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Andrea Palma (1903-1987)
Teatro Hidalgo, Ciudad de M�xico, Septiembre de 1976. Una anciana dama, enfundada en un abrigo negro, se abri� paso entre la multitud que se abarrotaba en la entrada del edificio para presenciar la funci�n de la comedia musical Chao Valentino. A pesar de su avanzada edad, caminaba aun erguida, y su porte se�orial evocaba aun a la m�tica protagonista de la inolvidable cinta La mujer del puerto, la tr�gica prostitua Rosario, o a Luisa, la esposa infiel en El primo Basilio; a una inmaculada D�cima Musa, Sor Juana In�s de la Cruz; o a Nelly, una pr�fuga de la ley que seduce a un alcalde de pueblo en El se�or alcalde; a Juana Champion, una elegante mujer  inglesa, plat�nicamente enamorada de un hombre m�s joven, o a Julieta, la  frustrada esposa, que adem�s es fichera en un cabaret, que se involucra en un asesinato para ayudar a un antiguo amor a escapar de sus perseguidores en Distinto amanecer; a Virginia, una esposa seducida, con un  impactante final en Bel Ami o a Rosaura, elegante dama de sociedad que lleva una doble vida regenteando un  burdel en Aventurera; Eulalia, la esposa enga�ada en Sensualidad o Abiga�l, la ambiciosa hacendada de Por la puerta falsa; a Herod�as, la vengativa esposa de Herodes en El proceso de Cristo o a Josefina, la anciana solterona, due�a de una pensi�n en Guadalajara en Verano; a Eva Sikelianos, la protectora griega de Jos� Clemente Orozco en En busca de un muro o a Natividad, la anciana gitana en Luc�a Sombra.  Una de las grandes figuras de la �poca de Oro del Cine Mexicano, que fue envejeciendo con el siglo. Con mi programa de mano, abierto en la p�gina donde estaba su fotograf�a, una imagen de La mujer del puerto, me acerqu� a ella y le ped� un aut�grafo; ella, muy amablemente, quizas enternecida con el jovencito de escasos doce  a�os que se acercaba a ella, me pregunt� mi nombre y escribi� en el programa: Para Jes�s Ibarra un recuerdo de Andrea Palma.
  Guadalupe Bracho P�rez Gavil�n -Andrea Palma- naci� el 16 de abril de 1903 en la ciudad de Durango; fue la s�ptima de los once hijos que tuvo el matrimonio formado por don Julio Bracho y Zuloaga, hacendado y due�o de una f�brica de textiles, y su esposa Guadalupe P�rez Gavil�n.
   En 1913, teniendo Guadalupe diez a�os, a raiz del incendio causado por los revolucionarios en la f�brica de textiles de su padre, la familia se traslad� a vivir a la ciudad de M�xico, en donde don Julio intent� poner varios negocios sin mucho �xito. Ante la dif�cil situaci�n econ�mica, do�a Lupe apoyaba a su esposo con lo que sab�a hacer, la reposter�a, actividad en la que la ayudaban sus hijas. La peque�a Guadalupe ten�a una especial habilidad para decorar pasteles. A pesar de las privaciones econ�micas de la familia, los ni�os Bracho ingresaron en colegios particulares; Guadalupe y sus hermanas asist�an a una escuela de monjas espa�olas y luego a otra inglesa, llamada Academia de la Visitaci�n. Guadalupe sinti�, desde muy nil�a, inquietudes art�sticas; le gustaba aprenderse versos y recitarlselos despu�s a su padre. Don Julio gozaba escuch�ndola. Participaba en el grupo de teatro del colegio y empez� a dise�ar el vestuario. Siendo aun muy joven, se aficion� al cine mudo. La familia Bracho viv�a muy cerca del cine Roma y Guadalupe y una amiga acostumbraban a ir a las funciones. Vio las primeras pel�culas norteamericanas que llegaban al pa�s y le fascinaron. Incluso, ella y su amiga, enviaron una carta ala Paramount, solicitando enviaran m�s cintas para exhibirse en M�xico; al calce pusieron cerca de doscientas firmas, inventadas por ellas mismas. La Paramount les contest� que enviar�a de inmediato pel�culas de Gloria Swanson.
   Como algo hab�a aprendido de costura en el colegio, Guadalupe hab�a dise�ado algunos sombreros para ella misma. Cuando se agrav� la situaci�n econ�mica de la familia decidi� hacer sombreros para vender. Ten�a diecisiete a�os cuando vendi� su primer sombrero a una cu�ada, por el cual gan� diecisiete pesos. Manifest� entonces a su madre su deseo de tomar clases de sombrerer�a y empez� a hacerlo con una se�ora francea. Sin embargo Guadalupe s�lo tom� unas cuantas clases; opinaba que el gusto de la francesa era horrible y abandon� el curso.
