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Una sexta reestructuración completa. El panorama de la transformación urbana

"En muchos sentidos, se trata de una reestructuración más profunda  que afecta los comportamientos, la cultura y la ideología, y que, por tanto, resulta más difícil de comunicar. Lo que representa es un cambio radical en el imaginario urbano, en la forma en que relacionamos nuestras imágenes de lo real con la propia experiencia empírica del mundo. Se trata por tanto de una reestructuración epistemológica, una reestructuración que afecta nuestra vida cotidiana y nuestra interpretación práctica del mundo contemporáneo, el significado de vivir aquí y ahora, en un lugar y un tiempo concretos. Esta nueva conciencia colectiva de lo contemporáneo supone a la vez nuevos peligros y nuevas oportunidades (...) y relaciona más que ninguna de las anteriores geografías, las transformaciones urbanas de Los Ángeles con los debates de ámbito más extenso acerca de la modernidad y la posmodernidad en todo el mundo contemporáneo.

La experiencia de Los Ángeles puede ser eficazmente usada para ilustrar e iluminar la transición postmoderna, un pronunciado cambio que ha estado teniendo lugar en este final del siglo XX en las cosmovisiones seculares (lo que se ha venido llamando nuestros dicursos acerca de la realidad) y en las condiciones materiales y los contextos de nuestras vidas. En otras palabras, lo que puede entenderse a través del proceso local de reestructuración urbana de Los Ángeles es una más amplia reestructuración del significado y la naturaleza de la modernidad y la modernización, respecto de como habían sido comprendidos históricamente en las sociedades industriales occidentales.

Lo que definiría la condición postmoderna sería el peso relativo que se le otorga al cambio frente a la continuidad, a las nuevas estrategias y estructuras frente a las viejas (...)

Bajo las nuevas circunstancias, las epistemologías y las estrategias de acción y comportamiento largamente establecidas se hacen progresivamente problemáticas y sospechosas. Su vieja hegemonía queda desafiada a todas las escalas, desde lo local hasta lo global, mientras nuevas formas de acción más inmediatamante adaptativas se hacen con el control, para bien o para mal, en economía, en política, en cultura popular, y en la vida cotidiana..." (Soja, 1996a:450-452)

Propone Soja, pues, que se ha producida una transformación cualitativa en la forma en que nos relacionamos mental, y, en consecuencia, materialmente con el medio urbano. Esta distinta percepción del mundo, los nuevos discursos con los que nos explicamos nuestro habitar, nuestro ser mortales en la tierra, son resultado y a la vez alimento de las tranformaciones urbanas, tecnológicas y culturales. Nuevas realidades como el cyber_espacio o la tematización de la ciudad transforman nuestra forma de estar en, e interpretar el mundo. A la vez, las nuevas formas de estar en el mundo alimentan la producción de las nuevas realidades hasta el punto de que, según el autor, han llegado a producir una nueva geografía de la posmetrópolis.

Entre los diversos nombres propuestos para estas nuevas modalidades de lo real algunos han propuesto el de hyper-realidad. El mecanismo de producción de hyper-realidad ha sido denominado simulación: Por su relación con la simulación, según la definió Baudrillard, Soja propone para la nueva geografía el nombre de simcities o ciudades simuladas. 

Según Edward Soja, lo característico de esta forma de realidad es lo que Jean Baudrillard denominó la precesión del simulacro, esto es, -la producción de copias exactas de originales que ya no existen o que nunca antes han existido-. Se verá más claro a continuación cuando se presenten algunos ejemplos. Esta capacidad de producir hyper-realidad está en estrecha conexión con la denominada sociedad de la información; las herramientas digitales y los medios de comunicación. Baudrillard, va aún más allá, y propone que en la era de la información, este carácter de ser susceptible de ser simulado es aquello que confiere entidad real a las cosas.

Las prácticas de la hyper-realidad y de la simulación siempre han existido en todas las religiones y en muchas otras formas de simbolismo cultural. "En la última modernidad en Los Ángeles centros especializados de ocio tales como Disneylandia o Hollywood ofrecieron activamente a los consumidores productos avanzados de hipersimulación y mundos de fantasía. Durante los pasados 30 años, sin embargo, estas falsificaciones verdaderas han escapado de sus anteriores territorios y de sus productores claramente circunscritos, para infiltrarse más profundamente que nunca en lo más íntimo de la vida cotidiana de las sociedades urbanas postmodernas, además de en la política, la economía y la cultura. En estos nuevos espacios y situaciones seculares o civiles, las hipersimulaciones de la realidad urbana han estado difuminando, en un grado nunca antes alcanzado, los límites entre nuestras imágenes de lo real y la propia realidad, insertando en la confusión una híper-realidad que está afectando cada vez en mayor medida dónde elegimos vivir y trabajar, que ropa llevamos y qué comemos, cómo nos relacionamos con las otras personas, a quien votamos, cómo construimos nuestros medio ambiente, cómo usamos nuestro tiempo de ocio; en otras palabras, todas las actividades que conjuntamente constituyen la construcción de la vida urbana(...)

