Apellido BARROSO


HISTORIA
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Barrio de la ciudad de Girón. Al fondo la meseta de la ciudad de Bucaramanga. COLOMBIA año 2004.
 

Mapa de la región de Galicia y Portugal norte. Probablemente el origen de la

familia Barroso se dió aquí y se localizaron en Xinso de Limia para expandirse

por España y el resto del mundo. (Mapa tomado de ENCARTA)

 

 

 

 

 

Castelo de Montalegre - Coroando uma colina, edifício altaneiro, eminência parda - sem ironia nem jogo de palavras -, avista-se de longe, mesmo de muito longe, de qualquer das estradas ou dos caminhos que apontam à Vila. O vulto define-se em desfasamento de planos, conjunto de muralhas, balcões e portas arqueadas à medida que se vai tomando cada vez mais próximo. Descobre-se que está bem conservado, parece, até, ter resistido incólume ao passar do tempo, que se conta em séculos. Chama-se Castelo de Montalegre.

As Terras do Barroso
A região a nordeste de Trás-os-Montes delimitada pelos concelhos de Montalegre e Boticas é uma zona de serranias e planaltos, tendo nas serras da Altura (1279 metros) e Leiranco (1115 metros) as elevações mais pronunciadas de uma zona sulcada pelos rios Cavado e Tâmega, que com os seus afluentes permitiram irrigar os campos, onde surgem vestígios da ocupação humana que remontam ao período Neolítico bem patentes nos dólmens da região de Carrasedo do Alvão.

Os vestígios de alguns castros remetem-nos para a cultura pré-romana. Como curiosidade, refiram-se as culturas graníticas encontradas perto de Montalegre e que estão depositadas no Museu Leite de Vasconcelos em Lisboa, conhecidas por "guerreiros lusitanos".

Durante a reconquista cristã da península, Trás-os-Montes esteve integrado na Galécia. Mais tarde, já após a fundação da nacionalidade, as terras do Barroso cresceram em importância como o atesta o foral que lhes foi concedido a Montalegre por D. Afonso III.

As populações das Terras do Barroso dependem da sua actividade agro-pastoril em terras probres onde se cultiva o centeio e a batata que juntamente com o gado ovino e caprino fazem a "riqueza" de pequenos agricultores.


                          

 

 

 

 

 

 

BARROSO  (De: Heráldica)

Historia y origen: 

Linaje establecido en Ginzo de Limia, cabeza de partido de la provincia de Orense. Don Pedro Barroso Gómez se halló en la conquista de Sevilla, donde fue heredado con otros caballeros gallegos que en ella se encontraron. Su hijo, D. Fernando Pérez Barroso, casó con D.ª Mencía García de Sotomayor, y tuvo por hijos a D. Pedro Gómez Barroso, Cardenal español, que rigió la archidiócesis de Toledo; a D.ª Sancha Fernández Barroso, quien casó en Toledo con D. Pedro Fernández de Ayala y Salcedo, de quienes descienden los condes de Fuensalida y otra mucha nobleza toledana. Los comendadores D. Gómez García Barroso, de Santiago, en 1304; Frey Suer o Pérez Barroso, en Santiago de Maqueda, en 1220; D. Frey Gómez, primer comendador de Alcántara, hijo de Gutierre Fernández Barros, señor de Moyatel, en 1219; y D. Gómez Barroso, XXVII maestre de la misma orden, en 1383, proceden todos de este linaje. 

Armas: 

En campo de gules, cinco leones de plata, puestos en sotuer. Algunos agregaron a los leones tres fajas jaqueladas. El Cardenal Barroso, en su sepulcro de la catedral de Toledo, ostenta en su blasón las fajas jaqueladas de los Sotomayor. En campo de gules, cinco leones de plata, rampantes, colocados en sotuer. 


El apellido Barroso pertenece a un noble y antiguo linaje de Galicia que radicó en la provincia de Orense. Baños de Velasco dice que tuvo solar en Ginzo de Limia. En el partido judicial de Ribadavia, de la misma provincia, hay un lugar llamado Barroso del que sin duda tomó esta familia el apellido. En Piña de Esgueva (Valladolid) moraba a mediados del siglo XIV, una rama de los Barroso de la que fue Francisco Barroso quien ganó ejecutoria de nobleza, en Valladolid, el 16 de septiembre de 1549. Se tienen noticias de una familia gallega que se estableció en Andalucía desde el siglo XIII; uno de sus miembros, Pedro Gómez Barroso, figuró en la conquista de Sevilla y su nieto Pedro Gómez Barroso ocupó el arzobispado de Toledo. En el siglo XV Pedro Barroso obtuvo el señorío de Parlá y uno de sus biznietos, el marquesado de Malpica por merced otorgada por Felipe II (1599). Pertenecieron también a esta familia Miguel Barroso, pintor del siglo XVI que nació en 1538 y murió en el Escorial en 1590. Era discípulo de Becerra y en 1585 pintó el retablo de un altar para la iglesia del Hospital de Afuera o de Tavera en Toledo y una parte de las pinturas del patio de los evangelistas en el monasterio de San Lorenzo (Escorial) en 1589 fue nombrado pintor de cámara de Felipe II. También perteneció a esta familia Antonio Barroso y Castillo quien desempeñó el cargo de ministro de Gracia y Justicia de España, en el año 1907. Son varios los portadores de este apellido que figuran en las listas de soldados que sirvieron en las filas del ejército español entre ellos, los siguientes que se citan en el Archivo General Militar de Segovia en las fechas y regimientos indicados: Pedro Barroso (Infantería, 1826-Noble), José Barroso Iglesias (Médico, 1898) y Juan Barroso González (Infantería 1839).

Diego Hernández de Mendoza dice que su verdadero origen está en Portugal, de donde pasaron a España. Lo cierto es que desde muy antiguo florecieron en Galicia, de donde se extyendieron a Portugal, pasando desde allí nuevamente a España.

Otras ramas de este apellido hubo en las provincias de León, Palencia, Toledo, Cáceres y en Andalucía.

