JULIO BRACHO
ANDREA PALMA
La Cobarde     (1952)
JESUS BRACHO
Andrea Palma e Irasema Dillian en La cobarde
Producci�n: Clasa Films Mundiales. Salvador Elizondo; productor ejecutivo: Salvador Elizondo.
Direcci�n: JULIO BRACHO
Argumento: Arduino Maiuri; adaptaci�n: Arduino Maiuri y Julio Alejandro.
Fotograf�a: Agust�n Jim�nez.
M�sica: Raul Lavista; canciones: Franz Schubert (Serenata) y sones jarochos (P�jaro Cu y El butaquito)
Sonido: Eduardo Arjona y Rafel Ruiz Esparza.
Escenograf�a:
Jes�s Bracho; vestuario: Armando Vald�s Peza; maquillaje: Felisa Ladr�n de Guevara.
Edici�n:  Jorge Bustos.
Filmada: a partir del 14 de julio de 1952 en los estudios Clasa.
Estreno: 5 de marzo de 1953 en el cine Alameda.

Int�rpretes: Irasema Dillian (Mara), Ernesto Alonso (Arturo), Carlos Navarro (Roberto), Carlos Agosti (Julio),
Andrea Palma (Irene, hermana de Arturo), Ang�lica Mar�a (Mara, ni�a), Marina Herrera Maril� (Lupita, criada), H�ctor Mateos (comisario), �ngel Merino (marino), Enrique D�az Indiano (doctor Arriaga), ni�os Alejandro Cianguerotti y Fernando Luj�n; intervenciones musicales: Guiseppe Di Stefano, Conjunto Jarocho Medell�n.
Sinopsis:  En el golfo de M�xico, una ni�a es rescatada de un barco noruego a la deriva por varias personas, entre ellas el coleccionista de arte Arturo y sus sobrinos los ni�os Roberto y Julio. �stos y la ni�a a quien ponen por nombre Mara, crecen juntos en la lujosa casa de Arturo, en donde tambi�n vive la hermana de �ste, Irene. Roberto va a ir a la capital a estudiar medicina y Julio a Europa para hacerse un gran pianista. Los dos aman a Mara. Durante una fiesta, la joven es acosada por todos y  Julio se enfada por ello. En el barco abandonado Mara se entrega a Julio cuando �l habla de matarse. Al enterarse que Julio se va, Mara acepta casarse, por despecho, con Arturo, que tambi�n la ama. Julio regresa en el segundo aniversario de la boda de su t�o y Mara se le resiste a pesar de quererlo a�n. Julio la acosa, le esribe �te quiero� en su polvera� y le arroja un ramo de orqu�deas por la ventana, ante la mirada celosa de Arturo.  Julio propone a Mara suicidarse juntos en el barco abandonado, pero s�lo �l lo hace; a ella le falta valor. Mientras en la casa, Arturo e Irene la esperan angustiados Al regresar, Mara queda postrada y guarda silencio sobre lo ocurrido. El comisario de polic�a informa a Arturo sobre el suicidio de su sobrino y le entrega una carta que Julio dej� para �l. Mara cree o�r tocar el piano a Julio y alguien le arroja orqu�deas por la ventana, por lo que cree que Julio la est� llamando para que cumpla su promesa y siente enloquecer. Despu�s de un a�o, Arturo da otra fiesta para celebrar su aniversario de bodas, aunque Irene le pide que no lo haga por el luto que se le guarda a Julio. El d�a de la fiesta, Roberto regresa de la selva donde ha estado ejerciendo la medicina. Cuando se entera del suicidio, sin causa aparente, de su hermano, Roberto se pone a investigar y averigua con el doctor Arriaga que Julio ten�a una lesi�n cardiaca mortal. Trata de quitarle el complejo de culpa a Mara, que sigue viendo signos de ultratumba. Mara vuelve al barco abandonado, donde la alcanza Arturo y la conmina a que no sea cobarde y se suicide; era �l quien provocaba las se�ales que Mara cre�a ver. Arturo va a matar a Mara cuando llega Roberto y lucha con �l. En el forcejeo, el t�o resulta muerto. Roberto y Mara, abrazados, se alejan de la playa.
