Iván Zavala
La encuesta engañosa del rector

La publicación de una encuesta realizada para el rector de la UNAM por una empresa anónima muestra que Francisco Barnés persiste en hacer aprobar los aumentos de cuotas por medio de estudios carentes de credibilidad, del engaño y de la manipulación dolosa de datos.

Esa encuesta no es creíble porque no representa la población a que se refiere, excluye a los mexicanos que viven fuera del Distrito Federal, incurre en confusiones, comete graves faltas de ética y omite informaciones indispensables.

1.- Excluye a los pobres

El cuadro que sigue muestra claramente que las personas más pobres fueron excluidas del estudio en que Barnés pretende fundamentar el aumento de las cuotas. Entre las personas entrevistadas no hubo ninguna con ingresos nulos o menores a 2 salarios mínimos en el Distrito Federal (2,067 pesos), en donde ellas son la mayoría. Según el último Censo General de Población y Vivienda, 60 por ciento de quienes trabajaban en 1990 eran los más pobres. Esta situación no cambió gran cosa en los siete años que siguieron al censo, y nada sugiere que haya cambiado ahora. 65.4 por ciento de la población ocupada no recibió ingresos o éstos alcanzaron hasta 2 salarios mínimos, según la Encuesta Nacional de Empleo que la Secretaría del Trabajo realizó en 1997. Este error es gravísimo no sólo por la gran cantidad de gente excluida de la encuesta, sino porque confirma lo que viene sucediendo desde el anuncio del aumento de cuotas: el rector parece no tener la menor idea de lo que significan ciertos números cruciales.

He probado en otros textos que el rector desconoce, entre otras cosas, cómo se calcula el costo real por alumno, cuánto gasta realmente un estudiante para concluir una carrera, cómo se determina el nivel de pobreza, y cómo se financia la educación superior en las sociedades solidarias.

Ahora estamos ante un caso todavía más grave: pretende probar que la mayoría de los capitalinos aprueban el aumento de cuotas excluyendo de su muestra precisamente a quienes serían los más afectados, es decir los más pobres.

La representatividad de los otros tres "niveles socioeconómicos" es imposible de verificar porque no tienen equivalentes en los censos ni en las encuestas nacionales de empleo. Unos y otras usan los siguientes rangos de nivel de ingreso, partir de dos salarios mínimos: de 2.1 a 3, de 3.1 a 5, de 5.1 a 10, mas de 10 y No Especificado. De estos rangos, los que se acercarían a los tres últimos "niveles socioeconómicos" de la encuesta del rector serían, ya que el salario mínimo mensual en el Distrito Federal es de $1,033, los siguientes: de 2 a 6 salarios mínimos, de 7 a 21, y de 21 en adelante. Ninguno de estos rangos existen en los censos ni en las encuestas de empleo de la STPS. No hay manera, por lo tanto, de verificar que los rangos de la encuesta representan a los rangos de la población.

Las cifras para la muestra están tomadas del documento titulado Universidad Nacional Autónoma de México, Estudios de Opinión, aparecido el domingo 7 en planas enteras de los diarios de la ciudad de México. Los datos para el salario mínimo están tomados del XI Censo General de Población y Vivienda, INEGI, 1990, cuadro 18, Población de 18 años y más por entidad y grados aprobados en el nivel superior, datos para el Distrito Federal. La Encuesta Nacional de Empleo para 1997, realizada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, arrojó resultados, para el país similares a los del INEGI para el Distrito Federal. Según ese estudio (cuadro 14A), 65.4 por ciento de la población ocupada tenía ingresos nulos o menores a dos salarios mínimos. Yo tomo este cuadro del sitio en Internet de esa secretaría.

2.- Excluye a provincianos, incluso los cercanos

La encuesta del rector excluye, además, a las personas que intentarán ingresar a la UNAM en agosto, es decir a quienes viven fuera del Distrito Federal, incluyendo a quienes habitan en la zona metropolitana. La N de la UNAM significa "nacional"; por eso está subsidiada por el gobierno federal. El rector sabe que una gran parte de los aspirantes han procedido y seguirán procediendo de provincia, pero no parece importarle mucho conocer su opinión sobre una medida que los afectará.

3.- Confusiones y falta de ética

El costoso documento de la UNAM es confuso sobre cuestiones esenciales en cualquier estudio de opinión. Por ejemplo, dice que "la UNAM aplicó una encuesta a la población abierta del Distrito Federal". No existen "poblaciones abiertas" ni en demografía ni en sociología. Las ciudades cerradas acabaron desde que se empezaron a construir ciudades sin murallas, muchísimos años antes que se hicieran encuestas. También es confusa la referencia a la "técnica" de las entrevistas, llamadas "cara a cara".

Si quieren decir que las entrevistas tuvieron lugar en los domicilios, pudieron haber dicho sencillamente que fueron entrevistas domiciliarias. Si quieren decir que fueron en la calle, que es la mejor forma de cometer errores, pudieron haberlo dicho así.

Además, se cometió un grave error técnico y ético al entregar a los entrevistados, en el momento de aplicarles el cuestionario, un folleto informativo sobre las cuotas elaborado por las propias autoridades de la UNAM. Esto es una impúdica presión manipuladora, que ignora una de las reglas básicas en los estudios de opinión pública: el respeto a las personas entrevistadas.

4.- Las omisiones

Hay muchas omisiones en el estudio del rector. Señalo ahora sólo algunas. Falta una información elemental, sin la cual el estudio ni siquiera merece ser tomado en cuenta: la empresa o institución que realizó la encuesta. No explicitan cifras indispensables en cualquier informe estadístico basado en muestras, como el nivel de significación y el nivel e intervalos de confianza. Sólo dan los porcentajes sobre nueve preguntas omitiendo sin explicación alguna las otras 22, que contienen datos que podrían ser muy útiles para evaluar el estudio, como los "datos generales del entrevistado", preguntas sobre "cuestio- nes generales de la Universidad", dos omitidas sobre las cuotas, y, muy especialmente, las seis preguntas dedicadas "a explorar razonamientos de las respuestas a las preguntas anteriores", es decir, a las once que se refieren a las cuotas.

tacuestas de empleo de la STPS. No hay manera, por lo tanto, de verificar que los rangos de la encuesta representan los rangos de la población.

Comparación entre la Muestra y la Población Por Niveles de ingreso, en Salarios Mínimos del Distrito

Niveles de Ingreso Muestra INEGI, STPS Diferencia
Hasta 2 Salarios Minimos 0% 60% -60%
2,000/6,500 50% inverificable inverificable
6,500/21,999 33% inverificable inverificable
22,000+ 17% inverificable inverificable

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