UNCTAD, Comisiones y Sistema General de Preferencias

Documento complementario

 

Las comisiones fueron creadas formalmente en 1965, abarcaron las principales ramas de comercio internacional. Productos básicos, comercio de manufacturas, transacciones invisibles y financiación, transporte marítimo. En la actualidad, se han agregado la comisión especial de preferencias, transmisión de tecnología, cooperación económica entre países en desarrollo.

Desde 1964, año en que se crea, a propuesta del Grupo de los 77, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio, la Energía y el Desarrollo (UNCTAD), los países de Asia y África optaron por situar su acción de protesta en el seno de la ONU, que se convirtió en el foro de sus reivindicaciones.

Los objetivos de la UNCTAD son triples: acrecentar la ayuda de las naciones ricas al desarrollo de los países pobres; favorecer, anulando los obstáculos, las exportaciones del Tercer Mundo y establecer acuerdos internacionales que protejan a estos países de las fluctuaciones de los precios de los productos básicos.

Las tres primeras reuniones de la UNCTAD (1964, 1968 y 1972) no sirvieron más que para exponer estas reivindicaciones. La respuesta de los países ricos se redujo a leves acciones sin consecuencias, mientras que el foso de la pobreza se agrandaba.

Productos Básicos

La UNCTAD apareció como una fuerza bastante creíble. Hubo discusiones y negociaciones entre el Norte y el Sur en torno a temas tales como precios y producción de productos básicos. El protagonismo de la UNCTAD comenzó a decaer en la década del 80, cuando las fuerzas conservadoras (presididas por Ronald Reagan desde Estados Unidos y Margaret Thatcher desde el Reino Unido) decidieron poner fin al diálogo Norte-Sur. En particular el fracaso de los acuerdos en materia de precios de los productos básicos (manejados por la UNCTAD) marcaron la pérdida de influencia real de la UNCTAD.

En octubre de 1973 los países productores de petróleo (OPEP) cuadruplicaron el precio del combustible y consiguieron imponer sus exigencias al resto del mundo, alterando substancialmente el equilibrio económico internacional. El éxito de la OPEP estimulará a las naciones del Tercer Mundo a formar nuevas asociaciones de productores para aumentar el precio de las materias primas que se encuentran en sus manos (cobre, bauxita, estaño, caucho, hierro, fosfatos y mercurio, así como café, cacao y plátanos). El primer resultado de esta política fue la adopción, el primero de mayo de 1974, en el curso de una sesión especial de la ONU, de una resolución solicitando la instauración de un nuevo orden económico internacional (NOEI).

En la década de los setenta los Acuerdos Internacionales de productos básicos, fueron nacidos bajo el auspicio de la UNCTAD con el objetivo de ser un instrumento de ayuda a los países en vías de desarrollo. Dentro de los distintos productos básicos esta dirección se hace cargo de aquellos que son de carácter agroalimentario. Representantes de la Subdirección asisten a las reuniones de las Organizaciones Internacionales de productos básicos y, muy especialmente, a la Organización Internacional del Café y Cacao, con sede en Londres, y al Consejo Oleícola Internacional.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, en su resolución 93 (IV) de 30 de mayo de 1976 sobre el Programa Integrado para los Productos Básicos, pidió al Secretario General de la UNCTAD que convocara reuniones preparatorias para las negociaciones internacionales sobre determinados productos y, según fuera necesario, conferencias de negociación sobre los productos básicos lo antes posible después de la conclusión de esas reuniones preparatorias. En cumplimiento de esa resolución, entre mayo de 1977 y junio de 1982 se celebraron seis reuniones preparatorias sobre las maderas tropicales. En ese período se convocaron dos grupos intergubernamentales de expertos para examinar cuestiones relacionadas con la investigación y el desarrollo y con la información sobre mercados. La Sexta Reunión Preparatoria, celebrada del 1š al 11 de junio de 1982, recomendó que se convocara una Reunión sobre las Maderas Tropicales para continuar examinando las cuestiones institucionales pendientes y pidió que el Secretario General de la UNCTAD hiciera lo necesario con miras a convocar una conferencia de negociación a comienzos de 1983.

