta, que se mantuvo pre-indoeuropea hasta el 1200 adne. En Creta hubo tres escrituras propias: la jeroglífica desde el 2000 al 1600 adne, la lineal A (con signos recuperados de la cultura balcánica pre-indoeuropea) del 1600 al 1450, y luego la micénica lineal B hasta que adoptaron el alfabeto. En cuanto a las tribus preindoeuropeas recién enumeradas, dado que de la lengua primigenia del 4400 no queda ninguna heredera, no sabemos si realmente eran nativas preindoeuropeas o indígenas que hablaban la lengua primigenia indoeuropea, la de la primera ola del V milenio.

El ADN de todas las lenguas indoeuropeas (lo común de sus ráices semánticas y estructuras gramaticales, desinencias, sufijos, etc.) es sorprendentemente el mismo, incluyendo los numerales del 2 al 10, que en latín-griego-sánscrito por poner sólo un ejemplo, son: duo/duo/dua, tres/treis/trayas… sex/ex/sas, septem/epta/sapta, octo/okto/astau, novem/ennea/nava y decem/deka/dasa. Hay quién dé más? O los parentescos: pater/pater/pitar, mater/matar/matar; frater/frater/bhratar… En las dos lenguas más distantes en el espacio, el sánscrito y el latín, “regalo” por ejemplo se dice danam y donum, “fuego” agnis e ignis, “nuevo” navas y novus. El término indoeuropeo *bhagos, “haya”, deriva en el latín fagus, celta bagos y alemán buche, de donde el inglés book, libro, pudo ser en su inicio la tablilla de madera de haya como soporte de la escritura. Quizás *bhagos, “haya”, viniera de *bhag, “comer”, de donde “-fago” en griego/latín/castellano, lo que significa que comerían su baya tanto como que podrían llamar así a otros árboles de fruta comestible,

Las palabras con que designamos el ganado, el caballo, la vaca, el toro, la oveja y el cerdo, o el perro (*peku, *eqwos, *gwaus/bous, *tauros, *owis y *porkus, o el *kwon, de donde tanto el inglés hound como el canis latino) tienen raíces comunes desde el Atlántico hasta el chino Turquestán, desde el Báltico hasta el Mediterráneo, lo que demuestra su origen en la lengua de este pueblo. Que algunas tribus o pueblos tomaran estos nombres como propios indica su carácter totémico. En cuanto al toro pudo ser un préstamo semítico, y es de notar que del término *bhel, “hincharse” derivan tanto bull en inglés como falo en castellano. Y ya puestos a mostrar palabras de raíz común, tenemos “oso”, *rctos -nombre del polo ár(c)tico donde giran las dos osas-, que si es “pardo”, *bheros, bear, bär, dará nombre al oso anglosajón; o “lobo” cuya raíz original *wlkwos deriva en wolf en inglés y en alemán, vrkas en sánscrito, vilkas en lituano, vliku en eslavo antiguo, olc en irlandés antiguo, ulk en albanés, y por el griego lukos en lupus latino, animal el primero domesticado, tan querido por un pueblo ganadero como misterioso, nocturno y peligroso. Si hasta nuestro “ciervo” viene de *kerewos, “cornado”, con la que tienen que ver “cuerno, cerviz, cerebro, cárabo, cara y cerveza”, animal totémico también llamado *elen, por lo “rubio”, de donde viene alce, en inglés elk, y la cerveza inglesa ale, bebida que en castellano traiciona su raíz pues se la llamó así por su color rubio que es el que está en la otra raíz *elen. Por no adelantar, ya lo veremos, las coincidencias entre las divinidades, la estructura familiar, o la clase sacerdotal, o los sistemas gramaticales, tan difíciles de aceptar fuera del propio. Y una misma lengua de origen sólo puede significar un mismo pueblo del que venimos todos los que, más o menos evolucionada, la seguimos hablando.

Pero si la raíz *laksos, que es tan común para designar el salmón en el norte de Europa, no existe en el celta ni en latín, ni en el indio ni en iranio, está claro que su origen no es realmente indoeuropeo sino un préstamo tomado de las culturas subyacentes de estos países en donde habita el salmón. O si era  indoeuropea, porque en el Cáucaso conocieran el salmón (en el mar Negro!), se habría perdido en los países mediterráneos por falta de uso. Pues en sánscrito existe la palabra laksás para significar 100.000 (“muchísimos”), como el signo de renacuajo fue utilizado por los egipcios, la hormiga por los chinos, o la abeja por los persas. Es, pues, normal que no hallemos raíces ancestrales comunes para animales que no habitaron las estepas rusas, como el tigre, el camello o el león.

La toponimia ayuda a buscar nuestras “raices” lingüísticas por la mayor resistencia que ofrecen a la renovación. Y en ella la que más la hidronimia, los nombres de los ríos, conocidos sólo por los nativos en cuanto a curso, meandros y demás, ante los que el invasor tiene que claudicar si quiere recoger la información que necesita. En este contexto es homogénea la toponimia europea en cuanto a nombres con *alb, *arg, que dan albo/blanco y plata/luminoso (como éstas dos hay unas 30, con una docena larga de sufijos también comunes), que algunos pretenden remontar a una ascendencia pre-indoeuropea, esto es, propias de las culturas substratos, subyacentes.

Las raíces de los fonemas –sus rasgos fonéticos, morfológicos o sintácticos- son las huellas dactilares de una lengua, las que permanecen a lo largo del tiempo y del espacio, dejando por el camino los jirones de sus determinativos, sufijos o desinencias, según los dialectos que los vayan adoptado. Somos fervorosos defensores de la difusión de las culturas como trasvase de ideas sin necesidad de movimientos migratorios, pero en el caso de los indoeuropeos tuvo que haber invasiones masivas, de otro modo no se habría podido imponer su lengua como lo hizo. La difusión de una lengua no es posible sin el soporte, la presencia, del parlante.

Lo que complica su estudio son las sucesivas oleadas a lo largo de los siglos (milenios) que dificultan precisar si las culturas subyacentes con las que se mezclaban eran genuinamente nativas o previas indoeuropeas, ahora ya evolucionadas. Así, a las primeras invasiones de la Europa central, en el Danubio de Bulgaria, en el V milenio, les sucedieron otras en en el III milenio que encontraban como nativos pueblos que realmente ya habían sido anteriormente indoeuropeizados. Y si en las estepas rusas no habían hayas, sauces, robles y abedules, ni osos, tortugas, salmones o anguilas, las palabras indoeuropeas que les asignaron tuvieron que tener su origen en los indoeuropeos de Europa central, y no en los más antiguos caucasianos, por lo que no tendrían raíces comunes con los indoeuropeos anatolios o persas antiguos. Igual ocurre con las diosas madres que pudieron estar originadas en Europa central, cuya fuerza obligaría a ser aceptadas por los primeros invasores indoeuropeos,  y no en las tierras rusas de las que partieron las primeras oleadas. La indoeuropeización, por tanto, no fue un hecho en un momento dado sino un proceso a lo largo de más de tres mil años. Y es unánime el rechazo de que su lengua se remonte más allá del V milenio, pues en tal caso los dialectos celtas, por ejemplo, habrían divergido mucho más de como estaban en el s.I adne. Por lo demás, no cabe aceptar el pidgin (lenguaje resumido a efectos técnicos y comerciales, como el spanglish o el de los móviles modernos) como vehículo de difusión de una lengua común, pues se da justo lo contrario, correspondencia fonética entre todas las lenguas indoeuropeas y hasta las mismas metáforas. Y las mayores coincidencias se dan entre las lenguas más distantes, mientras que se producen abismos dialectales entre cercanas -como el hitita, el sánscrito o el persa-, el griego se aleja de occidente para vincularse con el indio-iranio, y el celta se separa de sus vecinos latinos para cortejarse con el griego-indio-iraní. Probablemente porque las invasiones no fueron lineales y en una sola dirección sino que tribus ya indoeuropeizadas se trasvasaron en masa con motivo de nuevas invasiones, que aunque fueran también de indoeuropeos, ya no serían reconocidos como tales por los que tuvieran que emigrar bajo la nueva presión, llámense centroeuropeos a Creta, jónicos a Anatolia, o tocarios al Turquestán de China oriental.

a) Su lugar de origen probable habría sido al sur de Rusia, al este de Ukrania, en la estepa de Asia Central, bajo Volga, al norte del Cáucaso, al nordeste del mar Negro, entre el Mar Negro y el Caspio, donde se han encontrado restos de la cultura de los kurganes (“túmulos”, en eslavo), allá por el 5000.

La primera expasión de la cultura de los kurganes M.Gimbutas la sitúa entre el 4400 y el 4200 en que invadieron Europa en las zonas del Danubio y los Balcanes. Pero entre el 3500 y el 3000 llegó una segunda ola que por el este alcanzaría Irán y parte de Anatolia, donde Çatal-Hüyük se remonta al VII milenio. Una tercera ola bajaría en el 3000/2800 hasta el Adriático, el Egeo, Egipto y Palestina. En el 2300 los nombres de los reyes anatolios nos muestran una lengua ya diferenciada de su origen indoeuropeo. Conocida es la llegada a Grecia de los aqueos (micénicos) en el 2000 adne y de los dorios en el 1200 adne, fecha en que los “Pueblos del Mar” llegaron hasta la costa africana y el confín oriental del Mediterráneo. Motivos?: superpoblación? hambrunas? cambios climáticos?..., porque invadían cuanto se oponía a su paso, llevando consigo a su familia, sus mujeres, sus hijos, sus esclavos, sus carros, sus ajuares y su ganado. Así que si no eran nómadas, al menos las invasiones les hicieron seminómadas. Ya sus casas en su tierra de origen eran precarias y fáciles de transportar. Y la pronta domesticación de los caballos les permitía desplazarse en el espacio a gran velocidad. Así fue que los escitas, célebres por sus galopadas, llegaran hasta el oeste de China, en el Turquestán, si es que fueron ellos los que llegaron. De ahí que no resulte extraño que tuvieran un léxico amplio para decir “rápido”, de probable origen hidronómico: *eis, *ois, *is…, de donde Aisa, Aisia, Aisena, Aisaros, Aisontios, Aista, Aiseta, Eisa, Eisia, Eisra, Eisara, Eisla, Isa, Isna, Isina, Isara o Isana…

Si las sucesivas oleadas tuvieron lugar, como parece, entre el año 4000 y el 2000 (con coletazos posteriores como los dorios y los “Pueblos del Mar” en el 1200 adne, o las invasiones bárbaras en territorio romano), quizás no sea una mera coincidiencia que en la mitad de este tiempo, en el 3000, surgieran las primeras civilizaciones, en Mesopotamia, en Egipto, en el Egeo. El hecho de que la Historia nazca con la escritura no eleva a ésta al rango de origen de las civilizaciones, sino que simplemente da constancia de su nacimiento y desarrollo. Sus causas tienen más que ver con el patriarcado, el caudillo monarca, la guerra institucionalizada, la concentración de poder, la religión como su fiel aliada, la necesidad de ingentes recursos para obras hidráulicas, la ciudad y consiguiente densidad de población, la jerarquía social, la redistribución a gran escala de los excedentes alimentarios, todo lo cual se produce a finales del IV milenio: los mayas dataron el origen del “mundo” (civilizado?) en el 3113 adne, los judíos en el 3760, los cristianos en el 4004. Quizás el elemento clave fuera el metal, pues todos los mencionados, desde la jerarquía social hasta la guerra institucionalizada, necesitaron del cobre, que cedió al bronce, más fuerte, y éste al hierro. Para otros un elemento de los más relevantes fue el caballo.

b) Lo que sí parece claro es que los rasgos de este pueblo prehistórico -siempre deducidos del único dato que tenemos, la lengua original- son de una cultura pastoril, una familia patriarcal y un culto a los fenómenos celestes. Añadamos su movilidad, gracias a la monta del caballo, domesticado en el V milenio o incluso antes; su carácter belicoso, que desdeñaba las flechas, y su alto sentido del honor. El heroísmo de la Ilíada es pura épica indoeuropea. Como son indoeuropeas las tumbas celtas de Hallstatt o de La Tène.

