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Andrea Palma
Eugenia Grandet  (1952)
Marga L�pez, Julio Villarreal y Andrea Palma en Eugenia Grandet
Producci�n:  Argel Films, Emilio Tuero.
Direcci�n: Emilio G�mez Muriel
Argumento: sobre la novela de Honorato de Balzac; adaptaci�n Emilio G�mez Muriel, Julio Alejandro y Arduino Maiuri.
Fotograf�a: Jos� Ortiz Ramos
M�sica: Gonzalo Curiel
Sonido: Rodolfo Sol�s.
Escenograf�a: Francisco Marco Chillet; maquillaje: Noempi Wallace.
Edici�n: Fernando Mart�nez.
Filmada: a partir del 6 de cotubre de 1952 en los estudios Tepeyac.
Estreno: 23 de septiembre de 1953 en el cine Alameda.

Int�rpretes:  Marga L�pez (Eugenia Grandet), Julio Villarreal (se�or Grandet), Andrea Palma (se�ora Grandet), Ram�n Gay (Carlos Grandet), Hortensia Santove�a (Ana), Jos� Pidal (Santiesteban), Enrique D�az Indiano (don Pedro), �ngel Merino (Luis), Armando Velasco, Alberto Carriere, Lilia Fern�ndez, Yolanda Mora, Rafael Estrada, Victorio Blanco, Mar�a Gentil Arcos.
Sinopsis:  El avaro Grandet regala a su hija Eugenia un centenario de oro, como todos los a�os, el d�a que se celebra con una fiesta miserable la mayor�a de edad de la joven. Llega Carlos, sobrino de Grandet, con una carta. Por ella Grandet se entera que su hermano, padre de Carlos, est� en la ruina y va a suicidarse, por lo que le encarga a su hijo, que no conoce el contenido de la carta. Eugenia trata de consolar a Carlos, cuando �l se entera de la muerte de su padre, y ambos se enamoran. Grandet se opone a la boda de los j�venes pues cree que Carlos codicia su dinero. Ordena a Carlos que se vaya a Brasil y se haga rico para poder aspirar a la mano de Eugenia. Carlos se va y �l y Eugenia se escriben cartas apasionadas. La enferma madre de Eugenia muere cuando su marido regatea los auxilios m�dicos que pueden curarla. A instancias de Grandet, Eugenia renuncia a la herencia de su madre. Carlos ya no le ha escrito y est� desilusionada. Al morir Grandet, Eugenia queda en posesi�n de trienta millones de pesos. Carlos regresa pero Eugenia se entera que �l va acasrse por dinero con otra. �l va a visitarla y ella lo recibe fr�amente y lo despide cuando se da cuenta que �l busca su fortuna. A�os despu�s, Carlos la busca nuevamente para pedirle ayuda econ�mica.  Eugenia, que ha permanecido soltera, le lee su testamento: toda su fortuna ser� para los hijos de Carlos cuando �ste muera. Sorprendido Carlos se va para siempre.
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