Los países desarrollados son proteccionistas en productos básicos. En el preámbulo de la Resolución 2/79 ( en 1979) de la Conferencia se hace referencia a resoluciones y conferencias anteriores sobre materias similares, concretamente la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural que trató de varias reuniones y resoluciones de la UNCTAD sobre el Programa Integrado para los Productos Básicos y las Negociaciones Comerciales Multilaterales. A lo largo de todo el preámbulo se observa una preocupación por la amplitud del proteccionismo en la agricultura y los efectos que estaba teniendo sobre los países en desarrollo. La parte dispositiva de la Resolución consta de 10 párrafos. En los tres primeros se piden medidas para frenar el crecimiento del proteccionismo agrícola y mejorar el acceso al mercado para los países en desarrollo. Posteriormente se refiere a las Orientaciones para el reajuste agrícola internacional, se alude al Fondo Común para los Productos Básicos, se solicita a la FAO que apoye a la UNCTAD con el fin de acelerar el Programa Integrado de Productos Básicos, "y en particular la conclusión de acuerdos internacionales sobre los productos básicos", se refieren a la entrada en vigor de los convenios internacionales del azúcar y del caucho, petición al Director General que presente un informe sobre esa Resolución al período de sesiones siguiente.

Como se sabe, en el decenio de 1970 se registraron importantes perturbaciones financieras y económicas, y los precios agrícolas internacionales oscilaron notablemente. Se negociaron CIPB como medio de reconciliar los intereses de los exportadores y los importadores, es decir para garantizar en mayor medida unos suministros sostenibles a cambio de unos precios estables y remunerativos para los exportadores.

El objetivo general de los CIPB agrícolas - conseguir un crecimiento equilibrado de la oferta y la demanda - incorpora una serie de objetivos auxiliares, tales como reducir la inestabilidad de los precios, hacer frente a los desequilibrios estructurales, fomentar el crecimiento del consumo, aumentar la productividad e impulsar los ingresos de exportación. Los convenios tienen a menudo otros objetivos más específicos de los productos básicos, como por ejemplo en materia de normas del trabajo y seguridad alimentaria, y todos ellos constituyen un foro para el examen de cuestiones y el intercambio de información. Aunque la ordenación del mercado no era una de las características principales de la mayoría de los CIPB, desempeñó una función importante en algunos de ellos, y la ausencia percibida de una ordenación del mercado bajo el patrocinio internacional ha perjudicado al clima general con respecto a los CIPB. Las actividades de ordenación del mercado fueron componentes fundamentales de los diversos convenios para el caucho, el cacao, el café y el azúcar, ya que los dos primeros recurrieron a las existencias para estabilizar los precios (aunque el Convenio del Cacao de 1993 incluía también controles de la producción), mientras que los convenios del café se valieron principalmente de los contingentes de exportación y los convenios del azúcar utilizaron tanto las existencias como los contingentes de exportación.

Mientras que hasta finales del decenio de 1970 había habido un acuerdo general en favor de que los CIPB tuvieran funciones de ordenación del mercado, este consenso desapareció posteriormente. Se han señalado tres problemas principales. En primer lugar, varios CIPB trataron de estabilizar los precios en un período en el que la mayoría de los precios de los productos básicos agrícolas estaban disminuyendo. En segundo lugar, los países exportadores e importadores tenían opiniones divergentes en cuanto al margen de precios, incluido el grado en que los precios establecidos como objetivo deberían responder a las diferencias de calidad. En tercer lugar, los gobiernos de algunos de los países desarrollados importadores (a menudo los principales) habían dejado de apoyar la idea de la regulación de los mercados internacionales de productos básicos.

