Ensayo de un Crimen   (1955)
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PELICULAS
ANDREA PALMA
JESUS
BRACHO
Ernesto Alonso y Miroslava en Ensayo de un crimen
Producci�n:  Alianza Cinematogr�fica, Alfonso Pati�o G�mez.
Direcci�n: LUIS BU�UEL
Argumento: sobre la novela de Rodolfo Usigli; adaptaci�n: Luis Bu�uel y Eduardo Ugarte.
Fotograf�a: Aguist�n Jim�nez.
Mpusica: Jorge P�rez.
Sonido: Rodolfo Ben�tez, Enrique Rodr�guez y Ernesto Caballero.
Escenograf�a:
Jes�s Bracho; maquillaje: Sara Mateos.
Edici�n: Jorge Bustos.
Filmada: apartir del 20 de enero de 1955 en los estudios CLASA y locaciones del DF.
Estrenada: 3 de abril de 1955en el cine Palacio Chino

Int�rpretres:  Ernesto Alonso (Archibaldo de la Cruz), Miroslava (Lavinia), Rita Macedo (Patricia Terrazas), Ariadne Welter (Carlota), Rodolfo Landa (arquitecto Alejandro Rivas),
Andrea Palma (se�ora Cervantes), Jos� Mar�a Linares Rivas (Willy Corduran), Carlos Riquelme (comisario), Leonor Llaus�s (institutriz), Eva Calvo (madre de Archibaldo), Carlos Mart�nez Baena (cura), Roberto Meyer (doctor), Rafael Banquells Jr. (Archibaldo, ni�o), Enrique D�az Indiano (padre de Archibaldo), Chabela Dur�n (hermana Trinidad), Manuel Dond� (coronel), Armando velasco (juez), Antonio Bravo (anticuario), Francisco Ledesma (dependiente del anticuario), Enrique Garc�a Alvarez (Chucho), Jos� Pe�a Pepet (Esteban, criado), Lupe Carriles (criada), Eduardo Alcaraz (Gordo Azuara), Janet Alcoriza (turista de Oklahoma), Salvador Lozano (jugador), Joirge Casnova (delineante), Emilio Brillas (artesano de maniqu�es), Angel merino (graf�logo de la polic�a), Ignacio Pe�n y Armando Acosta (extras).
Andrea Palma en Ensayo de un crimen
Sinopsis: Durante la Revoluci�n, un una ciudad de provincia, la madre del ni�o Archibaldo regala a su hijo una cajita de m�sica, que es al parecer la causa indirecta de que una bala perdida mate a la institutriz del ni�o. A�os despu�s, la muerte tr�gica de su esposa Carlota hace a Archibaldo curar su crisis de nervios en un hospital donde amenaza con una navaja a la monja Trinidad, quien huye despavorida y muere al caer por el cubo de un elevador en reparaci�n. Un juez interroga a Archibaldo sobre el crimen; �l le dice que  se siente responsable de la muerte de la monja y le cuenta el por qu� se cree asesino. Flashback: En una tienda de antig�edades Archibaldo busca una joya y repentinamente oye la melod�a de aquella cajita de m�sica que su madre le regal� siendo ni�o. La cajita est� a punto de ser adquirida por el rico Chucho y su novia Lavinia, a quien Archibaldo arrebata la caja.  Convence al anticuario que le venda a �l la cajita, ante el disgusto de Chucho. Archibaldo, que es artesano y trabaja la cer�mica, visita a la se�ora Cervantes y a su hija Carlota. Afuera de la casa de ellas, encuentra a Patricia, mujer vulgar a quien hab�a conocido antes en el garito de juego del Gordo Azuara. Archibaldo quiere casarse con Carlota, a quien �l supone pura, pero que en realidad es amante del arquitecto Alejandro Rivas, relaci�n que solapa la se�ora Cervantes. En el garito del Gordo Azuara, Patricia pierde jugando el dinero que saca a su amante Willy. Cuando �ste le dice que no le dar� m�s, ella le pide dinero a Archibaldo. Despu�s de discutir con Willy, ella sale furiosa del lugar y estrella el auto de �l. Archibaldo se ofrece a acompa�arla con la condici�n de que lo invite a su casa y ella acepta. �l pretende matarla con una navaja pero tiene que desistir de hacerlo al llegar Willy y reconciliarse con ella, Archibaldo sale del departamento mientras la pareja discute nuevamente. Al otro d�a Archibaldo se entera que Patricia se suicid� con una navaja despu�s de discutir con Willy. Archibaldo encuentra nuevamente a Lavinia en una cantina llamada Las Veladoras de Santa. Ella est� trabajando como gu�a de turistas de unos norteamericanos y dice a Archibaldo que es tambi�n modelo. Llega Chucho y Lavinia dice a Archibaldo que es su padre; a los turistas lo presenta como su t�o y al propio Chucho le dice que pronto se casar�n. Al despedirse de Archibaldo le da la direcci�n de una casa de modas en donde dice que trabaja. Archibaldo propone matrimonio a Carlota pero ella dice que necesita pensarlo. Despu�s ella visita a Alejandro en su oficina y termina con �l. Archibaldo acude a buscar a Lavinia a la casa de modas pero s�lo encuentra un maniqu� id�ntico a ella. Obtiene la direcci�n del fabricante de maniqu�es y ah� encuentra a Lavinia a quien cita en su casa el s�bado a las cuatro. Cuando llega Lavinia a casa de Archibaldo encuentra ah� a su maniqu� id�ntico, al que cambia