Ciudad Universitaria, 19 de marzo de 2000.
CONSEJO GENERAL DE HUELGA
Boletín de Prensa
I. Mas represión sobre el movimiento y no pueden.
Las autoridades de la UNAM no han entendido que sus amenazas no nos van a doblegar, las nuevas órdenes de aprehensión contra compañeros es solo una muestra más de la intransigencia de las autoridades. Les repetimos y repetiremos hasta el cansancio, el conflicto se terminará cuando solucionen nuestras demandas y liberen a nuestros compañeros presos.
Como respuesta a la Jornada Nacional, acordada con el Consejo Nacional de Lucha, el CGH cerró las direcciones en 18 escuelas y facultades, en 3 más el cierre fue impedido con violencia por grupos de porros y policías vestidos de civil; en una facultad la dirección fue cerrada por el propio director ante la amenaza del CGH y en 10 planteles más se realizaron mítines y actos de repúdio a la autoridad. Es decir que 32 escuelas emprendieron acciones en respuesta a la convocatoria del CGH.
Y todavía anteayer, el secretario general de la UNAM: "no quisiera adelantar vísperas de situaciones que no sabemos, pero lo que estamos viendo es que en términos generales hay una normalización de las actividades". Las autoridades universitarias pretenden tapar el sol con un dedo, NO EXISTE NORMALIDAD EN LA UNAM, lo que estamos viendo es el resultado de su ineptitud, porque en lugar de resolver, a través del diálogo con el CGH, el conflicto en la UNAM, optaron por acatar a pie juntillas el plan de Zedillo con el que pretendían derrotar al CGH. No quisiéramos decirlo, pero se los advertimos, muchas veces les dijimos que la represión no era una salida para el conflicto, que al contrario sólo lo agravaría; pero como es su costumbre no nos escucharon, no nos han escuchado nunca, es como hablarle a la pared que hoy cierra la dirección de Ciencias.
Las autoridades universitarias están desquiciadas, no hay escuela donde los directores no sean impugnados sin respeto alguno por los estudiantes indignados; no hay acto, ceremonia o foro al que asistan los altos funcionarios de la UNAM, que no tengan que abandonar corriendo o hasta huyendo por las coladeras, ante la incontenible presión estudiantil; el rector, Inepto de la Fuente, cobarde como es, permanece escondido tras los muros de su torre, luego de su último intento de aparición pública ante la comunidad universitaria en que tuvo que salir literalmente corriendo de la Facultad de Contaduría; lo mismo le ha ocurrido a José Narro, a Enrique del Val y a Máximo Carvajal, entre otros.
El lenguaje severo y hasta los gritos de directores y funcionarios, ya no intimidan; sus hipócritas discursos conciliadores y de supuesta colaboración a la liberación de nuestros compañeros presos, ya no engañan, todos sabemos bien como, son ellos quienes los mandaron encarcelar y hacen todas las gestiones para que algunos permanezcan tras las rejas; sus airadas amenazas de sanciones y sus actas ante el Tribunal Universitario y la PGR, ya no generan miedo; sus chantajes mafiosos de pretender intercambiar libertad de presos por desmovilización estudiantil, son rechazados de tajo; sus intentos de soborno ofreciendo espacios, recursos y dinero, no compran el silencio; sus vigilantes y patrullas de Auxilio UNAM, no infunden temor y en más de una ocasión han tenido que abandonar las escuelas perseguidos por los estudiantes, cansados de su hostigamiento; sus cámaras ocultas, sus guaruras y agentes de gobernaciónson descubiertos, burlados y desactivados por un movimiento estudiantil cuyo desacato a la autoridad es ya patente.
Llevan más de un mes declarando, prácticamente completa, "normalidad en la UNAM" con sólo algunos minúsculos brotes de inconformidad, y ahora resulta que para controlarlos requieren la presencia permanente del ejército pintado de gris, en las instalaciones universitarias. ¿Qué normalidad será esa que requiere el resguardo militar?.
Con su declaración, las autoridades no hacen sino revelar su miedo a la lucha del movimiento estudiantil.