A pesar del cese de las funciones directas de ordenación del mercado, los objetivos de los CIPB restantes y de otros acuerdos internacionales que afectan a los mercados de productos básicos - promover un crecimiento equilibrado del sector de los productos básicos - no han cambiado realmente, pero en la actualidad se concede más importancia a los métodos distintos de la intervención en los mercados. Estas funciones son de varios tipos. En primer lugar, los CIPB subrayan la importancia del intercambio de opiniones, la generación de información, la elaboración de sistemas de datos y la realización de análisis de la situación y las perspectivas del mercado. En segundo lugar, constituyen un foro para examinar cuestiones de política. En tercer lugar, llevan a cabo actividades de fomento de productos básicos, habiéndose convertido la mayoría de ellos en organismos internacionales de productos básicos encargados de patrocinar proyectos para el Fondo Común de Productos Básicos. En cuarto lugar, algunos de ellos desempeñan funciones especializadas, como por ejemplo el Convenio sobre la Ayuda Alimentaria, que está vinculado al Convenio Internacional de Cereales.

En la IV Conferencia de la UNCTAD (Nairobi, 1976) y en la Declaración de Manila del mismo año, cuando se elabora un Programa Integrado, que contempla varios aspectos esenciales, tales como el mantenimiento de precios remuneradores para productos básicos con un margen limitado de fluctuación, la creación de un depósito regulador de materias primas y de un Fondo de 6,000 millones de dólares para financiar los stocks así constituidos. A todo ello hay que sumar además la puesta en práctica de diversos proyectos de nacionalización y la formación de carteles para controlar los aprovisionamientos y aumentar los beneficios de los productores.

Para 1979, las negociaciones mantenidas en el marco del Programa Integrado de la UNCTAD para los Productos Básicos y bajo el patrocinio del GATT habían dado lugar a CIPB para los cereales, los productos lácteos, la carne de bovino, el aceite de oliva, el azúcar, el café, el cacao, el yute y el caucho

La UNCTAD siguió concretando acuerdos internacionales sobre productos básicos para otorgarles estabilidad y así dar fluidez a los ingresos. En junio de1980 se creó el Fondo Común de Materias Primas; actuó como catalizador en la firma de acuerdos para productos (AIP). El Fondo constaría de dos líneas de financiación; una para el financiamiento de stocks reguladores de carácter internacional, la segunda - de financiación blanda - se ocuparía de las medidas distintas de la formación de stocks reguladores. Este punto es importante para los grandes exportadores de mercancías perecederas y no almacenables. Las contribuciones a la primera línea se formaron por una cuota de un millón de dólares por país (150 países), 80 millones fueron a la primera línea, otros 320 millones fueron aportados por bloques de países (formados en la quinta UNCTAD); 70 millones fueron dirigidos a la segunda línea y el resto vino de aportaciones voluntarias.

La puesta en marcha del Fondo Común tropezó con numerosas dificultades. En 1985 seguía sin entrar en vigor por la falta de ratificación por parte de Estados Unidos, la Unión Soviética y varios PMD.

Al volverse cada vez menos manejables los mercados de los productos básicos y a raíz del colapso de la mayor parte de los convenios internacionales de productos básicos, la UNCTAD ha desarrollado desde 1990 estudios sobre la gestión de los riesgos derivados de los precios, y desde 1994 se ha ocupado concretamente de los productos petroleros. Los programas de formación existentes, al haberse preparado fundamentalmente para empresas que tenían ya una experiencia en gestión de riesgos o que tenían fácil acceso a los conocimientos en ese particular, el primer afán fue desarrollar instrumentos de formación más detallados, prácticos y adaptados.

