Prensa, vídeos, canciones, imágenes, novedades...al día.
 16 de Febrero 2017


Joan Manuel Serrat en pósters. (9 y 10)


El oficio de cantar. (Joan Manuel Serrat)

Enrique Barreiro
Editora Nacional, Madrid 1973

Joan Manuel Serrat, nacido en Barcelona y máximo exponente hasta el momento del término cantautor en nuestro país, debutó como profesional en 1964 y con una canción que ya atrajo la atención del público "Ara que tin vint anys". A raíz del conflicto tenido por negarse a acudir al festival de Eurovisión en 1968 su popularidad subió al máximo y empezó a cantar en castellano también. Sus discos en catalán son editados por Edigsa: "Per San Joan", "La tieta", "Cançó de Bressol". Y en castellano por Novola (Zafiro): "Penélope", "Manuel", "Poema de amor", "Tu nombre me sabe a yerba", (y así hasta cinco long plays).

— ¿Esto de cantar y componer fue para ti una vocación temprana o, por el contrario, una consecuencia de otro medio de expresión al que intentabas dedicarte, pero que, al no verlo demasiado claro, decidiste cambiarlo por la música?
— Bueno, esto de cantar y componer, no se puede, no se puede plantear ahora como, como hace ocho años me lo pude plantear; son dos planteamientos totalmente diferentes. Yo empecé a escribir y a componer canciones... al mismo tiempo, simultáneamente cantaba también en un grupo. Las canciones mías realmente no las cantó nadie, no las quería nadie para cantar y entonces me decidí a cantarlas yo. Pero no fue un problema vocacional, yo no creo en las vocaciones, yo creo que las vocaciones se realizan, las vocaciones no aparecen. Entonces estaba esto... que se ha ido realizando en mí como una cadena... Cuando me dí cuenta de que esto era un medio de expresión muy importante para mí, al mismo tiempo de ser un medio de expresión era un medio de comunicación muy interesante, y que además de esto podía ser mi trabajo, algo tan simple y limitado como el trabajo, como la profesión de uno, entonces es cuando me lo planteé en serio, cuando tuve que abandonar una serie de cosas para dedicarme única y exclusivamente a esto. Esto no quiere decir que este planteamiento viniera cuando yo empecé a ganar dinero... O sea que las primeras épocas fueron bastante difíciles... El planteamiento no vino por un problema económico, sino vino por un problema podríamos llamar de profesionalización.

— Han pasado algunos años desde tu conflicto con televisión a raíz de lo de Eurovisión. Me imagino que desde esta perspectiva puedes juzgar y analizar los hechos con mayor objetividad. ¿Qué fue lo que pasó en realidad? ¿Era tan importante el cantar en catalán, cuando al fin y al cabo fue en el momento en que empezaste a hacerlo en castellano?
— Bueno, primero yo te aclararé que en estos momentos según palabras de un alto dirigente de Televisión Española, los problemas de Televisión Española conmigo no son problemas derivados de Eurovisión, sino problemas derivados de la Asamblea de Montserrat, cuando ocurrió el proceso de Burgos y cuando se hizo y se firmó un manifiesto pidiendo una serie de cosas que ya están bastante..., bastante en la mente de quien quiera tenerlas.

— Entonces todas esas cosas que se especularon sobre si el capitalismo catalán os tenía condicionados, ¿no tienen nada que ver? En todo caso ¿hasta qué punto el capitalismo catalán os puede condicionar a vosotros los cantautores?
— Creo que el capitalismo catalán (sonriendo) lo único que ha hecho siempre ha sido pactar con el capitalismo centralista. Porque el capitalismo tiene la gran virtud, por llamarle algo, de pactar con una facilidad extraordinaria... Nunca pacta con nadie que no sea de su mismo género y especie, por tanto nosotros nunca hemos tenido nada que ver con el capitalismo catalán. Nosotros, me refiero a todo aquel que lleva una guitarra en las manos, cante o no cante en catalán, con lo único que hemos tenido que ver siempre ha sido con el pueblo catalán.

— ¿Tienes estudios musicales?
— Elementales.

— ¿El no ser más profundos, lo has echado en falta alguna vez a lo largo de tu vida profesional?
— Muchas veces los he echado en falta. Pero me es muy difícil en estos momentos empezar a estudiar... esto por una parte y por otra pues no siento una necesidad de estudiar música... sí de dominar armonías, de dominar el dominio del instrumento... Que es un caso muy curioso... yo conozco mucho más, que es una contradicción tremenda esto, pero sé mucha más armonía, que por ejemplo, pueda saber solfeo... solfeo sabe mucho más un niño que yo..., que estudie (riendo) música..., armonía no en cambio... Esto es una contradicción tremenda porque son dos etapas totalmente... la armonía es una etapa posterior al solfeo, pero...

