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Una carta a los grupos

Julio de 1954

ras una detenida discusión en la recién celebrada Conferencia de Servicios Generales, se votó por eliminar todos los descuentos concedidos a los grupos de los EE.UU. y Canadá en las compras del Libro Grande y Doce Pasos y Doce Tradiciones.

La decisión fue tomada por una gran mayoría - sesenta y ocho contra siete - y constituía una muestra representativa de la opinión de AA. Se me sugirió que les escribiera a ustedes para explicarles por qué se consideraba tan necesaria esta decisión.

Nuestra experiencia aquí en la Sede de AA durante los quince años que lleva establecida indica claramente - de hecho lo grita a voces - que la Fundación siempre tiene que disponer de un fondo de reserva sustancial en dinero contante y sonante para cubrir los déficits que a menudo se experimentan y estar preparados ante la eventualidad de una depresión económica o una fuerte inflación, asegurando así nuestros servicios mundiales sean cuales sean las circunstancias.

Esta no es una mera teoría. Durante sus primeros dos años de operaciones, los gastos totales de la Sede General se cubrieron con los ingresos provenientes de las ventas de libros y folletos. Luego, en 1941, los grupos empezaron a asumir la responsabilidad de sufragar los gastos de la Oficina de la Sede General, por medio de sus contribuciones voluntarias. No obstante, sólo en cinco de los trece años transcurridos desde 1941 han ascendido las contribuciones de los grupos a una cantidad suficiente como para pagar todas las cuentas de la Oficina de Servicios Generales de AA. Y en dos ocasiones, fue necesario utilizar las entradas producidas por la venta del libro, acumuladas en el fondo de reserva de la Fundación, para evitar el cierre de la Oficina Central o una reducción considerable de sus servicios.

Recuerdo un periodo en que las contribuciones mensuales de los grupos fueron unos $2,000 menores que los gastos mensuales de la oficina. Al mismo tiempo, el Grapevine fue experimentando una pérdida de unos $1 ,000 cada mes. Durante casi dos años seguimos perdiendo cada mes una cantidad parecida. Gracias solamente a la reserva que la Fundación tenía acumulada, proveniente de la venta del libro, el Grapevine se salvó de la quiebra. Y habríamos tenido que hacer una considerable reducción en la Oficina de Servicios Generales en el mismo momento en que nuestra Comunidad, que estaba creciendo rápidamente, necesitaba más servicios, no menos.

Gracias a la Conferencia de Servicios Generales, a las actividades de sus delegados, y los miembros de comité, y a la mayor comprensión que ustedes tienen de nuestras necesidades de servicio, nos encontramos ahora en condiciones mucho mejores. El año pasado, el Grapevine experimentó un pequeño beneficio. Y gracias al aumento en las contribuciones de los grupos, casi se cubrieron los gastos de la Oficina de Servicios Generales.

Aun así, quedaba un déficit general de unos $ 10,000, debido al hecho de que las contribuciones especiales de los grupos fueron inferiores en esta cantidad a los costos de la Oficina de Servicios Generales.

Nuevamente, a pesar de las mejoras que han tenido lugar recientemente, era necesario utilizar una parte del dinero proveniente de la venta de libros y folletos para poder efectuar la Conferencia de Servicios Generales.

Estos son los hechos de nuestra historia que nos indican la necesidad de tener siempre en la Fundación un fondo de reserva prudente. Este dinero garantiza la operación de los servicios mundiales de AA contra viento y marea.

Debido al aumento de nuestros gastos y de la inflación en años recientes, nuestro fondo de reserva ahora representa tan solo nueve meses de gastos de operaciones de la Oficina de Servicios Generales de AA.

Teniendo en cuenta la época incierta en que vivimos, la Conferencia consideró que esta cantidad es demasiado pequeña y nos pone en una situación muy arriesgada. La Conferencia se dio cuenta de que una disminución de tan siquiera un 15 o un 20 por ciento en las contribuciones de los grupos y la venta de literatura nos crearía una circunstancia muy peligrosa.

De allí que la Conferencia decidiera eliminar todos los descuentos en las ventas de los libros hasta que la reserva de la Fundación alcance una cantidad igual a dos o tres años de gastos de operaciones de la Oficina de Servicios Generales.

Esto quiere decir que ahora las Publicaciones de AA cobrará a los grupos de los EE.UU. y Canadá $3.50 por el Libro Grande y $2.75 por Doce Pasos y Doce Tradiciones. Se estipuló explícitamente que La Fundación ingresará este dinero adicional en la cuenta bancaria que representa su fondo de reserva. Y, si dentro de unos pocos años este fondo llegara a los $300,000, se acordó que se volverían a ofrecer los descuentos a los grupos. Cuando pensamos en el inmenso tamaño y alcance de AA, estos $300,000 se convierten en una cantidad muy pequeña - es una inversión permanente de solamente $2.00 por miembro a fin de que, sean cuales sean las circunstancias, el centro mismo de AA nunca se desmorone.

Esta acción de la Conferencia me produjo una gran satisfacción y un gran alivio, porque significa que su Sede estará a prueba de depresiones y calamidades.

Confío en que todos los grupos se den cuenta de la necesidad de esta acumulación protectora de dinero y, al mismo tiempo, sigan haciendo sus acostumbradas contribuciones voluntarias, con las que cubrimos los gastos actuales de la Oficina de Servicios Generales.

¡Un millón de gracias a todos ustedes!

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