El Fondo Común para los Productos Básicos es una institución financiera intergubernamental. El Convenio Constitutivo del Fondo Común para los Productos Básicos fue negociado por la UNCTAD en la década de 1970, concertado en 1980 y entró en vigor en 1989. Actualmente, el Fondo Común cuenta con 104 Países Miembros, además de la Comisión Europea, la Organización de la Unidad Africana/Comunidad Económica Africana (OUA/CEA) y el Mercado Común del África Oriental y Meridional (COMESA) Entre 1989 y 1991, se constituyó una pequeña Secretaría. En 1991, la Junta Ejecutiva aprobó el primer proyecto de fomento de un producto básico. El Fondo Común actúa según un nuevo enfoque basado en los productos básicos en lugar del enfoque tradicional por país. El enfoque basado en los productos básicos permite centrarse en los problemas más generales de cada producto básico. De esta forma, hay más países que pueden beneficiarse de los proyectos que financia el Fondo Común. La razón de ser de los proyectos del Fondo Común es consolidar el desarrollo socioeconómico de los productores de productos básicos y contribuir al desarrollo de la sociedad en su conjunto. El Plan Quinquenal de Acción 1998-2002 del Fondo Común encauza las actividades del Fondo hacia los productos básicos de interés para los países menos adelantados (PMA) y hacia los productos básicos con potencial de desarrollo. Los proyectos se centrarán principalmente en los sectores más pobres de la población, en los propietarios de pequeñas explotaciones agrícolas, así como en las pequeñas y medianas empresas que participan en la producción, la elaboración y el comercio en países en desarrollo y países en transición.

La cuestión de los productos básicos sigue ocupando un lugar prioritario en la agenda del desarrollo, en la medida que los ingresos provenientes de las exportaciones de esos productos siguen teniendo una importancia primordial. Además de la tendencia crónica a la baja de los precios internacionales, la crisis financiera internacional ha demostrado nuevamente que la dependencia de nuestros países de la exportación de productos básicos o materias primas sin elaboración es uno de los elementos claves de nuestra vulnerabilidad externa. Es necesario que la UNCTAD desarrolle labores analíticas y de cooperación técnica para apoyar a nuestros países en la diversificación horizontal y vertical de nuestra oferta exportable. Los países de América Latina y el Caribe subrayan la importancia del Fondo Común de Productos Básicos para el financiamiento de medidas de desarrollo y para promover la estabilidad de los mercados, y expresan su interés en revisar su normativa para adecuarla a las nuevas realidades.

Entre los periodos 1970-1972 y 1998-1999, los países industrializados pasaron de una cuota de 58,8 por ciento a 66,3 como productores de bienes básicos. Dentro de ese grupo, la Unión Europea participó en el primer periodo con 28,2 y ascendió luego a 38,6 por ciento. En contraste, los países en desarrollo en conjunto obtuvieron 31,5 por ciento y descendieron a 26,3 en el segundo periodo. La participación de los países menos avanzados se desplomó de 4,7 por ciento a un imperceptible uno por ciento en 1998-1999.

Megzari evaluó que los 49 países más pobres del mundo sufrieron mucho más por la pérdida de su participación en el mercado que por los cambios adversos en sus términos de intercambio de productos básicos. El funcionario de la UNCTAD concluyó que la competitividad en los mercados mundiales abiertos de productos básicos es más importante que la estabilidad o el aumento de los precios de esas materias primas. En su exposición ante delegados de los países menos avanzados, refirió que está disminuyendo la importancia en el comercio mundial de algunos productos básicos tradicionales, como café, cacao, azúcar y algodón.

Sin embargo, Boehnke afirmó que a los países más pobres se les abren nuevas perspectivas en el campo de los productos básicos no tradicionales más especializados. En ese sentido, los sectores de crecimiento más dinámico son pesca, frutas, vegetales, productos lácteos, aves y otros productos como flores.

En 2000 los convenios relativos a los productos lácteos y la carne habían expirado, mientras que los relativos al yute y el caucho estaban llegando a su fin, y ninguno de los convenios restantes tenía "cláusulas económicas" (es decir, funciones de ordenación del mercado). Aun así, persisten muchos de los problemas que afectaban a esos productos básicos el decenio de 1970: precios que fluctúan, temores ocasionales acerca de la sostenibilidad de los suministros, todo ello acompañado de unos niveles de precios generalmente bajos en casi todos los últimos años y de la continua dependencia de muchos millones de agricultores de todo el mundo respecto de esos productos.

