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El cerdo es un mamífero
artiodáctilo domesticado, de la familia de los Suidos, de unos 1 a 2
metros de largo cuyo rasgo principal lo constituye el hocico alargado y
truncado en su extremo, en el que se abren los orificios nasales. Es
criado de forma extensiva en prácticamente todo el mundo como fuente de
alimento. Los cerdos pertenecen al orden de los animales con número par
de dedos. Pertenecen también al suborden de animales con 44 dientes,
incluyendo dos caninos de gran tamaño
en cada mandíbula que crecen
hacia arriba y hacia afuera en forma de colmillos. Los términos cerdo,
puerco, cochino, marrano o chancho se usan a menudo indistintamente para
describir a estos animales.
Los cerdos parecen descender
de dos suidos salvajes, una especie europea y otra del sureste
asiático; probablemente fueran domesticados en China hace unos 9.000
años y más tarde en Europa. Fueron introducidos en América por
Cristóbal Colón y los expedicionarios españoles.
Aspecto físico:
El cerdo doméstico adulto
puede medir de 1 a 2 m de largo, tiene un cuerpo cilíndrico y pesado;
un hocico comparativamente largo y flexible que constituye su rasgo
morfológico principal; patas cortas con cascos hendidos y una cola
corta. La piel, gruesa pero sensible, está cubierta en parte de
ásperas cerdas y exhibe una amplia variedad de colores y dibujos. Los
caninos están transformados en colmillos de crecimiento continuo y
curvados hacia atrás que le sirven para la defensa. Como todos los
suidos, los cerdos domésticos son animales rápidos e inteligentes.
Magníficamente adaptados
para la producción de carne, dado que crecen y maduran con rapidez, los
cerdos tienen un periodo de gestación corto, de unos 114 días, y
pueden tener camadas de seis a catorce crías en cada alumbramiento. El
macho reproductor se denomina varraco, a la hembra marrana y al lactante
lechón, en el cerdo doméstico, y jabato en el jabalí. Son animales
muy fecundos hasta los ocho años. Son omnívoros y pueden consumir una
gran variedad de alimentos, tal vez una de las razones que condujeron a
su domesticación. Como fuente de alimento, convierten los cereales y
las leguminosas, como el haba de soja (frijol de soya), en carne. Aparte
de la carne, otros productos obtenidos de los cerdos son el cuero (piel
de cerdo) empleado para hacer maletas, calzado y guantes, y cerdas para
cepillos. Durante siglos se han empleado también como fuente primaria
de grasa comestible. Además, proporciona materia prima de calidad para
la elaboración del jamón. España cuenta con varias denominaciones de
origen de jamones, entre las que cabe destacar: Guijuelo, Jamón de
Teruel, de Huelva y Dehesa de Extremadura. En otros países, como
Inglaterra, los cerdos se criaban para la producción de carne magra y
eran llamados cerdos para tocino. Los cerdos modernos se encuentran
entre estos dos tipos y reciben el nombre de cerdos para carne. En el
caso de los jabalíes, la alimentación se basa, principalmente,
en raíces que desentierran con sus colmillos.
Razas
Los diferentes tipos de
cerdos reflejan el uso principal para el que han sido concebidos. Se
estima que hoy existen 90 razas reconocidas, con el añadido de más de
200 variedades, aunque se pueden agrupar en tres tipos principales
principales: céltico, ibérico y asiático.
En los países occidentales
se explotan ocho grandes razas. La Berkshire (negra con puntos blancos)
y la Yorkshire (también llamada Blanca Grande) tuvieron su origen en
Inglaterra. La Chester blanca, la Duroc (roja), la Hampshire (negra con
un cinturón blanco), la Poland China (negra con puntos blancos) y la
Spotted (negra con puntos blancos) tuvieron su origen en Estados Unidos.
La Landrace, un cerdo grande, largo y blanco, procede de Dinamarca. Las
principales razas difieren también en su ritmo de crecimiento, el
número medio de lechones por camada, el tamaño corporal cuando
alcanzan la madurez y su capacidad para pastar.