El uso militar del caballo desde principios del III milenio (los escitas de Ukrania), se difundió en las estepas del 2000 al 1500, fecha en que llegó a Oriente Próximo, teniendo Europa que esperar, como siempre, un milenio más. También el carro data del V milenio (2700 enUruk) pero no fue hasta que inventaron la rueda de radios (no maciza), en Mitanni en el II milenio, y en la Grecia micénica alrededor del 1400, que pudieron utilizarlo para usos militares. Y así la “rueda” de *kolos, *keklos (nuestro “ciclo”, el inglés wheel) tomó el nombre de *rot, que rueda, rota en latín, y en védico rhata, lo cual hace por medio del “eje”, *aks, que en latín es axis, en griego Axon y en sánscrito aksa. El uso del caballo para el transporte es el motivo de que del término “montar a caballo”, *wegh, se deriven “vehículo”, “vagón”, “veloz” (*wegh-slo-), “vía”, en inglés way, y hasta “vehemente”.

En la cultura de los kurganes se utilizaban las ciudadelas fortificadas en alturas de difícil acceso, como luego serían los castros o las acrópolis. La raíz *plh-s de “ciudad” deriva en polis en griego, en pür en sánscrito y en pilis (castillo) en lituano, mientras que *bhrgh- dará nuestro “-burgo” o el céltico –briga de Segóbriga.

De elevada estatura, a juzgar por los restos de los kurganes, su cráneo era dolicocéfalo (aunque los lituanos son braquicéfalos). Para quienes opinan que su origen está en Centroeuropa o en Anatolia (Vinça o Çatal-Hüyük), los términos agrícolas no serían prestados por las culturas subyacentes sino que serían originariamente indoeuropeos, debiendo buscarse en su léxico las raíces más remotas de su lengua. Porque, en efecto, sorprende la escasez de términos en el campo de la agricultura. Pero la ausencia de un término para significar el “nomadismo” y la abundancia de palabras para indicar casa, aldea, ciudadela…, propias de asentamientos estables, son argumentos en contra de su proclamado nomadismo. Conocieron, pues, la agricultura, aunque nunca renunciaron a su movilidad, para la cual se ayudaban del carro y el caballo.

c) Ritos y mitos. El término dios es anterior al de Zeus (Thios, día: luz diurna solar) pues tal raíz la vemos ya en el indoeuropeo *dyeus, que suele ir acompañada de la palabra, también indoeuropea, *pater (pater, father, padre, de donde Iúpiter, Thios-Pater), y que sobrevive en el dios de la guerra nórdico y sajón Tyr.

Es difícil discernir si los términos “religiosos” indoeuropeos pertenecen a su cultura en el V milenio o a la que nos han legado del III. Sus dioses eran celestiales, no ctónicos (subterráneos) como las divinidades indígenas del Mediterráneo, o más exactamente “atmosféricos” (Zeus, dios solar, lo era realmente de la lluvia, y del rayo que suele acompañarla) lo cual es propio de tribus de pastores expuestos a las tormentas, al sol abrasador, a las tinieblas de la noche. Sus representaciones abundan en discos (solares), svástikas (del fuego) o espirales (del agua). Su culto central al fuego permanece en el dios Agni de la India o en las vestales de la cultura greco-romana. *Dyeus-pater, por tanto, era la probable personificación de la bóveda celeste, como padre de los fenómenos atmosféricos, fuerzas naturales, los daimones griegos, algunos de los cuales devendrían en dioses al personificarlos según los valores de cada cultura, *deiwos en indoeuropeo. Los términos bogu en eslavo antiguo o baga en iranio (persa antiguo) hacen referencia a su función redistribuidora, de la raíz *bhag: “repartir”. Las ofrendas sacrificiales a este dios eran las propias de pueblos de pastores ganaderos: la oveja, el cerdo, el toro.

No existe la palabra sacerdote como término común en las actuales lenguas indoeuropeas, lo que pensar en su no existencia, al carecer de una palabra común antigua, como ocurre todavía en la India donde el oficiante de la mayoría de los cultos, que son familiares, corre a cargo del paterfamilias. El término sánscrito brahman o el romano flamen derivan de la raíz  *bhlaghmn: “ofrenda”. El dios anglosajón God, o Gott, puede provenir de *ghutom: al que se ofrece la “libación”, o de *ghau: “llamar”, el invocado. La raíz *kurgán: “túmulo” que cubre una sepultura con forma de vivienda, da nombra a la cultura de los kurganes. Su costumbre de incinerar a los cadáveres sobrevive en las ceinzas de las urnas funerarias con figura de vivienda centroeuropeas donde, al practicarse la inhumación, eran después enterradas. De la tumba-vivienda proviene la costumbre de acompañar al cadáver con sus pertenencias, armas inluidas, y ajuares domésticos. Para llegar al mundo de los muertos el difunto tendría que atravesar obstáculos acuáticos, por lo que se le provee de la embarcación necesaria, como en los rituales funerarios egipcios. Todavía el tardío griego Caronte aguarda al difunto con su barca, y Odiseo para llegar al Hades tuvo que atravesar un Océano. La regeneración esperada tuvo que tener el mismo origen que en los cultos mediterráneos, en el sentido de devolver el cuerpo-semilla a la tierra para que se reproduzca estacionalmente, siendo posterior la institución pretenciosa de la resurrección individual.

d) Familia y sociedad.

La familia era extensa pues los hijos varones, al casarse, no salían del hogar familiar, al cual incorporaban a la esposa. *Pater proviene de *pa: proteger, de donde pastor. La sociedad indoeuropea era jerarquizada, con la supremacía del varón sobre la mujer y los esclavos (esdclavos? no cultivaban intensivamente la tierra y no encontramos el término “esclavo”, como tampoco el de “hombre libre”). La palabra “libre” y el romano liber vienen del griego eleutheros, pero *leudheros significaba “perteneciente al pueblo”. Y las anglosajonas free, frei, vienen de *prai/*pri: apreciar, querer. De *mater quizás venga el sánscrito ma: “medir” (o el egipcio Maat: regla, medida?), de *bhrater, hermano, “el que acarrea”, y de *dhug(h)eter, hija, “la ordeñadora”. Las raíces pa y ma pueden imitar los balbuceos del bebé que se apropian los que le son más cercanos. “Engendrar” es el significado de *su y de *gen, de donde *sor: mujer, *swe: propia, *swesor: hermana (en inglés sister) por un lado y por el otro gens (familia), género, genes, engendrar.

El término “clan”, “familia”, es indoeuropeo es *woik(o)s, de donde volk, folk, o folclórico, o en griego oikos: hogar, economía. *Weik: caminar, hace referencia al grupo familiar itinerante. En cuanto a *treb/*trb, habitación, edificio, de ella viene la romana traberna/taberna y quizás (dudoso) tribu.. Y de *dem: edificar vienen las latinas domus (casa) o dominus (señor… de la casa), o las griegas domos (casa), endon (dentro) o des-potes (señor de la casa), o el español “dominante”.

Nuestro “rey” viene del latín rex y éste de *reks (jefe? hereditario?) que a su vez derivaba de *reg: “recto”, y de ahí lo correcto, lo derecho, el Derecho. Los nobles tomaban nombres propios de animales, como el caballo, el toro, el lobo, el oso, y los hijos recibían nombres ordinales, como siguieron haciendo los romanos con los nombres de Quintus, Sextus, Octav(i)us. Nuestra Brígida viene *Bhrgrnti, mujer “alta, eminente”. Al nombre del nacido le acompañaba el del padre en genitivo (apellido).

e) Economía y desarrollo.

No abundan palabras agrícolas. Sí para las ganaderas. Agar en sumerio es terreno de cultivo pero *agros en indoeuropeo significaba “llevar”, lo que indica los pastos del “campo” a los que había que llevar al ganado. El inglés milk, “leche”, viene de *melg: ordeñar. La semilla *semen provenía a su vez de *se(i), “dejar caer, sembrar”. Conocieron la miel, *melit, de donde meloso o melódico. De *bhei, onomatópeyico de “abeja”, quizás vengan apis, abeja, apicultura, si no vienen del egipcio bj’t. Ni conocieron el vino ni les sobraban cereales para la cerveza, que ya hemos visto viene del color del ciervo, *kerewos.

Tampoco conocieron el tratamiento de los metales ni los objetos metálicos manufacturados. Pero de ellos, *ghel: amarillo y *arg: blanco, vienen los nombres de gold (oro dorado) y de plata.

De la escritura ni idea, la fueron tomando de las propias de los pueblos invadidos. Ya hemos visto que book, libro, pudo ser en su inicio la tablilla de madera de haya como soporte de la escritura, pues *bhagos, “haya”, venía de *bhag, “comer”, de donde deducimos que comían su “baya”.

El sistema decimal se lo debemos a los indoeuropeos (y a los dedos de las manos). Uno se decía *oi, dos era *du, *dwoi, y así *trei, *ketwor, *penke, *seks, *septm, *okto(u), *newn y dekm(t). Parece que cuatro era el conjunto de 1, 2 y 3, cerrando el grupo ahí: *k’e es en indoeuropeo la conjunción copulativa “y”. Cien era *kmtom de donde tanto el inglés hundred, como el griego hecaton como el latín centum. No conocemos en la lengua común una palabra para “mil”. Y “primero” er *pr.

f) Pueblos indoeuropeos: Desde el Cáucaso a Europa y hasta China, pasando por Oriente Medio.

1) Oriente medio. La entrada de los indoeuropeos en Anatolia los datan algunos entre 3500/3000. Las lenguas anatolias conocidas son más antiguas que el griego y el indo-iranio. Los textos anatolios nos han llegado en escritura cuneiforme del II milenio adne.