   Por aquel tiempo, su primo, el actor Ram�n Novarro invit� a Guadalupe a pasar unos meses en Hollywood con su familia. A la joven le pareci� una idea maravillosa y acept� gustosa. Su padre la dej� ir s�lo a condici�n de que no visitara los estudios. La idea de que su hija pudiese entrar al cine le horrorizaba. Guadalupe pas� seis meses en casa de Ram�n, con cuya hermana Lucero hizo grandes migas, ya que era de su misma edad. Cierto d�a Ram�n la llev� de compras a Robinson's y le regal� su primera estola de zorro. Despu�s de un tiempo; Guadalupe, obedeciendo las �rdenes de su padre, regres� a M�xico sin haber visitado los estudios de cine.
   De regreso en M�xico, Guadalupe se enter� que solicitaban una persona para atender el departamento de sombreros en la tienda
La Ciudad de Londres, en las calles de Madero y Palma. As� es que visti� la mejor ropa que hab�a traido de de Hollywood y muy arreglada se present� en la tienda; le dieron el trabajo de inmediato. Pronto, con sus innovadoras ideas de dise�o, revolucion� la tienda. Ella dise�aba y daba los �ltimos toques y las ventas de la tienda se elevaron. Logr� una clientela exclusiva que inclu�a a gente de teatro como Mar�a Tereza Montoya. Relacion�ndose con estas personas, Guadalupe empez� a buscar su camino hacia la actuaci�n. Trabaj�  en La Ciudad de Londres durante tres a�os. Desp��s dej� la tienda y puso su propio estableciminento en sociedad con el se�or Jorge Salazar, en la calle de Venustiano Carranza; se llam� Casa Andrea. Ella aun no era Andrea Palma, simplemente el nombre le gustaba. Casa Andrea adquiri� un gran prestigio en el dise�o de sombreros. Decorada toda en gris, cubierta de cotinas y alfombras, el areglo de la tienda estuvo a cargo de Adolfo Best Maugand, quien instal� tambien un majestuoso biombo y un mural pintado por �l mismo.
   Gracias a la sombrerer�a la relaci�n de Guadalupe con gente del medio teatral se increment�. Empez� a llevar pruebas de sombreros a los camerinos de las actrices. En cierta ocasi�n lleg� al teatro Arbeu en donde presentaban la obra
Maya de Sim�n Gantill�n. Actuaban Miguel Angel Ferriz, Isabela Corona, Alberto Gal�n y Gloria Iturbe. Era una obra que hab�a causado esc�ndalo entre la comunidad religiosa al grado que la Iglesia la hab�a prohibido. Sin embargo, las localidades estaban siempre agotadas. Este era el caso de aquel d�a en que Guadalupe lleg� al teatro; no quedaba ni un boleto y el director Alfredo G�mez de la Vega estaba desesperado pues le hab�an avisado que Isabela Corona acababa de dar a luz y no asistir�a a la funci�n. No sab�a que hacer para sustitu�rla. Arm�ndose de valor Guadalupe se acerc� y le dijo que ella pod�a reemplazar a Isabela en el papel de la Fifina. Hab�a asisitido a todos los ensayos y hab�a visto la obra varias veces. Conoc�a todo el desarrollo y sab�a cuando aparec�a el personaje de Isabela. que adem�s era muy amiga de Guadalupe y le hab�a ayudado a memorizarse los di�logos. Le suplic� a De la Vega que le pasara el papel. Con grandes dudas, el director accedi� y le pas� las escenas de la Fifina, que era una criadita en un prost�bulo.
   Guadalupe corri� a su tienda, despach� a los empleados dici�ndoles que por aquel d�a se cerraba lel negocio. Una vez sola, tumbada en la alfombra, se puso a memorizar los di�logos. Aquella tarde Guadalupe abord� un libre y se dirigi� a la casa donde se alojaba su hermana Rosa que era monja y le entreg� una carta dirigida a su madre, en donde le explicaba que si no se convert�a en actriz era capaz de quitrarse la vida. La carta terminaba as�: "...bend�game, que esta noche a las siete estoy en el teatro Arbeu, recen por mi alma..."
   Lleg� la hora de empezar la funci�n. Como habia muchos actores en escena, en un principio nadie not� su presencia, pero en cuanto dijo su primer parlamento, el p�blico not� que la actriz que caracterizaba a la Fifina no era Isabela Corona; muchos reconocieron a la se�orita Bracho de Casa Andrea. Guadalupe sali� airosa del paso. Reliz� muy bien su papale y recibi� muchos aplausos. Don Alfredo, con l�grimas en los ojos, la abraz�.
    Ahora que era actriz, hab�a que desahacerse de la tienda. Su vida era el teatrro y de ah� en adelante su vida estar�a dedicada al escenario. Su socio se molest� y como Guadalupe era quien dise�aba los sombreros, el negocio termin� cerrando.
    Fue  por aquella �poca que su padre, don Julio Bracho y Zuloaga, enferm� de gravedad y muri�. Andrea Palma dijo en su testimonio para los Cuadernos de la Cineteca, tomo 1: "Cuando comenc� a actuar en 1927, mi padre se hallaba muy enfermo. Un d�a me dijo: -�yeme Gualupita linda, tengo que hablar contigo. De seguro pens�: "a esta la voy a atornillar para que me jure que no se va a meter al teatro". Justo en ese momento lleg� el doctor. Era el 10 de diciembre, dos d�as antes de mi Santo. Entr� mi mam� y me comunic� que saliera del cuarto porque el doctor hab�a llegado con prisa. Mi pap� pidi� que esperara pero el m�dico no pod�a. Al d�a siguiente mi padre amaneci� muerto �lo que es el destino! ya no me dijo nada. En el fondo tengo aun el remordimiento y si me pasan cosas malas en mi chamba, siempre creo que tengo encima un poco de maldici�n".
