JULIO BRACHO
La Posesi�n    (1949)
Jorge Negrete y Miroslava en La posesi�n
Producci�n: Cinematogr�fica Grovas; Jes�s Grovas.
Direcci�n: JULIO BRACHO.
Argumento: sobre la novela La Parcela de Jos� L�pez Portillo y Rojas; adaptaci�n: JULIO BRACHO, con la colaboraci�n de Mar�a Luisa Algarra.
Fotograf�a: Ra�l Mart�nez Solares.
M�sica y canciones: Manuel Esper�n; letras: Ernesto Cort�zar.
Sonido: Eduardo Fern�adez y Galdino Samperio.
Escenograf�a: Gunther Gerszo; vestuario: Armando Vald�z Peza y Pedro Ch�vez; maquillaje: Sara Mateos.
Edici�n: Glora Schoemann
Filmada: a partir del 1 de agosto de 1949 en los estudios Churubusco.
Estrenada: 1 de enero de 1950 en el cine Estadio.

Int�rpretes: Jorge Negrete (Rom�n), Miroslava (Rosaura), Eva Martino (Lupe), Domingo Soler (don Pedro Ruiz), Julio Villareal (don Miguel D�az), Isabela Corona (esposa de Roque), Luis Aceves Casta�eda (Roque Torres), Gilberto Gonz�lez (P�nfilo Vargas), Agust�n Insunza (licenciado Jaramillo)
Antonio R. Frausto (Sim�n Oceguera, Manuel Dond� (don Santiago, presidente municipal), Jos� Baviera (juez Enrique Camposorio), Francisco Jambrina (licenciado Gregorio Mu�oz), Jes�s Valero (don Anastasio, p�rroco), Humberto Rodr�guez (secretario del juez), Diana Ochoa (chismosa), F�liz Medel (Jos�), Adela Sequeyro Perlita. Lupe Incl�n, Jos� Ch�vez Trowe; Trio Calavera, Tr�o Am�rica.
Sinopsis:  Los hacendados don Pedro Ruiz y don Miguel D�az, que son compadres, disputan por la posesi�n del Monte de los Pericos. Don Pedro dice a Rom�n que si su compadre le pidiera de buena manera el monte, �l se lo ceder�a con gusto., Rom�n, termina con su novia Lupe porque ama a Rosaura, hija de don Miguel y ahijada de don Pedro. El padre de ella se opone al amor de Rom�n y Rosaura. El licenciado Jaramillo, tinterillo que lleva el caso del cerro, representando a don Miguel, soborna al juez Camposorio, quien se interesa en cortejar a Rosaura. Don Pedro es apoyado por el licenciado Mu�oz. Don Pedro y Rom�n reciben un citatorio para le deslinde de la propiedad.. En el monte Roque, caporal de El Pinar, propiedad de don Pedro, vence en duelo de machetes a P�nfilo, empleado de Miguel, pero cura la mano de su rival. P�nfilo cuenta a don Miguel, haci�ndole prometer que no dir� nada, que Roque lo venci� por la buena. Sin embargo. Miguel ordena al juez que detenga a Roque. Van a buscar a Roque para prenderlo pero Rom�n le aconseja que huya y promete ayudar a su familia. Roque se va dejando solos a su esposa e hijos, pero es detenido por unos soldados al salir de la hacienda. Acuden todos al Monte de los Pericos para que el juez realice el deslinde. Ah�, Rosaura pide a Rom�n que no se vean por el tiempo en que dure el pleito por el cerro. �l reacciona celoso, pues sabe que el juez la pretende. El juez falla en la pleito por el monte en favor de Miguel, quien celebra gustoso mientras Pedro sufre un ataque. Rom�n se emborracha y acude a al fiesta de Miguel sosteniendo un duelo de coplas con el mariachi. Avisado de la muerte de su padre, Rom�n acusa a Miguel de cobarde y asesino y entierra a don Pedro en lo alto del monte, en donde se sostiene armado con sus hombres. El licenciado Mu�os acude a los tribunales para apelar por el fallo del juez Camposorio respecto a la posesi�n del monte. Don Miguel, enterado de que Roma�n ha enterrado a su padre en el monte y que mantienes ah� a sus hombres armados, manda rodear el lugar. S�lo hay una salida por la cual Rom�n y sus hombres se suministran de provisiones. Rosaura escucha que su padre mandar� batir el monte con hombres armados y con ayuda de Lupe, que es quien suministra provisiones a Rom�n, se disfraza y llega hasta donde est� Rom�n para darle aviso. Piensa que estando ella ah� su padre evita�ra atacarlo. Rosaura se entrega a Rom�n y el la presenta como su esposa ante la tumba de su padre. Miguel enterado de todo, desconoce a su hija. Miguel, Jaramillo y don Santiago, presidente del Ayuntamiento tratan de hacer confesar a P�nfilo en contra de Roque para poder sentenciarlo a muerte. P�nfilo se niega ante la ira de Miguel. Don Santiago sugiere aplicar a Roque la ley fuga y Miguel acepta. La esposa de P�nfilo escucha y da aviso a la esposa de Roque. La mujer, desesperada, acude al monte a suplicarle a Rom�n que ayude a Roque. Rom�n sale inmediatamente pero no alcanza a salvar a Roque quien ya ha sido asesinado a traici�n. Rom�n lleva el cad�ver de Roque ante Miguel, quien es asesinado por la turba enfurecida. Miguel es enterrado junto a su compadre Pedro. 