Los hititas (que hablaban un indoeuropeo más arcaico que el indo-iraní, el cual había penetrado en Oriente Próximo antes del 1900) tuvieron su momento estelar en el s.XIV adne, con Supiluliuma como rey y con su capital en Hatusa, más en Turquía (Capadocia) que en Siria, cuyo norte dominaron. Como buenos indoeuropeos, los hititas de los s.XX/XIX habitaban ciudades fortificadas independientes. Aprovechando la confusión provocada por la invasión de los Pueblos del Mar, los frigios incendiaron Hatusa en el 1190 adne y acabaron con el imperio hitita. Los frigios venían de los Balcanes, ya indoeuropeizados desde el IV milenio. La escritura jeroglífica hitita (que era luvita) y el alfabeto armenio fueron las dos únicas “inventadas” por un pueblo indoeuropeo, pues en todos los demás casos adoptaron las escrituras nativas, que en su mayoría eran de origen o influencia semítica (o ya fenicia). El hitita es la lengua indoeuropea con un testimonio documental más antiguo, de 1750 adne. La variedad más antigua del indio, el védico, data del I milenio ya avanzado, y su origen no debe remontarse a más del 1200 adne.

Tras los siglos oscuros en el I milenio surge el licio, de antecedente luvita y claro origen anatolio, en los montes de Tauro. Las tribus licias ya habían sido aliadas de Troya y de Ramsés II contra los hititas. Se conserva un documento firmado por el rey hitita Muwatalis y por Alaksandus, rey de Wilusa (Alexandros-Paris de Wilión-Ilión-Troya?). Los frigios ocuparon la mitad norte de toda la Anatolia y los licios un rincón del oeste sur. Los licios fueron matriarcales antes de indoeuropeizarse (como los Balcanes) y mantuvieron tradiciones e instituciones mixtas, como la descendencia matrilineal. Un rasgo indoeuropeo de los licios, que no habían tenido los hititas, era el gobierno por consejos de ancianos.

Al norte de los licios, en la costa de Anatolia en el Egeo, estaban los lidios, célebres por su rey Creso, que conquistó Efeso en el s.VI adne. Los lidios surgieron en el año 650 adne cuando los escitas y sumerios acabaron con el reino frigio. Lidio en indoeuropeo *leudh significa “pueblo, libre”. Los griegos atribuían a los lidios la invención de la moneda. En menos de un siglo Lidia había sido anexionada a Persia.

De los carios tenemos datos escritos de los s. VII-III.

Los frigios no son anatolios sino balcánicos. Muskis como los armenios, probablemente eran misios. Procedentes de la Tracia, ya en el s.XII adne combatieron y fueron derrotados por los asirios. Asentados al sur del Mar Negro y al oeste de los hatis, los frigios fueron decisivos en la caída del imperio hitita. Hacia el s.VIII adne ocupaban casi toda la mitad occidental de Turquía, incluyendo Ankyra, hoy Ankara. En Gordium, de *ghordh: “cercado, protegido”, de donde nuestros “guardia/huerto/jardín”, estaba el nudo gordiano. Era legendaria la riqueza de su rey Midas, hasta que fue invadida en dicho siglo VIII por una ola de cimerios, indoeuropeos caucasianos, después de lo cual cobraron supremacía los lidios, hasta que en el s.VI formaron parte de Persia. En el año 275 adne, tras una nueva incursión, ésta de los gálatas, su parte oriental se llamó Galatia, quedando sometida la parte oriental a Pérgamo. Su diosa, la Gran Madre Kubila, es la diosa Kubaba de los luvitas, la Kybeba de los lidios, y la Cibeles que tomaron los griegos la cual, aún con los romanos, se representaba en figura de belite sagrado, hierolítico: una piedra negra. Criaban y montaban caballos, inventaron el bordado y la flauta. Su alfabeto no era griego sino directamente fenicio.

Los armenios habitaban el extremo oriental de Turquía, al SE del Mar Negro y SO del Caspio, en las fuentes del Eufrates en el macizo de Ararat, en babilonio Urartu: “tierras altas”, donde los mitos bíblicos situaron el arca de Noé. Procedentes de los Pueblos del Mar que llegaban desde los Balcanes, ocuparon su tierra en los años 1200/1100 adne, aunque algunos los remontan al 2250, apoyándose en una inscripción acadia del rey Naramsim donde aparece el nombre de Armanim. Hasta entonces los nativos de Urartu no hablaban indoerupeo sino una lengua semejante a la de los hurritas, y conocían la escritura cuneiforme. Su esplendor se dio en los s.IX/VIII, hasta que la incursión de los cimerios en el s.VIII y de los escitas en el VII los hicieron someterse a los medos. Se llamaban a sí mismos hay, y a su tierra Hayastan o Hayasa, siendo –asa el sufijo anatólico de topónimo. En el siglo VI formaban parte de Persia y en el IV de la Grecia de Alejandro Magno. En el siglo I dne fue atosigada al oeste or los romanos y por los partos al este. Cristianizada en el s.IV, un siglo después tenía su propio alfabeto.

El armenio, que podía haber sido un foco crucial para los filólogos de lenguas indoeuropeas, se decidió por el acento en la penúltima sílaba. Un efecto de ello fue perder las últimas sílabas y trastocar las vocales de las sílabas anteriores a la acentuada. Como en las últimas sílabas estaban las desinencias indoeuropeas, donde radicaba la naturaleza flexiva de la lengua y daban la mayor información gramatical, la consecuencia es que nos priva de datos comparativos fundamentales para la reconstrucción de los sistemas morfológicos. Esto ocurrió también con el latín, pero en éste la caída de la última sílaba sólo ocurrió en su fase de románicas, sobre todo en el francés.

2) Europa.

Vinça (los Balcanes): La cultura de Vinça centroeuropea no fue indoeuropea hasta el V milenio, pero después de ser invadida en el 4400/4200, según Marija Gimbutas, se convirtió en el foco de la indoeuropeización de toda Europa. La difusión de la agricultura desde Sirio-Palestina y Mesopotamia en el 6000 se había consolidado en el 5000 en Grecia, Creta, Danubio, los Balcanes y el este y sur de Italia, pero mientras en Vinça los asentamientos llegaban a ocupar 200.000 m2, en el Egeo eran de 5.000. Las primeras aldeas pre-indoeuropeas no estaban fortificadas ni en cerros de difícil acceso (los castros, las acrópolis), eso es algo que nos trajeron los indoeuropeos. Conocíamos la cerámica y el cobre desde el 5500 y el oro desde el 4000. No teníamos palacios ni tumbas suntuosas pero sí templos con abundantes riquezas (fue en ellos que se controlaba la economía y las finanzas). La escritura rectilínea de Vinça del 5300 adne fue anterior en 2.000 años a la egipcia o la sumeria y, aunque sucumbió ante la invasión indoeuropea kurgánica del V milenio (4400/4200), resurgió en más de medio centenar de signos pictográficos de la escritura cretense lineal A. La Gran Diosa Madre era Ana o Dana, asociada al agua, a los ciclos y a la luna. Sus sepulturas ovales o antropomorfas remedan la semilla y evocan el útero de la diosa Madre Tierra. El “otro mundo” estaba situado al oeste y había que cruzar en barco un mar de agua para alcanzarlo. Las invasiones indoeuropeas fueron continuas, destacando las fechas 4400 en los Balcanes, 3300 y 2800 en el Egeo, 2000 en la Grecia continental, además de la conocida de los “Pueblos del Mar” en el 1200 adne. Naturalmente la lengua que trajeron los del 4400 era distinta de la que llegó en el 3300, y aunque descendían de una raíz común, seguro que no podrían entenderse. La escritura alfabética adoptada por Asia Menor y los Balcanes a mediados del II milenio, no llegó a Occidente hasta un milenio después.

Al sur de los Balcanes, lo que era Yugoslavia más Albania, incluida Macedonia y el Epiro de Grecia, encontramos la tierra que habitaron los ilirios allá por el año 1000 adne, portadores de la cultura de Hallstatt. Sus tribus eran los dálmatas, dárdanos, albanos, molosos, mesapios…, como unidades políticas independientes, gobernadas por consejos de ancianos. Parece que tienen conexión con el etrusco (Dárdano fue el rey fundador de Troya de donde Eneas dice la leyenda que emigró a Etruria).

Tras la invasión de los eslavos en Iliria en el s.VII dne, es posible que el albanés sea el descendiente moderno del ilirio. Siguen viviendo en tribus gobernadas independientemente por consejos de ancianos, a pesar del dominio eslavo, búlgaro, bizantino, cruzado, servio, otomano…

Los tracios ocupaban un territorio que iba de la actual Bulgaria hasta la parte europea de Turquía, pasando por el noroeste de Grecia. En sus costas del Egeo y del Bósforo se fundaron colonias griegas, entre las cuales Bizancio. Persia los sometió en el 510 adne, Macedonia en el 490, luego los galos o gálatas, y después Roma en el 46 dne. Tracios era Dióniso y su madre Sémele, de *ghdom, tierra: en frigio tierra se escribe Zemeló. Eran promiscuos antes de casarse y se pintaban el rostro. Hábiles arqueros a caballo, por influencia escita, sirvieron de mercenarios en los ejércitos persa, macedonio y romano. En el s.II dne fueron invadidos por los godos, en el V por Atila, y en el VII por los eslavos, que acabaron con su lengua, carente de escritura, y que sólo conocemos por topónimos y nombres de personas, de tribus y de dioses (unas 200 palabras, entre las cuales *wria/-burg, ciudad elevada, *wer, elevación, *ghento, matado, *helms, yelmo, *bhugos, cabrón…).

Los dacios habitaban el norte del Danubio, en cerros y plazas fortificadas. Sus vecinos orientales eran los escitas. Es un enigma que la Rumania actual hable una lengua latina. “Cárpatos” y “Odessa” son términos dácicos: de *korpa, peña, y *udeysos/*ud-wed, agua (en griego udor).

Los macedonios no eran griegos. Si Alejandro fue admitido a competir en los Juegos Olímpicos fue solamente en su calidad de descendiente de los reyes de Argos.

Los pueblos bálticos se extendían desde Prusia, Letonia, Lituania, Varsovia a Kiev y Moscú. El báltico común se hablaba ya a principios del II milenio adne. Hay quien opina que se hablaba desde el Báltico al Adriático y Egeo. El lituano es la lengua indoeuropea más arcaica de nuestro continente. Célebres en la antigüedad por el comercio de su ámbar, no entran en la historia hasta el s.XII dne. En Estonia y Finlandia no se hablan lenguas bálticas, ni siquiera indoeuropeas. Los baltos actuales ocupan un sexto de aquel territorio, donde en el año 1000 adne empezaron a infiltrarse los germánicos, los últimos de los cuales fueron los godos al comienzo de nuestra era, continuando los eslavos desde el s.VI al IX dne, y cristianizándose los prusianos en el s.XIII. Luego fueron eslavizados. Rusia se anexionó las actuales Letonia y Lituania enel s.XVIII y de nuevo en 1940. Dievas (el Zeus báltico) es el dios celeste que habita más allá “de la colina” de la que desciende a la tierra en carro o en caballo. Velys es la diosa del mundo subterránea y se la asocia a las serpientes. Saule es el Sol, Perkunas el rayo (y el fuego), Menuo la Luna, Zemyna la Gran Madre Tierra… y Laimé el Destino, (etimológicamente la “felicididad”!)