    Despu�s de un a�o de funciones en el teatro Arbeu, don Alfredo le ofreci� otra obra en el papel de una modistilla francesa. Una cr�nica de la �poca coment� "una chiquilla, no sabemos ni como se llama, sali� sali� al foro e inund� el escenario de talento y alegr�a". Hab�a que empezar a pensar en un nombre art�stico. Guadalupe decidi� que ni usar�a el nombre de su familia, para que  no lo deshonrara una "c�mica".  Mucha gente la llamaba Andrea por la tienda de sonbreros por lo que decidi� adoptar este nombre. El apellido lo tom� de una de sus clientas, un mujer muy guapa, esposa de un general Palma. As� surgi� Andrea Palma.
    Andrea viaj� con la compa��a de Alfredo de la Vega por toda la rep�blica. Despu�s, Alfredo fue contratado para ir a Hollywood y como no hablaba ingl�s le propuso a Andrea que fuera con �l como su int�rprete, asegur�ndole adem�s que si llegaba a hacer una pel�cula, ella entrar�a con �l. Andrea acept�.    Como no se hizo nada en Hollywood, don Alfredo invit� a Andrea a ir a Europa, pero ella declin� la invitaci�n y se qued� en Hollywood. Se instal� en una casa de hu�spedes, compartiendo habitaci�n con una prima suya. Era la �poca de la gran depresi�n en Estados Unidos por lo que Andrea y su prima tuvieron muchos problemas para mantenerse. Conoci� a un chico norteamericano llamado Cecil Callaway, que se enamor� de ella y gracias a sus invitaciones a cenar, Andrea sobreviv�a, ya que hab�a d�as que no probaba bocado. Despu�s de alg�n tiempo consigui� empleo en una f�brica de sombreros. Trabajaba tanto decorando los sombreros que llegaba a su casa con las manos llenas de cayos. Consigui� tambi�n algunos trabajillos de extra en algunas pel�culas de sus primos Ram�n Novarro y Dolores del R�o.  Uno de �stos films fue
La Paloma en donde Dolores interpretaba a una bailarina.
   Fue por aquel entonces cuando lleg� a Hollywood la estrella alemana Marlene Dietrich, acompa�ada por su director Josef von Sternberg. Andrea se enter� de que la Dietrich estaba muy descontenta con todos los sombreros que le mostraban y buscaba una sombrera francesa. Alguien tuvo el buen tino de recomendar a Andrea, quien de inmediato se present� ante la se�ora. Se present� como Miss Andrea Palma; Marlene ya la estaba esperando, sentada en la obscuridad y sin permitir que le diera la luz directamente. Le dijo a Andrea en tono pedante que los norteamericanos no sab�an hacer nada y que no le quer�an poner turbantes que en su opini�n personal era lo �nico que le quedaba. Andrea, serenamente y muy segura de s� misma, le explic� que por su tipo de rostro, pod�a usar cualquier cosa. La Dietrich le pidi� prestada la peque�a boina que Andrea llevaba; se la puso y le gust�. De inmediato le pidi� seis sombreros m�s. Con ayuda de una amiga Andrea logr� entregarle los sombreros. Marlene empezaba en aquel tiempo la filmaci�n de la pel�cula
La Venus rubia y a partir de entonces Andrea se covirti� en la sombrera particular de la actriz. Se gan� toda la confianza de Marlene. Llegaba siempre antes de la hora en que la actriz la citaba para cuidar de todos los detalles de su maquillaje y arreglo personal. Andrea lleg� a conocer a Marlene Dietrich como la palma de su mano.
    Por el tiempo en que trabajaba con Marlene, se acab� el tiempo de su residencia en los Estados Unidos, por lo que Andrea tuvo que viajar a Mexicalli para arreglar sus papeles. De regreso recibi� una llamada de C�rlos N�jera, un intelectual, antiguo amigo suyo. El motivo de la llamada era que el se�or Arcady Boytler, cineasta ruso, deseaba hacer una pel�cula en M�xico y quer�a que Andrea protagonizara el film. Boytler hab�a probado sin cansancio a todas las estrellas del cine mexicano del momento y ninguna le daba el tipo. N�jera y otro amigo, Rafael Berm�dez, le hab�an tomado a Andrea un rollo de pel�cula haciendo gestos y se lo mostraron a Boytler, quien al verlo dijo: "Esta es la se�ora que yo quiero para mi pel�cula".
   Carlos N�jera logr� convencerla de aceptar. Boytler arregl� que le enviaran dinero y los boletos para el regreso. Antes de regresar a M�xico, recibi� otra llamada para ofrecerle trabajo en la cinta
Chucho el Roto, al lado de Fernando Soler. El productor Fernando de Fuentes hab�a visto tambi�n la peliculita y la hab�a elegido; sin embargo Andrea declin� por el compromiso adquirido anteriormente con Boytler.