 

Blasón de Armas:  En gules, cinco leones de plata, rampantes colocados en aspa.

Interpretación:  Gules (rojo) denota valor y el plata (blanco), pureza.

Timbre:   Tres plumas de avestruz de su color natural.

Origen:  España


Apellido Barroso: Linaje gallego, de Ginzo de Limia (Orense).

Descripción del Escudo de Armas: Por armas trae: En campo de gules, cinco leones rampantes de plata puestos en sotue.Otros representan los leones en oro.

Descripción: El apellido Barroso pertenece a un noble y antiguo linaje de Galicia que radicó en la provincia de Orense.

Descripción: Linaje gallego, de Xinzo de Limia (Ourense).

Nobre e antiga liñaxe galega estabelecida na província de Ourense.


BARROSO, BARROSSO: Linaje noble mozárabe, de Toledo, antes de la reconquista de la ciudad en 1085. Pedro Gómez Barroso vivió en el reinado de Alfonso VII? en el siglo XII. Existe también un apellido Barroso de origen gallego, con solar en Ginzo de Limia (Fernando González-Doría) El General Barroso, Capitán General de Granada y Ministro del Ejército del Generalísimo Franco, a mediados del siglo XX. José Barroso, conocido empresario, a fines del siglo XX. En 1997, treinta y ocho familias en Toledo y en cuarenta y cuatro en Granada.


BARROSO: Apellido gallego, de Ginzo de Limia, en la provincia de Orense. Algunos dicen que es de la ciudad de Toledo, de gentes llegadas de Portugal


The BARROSO last name belongs to a nobleman and old lineage of Galicia that it resided in the county of Prays you. Bathrooms of Velasco say that he/she had lot in Ginzo of Limia. In the judicial party of Ribadavia, of the same county, there is a place called BARROSO of the one that without a doubt took this family the last name. In Pineapple of Esgueva (Valladolid) it lived by the middle of the XIV century, a branch of the BARROSO one of which was Francisco BARROSO who won executorship of nobility, in Valladolid, September 16 1549. News of a Galician family are had that settled down in Andalusia from the XIII century; one of their members, Pedro Gómez BARROSO , figured in the conquest of Seville and his grandson Pedro Gómez BARROSO it occupied the archbishopric of Toledo. In the XV century Pedro BARROSO obtained the dominion of Parlá and one of his great-grandsons, the marquisate of Malpica for grace granted by Felipe II (1599). they also Belonged to this family Miguel BARROSO, painter of the XVI century that was born in 1538 and he died in the Escorial in 1590. He/she was pupil of Becerra and in 1585 he/she painted the altarpiece of an altar for the church of the Hospital of Out or of Tavera in Toledo and a part of the paintings of the patio of the evangelists in San Lorenzo's monastery (Escorial) in 1589 painter of camera of Felipe was named II. It also belonged to this family Antonio BARROSO and Castillo who it carried out minister of Grace and Justice of Spain, in the year 1907. They are several the payees of this last name that figure in the lists of soldiers that served in the lines of the Spanish army among them, the following ones that make an appointment in the Military General File of Segovia in the dates and suitable regiments: Pedro BARROSO (Infantry, 1826-nobleman), José BARROSO Iglesias (Doctor, 1898) and Juan BARROSO González (Infantry 1839).

Diego Hernández of Mendoza says that his true origin is in Portugal, of where they passed Spain. The certain thing is that from very old they flourished in Galicia, of where they extended to Portugal, happening from there again to Spain.
Other branches of this last name had in the counties of León, Palencia, Toledo, Cáceres and in Andalucia.
Heraldry of Weapons: In gules, five silver lions, rampantes placed in cross.
Interpretation: Gules (red) it denotes value and the silver (white), purity.
Stamp: Three feathers of ostrich of their natural color.
Origin: Spain

 

O BARROSO por último nome pertence a um nobre e linhagem velha de Galícia da que residiu no município o Pede. Banheiros de Velasco dizem que he/she tiveram lote em Ginzo de Limia. Na festa judicial de Ribadavia, do mesmo município, há um lugar chamado BARROSO do que sem dúvida levou esta família o último nome. Em Abacaxi de Esgueva (Valladolid) viveu pelo meio do século de XIV, uma filial do BARROSO um de qual era Francisco BARROSO que ganhou executorship de nobreza, em Valladolid, 16 1549 de setembro. São tidas notícias de uma família galega que se estabeleceu na Andaluzia do século de XIII; um dos sócios deles/delas, Pedro Gómez BARROSO, figurado na conquista de Sevilha e o neto Pedro Gómez BARROSO dele ocupou o arcebispado de Toledo. Pelo século de XV Pedro BARROSO obteve o domínio de Parlá e um dos bisnetos dele, o marquisate de Malpica para graça concedida por Felipe II (1599). eles também Pertenceram a este Miguel BARROSO familiar, pintor do século de XVI que nasceu em 1538 e ele morreu no Escorial em 1590. He/she era o aluno de Becerra e he/she pintaram o retábulo de altar de um altar para a igreja do Hospital de Fora em 1585 ou de Tavera em Toledo e uma parte das pinturas do pátio dos evangelistas no monastério de San Lorenzo (Escorial) em 1589 pintor de máquina fotográfica de Felipe foi nomeado II. Também pertenceu a este Antônio BARROSO familiar e Castillo que levou a cabo o ministro de Grace e Justiça de Espanha, no ano 1907. Eles são vários os beneficiários deste último nome que figura nas listas de soldados que serviram nas linhas do exército espanhol entre eles, o seguinte que marca um horário no Arquivo Geral Militar de Segovia nas datas e regimentos satisfatórios: Pedro BARROSO (Infantaria, 1826-nobre), José BARROSO Iglesias (o Doutor, 1898) e Juan BARROSO González (Infantaria 1839).

Diego Hernández de Mendoza diz que a verdadeira origem dele está em Portugal, donde eles passaram pela Espanha. A certa coisa é isso de muito velho eles floresceram na Galícia, donde eles estenderam para Portugal, enquanto acontecendo novamente de lá para a Espanha.