 

Comercio de manufacturas

La UNCTAD desde su creación ha contribuido al mejoramiento de las estructuras del comercio internacional en las manufacturas y en las semimanufacturas, incluida la negociación de Cooperación Internacional y acuerdos prefrenciales, control de prácticas comerciales restrictivas y del proteccionismo.

Como consecuencia de las presiones de la UNCTAD respecto al logro de arreglos comerciales discriminatorios favorables a los países "en desarrollo", las normas del GATT cedieron poco a poco. En 1965, el GATT agregó un nuevo capítulo sobre comercio internacional y desarrollo. Este capítulo reconoció la necesidad de promover una mayor participación de las economías "subdesarrolladas" en el comercio internacional y asegurar un mejor acceso de las mismas a los mercados de productos primarios y manufacturados.

Hasta 1999 los países del Sur participan en mayor cantidad de importaciones que en el pasado, mientras que sus exportaciones llegan a mercados protegidos o estancados. A su vez, en la medida en que ahora hay más países en desarrollo que exportan manufacturas, los precios o relaciones comerciales para estos países se han deteriorado, como en el caso de los precios de las materias primas. Como resultado, los países en desarrollo experimentan déficit comerciales más elevados, a la vez que un crecimiento menor.

Por tal motivo la UNCTAD demanda por el mejor acceso al Norte por el Sur; así se podrían obtener cientos de billones de dólares más en ingresos por exportación, lo que sería de tres a cuatro veces superior al promedio de flujo de capital hacia el Sur.

El problemas más fuerte en este punto es la carencia de tecnología, la incapacidad para competir con el exterior. Desde la primera UNCTAD se apreció la necesidad de favorecer mediante preferencias arancelarias en estos artículos. En la segunda UNCTAD se llegó a un acuerdo de principio, posteriormente se concretó el Sistema de Preferencias Generalizadas. Lo que perseguiría es conceder a los países en desarrollo el acceso a los mercados de manufacturas a los países industriales. Las preferencias no exigían reciprocidad. La duración fue de diez años y surgieron problemas en cuanto a la duración de supresión y sobre los países beneficiarios, fue aprobado en 1971. En 1980 los países otorgantes acordaron la continuidad del sistema por otro plazo igual.

El SPG cubre muchos productos industriales y pocos agrícolas, la desigualdad se hizo presente en los países agrícolas. Los países industrializados recientes en parte, se deben al sistema de preferencias. A pesar de todo, los países en desarrollo no se sienten satisfechos, por ello en 1988 acordaron otorgarse preferencias entre ellos.

 

Sistema Generalizado de Preferencias

En la II Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo, celebrada en Nueva Delhi en 1968, los países en desarrollo que conformaron el Grupo de los 77 en el seno de la UNCTAD solicitaron y alcanzaron de los países desarrollados y de Europa Oriental, el compromiso de otorgar un tratamiento preferencial y diferenciado para el ingreso de productos originarios y procedentes de países en desarrollo a mercados seleccionados. Este tratamiento que posteriormente fue incluido en la Parte IV del GATT bajo el nombre de comercio y desarrollo es lo que a partir del 1970 se conoce como el Sistema generalizado de preferencias.

Los objetivos iniciales fueron fomentar las corrientes del intercambio comercial, sobre todo de productos industrializados y de algunos productos agrícolas ; incrementar el ingreso de divisas por exportaciones; promover los procesos de industrialización para la diversificación de las exportaciones.

Por tratarse de un compromiso adquirido en forma unilateral, en el otorgamiento de preferencias arancelarias para productos determinados, se ha impuesto el principio de la defensa de la industria nacional. Por esta razón, los productos de los sectores agrícola y agroindustrial que constituyen la base de las exportaciones de los países en desarrollo, no se encuentran comprendidos en los esquemas que contienen la nómina de productos beneficiados.