   De regreso en M�xico, Andrea comenz� inmediatamente los preparativos para el film. Conoci� a Arcady Boytler y a su esposa Lina, que tambi�n actuaba en la cinta, quienes la apoyaron en todo momento. Rafael J. Sevilla, asistente de Boytler, pensaba que Andrea no era apta para el papel. Entonces filmaron un test con Andrea vistiendo un vestido de organd�. La prueba sali� estupenda y Andrea se qued� definitivamente con el papel
Para fotograf�a el film contrataron a Alex Phillips quien supo captar magn�ficmante el rostro de Andrea. El vestuario lo confeccion� Emma Rold�n. Andrea Palma dijo en su testimonio para los Cuadernos de la Cineteca, acerca de su papel en La mujer del puerto: "Hoy veo con claridad los errores de mi rol en La mujer del puerto: una prostituta de Veracruz que aparece con un vestido negro de mangas largas, tan cl�sico en las fotograf�as de la pel�cula, mientras todas las dem�s salen con ropas de organd� transparente. El traje negro era precioso; llevaba cuello alto y la espalda descubierta, que de hecho le daba el tono tremendo; en esa �poca no se so�aba con tales escotes. Tambi�n us� un chal ca�do que por cierto era de mi mam�., de cuando las se�oras los usaban con flecos. �F�jese que horror! un personaje con dicho vestuario no era real, no pod�a ser, si embargo existi� ".
    Para
La mujer del puerto, Andrea imit� en mucho aspectos la apariencia que tan bien conoc�a de Marlene Dietrich. El personaje se prestaba y Andrea supo sacarle partido pues adem�s ten�a cierto parecido f�sico con la Dietrich. Con un gesto adusto, las cejas levantadas, los p�mulos salidos y las mejillas hundidas, la voz grave, ojos adormilados, sombreados por largas y espesas pesta�as y de irresistible mirada, y con un cigarro apenas colgando de los labios, Andrea Palma se transform� en una vampiresa, en la mujer fatal de destino tr�gico, la primera diva que produc�a el cine mexicano.
   El gal�n que la acompa�� fue Domingo Soler, primero de los hermanos Soler que debutaba en cine. Aunque Domingo era ya un actor de renombre y Andrea una debutante, acept� el segundo cr�dito, despu�s de ella, y cobr� s�lo 500 pesos contra los 8 mil que cobr� ella. Hicieron otras dos pel�culas juntos:
El primo Basilio y El se�or alcalde. En esta �ltima, Andrea le retribuy� a Domingo el gesto de haber aceptado un segundo cr�dito en La mujer del puerto. Declar� para los Cuadernos de la Cineteca: "Luego Mingo y yo hicimos El se�or alcalde, que fue una comedia mon�sima. Ah� Domingo Soler exigi� tener primac�a en los cr�ditos, como condici�n para aceptar su papel. En La mujer del puerto, hab�a ido despu�s que yo y mi respuesta fue: -Como la pel�cula se llama El se�or alacalde, me parece l�gico que �l vaya antes-" Para realizar la escenograf�a de El se�or alcalde se sontrataron los servicvios del famoso escen�grafo teatral espa�ol Manuel Fontanals; Andrea vivir�a tormentoso romance con Fontanals, quien ser�a el amor de su vida.
 
La mujer del puerto tuvo un �xito inuscitado. La gente hac�a cola en la taquilla del cine para ver la pel�cula. Andrea Palma asisti� a una funci�n en el Regis y al finalizar subi� al foro recibiendo las aclamaciones y demostraciones de cari�o por parte del p�blico. Andrea coment� acerca del estreno de la pel�cula: "Cuando la pel�cula se estren�, tuve una delas emociones m�s grandes de mi vida. En El Universal exist�a una escritora -firmaba Cube Bonifant- con quien yo siempre estaba de acuerdo en sus cr�nicas de pel�culas extranjeras. Desde muy chiquita compart�a sus opiniones sobre cine. Por ello esper� con ansias sus l�neas. Al d�a siguiente me trajeron El Universal Ilustrado a mi cama. Me dije: -Lo que ella se�ala es cierto-. Abr�a y cerraba el diario sin atreverme a leer sus juicios. Escribi�: -Por fin M�xico tiene una estrella-"
    Con el �xito, consecuentemente llegaron despu�s otras cintas. Interpret� a Sor Juan In�s de la Cruz, luciendo estupenda de monja, aunque la cinta era mediocre. En
El primo Basilio interpret� a una esposa infiel. Cuando hizo esta pel�cula, Andrea abandon� intempestivamente la filmaci�n dej�ndola a medias. A pesar de que cobraba un sueldo alto, el personaje no era de su agrado y estaba en desacuerdo con varios detalles, por lo que se decidi� a abandonar la cinta. Trataron de vetarla para que nadie la contratara, sin embargo, las proposiciones le segu�an lloviendo. Despu�s vinieron Amapola del camino y Ave sin rumbo. En la primera, fue la �nica ocasi�n en que interpret� a una ranchera. Andrea ser�a la ant�tesis de otras divas, Dolores del R�o y Mar�a F�lix, quien en sendas ocasiones interpretaron este tipo de papeles. La Palma interpret� siempre a damas distinguidas o a prostitutas elegantes, como fue el caso de Ave sin rumbo, acompa�ada de Arturo de C�rdova, en donde su papel recordaba a Rosario en La mujer del puerto.
