¿A QUÉ SE REFIERE CUANDO DICE “INDIGNAMENTE” 1ª COR. 11:27, 29?

 

         Otro punto importante que se ha mal interpretado, ha sido mal entendido, es, la palabra “...indignamente...” en el versículo 27 de 1ª Cor. 11.  Muchos ministros que enseñan de la Biblia, y aún, predicadores de la iglesia del Señor –¡y qué decir de las denominaciones!-, han enseñado que el apóstol Pablo habla de que si cometiste algún pecado, ya sea durante la semana o, poco antes de participar de la Cena del Señor, no pueden tomar de ella.

 

        Este es el principal error que se ha cometido al no entender la palabra de la cual estamos hablando –indignamente-. Para entender esta palabra debemos examinar los versículos 17, hasta el versículo 33.

 

I.- EXPONIENDO EL CONTEXTO (17-34)

        Debemos entender que lo que trata el apóstol Pablo en toda la carta, son respuestas a una carta que le escribieron y de algunos abusos que ocurrían en la congregación (lea 1ª Cor. 1:11 y 7:1), y al llegar al capítulo 11, versículo 17, en adelante tratará los abusos en cuanto a la Cena del Señor.

V. 17. Se congregaban para lo peor.

Vs. 18, 19. En estos versículos explica a qué se refiere “lo peor” del versículo 17. se hacían divisiones y contiendas entre los corintios, en la reunión.

V. 20. En este versículo muestra que el hacer contiendas y divisiones, no es comer la Cena del Señor.

Vs. 21, 22. Menciona el desorden que se hacía en la reunión cuando iban a participar de la Cena del Señor. Estos versículos son de especial atención; parece que los corintios, cuando hacían su llamados “agapes” –convivencia- se terminaba en disensiones, divisiones, desorden al participar de esa comida, unos se adelantaban, mientras que otros menospreciaban a los que no tenían nada que ofrecer, y haciendo esto, menospreciaban a la iglesia del Señor (v. 22). Por tal motivo les recuerda que le Cena del Señor NO ES UNA COMIDA ORDINARIA –como las de casa-, es decir, la Cena del Señor no es algo que se saborea, que se disfruta, algo que llene el estómago, algo que satisfaga el hambre, pues en esto lo estaban convirtiendo ellos. Ellos no estaban participando de la Cena del Señor correctamente, ellos no pensaban el significado tan grande que tiene el sacrificio de Cristo; y el lugar de pensar en la importancia del sacrificio, del significado que tiene, formaban pleitos y contiendas entre ellos, de esta forma menos preciando la muerte de Cristo. Les recuerda que en la casa en donde deben satisfacer su hambre y no en la reunión.

Vs. 23-26. Les recuerda lo que les ha enseñado sobre la Cena del Señor, la importancia del Sacrificio de Cristo, cómo deben actuar cuando participen de la Cena del Señor. 

 

         En los versículos 24 y 25, encontramos las frases: “...haced esto en memoria de mí.” “...en memoria de mí.”. Es aquí donde el apóstol Pablo les recuerda que el participar de la Cena del Señor, es recordar lo que representan el Jugo de uva y el pan sin levadura, es decir, recordar el cuerpo que fue partido (v. 24), y la sangre que fue derramada para la remisión de nuestros pecados. Es meditar en todo lo que conlleva el sacrificio de Cristo en la cruz, es el recordar que hemos sido libertados de nuestros pecados gracias a su muerte, es recordar que a él poco le importó su vida, con tal de que nosotros fuésemos libres de la perdición en que nos encontrábamos a causa de nuestros pecados (lea. Heb. 12:2, 3, donde se nos habla un poco de lo que sufrió Cristo, aunque aquí el tema principal es el exhortarnos a resistir los problemas, a no dejarnos vencer por ellos, pero en estor versículos nos dice un poco de lo que sufrió Cristo.), de esa vida de de pecados y delitos en la que vivíamos (lea, Efesios 2:1- 12) es recordar que antes, vivíamos si esperanza y sin Dios en el mundo (Ef. 2:12). Pero cuando aceptamos el sacrificio de Cristo, fuimos libres del pecado y tenemos una nueva vida (2ª Cor. 5:17), gracias al sacrificio que hizo Cristo en la cruz, por nosotros. Esto es en lo que debemos estar pensando cuando estemos participando de la Cena del Señor, Pablo nos dice aquí, que la Cena del Señor, es un recordatorio de la muerte de Cristo, que debemos participar de ella, recordando el sacrificio que hizo por nosotros, esto es lo que significan las palabras “...haced esto en memoria de mí.”.

