ANDREA
PALMA
JULIO BRACHO
Andante        (1969)
Andrea Palma  en Andante
Producci�n: Uranio Films; Mercedes Carre�o y Jos� Lorenzo Zakany; productor ejecutivo: JULIO BRACHO
Direcci�n: JULIO BRACHO; asistentes: Gusti Klenner y Winfield S�nchez.
Argumento y adaptaci�n: JULIO BRACHO.
Fotograf�a: Alex Phillips en M�xico; Alex Phillips Jr. en Europa.
M�sica: Beethoven (concierto Emperador), Mozart (concierto para dos pianos y orquesta), Offenbach (Orfeo en los infiernos) y Johann Strauss; direcci�n musical: Ra�l Lavista; pianistas: Aurora Serratos y Guillermo Salvador; jazz: Jorge Bracho y la M�quina del Sonido.
Sonido: Enrique Rodr�guez.
Escenograf�a: Salvador Lozano Mena; decorador: David Ant�n; maquillaje: Sara Mateos.
Edici�n: Jorge Bustos.
Filmada: en Europa a partir del 22 de mayo de 1967 en Par�s, Viena, los Alpes y Londres; y del 17 de julio de 1967 en los estudios Churubusco y locaciones del D.F., Taxco y Acapulco.
Estreno: 9 de octubre de 1969 en el cine Variedades de Acapulco.
Duraci�n: 115 minutos.

Int�rpretes: Mercedes Carre�o (Martha/ Gigi/ Judith/ madre de �scar), Guillermo Murria (�scar Lawrence), Andrea Palma (Victoria), Graciela Doring (Erica, secretaria), Alberto Gal�n (psiquiatra), Alex Phillips III (�scar, ni�o), Erich Nikowitz, Josef Krastel, Nathanael Le�n Frankenstein (cuidador del ni�o).
Guillermo Murray y Mercedes Carre�o en Andante
Sinopsis:  En Viena, el afamado director de orquesta Oscar Lawrence el concierto de Mozart para dos pianos y orquesta, pero el otro pianista, Kurt Ro�der, enferma repentinamente; �scar va a cancelar el concierto pero una joven mexicana que estudia m�sica, Martha, suple al pianista enfermo. Mientras tocan, el rostro de Martha hace recordar a �scar al de otra mujer, vista en sue�os en un  jard�n en el que �l no recuerda haber estado. Este sue�o lo atormenta por lo que decide no volver a ver a Martha, a pesar de que se ha enamorado de ella. En Par�s, �scar vive una aventura fugaz con una prostituta Gigi, que tiene el mismo rostro de Martha. Mientras Gigi baila frente a �scar, su padrote la asesina. La polic�a pide a �scar que identifique el cad�ver, pero al verla muerta dice que no es la misma; ya no ve en ella el rostro de Martha. Preocupado por el rostro que lo obsesiona, �scar visita a un  psiquiatra, quien le recomienda volver a Viena y enfrentar a Martha. Viajando en su auto por los Alpes, �scar encuentra a una joven, Judith, cuyo auto se ha accidentado y tiene un fuerte golpe en el p�mulo. Judith tambi�n tiene el rostro de Martha. �l la lleva a su castillo y toman unas copas; Judith lo cita al d�a siguiente, pero cuando �l regresa no la encuentra. El jardinero le dice que Judith muri� hace una semana cuando su auto se volc� en la carretera. De regreso a la capital austriaca, �scar busca en vano a Martha quien ha vuelto a M�xico, dejando s�lo una direcci�n. �scar viaja a M�xico, busca a Martha en Taxco y se casa con ella. Van a Acapulco y en la playa, �l se trastorna cuando ella menciona el concierto Emperador de Beethoven. Vuelven a Europa y estando en Par�s, Martha visita a psiquiatra que atendi� a �scar. El m�dico le dice que obligue a �scar a escuchar el Emperador pues solo as� descubrir� el secreto que lo atormenta. Martha pide a �scar que la lleva a su casa de campo en las cercan�as de Viena. Cuando llegan, la anciana  ama de llaves, Victoria, le es hostil a Martha. Al tocar el concierto Emperador, �scar recuerda a otra pianista, con el mismo rostro de Martha, que siendo ni�o vio caer muerta sobre el piano mientras ejecutaba el concierto. Sin embargo, no puede recordar quien era esa mujer. Martha busca en vano en la biblioteca de Viena, datos sobre la pianista muerta. Victoria le confiesa el motivo por el cual sinti� aversi�n hacia ella en el primer momento que la vio: su rostro le recuerda al de una mujer, pianista, que fue amante del padre de �scar. Los padres de �scar no pod�an tener hijos. El padre conoci� a aquella mujer y se hizo su amante, siendo �scar fruto de esa relaci�n. Cuando la mujer muri� mientras ejecutaba el concierto Emperador, el padre de �scar llev� al ni�o junto a su esposa, quien lo acept� como propio. El psiquiatra recomienda a Martha y a Erika, secretaria de �scar, llevar a �ste a la finca en los Alpes donde vivi� de muy ni�o con su verdadera madre antes de que �sta muriera. Martha lo lleva a la finca en donde esperan Erika y el psiquiatra quienes al verlos llegar ponen una grabaci�n del concierto Emperador. Al escuchar la m�sica, �scar recuerda a su madre y como el hombre que lo cuidaba le ense�� el rostro de ella muerta, con un golpe en el p�mulo, a causa de la ca�da sobre el piano. Ya curado, �scar toca junto a Martha el Emperador.
Comentario (Jes�s Ibarra): Otro pel�cula de Julio Bracho que fue injustamente tratada por la cr�tica y el p�blico. Aprovechando el �xito que Damiana y los hombres hab�a tenido en taquilla, el equipo Zakany-Carre�o-Bracho volvi� a reunirse para realizar esta pel�cula, ahora con argumento original de Bracho. Se nota a leguas el cambio de autor en el argumento pues el de Damiana, como se puede leer en la rese�a de �sta pel�cula, es insulso y sin sentido, hecho �nicamente para que Carre�o intentara en vano lucirse.  Andante es otra cosa: un argumento vigoroso, muy al estilo de Bracho, con traumas psicol�gicos del protagonista, una hermosa fotograf�a, filmada en escenarios naturales de Francia y Austria, obra de Alex Phillips Jr (en M�xico la fotograf�a estuvo a cargo de su padre), y la bella m�sica de Beethoven, Mozart, Offenbach y Staruss. Lo �nico que desentona en el film es para variar Mercedes Carre�o cuyo tipo f�sico no entona con los varios papeles que representa en el film: la joven cosmopolita que estudia m�sica en Viena, la prostituta francesa, la joven muerta en los Alpes, y la famosa concertista, madre del protagonista. Su rostro no es el ideal para causar trastornos en el protagonista y hacerlo remover su pasado. Otro punto en contra de la cinta son algunas escenas demasiado largas que ocasionan algunas cabeceadas en el espectador. La actuaci�n de Guillermo Murray es irregular, teniendo momentos buenos. Es delicioso volver a ver juntos (aunque no comparten  escenas), ya con el pelo blanco, a  Andrea Palma y a Alberto Gal�n, aquel matrimonio frustrado de  una de las mejores cintas de Bracho, Disitno amanecer. En conjunto la cinta es buena, pero, para variar, la gran masa del p�blico mexicano prefiri� cosas insulsas y vulgares como Damiana y los hombres y dej� la cultura de Andante a un lado.
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