Los eslavos, asentados entre las que fueron tierras al norte de bálticos y al sur de los tracios, llegando por el este al norte del Asia central y por el oeste hasta parte de Alemania y Polonia, o en la región llamada Galitzia, fueron víctimas del comercio de esclavos de Bizancio en la Edad Media. El castellano eslabón viene del término esclavón (cadena y esclavo iban juntos) y la italiana ciao deriva de schiavo, equivalente a nuestro saludo de cortesía: un “servidor”. Pero su raíz indoeuropea es *klou: “oir”, de donde slovo: “palabra” y slava: “fama”, y la gloria para el indoeuropeo ya sabemos que depende de lo que se diga de él. Eslavo es, pues, el famoso, el conocido, el noble, aunque este nombre no aparece hasta en el s.VI dne. Defendidos por el río Dnieper, no fueron sometidos por los romanos. En el año 455 dne ocuparon los Balcanes, tras la caída del imperio huno, aunque no consiguieron absorber a los ilirios de Albania ni a los latinos de Rumania ni a los fino-ugrios de Hungría, aunque sí lo consiguieron con los búlgaros, descendientes de invasores mongoles en Europa. Sus conflictos en su frontera occidental con los germánicos fueron causa de las dos guerras mundiales, y por el este llegaron hasta Vladivostok en el 1860. Los hermanos tesalónicos Cirilo y Metodio inventaron en el s.IX su alfabeto, el cirílico, pues el báltico no se acomodaba a los sonidos de los alfabetos latino y griego. Los eslavos occidentales católicos, después del cisma, terminaron adoptando el latino. Los primeros documentos del eslavo antiguo eclesiástico fueron, pues, del s.IX. Son eslavas las actuales lenguas de polacos, checos, eslovacos, pomeranos, búlgaros, macedonios, serbo-croatas, eslovenos, rusos, ucranianos, y rusos blancos de Bielorrusia.

Los germanos son el resultado de la indoeuropeización en los años 3000/2500 adne de Holanda, Dinamarca y el sur de Escandinavia,  así como de la Rusia central de la que luego surgirían los baltos, por tribus procedentes de Europa central ya indo-europeizada. A pesar de su mezcla con los nórdicos nativos, impusieron su lengua (los nórdicos puros, no indoeuropeizados, serían los finlandeses actuales). El Bronce nórdico del 1700 adne era realmente germano. Por estas fechas los germanos llegaron a Europa central, empujando a los nórdicos itálicos que ocuparon el sur a finales del II milenio. Su expansión hacia el sur en el II milenio adne tuvo como efecto el nacimiento de los dialectos germánicos actuales. La lengua germana cambió el acento original de la última sílaba a la primera de las palabras, y así la aguda *patér devino en fáder, en el s.II adne, fecha en que se dan los primeros conflictos entre latinos y germanos, cuando las tribus de cimbrios y teutones pasaron el Rhin para invadir la Galia, siendo vencidos por Mario en el 102 adne y por Julio César en el 58 adne. Los jefes de las tribus germanas independientes se coaligaban en tiempos de guerra. Su jefatura civil y militar era vitalicia, pero no hereditaria sino electiva. Eran conscientes, sin embargo, de su unidad étnica, aunque fueran numerosas sus tribus, según Tácito unas 40, y 69 según Ptolomeo. Desconocemos el origen de la palabra germano que era el nombre con que los celtas designaban a una de sus tribus. La frontera romana del Atlántico al Mar Negro comenzó a ceder en los s. IV y V. La primera invasión germana en masa dentro de territorio romano fue la de los godos en el año 376, huyendo de los hunos, llegando a España como visigodos y a Italia como ostrogodos, como suevos y vándalos en el 406 –a lo que se apuntaron los alanos que no eran indoeuropeos- y como burgundios en las Galias en el 443, y siendo general la invasión en el 455 de los germanos por el oeste y los eslavos por el este. De la lengua rúnica (: misterio) o protonórdica hay unas 150 inscripciones del siglo II dne al 800. Las runas no se utilizaban para comunicarse sino para invocar fuerzas sobrenaturales. En el s.V/VI los daneses colonizaron Jutlandia, desplazando a los anglos y jutos a las Islas Británicas, y los noruegos entraron en Irlanda en los s.IX/X. Los sajones pirateaban por el Mar del Norte en el s.V y se asentaron en la alemana Sajonia y, junto a los anglos, en las Islas Británicas. Los anglos ocuparon principalmente el norte de Gran Bretaña y los sajones el sur. Las lenguas británicas sufrieron influencias celtas, en especial de los normandos, así como de los daneses y del latín. Los francos ocuparon el sur del Rhin.

Los celtas fueron llamadas gálatas por los griegos en el s.III adne y galli/galos por los romanos. Su origen pudo estar en la zona fronteriza entre Francia, Alemania y Suiza. Allí surgió como pueblo en la Edad del Bronce (hay quien los remonta al V milenio) de entre la gente de los campos de urnas, expandiendo a Europa sus culturas de Hallstatt y La Tène en la Edad del Hierro, en los s.VIII/V, fechas en que llegan a la costa atlántica francesa y española por el oeste, y por el este/norte a Inglaterra, Alemania, Bohemia, Hungría, los Balcanes y Asia Menor. Su esplendor fue en los s.V/II adne. En el año 390 derrotaron a las legiones de Roma a la puerta de la ciudad, imponiéndole un tributo. Celtas, baltos, germanos, eslavos… forman capas de población en territorio europeo difíciles de identificar, lo que implica reindoeuropeizaciones en sentidos cruzados en todas direcciones.

Los celtas eran fornidos, rubios y de ojos azules. Su sociedad era de clases: rey, aristocracia guerrera, pueblo libre agricultor/ganadero/artesano y esclavos. La propiedad de la tierra era familiar, no del individuo, y sus ciudades fortificadas en España son los castros. Eran, según cuentan, camorristas, bebedores, hospitalarios y amantes de la música. Las estructuras métricas cantadas por los bardos guardan analogías con los Vedas y la lírica griega, lo que hace pensar en una remota poesía oral indoeuropea. Aunque la toponimia y la onomástica galas es abundantísima, los galos adoptaron el alfabeto griego y luego el latino. Maqui, “hijo”, es el genitivo de *magh, “cría, joven”, y en irlandés y escocés “Mac” es el término con designan el apellido, pues los irlandeses colonizaron Escocia en el s.V dne. Los romanos invadieron Gran Bretaña en el año 43 pero no Escocia (Caledonia) ni Irlanda (Hibernia). Galés es la lengua celta inglesa y bretón la de la Bretaña francesa, cuyo nombre proviene de los asentamientos ingleses allí , huyendo de la invasión de la isla por los germanos en el s.V.

El orden sintáctico celta/indoeuropeo SOV cambió extrañamente a VSO en la Edad Media. En Escocia apenas un 2% de la población es capaz de hablar el escocés gaélico. De los 3 millones de irlandeses, menos de 800.000 hablan el antiguo irlandés.

Los griegos, como tal pueblo, en cuanto distinguible de los demás pueblos europeos, tomaron este nombre (que por cierto era un epíteto peyorativo utilizado en sus colonias de Nápoles para referise a los “yanquis” de la metrópolis) tras la invasión indoeuropea de los jonios en el 2000 (desde los Balcanes via Epiro y Macedonia), de los eolios/aqueos en el 1600 (que dieron lugar a la cultura micénica, típicamente indoeuropea) y de los dorios en el 1200, fecha en que Oriente Medio y toda Europa se vio invadida por los Pueblos del Mar. Antes eran simples tribus nativas entre las que destacaban los pelasgos, los carios y los léleges. En Micenas gobernaba un aristocracia guerrera, combatían en carros, el honor y la gloria fueron supremos valores, se organizaron enciudades-estado, usaban máscaras funerarias, enterraban con el difunto sus armas y ajuares, e impusieron tras dura negociación el culto al dios Zeus cuyo conflicto con el culto a la diosa sigue vivo todavía. Utilizaron la escritura lineal B. Hay quien niega la invasión doria del 1200, proponiendo que los dorios habían entrado en Grecia junto con los jonios, eolios y aqueos entre el 1900 y el 1600, y que en el 1200 se impusieron sobre las otras tribus, aunque ello causara la caída de la cultura micénica, o como efecto de ella. La unificación lingüística (koiné) se consiguió imponiéndose el dialecto de Atenas.

La Creta minoica (III milenio/1450 adne, año éste en que cede la supremacía a la cultura micénica) fue un reducto de la vieja Europa pre-indoeuropea. El culto a la diosa Luna corría a cargo de sacerdotisas. Sus localidades no estaban fortificadas y en sus pinturas no aparecían escenas de guerra, a pesar de su predominancia marítima. Tenían su propia escritura lineal A y otra jeroglífica. El substrato pregriego, sea pelásgico sea cario, era anatólico como lo era el de las lenguas anatólicas de Asia Menor preindoeuropeas, y llegaba por el oeste hasta el etrusco y el vasco, y por el este a las lenguas indias dravídicas, por citar sólo a las supervivientes. El estudio de la lengua pelasga pregriega se hizo posible sólo tras haber descifrado el hitita. Pelasgos en griego significa “mar”, pero el prueblo pregriego pudo bien haberse llamado pelástikos que tiene que ver con el Atica y con Palestina, cuyos philisteos fueron invasores indoeuropeos procedentes no del Cáucaso directamente, sino via los Balcanes. Palabras como la “pelásgica” tamias: “casa, doméstico” provienen de *dom: casa, y con sufijo *domyos: “relativo a la casa, doméstico”, lo que da idea de que los pelasgos pregriegos eran ya a su vez descendientes de invasores indoeuropeos de anterior generación, que habían llegado al Egeo en el 3000 desde los Balcanes, aunque otros también provendrían del Cáucaso y de Anatolia. Cerámica del 2500 con espirales y meandros encontrada en Grecia, así como el mégaron y las ciudades fortificadas, son importaciones de Europa central, aunque no fueran a hombros de poblaciones desplazadas desde los Balcanes, ya que éstas habrían impuesto su lengua, siendo clara en Grecia la escasez de hidronimia antiguo-europea y el mayor acercamiento del griego al indo-iranio,  frigio y armenio que a las lenguas europeas.

