Hugo Lindo Olivares vino al mundo el día 13 de octubre de 1917, en el puerto de La Unión, (El Salvador), en el seno de una familia humilde, con escasos recursos económicos, pero con buena visión para dar a sus hijos, dentro de sus posibilidades, la mejor educación, en el sentido de potenciar las cualidades personales
"Mis padres hicieron algo importante; colocarme en colegios donde mis inclinaciones fueran estimuladas paulatinamente. Estos esfuerzos los reconozco y los agradezco profundamente" |
Hizo
sus estudios de bachillerato en el Colegio García Flamenco, en San Salvador.
Posteriormente cursó estudios de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de
la Universidad de El Salvador. Interrumpió durante una temporada los
estudios, porque realizó un viaje a Chile. Este viaje le amplió
mucho los horizontes.
"Naturalmente que todo aquello amplió
mi mundo. Antes de marcharme, mi mundo era el San Salvador de entonces, que
no era ni la décima parte de lo que el San Salvador de hoy. Fui una especie
de niño aldeano que se deslumbró al ver un almacén de cinco
pisos. Yo no tenía idea de que pudiera existir una cosa de esas. Un niño
que asistió al teatro, que fue a exposiciones, que oyó conversaciones
y conferencias de gran cultura. Esto tiene que haber determinado un impulso
en mi propia creación porque, al mismo tiempo, era un enriquecimiento
de mi vida espiritual"
Regresó
a El Salvador, y reanudó su carrera universitaria, doctorándose.
Su tesis doctoral, "El divorcio en El Salvador" fue merecedora
de una medalla de oro. |
En
1947, en una misión diplomática, le tocó viajar a Corea,
donde entró en contacto con una cultura totalmente diferente a la
occidental, apreciando otras formas de enfocar la vida. "Asistí a una boda chintoísta, conocí varios templos budistas, estuve en una especie de seminario de budismo -viendo nada más- en Japón... y todas estas experiencias fueron como un fórceps que amplió y ensanchó aquella visión del mundo, que ya no era tan pacata y constreñida como había sido antes de salir." Desde entonces, la práctica de la meditación, la búsqueda del Absoluto a base de introspección fueron prácticas habituales a lo largo de su vida |
Entre
1948 y 49 desempeñó diversos cargos públicos en El Salvador,
entre ellos el de asesor jurídico del Ministerio de Justicia. El año
1951 fue nombrado síndico municipal, para el que fue posteriormente elegido.
A finales del siguiente año fue enviado
nuevamente a Chile, como Encargado de Negocios primero, y luego como Embajador,
hasta 1959. Solicitó entonces un destino más próximo a
El Salvador, por razones personales; así que le destinan, como embajador,
a la sede en Bogotá, Colombia, donde permanece hasta finales del año
60, regresando a El Salvador.
En 1961 fue Ministro
de Educación, y luego trabajó activamente por la integración
centroamericana en el ámbito cultural, como director del departamento
de asuntos culturales y educativos de la Organización de Estados
Centro Americanos. (ODECA) A mediados del año 1969 cumple uno de sus sueños: viajar a Europa. Le destinan como embajador ante España, donde establece grandes amistades con escritores de renombre, como Dámaso Alonso, Gerardo Diego, José García Nieto y Carlos Murciano, entre otros. Permanece en la "madre patria" hasta 1972, año de su regreso definitivo. |
Abrió
en San Salvador la librería y galería Altamar, donde aparte
de ganarse honradamente la vida, podía leer abundantemente, y organizar
tertulias varias. Las circunstancias económicas del país
se fueron deteriorando lentamente, hasta que llegó el momento de
cerrar Altamar. |
En
cuanto a su vida privada, tuvo la gran suerte que la mujer de quien se
enamoró, Doña Carmen Fuentes de Lindo, mujer culta, de gran
tranquilidad y gran saber estar, fue su musa y compañera. |
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