Outras filiais deste último nome tiveram nos municípios de León, Palencia, Toledo, Cáceres e em Andalucia.
Heráldica de Armas: Em gules, cinco leões de prata, rampantes colocaram em cruz.
Interpretação: Gules (vermelho) denota valor e a prata (branco), pureza.
Selo: Três penas de avestruz da cor natural deles/delas.
Origem: Espanha


De Joao Barroso da Fonte:

Gostei muito de saber noticias desde a Colombia, sobretudo por suspeitar que tenhamos o mesmo tronco (BARROSO) no nome.

Aqui como ai, há estudos para averiguar as origens do nome "BARROSO". Sabemos que foi em Trás-os-Montes e Galiza (Norte de Espanha) que começou, por volta de 1350 este topónimo, pois existe uma região que se chamou "Terras de Barroso". Trata-se da terra onde eu nasci e abrangeu 3 concelhos :

Montalegre, Boticas e Chaves. Do lado de Espanha essa região tem por capital as Terras de Ginzo e Limia.

Hoje já não há fronteiras entre estas duas regiões luso-galaicas que pertenceram ao antigo reino de Leão.

Se me fizer chegar o seu endereço para seguir em correio, enviarei documentos escritos (livro e recorte de jornais) que tenho em poder.

Fico ao inteiro dispor,

 

Joao Barroso da Fonte


Genealogía

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APORTES HISTÓRICOS: PARLA

El primer documento en el que se hace refencia a Parla, es un documento promulgado por el rey Alfonso XI, el 6 de enero de 1338 en Trujillo por el que se cede la aldea de Parla al cardenal Don Pedro Barroso por su participación en las luchas contra los musulmanes. Posteriormente este documento fue confirmado por Pedro I, el 7 de diciembre de 1351.

 HISTORIA DE PARLA (Los Barroso y Parla)       escudo del ayuntamiento

Parla es actualmente una aglomeración urbana de, aproximadamente, 100.000 habitantes, población asentada en un territorio de poco más de 23 kilómetros cuadrados, y que está constituida por los descendientes de aquellos 1.781 parleños que se censan en 1960, cuando Parla era aún una villa rural, más las personas o familias que fueron llegando de las diversas regiones de España desde finales de la década de los sesenta, atraídas por la transformación industrial de Madrid, y por sus descendientes a los que hay que añadir en la actualidad algunos miles de emigrantes procedentes de todos los continentes y de la Europa del Este. Pero Parla, como cualquier otro pueblo, villa o ciudad tiene su historia y tanto su territorio, como su población, como la ubicación de sus hábitat, como sus actividades, costumbres y fisonomía ha ido evolucionando hasta configurarse tal y como es en la actualidad. Vamos a intentar dar una visión general de esa historia en tan corto espacio.

 PREHISTORIA

Edad de Piedra.

Del estudio de los restos arqueológicos, instrumentos de sílex correspondientes a los períodos paleolíticos hallados en el actual término municipal de Parla, se detecta la estancia y el paso de los hombres de aquellas épocas por la zona. Debieron vivir en pequeños grupos o bandas nómadas unidas por relaciones de parentesco y de sistema igualitario, cuya subsistencia se basaba en la recolección de los frutos, hojas y raíces de diversas plantas, en la caza y en la pesca. Ese tipo de economía depredadora implicaba una fuerte movilidad de los grupos en función de la mayor o menor abundancia de recursos. Sus asentamientos se detectan fundamentalmente en las proximidades del arroyo Humanejos, necesario para su abastecimiento de aguas. No se tiene constancia de la neolitización de la zona en la que, durante ese período, subsistieron la economía depredadora y el estancamiento poblacional hasta el segundo milenio antes de Cristo en el que se inicia un proceso de aculturación, procedente del Mediterráneo, de pueblos conocedores de la metalurgia.

Edad de los Metales.

Las culturas del bronce.

A partir del segundo milenio antes de Cristo llegaron a la región de Madrid distintos pueblos mediterráneos conocedores de la metalurgia, son los pueblos de la "cultura campaniforme". Introdujeron la metalurgia del cobre, la ganadería, la agricultura y el tejido. La introducción de técnicas de economía previsora, sobre todo agrícolas, iniciaron un proceso de sedentarización para adaptarse a los nuevos modos de vida y un desarrollo en las relaciones interpersonales. Su organización será tribal y el clan y el linaje serán las unidades básicas de la tribu cuyo sistema seguirá siendo igualitario. La sedentarización dará origen a los primeros asentamientos estables, constatados a orillas del arroyo Humanejos, cuyos restos arqueológicos nos dan información sobre las épocas de dichos asentamientos y sobre las distintas actividades que se deducen del utillaje encontrado. En el yacimiento arqueológico de Humanejos, destruido parcialmente por la construcción de la variante de la carretera de Toledo, se realizó una excavación de urgencia de la que queda un sucinto informe archivado en el Ayuntamiento, pero una excavación metódica nos daría una información importante desde esas épocas del bronce hasta la desaparición definitiva del poblado en 1649. Tras los hombres de la cultura campaniforme, llegarán a la zona otros buscadores de metales de origen levantino que no se asentaron en ella por estar agotados los filones de metal, pero mantuvieron relaciones comerciales con las diversas tribus y prosiguieron el fenómeno de aculturación.

Las culturas del Hierro.