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Miroslava en La posesi�n
Comentario (Jes�s Ibarra):  Julio Bracho hizo con La posesi�n, una versi�n libre de la novela La parcela de Jos� L�pez Portillo y Rojas. Esta menospreciada pel�cula fue destrozada por una cr�tica que idolatraba al cine de Emilio Fern�ndez; sin embargo Bracho reafirm� con La posesi�n lo que ya hab�a demostrado con Rosenda: que era tan capaz de incursionar en el cine campirano sin pedirle nada al del �Indio�. En efecto, la pel�cula tiene algunas irregularidades, como la frecuente inclusi�n de canciones de Jorge Negrete, incluida un duelo de coplas que tiene el actor con un mariachi en la fiesta de su enemigo Julio Villarreal, que bien pudo haber sido evitado. Un punto que le fue muy criticado fue su desapego a la novela de L�pez Portillo y Rojas, pero no es forzoso ver la pel�cula como la novela llevada a la pantalla, sino pensar que simplemente est� basada en el libro, empezando porque la pel�cula se llama La posesi�n y la novela La parcela. El personaje que m�s cambios sufre de la novela a la pantalla, es el de Jorge Negrete. En el libro se llama Gonzalo y es un joven bien educado, respetuoso de la voluntad de su padre y profundamente enamorado de Ramona (Rosaura en la pel�cula). Julio Bracho cre� para Negrete  un personaje muy diferente: Rom�n, un charro bravuc�n y mujeriego, mucho m�s cercano a la personalidad del Charro Cantor, que el gentil y bueno Gonzalo.  Las actuaciones son buenas, con excepci�n de Miroslava, quien luce hermos�sima, sobre todo en un close-up tomado mientras Jorge Negrete canta una canci�n. Su personaje est� muy deslucido, siendo el m�s d�bil de toda la pel�cula,  lo que no le permite ning�n lucimiento actoral. Jorge Negrete, bien simplemente. Excelentes Domingo Soler y Julio Villarreal, en los papales de los hacendados, que a pesar de ser compadres, pelean por la posesi�n de un cerro. El personaje de Soler, don Pedro Ruiz, es disminuido en la pel�cula a favor del personaje de Negrete, el cual se toma en La posesi�n atributos que en La parcela le correspond�an a don Pedro. Merecen una menci�n especial Gilberto Gonz�lez y Luis Aceves Casta�eda, como los peones que pelean al igual que sus patrones.  Isabela Corona, en un peque�o pero sustancioso papel, luce en un close-up, sus marcadas facciones ind�genas, y en una de las escenas finales trasmite emotivamente la desolaci�n sentida ante la muerte de su hombre. Esta es la �nica pel�cula en que Isabela fue dirigida por Julio Bracho, con quien la actriz vivi� diez a�os y cuya relaci�n fue muy intensa.
   La posesi�n es en resumidas cuentas una extraordinaria y bella pel�cula de Julio Bracho, incomprendida, criticada y olvidada al pasar los a�os, que merecer�a ocupar un mejor lugar en nuestra cinematograf�a.
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