   Al inicio de los 40, regres� a Hollywood para filmar dos pel�culas:
The last rendez-vous y La Inmaculada, la cual result� un fracaso. En esta cinta la acompa�� el actor espa�ol Fortunio Bonanova y fue dirigida por Louis Gasnier; estaba basada en una novela de Catalina D'Erzell quien le dedic� a  Andrea un ejemplar de su libro: "Andrea, esta obra m�a le pertenece y alg�n d�a usted habr� de interpretarla en M�xico, no en Hollywood derrochando sus capacidades de gran actriz y su temperamento. La considero una viva encarnaci�n de Consuelo". A�os m�s tarde, el hermano de Andrea, Julio Bracho dirigir�a efectivamente otra versi�n en M�xico, s�lo que interpretada por Rosario Granados.
   Durante cuatro a�os Andrea estuvo alejada del cine, debido -seg�n sus propias palabras- a una depresi�n personal. Durante este periodo act�o en teatro. Entre otras mont� dos obras escritas y dirigidas por su hermano Julio:
La mujer y el navegante y Sor Juana In�s de la Cruz.
    Su regreso al cine nacional lo marc� la cinta
El rosario, dirigida por Juan Jos� Ortega, interpretando un personaje "muy sentimental y abnegado". Andrea dijo al respecto en su testimonio para los Cuadernos de la Cineteca: "Cuando se estren�  El rosario en el Palacio Chino, me asom� y no se o�a ni el vuelo de una mosca, la gente estaba conmovida y se sent�a un respeto enorme, a pesar de la gran cantidad de espectadores". 
    Ese mismo a�o -1943- Andrea actu� en lo que ser�a de sus grandes �xitos y quiz�s su mejor pel�cula::
Distinto amanecer, cinta en la cual fue dirigida por primera vez en cine por su hermano Julio Bracho.  Andrea coment� sobre esta cinta y sobre Julio Bracho: "Fue muy f�cil identificarme con ese personaje. Creo que tiene muchas cosas m�as, de mi sentir, de mi forma de ser. Adem�s Julio me encanta -siempre ha sido muy bueno conmigo-. No por que sea mi hermano, pero es un director muy inteligente y sensible.... Julio es un hacedor de estrellas, transforma a quienes laboran con �l". En una entrevista para la revista Mexico Cinema, Andrea confes� que durante la filmaci�n de Distinto Amanecer tuvo la sensaci�n de que viv�a una parte de su propia vida: "Sent� vivir mi papel, porque...nadie tal vez lo supone, pero yo tambi�n experiment� el drama de la soledad, del abandono, del desenga�o, durante la temporada que estuve en Hollywood, que tan hostil me fue.  Entonces, al igual que la hero�na interpretada, al enorme dolor espiritual sent� agregarse el peque�o sufrimiento del hambre...Hay actores...que se gustan a s� mismos pero no al p�blico, y otros, viceversa, que gustan al p�blico pero no a s� mismos. Yo soy de los viceversa..."
   Isabela Corona, gran amiga de Andrea, coment� para el peri�dico
El Universal (12 de noviembre de 1943): "El de Andrea Palma en Distinto amanecer es el trabajo m�s eminente que he visto en el cine mexicano, por su absoluta naturalidad". La primera actriz de teatro, Clementina Otero coment� para el mismo peri�dico: "Siempre consider� a Andrea Palma como la primera actriz del cine mexicano, y Distinto amanecer no s�lo me confirma esa opini�n, sino me ha producido la enorme satisfacci�n de comprobar el asombroso adelanto de la cinematograf�a nacional".
    Durante los a�os subsecuentes -1945 a 1947- Andrea film� cuatro pel�culas:
La casa de la Zorra, dirigida por Juan Jos� Ortega, que se realiz� como un homenaje a do�a Virginia F�bregas; Una sombra en mi destino y Los buitres sobre el tejado, ambas dirigidas por Alberto Gout, y Bel Ami, dirigida por Antonio Monplet. En esta �ltima tiene una excelente escena final en donde su personaje, Virginia,  mata de un tiro al protagonista, Jorge Duroy (Armando Calvo), creyendo as� salvar la herencia de us hija.
   En 1948 film� una pel�cula norteamericana, rodada en M�xico,
Tarz�n y las sirenas, �litma pel�cula de la serie de Tarz�n en donde actu� Johnny Weissmuller. Por Tarz�n y las sirenas, Andrea cobr� el mayor sueldo de su vida, ochenta mil pesos. Su papel era el de la madre de Linda Christian; ten�a s�lo una peque�a aparici�n y dec�a unas cuantas frases en ingl�s.