Fue la Comunidad Económica Europea con sus 12 estados, la que en su cumplimiento de compromisos adquiridos con la UNCTAD, oficializó el SGP en 1970; posteriormente lo hicieron los Estados Unidos de América, Japón, Australia, Nueva Zelandia, países nórdicos y de Europa Oriental que conformaron la URSS. A la fecha, son 28 los Estados que, bajo diferentes denominaciones y con diferentes objetivos, mantienen en vigencia los principios del SGP: Australia, Canadá, Bulgaria, Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaca, Federación De Rusia, Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Reino Unido y Suecia; y los Estados Unidos de América.

Un breve análisis de los esquemas preferenciales nos permite confirmar que fue el SGP de los Estados Unidos de América, vigilado en gran medida por la UNCTAD, que estuvo en vigencia hasta Octubre de 1993, es el que mayores beneficios concedió a los países en desarrollo, al establecer una cobertura para 4100 categorías de productos que podían beneficiarse del trato preferencial, sin considerar que los productos básicos o tradicionales como el banano, café, cacao, en su estado natural como industrializado, entre otros tradicionales tenían franquicia libre para el ingreso a ese mercado. En los demás países que han manifestado su interés de mantener el esquema SGP, la cobertura es menor y beneficia principalmente a productos industrializados, entre los que se encuentran las artesanías.

Para acogerse al beneficio del trato preferencial de la UNCTAD y que contempla el SGP, los productos deben cumplir algunos requisitos, algunos han estado siendo modificados por el organismo de la ONU: Acreditar, a través de la presentación del Certificado de Origen Forma ĻAĻ, otorgado por autoridad oficial competente del país exportador, que provienen de un país en desarrollo; por decisión del Ministerio de Comercio Exterior, Industrialización y Pesca, están autorizados para legalizar los Certificados de Origen de Forma ĻAĻ, del SGP y ATPA, funcionarios de la Subsecretaría de Comercio Exterior - Quito; Subsecretaría de Pesca y del Litoral en la ciudad de Guayaquil; Subsecretaría del Austro en Cuenca y las Direcciones Regionales de Manta, Loja y Ambato, cuyas firmas y rúbrica, así como sello y facsímil se encuentran debidamente registrados en las Aduana de los países otorgantes de preferencias arancelarias. Ser enviado directamente desde el país de origen al país de destino, evitando transbordos o manipulaciones que pueden modificar la naturaleza del mismo; Para los casos en los cuales se admite la incorporación de partes de otra procedencia, como en el caso de los Estados Unidos que permite la utilización de partes y piezas producidas por industrias norteamericanas o filiales, el valor agregado nacional no puede ser inferior al 35 por ciento del valor total del producto. Similar tratamiento aplican otros países.

Bajo los auspicios de la conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, UNCTAD, los países en desarrollo miembros del Grupo de los 77, suscribieron en Belgrado Yugoslavia, el 13 de Abril de 1988 el Convenio por el cual se establece el sistema global de preferencias comerciales entre países en desarrollo o SGPC, con el propósito de promover y sostener el comercio mutuo y el desarrollo y cooperación económica entre países en desarrollo, mediante el otorgamiento de concesiones arancelarias en los campos de los derechos arancelarios, para-arancelarios, medidas no arancelarias y convenios a mediano y largo plazo, enmarcados en el GATT/OMC.

A la fecha y bajo los auspicios de la UNCTAD, el Comité de Negociaciones del SGC ha promovido y llevado a la práctica dos rondas de negociaciones en las cuales el Ecuador ha recibido solicitudes de concesión de preferencias por parte de Corea, Cuba y Rumania para productos industrializados y ha solicitado el otorgamiento de preferencias para productos de nuestro interés, sin que se haya concretado ningún tipo de preferencias por el grado de industrialización que contienen los productos para los cuales se solicitaba la reducción de barreras arancelarias y no arancelarias. De todos modos, en el caso de Rumania, este país otorga desde hace algún tiempo tratamiento preferencial para el ingreso del banano a ese mercado con un arancel del 32 por ciento frente al 40 que exige al mismo producto procedente de otros orígenes, siempre y cuando este acompañado del Certificado de Origen forma ĻAĻ del Sistema Global de Preferencias Arancelarias entre Países en Desarrollo. Está en proceso de iniciación la tercera ronda de negociaciones en el marco del SGPC, en la que se ha propuesto negociar una reducción arancelaria puntual en vez del proceso de producto por producto, esperando que este mecanismo permita superar las dificultades que se presentaron en anteriores negociaciones por la diferencia que presentan los productos como resultado de los avances tecnológicos implementados en los procesos de producción, sobre todo por el contenido del valor agregado.

