JESUS BRACHO
JULIO BRACHO
Historia de un coraz�n      (1950)
Mim� Derba, Rosario Granados y Alberto Carriere en Historia de un coraz�n
Producci�n: Cinematogr�fica Grovas; Jes�s Grovas.
Direcci�n: JULIO BRACHO.
Argumento: JULIO BRACHO; asistente: Mois�s M. Delgado y Max Aub.
Fotograf�a: Ra�l Mart�nez Solares.
M�sica: Manuel Esper�n, con el
Claro de Luna de Beethoven.
Sonido: Rafael Ruiz Esparza y Eduardo Fern�ndez.
Escenograf�a: JESUS BRACHO; maquillaje: Ana Guerrero.
Edici�n: Gloria Schoemann.
Filmada: a partir del 31 de octubre de 1950 en los estudios CLASA.
Estrenada: 22 de agosto de 1951 en el cine Metropolitan.

Int�rpretes: Rosario Granados (Isaura), Alberto Carriere (Fernando Sandoval), Alma Delia Fuentes (Mar�a Elena), Prudencia Grifell (directora del colegio), Beatriz Ramos (Virginia), Jos� Mar�a Linares Rivas (don Alberto), Mim� Derba (Isabel), Emperatriz Carvajal (Matilde), Isamael Larumbe (Rodolfo), Teresa carvajal (Olga), Enrique D�az Indiano (Jos�, mayordomo), Jorge Trevi�o (don Melquiades), Aurora Walker, Felipe Montoya.
Mim� Derba, Rosario Granados y Alberto Carriere en Historia de un coraz�n
Sinopsis: Isaura, empleada de la Secretar�a de Hacienda, se reconcilia con su novio el rico Fernando Barr�n Sandoval y se le entrega. Los padres de �l, don Alberto, pol�tico y abogado, y la orgullosa do�a Isabel, se oponen a la boda. Fernando dice a su padre que est� decidido a casarse con Isaura pues la ama y la ha hecho su mujer. Arregla todo para casarse con ella por el civil y llaman a su casa del registro civil por lo que su madre se entera de todo. Isabel cita a Isaura en su casa e intenta sobornarla  para que deje a su hijo. Fernando llega en ese momento y dice a su madre que se casara con Isaura aunque todos se opongan, pues ella espera un hijo. Isabel corre a Isaura de su casa. El d�a fijado para la boda, Isabel despide al chofer y pide a Fernando que la lleve en auto a Cuernavaca. �l tiene prisa por regresar pues la boda es a las cinco de la tarde. De regreso de Cuernavaca Fernando viaja a toda velocidad para llegar a la boda y muere al ser su auto arrollado por un tren. Isaura, que lo espera para casarse, al ver que no llega, despide humillada al juez y a los invitados. Esa noche, su amiga Matilde le informa que Fernando muri�. Isaura da a luz una ni�a, a quien pone por nombre Mar�a Elena. La lleva a casa de los padres de Fernando para que la conozcan: Ellos ofrecen hacerse cargo de la ni�a si su madre  renuncia a ella, pero Isaura no acepta. Con muchos sacrificios, interna a su hija en un colegio caro. Maria Elena crece siendo una buena alumna y favorita de la maestra Virginia. Su amiga, la rica Olga, la invita a su fiesta de quince a�os en Cuernavaca. Isaura no quiere dejarla ir pues no tiene dinero para comprarle un vestido, pero al fin accede y ella misma cose el vestido. Sin embargo a Mar�a Elena le parece cursi el vestido que su madre ha hecho. En casa de Olga lo rompe y hace que su amiga  le preste otro. En la fiesta, Mar�a Elena despierta el inter�s del joven Rodolfo. Don Alberto, que est� en la fiesta, oye tocar a la muchacha el Claro de luna, tal como lo hac�a Fernando; le pregunta su nombre y cuando Mar�a Elena le dice que se apellida Barr�n Sandoval, Alberto se da cuenta que ella es su nieta. Las madres de familia del colegio, al descubrir que Mar�a Elena es bastarda, exigen a la directora que la saque del plantel La directora se lo informa a Isaura, quien oculta a su hija la verdad dici�ndole que la saca pues no puede pagar las colegiaturas. La maestra Virginia, en protesta por la expulsi�n de Mar�a Elena, renuncia al colegio. Mar�a Elena se siente inc�moda en el ambiente pobre en el que vive su madre, pues se ha acostumbrado al de sus amigas ricas del colegio. Le repugna el carnicero don Melqu�ades, que aunque es vulgar y carece de educaci�n, es un buen hombre y est� enamorado de Isaura. Durante una fiesta que Melqu�ades organiza a Isaura por su cumplea�os, Mar�a Elena se porta grosera. D�ndose cuenta de que su hija no se siente a gusto viviendo con ella y para que pueda entrar nuevamente al colegio, Isaura decide cederla a sus abuelos, por lo que va a ver a don Alberto, quien acepta s�lo a condici�n de que Isaura no  vuelva a ver a la muchacha. Isaura dice a su hija que debe irse a vivir con sus abuelos pues ella tiene que irse a trabajar a la frontera. Mar�a