Itálicos eran, entre otros, los ligures en el NO., vénetos al NE., etruscos (no indoeuropeos), umbros, latinos, sabinos y oscos en el centro, mesapios en el SE. y sículos al SO. Más dos lenguas colonizadoras, el griego y el púnico. Los tres primeros dialectos quizás fueron el latino (del cual era familia el sículo), el umbro y el osco, lengua que segía viva en el año 79 dne. “Credo” proviene de *kerd: corazón, y *dhe: poner. Las tribus que entraron en el valle del Po en el s.XV adne llevaron consigo la cultura de la cremación y de los campos de urnas, y construyeron las viviendas sobre palotes para alejarlas de la humedad del suelo. En sus “ciudades”, rodeadas por un foso y protegidas por empalizadas, había un terraplén central, también rodeado de foso, y dos calles principales que se cruzaban en ángulo recto. Lo que coincide con los planos de los posteriores campamentos romanos. Los primeros habitantes de la ciudad de Roma fundada por Rómulo en el año 753 adne fueron tanto latinos de la etrusca Alba Longa como sabinos. Y sabino fue el segundo rey, Numa Pompilio, sucesor de Rómulo. Y etruscos los que reinaron en el s.VI adne. Sin olvidar la presencia micénica en el Lacio en el s.XIV adne. El entrecruce de influencias mutuas en la península puede servir de ejemplo de lo que ocurriría entre los pueblos indoeuropeos de toda Europa. Los etruscos según la leyenda procedían de Lidia –via Cerdeña-, en Asia Menor, de Troya si realmente llegó Eneas, y los romanos los llamaban tirrenos o tirsenos. Se han encontrado semejanzas entre su lengua y la que hablaban en la isla egea de Lemnos. Otros la vinculan al hitita. Desde la toma de la ciudad etrusca de Veii por los romanos en el año 396 hasta la total absorción de Etruria en el 281, pasó casi un siglo.

Los ligures ocupaban la zona de Génova y alrededores, auqnue hubo un tiempo en que llegaron desde Pisa a Marsella (y, según algunos, hasta el Ebro), y también Córcega. Se les tildaba de comerciantes, marinos, embusteros, de tez oscura, no muy altos y delgados, pero belicosos y resistentes. Daban culto a la “trepobala”, piedra (sagrada) de la tribu. Roma los anexionó en el año 14 adne.

En cuanto a España la entrada indoeuropea de la cultura de los campos de urnas, de signos solares o de cerámica de cuerdas, no es anterior al 1500 adne. Cádiz es fundada alrededor del 1000 adne por los fenicios en Tar-tesos (aunque este término: “allá por el oeste, donde el sol se oculta”, es un término griego) cuyos reyes, si no impuestos por aquéllos, se aliaron con ellos incluso para financiarles las murallas de Tiro para defenderse de los persas. Luego llegarían los griegos a Ampurias via Marsella. Iberia misma es palabra derivada del griego, país del Iber, el río Ebro. Hispania es un término romano. Correa identifica como de lengua celta las inscripciones tartesas. Incluso el nombre de Argantonio tiene la raíz indoeuropea *arg que significa “blanco”. Los nativos iberos conocían la escritura pero no entraron en la historia hasta que no fueron de interés para Cartago y Roma. Los comienzos de Tartesos son del tiempo en que los hititas tuvieron que emigrar tras la destrucción de su imperio por los asirios en el 717 adne, lo que anima a algunos en encontrar similitudes del ibérico con el anatolio. La fortificación de las aldeas en zonas elevadas no comenzó hasta la llegada de los celtas en torno al s.VIII adne. Pero F. Villar encuentra en la toponimia e hidronimia ibérica elementos indoeuropeos que no coinciden con los célticos, lo que confirma un pueblo ibérico indoeuropeizado, no sabemos cómo ni dónde ni cuándo, pero antes de la llegada de los celtas. Parece que los indoeuropeos, llegados sobre todo en el s.XV y en el s.VIII, más que indoeuropizar a los iberos, fueron ellos los iberizados. Fue sólo con los celtas en el s.VIII y los romanos al final del s.III que se inició la indoeuropeización de la península.

De toda la vieja Europa pre-indoeuropea sólo sobreviven el finlandés (con el lapón y el samoyedo), el estonio, el vasco y el picto. El % de Rh- en los vascos es de un 50% contra el 12/15% en el resto de Europa. Pero las diez mil palabras iberas que conocemos no tienen nada que ver con el léxico vasco. La cristianización ha impuesto un dios varón y pastor contra la diosa matriarcal Mari “pagana” y el calendario lunar, si bien la diosa paganari de la abundancia sobrevive como Virgen María con la luna a sus pies.

3) Asia. Los indio-iranios forman una de las ramas principales de las lenguas indoeuropeas. El buen estado de la conservación de su fonética original en estas lenguas vivas habladas por grandes cantidades de población las convierte en piezas claves para la comparación. Los sumerios y acadios mesopotámicos no hablaban lenguas indoeuropeas sino de origen semítico. Pero tenemos constancia del indo-iranio en 1750 adne en Babilonia donde la dinastía casita gobierna tras la caída de Hammurabi en 1900. Si los casitas, al este de Mesopotamia, no eran indoeuropeos, sí que lo fue su aristocracia guerrera que introdujo los carros de guerra en la zona, como lo atestiguan la desinencia del genitivo singular –asya, los numerales y los nombres de sus reyes que coinciden con divinidades védicas, como Indas, Surias, Marutas, y que aparecen en el II milenio no sólo en Babilonia sino también asentados en pequeños núcleos de población en la semita Palestina, en Siria y en la hurrita Mitanni (que no era semita ni indoeuropea), desde donde colonizaron la India, si bien el valle del Indo ya había conocido invasiones anteriores de indoeuropeos a finales del IV milenio, si no antes. Que la civilización anterior del valle del Indo no era indoeuropea lo atestigua su lengua que tuvo escritura antes de ser eliminada por los primeros indoeuropeos que llegaron allí en el IV milenio y que sigue siendo hablada en el dravídico actual en zonas del sur y del sudeste que subsisten sin haber sido indoeuropeizadas, todavía.

En algún lugar debieron convivir los indio-iranios con los antepasados de griegos, frigios y armenios, a juzgar por sus coincidencias lingüisticas. El iranio y el indio se escindieron como dialectos en el s.XIV adne.

En el 1500 adne los indoeuropeos de las estepas rusas habían dominado el caballo con el bocado. La monta del caballo a la grupa era propia de las estepas, y así lo practicaban los iranios históricos (los medos y los persas). Lo curioso es que los indios no, a pesar de que éstos utilizaban la antigua técnica del carro, algo que no practicaban los iranios. Por otra parte el indio parece una derivación del iranio y sin embargo su fonética es más conservadora, de donde se decude que los indios abandonaron las estepas antes que los iranios. Las muchas afinidades entre el indio y el uranio no impiden que el indio no participe de léxico que es común al iranio y al eslavo. En todo caso, el indio y el iranio son representantes del modelo de indoeuropeo más reciente mientras que las demás lenguas indoeuropeas proceden de modelos más antiguos.

Cabe preguntarse si los cimerios al norte del mar Negro y los escitas al este, de los que tenemos noticia a partir del s.IX/VIII adne, no eran indoeuropeos autóctonos sino iranios. Pero parece más lógico pensar que los iranios del este de Mesopotamia provenían de las estepas rusas que no que invadieran sus antiguas tierras caucásicas después de haberse constituido como pueblo iranio al este de Mesopotamia. Pues no es probable que los que emigran de las zonas áridas a otras más civilizadas quieran volver a sus tierras de origen por echar de menos el hambre y las dificultades de sus antepasados. Por lo que nos inclinamos a pensar que los iranios eran un grupo originario del Cáucaso, del cual formarían parte los cimerios y los escitas, tribus que nunca abandonaron sus tierras ancestrales, como tampoco lo hicieron los osetas y los sármatas, los cuales sucedieron a los escitas al iniciar nuestra era. Para acompañar a los jefes escitas en sus tumbas se daba muerte a sus esposas y sirvientes, y en torno a ellas se empalaban caballos, en claro paralelo con las costumbres mongolas de Asia Central.

En el I milenio los iranios escitas ocupaban el norte del mar Caspio y los medos y persas la Persia actual. A ellos se refieren las crónicas asirias del s.IX adne que relatan los conflictos entre medos y persas, hasta la toma de Nínive por el rey medo Ciáxares en el 612 adne. que reunificó las tribus medas pero no impidió la hegemonía persa que creó el gran imperio con la dinastía aqueménida, que impuso la nueva religión de Zaratrusta derogando los viejos dioses iranios. Darío el Grande (521/486) introdujo la escritura en la lengua persa antigua, en una modalidad simplificada del sistema cuneiforme. Otra variedad del iranio es el avéstico en que está escrito el libro sagrado del mazdeísmo: los “cantos” de Zaratrusta (Zoroastro en griego) que se habían transmitido desde quizás el s.VIII adne por tradición oral, fueron escritos más tarde del s.III dne, en época sasánida.

Los indios entraron en la India en el II milenio, entre el 1400 y el 1000 adne, desde Oriente Medio a través de Irán, Afganistán y el valle del Indo. El primer documento escrito indio es el libro sagrado de los Vedas (“sabiduría”, en latín video es “ver”), que refleja la conquista del noroeste de la India, el Pendjab. En el panteón védico destacan las divinidades Indra, Mitra, Varuna y Agnis (el Fuego). Entre los siglos VIII y V adne se introdujo en la India el alfabeto semita arameo que tomó el nombre de brahmi. De la lengua védica, que se mantuvo en los rituales religiosos, derivó otra lengua literaria, el sánscrito, que utilizó el alfabeto brahmi y que fue la lengua clásica desde el s.V adne. En ella están escritos el Mahabharata y el Ramayana. En el s.III adne apareció el pali como lengua canónica de los budistas en Ceylán. Del dialecto bengalí del s.VIII dne derivan los innumerables dialectos actuales, entre los que destacan, además del propio bengalí, el hindi y el pendjabi.

