Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico

 

Técnicamente, el foro es consultivo, intergubernamental y de carácter no institucional, en el cual se discuten temas de cooperación regional económica. Fue creado en 1989 a instancias de Australia y Japón, celebrando una primera reunión ese año en Canberra con algunas de las naciones representativas de la zona. Hoy son 21 las economías miembros, que representan alrededor de 2.5 mil millones de habitantes, con un Producto Interno Bruto combinado de más de US$18 billones en 1999 y más de las mitad del comercio mundial. Actualmente los miembros son Australia, Brunei Darussalam, Canadá, República de Corea, Chile, República Popular de China, Estados Unidos, República de Filipinas, Hong Kong, China, Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelandia, Papua Nueva Guinea, Perú, Rusia, Singapur, Tailandia, Taipei Chino (Taiwán) y Vietnam.


En términos generales su objetivo es avanzar en el dinamismo económico y sentido de comunidad dentro de la región Asia - Pacífico. Aunque particularmente: apoyar el crecimiento y desarrollo de la región, contribuir a una mayor liberalización de la economía mundial, reforzar los efectos positivos resultantes de la creciente interdependencia económica, reducir las barreras al comercio de bienes, servicios e inversiones.

Toda decisión es por consenso, los miembros no son países sino "economías", es practicado "regionalismo abierto", son reconocidos los distintos niveles de desarrollo y diversidad cultural, se mantiene consistencia con la OMMC, se persigue la liberalización y facilitación del comercio y las inversiones, es realizada una intensa cooperación técnico-económica.

Uno de los aspectos que destaca al APEC es su carácter informal. Se ha tratado de crear una organización dinámica y eficiente que no requiera de estructuras rígidas para operar. Se cree que a través del establecimiento de un sistema flexible se podrá contar con la participación más activa y enriquecedora de las economías miembros. Se pueden distinguir en APEC las siguientes instancias: Cumbre de Líderes, Reuniones Ministeriales, Reuniones de Altos Oficiales (SOM) y reuniones de los Comités y Grupos de Trabajo.

El proceso de liberalización que se ha planteado APEC tiene como horizonte 2010 para las economías desarrolladas y 2020 para el desarrollo. La forma de lograr este objetivo se ha plasmado en el llamado Plan de Acción, que contiene dos partes:

• Liberalización y facilitación del comercio y las inversiones: Se ha definido que la eliminación progresiva de las barreras al comercio de bienes e inversiones se realice en un esquema denominado "unilateralismo concertado", ya que cada economía define su forma de liberalización, pero la realiza en conjunto con el resto de los miembros. Esto se logra a través de dos mecanismos, planes de Acción Individuales, en el que cada economía define la forma en que alcanzará los objetivos y Acciones Colectivas, que incluye medidas de facilitación del comercio que se definen en forma conjunta.

Cooperación técnica y económica: Los programas de cooperación fueron diseñados para apoyar el crecimiento de las economías de la región y ayudar a reducir la brecha existente entre los niveles de desarrollo de las economías de APEC.

• Liberalización Sectorial Voluntaria Anticipada: En la Cumbre de Líderes de 1997 se decidió adelantar la fecha de la liberalización de 15 sectores productivos. Esto implicó que cada economía definiera en cada uno de los sectores seleccionados la forma de abrir su comercio. Este intento se topó con una serie de obstáculos, ya que cada vez se fueron exceptuando de la futura apertura rubros en cada sector y también países, lo que no ha posibilitado su concreción. A raíz de estos obstáculos se ha vuelto a enfatizar que deben ser los IAP la base de la futura liberalización y que el proceso debe ser simultáneo en todos los sectores; aunque persisten intentos por lograr avances concretos en algunos sectores.

El APEC opera a través de consenso. En 1991, los miembros se comprometieron a dirigir sus actividades y trabajo sobre la base de un diálogo abierto con un respeto equitativo para todos los integrantes. La República Popular China tiene la Presidencia del APEC para este año.

Adicionalmente a la reunión anual Ministerial del APEC, las economías miembros del Foro han auspiciado otras reuniones de nivel ministerial en las siguientes áreas: educación, energía, medio ambiente y desarrollo sustentable, finanzas, desarrollo de capital humano (HRD), cooperación regional científica y tecnológica, pequeñas y medianas empresas, industria de las telecomunicaciones y de la información, comercio, transporte y mujeres.


Consejo Asesor de Negocios del APEC

En el contexto de APEC y como una respuesta a la recomendación del Foro de Negocios del Pacífico para que un cuerpo privado del más alto nivel asesorara permanentemente a los líderes del Pacífico en los temas de negocios de la región, surgió el ABAC (Consejo Asesor de Negocios de APEC) en noviembre de 1995. Nombrados por los Jefes de Estado y de Gobierno que participen en APEC, los tres representantes empresariales por país, se relacionan directamente con los líderes, elaborando informes económicos y debatiendo sus propuestas sin tener que someterlas previamente a los ministros respectivos. Las recomendaciones específicas del ABAC tienen como objetivo: el tema de las medidas no arancelarias, la implementación de un sistema de alimentos APEC, promover la movilidad de negocios, eliminar impedimentos a normas y estándares, desarrollo de mercados de bonos y un Instituto de Red de Directores, desarrollar planes de acción para comercio electrónico, así como el manejo de Internet para el desarrollo de capital humano.


