Ciudad Universitaria, 4 de septiembre de 2000.

Boletín de Prensa

Consejo General de Huelga


A LOS ESTUDIANTES, PROFESORES Y TRABAJADORES DE LA UNAM:

Compañeros, el 6 de febrero, los militares pintados de gris, enviados por Zedillo y De la Fuente, irrumpieron de madrugada en el auditorio Che Guevara donde sesionaba el pleno de nuestro Consejo General de Huelga. De ahí, nos sacaron para encarcelarnos.

Pensaron que eso bastaría para doblegar la firmeza y dignidad de los estudiantes. Que sería suficiente para aplastar al CGH. Creyeron que castigándonos por atrevernos a luchar, en defensa de la educación pública y gratuita para todos, los estudiantes quedaríamos paralizados por el miedo, dejándoles libre el camino para avanzar con sus imposiciones. Se equivocaron.

Desde ese 6 de febrero, la Rectoría mantiene en su poder el Che Guevara, como un botín de guerra arrebatado a los estudiantes por la PFP. Desde ese día ha impedido el acceso de los universitarios a su auditorio, usando métodos cada vez más burdos, luego de cada intento del CGH por reabrirlo, llegando al extremo inaudito de lapidar sus puertas con gruesas planchas de acero. Desde ese día se ha dedicado a destruirlo, a desmantelarlo, a intentar por todos los medios borrar toda huella de la huelga estudiantil. En vano lo hace, el Che Guevara está empapado hasta sus cimientos de las mejores páginas de la historia y presente del movimiento estudiantil y no hay manera de arrancárselas.

El Che Guevara no es uno más de los auditorios de nuestra universidad, no es solamente el más grande e importante auditorio de la UNAM. El Che Guevara tiene una larguísima historia como sede principal, de los órganos democráticos de dirección, que se ha dado el movimiento estudiantil durante las innumerables y decisivas luchas que ha tenido que dar, por décadas, para defender el derecho a la educación, en contra de las autoridades y el gobierno en turno.

Impedir que en un auditorio como el Che Guevara, se lleven a cabo las actividades para las que fue creado: el debate, la reflexión, el diálogo, la cultura, el arte; lapidar un espacio creado para la libre reunión, deliberación y organización de las personas, es un rasgo propio de los regímenes totalitarios.

Desde hace algunas semanas, el CGH tomó la decisión de recuperar el Che Guevara. Obligado por esta presión, el 29 de agosto De la Fuente retiró la plancha de acero y contrató empresas privadas para, supuestamente, reconstruir lo que destruyó. Y, el 1 de septiembre, en rueda de prensa citada de urgencia, el director de Filosofía, dio a conocer una agenda de actividades, hecha al vapor, que según dice se desarrollará en el Che a partir de octubre y además le adjudicó a los compañeros del Cleta la intención de recuperar el auditorio, cuando sabe perfectamente que es una decisión del CGH.

El jueves pasado, De la Fuente declaró a los medios, que no se impedirá el acceso al Che Guevara, le faltó agregar que sus inclinaciones fascistas han tenido que conformarse con impedir el acceso durante 6 meses, con borrar hasta el último vestigio de los murales realizados por artistas universitarios durante la huelga, con desmantelar, hasta dejar sólo el cascarón vacío del auditorio.

Se le olvidó agregar que gustoso lo mantendría aún lapidado con la plancha de acero ocurrencia propia de los fascistas como él-, si no fuera porque el CGH decidió retomarlo.

Se le olvidó decir que no impedirá el acceso al Che Guevara, por la simple y sencilla razón de que no puede impedirlo. ¿Cómo podría impedir el acceso de los universitarios a su auditorio, una vez que estos se han decidido a retomarlo? ¿Qué es lo que podría poner enfrente, que el movimiento estudiantil no hiciera a un lado? NADA. No puede impedirlo.

Una vez más queda de manifiesto la singular situación que por el momento se vive en la Universidad. La enorme fuerza que logró desplegar el movimiento estudiantil, la tremenda resistencia ante todos los ataques de las autoridades universitarias y el gobierno, la indoblegable firmeza con que soportó la represión militar y la cárcel, ha generado una correlación de fuerzas tal que le permite hacer retroceder a las autoridades, incluso en las condiciones actuales en que la participación estudiantil activa ha descendido, por el momento.

Al contrario de la imagen que pretenden dar a través de los medios de comunicación, las autoridades universitarias saben perfectamente que el CGH sigue vivo; saben perfectamente bien que las decenas de miles de estudiantes que estallaron y sostuvieron la huelga, siguen aquí, consientes de que sus demandas no han sido resueltas, decididos a no permitir más que un puñado de funcionarios sigan haciendo lo que les dé la gana, en contra de los intereses de la comunidad universitaria. Las autoridades tienen miedo a la respuesta del movimiento estudiantil.