— De todas formas, ¿piensas que a lo mejor el tener estos estudios te hubiese limitado o restado libertad?
— Quizá... Esto es un poco elástico, ¿no? Decir, decir que si uno sabe música es que la imaginación queda, queda detrás de la técnica, es posible, pero... en fin hay casos en que ha ocurrido esto. Yo conozco gente que componía y eran mucho más frescos cuando, cuando su conocimiento musical era más limitado, y luego pues se vienen abajo, pero esto también puede ser consecuencia de que se hubieran venido abajo igual si no, si no hubieran estudiado.

— ¿Podrías autodefinirte como cantautor?
— Yo me autodefino absolutamente así, con palabras, me defino cada día levantándome, saliendo a la calle, mirando las cosas, tocándolas y estando metido en las cosas, así me... Porque, no sé, para definir con palabras ya están aquellos que tienen mucho tiempo que perder y muy pocas cosas que hacer.

— ¿No crees que tu estilo musical tiene dos vertientes muy diferenciadas: una muy poética, como puede ser la de "Per Sant Joan", otra muy industrial como la de "Penélope"? ¿Te sientes verdaderamente comprometido con ambas?
— Sí, sí, las dos son mías. Una puede ser mejor que la otra, esto no hay duda, pero las dos son mías. Y las dos responden a un momento mío. Puedo sentirme más a gusto ahora con una o con otra, pero lo que no puedo es renegar absolutamente de ninguna de las dos.

— ¿Cuando te encuentras más realizado musicalmente: al interpretar a Machado y Hernández, o haciendo esas canciones tuyas que hablan sobre tu experiencia, sobre tu origen humilde?
— Estamos en un caso parecido a lo que hablábamos antes, digo parecido, porque aunque no tiene nada que ver, sí tiene una vertiente común, que es la que las dos son consecuencias de mi trabajo... uno es mucho más, mucho más yo, el otro es también muy yo a pesar de que lo haya escrito otro porque desde el momento en que he musicado aquello es porque he sentido hacia aquellas poesías, hacia aquellas obras, aquella sana envidia de haberlas querido escribir yo, y estar totalmente, comulgar totalmente, con lo que están diciendo.

— ¿No crees que las canciones escritas por ti a veces tienen muchos resabios de la época del subdesarrolo?
— Bueno, cuidado, es que nosotros estamos viviendo una época de subdesarrollo total, es decir... lo que no podríamos, lo que no podemos tener es ese otro tipo de resabios... No son resabios. Yo no creo que hay ningún momento de resabios..., lo que hay son imágenes muy concretas.

— Me imagino que cuando te planteas una nueva canción, lo que más te importa es la letra; nadie puede negar que eres un excelente letrista. Pero ¿no crees que das excesiva poca importancia a tu línea melódica?
— Bueno, no sé esto ¿eh? Yo un día ví que se lo decían esto a Brassens también y yo me eché a reir porque Brassens aparentemente un hombre poco melódico tiene las melodías más hermosas que he oido nunca en canciones. Lo que pasa que es un problema de saber quién las oye. Muchas canciones mías están grabadas por cantantes extranjeros. Mina ha grabado varios temas. Richard Anthony grabó un tema..., no sé hay un grupo alemán que también está grabando cosas. En América me han grabado un montón de cosas..., y muchas traducidas del catalán que no tienen nada que ver a veces y que las entendían..., o sea que una cierta línea melódica sí tiene que haber... Se han hecho discos de melodías solo con mis canciones..., pues por ahí tiene que andar bien la cosa también.

— ¿Pero tú, como algunos otros cantautores, piensas que hacer canciones es otra cosa diferente a hacer música?
— Hacer canciones es en parte hacer música, es en parte (y recalca en parte), pero no es únicamente hacer música: la canción es algo mucho más complejo, coño, es como si habláramos de pintura, de pintura o de carbón ¿no?... No sé, el carbón no tiene..., tiene... incluso en el carbón puede haber una diferencia de tonos de matices..., la música en fin viene a ser un poco el matiz, el tono, el color que das a la pintura, la línea..., el trazo es la letra... viene a ser ¿no? No puedes decirle a un pintor: ¿Oiga es que usted a qué da más importancia, al trazo o al color? Te dirá que a la pintura. ¿A mí a la letra o la música? Yo a la canción. Es muy complejo esto.

