Ciudad Universitaria, 23 de marzo de 2000.

CONSEJO GENERAL DE HUELGA

BOLETÍN DE PRENSA

I. Pegan y ya no pueden esconder la mano.
Luego del desalojo militar y el encarcelamiento, las autoridades universitarias pretendieron ocultar la lucha del CGH con un velo de supuesta normalidad en la UNAM; por muy poco tiempo pudieron mantener su mentira. Cada día, con infinidad de acciones locales y generales en la Universidad, el CGH hace girones ese velo y muestra ante toda la población lo que las autoridades pretenden ocultar: que el movimiento estudiantil sigue vivo, en pie de lucha, porque nada ha sido resuelto, ninguna de nuestras demandas se ha solucionado.
Las autoridades universitarias se ven obligadas, en su afán por aplastar al CGH, a utilizar abiertamente todo su aparato de espionaje y represión, ese que como parte de su pliego petitorio, el CGH exige que sea desmantelado, y cuya existencia han negado siempre las autoridades.
¿A quién engañan ya las autoridades en la UNAM cuando a cada golpe que lanza su aparato represor contra los estudiantes, declaran que dicho aparato no existe?
Las absurdas declaraciones de la rectoría diciendo que sus gorilas "repelieron una agresión de parte de integrantes del CGH" en la Facultad de Ciencias, cuando a la una de la mañana fueron a cumplir la orden de derribar los muros que cerraban la dirección, es ridícula. ¿Por qué fueron a la una de la mañana (en realidad a las 12)? ¿100 de sus gorilas tuvieron que repeler la agresión de 5 estudiantes, entre ellos una mujer?
O las necedades que declara, como es su costumbre, Serrano Migallón: "respecto a los porros, que yo sepa no los hay y nunca he percibido algo que pudiera asemejarse a un cuerpo de porros", pues mírese en el espejo señor Migallón; mire en su oficina donde pululan los "Tabasqueño", los Luis Javier Guerrero Guerra (el petardista) , los Lourdes Ojeda, los Mao Sánchez (y su suplente Gustavo), algunos de ellos armados, sólo esperando sus órdenes para entrar en acción contra los estudiantes, son esos que aunque Soto Flores reconozca que los mandó a romper vidrios y a quemar bancas, no son castigados, ni un acta, ni una sanción se levanta en su contra, a los que usted no les aplica su mentado estado de derecho; mire también en su planta docente a los Burgoa y Carrancá. No se haga tonto. Mire las acciones contra los porros, mire la marcha interna de ayer en el CCH Azcapotzalco para protestar contra las agresiones perpretadas por grupos porriles y para responsabilizar a las autoridades.

Por cierto, allí en Derecho, el subdirector de la antes "Protección a la Comunidad", Antonio Delgado, ese que iba al frente de los 100 golpeadores que llegaron a Ciencias, y que él personalmente golpeó a uno de nuestros compañeros, ayerfue también a agredir, a golpear estudiantes durante su toma de posesión, esa que usted dice que fue "tranquila , con incidentes que no son habituales pero que no pasaron a mayores". No vaya a creer usted, señor Migallón que a alguien se le hubiera ocurrido que salió apresuradamente del auditorio por el repudio a su persona en la facultad, para todo el mundo es claro que comenzó con veinte minutos de anticipación por cortesía extrema con los asistentes, y que no corrió, que sólo apretó el paso. Ja!

II. ¿Son errores, línea o mala leche?

Esto va por los encabezados, fotos y las notas al pie, y los artículos de los periódicos, que nada tienen que ver unos con otros, salvo contadas ocasiones. Los encabezados, distorsionan la información, las fotos y los pies de las mismas no corresponden a los hechos y las notas son, cuando no incompletas, profundamente confusas. Hoy, en la página 16 del Milenio, el pie de foto de uno de nuestros compañeros de Ciencias que fue golpeado, dice "En la Facultad de Medicina, los integrantes del CGH sacaron al personal de la dirección que en esos momentos laboraba, no sin antes llegar a los jalones, empujones y algunos golpes contra los antiparistas que pretendían impedir el desalojo."

III. ¿De que se trata, Sergio Zermeño?

Incrustado en un artículo que habla de la necesidad y conveniencia de liberar a nuestros compañeros que no son un peligro social, toda vez que el CGH "ya está derrotado" y sólo provoca "lástima social", un párrafo salta a la vista como un pegote totalmente fuera de lugar ¿qué tienen que ver los morteros encontrados cerca de instalaciones militares con el CGH, señor Zermeño? ¿Qué atestiguan los morteros, al respecto de que mantengan en prisión a nuestros compañeros y nos sigan reprimiendo? ¿Qué está usted sugiriendo señor? Todo mundo es testigo, usted incluido, de que la lucha del CGH es en el terreno político, es una lucha estudiantil, pacífica. Su irresponsabilidad es enorme al manejar insinuaciones de ese tipo, peor aún en un momento como éste en que el aniquilamiento del CGH está en la mira del gobierno. Por lo demás, a usted y todos los que por sus comentarios se vean confundidos, cabe aclararles que nuestro movimiento ni está acabado ni está derrotado. Falso y ridículo es que cause lástima social. Es cierto que nos dieron un duro golpe, como a cualquiera se lo daría el ejército, deteniendo a cerca de 1000 compañeros nuestros. Y ante eso, lo que ha venido sucediendo, es una reorganización paulatina de este movimiento, una reorganización que se da a todos los niveles, desde la discusión en los salones, los actos de protesta, de repudio a ese proyecto de universidad que las autoridades quieren imponer, hasta las acciones contra la autoridad, como la toma de rectoría. No son acciones fugaces, ni simbólicas, ni sin fuerza; al contrario, tal es su fuerza, que no sólo establecen ante todo el mundo que en esta universidad no hay normalidad, que no la habrá mientras no haya solución, mientras no liberen a nuestros compañeros, causando la ira de las autoridades, a quienes no les queda de otra que reconocerlo, sino que ante ellas, a esa autoridad que pregonaba diálogo, no le ha quedado de otra, que mandar a su aparato policíaco y represor a intimidar, amenazar y golpear salvajemente a los estudiantes. Esa "mayoría estudiantil con distinta apariencia que no los confronta, que baja la vista o la desvía para no ofenderlos más, para no hacer escarnio de su derrota" a la que usted se refiere, es más bien aquella que discute en los salones, la que no está de acuerdo con la normalidad, y para la que el único que puede hacerle frente a las autoridades es el CGH, son los estudiantes que lejos de sentir lástima, respetan al CGH, y que si bien no asumen sus acciones como propias, sí discuten sus planteamientos, sí saben que no hay normalidad posible. Y lo mismo que ante esos estudiantes, lo que el CGH impone ante la población, con su lucha no sólo por la libertad de los universitarios presos, sino por la solución a sus demandas, más, mucho más que lástima, es respeto. Ese respeto que otros, como los directores o juristas eméritos, rectores, abogados generales, algunos articulistas y televisoras, han perdido ante todos.

Comisión de prensa y Propaganda
Consejo General de Huelga-UNAM

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