 

        Para entender esto un poco más –que ya debería ser entendido- voy a contar la siguiente anécdota. Se dice que un día estaban en una familia, despidiéndose el papá, de su esposa y sus hijos para salir a trabajar; le dan un beso a su esposa y otro a cada uno de sus hijos y sale hacia el trabajo. Posteriormente, la esposa recordó que, en ese día cumplían un año más de matrimonio y preparó un pastel para compartirlo con su esposo e hijos a la hora de la comida. Después de terminar el pastel, dijo a sus hijos, -sobre el pastel- “lo he preparado con mucho amor para ustedes y su padre”, después salió a comprar lo necesario para preparar la comida de ese día.  A las 4 de la tarde llegó el papá y preguntó a sus hijos por su madre al no verle en casa; a lo que ellos respondieron que había salido desde temprano a comprar las cosas para preparar la comida de ese día...

 

        Pronto dieron las 7 de la noche y sonó el teléfono, era una llamada en la que le comunicaban que su esposa había muerto por atropellamiento, él, pronto colgó el teléfono y corrió a ver el cadáver de su esposa...

        Después regresó a casa triste y cabizbajo por lo sucedido... sus hijos le dijeron que tenían hambre mientras él seguía pensando en lo ocurrido... Sus hijos insistían en que tenían hambre y no había algo que comer, solamente el pastel que su madre había preparado para ellos con mucho amor. El padre, caminando tranquilamente, se aproximó al refrigerador, abrió la puerta, tomo en sus manos el pastel, lo llevó a la mesa, y dijo a sus hijos: “coman esto que fue lo último que su madre preparó con mucho amor para ustedes, pues ella... no regresará más... pero este pastel, es lo último que hizo para nosotros y lo hizo con mucho amor, así que, coman recordando el amor de su madre...

 

        Interesante historia que nos muestra que ellos recordaron ese amor con que preparó el pastel su mamá. De esta manera, el cristino debe recordar el sacrificio de Cristo, mientras participa de la Cena del Señor, debe recordar ese amor tan grande que nos lo mostró al morir en la cruz. Esto es lo que el apóstol Pablo les dice en estos versículos.

 

V. 26. Pablo nos recuerda que cuando participamos de la Cena del Señor, estamos proclamando la muerte de Cristo, estamos anunciando al mundo que Cristo murió para perdonar los pecado a toda la humanidad –para que esto se cumpla hay requisitos que menciona la Biblia- Esto lo muestra por el verbo “...anunciáis...” que también pude traducirse como proclamáis. La llamada “Biblia de estudio, Dios habla hoy, traduce este pasaje de la siguiente manera: De manera que, hasta que venga el Señor, ustedes proclaman su muerte cada vez que comen de este pan y beben de esta copa.