En España se encuentra el
cerdo ibérico, raza que se originó como consecuencia del cruce del Sus
scrofa fernus con el Sus mediterraneus. La introducción de
otras razas foráneas, más precoces y mejor adaptadas a la ganadería
industrial, ha originado que su área de distribución se haya reducido
de forma alarmante, de modo que en la actualidad su dispersión
geográfica coincide con las dehesas de encina y alcornoque (de cuyas
bellotas se alimenta) de las zonas occidentales de España, desde el
golfo de Cádiz hasta Salamanca.
La mayor parte de la
producción comercial de cerdos se basa en animales hibridados, ya que
la hibridación produce ejemplares vigorosos. Los sistemas más usados
son el cruce rotativo de dos o tres razas. En el primero, un macho de
una raza se hibrida con una hembra de otra. Los descendientes de este
cruce se hibridan con una hembra de la misma raza que la empleada en el
primer cruce y los descendientes de este segundo cruce se hibridan, a su
vez, con un macho de la misma raza que el del primer cruce.
Producción
Los cerdos se crían en
condiciones de explotación más intensiva que el ganado vacuno y las
ovejas. Las empresas dedicadas a ello pertenecen a tres grandes grupos:
producción de ganado reproductor de pura sangre, producción de cerdos
para la alimentación y crianza y producción de cerdos de carne para su
venta y matanza. Algunos productores desempeñan las tres actividades y
han construido grandes habitáculos donde pueden parir cientos de
cerdas.
La producción intensiva
requiere una gestión experta y la cooperación de varios especialistas
diferentes, como cirujanos veterinarios y dietistas. Los costes de
alimentación representan un 75% de los gastos totales de producción,
por lo que una selección meticulosa de los alimentos en función de su
valor nutritivo y su economía es importante. También es importante
controlar otros muchos elementos cuando se crían cerdos en condiciones
de confinamiento. Los cerdos recién nacidos son enormemente sensibles
al frío. Además, los cerdos no tienen glándulas sudoríparas, por lo
que los animales de gran tamaño deben disponer de medios para
mantenerse frescos en entornos cálidos. Una ventilación apropiada
elimina los gases tóxicos, sobre todo hidrógeno y amoníaco,
procedentes de los productos de desecho. Además, dado que los animales
están confinados en unidades de producción intensiva, a cada uno de
ellos se le asigna un espacio limitado. Éste oscila entre
aproximadamente 0,3 m2
para los cerdos jóvenes y 1,4 metros cuadrados para las cerdas
reproductoras.
En condiciones de
confinamiento, las enfermedades se combaten por medio de la vacunación,
el control de los vectores de enfermedades, los antibióticos y, en
algunos casos, la erradicación de los organismos productores de
enfermedades. Los compuestos capaces de controlar el ciclo reproductor,
la duración del periodo de gestación y la planificación de los partos
han hecho posible controlar la cría y la reproducción para minimizar
la necesidad de mano de obra durante los fines de semana, cuando los
salarios resultan más costosos.
Distribución
Los cerdos están adaptados
a climas templados y semitropicales y se encuentran en muchas zonas
diferentes del mundo. A finales de la década de 1980 los principales
países, en lo que se refiere al número de animales, eran China, con
casi 335 millones de cerdos; la antigua Unión Soviética (URSS), con
más de 77 millones; Estados Unidos, con más de 53 millones y Brasil
con 33 millones. Otros países que estaban en cabeza, en orden
descendente, eran Alemania, Polonia, México, España, Rumania, Holanda,
Francia, Vietnam y Japón. A nivel mundial, la población de cerdos se
estimaba en más de 823 millones.
Clasificación científica:
los cerdos pertenecen a la familia de los Suidos y al orden
Artiodáctilos. Se clasifican como pertenecientes al género Sus.
El cerdo salvaje europeo es el Sus scrofa, el cerdo salvaje del
sureste asiático es el Sus vittatus. |
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Cerdo
El cerdo aporta la cuarta parte de
la carne consumida en el mundo de la cual se obtiene el lomo o solomillo
(dorso), jamón (pierna), salchichas y butifarras (pecho), embutidos
(pescuezo) y la manteca de cerdo (orejas y lengua). También se cría
para la producción de cuero, jabón, cola, grasas comestibles y
hormonas como la insulina, que puede extraerse de su glándula
pancreática.
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