Amigo, ¿cual es
tu guía?
Es indudable que para nuestra vida necesitamos una guía de parte de Dios.
Amigo ¿cuál es su guía? Para algunas personas su guía es su corazón, para otras
algún sueño, su experiencia, las estrellas, horóscopos o algún hombre, pero quiero
decirle amigo que todo esto para Dios es obsoleto, no sirve (lea Jeremías
17:5-10) Ahora, ¿cual es la guía que Dios dejó al hombre para llegar a el? Juan
4:24 dice que “Dios es espíritu y los que le adoran en espíritu y en verdad es
necesario que adoren”.
Pero preguntémonos ¿qué es en espíritu y que es la verdad? Pues el
versículo 23 dice que Dios busca estos adoradores. La misma pregunta le hizo Pilato a Jesús en Juan 18:38. Dejemos que la Biblia nos
conteste. Juan 17:17 dice: “santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad”.
Concluimos pues que la verdad a la que se refiere es su palabra o sea, el Nuevo
Testamento (lea Hebreos 8:13) Ahora, ¿qué es en espíritu? Gálatas 5:25 dice:
“Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”, entonces,
concluimos que lo que es en espíritu, es lo que el espíritu nos pide en su
palabra. Para practicar la verdad necesitamos venir a la luz (lea Juan 3:21)
que es su palabra. La razón es por que cuando pecamos infringimos su palabra
(1Jn. 3:4) y para no infringir sus normas tenemos que guiarnos con su palabra y
así estaremos seguros que lo que estamos haciendo esta bien. En mateo 28:19-20
el Señor Jesucristo les dijo a sus discípulos qué debían hacer para salvar al
hombre; después de esto añade: “…enséñenles que guarden todas las cosas que les
he mandado” (v.20) ¿dónde están todas esas cosas a las que se refiere el Señor
Jesús en su palabra? En el nuevo testamento, por eso debe ser nuestra única
guía.
2ª pedro 1:21 dice: que la Biblia no fue ocurrencia de hombre alguno sino
que los hombres que escribieron lo hicieron por el Espíritu Santo ya que los
hombres por sí solos se podían equivocar o contradecir, pero al ser el Espíritu
Santo el que los inspiraba no hay fallas ni contradicciones. Además de todo
esto, en ella encontramos todo lo que necesitamos para agradar a Dios. En 2ª
pedro 1:3 dice: “como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad
nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que
nos llamó por su gloria y excelencia”.
Aquí encontramos dos palabras muy interesantes, una de ellas es vida,
esta creo que la entiende; la otra es piedad que viene del griego Eusebia que
quiere decir “cómo ser agradable a Dios” (dicc. de
palabras griegas del N. T. por W.E. Vine). Esto quiere
decir, que si queremos saber cómo llevar nuestra vida en este mundo y cómo
serle agradable a Dios, tenemos su guía, su palabra, ya que nos fue dada
mediante el conocimiento de Cristo. Pues por la palabra de Dios el hombre se
hace completo y preparado para toda buena obra (2ª a Timoteo 3:14-17), ya que
la Escritura es útil para corregir todas las deficiencias del hombre, esto
mismo le dijo Pablo a Tito (Tito 1:5). Hasta aquí hemos visto que Dios nos dejó
todo lo necesario para agradarlo y servirlo en su palabra y por esto no
necesitamos de sueños o de un ángel que nos traiga una nueva enseñanza En
Gálatas 1:8, la Biblia dice: “mas si aún nosotros, o un ángel del cielo os
anunciare un evangelio diferente sea anatema”, Amigo (a), si alguien nos
predica algo que la Biblia no enseñe no tenemos por que obedecerlo y mucho
menos seguir a tal hombre porque ese hombre es maldito pues esto quiere decir
anatema.
Su palabra es nuestra guía por que a través de ella escuchamos la voz de
Dios (Hebreos 1:1-2) sí, si quiere escuchar su voz, tan sólo hay que abrirla y
leerla, ¿se imagina qué privilegio tenemos? Hoy nos habla por su Hijo y por
nadie más; y su palabra es tan segura que no tenemos nada que temer ¿Qué
actitud debemos de tener nosotros hacia ella? Su palabra nos lo dice: “…a la
cual hacéis bien en estar atentos…” (2ª Pedro 1:19) debemos poner toda nuestra
atención sin descuidarnos, “…como una antorcha que alumbra en lugar oscuro,
hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros
corazones” (2 Pedro1:19) Nuestra atención debe estar en ella hasta que Cristo
venga a recoger a sus escogidos como iglesia ya que es nuestra única luz.
¡Confiemos en ella por que a Dios le agrada que respetemos lo que el manda!
PERO, como siempre esta guía tiene normas, son normas que todos debemos
respetar para que funcione en nuestra vida y lo más, importante nos lleve hacia
Dios.
Las normas son: No la puedo interpretar a mi gusto. (2ª Pedro 1:20) Esta
regla a sido ignorada por muchos predicadores que sin
ningún temor se atreven a predicar dando su propia interpretación, ¡cuidado! tu
predicador puede ser uno de ellos. 2ª Pedro 3:16 dice que los inconstantes e
indoctos tuercen las escrituras para su propia perdición, así como hermanos
neófitos que por no estudiar, cuando alguien les hace alguna pregunta de la
Biblia dicen lo que se les ocurre con tal de ganar, sin antes pensar si
realmente lo dice la Biblia. Esto es algo muy serio porque su palabra se merece
todo el respeto. Ya que no podemos hablar algo que no esté ahí pues 1ª Pedro
4:11dice que el que habla, hable conforme a las palabras de Dios antes de
afirmar algo preguntémosle a Dios Isaías 30:1-5 la mayoría de las personas
primero recurren a su experiencia que a la palabra de Dios. Todo lo que
hablemos debe de estar avalado por su palabra y no importa que tenga 30 años en
el cristianismo o sea un maestro muy reconocido ningún hombre tiene el derecho
de meter a la iglesia normas o estatutos que Dios no haya escrito en su
palabra. La tercera norma que Dios dio para respetar su palabra es que no se
nos esta permitido pensar más de lo que está escrito.
En 1ª cor. 4:6 el apóstol Pablo se
pone como ejemplo de que no debemos pensar más de lo que está escrito. Algunas
personas se atreven a decir: -bueno la Biblia dice así, pero yo pienso así y no
creo que haya ningún problema- En una ocasión me quisieron obligar a añadirle o
modificar uno de los mandamientos de Dios y me acordé de este texto y me
desecharon por no querer hacerlo, pero quiero decirles que cuando no apoyamos una
práctica que no proviene de Dios y nos desechan no desechan al hombre sino a
Dios, por eso tengo mi confianza en él pues busco AGRADARLE, porque si todavía
buscara agradar a los hombres no seria siervo de Cristo. ¿Por qué tenemos que
respetar estas normas? Porque es mandamiento de Dios hacerlo (Apocalipsis
22:18-19) y si no lo hacemos Dios traerá destrucción y maldición con las plagas
de el (v. 18) y lo que es más triste, quitara nuestro nombre de el libro de la
vida (v.19) ¿Se puede imaginar amigo en aquel día en que Dios leerá los nombres
de los salvos y no esté ahí por no haber respetado su palabra? Estamos en un
gran peligro al no respetar la guía de Dios ¿acaso sabemos más que Dios? Creo
que no, por eso mi deseo es que se una a los que queremos respetarla; no tarde,
todavía hay tiempo para usted y recuerde que al que sabe hacer lo bueno y no lo
hace, le es pecado (Santiago. 4:17) ¡No
sea partícipe con los falsos ministros!
Javier Barajas