— ¿Has compuesto alguna vez una canción cuya letra no sea algo que hayas conocido o vivido con intensidad?
— No lo sé. No sé... Yo vivo en esto de escribir canciones una serie de mundos; entonces uno de estos mundos es el que piso cada día y toco cada día, luego además el mundo que toqué y que pisé y luego el mundo de mis súeños, ¿no? Y a partir de ahí salen cosas..., o sea los personajes no tienen por qué ser retratos..., en algunos casos intento retratar también, pero el retrato puede ser más o menos afortunado.

— ¿Has hecho alguna vez alguna canción cuya letra pueda considerarse como autobiográfica?
— Prácticamente todas las canciones tienen pedazos de autobiografía, todo lo que uno escribe es parte de uno, no sé. Oscar Wilde decía que uno escribe un poema en toda su vida, y todo los demás poemas giran alrededor de éste. Yo no sé si lo he escrito aún.

— Esto que os sucede a los cantautores de no poder interpretar nada más que lo que componéis o componer sólo lo que váis a interpretar, ¿es exactamente una postura o una limitación de vuestras facultades como intérpretes y compositores?
— No, no, yo canto cosas, otras cosas, si me apetece cantarlas. No sé, puedo cantar algo de Violeta Parra, como en otras épocas he cantado algún tema de Yupanqui, porque me ha apetecido, sencillamente... O puedo aceptar cualquier otra canción de un compañero mío que considere que está muy bien hecha y que me sienta totalmente identificado con ella. No me puedo autolimitar más, yo no... es decir..., no quiero más autolimitaciones; cantaré en cada momento lo que crea que tengo que cantar... al menos aquí es una de las cosas en las que nadie puede autolimitarme, aquí nadie puede limitarme, y menos me voy a autolimitar yo.

— ¿Qué método de trabajo empleas para componer una canción?
— No hay, no tengo un método fijo, no. Puedo escribir aquí si me apeteciera, podría..., no necesito estar una hora en un bureau o mirando un paisaje, puedo escribir en un coche..., cuando voy en el aire ya escribo... Luego desarrollar la idea es otro proceso.

— ¿Una vez compuesta una canción qué tiempo inviertes en prepararla, montarla y dominarla?
— Yo veintiocho años he tardado..., yo he tardado..., tardo en hacer una canción veitiocho años y el año que viene tardaré veintinueve y el que viene treinta. Es que es toda mi vida la que está ahí metida...No..., yo que sé cuando empecé a escribir una canción.

— De todas las canciones que has compuesto, ¿cual fue la que más trabajo te dio para quedar exactamente como tú la querías que quedara?
— Puedo decirte exactamente lo mismo..., volvemos a lo mismo..., nada es fácil, ¿no? Y además cuando algo aparece con excesiva facilidad yo me mosqueo mucho.

— ¿Qué tiempo tardas en poner voz a una grabación?
— Yo tardo normalmente cinco días en grabar un long play.

— ¿Preparas tu voz de alguna forma especial para ir a grabar, para salir a actuar? ¿Necesitas de alguna predisposición psicológica para cualquiera de estas dos actividades?
— No, nada, absolutamente ninguna. Puedo tener más o menos ganas, pero no necesito tomarme, no sé, un té con limón para salir a cantar, ¿no?, o cualquier otra cosa. Conozco de gente que sí, que necesita tomar algo o hacer algo antes de salir a cantar... de las cosas más extrañas del mundo te podría contar ahí, pero... (riendo), yo no necesito nada.

— ¿Cuando cantas mejor? ¿en momentos de tranquilidad o en aquellos de mucha tensión emocional?
— No lo sé, supongo que..., nunca canto igual en... ¿cómo canto mejor?, no lo sé, seguramente... esto es muy personal, personal por mi parte y muy personal por parte de cada individuo que está oyéndome... No, no a todos, no todos, no todo el mundo acepta la misma forma de cantar, con las mismas ganas... hay días que estás más brillante, hay días que estás más, más encerrado, hay días que estás... como puedo estar más simpático o estar más huraño, y entonces por ese lado puedes cantar más, puedes romper más o puedes matizar más, no sé, depende de cada uno..., yo lo único que me interesa cuando estoy en el escenario es intentar sentirme lo más a gusto que pueda.

Entrevista realizada en 1972, después de publicar "Miguel Hernández"

Entrevista extraída de la antigua página de Paco Martín.


Joan Manuel Serrat, sexo, drogas y Rock & Roll
Revista Rolling Stone
Confesiones inéditas del autor de "Cansiones"


Joan Manuel Serrat en imágenes.

© Pere Mas Pascual (1997-2017)