 

Transferencias invisibles y financiamiento.

En la primera y segunda UNCTAD, así como en reuniones posteriores, el financiamiento ocupó la atención principal, se avanzó en la elaboración de una tipología; se desprendieron dos tipos de financiación. Una fue complementaria y que era utilizada por los países en desarrollo para cubrir diferencias entre ingresos previstos y obtenidos necesarios para cumplir con el objetivo del plan de desarrollo, cubría entonces las deficiencias fiscales y de ahorro interno. La segunda compensaría los efectos negativos en las fluctuaciones de precios internacionales.

La UNCTAD ha llevado seguimiento y control del cumplimiento de resoluciones adoptadas. En los primeros años el objetivo fue transferir recursos del desarrollo al sub. En la quinta UNCTAD, 1979, se pedía verificar la transferencia del 0.7% del PIB en forma de asistencia oficial al desarrollo (AOD).

Entre las principales funciones de la UNCTAD destaca el examinar las tendencias mundiales de las corrientes de inversión extranjera directa (IED); las relaciones entre la IED, el comercio, la tecnología y el desarrollo; y las consecuencias que puede tener para el desarrollo un posible marco multilateral para la inversión; también analiza políticas y mecanismos para apoyar la creación de pequeñas y medianas empresas y de microempresas, define políticas que puedan fomentar las innovaciones y la capacidad tecnológica en los países en desarrollo y las transferencias de tecnología a esos países, examina políticas en materia de ciencia, tecnología e innovación a fin de definir posibilidades de acción en el plano nacional, presta asistencia a los países en desarrollo para que fomenten las inversiones internas y mejoren su clima general de inversión, ayuda a los países en desarrollo a aprovechar las oportunidades para el desarrollo de las empresas, apoya el fomento de la capacidad empresarial y los programas de capacitación innovadores en los países en desarrollo. Fomenta la infraestructura de servicios para el desarrollo y eficiencia comercial, ayuda a los países en desarrollo y a los países en transición a aumentar la eficacia de sus servicios de apoyo al comercio mediante programas de cooperación técnica, apoya la formulación de políticas y reglamentos nacionales que fomenten la infraestructura de servicios para el desarrollo, así como la facilitación y la eficiencia del comercio, presta asistencia a los países en desarrollo para que evalúen la eficiencia de sus servicios de apoyo al comercio y adopten las prácticas más adecuadas.

Teniendo en cuenta los resultados del Simposio Internacional de las Naciones Unidas sobre Eficiencia Comercial celebrado en 1994, promueve el comercio electrónico mundial facilitando acceso a tecnologías de la, información para todos los participantes en el comercio internacional, sobre todo por medio de la Red Mundial de Centros de Comercio, contribuye al desarrollo de nuevos, servicios para ayudar al sector no estructurado y a las microempresas, en particular en lo que respecta al microcrédito, ayuda a reducir los obstáculos al desarrollo que deben afrontar los países en desarrollo sin litoral e insulares de resultas de sus elevados gastos de transporte.

La cooperación tiene como finalidad aumentar la capacidad de los países para participar plenamente en la economía mundial, en particular en el comercio, las finanzas y las inversiones internacionales. Ayudar en los países en desarrollo a comprender mejor sus problemas económicos internacionales y a resolverlos. Refuerzan la capacidad negociadora de los países en desarrollo en lo que respecta al comercio, las finanzas y las inversiones internacionales.

La UNCTAD ha perfeccionado las políticas de atracción de capitales extranjero.