Elena se despide de su madre en la puerta de casa de sus abuelos. Isaura no se va de la ciudad. Alberto se encari�a con Mar�a Elena, pero no as� Isabel, quien cierra el piano con llave para que la muchacha no toque el Claro de Luna como lo hac�a Fernando. Cuando Mar�a Elena se entera que su madre no ha salido de la ciudad, y que a renunciado a verla por petici�n de sus abuelos, para que ella pudiera regresar al colegio, quiere volver con ella y va a buscarla. Don Alberto acusa a Isabel de haber causado la muerte de Fernando y va a buscar a Mar�a Elena, dispuesto a aceptar tambi�n a Isaura pero �sta, haciendo nuevamente un sacrificio por su hija, le ha dicho que va a casarse con don Melqu�ades. Mar�a Elena regresa con sus abuelos. Tiempo despu�s  termina la escuela y el �ltimo d�a de clases las alumnas reciben la visita de la maestra Virginia, quien exalta en un discurso las adversidades que ha vivido Mar�a Elena y el sacrificio de Isaura por ella. Virginia dice a la muchacha que su madre ha desaparecido y nadie sabe de ella. Mar�a Elena va a casarse con Rodolfo. Isabel ha cambiado su actitud para con su nieta y ha estado buscando en vano a Isaura. El d�a de la boda se presenta don Melqu�ades para confesar a Mar�a Elena que su madre no se cas� con �l, y que el mismo d�a que ella se fue con su abuelo, Isaura desapareci�. Durante la ceremonia religiosa, Isaura observa desde lejos a su hija, quien al verla se dirige hacia ella. Madre e hija se abrazan.
Comentario (Jes�s Ibarra): Repitiendo  gran parte del reparto de Inmaculada (Rosario Granados, Prudencia Grifell, Mim� Derba, Enrique D�az Indiano) y en el mismo a�o, Julio Bracho film�  otro melodrama lacrim�geno, Historia de un coraz�n, con un argumento muy parecido a Stella Dallas, pel�cula filmada dos veces en Hollywood, en 1925 y en 1937, esta �ltima con Barbara Stanwyck. Rosario Granados era buena actriz; Julio Bracho, el mejor director; juntos hacieron de Inmaculada y de Historia de un coraz�n �xitos de taquilla, que de ninguna manera alcanzaban la calidad de las primeras pel�culas de Bracho. Sin embargo ambas  pel�culas est�n bien hechas, con argumentos interesantes que lograron captar la atenci�n del p�blico. A�n siendo mejor Inmaculada por la originalidad de su argumento, Historia de un coraz�n no desmerece, gracias a la impecable direcci�n de Julio Bracho y a la belleza y destacada actuaci�n de Charito Granados. En Inmaculada, Charito sacrificaba el amor de su vida por su marido inv�lido y por su peque�a hija. Aqu� sacrifica el estar junto a su hija por la felicidad de �sta. Inmaculada era la vejaci�n de la mujer por parte del hombre. Historia de un coraz�n es el sacrificio de una madre.
    Es impactante la escena en la que el tren arrolla el carro que maneja Alberto Carriere. Bracho inclu�a frecuentemente trenes en sus cintas. En Inmaculada, Charito Granados ve a su amado (Eduardo Noriega) irse en un tren; en Distinto amanecer, Andrea Palma va a huir en un tren con su amado Pedro Armend�riz; posteriormente, en Para�so robado, Irasema Dillian espera en vano ver llegar al hombre que ama en un tren; ya su novio y su t�o hab�an muerto antes en un accidente de tren.
   Las actuaciones de Historia de un coraz�n son destacadas. Adem�s de la ya mencionada Charito Granados, sobresalen Jos� Mar�a Linares Rivas, Mim� Derba y el gal�n debutante Alberto Carriere, cuya voz, por su acento franc�s, hubo de doblar Manolo F�bregas y cuya corta carrera en M�xico, ascender�a s�lo a nueve pel�culas (de 1950 a 1954). Aunque su personaje muere a la mitad de la pel�cula,  Carriere muestra una fuerte personalidad en la pantalla. Ni que decir de Alma Delia Fuentes, reci�n salida de la bu�uelesca Los olvidados, que hace un estupendo trabajo como la hija de Charito.
    A�n haciendo estos melodramas, Julio Bracho era realista en las historias que contaba. Los argumentos tanto de Historia de un coraz�n como de Inmaculada presentan hechos que f�cilmente se dan en la vida real, aunque de manera exagerada, como suele suceder en el cine para llamar la atenci�n del espectador. Bracho no se dedicaba �como otros direcotores- a pintar un M�xico de tarjeta postal �como �l mismo dec�a- con inditas de ojo pintado y ceja alzada. De todas maneras, se empezaba a extra�ar el cine de alta calidad de Julio Bracho.
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