En cada una de las reuniones de líderes se han establecido pautas para lograr la liberalización de la región :

Isla Blake, 1993

Los líderes económicos del APEC se reunieron por primera vez en noviembre, 1993. Visualizaron una comunidad de economías del Asia-Pacífico, basada en el espíritu de apertura. Comunidad que haría esfuerzos conjuntos para atender los desafíos del cambio, promover el intercambio de bienes, servicios e inversión, y trabajar hacia un crecimiento económico general, estándares de vida y educación más altos así como un crecimiento sustentable que respeta el medio ambiente.

En reuniones anuales subsecuentes, los líderes y ministros del APEC depuraron esta visión e introdujeron mecanismos para traducirla en acción.

Bogor, 1994

La visión de un sistema abierto de comercio se tradujo en el ambicioso objetivo de "tener libre apertura comercial y de servicios en el Asia-Pacífico en el 2010 para las economías miembros desarrolladas y el 2020 para las economías en desarrollo".

Osaka, 1995

En Osaka, los líderes del APEC adoptaron la agenda de acción de Osaka (OAA), que establece firmemente los tres pilares de las actividades del APEC: liberalización comercial y de servicios, facilitación de negocios y la cooperación económica y técnica. La OAA fue el marco de Principios Generales para guiar a los miembros hacia el objetivo de Bogor.

Manila, 1996

El plan de acción de Manila para el APEC (MAPA), adoptado por los líderes del APEC en noviembre de 1996, compiló los planes de acción individuales de los miembros para cumplir los objetivos delineados en Bogor. Dieron instrucciones, que se les debería dar alta prioridad a las siguientes seis áreas de cooperación económica y técnica: desarrollo de capital humano; fomentar mercados de capitales seguros y eficientes; reforzar infraestructura económica; resguardar tecnologías para el futuro; promover el crecimiento sustentable con el medio ambiente; y alentar el crecimiento de empresas pequeñas y medianas.

Vancouver, 1997

En Vancouver, los líderes del APEC reconocieron los esfuerzos de los miembros para mejorar los compromisos en sus Planes de Acción Individual (IAP) y reafirmaron la intención de actualizarlos anualmente. Endosaron el acuerdo de sus ministros para que se tomaran acciones con respecto a la liberalización sectorial prematura voluntaria (EVSL) en quince sectores, nueve de los cuales deberían ser avanzados durante 1998 e implementados a principios de 1999. Dieron buena acogida del progreso en el foro del APEC en involucrar a sectores de negocios, académicos y otros expertos, mujeres y jóvenes incentivándolos a seguir en estos esfuerzos. Los líderes del APEC endosaron el esquema de Vancouver para el mejoramiento de la asociación público-privada para el desarrollo de infraestructura.

Kuala Lumpur, 1998

En Kuala Lumpur, reafirmaron su confianza en los sólidos fundamentos económicos y las proyecciones de crecimiento de las economías del Asia-Pacífico. Acordaron dedicarse a conseguir una estrategia de crecimiento cooperativa para dar fin a la crisis económica. Se comprometieron a reforzar las redes de seguridad social, los sistemas financieros, los flujos de comercio e inversión, la base tecnológica y científica, el desarrollo del capital humano, infraestructura económica, y las relaciones de negocios y comerciales, para dar comienzo a un crecimiento sostenido en el siglo 21. Los líderes del APEC también recibieron con satisfacción la decisión de los ministros de conseguir un acuerdo EVSL con miembros no partes del APEC en Organización Mundial de Comercio.

Los líderes adoptaron el Programa de Acción de Kuala Lumpur sobre Desarrollo de Habilidades con el objetivo de contribuir a un crecimiento sustentable y un desarrollo equitativo, reduciendo las disparidades económicas y mejorando el bienestar social de la gente, a través de la renovación y perfeccionamiento de habilidades.

Auckland, 1999

Acordaron que el desempeño y proyecciones de las economías del APEC habían progresado, sin ser complacientes frente a los riesgos para la recuperación. De acuerdo a esto, se comprometieron a reforzar los mercados y progresar en torno al marco internacional que gobiernan los flujos comerciales y de inversión. Los líderes del APEC también pusieron a la gente y su prosperidad como punto clave en la discusión, dando acogida a una participación más activa de mujeres y del sector empresarial en el trabajo de APEC.