Los tocarios pueden ser una rama de los escitas que, expertos en cabalgar, llegaron hasta el Turkestán, en la China oriental. Pero su lengua no tiene un origen iranio, sino más bien de las lenguas indoeuropeas occidentales, lo que ha hecho pensar en la migración póntica de los siglos IX/VIII adne. Todas las lenguas occidentales (itálicas, celtas, germánicas) y el tocario eran centum mientras las orientales (armenio indio, iranio) satem. La línea divisoria estaría en los Balcanes, a cuyo este el tracio era satem y al oeste el ilirio era centum. Aunque centum también era el griego y satem el eslavo y el báltico. Por lo que algunos se inclinaron a proponer dos grandes dialectos originales en los Balcanes, el satem oriental y el centum occidental, perteneciendo al primero el indio, el iranio, el armenio, el báltico, el eslavo y el tracio, y al segundo el griego, el latín,el germánico, el celta y el ilirio. Pero en Asia el hitita y el tocario eran centum. Lo que echa por tierra las especulaciones anteriores prevaleciendo la idea de que la palatización satem de las velares se desarrolló por separado en cada lengua, con resultados distintos, en lugares y tiempos diferentes. Pero nadie duda de la ascendencia indoeuropea del tocario, que en su léxico tomó préstamos del turco, del iranio y del sánscrito, a lo largo de su largo caminar.  

g) Y ya que todas las deducciones las estamos sacando gracias a la lengua, veamos la lengua:

Dadas las diferentes oleadas durante tres milenios hay quien habla de un indoeuropeo I, II y III; otros distinguen el pre-anatolio y post-anatolio. En el árbol genealógico de las lenguas indoeuropeas, buscando su raíz en una primera lengua, dejando aparte a las antiguas anatolias, podríamos ascender a una rama o pueblo que habría sido el mismo para eslavos, germánicos y baltos, un segundo para griegos, celtas y latinos y una tercera rama para los indio-iranios, quizá incluyendo a los griegos. La investigación se enmaraña al influirse entre sí dialectos de las distintas ramas, con los consiguientes préstamos de léxicos. A ello hay que añadir de qué lengua madre indoeuropea hablamos, si de un mismo estadio o de distintos, habida cuenta de las sucesivas oleadas tan distantes en el tiempo, tres milenios. Todo eso sin hablar de los substratos (lenguas nativas de los territorios invadidos) con las que se mezclaron y de las que tomaron al menos las toponimias e hidronimias. Teniendo en cuenta además que tales substratos podrían ya estar previamente indoeuropeizados. O las renovaciones de los léxicos con el paso de los siglos. Sólo podemos aventurar que estas lenguas serán más parecidas entre sí cuanto más retrocedamos en el tiempo. Sólo sabemos que todas las lenguas indoeuropeas ofrecen nexos dialectales entre sí, aunque hayan cambiado de significado.

El hitita y anatolio pueden provenir de la lengua indoeuropea del 3500, el armenio y el indio-iranio de su estadio en el 2300, el griego de su fase en el 2000, el tocario en el 1500, el germánico en el 1000, el balto en el 500 y el eslavo en el s.I, si es que sirven de algo estas fechas. Otra clasificación sería de tres estadios, el del indoeuropeo primitivo, el medio y el tardío, entendiendo por tardío el del 3000 adne. Del primitivo no quedaría ningún resto. Del medio, el anatolio.Y los demás, del tardío. Para otros una primera salida de la lengua indoeuropea habría sido hacia Anatolia en el IV milenio; otra segunda reindoeuropeizadora a los Balcanes en el III milenio temprano; la tercera más moderna, en el III milenio tardío, a Oriente, ésta última ya con innovaciones que desconocía el primer indoeuropeo anatólico, de la cual tercera vendrían el celta, el griego, el armenio y el frigio, y más recientemente la cuarta en el II milenio, el indio-iranio. Pero el griego y el indio-iranio procederían de un mismo dialecto oriental. Pues a pesar de su vecindad con los Balcanes, cuya antigua lengua pudo ser la misma hasta el mar del Báltico en el IV milenio, el griego, que es más tardío (más reciente), procedería de las estepas, aunque para otros vendría de los Balcanes reindoeuropeizados, con la lengua ya innovada, pero todo esto en época anterior a la salida indoirania de las estepas en el II milenio, que se realiza en su rama irania a Babilonia, Mitanni y Palestina (los casitas) por un lado, y por el otro al oriente en su rama india védica, aún más innovada, pero no tanto por innovaciones en su tierra de origen como por los substratos fonéticos que sufrió en su peregrinación hacia levante. Fechas, pues, de las tres últimas salidas (los carros de caballos no se remontan a más del 2700):

-2500/2000 hacia Grecia (con carros? aunque quizás el carro es propio de la época micénica hacia el 1400);

-2000/1500 a Oriente Medio los indios con los primeros carros de caballos en Asia Menor, lo que imitaron de inmediato los hititas;

-1500 a Mesopotamia los iranios (ya jinetes, en caballos con bocado, y sin carros).

Posteriores expansiones desde las estepas fueron las de los iranios cimerios y escitas.

El proceso de indoeuropeización lo ampliaron a partir del s.XVI los hispano-lusos a América central y del Sur, los ingleses a América del Norte y Australia, los rusos hasta Vladivostok, y los franceses e ingleses en las colonias africanas donde se subvenciona a las lenguas indoeuropeas para su aceptación.

En todo caso los objetos materiales pueden transportarse, las culturas difundirse, las técnicas imitarse, la artesanía aprenderse, pero las lenguas no se trasladan de un lugar a otro sin sus hablantes, ni se abandona una lengua materna por la de un grupo visitante o comerciante por más que se asiente entre nosotros y admiremos su pericia o su cultura. Un cambio de lengua sólo se da por imposición del invasor, y eso con mucho tiempo y gran esfuerzo. En las investigaciones sobre una primitiva lengua universal común para todos los humanos se ha confeccionado una lista de palabras que nunca o rara vez son objeto de préstamo en los léxicos de las distintas lenguas, buscando sus conexiones más antiguas. Las palabras más estables, en orden de resistencia al préstamo son: yo/me, dos/par, tú, qué/quién, lengua, nombre, ojo, corazón, diente, no, uña, llanto, agua, muerte, luna, mano, noche, sangre, cuerno, lleno, sol, oreja, sal.

h) Gramática.

Los márgenes de las raíces de las palabras indoeuropeas son consonantes. Y como a veces aparecen en esos lugares la “u” y la “i” (waw o digamma y yod), se deduce que no eran vocales, como mucho semiconsonantes. Dentro de la raíz es escasa la “a”, y la “e” y la “o” se pueden sustituir entre sí, lo que indica que en tiempos anteriores eran la misma vocal. Los anatolios del II milenio no llegaron a desarrollar la “o”. Con lo que si las primeras escrituras eran consonánticas, parece que las lenguas habladas también. Las vocales largas fueron causadas por la pérdida de la laringal que las seguía. Si las culturas se desarrollan con el progreso del lenguaje, es natural que llamaran bárbaros (“balbucientes, tartamudos”) a los extranjeros de culturas “inferiores” que hablarían lenguajes “peores”.

La raíz de la palabra europea es CVC (vocal en medio de consonantes en los márgenes de la raíz), aunque puede ser CV o VC. Para filólogos: “las palatales aparecen en algunas lenguas como fricativas o silbantes y en otras como velares”. O “el latín es una lengua centum (versus satem), es decir: no ha palatilizado las velares”. (“Centum” son el latín, el griego, el celta, el germánico, el hitita y el tocario, mientras que “satem” son el indio, el iranio, el báltico, el eslavo, o el tracio). O: “en toda Eurasia la única zona de oclusivas glotalizadas es el Cáucaso. De ahí que la existencia de tales fonemas en la lengua común indoeuropea nos permite inferir que los indoeuropeos procedían de dicha región”. hallemos raíces ancestrales comunes para animales que no habitaron las estepas rusas, como el tigre, el camello o el león.

Los términos y rasgos de la lengua común más antiguos son aquellos que se encuentren en los territorios más distanciados sin intercomunicación directa entre sí. La evolución fonética se produce siempre con el mismo resultado y sin excepciones. La “s” evoluciona fonéticamente a “h” y la “t” entre vocales a “d”. Sordas son las letras p, t, k; fricativas sordas; f, h; fricativas sonoras: b, d, g. Cambios fonéticos menores son la metátesis, la asimilación, la disimilación, la haplología. La fonética evoluciona según leyes previsibles pero el significado, la semántica, varía del modo más caprichoso: “cabo” viene de caput, y llegando a significar un grado militar, el fin de una cuerda, o un accidente geográfico, ha perdido su significado original: el de “cabeza”.

En cuanto al acento, confiere a una sílaba una mayor intensidad que a las restantes dentro de una palabra. Mayor intensidad implica mayor tono y más duración que las otras sílabas de la palabra en cuestión. La intensidad lo es por el grado, pero el acento musical lo es por el timbre. Lenguas con acentos predominantemente musicales son el griego o el védico, con acentos intensivos es el germánico. El francés es una lengua de acento de posición fija (en la última sílaba de cada palabra) mientras que en latín el acento sólo estaba en la penúltima o antepenúltima sílaba. En la lengua indoeuropea el acento reposaba en la raíz en el singular de la voz activa, y en la desinencia en el caso de plural y de la voz media (pasiva); en los nombres el acento cargaba sobre la raíz (o sufijo) en el nominativo y acusativo, mientras que lo hacía sobre la desinencia en el genitivo y el dativo.

La evolución del indoeuropeo a las lenguas actuales se hizo eliminando las articulaciones complejas, primero las glotales, después la laringales, luego las labiovelares, y desplazando las articulaciones desde atrás hacia delante creando las palatales, nuevas silbantes, etc., por el predominio de los órganos articulatorios anteriores (labios, dientes, paladar duro, punta de la lengua).

La raíz, *xxx, es el morfema semántico, el que da el significado a la palabra, mientras que el morfema gramatical: sufijos, prefijos, desinencias, etc., lo adjetiva, lo delimita, lo aclara, según sujeto/obejto, género, caso, etc., o circunstancia. El segundo, al que se le llama morfema a secas, suele ir después de la raíz, según algunos. Si las raíces eran de nombres o de verbos (no de preposisiones, pronombres, adverbios, etc.), no empezaban ni terminaban en vocal. Así *do: “dar” era realmente *deH y *ag: “llevar” era *Heg. Una excepción era *es: “ser”, que sí empezaba por vocal.

La lengua indoeruropea era “flexible” en el sentido de que permitía cambios en las palabras por sufijación, por alternancia vocálica y por desplazamiento de la posición del acento.

El orden básico de la sintaxis era el de SOV (sujeto, objeto, verbo).

En cuanto al género abundan las lenguas sin él, como el inglés. Antiguamente sólo había dos géneros: el de los seres animados y el de los inanimados, pero ojo, que entre los animados estaban la tierra, la lluvia, el viento o el fuego…, restos del animismo primitivo en que todo el mundo que nos rodeaba estaba vivo, y nosotros éramos tan sólo una parte de él. Realmente son arbitrarios: sol y luna son masculino y femenino en español pero son lo contrario, femenino y masculino, en alemán. Cuando el sexo es importante utilizamos palabras distintas para cada uno de ellos: padre/madre, varón/mujer, nuera/yerno, caballo/yegua, toro/vaca, abeja/zángano… En castellano tenemos tres géneros (masculino, femenino y neutro), pero los tagalos tienen dos (nombres propios y comunes), en el dyirbal australiano hay cuatro (los tres nuestros más un cuarto para designar los comestibles no cárnicos), y en navajo trece (objetos redondos, seres vivos, objetos en grupo, contenidos rígidos con contenido, objetos compactos, masa, objetos que asemejan lodo, etc…) y sin embargo no distinguen masculino/femenino. El femenino entre los indeuropeos probablemente nació como desinencia, la del genitivo del masculino: “loba (hembra) del lobo”, que terminó derivando en sufijo, del mismo modo que el apellido del hijo era el genitivo del nombre del padre. El sufijo “a” (con valor de abstracto y de colectivo) fue neutro plural antes que femenino.

