Volver

Sección

2

Otros escritos de este período

Comentarios sobre las ideas de Wylie

En un artículo titulado "Philip Wylie pincha la autosuficiencia con una agujita," el renombrado autor dice que es un alcohólico que "dejó de beber sin ayuda." A continuación cita la siquiatría y otros recursos científicos como factores que contribuyeron a mantenerle sobrio. Lo que sigue es la respuesta de Bill.

Septiembre de 1944

El artículo de Philip Wylie publicado en este número del Grapevine le granjeará las simpatías de cada uno de los AA. ¿Por qué? Porque él es tan típicamente alcohólico. Tampoco se le puede pasar por alto a nadie el espíritu de generosidad y de autosacrificio del autor. Olvidando su propia importancia mundana, expresa lo poco que le importa la opinión del público; arriesga su reputación para compartir con nosotros su carácter. Como viajero solitario que ha logrado salir a tientas de la oscuridad, nos cuenta cómo ha descubierto su refugio. No podríamos esperar a alguien de ánimo más robusto. El Sr. Wylie puede hacerse miembro de AA el día en que lo diga.

Entre nosotros es tradicional que el individuo tenga un derecho incondicional a su propia opinión sobre cualquier asunto que se puede imaginar. No se ve obligado a estar de acuerdo con nadie; puede estar en desacuerdo con todos, si así lo desea. Y de hecho, al encontrarse en una "borrachera seca," muchos AA lo están. Por lo tanto, ningún AA tiene porqué sentirse desconcertado si no puede estar completamente de acuerdo con todo el verdaderamente estimulante discurso del Sr. Wylie. Vale más que reflexionemos sobre la multitud de caminos que hay hacia la recuperación; que cualquier historia o teoría de recuperación elaborada por alguien que ya ha andado el camino probablemente tendrá mucho de verdad. El artículo del Sr. Wylie es como una abundancia de fruta fresca. Tal vez debemos seguir el consejo del ama de casa que dice: "Comamos lo que podamos tragar y pongamos el resto en conserva para quien le apetezca."

Lo que más me llamó la atención fue su referencia a la experiencia espiritual "al estilo de Jung," aparentemente producida "por una técnica científica sicológica." ¡Qué bendición sería esto para nosotros que cada día tenemos que luchar con el principiante agnóstico! Si sólo pudiéramos darle una buena dosis de ese "símbolo transcendental," y así poner fin al asunto. No tendríamos que preocuparnos de ese fastidioso asunto de esperar a que nuestro candidato llegue a tropezones a tener la suficiente amplitud de mente para aceptar la posibilidad de un Poder superior a él mismo.

No obstante, como el Sr. Wylie comenta generosamente, no es muy importante cómo se produce la experiencia espiritual transformadora, siempre que uno experimente una que le dé resultados. Es necesario que el alcohólico de alguna forma logre suficiente objetividad respecto a sí mismo como para apaciguar sus temores y derrumbar su falso orgullo. Si él puede hacer todo esto mediante su intelecto y a partir de allí apoyar la estructura de su vida en un "símbolo transcendental", ¡mejor para él! Pero a la mayoría de los AA este plan de vida les parecería poco adecuado. Considerarían la simple humildad y fe en el poder de Dios una medicina mucho más fuerte. AA recurre sin vacilar a la emoción y la fe, mientras que el intelectual científico evita estos recursos tanto como pueda. No obstante, las técnicas más intelectuales de vez en cuando dan resultados, puesto que están al alcance de aquellos que no puedan tomarse la dosis más fuerte. Además, cuando nos sentimos demasiado orgullosos de nuestros propios logros, nos recuerdan que AA no tiene el monopolio de rescatar a los alcohólicos.

De hecho, resulta ya evidente que el mundo científico va teniendo cada vez más aprecio por nuestros métodos; más que el que nosotros tenemos por los suyos. En este sentido, están empezando a darnos lecciones de humildad a nosotros.

Volvamos a escuchar las palabras con las que nuestro amigo el Dr. Harry Tiebout, siquiatra, cierra su ponencia "Las Técnicas Básicas de Alcohólicos Anónimos," presentada ante la Asociación Americana de Siquiatría: "Me parece que la lección para los siquiatras está clara. Aunque es cierto que tratamos problemas emocionales, nosotros, como gente con tendencias intelectuales, desconfiamos demasiado de las emociones. Nos sentimos un poco cohibidos y algo avergonzados cuando nos vemos forzados a valernos de ellas, y siempre pedimos disculpas a nuestros colegas si sospechamos que tienen motivos para creer que nuestros métodos son demasiado emocionales. Mientras tanto, otros, menos sujetos a la tradición, no vacilan en utilizarlas y obtienen así resultados que nosotros no podemos lograr. Es sumamente imperativo que nosotros, científicos con una supuesta amplitud de ideas, consideremos prudente y detenidamente el trabajo de otras personas en nuestro campo. Es posible que llevemos unas anteojeras más grandes de lo que pensamos." Y a continuación dice, "Una experiencia espiritual, o religiosa, es el acto por el que dejamos de confiar en nuestra propia omnipotencia."

Puesto que los AA somos personas que supuestamente hemos renunciado a toda nuestra propia "omnipotencia," estoy seguro de que lo escrito por el Sr. Wylie será leído con toda la atención que él se merece.

Volver

Hosted by www.Geocities.ws

1