VolverEn un discurso en Memphis Bill recalca las Tradiciones

Octubre de 1947

n un discurso pronunciado ante la tercera Convención Anual Regional del Sudeste, celebrada en Memphis, Tennessee, el 19 de septiembre, Bill W., animando a todos los miembros de Alcohólicos Anónimos para que se esforzaran por anteponer la humildad al éxito y la unidad a la fama, dio un repaso a las Doce Tradiciones sugeridas para la organización.

Indicando que el éxito de AA podría ser "una bebida embriagadora y un grave problema," Bill recordó a los miembros que, como alcohólicos, "somos gente que no podría existir sin no fuera por la gracia de Dios."

A continuación aparecen los puntos más destacados del discurso, tal como fue sometido al Grapevine antes de la reunión en Memphis.

"Hace algunos años, el Dr. Bob y yo, entre otros, hicimos multitud de viajes para hablar ante los grupos de AA por todo lo largo y ancho del país. Alcohólicos Anónimos acababa de empezar su asombroso crecimiento. Había cierta duda de que pudiéramos desarrollamos tan rápidamente con éxito. Había pequeños grupos de AA, muy esparcidos y aislados, que estaban dando sus primeros pasos tambaleantes, y a menudo se encontraban en lugares demasiado alejados de los pocos grupos originales como para obtener su ayuda directa. Muchos tenían que depender exclusivamente de la literatura y de las cartas.

"Para responder a esta aparente emergencia, los pocos de nosotros que pudimos hacerlo, fuimos a visitar a los nuevos grupos. Queríamos llevar directamente nuestra experiencia y nuestro aliento a los miles de recién llegados que se sentían todavía inseguros; queríamos que se sintieran parte de la creciente totalidad; queríamos que vieran que AA no tenia nada que ver con la geografía; que les daría resultados, fueran cuales fueran las condiciones. Deseábamos fomentar un sano crecimiento y el espíritu de unidad. Así que unos pocos de nosotros viajábamos mucho.

"Los tiempos han cambiado. Como todo el mundo sabe, desde entonces AA ha superado nuestras fantasías más extravagantes. Hablando en nombre del Dr. Bob y mío, creemos que nosotros los ancianos no tenemos que desempeñar los destacados papeles que anteriormente hicimos. La administración de AA se está convirtiendo, sana y felizmente, en un asunto rotativo. Y además, nuestra literatura, la generosidad de la prensa y miles de nuevos viajeros de AA están llevando AA a todo rincón del mundo.

"No obstante, todavía queda un problema - un grave problema para cuya solución los AA esperarán que nosotros los ancianos echemos una mano de vez en cuando. Es el problema del éxito en sí mismo. El éxito, siempre una bebida embriagadora, a veces puede causar que olvidemos que cada uno de nosotros estamos disfrutando de un indulto provisional; puede que olvidemos que somos gente que no podríamos ni siquiera existir si no fuera por la gracia de Dios. El vino del olvido puede hacemos soñar que Alcohólicos Anónimos era un éxito nuestro y no el fruto de la voluntad de Dios. La misma malignidad que una vez despedazó nuestras vidas podría comenzar otra vez a desgarrar nuestros grupos. El falso orgullo podría conducirnos a la controversia, a reclamar el poder y el prestigio, a pelearnos por asuntos de propiedad, dinero y autoridad personal. Si estos males no nos atacaran de vez en cuando, no seríamos humanos.

"Por lo tanto, hoy día muchos de nosotros creemos que el problema principal de Alcohólicos Anónimos es este: ¿Cómo podremos, como movimiento, mantener nuestra humildad - y con ella nuestra unidad - al vemos gozando de lo que el mundo considera un gran triunfo? Tal vez no tenemos que ir muy lejos para encontrar la respuesta. Sólo tenemos que adaptar y aplicar a nuestra vida de grupo aquellos principios en los que cada uno de nosotros ha basado su propia recuperación. Si la humildad puede expulsar la obsesión de beber alcohol, con toda seguridad puede ser nuestro antídoto contra ese vino sutil conocido como el éxito."