 

V. 27. En los versículos anteriores (23-26) les recordó cómo deben participar de la Cena del Señor –haciéndolo en memoria de Cristo-, esto es importante mencionarlo pues, lo que a continuación explica, es continuación de lo que mencionó antes. “De manera que...”, esta frase está haciendo referencia a los versículos anteriores y a continuación va a explicar lo que viene como consecuencia; otras versiones traducen esta frase de la siguiente manera: “por lo cual, por tanto, por consiguiente”. La palabra griega que se traduce aquí, es la palabra HOSTE ( ]Wste) es una palabra que expresa consecuencia o resultado, y Pablo va, a lo siguiente: “...cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.”. Esta es la consecuencia que explica Pablo. Aquí es donde debemos preguntarnos a qué se refiere la palabra “...indignamente...”. Note que Pablo está hablando de comer y beber los elementos de la Cena del Señor, y la palabra “...indignamente...” se refiere, NO a que uno sea digno de tomar la Cena (como muchos lo han enseñado), sino que, se refiere al comer y beber los elementos de una manera... ¿cuál es esa manera? “...indignamente...”.

 

        La palabra, “indignamente”, es un adverbio que está calificando, o describiendo los verbos comer y beber, de modo que Pablo dice que el que participa indignamente, juicio come y bebe para sí, es decir, hay un juicio para el que participa indignamente. La palabra indignamente es una “Acción reprobable, impropia de las circunstancias del sujeto que las ejecuta” (Enciclopedia Salvat, Tomo 7, Hare-Juss, Salvat Editores, S. A.). Esto Es lo que estaba pasando con los corintios; la acción de participar de la Cena del Señor que ellos hacían, era incorrecta, era una acción reprobable, ¿por qué reprobable? Porque, cuando participaban de los elementos, no “discernían el cuerpo del Señor”, (v. 29). La palabra discernir significa: “Distinguir una cosa de otra, señalando la diferencia que hay entre ellas” (Enciclopedia Salvat, Tomo 4, Con-Dzun, Salvat Editores, S. A.), y, precisamente, este era el problema de los corintios en la Cena del Señor, el NO DISTINGUIR entre la comida ordinaria de las casas o sus “agapes” y la Cena del Señor; el pensar que la Cena del Señor es algo que satisface el estómago, algo que termina con el hambre. Ellos no discernían correctamente, es decir, no pensaban en el sacrificio de Cristo al participar de la Cena, sino en alimentar su estomago y menospreciar a otros (vs. 21 y 22).

 

        Es a esto, a lo que se refiere la palabra “...indignamente...”, y no a si uno es digno de tomar la Cena o no. En cuanto a la palabra indignamente, E. W. Vine, erudito en griego, nos dice lo siguiente: “se usa... de participar indignamente de la Cena del Señor; esto es, tratándola como una comida común, el pan y la copa como cosas comunes, no entrando en la conciencia de su solemne significado simbólico.” (Diccionario Expositivo de palabras del Antiguo y Nuevo Testamento. Editorial Caribe.) (énfasis agregado).

 

V.28. Pablo, dice, lo que debe hacer uno para que no sea culpado del cuerpo y la sangre de Cristo. Debemos, probarnos cada uno, a nosotros mismos. Y después de probarnos, debemos comer y beber de los elementos. La palabra “probar” es la palabra  dokimazeto (dokimaze,tw), del verbo griego, “dokimazo”, que significa: “someter a prueba, probar, examinar, con el fin de decidir. (Dicc. de palabras del A. y N. Testamento, E. W. Vine, Editorial Caribe.) De manera que, Pablo está diciendo que debemos examinarnos con el fin de decidir en cuanto a lo que vamos a hacer en la Cena del Señor.

 

V.29. Repite Pablo, lo que sucede cuando no discernimos el sacrificio de Cristo correctamente, es decir, cuando participamos “...indignamente...” (esto es: no pensando en el sacrificio de Cristo, sino, tomar la Cena del Señor, pensando que satisface el estómago, que es una comida ordinaria, y menospreciar a los demás.) La palabra “juicio” de este versículo es la palabra griega kríma (kri,ma); esta palabra, no significa “condenación”, sino, “materia de juicio, o de acusación”, de modo que, Pablo dice que la persona que no juzga o discierne correctamente, que no hace una distinción correcta de lo que significa, la Cena del Señor, está cometiendo un error muy grande, se está juzgando a sí mismo al NO pensar correctamente sobre la Cena del Señor. En este versículo, Pablo aclara a qué se refiere la palabra indignamente, y es a no discernir correctamente el sacrificio de Cristo. ¡más claro no puede ser!

