San Antonio Tlayacapan

En San Antonio Tlayacapan descansa el principio de la evangelización en la ribera. Tal vez por ello se respira la calma en empedradas veredas y casas típicas de pasillos y ventanas viejas. En sus callejones, que conducen todos a la laguna, se cuenta la historia de un pueblo y su identidad, mientras la gran garza gris, junto a la blanca, lucen complacidas en un baño de aguas plateadas De unos cinco mil habitantes, en esta localidad, el tiempo ha conquistado el espacio con un estilo tranquilo y residencial. Y mantiene vivo el símbolo de esa conquista, en la llegada constante de nuevos residentes que buscan en San Antonio, el lugar ideal para vivir.

Identidad y tradición

San Antonio mantiene vivas sus raíces y pese a la creciente llegada de extranjeros, la localidad ostenta tal vez, la mayor organización de los pueblos de la ribera con sus antepasados y tradiciones. “Es un pueblo que ahora tiene más avecindados que gente de aquí. Muchos vendieron sus tierras a extranjeros y se fueron“, asegura la señora Carmen Enciso. Su esposo, Don Antonio de la Cruz, fue capellán de la iglesia y al igual que su apellido, el símbolo del templo sigue de pie, en su atrio. El viejo capellán recuerda las estampas de San Antonio como su vieja torre, monumento clásico en el pueblo, digno de visitar y analizar como parte de las líneas más importantes en la historia de Chapala. Tal vez porque las montañas que cobijan San Antonio, forman el madroño de menor altitud, y eso facilita las labores de construcción, las tareas de edificación en esta población se ubican entre las más activas de la región Desde la cruz del templo de San Antonio Tlayacapan, aún de pie en el atrio, se escribieron los pilares de las obras de evangelización que se dieron a lo largo de la ribera de Chapala en 1531 y también los linderos que ahora conforman esta región.

Modernidad y espacios

San Antonio es una estampa completa en el esquema residencial de la ribera, la localidad ostenta el centro comercial más importante de Chapala, Centro Laguna, y con ello ofrece servicios que no se tienen en ningún otro punto de la riebra, como salas de cine y casino. Se puede caminar, comprar y divertirse en San Antonio, pero si lo prefiere, también puede optar por la tranquilidad plena que tiene el ritmo natural de este pueblo. “Existen muchos desarrollos nuevos, que se han construido en los últimos años en San Antonio, que sin embargo no pierde su esencia y mantiene vivas sus tradiciones”, indica Victoria Corona, vecina y promotora de la población de San Antonio. “Los festejos más importantes en San Antonio, son en semana santa, se desarrolla un viacrucis viviente, tal vez el más especial de la ribera. Diciembre también es un mes importante para la población, que recibe a los hijos ausentes y desarrolla de manera tradicional todo el festejo de las posadas”. El viejo capellán, Don Antonio como su pueblo, recuerda que “para llegar a Guadalajara desde San Antonio se hacían tres días por las montañas. Y un día o dos, para llegar hasta San Luis Soyatlán por la laguna”. Ahora los tiempos se han acortado, la civilización avanzó pero el sabor de San Antonio Tlayacapan sigue siendo el mismo