A partir del siglo VIII antes de Cristo se detecta la llegada de elementos nuevos cuya cultura se superpone sobre las anteriores del bronce y que introducen, además del hierro, cambios en los aspectos sociopolíticos. Las anteriores sociedades igualitarias evolucionaron, bajo su influencia, a otras formas caracterizadas por la jefatura donde el rango aparece como elemento nuevo. Hacia los siglos VI y V antes de Cristo, tribus celtas de origen indoeuropeo atravesaron la sierra madrileña. Ellos introdujeron la utilización más abundante del hierro y la cerámica hecha a torno. Vivieron principalmente de la ganadería y de la agricultura. Estos pueblos no interrumpieron la relación, y por tanto las influencias, con los pueblos levantinos denominados en esa época iberos. La fusión de las dos culturas, celta e ibera, dio lugar al grupo de pueblos denominados celtíberos. Los que vivieron en esta zona recibieron el nombre de carpetanos , nombre que les dieron los historiadores y geógrafos griegos. Estos poblados de la cultura del Hierro se superpusieron, a orillas del arroyo Humanejos, sobre los poblados del bronce. Las viviendas pasaron de tener forma circular, característica de la cultura del bronce, a tener forma rectangular. El utillaje cambió adaptándose a las nuevas necesidades y a los nuevos descubrimientos. Son numerosos los restos arqueológicos existentes en el yacimiento de Humanejos correspondientes a esta época cultural. La evolución y expansión de esas culturas quedó interrumpida con la llegada primero de los cartagineses y posteriormente de los romanos. Ellos nos darán las primeras informaciones escritas sobre estos pueblos a los que genéricamente se denominan prerromanos.

EDAD ANTIGUA

Cartagineses.

Hispania entra en la Historia con la llegada de los romanos que son los que aportan información escrita amplia de todos los acontecimientos y las causas que los motivaron desde su llegada hasta la caída de su Imperio en el siglo V después de Cristo. En su Historia nos hablan del general cartaginés Aníbal que, en el año 220 antes de Cristo, regresa de una campaña por la Meseta Norte, donde ha saqueado ciudades como Helmantica (Salamanca) y Albucala (Toro). Los guerreros de las tribus carpetanas le esperan a orillas del Tajo donde le plantan batalla. Gracias a su habilidad como estratega, Aníbal consigue derrotarlos en una batalla que comenzó mal para sus tropas. Tras la victoria, devasta sus campos, incendia y saquea sus poblados y los somete obligando a muchos de ellos a formar parte de sus ejércitos. El estudio arqueológico del yacimiento de Humanejos podría darnos algún nivel de destrucción que, datado adecuadamente, podría asociarse a ese paso de las tropas de Aníbal por la zona.

Romanos.

Los romanos llegaron a España en el siglo III antes de Cristo como consecuencia de sus guerras contra los cartagineses (Guerras Púnicas) y más concretamente en la Segunda Guerra Púnica contra Aníbal. El año 210 antes de Cristo desembarcó en Ampurias Publio Cornelio Escipión el Africano, un joven general romano con la misión de atacar la retaguardia de Aníbal. Fue el primer contacto romano con la Península y el inicio de la conquista de Hispania. La conquista de la Carpetania se inició en el siglo II antes de Cristo. Las legiones romanas ávidas de riquezas penetraron en la Meseta, una región pobre con clima extremado y recursos naturales insuficientes para mantener una economía estable. No había ciudades importantes, sólo pueblos pastoriles que ni siquiera utilizaban la moneda en sus intercambios comerciales. Los intereses de enriquecimiento de los conquistadores se frustraron y sus métodos crueles para conseguir algún botín los enemistaron con los indígenas. Los carpetanos, como habían hecho antes con los cartagineses, les opusieron resistencia siendo derrotados, sistemáticamente, por los sucesivos pretores enviados por Roma que acabaron sometiéndolos y anexionando el territorio. Tras el proceso de conquista romana y resistencia indígena, comenzó el de romanización, si bien en esta zona esa aculturación fue poco intensa, perviviendo las formas de vida anteriores a la llegada de los romanos. La única constancia de restos romanos en Parla de los que yo tengo conocimiento, es el descubrimiento de varias lápidas romanas realizado por don Juan Miguel Martínez del que se da cuenta en la sesión de la Real Academia de la Historia celebrada el 1 de marzo de 1895 y publicada en su Boletín del mismo año. Es suficiente, sin embargo, para deducir su poblamiento durante algún período de tiempo en esa época. No he encontrado en mis rastreos de superficie ni restos de tégulas ni de terra sigillata , cerámicas que se encuentran en cualquier yacimiento romano y que sí aparecen, por ejemplo, en el próximo yacimiento de Loranca en Fuenlabrada

LA EDAD MEDIA

Los pueblos bárbaros.

En los primeros años del siglo V después de Cristo, concretamente el año 409, invadieron la Península Ibérica diversos pueblos bárbaros, suevos, alanos y vándalos. El decadente Imperio Romano se vio impotente para defender todos sus territorios y pactó con otro pueblo bárbaro, los visigodos, para que expulsaran a los invasores a cambio del permiso para poder asentarse en se territorio pero, aprovechándose de la debilidad imperial y presionados por otro pueblo, los francos, los visigodos acabaron instalándose definitivamente en Hispania y poniendo su capital en Toledo. Este pueblo no fue importante numéricamente por lo que, a pesar de imponerse militarmente, no afectaron social y culturalmente a los pueblos hispano-romanos, más numerosos y con una cultura superior a la suya. El poblamiento a orillas del Humanejos se debió mantener, pues, como en la época inmediata anterior. Volvemos a reiterar que el estudio arqueológico del yacimiento, nos podría dar cronologías derivadas del estudio de las tipologías de los materiales cerámicos que aparecen en el mencionado yacimiento.

Los musulmanes.

El año 711 desembarcaron en Gibraltar dos generales musulmanes, Tarik y Muza, que derrotaron a las tropas visigodas del rey Don Rodrigo en la Batalla del río Guadalete, iniciando así la conquista de la Península Ibérica. La zona en la que está situada Parla quedó bajo la esfera musulmana dependiente del Emirato de Córdoba, incluido en el Imperio Islámico con capital en Damasco. Dentro de ese mundo islámico, y siguiendo sus avatares político-religiosos, Emirato Dependiente, Emirato Independiente, Califato de Córdoba y Reinos de Taifas, llega el año 1085 en el que el rey de Castilla y León, Alfonso VI, conquista el Reino de Toledo y lo incorpora al mundo cristiano.