    Durante estos a�os no hab�a cesado su actividad en teatro. Uno de sus grandes deseos se vio cumplido cuando pudo representar
La dama de las camelias; tambi�n represent� Santa de Federico Gamboa. En 1945 trabaj� al lado de do�a Virginia F�bregas y Carmen Montejo en La casa de Bernarda Alba, de Federico Garc�a Lorca, dirigida por Luis G. Basurto en el Palacio de Bellas Artes. Despu�s vinieron La huella de Agust�n Lazo, tambi�n con do�a Virginia y Carmen, dirigidas por su hermano Julio y El pobre Barba Azul de Xavier Villaurrutia, con Mar�a Douglas, Rub�n Rojo, Juli�n Soler, Carmen Montejo y Manolo F�bregas.
 
Andrea Palma y su esposo, el actror Enrique D�az Indiano
 
   
En 1947 Andrea Palma viaj� a Espa�a con la compa��a de Luis G. Basurto. Permaneci� all� dos a�os. Fue durante un ensayo en Madrid cuando conci� al que ser�a su marido, Enrique D�az Indiano. Su sobrina Diana Bracho hace el siguiente relato: "Mi t�a Andrea era muy mal hablada, pero era de esas mujeres que dec�an las palabrotas con tanta gracia, que nunca se o�a vulgar; ella nunca tuvo un gramo de vulgaridad, era una mujer muy claridosa, muy abierta y muy libre en su forma de vivir... ella me cont� esta an�cdota: cuando se fue a Espa�a con la compa��a de Luis G. Basurto, mientras ensayaba una obra en un teatro de Madrid, ve�a a un hombre desconocido que entraba a ver el ensayo y se dedicaba a observarla.  La presencia y la mirada del desconocido la pon�an nerviosa y entonces le dijo a Basurto: -Oye Chato, yo no puedo ensayar si hay gente que no sea de la compa��a aqu�, pues me causa mucha inseguridad, quiero que prohiban la entrada a cualquier otra persona-. Y entonces le fue prohibida la entrada al desconocido. El d�a del estreno, ella hace su gran entrada -muy teatral de aquella �poca-. y el teatro se viene abajo de aplausos; de repente se va la luz y el escenario se queda a oscuras; entonces dec�a mi t�a -Y de pronto Chata, siento unos brazos que me toman por atr�s y me dicen -No se preocupe, todo va a estar bien- y me entr� una seguridad... no sab�a quien era ese tipo. pero �que fant�stico! �que forma de tomarme! �tan viril! Y bueno... viene la luz y era aqeul desconocido que estaba en los ensayos, y dije yo: �Co�o, que hombre! y pues... me cas� con �l, Chata." Andrea y Enrique D�az Indano nunca tuvieron hijos. Regresaron a M�xico cuando muri� la madre de ella, Do�a Luz Gavil�n de Bracho..
    Andrea se reincorpor� al cine con la pel�cula
Aventurera, nuevamente dirigida por Alberto Gout, y en donde la protagonista era Nin�n Sevilla. En esta pel�cula hizo otro de sus mejores papeles, interpretando a Rosaura, una dama de la alta sociedad tapat�a  que lleva una doble vida regenteando un burdel en Ciudad Ju�rez. A pesar de que Nin�n Sevilla casuaba sensaci�n, Andrea Palma rob� la pantalla con su formidable presencia. Eran de antolog�a sus escenas de enfrentamientos con Nin�n y cuando soberbiamente baja las escaleras de su casa para enfrentarse a la terrible realidad de que su hijo (Rub�n Rojo) se ha casado con Nin�n, su pupila en el burdel.
   Al a�o siguiente trabaj� para Fernando de Fuentes en
Por la puerta falsa. Era la primera vez que Andrea trabajaba para el director de V�monos con Pancho Villa y El compadre Mendoza. La pareja central estaba formada por Pedro Armend�riz y Rita Macedo, por lo que De Fuentes le ofreci� un tercer cr�dito. Ella acepto; hab�a dejado de ser la dama joven, la protagonista, y hab�a pasado a ser una actriz de soporte. En Por la puerta falsa interpret� a Abiga�l, una rica y ambiciosa hacendada que se ve despojada de  su propiedad; es la madre de Rita Macedo. Por �nica ocasi�n Enrique D�az Indiano, su marido en la vida real, interpret� a su esposo en la pantalla.  Andrea declar�: "Fernando de Fuentes era muy buen director, muy tranquilo, muy se�or, convencido de lo que quer�a. Me gust� mucho trabajar con �l"
   Vino despu�s
Sensualidad en donde repiti� equipo con Alberto Gout y Nin�n Sevilla. Aqu� represent� a Eulalia, ant�tesis del personaje de Aventurera; es la sufrida esposa, a quien su marido (Fernando Soler) enga�a con la protagonista (Nin�n). Andrea tiene un enfrentamiento sensacional con Nin�n a quien suplica que vaya a ver a su marido para que no muera.
    Aunque ya no en papeles protag�nicos, Andrea Palma no dejaba de trabajar en cine. En los a�os subsecuentes particip� en varias pel�culas, entre ellas,
La ausente, dirigida nuevamente por su hermano Julio, ocho a�os despu�s de haber hecho juntos Distinto Amanecer. En ella interpreta el papel de Cecilia, hermana del personaje de Arturo de C�rdova.