A continuación, Bill se puso a explicar en todo detalle los Doce Puntos de Tradición, publicados por primera vez en un artículo que aparecía en el número de abril de 1946 del AA Grapevine: "Hace dos años, algunas de mis viejas amistades me instaron para que intentara resumir nuestras experiencias de vivir y trabajar juntos; que intentara enunciar aquellos principios particulares de la conducta del grupo que habían surgido durante una década de arduas pruebas y tanteos. Conforme al espíritu de nuestros Doce Pasos originales, y estrictamente dentro de las amplias evidencias de nuestra experiencia, hice la siguiente tentativa provisional: Doce Puntos Para Asegurar Nuestro Futuro, una Tradición de Relaciones de Alcohólicos Anónimos (recién revisados a la luz de la experiencia posterior):

"Nuestra experiencia de AA nos ha enseñado que:

"1. Cada miembro de Alcohólicos Anónimos no es sino una pequeña parte de una gran totalidad. Es necesario que AA siga viviendo o, de lo contrario, la mayoría de nosotros seguramente morirá. Por eso, nuestro bienestar común tiene prioridad. No obstante, el bienestar individual le sigue muy de cerca.

"2. Para el propósito de nuestro grupo, sólo existe una autoridad fundamental - un Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia de nuestro grupo.

"3. Nuestra Comunidad debe incluir a todos los que sufren del alcoholismo. Por eso, no podemos rechazar a nadie que quiera recuperarse. Ni debe el ser miembro de AA depender del dinero o de la conformidad. Cuandoquiera que dos o tres alcohólicos se reúnan en interés de la sobriedad, podrán llamarse un grupo de AA, con tal que, como grupo, no tengan otra afiliación.

"4. Con respecto a sus propios asuntos, todo grupo de AA debe ser responsable únicamente ante la autoridad de su propia conciencia. Sin embargo, cuando sus planes atañen al bienestar de los grupos vecinos, se debe consultar con los mismos. Ningún grupo, comité regional o individuo debe tomar ninguna acción que pueda afectar de manera significativa a la Comunidad en su totalidad, sin discutirlo con los custodios de la Fundación Alcohólica. En cuanto a estos asuntos, nuestro bienestar común es de máxima importancia.

"5. Cada grupo de Alcohólicos Anónimos debe ser una entidad espiritual con un solo objetivo primordial - el de llevar el mensaje al alcohólico que aún sufre.

"6. Los problemas de dinero, propiedad y autoridad nos pueden fácilmente desviar de nuestro principal objetivo espiritual. Por lo tanto, somos de la opinión de que cualquier propiedad considerable de bienes de uso legítimo para AA debe incorporarse y dirigirse por separado, para así diferenciar lo material de lo espiritual. Un grupo de AA, como tal, nunca debe montar un negocio. Las entidades de ayuda suplementaria, tales como los clubs y hospitales, que suponen mucha propiedad o administración, deben constituirse en sociedades separadas, de manera que, si es necesario, los grupos las puedan desechar con completa libertad. Por consiguiente, tales instalaciones no deben utilizar el nombre de AA. La responsabilidad de dirigir estas entidades debe recaer únicamente sobre quienes las sostienen económicamente. En cuanto a los clubes, normalmente se prefieren directores que sean miembros de AA. Pero los hospitales, así como los centros de recuperación, deben operar totalmente al margen de AA - y bajo supervisión médica. Aunque un grupo de AA puede cooperar con cualquiera, tal cooperación nunca debe llegar a convertirse en afiliación o respaldo, ya sea real o implícito. Un grupo de AA no puede vincularse con nadie.