La Reconquista.

Tras la llegada de los musulmanes a España y la conquista de toda la Península Ibérica, surgen en las montañas del norte, núcleos de resistencia cristianos que van a iniciar un proceso lento de expansión hacia el sur. El territorio que estudiamos se incorpora a la España cristiana en los años previos a la conquista de Toledo y dentro de los preparativos militares para dicha conquista, es decir entre los años 1083 y 1085.

En esos años posteriores a la conquista de Toledo es cuando se debe producir la repoblación de la zona con gente procedente de otras zonas más o menos próximas pero pertenecientes al mundo cristiano. Así se puebla Humanes con mozárabes procedentes de Alcalá de Henares. Humanejos debe surgir en un momento inmediatamente posterior y con gente procedente de Humanes. El diminutivo ya indica procedencia pero, además, la iglesia de Humanejos queda aneja a la de Humanes lo que nos puede indicar el que, en un principio, Humanejos quedase como un barrio o colación de Humanes. Parla debió surgir también como una alquería en esos primeros instantes de repoblación cristiana. Lo que sí queda claro es que, en esos momentos, durante toda la Edad Media y posteriormente hasta el despoblamiento definitivo de Humanejos, en 1649, el territorio actual de Parla estaba dividido en dos: el de Parla, al norte, y el de Humanejos, al sur, siguiendo la línea del arroyo, y los dos pertenecientes al alfoz de Madrid.

El primer documento que conocemos en el que aparece Parla, es uno datado el 22 de marzo de 1255, cuando vecinos, hombres buenos, de Pero Parla declaran, por mandato del Rey Alfonso X el Sabio, en un pleito sobre derechos señoriales entre la Orden del Hospital de San Juan y el Concejo de Humanes. El documento cita textualmente: "E otrosi ayunte ombres buenos de Pero Parla: Luis Martín e Pasqual Roman; Domingo Tello; Miguel Perez; don Gil el Moço; don Clemente; Domingo Minguez, Estos VII sobrescriptos juraron verdat a Dios e a sus animas que puede sembrar el yugo de los bueyes V cafizes". Se menciona Parla como Pero Parla, lo cuál nos lleva a un antropónimo que nos indica la existencia de una persona que tuvo una relevancia en el proceso de constitución del poblamiento o de su desarrollo. Ese Pero (Pedro) Parla pudo ser quien inició el poblamiento en determinada época o la persona más caracterizada en determinado momento de la vida del poblado, por lo que acabó dándole su nombre. El hecho cierto es que Pero Parla era aldea de la tierra de Madrid, y que en ese año se mencionan siete hombres buenos, lo que podría indicar la existencia de grupos sociales diferenciados. El siguiente es un privilegio rodado, emitido el 6 de enero de 1338 desde Trujillo por el rey Alfonso XI, por el que cede la aldea de Parla al Cardenal don Pedro Barroso, por los servicios prestados como embajador frente a los nobles levantiscos, por su apoyo en la corte papal de Aviñón primero para que la concesión al rey Don Alfonso las tercias y décimas y las indulgencias de la Cruzada para proseguir la lucha contra los moros, y posteriormente para el nombramiento de don Gil Álvarez de Albornoz como arzobispo de Toledo . Se lo cede "con sus vasallos, tierras, casas, viñas, prados, bosques, dehesas, aguas para moler y heredades, con todas sus entradas y salidas, términos, derechos, y demás pertenencias, y con todo el dominio y Jurisdicción de poder prender y castigar por delitos de mero mixto imperio; y assi tan plenamente como Nos lo tenemos, y posseemos, y tambien todo aquello, y cuanto de aqui adelante, mientras viviéremos..." . Parla, a partir de ese momento, será villa de señorío. El 26 de enero de 1342, el Cardenal Pedro Barroso firma un documento en el que hace constar la línea de sucesión en sus posesiones dejando como primer heredero a su hermano Garcí Fernández y después de la muerte de su hermano se siguiese la línea de sucesión instituida por su abuelo Pedro Gómez Barroso y por su padre Fernán Pérez Barroso. Los reyes sucesores de Alfonso XI van a ir confirmando el privilegio emitido por dicho Rey. Así lo hará, por ejemplo, Pedro I, el 7 de diciembre de 1351.

Debieron existir abusos, en cuanto al ejercicio del señorío, ya que el Concejo de Madrid protesta por lo que considera usurpación de su territorio dado que, en 1405, Enrique III dirige una carta al Oidor de su Audiencia para que vea las reclamaciones de la Villa de Madrid sobre la ocupación de varias aldeas de su término, entre las que está Parla, por nobles poderosos. No tenemos constancia de las medidas tomadas por dicho Rey, pero en 1407 muere Enrique III y se inicia una época de regencia larga ya que su sucesor, Juan II, era niño de corta edad y, por tanto, de inestabilidad y de abusos de la nobleza, inestabilidad que se vuelve a producir durante el reinado de Enrique IV.

El año 1348 se inicia una epidemia de peste negra que causa una gran mortandad en todo el territorio de Castilla y del resto de la Península. Humanejos, en relación con la disminución de población provocada por dicha mortandad, con el afianzamiento de las tierras de señorío y con el debilitamiento del poder Real, se despuebla y sus escasos habitantes, presionados por los de las villas limítrofes, se trasladan a vivir a las villas de señorío donde se sentirán más protegidos. Las Relaciones de Felipe II, confeccionadas el año 1575, nos hablan de la despoblación de muchos lugares de realengo, en esa época bajomedieval, debido a los abusos de los habitantes de las villas de señorío próximas. En 1427 hay una visita al arcedianazgo de Madrid. El visitador eclesiástico visita la iglesia de Humanejos y le toma cuentas al mayordomo que no vive en Humanejos sino en Parla porque en Humanejos no vive nadie "ca no tiene parroquianos sino en Parla" . Es decir, Humanejos está despoblado y se deduce que sus últimos habitantes se trasladaron a vivir a Parla en el siglo XIV. El mismo año visita también la iglesia de Parla, donde están todos elementos litúrgicos que se trasladaron de Humanejos cuando se despobló, lo que refuerza la idea de una relación fuerte entre Parla y Humanejos ya en esa época.