Comentario (Jes�s Ibarra): Nuevamente Julio Bracho nos deleita con una excelente pel�cula llena de encanto y misterio. Irasema Dillian nunca ha sido de mi completo agrado, sin embargo en esta cinta Julio la transforma con su magia, y con sus consabidos close-ups  logra hacer aparecer virginal, et�rea, l�nguida. En La cobarde Julio Bracho hace manifiesto su gusto por todo tipo de m�sica, pues no a lo largo de la pel�cula se escuchan desde sus ya acostumbrados sones jarochos hasta la Serenata de Schubert. Combina la m�sica con la pasiones y sentimientos de los personajes. Mientras el Conjunto Medell�n toca un son jarocho en una fiesta, se hace palpable el reproche de Carlos Agosti a Dillian por bailar con otros, as� como la angustia de ella, y la mirada de amor de Carlos Navarro. En otro momento de la cinta, mientras el tenor Guiseppe di Stefano da un concierto, Agosti escribe �te quiero� en la polvera de ella ante la mirada recelosa de Ernesto Alonso y la angustia de Dillian. El director maneja de manera estupendamente la psicolog�a de sus personajes, el fatalismo de Agosti, la obsesi�n de Alonso, el complejo de culpa de Dillian y la ecuanimidad de Navarro. Los personajes masculinos son parecidos a los que ha presentado el director en otras de sus pel�culas, con la diferencia que en La cobarde son tres: Agosti, atormentado por un amor frustrado y por una enfermedad incurable, obsesionado siempre con el suicidio; Alonso, sus celos se transforman en odio, hasta el grado de llegar al intento de asesinato; Navarro, que representa la serenidad y la calma. El personaje de Dillian tiene tambi�n cierta similitud con el de Para�so robado, atormentado por haber visto morir al amor de su vida. Sin duda, Julio Bracho debi� haber quedado satisfecho de su trabajo en La cobarde.

Comentario; (Irasema Dillian, publicado en Excelsior el 10 de marzo de 1953 y reproducido por Emilio Garc�a Riera en Julio Bracho (1909-1978) ): Director:�Tiene la pel�cula el caracter�stico sello de Julio Bracho. Estilo inconfundible. Aunque el nombre del director no apareciese en los cr�ditos, cualquiera familiarizado con el cine podr�a identificar a Bracho como director. Hay escenas verdaderamente insuperables en cuanto a la direcci�n.�
Corte: �Pienso que La cobarde ganar�a suprimiendo escenas. En general un rollo menos aproximadamente.�
Di�logos: �Me entusiasman los di�logos de Julio Alejandro.�
Actores: �Es dif�cil criticar a los compa�eros. Tengo que se�alar la gran actuaci�n de Ernesto Alonso y la enorme simpat�a de Carlos Navarro.�
Autocr�tica: �Deb� haber dado m�s alegr�a a la primer parte de mi actuaci�n, de esa manera, hubiera sido mayor el contraste con la tragedia que despu�s tengo que vivir. El aspecto dram�tico de mis intervenciones iniciales, pone en antecedentes al espectador de lo que despu�s me suceder�, lo cual fue un error m�o... En esta pel�cula he realizado el mayor esfuerzo de toda mi carrera art�stica; sucedi� as� porque me entusiasm� el personaje que ten�a que representar.�
Argumento: �No quiero hablar del asunto porque es de mi marido.� (Estaba presente el marido de Irasema, Dino Maiuri, quien nos dice: � Lo peor es que mi argumento adolece de cierta lentitud en la primera parte. Lo mejor, el final, cuando se resucita el primer amor del marido. Tambi�n algunas escenas son defectuosas, por demasiado enfatizadas.�)
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