de ropa poni�ndole la suya y ella vistiendo la que usa el maniqu�. Archibaldo pretende asfixiarla con una toalla y quemarla en un horno pero sus planes se frustran cuando en ese momento llegan los turistas que ella ha citado para ense�arles la casa y el taller de Archibaldo. Lavinia se va con los turistas y dice a Archibaldo que no volver� a verla pues se casar� con Chucho. Furioso Archibaldo quema el maniqu� en el horno. Despu�s recibe la visita de la se�ora Cervantes y a Carlota quien ha aceptado casarse con �l. En la v�spera de la boda, Archibaldo recibe un an�nimo de Alejandro, dici�ndole que Carlota no es tan pura como la cree. Archibaldo acude al lugar que le indica el an�nimo y descubre a Carlota con su amante. Planea matarla despu�s de la boda, pero Alejandro se le adelanta y mata de un tiro a Carlota mientras ella posa vestida de novia. Con iron�a, el juez absuelve a Archibaldo, quien arroja la cajita de m�sica al lago de Chapultepec. Ah� se encuentra con Lavinia quien ha terminado con Chucho. Ambos se van juntos y felices
Jos� Mar�a Linares Rivas, actor, Salvador Elizondo, sentados: Rita Macedo y Ernesto Alonso en Ensayo de un crimen
Comentario (Jes�s Ibarra): Luis Bu�uel dirigi� esta pel�cula, basada en novela de Rodolfo Usigli, que es en s� un divertimento, una situaci�n absurda, que despu�s de pasar por situaciones inc�modas y tr�gicas tiene un final feliz. El personaje central, Archibaldo de la Cruz, vive obsesionado con una cajita de m�sica, regalo de su madre cuando era peque�o, y con asesinar a una mujer. La obsesi�n nace de la historia escuchada de ni�o por Archibaldo de boca de su institutriz (Leomnor Llaus�s), que cuenta como un rey mataba a quien quer�a por medio de una cajita de m�sica igual a la que tiene el chico. La institutriz morir� poco despu�s morir, v�ctima de una bala perdida. El crimen tantas veces planeado por Archibaldo, nunca llega a realizarse a manos de �l, pero siempre sucede por una u otra circunstancia extra�a; as� se suceden las muertes de una monja, de una mujer llamada Patricia y de Carlota, esposa de Archibaldo. Todas las muertes  han sido planeadas o pensadas en alg�n momento por Archibaldo, pero no llevadas a cabo por �l. De todas sus v�ctimas s�lo Lavinia (Miroslava) no es asesinada. Bu�uel sit�a a su personaje en un mundo cerrado, apartado de los dem�s, un mundo propio, del cual busca salir a costa de un matrimonio con una mujer pura, quien a su vez lo pueda ayudar a purificar su mente criminal. Todos los personajes son desconcertantes; desconciertan al p�blico as� como al propio Archibaldo. La se�ora Cervantes (Andrea Palma) llora cuando su hija acepta casarse con Archibaldo. �l la consuela pens�ndola afligida por la consecuente separaci�n de su hija; la realidad es abstracta pero se puede suponer cual es. A Carlota (Ariadne Welter) la piensa pura pero al descubrirla con su amante planea matarla. Imagina que ya casados, vestida de novia la obliga a rezar, como cuando por primera vez le confiesa sus posibles inclinaciones criminales; cuando ella acaba de rezar la mata de un tiro. Carlota es el s�mbolo del puritanismo podrido por dentro. Patricia (Rita Macedo) es igualmente desconcertante. No oculta en ning�n momento su personalidad vulgar y fr�vola pero por un lado parece odiar a su amante Willy (Jos� Mar�a Linares Rivas), que seg�n ella es su �tirano� y por el otro parece amarlo con pasi�n. M�s desconcertante es aun su muerte. Al morir escribe en una carta a Willy: �No quiero que me veas bonita cuando est� muerta; por eso me mato en esta forma. Ojal� y mi sangre pese sobre ti mientras vivas.� Los personajes m�s extra�os son sin duda Lavinia y el propio Archibaldo. Lavinia presenta al viejo Chucho primero como su padre, luego como su t�o, y luego dice que se casar� con �l. Parece querer a Archibaldo y sin embargo desconf�a de �l y le teme. O tal vez s�lo se burla. Lo cita en una casa de modas donde supuestamente trabaja; sin embargo ah� s�lo hay un  maniqu� id�ntico a ella. Cuando va a verse  con �l en su casa, cita a unos turistas lo que frustra los planes de Archibaldo. Por supuesto es �l mismo el personaje m�s desconcertante. Parece asociar el amor con el crimen. Arrepentido y creyendo ser un criminal, confiesa a un juez todos sus �ensayos� de cr�menes; sin embargo despu�s de ser absuelto por el juez, arroja la caja de m�sica al lago y se va con Lavinia.
    Jes�s Bracho fue el encargado de realiz� la estupenda escenograf�a de Ensayo de un crimen, y de supervisar la elaboraci�n del magn�fico maniqu� de Miroslava.
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