El número también varía. El dual existe en muchas lenguas, independientemente de su antigüedad o desarrollo. Pero por haber hay singular, dual, trial, cuadral, paucal y plural multitudinal. (Aquí lo de M.Harris, lo de que cada lengua utiliza cuantos términos necesita para sobrevivir, así los nombres de vaca en la India o de loros en Sudamérica. Y para el cuadral experimento del cuervo que contaba hasta tres). En indoeuropeo era el plural el principal (como lo era el masculino en el género), utilizándose un morfema para hacerlo singular.

Los casos se consiguen mediante desinencias por declinaciones (como el latín, griego, alemán…) o por preposiones (a, para, por, en…), como en la lengua castellana. La composición fónica de los pronombres era (V)C(V), *eg/*me para la primera, *tu/*te para la segunda, pero no lo había para la tercera, en el cual caso se utilizaba el desmotrativo, pronombre que, al contrario de los personales, se renueva con mucha rapidez.

El adjetivo es “denominativo” si deriva del sustantivo (vga.: servil de siervo) y “semántico” si tiene raíz propia, en el cual caso puede substantivarse como abstracto (blancura de blanco). Los igbo de Níger/Congo usan sólo cuatro adjetivos y sus cuatro opuestos: grande/pequeño, nuevo/viejo, blanco/negro y malo/bueno. Los adjetivos más comunes de las lenguas más habladas son por este orden: grande/pequeño, corto/largo, nuevo/viejo, malo/bueno, blanco/negro, casi todos de percepciones sensoriales. En castellano adjetivamos sin límite, consiguiendo matices que no tiene la lengua que adjetive mediante desinencias. Si los indoeuropeos se impusieron (e impusieron su lengua) durante tres milenios, pudo deberse a la fuerza de su lengua, lo que depende bastante de su número de adjetivos. Estos además pueden devenir en sustantivos, en su forma abstracta (neutra).

Las desinencias del verbo se utilizan para identificar la persona y el número. Luego llegaría la voz. En cuanto al tiempo no se marcaba por procedimientos flexivos sino léxicos. En la voz media -que hacía de impersonal, reflexiva y pasiva- en vez del orden AVP (agente, verbo, paciente) se colocaban PVA. Los temas, que eran tres: presente (durativo), aoristo (puntual) y perfecto (perfectivo), no relacionados con el tiempo, se distinguían por los sufijos. En cuanto a los modos el preanatolio sólo tenía dos, el indicativo y el imperativo. Nunca hubo infinitivo, y el participio lo era el de presente *nt.

Otras publicaciones:

1) Marija Gimbutas, La Religión de los Baltos. Los indoeuropeos llegaron al Báltico alrededor del 3000/2500.

Aunque Lituania fue cristianizada en 1387, los campesinos siguieron paganos hasta finales del s.XVI, en que hacían sacrificios a Perkunas, rendían culto a la serpiente, veneraban como sagrados a los robles y alimentaban a los muertos. Bajo el sistema patriarcal indoeuropeo subyace una infraestructura (pre-indoeuropea?) maternal. La triada divina que conocemos deriva de la diosa Madre/Hija/Anciana (Fecunda/Doncella/Maga), o de la Luna creciente/llena/decreciente. Las tres Laimas (Destino), regían el nacimiento, la vida y la muerte, y se las ofrendaban materiales tejidos (las Moiras griegas). La Laima se manifestaba como vaca, como osa, o como serpiente negra. Y en la piedra y en el tilo, o en el cuco y el halcón. El cuco teje su nido, y anuncia la primavera, convirtiéndose luego en halcón. A la serpiente “doméstica”, que habitaba en las casas, no se la podía matar pues se le atribuían poderes curativos. Todavía hoy, en Lituania, se tallan los extremos de las vigas con figuras de serpiente para garantizar el bienestar del hogar. Es natural, pues proviene de las aguas, o de debajo de la tierra, se regenera como la naturaleza cambiando de camisa, se aletarga, como ella, en el invierno, y las fiestas del 25 de enero -que la representan coronada- la animan a su despertar, pues asegura la continuación de la vida en general, volviendo desde los bosques a las casas. La palabra geras en griego significa tanto “vejez” como muda de serpiente.

        La diosa lituana del fuego Gabija, o la letona Uguns Mate, comparte la comida cotidiana y no se puede nunca apagar. La diosa lituana del hogar Austeja, “la que teje”, se manifiesta como abeja y eleva a la madre como reina y dueña del hogar. Giltine, la muerte, que se envuelve en una sábana blanca, se presenta sola o en grupo de tres. More, la muerte estacional, es quemada en efigie antes de la primavera para, muriendo, poderse regenerar. Ragana, “maga”, que “adivina”, o “cuerno” (de la luna), de cabellos de serpientes, sugiere la relación de la luna con la regeneración estacional y es la causante de la muerte de la naturaleza para que se pueda renovar. Se manifiesta en todo tipo de animales pero principalmente en el sapo. La Madre Tierra Zemyma, como la Gaia griega o la frigia Sémele, se manifiesta en las madres y en la mujer embarazada. El 1 de mayo se besa siete veces la tierra. Y la diosa del Sol, Saule, navega por el firmamento en una barca de oro que se hunde -cuando muere el día- en el mar. (Supervivencia de la antigua diosa lituana antes de la indoeuropeización? o propia de la cultura indoeuropea?)

La diosa ctónica obtenía su energía de la tierra, el agua, la piedra, la luna y las plantas; el dios celeste patriarcal indoeuropeo se arropó con el caballo, las armas, la fuerza y la luz del sol, del rayo y del trueno.

El dios Vaizgantas lo es del lino y muere cada año torturado (destrozado?) para ser enterrado como semilla para que renazca con la estación. Dios de las mujeres y de los libertinos, recuerda el Diónisos griego y el carácter orgiástico de sus fiestas de renovación estacional. Con los números 3 y 9 se invocaba el crecimiento y la multiplicación. 

El dios lituano Dievas, letón Dievs, que lleva una cítara y va siempre a caballo, declara su vocación celeste con su etimología de luz. Como dios celeste lo es del sol que reparte oro cada día (sus rayos) y del agua de la lluvia, como Zeus, cuya raíz comparten. San Jorge lo recuerda en primavera y San Juan en el solsticio de verano. Sus fiestas coincidían con los solsticios y los equinoccios. En el de primavera a los caballos, engalanados con flores, se les frotaba desde la cabeza a la cola con un huevo (el de Pascua, todo coherente). Perkunas es dios del trueno. Perk- es también la raíz de la palabra “roble”. Como animal es toro o cabrón, cuya piel (vellocino) se coloca en lo alto de un poste para calmar la lluvia. El negro Velinas (o Vels) equivale al Hades griego. Se le compara con el indio Varuna, el iranio Ahura Mazda, el noruego Odín, o al germano Wotam.

2) Jean Varenne, La India y lo Sagrado. La lengua indoeuropea se remonta al V milenio adne. El hinduísmo perdura desde hace 4.000 años, contra los 3.000 del judaísmo, los 2.500 del budismo, los 2.000 del cristianismo o los 1.200 del Islam. Junto con el sintoísmo japonés, el hinduísmo es la única religión “pagana” que ha sobrevivio hasta nuestros días. Motivos de su expansión: explosión demográfica? hambrunas? cambios climáticos? codicia de cosechas agrícolas? invasiones directas? o de pueblos que huían, invadidos por ellos?  Desde España (3000?) al valle del Indo, de Escandinavia (excepto Finlandia y Estonia) hasta Grecia, pasando por Anatolia. En el año 1000 adne el griego era parecido al iraní. India no es “Asia”, es indoeuropea… y pagana (no cristiana): la población islámica (Pakistán, Cachemira, Bangladesh…) no supera el 30% y la cristiana el 3. El budismo no existe ya en la India, salvo en Ceilán y en el Himmalaya.

Las escrituras sagradas de los Vedas datan del II milenio adne. Las divinidades superiores son Indra, Varuna, Mitra, Rudra, Siva y Visnu (aunque el rosario hindú tenga 180 cuentas para recordarlos. También los atenienses daban culto al “dios desconocido”). Y Kama/Eros y Vac/Atenea, como diosa de la palabra, y Devi, la de numerosos brazos. Surya es tanto el Sol astro como el Apolo indio. El dios más venerado es Agni, el fuego del lar. 

Visnu se encarna en Rama y en Krishna, éste de naturaleza divina y humana. No hay clero ni iglesia, sólo la familia cuyo pater oficia los ritos para comunicar con los ancestros. Si algo se lo impide, le sustituirá su hermano menos o su tío paterno. El clero de los santuarios y los templos ejerce rituales complejos y especializados y no goza de status social o de prestigio. Lo sagrado (consagrado) lo es por el ritual y perdura en tanto y sólo que dura el oficio ritual. La consagración de un objeto o lugar lo diviniza. Los ritos obligatorios se celebran en el hogar familiar, cuyos fuegos y penates no se desacralizan jamás.

Tres sacramentos principales: el nombre, la iniciación del adolescente y el matrimonio. En la India no se permite la actividad sexual durante el día. En los partos cuidan mucho el deshacer todos los nudos. El nombre, que se da al neonato en el séptimo día después de haber nacido, se guarda en secreto hasta el ritual de adolescencia, y se le da otro sobrenombre para llamarle por él durante la infancia. En el primer corte de pelo, se entierran los cabellos en el establo. El rito de iniciación (cambio de status cívico) se llama upanayana, que es el “segundo nacimiento”, o adopción, pariéndolo el oficiante según el rito del Satapatha Brahmana 11,5,4. Despojado de su ropa, el adolescente es cubierto por una tela blanca que, según el Veda, es signo de su nueva placenta. Y luego, con un bastón y un cuenco, mendigará el alimento. Lo que el rito anterior es al joven iniciando, el matrimonio lo es a la doncella. Ritos desgarradores y llantos despedirán a la núbil de su casa cuando ésta se despida para ir a la casa del marido, en cuyo umbral la recibirá Agni, el fuego del hogar del esposo.

Agni, el dios-Fuego, prevalece sobre todos los demás y en torno a él se desarrolla toda la vida del hindú. El fuego no puede apagarse nunca y una mudanza de casa obligará a su transporte en brasas que no se deben extinguir por el camino. Tambien se trasladan las estatuas de los manes. A Agni se le alimenta con leche (o miel), hervida sin derramar en una olla sobre los leños encendidos, dos veces al día como mínimo, antes del amanecer y después del ocaso del sol, todos los días. El pater-oficiante beberá luego de esa misma leche en una cuchara y aspergerá con agua los alrededores del lar, cuyos penates familiares en estatuas ocupan un nicho en la pared de la casa. Durante el acto se recitan textos del Veda que hay que memorizar, invocando tanto a Agni-Fuego como a Surya-Sol. No alimentar el Fuego pondría en peligro la futura salida del Sol.