A finales del siglo XV, y ya en el reinado de los Reyes Católicos, se inicia un movimiento repoblador de los lugares de realengo despoblados. La autoridad Real se ha afianzado y pone a los repobladores de los lugares de realengo bajo su amparo regio, no permitiendo los abusos de los hombres del señorío, castigándolos cuando se producen. En 1481 varios vecinos de Parla solicitan al Concejo de la Villa de Madrid autorización para avecindarse en Humanejos que se vuelve a poblar con vecinos, sobre todo de Parla, pero también de las villas próximas como Pinto o Torrejón de Velasco, e inicia su última andadura como aldea. La Edad Media termina, pues, con ese trasvase de vecinos desde la villa de Parla, de jurisdicción señorial, a la de Humanejos, de jurisdicción real y con un enfrentamiento fuerte con los señores de las villas limítrofes que no se resignan ni a perder vasallos, ni a perder los pastos de los términos despoblados.

LA EDAD MODERNA

La Edad Moderna comienza, en los reinos hispánicos, durante el reinado de los Reyes Católicos y ya hemos visto como, en la zona que historiamos, se inicia con esos movimientos repobladores propiciados por los cambios políticos.

Parla, aparte de sus contribuciones, como cualquier otro lugar de Castilla, al mantenimiento de las políticas europeístas de los sucesivos reyes de la Casa de Austria, inicia el siglo poniendo el retablo mayor de su iglesia a tono con los tiempo. El señor de Parla don Payo Barroso de Ribera contrata en 1522 su factura con Juan de Borgoña, importante pintor, arquitecto y retablista de finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI asentado en Toledo. Ese contrato se hace en Toledo e imaginamos que dicho retablo estaría hecho con el estilo renacentista propio del autor y de la época. Probablemente de esa época sea el ábside de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, y por tanto sea la de su construcción, ya que la bóveda de crucería es del estilo gótico propio de esos años, finales del siglo XV e inicios del XVI, y el estilo de los escudos de los Barroso de Sotomayor, que hay a ambos lados del presbiterio decorando las ménsulas sobre las que cargan los terceletes de dicha bóveda, es de esa época.

Al final del siglo XVI y comienzos del XVII se observa en Parla una actividad febril en torno al mundo religioso: se construyen las ermitas de San Roque, y de la Concepción y se reforma el humilladero de Nuestra Señora de la Soledad cuya bendición se realiza el 23 de enero de 1591 por el Obispo de Salónica don Diego de la Calzada. El 23 de marzo de 1624, el obispo don Alonso de Requesens bendice la ermita de San Roque, santo asociado a la curación de enfermos afectados por las frecuentes epidemias de peste que se producían en esos siglos.

Además, en 1617, se funda la Cofradía de San Diego a instancias del parleño fray Juan de Cáceres, persona venerada por los Reyes, tanto Felipe III como Felipe IV , que aporta reliquias del santo Alcalaíno. También consigue que la reina Isabel de Borbón les haga de limosna el altar para dicho santo, para lo cuál manda a Juan Gómez de Mora, a la sazón maestro mayor de las Obras Reales, haga las trazas. Dicho altar se bendice el año 1627.

Algunas de las costumbres festivas religiosas de los parleños se inician en es siglo XVII. En 1649 se inicia la costumbre de sacar los pasos de Domingo de Ramos, de Jueves Santo y Viernes Santo, después de predicada la Pasión. Así lo hace constar el cura en los libros parroquiales. Es por tanto el inicio de la celebración de la Semana Santa de la forma en que se hace en la actualidad.

Dentro de esa línea de lo espiritual se fundan instituciones de caridad para atender a un colectivo, cada vez más amplio, de pobres. El Hospital de Parla, bajo la advocación de Santa María y San Bartolomé, tendrá la función de atender a los enfermos pobres de Parla y a los que estén de paso. En 1604, don Antonio Correa, Receptor del Santo Oficio de la Inquisición en el Virreinato del Perú, natural de Valdemoro y residente en la ciudad de los Reyes en Perú, funda en Parla lo que será conocido posteriormente como Pósito de Indias, cuya función será dar trigo y pan a los pobres de Parla y a los que estén de paso. Para ello lo dotará de 3.000 ducados y encargará de su gobierno y administración al Concejo de Parla. No es ninguna casualidad que el alcalde ordinario primero de Parla, ese año de 1604, se llame Juan Correa.

En 1620 nace Bartolomé Hurtado García que llegará a ser aparejador mayor de las Obras Reales del alcázar de Madrid durante los reinados de los reyes Felipe IV y Carlos II, que participará en obras como el Ayuntamiento de Madrid y hará las trazas y construirá el convento del Sacramento. En Parla construirá la ermita de Nuestra Señora de la Soledad e iniciará las fiestas de septiembre dejando una dotación para el mantenimiento de la ermita y de la hermandad. También hará diversas obras en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, obras estas últimas perdidas en su reforma. Además construirá su casa de recreo en Parla para pasar temporadas de descanso y las fiestas de septiembre. En ella vivirá los dos últimos años de su vida y en ella morirá el año 1698. Esa casa que está a punto de arruinarse y que, por su carácter emblemático, merece un esfuerzo para su rehabilitación.

En 1649 se despuebla definitivamente Humanejos trasladándose sus últimos habitantes a vivir a Parla. Desde ese momento se inicia el proceso por el que el territorio de Humanejos pasará a integrarse en el de Parla configurándose lo que es el actual término municipal. Ese proceso durará hasta comienzos del siglo XIX y supondrá un enfrentamiento con los lugares circunvecinos, sobre todo con Torrejón de la Calzada. La iglesia del despoblado de estilo gótico-mudéjar, bajo la advocación de los santos Justo y Pastor, irá arruinándose lentamente. Sólo nos quedará de ella el testimonio gráfico del pintor gallego Jenaro Pérez Villaamil para la España Artística y Monumental.