"7. Los grupos de AA deben mantenerse completamente con las contribuciones voluntarias de sus miembros. Nos parece conveniente que cada grupo alcance este ideal lo antes posible; creemos que cualquier solicitud pública de fondos que emplee el nombre de AA es muy peligrosa ya sea hecha por los grupos, los clubs, los hospitales u otras agencias ajenas; que el aceptar grandes donaciones de cualquier fuente, o contribuciones que supongan cualquier obligación, no es prudente. Además, nos causa mucha preocupación aquellas tesorerías de AA que siguen acumulando dinero, además de una reserva prudente, sin tener para ello un determinado propósito AA. A menudo, la experiencia nos ha advertido que nada hay que tenga más poder para destruir nuestra herencia espiritual que las disputas vanas sobre la propiedad, el dinero, y la autoridad.

"8. Alcohólicos Anónimos debe siempre mantenerse no profesional. Definimos el profesionalismo como la ocupación de aconsejar a los alcohólicos a cambio de una remuneración económica. No obstante, podemos emplear a los alcohólicos para realizar aquellos trabajos para cuyo desempeño tendríamos, de otra manera, que contratar a gente no alcohólica. Estos servicios especiales pueden ser bien recompensados. Pero nunca se debe pagar por nuestro acostumbrado trabajo de Paso Doce.

"9. Cada grupo de AA debe tener el mínimo posible de organización. La dirección rotativa es normalmente lo mejor. El grupo pequeño puede elegir a su secretario; el grupo grande, a su comité rotativo; y los grupos de una extensa área metropolitana, a su comité central, que a menudo emplea un secretario asalariado de plena dedicación. Los custodios de la Fundación Alcohólica constituyen efectivamente nuestro comité de servicios generales. Son los guardianes de nuestra Tradición de AA y los depositarios de las contribuciones voluntarias de AA, por medio de las cuales mantienen nuestra Oficina de Servicios Generales de AA en Nueva York. Están autorizados por los grupos a hacerse cargo de nuestras relaciones públicas a nivel global y aseguran la integridad de nuestro principal periódico, el AA Grapevine. Todos estos representantes deben guiarse por el espíritu de servicio, porque los verdaderos líderes en AA son solamente los fieles y experimentados servidores de la Comunidad entera. Sus títulos no les confieren ninguna autoridad real. El respeto universal es la clave de su utilidad.

"10. Ningún miembro o grupo de AA debe nunca, de una manera que pueda comprometer a AA, manifestar ninguna opinión sobre cuestiones polémicas ajenas - especialmente aquellas que tienen que ver con la política, la reforma alcohólica, o la religión. Los grupos de Alcohólicos Anónimos no se oponen a nadie. Con respecto a estos asuntos, no pueden expresar opinión alguna.

"11. Nuestras relaciones con el público en general deben caracterizarse por el anonimato personal. Opinamos que AA debe evitar la propaganda sensacionalista. Nuestras relaciones públicas deben guiarse por el principio de atracción y no por la promoción. No tenemos necesidad de alabarnos a nosotros mismos. Nos parece mejor dejar que nuestros amigos nos recomienden.

"12. Finalmente, nosotros los Alcohólicos Anónimos creemos que el principio de anonimato tiene una inmensa significación espiritual. Nos recuerda que debemos anteponer los principios a las personalidades; que debemos practicar una auténtica humildad. Todo esto a fin de que las bendiciones que conocemos nunca nos estropeen; que vivamos siempre en contemplación agradecida de El que preside sobre todos nosotros.

"Para resumir: Para miles de alcohólicos que hay todavía por venir, AA tiene una solución. Pero hay una condición. Debemos conservar a toda costa nuestra unidad; tenemos que conseguir que sea inquebrantablemente segura. Sin la unidad permanente, puede haber poca recuperación duradera para nadie. Por consiguiente, nuestro futuro depende completamente de la creación y la observancia de una firme Tradición de grupo. Siempre habrá que poner primero lo primero: la humildad antes que el éxito, y la unidad antes que la fama."

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