Volver

Octava Tradición

Julio de 1948

n todas partes del mundo, los AA están haciendo su trabajo de Paso Doce con miles de nuevos candidatos cada mes. Entre mil y dos mil de estas personas se quedan con nosotros después de su primera introducción al programa; nuestra experiencia pasada indica que la mayoría de los demás volverán a nosotros más tarde. Esta corriente espiritual, tan poco organizada y totalmente no profesional, va fluyendo ahora desde los alcohólicos recuperados a los que están todavía enfermos. Un alcohólico habla con otro; eso es todo.

¿Sería posible algún día profesionalizar, o siquiera organizar, este esfuerzo vasto y vital que se hace cara a cara? Tenemos que responder con un rotundo no. Las pocas tentativas que se han hecho de profesionalizar nuestro puro trabajo de Paso Doce nunca han tardado en fracasar. Hoy en día, ningún miembro de AA tolerará la idea de "terapeutas" u "organizadores" de AA asalariados. Ni a ningún AA le gusta que nadie le diga cómo tiene que proceder con cualquiera de sus posibles ahijados. No, esta gran corriente vivificadora nunca se verá represada por profesionales o bienhechores a sueldo. Alcohólicos Anónimos no va a cortar nunca sus cuerdas de salvamento. En esto, estamos de acuerdo unánimemente.

Pero en cuanto a aquellos que nos sirven haciendo otros trabajos a jornada completa, ¿son los cocineros, los porteros y las secretarias asalariadas de nuestros intergrupos "profesionales de AA"?

Debido a que las ideas que nos hemos formado con respecto a esta gente no están todavía muy claras, a veces nos parece que lo están y nos comportamos como si lo estuvieran. Nos vemos sutilmente tentados a acusarles de profesionalismo y, por consiguiente, a menudo oímos decir que "están haciendo dinero expensas de AA," o que están "profesionalizando" a AA. Aparentemente, si ellos toman nuestros dólares de AA, ya no pueden contarse entre nosotros. A veces, vamos aun más allá; les pagamos mal, y lo justificamos diciendo que deben estar encantados de prepararnos la comida a bajo sueldo.

¿No es esto dejar que nuestro temor al profesionalismo nos lleve al extremo? Si algún día estos temores llegaran a ser muy exagerados, nadie que no fuese un santo o un tonto podría trabajar para Alcohólicos Anónimos. Puesto que son pocos los santos con quienes podemos contar, acabaríamos sin duda empleando a trabajadores menos competentes de lo que necesitamos.

Hemos empezado a darnos cuenta de que nuestros pocos trabajadores a sueldo están haciendo únicamente esas tareas de servicio que nuestros voluntarios no pueden llevar a cabo rutinariamente. Estas personas no están haciendo el trabajo de Paso Doce. Simplemente están facilitando más y mejor trabajo de Paso Doce. Las secretarias sentadas en sus despachos son importantes puntos de Contacto, sirven como valiosas fuentes de información e intermediarios de nuestras relaciones públicas. Les pagamos por este trabajo, y por nada más. Nos ayudan a llevar las buenas nuevas de AA al mundo exterior y contribuyen a hacer que nuestros candidatos se pongan en contacto directo con nosotros. Esto no es "terapia de AA"; simplemente es una gran cantidad de trabajo muy necesario y a menudo ingrato.

Así que, cuando sea necesario, debemos cambiar nuestra actitud para con aquellos que trabajan en nuestros servicios especiales. No debemos tratarles como criados, sino como asociados de AA. Debemos recompensarles justamente y, sobre todo, no debemos acusarles de profesionalismo.

Además, debemos hacer una clara distinción entre "organizar el movimiento de AA" y establecer, de una manera razonablemente ordenada y eficaz, sus pocos servicios esenciales de contacto y propagación. Una vez que lo hayamos hecho, todo estará bien. El millón y pico de nuestros compañeros alcohólicos que se encuentren todavía enfermos podrán contar con tener la misma oportunidad de recuperarse que ya tuvimos nosotros los 60,000 AA de hoy.

Demos a nuestros "despachos de servicio" el apoyo y los aplausos que bien se merecen.

Volver

Hosted by www.Geocities.ws

1