El siglo XVIII comienza con el cambio de dinastía reinante, entronizándose la casa de Borbón, pero para ello, España tendrá que soportar una larga guerra sucesoria entre los partidarios de la Casa de Borbón, legalizada por el testamento de Carlos II, y los partidarios de la Casa de Austria. Parla, como los lugares circunvecinos, tiene que soportar los gastos derivados de la guerra y los desmanes de las tropas catalano-aragonesas del candidato de la Casa de Austria tras su paso por Madrid. Tras la Paz de Utrech, firmado en 1713, España inicia un período de paz que dura hasta la invasión de las tropas francesas de Napoleón. Durante el siglo XVIII se elaboran varios censos y el famoso Catastro de Ensenada que nos da una referencia clara para Parla de sus habitantes y su realidad económica y social a mediados de dicho siglo. Parla es una villa de señorío con una población dedicada a la agricultura, a la ganadería y, fundamentalmente, a la arriería, abasteciendo a la Corte de paja, cebada y hortalizas.

LA EDAD CONTEMPORANEA

La Edad Contemporánea comienza para Parla, como para el resto de España, con penurias económicas y de todo tipo derivadas de la Guerra de la Independencia provocada por la invasión de las tropas francesas de Napoleón I. Esos seis años de ocupación francesa y de estado permanente de guerra, se saldaron con una disminución de la población y con un empobrecimiento económico. Las ermitas de San Sebastián y San Roque se desmoronan debido a la falta de mantenimiento y, probablemente, a la utilización por las tropas francesas para fines militares. Además, todas las alhajas de plata de la iglesia y ermita son requisadas por los franceses para llevarlas a la Casa de la Moneda de Madrid donde se convertirán en moneda. Se pierde así la costosa lámpara donada a la ermita por Bartolomé Hurtado, Isabel Hurtado y Ana María Fernández Hurtado en el siglo XVII y otros objetos de orfebrería realizados por los mejores maestros orfebres madrileños y toledanos de los siglos XVI, XVII y XVIII. Durante el siglo XIX se dan las leyes desamortizadoras y las de supresión de señoríos y mayorazgos, por lo que las tierras del clero, tanto secular como regular, pasan por subasta a manos de particulares, sobre todo las familias más pudientes de Parla y algunos vecinos de Madrid, y las de mayorazgos quedan libres para poder salir también a la venta. Además Parla deja de ser del señorío de los sucesores de los Barroso, entonces los marqueses de Malpica. Se produce, pues, un cambio en las estructuras de la propiedad del terrazgo y de la jurisdicción. El final del siglo XIX e inicios del XX, durante el reinado de Alfonso XIII, España asiste a la pérdida de sus últimos restos coloniales, Cuba y Filipinas, y a las campañas de Marruecos derivadas de la ocupación de su territorio, como protectorado, lo que supone una sangría humana y económica. Parla, que sigue siendo una población rural que vive de la agricultura y de la arriería, contribuye con sus mozos y sus impuestos a dichas guerras. A pesar de todas las penurias económicas y de las dificultades que supusieron la pérdida de tierras de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad con cuyas rentas se pagaba el mantenimiento de la ermita y los gastos derivados del cumplimiento de sus ordenanzas, la Hermandad consigue subsistir aglutinando el esfuerzo de todos los parleños para mantener la ermita, que al final del siglo XIX estuvo a punto de derrumbarse, y de mantener las fiestas y el culto a Nuestra Señora de la Soledad. Peor suerte tuvo la Iglesia que, en la década de los años veinte, pierde su nave, su sacristía y baptisterio y la torre con el chapitel construido por Bartolomé Hurtado, siendo sustituido por el edificio actual, quedando únicamente del antiguo edificio, como testimonio de su estilo gótico, el ábside cubierto con bóveda de crucería con terceletes apoyados sobre ménsulas decoradas con el escudos de los Gómez Barroso y García de Sotomayor. La iglesia perdió su carácter. Entre 1936 y 1939 se produce la Guerra Civil. Parla, como el resto de España, soporta sus consecuencias y estando en una vía importante de acceso a Madrid, se convierte durante unos días en zona de combates. Posteriormente, cuando el frente se estabilice en los alrededores de Madrid, Parla seguirá estando en una zona inestable. Durante los primeros instantes de esa guerra se pierden el resto de bienes culturales pertenecientes a la Iglesia: el retablo churrigueresco del altar mayor, construido en el siglo XVIII, el retablo del barroco madrileño trazado por Juan Gómez de Mora hacia 1617 y las diversas imágenes que inventaría el párroco de la Asunción en 1908, hechas en los siglos XVI, XVII y XVIII, desaparecen y se pierden para la posteridad. Parla se queda sin una gran parte de su patrimonio cultural.

Tras la guerra, Parla continúa siendo un paisaje agrario, un caserío de viviendas bajas con corralones, hasta finales de la década de los sesenta. A partir de esas fechas, Parla asiste a un crecimiento desmesurado de su población propiciado por la industrialización de Madrid, que atrae personas y familias procedentes de otras tierras de España en busca de trabajo. La vida rural comienza a languidecer y gran parte de las tierras de cultivo se convierten en asiento de bloques de edificios. Parla deberá asumir el futuro pero tratando no perder, o perder lo menos posible, sus referencias del pasado.

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Propuesta de modificación del escudo de Parla

JOSÉ ANTONIO MATEOS CARRETERO

Cronista oficial de la villa de Parla

El autor de este estudio ha propuesto al Ayuntamiento de Parla el cambio del símbolo oficial del municipio tras la publicación de su último libro, Algunas noticias sobre el señorío y señores de Parla: los Barroso. El cronista oficial parleño se basa en sus exhaustivas investigaciones sobre los señores que dominaron la villa hace varios siglos.