Los países en desarrollo y en transición se enfrentan, por un lado, con la necesidad de atraer recursos externos de financiación para su desarrollo ( incluyendo inversiones a corto plazo), y por otro lado, con el requerimiento de ser selectivos con el tipo de crédito que tomen, para evitar problemas de volatilidad, como señala el informe mundial de la reunión de 60 expertos de cincuenta países y organizaciones internacionales y regionales reunidos en la UNCTAD.

La Inversión Extranjera Directa ( IED ) es la menos volátil dentro de los flujos de inversión, mientras que los préstamos bancarios al corto plazo son los más volátiles. En cuanto a la volatilidad de las Carteras de Inversión Extranjeras ( Foreign Portfolio Investment ), los expertos la ubicaron en un punto intermedio entre la IED y los préstamos bancarios a corto plazo. Consideraron que para los países en desarrollo de bajos ingresos el acceso a IED e IEP es una preocupación aún mayor que la volatilidad, mientras que para los mercados emergentes, la potencial volatilidad es una cuestión de mayor importancia.

Transporte marítimo

Se dijo en 1968, precisamente el año que se establecía el régimen complementario que fue el Protocolo de 1968, en una reunión en Nueva Delhi que era necesario proteger o darle un mayor apoyo a los intereses marítimos de los países en desarrollo y fue así que UNCTAD, entregó la realización de esa tarea a UNSITRAL, que es la Comisión de Derecho Mercantil Internacional de Naciones Unidas.

La segunda UNCTAD estuvo reservada a los problemas de servicios del subdesarrollo, especialmente al transporte marítimo. AL situación geográfico indica grandes desplazamientos (y altos costos) en la colocación de productos subdesarrollados. Por ello se realizaron algunos convenios como códigos de conducta, desde 1974 y formalmente en 1985; las reglas de Hamburgo en 1978 ( prohibición a armadores de declararse exentos de responsabilidad frente a cargadores; convenio sobre transporte multimodal, 1980, destinado a conseguir con solo un documento cargas en varios medios.

En Junio de 1987 la UNCTAD , con el apoyo de la CCE , orientó a la COCATRAM, para que iniciara el Programa de Capacitación en Centroamérica en la esfera de puertos y transporte marítimo. Dándose por iniciada la primera fase, la cual tuvo como objetivos primordiales:

Contribuir a la creación o fortalecimiento de centros nacionales de formación en puertos y transporte marítimo. Preparar administradores de capacitación, preparadores de cursos e instructores. Dotar a los centros de material didáctico y equipos para impartir cursos. Elevar el nivel del personal directivo de las instituciones de formación marítima portuaria.

Con esta primera fase se constituyeron en Centroamérica a excepción de Panamá, los Centros de Capacitación Marítimo Portuaria. En 1990 se inició la segunda fase del Programa de Capacitación, incluyendo a Panamá. Tanto en la primera como en la segunda fase se cumplieron los objetivos propuestos.

Así se creo TRAINMAR. Es un programa de asistencia técnica de la UNCTAD cuyo objetivo es desarrollar y fortalecer capacidades locales de capacitación en los sectores portuarios y transporte. La UNCTAD y varias agencias de cooperación técnica apoyan este programa con actividades de coordinación, asesoría, capacitación de entrenadores, y financiamiento del desarrollo de cursos nuevos. Las contrapartes del programa TRAINMAR en los países son miembros del Programa y de la Red TRAINMAR, cada uno contando con expertos pedagógicos, preparadores e instructores de cursos, entrenadores y sus asociaciones reconocidos por la UNCTAD. Esos centros cooperan entre ellos mediante redes regionales, con estructura propia de funcionamiento. Entre los Centros TRAINMAR hay entes públicos y privados. Los costos variables de eventos organizados por Centros TRAINMAR generalmente se deben autofinanciar con las matrículas de los participantes. La UNCTAD brinda apoyo para la creación de nuevas capacidades y el fortalecimiento de los miembros de la red.

La Red TRAINMAR de Centroamérica se compone por los Centros de Capacitación Marítimo Portuaria de cada país Centroamericano.

 


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