 

V. 30 El resultado de participar indignamente, es decir, no discerniendo correctamente la Cena del Señor, es inmediato y, al parecer, puede ser en el juicio final, por lo que dice el versículo 27: “...será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.”. Esto apunta al juicio final, por la palabra “será” que está en tiempo futuro. Pero en este versículo (30), hay consecuencias que vienen inmediatamente, cuando uno no participa correctamente de la Cena del Señor, a saber: “muchos enfermos y debilitados... y muchos duermen.”. Por supuesto, que todo lo aquí mencionado, se refiere, no a algo físico, sino espiritual, -interior- que produce efectos físicos. Pablo se refiere a desánimo espiritual a las cosas de Dios, por ejemplo, no asistir a las reuniones, poco estudio de la Biblia, poca oración, poca comunión con Dios y con los hermanos, hasta otros que han dejado de asistir. ¡NO ES GRAVE!

 

V. 31. Pablo dice que si, al participar de la Cena del Señor, estamos pensando en el sacrificio de Cristo y lo que implica, NO NOS PASARÍA LO QUE MENCIONÓ ANTERIORMENTE. Esto es lo que quiere decir aquí.

 

V. 32. En este versículo Pablo dice que si meditamos correctamente, somos “corregidos”, “educados” por el Señor, para no ser condenados con el mundo. En el griego, no se traduce la palabra “castigados” en este versículo, de esa manera, literalmente dice: “educados por el Señor”, (vea la nota que viene en el N. T. Interlineal de Francisco Lacuela, Editorial Caribe.) lo cual nos indica que, cuando participamos de la Cena del Señor correctamente, estamos siendo enseñados por el Señor, -seguimos la enseñanza que dejó- sobre el pensamiento correcto de esta Cena.

 

V. 33. Da una indicación sobre la Cena del Señor, debemos tomarla todos al mismo tiempo. Esto es algo en el cual, la mayoría de las denominaciones y algunas congregaciones de la iglesia del Señor Jesucristo, no toman mucha importancia. He estado en congregaciones donde hacen una fila de hombres y una de mujeres y pasan al frente donde están los elementos de la Cena, y conforme avanzan, van participando y después pasan a su lugar a sentarse mientras esperan que terminen los que faltan de participar. En otras congregaciones donde, conforme pasa el que la está repartiendo, van participando cada uno de los miembros. Pablo dice que todos debemos participar de la Cena del Señor al mismo tiempo, todos debemos comer del pan y beber la copa al mismo tiempo, Cristo tomo primero el pan y lo repartió a sus discípulos y participaron de él primero y luego del jugo de la vid. Esto es lo que debemos hacer nosotros. El participar de la Cena del Señor como uno quiere, sin esperar a otros, es algo incorrecto. En esto también se debe tener cuidado.

 

V. 34. Termina con un mandato –comer ordinariamente en su casa- y, que iba a corregir las demás cosas que le escribieron, cuando él fuera personalmente.

 

CONCLUCIÓN:

¿A qué se refiere la palabra: “...indignamente...”? Es claro, por lo demostrado anteriormente, que se refiere al participar con un pensamiento ajeno a lo que implica sacrificio de Cristo, y no, a que i somos dignos o no, de participar de la Cena del Señor, o que si hemos cometido algún pecado en la semana. Participemos de la Cena del Señor, pensando en el sacrificio tan grande y precioso que hizo Jesucristo por usted y por mí, y por todo el mundo, al morir en la cruz por nuestros pecados y brindarnos una nueva forma de vivir y la vida eterna.

 

 

Omar Barajas

 

 

 

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