Dado que el escudo de una localidad debe representar sus símbolos emblemáticos o recoger aspectos de su historia se debe, en ambos casos, ser lo más riguroso a la hora de decidir los elementos a incluir en él. La propuesta de escudo presentada por el Ayuntamiento de Parla el año 1976, aprobada en Junta por la Real Academia de la Historia el 25 de junio de dicho año y posteriormente por decreto del Ministerio de la Gobernación 2834/76 de 12 de noviembre, no se ajusta con rigor al señorío. El estudio presentado por el consistorio fue hecho con prisas y sin profundidad, por lo que son lógicos los errores de poner en el segundo cuartel el escudo de los Ribera por "haber pertenecido al señorío de Malpica de los Ribera". No es correcto decir que Parla perteneció al señorío de Malpica, sino que los Barroso de Ribera fueron al mismo tiempo señores de Malpica y de Parla.

Efectivamente, los marqueses de Malpica (Barroso de Ribera) fueron señores de Parla, pero hay que aclarar para ajustarnos al rigor histórico que no lo fueron por ser Ribera sino por ser Barroso, ya que el señorío parleño le fue concedido a un personaje de dicha familia, el cardenal don Pedro Barroso, en la Edad Media. Las tres fajas de sinople en campo de oro que están bien para las villas de Malpica, Los Navalmorales (Navalmoral de Pusa) o San Martín de Pusa por haber sido de señorío de los Ribera no lo están para Parla. La modificación, por tanto, debería ser en el segundo cuartel ajustándolo a las armas del cardenal Barroso, que fue el primer Señor de Parla desde enero de 1338 por voluntad del rey Alfonso XI. Posteriormente y por documento fechado el 26 de enero de 1342, el cardenal Barroso agrega el señorío de Parla al mayorazgo fundado por su padre, Fernán Pérez Barroso, sobre la dehesa de Calabazas y otros bienes en Toledo y continúa la línea de sucesión al mayorazgo establecida en el documento de fundación dejando como sucesor a su hermano Garcí Fernández Barroso, que lo heredará a su muerte en 1348. Esta documentación debería bastar para demostrar qué linaje era el titular del señorío, pero hay mucha más en la Real Academia de la Historia.

A mediados del siglo XV don Pedro Gómez Barroso casa con doña Aldonza Ribera enlazando así los dos linajes y mayorazgos de los Barroso sobre Parla y la dehesa de Calabazas, y de los Ribera sobre Malpica y Valdepusa. El que el título de marqués, concedido el año 1599 a don Pedro Barroso de Ribera por el rey Felipe III, llevase el nombre de Malpica significó el predominio del apellido Ribera sobre el de Barroso. No obstante, hay infinita documentación posterior ya en la época en que los señores de Parla son además marqueses de Malpica, sobre todo en pleitos por la sucesión del mayorazgo, ya que los marqueses cuando tienen que demostrar sus derechos de sucesión al señorío de Parla deben demostrar que son herederos legítimos del mayorazgo de los Barroso, es decir, que son de dicho linaje. El escudo de los Barroso está reconocido también por la Real Academia de la Historia. y aparece en piedra caliza en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Parla a ambos lados del presbiterio. Está cuartelado en cuatro de la siguiente forma: primer y cuarto cuarteles en campo de gules con cinco leones rampantes de plata dispuestos en aspa; segundo y tercer cuarteles en campo de plata tres fajas jaqueladas de gules y oro. Lógicamente son los del cardenal don Pedro Gómez Barroso y Sotomayor, primer señor de Parla, que traería las armas de los Barroso (primero y cuarto por su padre, y de los Sotomayor, segundo y tercero, por su madre). Queda claro que no es el escudo de los Ribera el que ostenta la iglesia parleña, sino el de los Barroso.

En cuanto al primer cuartel del actual escudo, no discuto que la avutarda fuese animal abundante en Parla, pero también lo fue —y a veces más— en Valdemoro, Pinto, Torrejón de la Calzada, Humanes, Griñón y otros lugares de la zona. Desconozco "esas veraces noticias, como las Relaciones de Felipe II" que destacan Parla como lugar cinegético al menos desde los inicios del XVI, las cuales no están en los manuscritos que se conservan en la Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Desconozco también esas otras fuentes que describen Parla como importante lugar cinegético, salvo lo recogido en el Madoz que dice "cría caza de liebres y avutardas". No obstante, y dada la sensibilidad que determinadas asociaciones parleñas muestran hoy día con dicho animal, podría ir integrada en el escudo.

Mucho más emblemático, tradicional y relacionado con la leyenda que daría origen al nombre de la localidad es el pozo de los milagros de la ermita. En un "Inventario de las ropas, alhajas y demás objetos de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción de la villa de Parla" hecho en 1908, informa el cura al hablar de dicha ermita, del pozo y del milagro, aunque no lo relaciona con el nombre del pueblo: "Es de particular atención un pozo pequeño que existe dentro de la ermita con agua fina y abundante en la que todo este vecindario tiene una fé grande y que además tiene la nombradía hasta en los pueblos limítrofes de ‘el agua del calderillo’ y para beber siguiendo la tradición antigua hay colgado un calderillo de cobre pequeño en el que todos han de beber y no en vaso y hasta se dice (sin auténtica) que en época remota vino una mudita, bebió agua del calderillo, imploró la protección de la Virgen Santísima y recobró el habla". El pozo sí está documentado desde el siglo XVI. El 23 de enero de 1591 don Diego de la Calzada, obispo de Salónica, bendice el Humilladero, donde dicen la Fuente Santa camino de Humanejos, por don Diego de la Calzada, licenciado en Decretos, Obispo de Salónica. Una vez construido por los cofrades de la Sangre de Jesucristo, sería la ermita de La Soledad y esa Fuente Santa es el primitivo pozo de los Milagros. El agua está presente en el origen del nombre de Parla, en la leyenda y en la explicación científicofilológica. Por ello debería integrarse en el escudo un brocal de pozo de oro mazonado.

 

 

 

 

 

 


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Esta página se actualizó por última vez el 24/09/07.

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