- Al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera.
Ej: Su tienda es como las de los pueblos, donde se vende de todo: comestibles, cacharros, ropas, juguetes...
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- Cuando se quiere expresar que antes de lo que va a seguir ha habido un momento de duda, temor o vacilación.
Ej: Iré; no iré... Debo decidirme pronto.
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- En ocasiones, la interrupción del enunciado sirve para sorprender al lector con lo inesperado de la salida.
Ej: Se convocó a una junta, se distribuyeron centenares de papeles anunciándola y, al final, nos reunimos... cuatro personas.
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- Para dejar un enunciado incompleto y en suspenso se utilizan los puntos suspensivos.
Ej: Fue todo muy violento, estuvo muy desagradable... No quiero seguir hablando de ello.
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- También se emplea este signo de puntuación cuando se reproduce una cita textual, sentencia o refrán, omitiendo una parte.
Ej: En ese momento de indecisión, pensé: “Más vale pájaro en mano...” y acepté el dinero.
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- Se escriben tres puntos dentro de paréntesis (...) o corchetes [...] cuando al transcribir literalmente un texto se omite una parte de él.
Ej: Yo fui loco y ya soy cuerdo; fui don Quijote de la Mancha (...) y soy ágora Alonso Quijano el Bueno.
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