   En 1952  film�
El dinero no es la vida. En esta cinta Andrea se vio ante la �nica escena en su vida que no sab�a como representar y que adem�s le daba verg�enza. "Me sent�a muy angustiada y como humillada...yo estaba parada frente a la iglesia; mi hijo sal�a de ella y naturalmente me daba una limosna....eso de pedir limosna me desquici�".
   Aquella d�cada Andrea film� tres pel�culas m�s dirigidas por su hermano Julio:
La cobarde, Mujeres que trabajan y Ll�vame en tus brazos y en 1855 tuvo la gran oportunidad de actuar para el gran director Luis Bu�uel en la cinta Ensayo de un crimen.
    Ese mismo a�o, do�a Andrea, junto con Carmen Montejo, Tana Lynn y Anita Blanch, dirigidas por Xavier Rojas, ensayaban la obra
Mujeres calumniadas, que se estrenar�a en la Sala Chopin, Lamentablemente la obra fue prohibida la misma noche del estreno porque se consider� como "completamente inmoral ya que cualquier conflicto entre mujeres no es otra cosa m�s que una exaltaci�n del homosexualismo". La censura era muy dura en aquellos tiempos de puritanismo.
   A finales de la �poca de los 50, do�a Andrea Palma empez� a trabajar para la televisi�n  Realiz� varios teleteatros con Fernando Soler y varias telenovelas entre las que destacan
Mi esposa se divorcia con Lucy Gallarrdo y Rafael Banquells, Espejo de sombras con Ofelia Guilm�in y Sergio Bustamante y Sor Juana In�s de la Cruz con Amparo Rivelles y Jacqueline Andere. Andrea coment� en su testimonio para los Cuadernos de la Cineteca sobre su trabajo en televisi�n: "Actualmente me gusta m�s actuar en teatro y televisi�n; se acostumbra uno tanto al ritmo  que el cine parece muy lento. Por ejemplo: un close-up cinematogr�fico tarda diez o quince minutos; en cambio, en la televisi�n se toma en medio de toda la escena. He hecho much�simas telenovelas. En un  principio realic� teleteatro con Fernando Soler; semanalmente mont�bamos piezas distintas, seleccionadas del repertorio de siempre de Fernando.... En televisi�n hay que vigilar los movimientos; los acercamientos de la cara, seg�n su lado bueno (el m�o es el izquierdo). La gran ayuda es el apuntador electr�nico, �la maravilla del siglo! Es como si viniera el Esp�ritu Santo y me repitiera lo que tengo que decir. A pesar de �l una debe estudiar antes. Nunca se me olvid� un papelito �bendito sea Dios!; ha de ser tremendo. En los sesenta Andrea film� adem�s nueve pel�culas, entre ellas cuatro dirigidas por Julio Bracho (Historia de un canalla,  Guadalajara en verano, El proceso de Cristo y Andante).
   
En la d�cada de los 70 do�a Andrea particip� en sus �ltimas cinco pel�culas: Elena y Raquel, Pubertinaje y En busca de un muro, en �sta �ltima dirigida una vez m�s por su hermano. En teatro particip� con Manolo F�bregas en la obra Pato a la naranja;  en la comedia Los derechos de la mujer de Alfonso Paso, con Julio Alem�n y Chela Castro en el Teatro de los Insurgentes y en el musical Chao Valentino, en el teatro Hidalgo, dirigida por Rafael Banquells y actuada por Carlos Pi�ar e Ir�n Eory.
   En televisi�n destac� su actuaci�n en la telenovela
Luc�a Sombra, dirigida por Antulio Jim�nez Pons y portagonizada por la debutante Ofelia Medina. Do�a Andrea interpretaba a Natividad, una anciana gitana que ve�a la sombra en lo ojos de la peque�a Luc�a. Particip� tambi�n en Mu�eca con Fanny Cano, Pobre Clara con Julio Alem�n y Chela Castro y Pasiones Encendidas con Amparo Rivelles en 1978. Para el canal 13, canal gubernamental de aquella �poca, do�a Andrea hizo algunos teleteatros como Sor Margarita de Jos� L�pez Portillo y Rojas, dentro de la serie Canasta de cuentos mexicanos. Para este mismo canal hizo las telenovelas cortas Una mujer de treinta a�os de Honorato de Balzac, con la actuaci�n de Maricruz Olivier, y la que ser�a su �ltima actuaci�n, �ngel Guerra, de Benito P�rez Gald�s, en donde por �nica vez act�o al lado de su sobrina, Diana Bracho, quien declar�, en una entrevista realizada por el autor de la presente: "Fue maravilloso trabajar con mi t�a Andrea; en la �poca en que hicimos �ngel Guerra ella ya estaba muy mal de la memoria, y sufr�a mucho por esto ya que era una mujer de un gran profesionalismo. Cada vez que hac�a un trabajo, eran meses de zozobra porque se le olvidaban los textos; era divina porque tomaba unas pastillas para tranquilizarse, luego otras para poder entrara aescena; se met�a de todo, ten�a un caj�n lleno de p�ldoras, sacaba al azar, -tres de estas para tranquilizarme, Chata, me dec�a, dos de estas para poder entrar a escena-. Yo creo que su p�rdida de memoria ten�a algo que ver con su enfermedad, arteroesclerosis cerebral, que ahora pienso que pudo haber sido hasta Alzheimer. Sin emabrgo conserv� siempre una lucidez realmente impactante. A la mejor se olvidaba de tui nombre y te dec�a:- �Ay Chato, �tu quien eres?