Así ha quedado de manifiesto, incluso en conflictos locales que se han desarrollado en las últimas semanas en escuelas y facultades. Ante las manifestaciones de repudio de los estudiantes, las autoridades ya retiraron los torniquetes con que pretendían controlar el acceso al CCH Vallejo; en CCH Sur, Azcapo y Naucalpan ni siquiera los han podido instalar porque los estudiantes mantienen bloqueadas las obras, en Oriente ni lo intentaron. En Facultades como Economía y Ciencias, ante la presión estudiantil, las autoridades tuvieron que renunciar a su pretensión de imponer mini semestres de doce o trece semanas.

Es evidente la enorme debilidad de las autoridades, su profundo aislamiento con respecto a la comunidad universitaria. De la Fuente y sus funcionarios son tan sólo un puñado y están solos, nadie en la universidad los respalda y ahora, además, no han logrado restablecer con claridad todo el respaldo del nuevo gobierno federal. Las autoridades universitarias se encuentran debilitadas, es por eso que De la Fuente ha montado una costosa campaña propagandística en los medios de comunicación, por eso se dedica a hacer declaraciones en defensa de la autonomía y de la educación pública, exigiendo mayor presupuesto, dejando entrever que la matrícula en la UNAM podría ser incrementada, ofreciendo a los profesores pasar los estímulos directo a su salario-base, prometiendo a los trabajadores que la revisión contractual será ventajosa para ellos.

¡Ninguna confianza en las autoridades! Lo que De la Fuente intenta, desesperadamente, es "comprar" apoyo y trata de "desactivar" toda protesta, toda organización y movilización. En estos momentos, necesita, como el aire, conseguir el respaldo de los universitarios, una base de apoyo a su rectorado que le dé la fuerza para negociar su coto de poder en la UNAM con Fox "el empresario". Además las autoridades universitarias están obligadas a mantener la aparente "normalidad" que nuevamente han decretado, no quieren que las manifestaciones del conflicto que vive la UNAM empañen la transición de "terciopelo" del nuevo gobierno.

Todos los estudiantes, profesores y trabajadores de la UNAM, que pudieran verse beneficiados de la aparente voluntad de las autoridades, por resolver algunas de las demandas exigidas desde hace años por los diferentes sectores, saben perfectamente que se debe a la lucha desarrollada por el movimiento estudiantil encabezado por el CGH, y no deben perder de vista que la rectoría está intentando así "comprar" su apoyo para intentar echar a andar su congreso autoritario e imponer lo que falta de su proyecto neoliberal en la UNAM.

Es fundamental que todos nos demos cuenta de ésta situación, antes de que las autoridades logren fortalecerse. La guerra no ha terminado, las autoridades de esta universidad nos arrebataron derechos fundamentales a los estudiantes y aún no hemos conseguido que nos los devuelvan, nuestras demandas no han sido resueltas y De la Fuente ya anuncia un nuevo paquete de reformas, entre las que se encuentra la descentralización de la UNAM. No podemos bajar la guardia ahora, no debemos permitir que las autoridades tomen la iniciativa para golpearnos nuevamente. No debemos cederles ni un milímetro de terreno, no es momento de detenerse, al contrario. Éste es el momento de avanzar para hacer retroceder a las autoridades en todos los terrenos posibles. ¡Todos a organizarse!, ¡todos a reconstituir sus asambleas!, ¡todos a presionar a las autoridades!. Ni una sola agresión de las autoridades en contra de la comunidad universitaria debe ser permitida, nuestra respuesta debe ser organizada e inmediata.

¡Todos a exigir la solución de las demandas de nuestro pliego petitorio! ¡Todos a discutir la propuesta de Congreso democrático y resolutivo por el que luchamos! ¡Todos a impedir que las autoridades apliquen las reformas del 97 y a exigir su derogación! ¡Todos a impedir el desmembramiento de nuestra universidad! ¡Todos a exigir la renuncia de De la Fuente "el represor"! ¡Todos a apoyar la lucha de los compañeros rechazados y a exigir el incremento de la matrícula!.

Hoy, lunes 4 de septiembre, hemos recuperado el auditorio Che Guevara, hace 7 meses fuimos obligados a salir con la fuerza militar, hoy volvemos a entrar asistidos por la razón y con la fuerza de la organización estudiantil. A partir de hoy el Che Guevara permanecerá abierto para toda la comunidad. En el supuesto caso de que fuera real la intención de las autoridades de reconstruir lo que han destruido, el CGH no se propone impedir la labor de los trabajadores, pero sí, como es más probable, sólo se trata de una maniobra más de De la Fuente, para intentar bloquear las iniciativas del CGH, entonces, con nuestras manos lo reconstruiremos. Juntos recuperamos hoy el auditorio Che Guevara, decidamos entre todos las actividades que lo llenen nuevamente de vida, organicemos los medios para que los murales puedan ser pintados nuevamente, no permitamos nunca más que las autoridades lo mantengan lapidado y en el olvido. Al recuperar el Che Guevara, hemos recuperado años de historia de los mejores episodios de nuestra Universidad.



Consejo General de Huelga
Comisión de Prensa

Hosted by www.Geocities.ws

1