La firmeza de los estudiantes, su convicción de seguir la lucha hasta alcanzar la solución, su entereza, su desacato a la autoridad, su rebeldía, no ha podido ser controlada con nada; ni las campañas de desprestigio en los medios, ni los denuestos de eméritos e intelectuales, ni sus negociaciones espurias, ni sus plebiscitos, ni las amenazas presidenciales, ni las actas y sanciones internas, ni los porros y guaruras, ni los secuestros, ni las violaciones, ni las golpizas de granaderos, ni las órdenes de aprehensión, ni el desalojo militar, ni la cárcel, nada ha podido doblegar al CGH.
Con sus torpes declaraciones, las autoridades no hacen sino revelar el tipo de régimen que el gobierno pretende imponer en la Universidad y en el país. Ante toda manifestación de inconformidad con sus planes, ante cada movimiento social que se oponga a sus mandatos, la represión es la respuesta, la política del terror se aplica de inmediato y si eso no es suficiente, entonces sitio militar, como a los zapatistas. El ejército sitiando las universidades, es uno de los rasgos característicos de una dictadura, eso es lo que hizo Pinochet en Chile. El gobierno y las autoridades universitarias parecen estar dispuestas a todo para imponer y hacer valer su política neoliberal en el país, a lo que están ya más que comprometidos con los organismos financieros internacionales. Alertamos a todos aquellos dispuestos a contraponerse al proyecto neoliberal del gobierno, a los universitarios de todo el país, a las organizaciones sociales, a los trabajadores, a los compañeros electricistas, debemos cerrar filas para detener la escalada represiva del gobierno.
¡Pues escúchenlo bien!, Zedillo, Labastida e Inepto De la Fuente, no nos amedrentan, esta lucha no termina hasta la solución de nuestras demandas. Lo que ustedes se proponen significa una enorme provocación a los universitarios y una franca declaración de guerra contra la autonomía, contra la libertad de expresión, contra el significado mismo de la Universidad; aténganse entonces a las consecuencias y luego no se den "baños de pureza". Antes advertimos con tiempo, que sus reformas eran una provocación que generarían un conflicto mayúsculo en la UNAM, ahora advertimos que sitiar con el ejercito a la UNAM, con la peregrina idea de acabar con ese conflicto que ustedes generaron y han sido incapaces de resolver, no es más que otra enorme provocación; no "chillen" después si la respuesta del movimiento estudiantil se pone a la altura de la situación. Piensen muy bien lo que van a hacer, midan bien las consecuencias de sus actos.
En su desesperación, las autoridades universitarias se aprestan a cometer un nuevo error, que se sumará a su larga cadena de torpezas que complican cada vez más el conflicto universitario. El priísta José Narro prepara ya el Congreso de las autoridades, que según declara, pretenden realizar a más tardar en octubre. Piensan las autoridades, que podrán echar a andar una caricatura de congreso bajo su absoluto control, repartiendo sustanciosos huesos entre los investigadores y académicos del PRD con quienes lo pactaron y quienes actuaron como sus cómplices en todas sus maniobras por derrotar al CGH, incluso en la implementación del plebiscito, a sabiendas de que era el preámbulo de la represión. Ya han sido premiados por la rectoría los "favores" de Rosaura Ruíz y René Drucker, otros más recibirán su hueso. Piensan las autoridades que lograrán realizar su caricatura de congreso, sobornando a los profesores con la oferta de que tendrán elmayor porcentaje de representación en él. ¿Qué saben las autoridades de la dignidad? La mayoría de los profesores de la UNAM, no se prestarán a participar en un Congreso amañado, sin la participación de los estudiantes del CGH que con su lucha lograron abrir la posibilidad de su realización; menos aún, en un congreso amañado en el que las autoridades pretenden imponer todo su plan neoliberal para la UNAM, plan contra el que el CGH ha desarrollado y sigue sosteniendo su más firme lucha.