Los cadáveres pueden ser inhumados, incinerados o expuestos a los animales. La banda que cae del hombro derecho se cambia al izquierdo y se borran con una rama las huellas del cortejo fúnebre cuando sale de la casa. La cremación se realiza en un terreno consagrado al efecto mediante su demarcación con trazos rectangulares en el suelo. Se inutilizan las armas que le acompañan, por si acaso. Hasta recientemente la viuda se autoincineraba junto al cadáver de su difunto esposo. Se sacrifica luego un toro o macho cabrío y se cuecen cereales. Los trozos del animal sacrificado se colocan sobre el cadáver en el mismo lugar que ocupan los del humano: y es que el difunto se ofrece como víctima. Las cenizas se arrojan al río o se entierran, pero entonces al pie de un árbol y en secreto. Los animales sacrificados (ovinos, caprinos, bóvidos, y hasta el caballo), despedazados y cocidos, se comen en un festín colectivo. El troceamiento no es sólo funcional, pues en la víctima del sacrificio inicial (según el Veda, Rg-Veda 10,90) se encarnaba el dios creador. En el templo de Kali, en Calcuta, se sacrifican decenas de cabras cada día, y el rito incluye el vino, quizás como recuerdo del antiguo soma embriagador que dejó de utilizarase en el sigo VI dene. La izquierda es siniestra, lo digno y respetable se sitúa a la derecha del altar. La derecha mira al Sur, pues en la India es el Este la referencia orientativa. Un santuario se improvisa consagrando un terreno cualquiera con tres surcos arados al este, norte y oeste, con entrada por el sur (Rómulo mató a Remo por haber éste franqueado el surco trazado por su hermano). Al terminar la ceremonia se desacraliza el terreno y se destruye todo lo utilizado, lo consumible por el fuego, el resto rompiéndolo y enterrándolo después. En las fiestas de Ganesa, el dios con cabeza de elefante, al acabar las fiestas se destruyen sus estatuas, ya desacralizadas, por inmersión.  En Persia Zaratustra  proscribió los sacrificios.

Abundan las peregrinaciones a santuarios en que rinden culto  a Visnu y Siva, representados en una piedra donde se talla la vulva (yoni) y el falo (linga). En el equinoccio de primavera se festeja el Holi (en inglés holy es santo), fiesta orgiástica carnavalera en que se anima a la naturaleza a florecer; en el equinoccio de otoño arrojan al río las imágenes de Ganesa, el de cabeza de elefante; en noviembre, en las fiestas de Divali se prenden luces para ayudar a la naturaleza en su recorrido del invierno.

3) Regis Boyer, El Mundo Indoeuropeo.

Dios: *tiu, Zeus griego, deus latino (dies: luz), dieu, Tyr escandinavo, dí céltico, tag… y en sánscrito dyaus. Madre: méter, máter, mère, mother, mutter.. y mátar en sánscrito. Padre: patér, páter, père, phather.. y pitar en sánscrito. Jú-piter (Zeus-pater).

Dioses celestes, fenómenos naturales (daimones). Tríadas divinas. La trifuncionalidad de Dumézil: el rey militar, jurídico-mágico, administrador de la producción.

En las estepas del sur de Rusia, entre el Danubio y el Cáucaso. Habla del 3000 adne.

Pueblo nómada, pastoril, guerrero, solar, patriarcal, varias oleadas (o continuas?) a lo largo de dos milenios. Y el honor y la gloria.

Domesticaron el caballo. Ignoraban la ciudad y el mar. Pero conocieron el metal, la cerámica y el tejido.

Más que de las metáforas apreciaban la eficacia práctica. Ni la abstracción griega, ni la fantasía, celta ni la sensibilidad eslava: asociaban el pensamiento con la acción.

La familia como paradigma, y el cabeza de familia como oficiante del ritual.

Sacrificios y antepasados. En mesas (altares) donde celebrarían el ágape celestial. Y con libaciones (y ofrendas) para alimentar la vida del espíritu ancestral. El ritual para comunicarse y acercar el mundo de los muertos así como para marcar el nacimiento, la iniciación, el matrimonio y el funeral. Solsticios y equinoccios.

La serpiente y el jabalí. Templos elevados, en lugares altos (?).

4) Régis Boyer, Lo Sagrado entre los Germanos y los Eslavos.

Los noruegos poblaron Islandia en el 874 (segunda Madagascar! en el sentido de buena si no había nadie). Helgi es sagrado, santo, inviolable, heill es la suerte, el destino favorable (esto sobre la muerte como algo deseable) y holy es santo en inglés como Holi lo es entre los hindúes.

Joro era el nombre de la Madre Tierra pero era diosa también “la” Sol. El sacrificio ritual llamado disablot en el solsticio de invierno para asegurar la fertilidad de la tierra en la próxima estación se realizaba a las Disas. Las Nornas (las Parcas indoeuropeas) son diosas y el destino celta, Rosmerta, es también femenina. Los dioses están también sometidos al Destino. Y son mujeres las adivinas. Y no soportaban la homosexualidad. Tyr es su dios, pero como Odín viste lanza, sube a un carro y se acompaña de un jabalí, rasgos de la oleada del 1500 al 500 adne, en los petroglifos de la edad del bronce.

El valor de la palabra dada. El honor, el respeto, la gloria, la reputación, que se hable bien de uno, justifica la venganza como reparación. En los temas sagrados, el fin justifica los medios.

 5) Régis Boyer, El Hombre y lo Sagrado entre los Eslavos.

Slowo significa “palabra”. Se trata de interpretar el ídolo de Zbrucz, en Ucrania, del s. IX o X. llemos raíces ancestrales comunes para animales que no habitaron las estepas rusas, como el tigre, el camello o el león. El eslavo adora el fuego… y el agua, y las montañas. La diosa Madre, Rajanica, es paredro del joven dios de la primavera, Rod. Pascua, pesah en hebreo: paso. Dos ejes: los antepasados y los daimones de la Naturaleza.

La mayoría de sus imágenes sagradas eran de madera: roble, abedul, avellano, nogal…, árboles diana del rayo, del fuego.

El caballo sustituye al perro como psicompompo entre los indoeuropeos. Lobos y gallos. Y la serpiente: se regenera de piel, se aletarga en invierno, como protectora de la casa se enterraba bajo la piedra del umbral.

Sus entierros, cadáveres y santuarios se orientaban obsesivamente al Este.

 6) Gherardo Gnoli, El Irán Antiguo y el Zoroastrismo

El zoroastrismo (Zaratustra, en su origen persa) es la más antigua de las religiones vivas fundadas por un profeta de cuya historicidad no se puede dudar. También se le llama mazdeísmo por su dios, Ahura Mazda, cuyo contrario es Ahrimán. Zaratustra vivió allá por el 700/800 adne pero el zoroastrismo dualista venía desde antes, por el 2500 adne. En el 500 el aqueménida Darío I la hizo su religión oficial, y tras la muerte de Alejandro Magno y los seléucidas, la recuperaron los partos arsácidas del s. II dene. y luego la confirmaron los sasánidas del s.III al VII. En esta última fase se redacta el Avesta, que organiza su iglesia con una rígida jerarquía. Huyendo de los musulmanes se refugió en la india Bombay.

El zoroastrismo iraní fue combatido por el crstianismo, el maniqueísmo y el islamismo. En los siglos XIX y XX, en la India británica, se refugió en la teosofía, el espiritismo, masonería y otros ocultismos.

Aceptando el fuego como centro de la religión, el zoroastrismo cree en una vida ultraterrena, los ángeles, la resurrección y un juicio final individual de las almas, así como un paraíso y un infierno para premiar o castigar. Los clérigos medos (y luego partos y sasánidas) magoi cultivaron la magia como medio de comunicación con la divinidad. Ana-hita es la Afrodita Urania irania. Los romanos adoptaron la religión mistérica de Mitra, un sincretismo entre las religiones irania, helenística y mesopotámica. Sus dioses eran celestes, fenómenos naturales, sin imágenes ni templos, y se les sacrificaba en lugares elevados, lo que fue proscrito. La luz es signo de inteligencia, la oscuridad de ignorancia. 

7) Michel Delahoutre, Sacralidad y Estética en el Arte de la India.

El Veda es la escritura sagrada, la Smrti es la tradición memorizada, los Purana son relatos antiguos, los Tantra son tratados esotéricos. En la época védica (II mileno hasta nuestra era) no tenían imágenes ni templos de material duradero. El lugar sacralizado ad hoc estará en alto y mirará al Este por ser el punto cardinal de donde vienen los dioses. Entre Los Vedas, el cuarto trata de la magia y de la construcción de las casas y el quinto de la dramaturgia. Es en los Upanisads donde se trata del aliento vital, el espíritu (prana), como contrapuesto a la materia. El cueno de la abundancia en la India se representa con la serpiente, divinidad agrícola. No hubo imágenes antes de nuestra era y ellas le dan nombre al templo, murtisala: sala de imágenes. Los templos de Ellora, Badami, Mahabalipuram… estaban excavados en la roca!!! En algunas tumbas celtas han aparecido huevos! 

8) Enrico Campanile, Lo Sagrado en la Vida del Hombre y de la Sociedad Celta.

Sacrificos humanos, inmolando esclavos y sirvientes a la muerte de su amo, decapitación de cadáveres (clavando las cabezas en lo alto de sus casas), bebidas excitantes. La trifuncionalidad religiosa/guerrera/económica. Las diosas Madres se mostraban en grupos de tres, todas ellas ligadas a lugares concretos. Del sacrificio de Purusa (el Hombre Primordial, RgVeda 10,90) nació nuestra realidad. Después del hombre, apreciaban como víctima al caballo, luego el toro, luego la oveja, y luego la cabra. Agamenón sacrificó a su hija Ifigenia y Aquiles a doce jóvenes troyanos en las exequias de Patroclo. Con motivo de la invasión bárbara, en Roma se sacrificaron dos galos y dos griegos en el año 228 adne, amén de esclavos en las Saturnales. Sacrificios humanos los ha habido hasta el año 1325 dene. entre los bálticos, para aventurar el resultado de una guerra. El persa Jerjes lo practicaba, y es conocida la institución del pharmakós (chivo expiatorio, para una expiación colectiva de la culpa) entre los griegos. Druidas, bardos y vates. Rosmerta, el Destino, es femenina. Tenían sacerdotisas magas, médicas, augures. En Irlanda, en el monasterio de Kildare, nueve monjas mantenían permanentemente el fuego sagrado en honor de “Santa Brigida”, indoeuropea. Tradición oral y no escrita. La opinión de la mujer era decisiva antes de una declaración de guerra. (Pero si la perdían, las decapitaban)
 

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