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Padre:
				a katia



	hoy la he visto desfilar ante los hombres
	y he corrido hasta herirme
	hasta oscurecer bajo las alas
	si su sombra cae
	y desnuda arde sin el beso exacto

	hoy la he visto despertar
	donde el labio es piedra
	luz dura
	otra forma de silencio
	y las alas como gritos en los labios
	son besos que en su pequeño rostro aman
	y su cintura entre mis manos
	era un catarata de estrellas 
	en el día abierto de sus ojos
	y no caídos cuerpos: solo redondez para santificar su sexo

	la he visto
	aún pequeña en la piedra
	fría como un niño desnudo en el relámpago
	mas no cielo: corazón oculto cuando ya no haya nadie
	y mi sangre que entre sílabas se retuerce
	se incendia
	tendida como una herida sobre el vientre

	la he visto
	entre laberintos
	húmeda
	como un pájaro de sangre sobre el espejo
	y en sus ojos toda la noche brilla
	sombríamente ilumina las estrellas
	y duerme hermosa
	y estruja los besos que el gemido no calla
	no es cielo
	no es el cabello como beso oscuro
	no es el viento que el mar agita
	ni es ella que en la noche crece
	pero en esa virginal oscuridad
	sobre su piel que despierta
	ese vientre liso rumbo a la carne
	nace sin vida la herida y resplandece
	
	hoy la he visto
	desfilar ante los hombres
	leve
	desnuda
	en silencio
	hermosa contra ese pálido sueño
	hermosa contra mis ojos
	donde cabe ella alejándose
	Padre
	no podría pasar por mí esta copa?