Los Ángeles continúa siendo el mayor y más influyente centro mundial de  producción y marketing de híper-realidad. En un mundo cada vez más postmoderno, esto no sólo ha extendido y amplificado su relevancia global y el poder de sus creativos imagineers[ingenieros simbólicos; neologismo resultante de la combinación de imagen e ingeniero], sino que también ha tenido un profundo efecto en el paisaje urbano local". (Soja, 1996a:452-453)

Entre las densas capas de hyper-realidad que se estratifican en el Sur de California, Soja destaca dos sub-geografías posmodernas de la simulación. La primera sería el resultado de la cada vez mayor tematización de la vida y la experiencia urbana, que está convirtiendo la región en un conjunto de variaciones en torno al concepto de parque temático. La segunda, es lo que el autor denomina scamscape, que podríamos traducir como el paisaje o territorio del chanchullo, que se relaciona directamente con la imposición de determinadas interpretaciones del mundo, articulada con la ayuda de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, y que incluiría, desde las creaciones de la ingeniería financiera, que desde muy pronto se han ido revelando como una cadena de gigantescos fraudes, hasta la ficción del nuevo orden mundial, promovido durante la década de 1990 por los políticos neoliberales de los EEUU y sus aliados.

Una subgeografía adicional, no tan fácil de encajar en el elegante esquema de Soja, sería la determinada por el cyberespacio y su duplicación y extensión de las geogarfías físicas y simbólicas más tradicionalmente reales. El autor hace algunos comentarios al respecto en Postmetrópolis. Aunque también es cierto que las 6 geografías constiyuten 6 miradas más o menos privilegiadas, que no agotan la riqueza rizomática de lo real, y que otros mapas y otras geografías pueden y deben ser imaginadas.

"La nueva ciudad americana se está recomponiendo en variaciones en torno al parque temático, divergentemente organizada como un mundo hiper-real de culturas, estilos de vida y preferencias de consumo simuladas. En la ciudad tematizada uno no sólo elige vivir de acuerdo con los tradicionales criterios de precio, proximidad al trabajo o acceso a buenos equipamientos públicos. También se elige, si es posible, un lugar simbólico que simule un tema particular en cuanto a estilo de vida, que recree el propio mundo de fantasilandia, la frontera o la comunidad experimental del mañana. El patchwork o collage de comunidades residenciales especializadas presenta un grano mucho más fino en su organización territorial que las antiguas segregaciones de clase y raza, porque no sólo contiene las antiguas segregaciones sino también otras muchas nuevas.

Hoy en Los Ángeles existen mundos de ocio y ciudades del sol especializadas en diferentes grupos de personas mayores, marinas de bloques de apartamentos para los solteros activos-the swinging singles-, ciudades gay y para lesbianas como West Hollywood, guetos de ingenieros en las ciudades de playa al sur del aeropuerto internacional, lugares y espacios especiales para las familias que dedican a sus hijos a la competición olímpica (la juventud de Mission Viejo ganó más medallas en 1984 que todos los países del mundo exceptuando 6 ó 7), o ambientes eco-utópicos, o la promesa de California. Existen urbanizaciones y aldeas urbanas para aquellos que desean vivir en réplicas de la España de Cervantes o de una isla griega, Nashville o Nueva Orleans, Little Tokyo o Little Saigón, suburbios blancos de los viejos tiempos o la vieja Nueva Inglaterra (...) Estas reales y compulsivamente atractivas simcities, tomando prestado el nombre de un video juego de éxito, existen en casi tidas partes de Los Ángeles, pero son particularmente densas en las nuevas ciudades y comunidades planificadas de Orange County (...)