Brunei Darussalam, 2000

Luego de las reuniones del Foro de Cooperación del Asia Pacífico (APEC) que se realizaron en noviembre de 2000, los principales tópicos se refirieron a :reafirmar la confianza en la visión de APEC de una comunidad de economías abiertas e interdependientes como un medio para fortalecer la capacidad de crecer en el mercado global y entregar prosperidad a los pueblos pertenecientes. Se renovó la determinación de convertir esta visión en realidad a través del compromiso con las metas de Bogor de comercio e inversiones libres y mediante una amplia cooperación destinada a mejorar la capacidad de la gente, las instituciones, la infraestructura y los mercados, de acuerdo a la Agenda de Acción acordada en Osaka. A pesar de que la crisis económica fue un retroceso en una década de progreso en APEC, manifestaron no haber detenido las políticas que han dado un crecimiento económico, rápido y estable. Anunciaron nuevas estrategias en el marco de una revolución tecnológica, además reiteraron la necesidad de lanzar en forma expedita una nueva ronda de negociaciones comerciales en la OMC para el beneficio de todos los miembros de la Organización. También se destacó el reciente desarrollo de los acuerdos regionales de comercio que se registraron en el Asia Pacífico. Y de ahí que se manifestaron de acuerdo en que los acuerdos regionales y bilaterales de comercio son útiles como bloques de construcción para la liberalización multilateral en la OMC. "

2001

Mientras el APEC entra a su segunda década, enfrenta algunos desafíos nuevos y significativos, que han suscitado una sensación de urgencia y llamado de mayor unidad y compromiso. APEC 2001 ha centrado su trabajo en "Enfrentando nuevos desafíos en el nuevo siglo: Lograr la prosperidad común a través de la participación y la cooperación", compartiendo los beneficios de la globalización y de la Nueva Economía,
avances en lo comercial y en inversiones y promoviendo crecimiento económico sustentable

China

La relación de la economía china con el mundo va a cambiar substancialmente en entre a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Los negociadores chinos, conscientes del interés que tienen los gobiernos de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón en ese ingreso, intentan obtener las máximas contrapartidas.

Los costos a corto plazo de la incorporación del país a la OMC pueden ser importantes, en términos tanto de incremento de las importaciones como de crecimiento de la inversión extranjera en banca, seguros y telecomunicaciones, sectores éstos cuyas empresas locales - tradicionalmente aisladas - podrían tener muchas dificultades al abrirse a la competencia internacional.

De todas formas, los efectos a medio y largo plazo de la incorporación de China a la OMC serán indudablemente positivos: mayor eficiencia, creciente oferta de bienes de consumo y, sobre todo, consolidación y aceleración de la reforma económica.

El embajador de Uruguay, Carlos Pérez del Castillo, estima que la presencia china va a ser determinante en ulteriores negociaciones sobre sectores fundamentales, como la agricultura, los servicios y los textiles, pero descarta otras valoraciones de tipo político. Ha declarado ante periodistas latinoamericanos que no cree que China se convierta en el líder de los países en desarrollo, ya que, si no lo ha hecho en el marco de las Naciones Unidas, no tiene razón para intentarlo en el marco de la OMC. Según el titular uruguayo, sin lugar a dudas, la presencia, el peso político y el mercado chino tendrán un impacto en el balance final de objetivos y concesiones que se puedan lograr.

Al comentar la posición adoptada por la OMC, el embajador de la República Dominicana, Federico Alberto Cuello, ha hecho hincapié en la cuestión arancelaria en el sector azucarero, en cuyas difíciles negociaciones participaron activamente países como Brasil y Cuba, los cuales obtuvieron mejores condiciones de acceso al mercado.

El grupo de los Cinco, integrado por Panamá, Nicaragua, Honduras, Bolivia y República Dominicana, también se beneficia de este acceso, que es vital para sus economías.

En el caso de México, la firma, hace apenas una semana, de un acuerdo de compromiso en el sector de textiles, dio el espaldarazo final latinoamericano para que el gigante asiático se adhiera al conjunto de los 142 países miembros de la OMC.

Así mismo, el embajador de República Dominicana estima que el ingreso de China fortalecerá los mecanismos de defensa dentro de la organización comercial, e impedirá que se reproduzcan situaciones como el dumping de 1994-1995, ocurrido en la esfera de textiles. Además, ofrecerá mejores posibilidades a una economía internacional en crisis.

Federico Alberto Cuello afirma que "hay que ver la entrada de China en la OMC dentro de la perspectiva difícil que está viviendo la economía mundial." A su juicio, en estos momentos hay muy pocas fuentes de crecimiento para la economía mundial. El crecimiento de las economías estadounidense y europea ha disminuido dramáticamente, y la economía japonesa atraviesa por una franca recesión.

El documento de adhesión que abre las puertas al Gobierno de Pekín va a ser oficialmente aprobado durante la cuarta Conferencia Ministerial de la OMC, prevista para este mes en Doha. Sin embargo, su celebración ha quedado fuertemente cuestionada tras la situación derivada de los ataques terroristas a Estados Unidos.

En ese sentido, el embajador Cuello piensa que tras la adhesión de China, las cosas van a cambiar substancialmente en el seno de la OMC.

Quizás, después del agotamiento provocado por 15 años de penosas negociaciones, los mexicanos quieran darse ahora el tiempo para una reflexión más positiva, aunque sin abandonar un tradicional toque de escepticismo en cuanto al impacto de la presencia China en el mercado libre, bajo las reglas de la Organización Mundial del Comercio.

 


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