Olvídelo señor Inepto de la Fuente, olvídelo señor priísta José Narro, no habrá ningún Congreso con nuestros compañeros en la cárcel, no habrá ningún Congreso cuyos términos no hayan sido pactados con el CGH. Olvídenlo señores, el Consejo General de Huelga no les va a permitir realizar su simulacro de congreso, lo vamos a boicotear.
El conflicto en la Universidad cumpe 11 meses, la lucha del CGH sigue firme, la razón es que NADA ESTÁ RESUELTO. Exigimos gratuidad en la UNAM y se siguen cobrando cuotas algunas ilegales y cuantiosas, otras simbólicas funcionando como el resquicio por donde reintentar su incremento. Exigimos reconocimiento a las calificaciones que la propia UNAM otorga a sus estudiantes, es decir restablecimiento del pase automático, exigimos respeto a la elección de carrera de los estudiantes, exigimos que se permita a los estudiantes que más trabajo les cuesta estudiar, terminar su carrera a través de exámenes extraordinarios, lo que significa eliminar el límite de tiempo a la permanencia, en resumen, exigimos que las autoridades den marcha atrás en sus reformas del 97 con las que serán expulsados de la UNAM 2 de cada 3 estudiantes de cada generación, es decir con las que se cierran las puertas de la Universidad, de ahora en adelante, al sector de estudiantes de escasos recursos, a los de abajo; sin embargo las reformas del 97 siguen en pie. Exigimos el respeto a la autonomía universitaria, el respeto a la libertad de cátedra, es decir, exigimos la desvinculación de la UNAM con el Ceneval, y las autoridades universitarias responden con una burla ofreciendo aplicar ellas mismas el examen del Ceneval. Exigimos la realización de un Congreso realmente democrático y resolutivo, cuyos términos sean pactados con el CGH, donde toda la comunidad universitaria pueda decidir el futuro de la Universidad, y las autoridades responden con la oferta de un congreso bajo su absoluto control en el que pretenden desmembrar a la UNAM, en el que pretenden reimponer las cuotas, en el que pretenden imponer todo su proyecto neoliberal para la Universidad. Exigimos la desaparición de la policía política que espía y reprime a los universitarios, exigimos la eliminación de todas las actas universitarias y judiciales contra los participantes en el movimiento, y las autoridades no sólo sostienen su policía política sino que la refuerzan, amenazan con crear otra policía especial armada con equipo disuasivo, inundan las instalaciones universitarias con agentes de gobernación y policías judiciales vestidos de civil, instalan nuevas cámaras ocultas para el espionaje y pretenden establecer el estado de sitio en al UNAM con la presencia permanente de la PFP en sus instalaciones; no sólo no han retirado todas las actas, sino que cada día, ante cada acción del CGH, levantan nuevas actas y se giran nuevas órdenes de aprehensión. Exigimos el corrimiento del calendario escolar tantos días como de éste se invirtieron en la huelga, para garantizar que todos los estudiantes de la Universidad pudieran concluir sus estudios en sus instalaciones y con todo el rigor académico de la UNAM, y por lo tanto anular el más grande fraude académico en toda la historia universitaria, y las autoridades no sólo mantienen el reconocimiento a su fraude extramuros sino que han organizado otro fraude, esta vez intramuros, en un supuesto periodo de recuperación, encimando semestres, compactando en dos semanas lo que requería seis, eliminando temas de los programas de estudio, etc.. Exigimos la libertad inmediata e incondicional de absolutamente todos nuestros compañeros presos y aun siguen encarcelados casi un centenar de nuestros compañeros y la mayoría de los que han logrado su libertad aún se encuentran bajo proceso penal habiendo tenido que pagar cuantiosas sumas de dinero para obtener la libertad provisional. NADA ESTÁ RESUELTO, SON SIETE LOS PUNTOS DE NUESTRO PLIEGO PETITORIO Y NI UNO SOLO DE ELLOS HA SIDO RESUELTO. Y por eso la lucha sigue, el CGH no permitirá que se instale la "normalidad" en la UNAM hasta alcanzar la solución.
Plan de acción
Comisión de prensa CGH