- pero despu�s platicaba contigo y sab�a perfectamente quien eras. Ya no quer�a trabajar y trabaj� en �ngel Guerra gracias a que yo estaba en la novela; yo la convenc� - Ay no Chata, me dec�a, que flojera, sufro mucho, no quiero tener esa responsabilidad-. Pero acept� por f�n. Eran pocas escenas; era la madre superiora de un convento por el que transitaba mi personaje en alg�n momento de la historia; entraba y sal�a, no era un personaje permanente, aparec�a s�lo en tres o cuatro cap�tulos. Era la que primero llegaba al foro. Cuando yo llegaba -y suelo ser muy puntual en el trabajo-  ella ya estaba en su camerino; entraba yo a saludarla y ya ten�a el h�bito puesto, a las 7 de la ma�ana, ya toda arreglada, estudie y estudie, preocupad�sima. Eso si, maquillad�sima, porque como ella perteneci� a esa generaci�n de superestrellas de pesta�a postizay todo eso, nunca iba a ser una monja deslavada. LLegaba yo y me dec�a: -Chata, Chata �me qued� derecha la toquilla? -S�, t�a, le contestaba, te qued� perfecta- -No, dec�a ella, est� chueca- y se quitaba todo y volv�a a empezar. Era perfeccionista en el trabajo, era impresionante. Yo desde que era ni�a, me acuerdo de ella cociendo encajitos, buscando poner su toque a cada uno des su personajes. Siempre ten�a que ver con los dise�adores, siempre estaba inventando que si iba a sacar tal sombrero con la bolsa tal, le encantaba la ropa y ten�a una gran cantidad de cosas. Recuerdo una obra que hizo con Manolo F�bregas, Pato a la naranja, hac�a el papel de la se�ora que serv�a el pato; pues bueno pas� meses haciendo el delantal que usar�a, -Ay Chata, y �este encaje se ver� bien? Creo que no �verdad? no va con la �poca, mejor le pongo el negro- y lo cambiaba. Fue delicioso trabajar con ella, se ponpia muy nerviosa, y pues... fue su �ltima actuaci�n.  Ella era mi madrina de bautizo; ella era Guadalupe Bracho y yo nac� el 12 de diciembre, coincidencias hist�ricas. Ten�a tres ahijados que eran su amor, dos primos m�os, Ricardo y Emilio Guzm�n Bracho, y yo, que era su consentida y su amor. Por eso mi hija se llama Andrea. Tengo una notita de mi t�a Andrea, cuando le escrib� de Oxford avis�ndole que hab�a nacido una ni�a y que por supuesto se iba a llamar Andrea. Cada vez que la leo me hace llorar, porque habla de la emoci�n de que mi hija se llamara Andrea."
Despu�s de �ngel Guerra do�a Andrea Palma se retir� de la actuaci�n. Siempre gust� de la m�sica y la lectura. Se esposo le dej� una surtida biblioteca de teatro moderno espa�ol; la se�ora Palma record� "Cuando abro los libros dice algo como "en esto estar�a eminente mi vieja" o "le queda estupenda a Andrea". �l peleaba mucho mis cosas y sobretodo yo le parec�a una actriz maravillosa. Me sent�a halagad�sima y muy feliz.... Yo no hubiera sido totalmente feliz s�lo con amor, por m�s que me adoraran y que adorara; y tampoco me hubiera sentido enteramente dichosa en el teatro y el cine si no hubiera tenido el amor que tuve. Me he realizado completamente..."
    Viv�a sola en su casa. Varios males minaban su salud. Decidi� que su vida ya no ser�a m�s en soledad y el 6 de octubre de 1983 se recluy� voluntariamente en la Casa del Actor, asilo para actores ancianos, auspiciado por la ANDA, en donde tendr�a con quien hablar y recordar tiempos pasados. En sus �ltimos a�os su salud se vio seriamente afectada, entre otras cosas, por arteroesclerosis cerebral. Poco a poco fue perdiendo la coordinaci�n del habla. Aunque siempre reaccion� normalmente, en los �ltimos d�as ya no se entend�a lo que dec�a. Muri� el mi�rcoles 11 de noviembre de 1987, faltando unos minutos para las cuatro de la tarde, asistida por una religiosa, la madre Honorina, quien declar� para
El Sol de M�xico: "Muri� tan natural que casi sonri�".
   No se hizo ning�n homenaje de adi�s para la Primera Diva del cine mexicano, a la maravillosa Mujer del puerto. S�lo unos cuantos estuvieron en la agencia donde la velaron: Alicia Montoya, Irma Dorantes, Ignacio L�pez Tarso, y sus compa�eros de la Casa del Actor. Sus restos mortales fueron cremados en el Pante�n Civil de Dolores y sus cenizas depositadas en la cripta de la familia Bracho, en el Pante�n Espa�ol, junto a su hermano Julio.
Andrea Palma con su sobrina Diana Bracho
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