FUNDADORA, CENTENARÍA, BENEMÉRITA, NOBILÍSIMA, AUGUSTA, RESPETABLE   LOGIA MASÓNICA HONOR Y PROGRESO NRO. 5 FUNDADA EL 23 DE AGOSTO DEL 1868.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Respˆ Logˆ Cayenel 157     Vˆ de Puero Montt

 

Tenida Solsticial De Conjunto 1er. Grado  

Tema:

El solsticio de invierno

 

Autor: Patricio Cantos Oyarzún

 

Puerto Montt 20 de junio de 2001 eˆ vˆ

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía

 

·        Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada

 

René Guenón

 

·        Manual del Aprendiz

 

Oswald Wirth

 

·        Psicología y alquimia

 

Plaza & Janes Editores S.A. 1977

 

Carl Gustav Jung

 

·        Curso de Docencia para Instructores Masones

 

Ediciones Gran Logia de Chile, 1984

 

Consejo Superior de Docencia Masónica

 

·        Enciclopedias

 

·        Diccionario Enciclopédico abreviado de la Masonería

 

Compañía General de Ediciones S.A. México, 1955

 

Lorenzo Frau Abrines

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aˆ Lˆ Gˆ Dˆ Gˆ Aˆ Dˆ Uˆ

 

Introducción

 

El recogimiento de la semilla

 

Habría que ocultar el manuscrito de la realidad, de las verdades, como en la novela de Humberto Eco y envenenarnos o esperar a que alguien o algo finalmente nos salve, nos explique, nos de certidumbre frente a la vida y nos haga sentir la dulce ignorancia de la seguridad materna, el amable verano de la infancia.

 

Pues no es así y entonces, temblorosos, esperamos con ansias la luz, en silencio acuclillados en las sombras, premunidos de un relámpago azul que desgarra la caverna.

 

Mil años a las puertas del templo, girando buscando el camino.  La dura semilla de la flor de Lis, recogida sobre sí misma, penetrada en la materia, en el nicho helado de la oscuridad, en la potencia, la flor hecha sueño, agarrada a la tierra con nueve raíces, dispuesta a crecer, a germinar, a dejar la materia, y ascender, por el camino de la escuadra y del compás, de la materia hacia el espíritu, el sol derrotado renaciendo.

 

Este inusual modo de iniciar el presente trabajo tiene por objeto hacer presente como el tema del solsticio, se entrelaza transversalmente con al menos cuatro diferentes campos de significado; físico, simbólico, esotérico y psicológico. Recordemos tan sólo el día de nuestra iniciación, en donde del mismo modo, la cámara de reflexiones y los tres viajes misteriosos, nos marcan la elíptica de nuestro templo interior, ¿recuerdan? caminando con nuestra mano derecha en torno al ara, yendo desde la penumbra hacia el sol y desde allí de regreso, nuevamente entre columnas.

 

Desarrollo

 

" ... Y ahora permanecerán la fe, la esperanza y el amor, pero de estos tres el mayor es el amor.”

(1 corintios 13 : 13)

 

Hoy 20 de Junio, en algunos minutos más, a las 21 horas y 48 minutos, nuestro planeta habrá pasado por el Solsticio de Invierno, un punto de su órbita que está bajo la constelación de Sagitario, casi en la frontera con Escorpión.

 

Este día, en el hemisferio Sur de la Tierra y en Chile, nos encontramos recibiendo los rayos solares con su máxima inclinación, es decir los más lejanos y los más débiles del año.

 

Así se entiende la Eclíptica; el círculo máximo de la trayectoria anual aparente del Sol en la esfera celeste, tal y como se ve desde la Tierra.  Se denomina así debido a que los eclipses tienen lugar solamente cuando la Luna se encuentra en esta trayectoria o cerca de ella.  El plano de esta trayectoria, llamado plano de la eclíptica, forma con el plano del ecuador celeste (proyección del ecuador terrestre en la esfera celeste) un ángulo de 23° 27'.

Este ángulo se conoce como oblicuidad de la eclíptica y es, aproximadamente, constante durante un periodo de millones de años, aunque en la actualidad está disminuyendo a razón de 48 segundos de arco en cada siglo y disminuirá durante varios milenios hasta que alcance 22° 54', después de lo cual volverá a aumentar.

