Volver

Tercera Tradición

Febrero de 1948

a Tercera Tradición es una declaración muy general: abarca mucho terreno. Mucha gente puede considerarla demasiado idealista para ser práctica. Le dice a todo alcohólico del mundo que puede hacerse miembro de AA y seguir siéndolo mientras él lo diga. En pocas palabras, Alcohólicos Anónimos no tiene reglamentos para hacerse miembro.

¿Por qué es así? Nuestra respuesta es simple y práctica. Ni siquiera con el fin de protegernos, no queremos levantar la más mínima barrera entre nosotros y nuestros compañeros alcohólicos que aún sufren. Sabemos que la sociedad ha venido exigiendo que él se ajuste a sus leyes y sus costumbres. Pero la esencia de su enfermedad alcohólica es el hecho de que no ha podido o no ha querido ajustarse ni a las leyes humanas ni a las leyes divinas. De hecho, el alcohólico enfermo es un inconformista rebelde. Qué bien lo sabemos: cada miembro de Alcohólicos Anónimos ha sido en un tiempo un rebelde. Por lo tanto, no podemos tratar de transigir con él. Tenemos que entrar en la caverna oscura donde él se encuentra y demostrarle que comprendemos. Nos damos cuenta de que él está demasiado débil y confuso para saltar obstáculos. Si los ponemos en su camino, es posible que no se acerque a nosotros y perezca. Puede verse privado de su oportunidad.

Así que, cuando nos pregunta, "¿Hay condiciones?", le respondemos alegremente, "No, ninguna." Cuando nos replica con escepticismo, "Pero tiene que haber cosas que tengo que hacer y creer," en seguida le contestamos, "En Alcohólicos Anónimos no se oye decir 'tienes que."' Quizás, con tono cínico, nos pregunta, "¿Cuánto me va a costar todo esto?" Podemos reírnos y decir, "Nada; no hay honorarios ni cuotas." De esta forma, en una hora escasa, nuestro amigo se ve despojado de su recelo y de su rebeldía. Se le empiezan a abrir los ojos a un nuevo mundo de amistad y comprensión. Aunque ha sido un idealista en bancarrota, su ideal ya no es una quimera. Después de años de búsqueda solitaria, se le aparece como la luz del día. De pronto le salta a la vista la realidad de Alcohólicos Anónimos. Porque Alcohólicos Anónimos le está diciendo, "Tenemos algo que ofrecerte de inestimable valor, si sólo estás dispuesto a recibirlo." Nada más. Pero para nuestro nuevo amigo lo es todo. Sin más rodeos, se convierte en uno de nosotros.

No obstante, en la Tradición referente a la pertenencia a nuestra Comunidad, aparece una restricción de suma importancia. Esta restricción tiene que ver con el uso de nuestro nombre, Alcohólicos Anónimos. Creemos que cuando dos o tres alcohólicos se reúnan en interés de la sobriedad, pueden llamarse un grupo de AA con tal de que, como grupo, no tengan otra afiliación. Nuestra intención es clara e inequívoca. Por obvios motivos, queremos que sólo se use el nombre de Alcohólicos Anónimos en conexión con actividades directa y exclusivamente relacionadas con AA. No nos podemos imaginar a ningún miembro de AA a quien le gustaría ver establecerse, por ejemplo, grupos de AA "prohibicionistas," grupos de AA "antiprohibicionistas," o "republicanos," o "comunistas." A muy pocos les gustaría que se designaran nuestros grupos según denominaciones religiosas. No podemos prestar, ni siquiera indirectamente, el nombre de AA a otras actividades, por muy nobles que sean. Si lo hacemos, nos veremos desesperadamente comprometidos y divididos. Creemos que AA debe ofrecer su experiencia al mundo entero para que la utilicen como puedan o como quieran. Pero no su nombre. De esto no tenemos la menor duda.

Por lo tanto, tomemos la resolución de ser siempre inclusivos, nunca exclusivos, y ofrezcamos al mundo entero todo lo que tenemos, excepto nuestro nombre. Que desaparezcan así todas las barreras, y que así conservemos nuestra unidad. Que Dios nos conceda una vida larga - y útil.

Volver

Hosted by www.Geocities.ws

1