 

Los dos puntos en los que la eclíptica corta al ecuador celeste se llaman nodos o equinoccios (el día igual a la noche).  El Sol está en el equinoccio de otoño en torno al 21 de marzo y en el equinoccio de primavera, en el punto vernal, alrededor del 23 de septiembre.  A mitad de camino entre los equinoccios se producen los solsticios de verano e invierno.  El Sol alcanza estos puntos en torno al 22 de diciembre y al 21 de junio, respectivamente.  Los nombres de estos cuatro puntos se corresponden con las estaciones que comienzan en el hemisferio sur por esas fechas.

 

Los equinoccios no son fijos porque el plano del ecuador gira en relación al plano de la eclíptica; completa un giro cada 25.868 años.  El movimiento de los equinoccios en la eclíptica se llama presesión de los equinoccios.  Para establecer la posición real de las estrellas en un momento determinado tiene que aplicarse una corrección de presesión a las cartas celestes.

 

La eclíptica se utiliza también en astronomía como el círculo esencial para un sistema de coordenadas denominado sistema de coordenadas eclípticas.  La latitud celeste se mide de norte a sur de la eclíptica.  La longitud celeste se mide de este a oeste del equinoccio de primavera.

 

En astrología, la eclíptica se divide en doce arcos de 30° llamados signos del zodíaco.  A estos signos, o "casas del cielo", se les da el nombre de las constelaciones por las que pasa la eclíptica.  Es decir entre estas cuatro estaciones se ubican los 12 signos del zodiaco.

 

El Zodíaco, es un cinturón imaginario en la esfera celeste, que se extiende aproximadamente 8° a uno y otro lado de la eclíptica, trayectoria aparente del Sol sobre la bóveda celeste.

 

La anchura del zodíaco se determinó, originalmente, incluyendo las órbitas del Sol y la Luna y las de los cinco planetas conocidos por los pueblos de la antigüedad (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno).  El zodíaco se divide en 12 secciones de 30° cada una, a las que llamamos signos del zodíaco.  Comienza en el equinoccio de primavera y continúa hacia el este a lo largo de la eclíptica y cada una de sus secciones recibe el nombre de la constelación que estaba situada dentro de sus límites en el siglo II a.C.  Los nombres de los signos del zodíaco son: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.

 

Debido a la presesión de los equinoccios sobre la eclíptica, en un ciclo de 26.000 años, el punto Aries retrocede aproximadamente 1° en 70 años, de modo que el signo Aries actualmente, se encuentra en la constelación Piscis.  En 24.000 años, aproximadamente, cuando la retrogradación haya completado un ciclo completo de 360°, volverán a coincidir los signos del zodíaco y las constelaciones.

 

Se cree que los signos del zodíaco tuvieron su origen en Mesopotamia hacia el año 2000 a.C.  Los griegos adoptaron los símbolos de los pueblos babilónicos y se los transmitieron a otras civilizaciones de la antigüedad.

 

Los egipcios asignaron nombres y símbolos diferentes a las divisiones del zodíaco.  Los chinos también adoptaron la división en 12 secciones pero a los signos les dieron los nombres de rata, buey, tigre, dragón, serpiente, caballo, oveja, mono, gallina, perro y cerdo. Del mismo modo lo hicieron otras civilizaciones, como la azteca con un sistema similar.

 

En tomo al mismo tema, está la ciencia de la Astrología, que observa, analiza y estudia las posiciones y movimientos de los astros, en especial del Sol, la Luna, los planetas y las estrellas, relacionándolos con el desarrollo de los acontecimientos que se producen en la Tierra.

 

Los astrólogos sostienen que la posición de los astros en el momento exacto del nacimiento de una persona y sus movimientos posteriores, reflejan el carácter de esa persona y por tanto su destino. Realizan cartas astrales llamadas también horóscopos que sitúan la posición de los astros en un momento dado, como el nacimiento de una persona, por ejemplo, y a partir de ellas emiten sus conclusiones sobre el futuro de esa persona. En una carta astral se sitúa la eclíptica, trayectoria anual aparente del Sol a través del cielo, con las doce secciones que reciben el nombre de signos del zodíaco, a cada planeta (incluyendo al Sol y la Luna) se le da un signo particular dependiendo del lugar de la eclíptica en que aparece dicho planeta y del momento en que se hace el horóscopo.

 

Cada planeta representa tendencias básicas humanas y cada signo un conjunto de características humanas. Cuando los astrólogos designan a una persona por un signo determinado –como Leo o Piscis, por ejemplo‑ se están refiriendo al signo Solar de esa persona, esto es, al signo que el Sol ocupaba en el momento de su nacimiento.

 

Esta ciencia, es una práctica antigua que diferentes civilizaciones parecen haber desarrollado independientemente.  Los caldeos, que vivieron en Babilonia (hoy Irak), habían desarrollado ya en 3000 a.C. una de las formas originales de la astrología. Los chinos la practicaban en el 2000 a.C. En la antigua India y en la civilización Maya de América del Norte y Central se desarrollaron otras variedades.  Estas civilizaciones debieron observar que determinados astros, especialmente el Sol, influían en el cambio de las estaciones y en el éxito de las cosechas.

 

Basándose en estas observaciones desarrollaron un sistema más amplio, en el que los movimientos de otros astros como los planetas, influían o representaban otros aspectos de la vida.

 

Hacia el siglo V a.C, la astrología se extendió a Grecia, donde filósofos como Pitágoras y Platón la incorporaron a sus estudios sobre religión y astronomía.  Durante la edad media fue ampliamente practicada en Europa, a pesar de que autoridades cristianas como Agustín,

arzobispo de Canterbury en 600 d.C., la condenaron.  Hasta el siglo XVI muchos sabios consideraron la astrología y la astronomía como ciencias complementarias.

 

En aquella época, los descubrimientos realizados por astrónomos como Nicolás Copérnico y Galileo Galilei socavaron algunos de los fundamentos de la astrología.  A partir de entonces, pocos científicos han prestado una atención seria a la astrología.

 

Volviendo a lo anterior, diremos que este ángulo de inclinación hace que, dependiendo de la época del año, veamos a la Eclíptica a diferentes alturas del cielo, variando entre el día y la noche.  Hoy 20 de Junio, la Eclíptica llega durante el día a su punto más bajo en dirección al Norte, será el día más corto, pero durante la noche está en su punto más alto y será la noche más larga del año.  En el hemisferio Norte, ha ocurrido lo opuesto, el Sol ha llegado hasta su máxima altura aparente en el cielo, sobre el Trópico de Cáncer (que actualmente está entre Géminis y Tauro).

 

Con estos fenómenos ocurriendo todos los días de nuestras vidas, terminamos por internalizarlos de manera simple, es decir, entendemos al verano como una estación alegre y el invierno como una triste, por el hecho de que el primero representa en cierto modo el triunfo de la luz y el segundo el de la oscuridad, sin embargo, los dos solsticios tienen un carácter un poco más profundo que lo que parece.                

 

Si efectivamente lo miramos desde una perspectiva circular, regeneradora, descubriremos que lo que ha alcanzado su máximo potencial, no puede hacer otra cosa que decrecer de manera natural y lo que ha llegado a su mínimo no puede, al contrarío, sino comenzar a crecer a continuación; por eso el solsticio de verano señala el comienzo de la mitad descendente del año, y el solsticio de invierno, inversamente, el de su mitad ascendente; y esto explica también, desde el punto de vista de su significación cósmica, las palabras que San Juan Bautista, cuyo nacimiento coincide con el solsticio estival, es decir el del verano, dice: "Él (Cristo, nacido en el solsticio de invierno) conviene que crezca, y yo que disminuya". (San Juan, III, 30).

 

Del mismo modo sabemos que en la tradición hindú, la fase ascendente se pone en relación

con el deva‑yâna, y la fase descendente con el pitr‑yâna; por consiguiente, en el Zodíaco, el

signo de Cáncer, correspondiente al solsticio de verano, es la "puerta de los hombres” que da acceso al pitr‑yâna, y el signo de Capricornio, correspondiente al solsticio de invierno, es la "puerta de los dioses” que da acceso al deva‑yâna.

 

 

 

Simbolismo

 

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