En lo que puede ser el caso extremo de hipersimulación, la inmensamente popular recreación de Hollywood Boulevard de Disney World (Florida) está siendo copiada actualmente (1996) en la vieja Disneylandia de Orange County (Los Ángeles), sin ninguna nostalgia del ya olvidado y hoy cutre original, el cual, por otra parte, también está siendo restaurado siguiendo diferentes criterios, a tan solo treinta millas de distancia. Sin embargo, éste tampoco sería el caso extremo. Un anexo recientemente abierto del popular parque temático del mundo del cine, Universal City, situado sobre las montañas de Hollywood, se denomina City Walk, y es descrito por sus creadores-ingenieros de imagen- como "una realidad idealizada estilo Los Ángeles, un intento de ofrecer la promesa rota de Los Ángeles". Con un coste de 100 millones de dólares, City Walk, la nueva adición a la ciudad del ocio de la MCA, tiene por meta capturar la sensación de realidad de una calle de L.A. con fachadas de boutiques prestadas de Melrose Avenue, carteles publicitarios móviles y en 3D, copiados de Sunset Strip, y una falsa playa de Venice, equipada con arena, olas artificiales y cantantes paseando. Incluso la historia ha sido prefabricada, con los edificios pintados como si hubieran estado anteriormente ocupados y envoltorios de caramelos integrados en los pisos de material cerámico para conseguir una simulación de la pátina del tiempo y el uso. Se necesita una "nueva y mejorada Los Ángeles", eso dicen los investigadores del proyecto, pues la realidad se ha convertido en una molestia excesiva".
En el 2002 se inauguró Downtown Disney, una ciudad de ocio (y simulación) en competencia con City Walk. Allí también se puede pasar una verdadera tarde o noche en la ciudad, ir a cenar, al cine, a un concierto, de compras o simplemente a pasear, sin las molestias de la cruda y vieja realidad (?). Curiosamente, los zapatistas llaman al principal de sus centros urbanos en Chiapas, La Realidad. Esta mirada global, podría hacer parecer que no se trata tanto de una guerra de los sueños, según propuso Marc Augé, sino quizá de una lucha por la realidad, la resistencia de algunos por seguir siendo reales.

Efectivamente, la otra subgeografía de la simulación descrita por Edward Soja, confirma la sospecha. Se trata del scamscape, que podríamos traducir como geografía del engaño, el timo o el chanchullo. En esta geografía el autor reune con audacia la epidemia de fraudes financiero-fiscales-digitales que han ido saliendo a la luz desde el principio de los 90 con la construcción de un mundo simulado alrededor de la nueva economía global, las políticas neoliberales y el llamado pensamiento único. 

Mientras que las micro y macro estafas, con uno de sus epicentros globales situado en Orange County, con sus <boiler rooms> (chiringutos informático financieros) y grandes los consejos de administración no afectan, sino indirectamente, - vía la corrupción inmobiliaria que no es poco -, a la forma y la vida en la ciudad, los grandes discursos hyper-reales, lo que Soja denomina Sim-América, han constituido una de las principales fuerzas de tranformación urbana de las últimas décadas, en cuanto que han servido de soporte para la formulación de la política social y económica, la formación de la percepción/opinión pública, y la toma de decisiones y la acción urbanística. Acabo con una larga cita de Soja en la que desarrolla con ejemplos sus complejos argumentos. El interés de esta cita tan larga radica entre otras cosas, en su paralelismo con la escena contemporánea en el estado español:

"Sin necesidad de recurrir a ninguna teoría de conspiración (...) puede argumentarse que una posmoderna política neoconservadora, que estaba ya en marcha hacia finales de la década de 1960, tuvo una rápida aceleración después de la elección de un actor de Hollywood y ex-gobernador de California como presidente de los EUA en 1980(...) Entre las más convincentes híper-simulaciones de los años de Reagan estuvo la cruzada en contra del Big Government (el estado grande), un simulacro político que reestructuró la ideología nacional y junto a ésta, lo que he denominado, el imaginario urbano. Fue usada como un arma ideológica para atacar el estado de bienestar keynesiano, para desmantelar muchos programas de lucha contra la pobreza bajo el continuo disfraz de un Nuevo Federalismo, para resimular el movimiento de derechos civiles con una imaginería inteligentemente concebida de racismo inverso y corrección política, para explicar los orígenes de la recesión y la necesidad de una nueva austeridad, para llegar a la virtual deconstrucción y reconstitución del significado de la democracia liberal y la representación política. Los valores familiares (durante un período en el que el número de familias tradicionales norteamericanas, - on marido trabajador, esposa y dos niños-, declinó más aceleradamente que nunca), las virtudes suburbanas y del Sun Belt (entre las que se incluyen el capitalismo sin control, el nuevo crecimiento industrial y una velada supremacía blanca), y sobre todo, el mítico poder del libre mercado y la capacidad empresarial norteamericana se recombinaron como el sustituto hyper-real del Big Government. Con el respaldo de hyper-fraudes (...) tales como la trickle-down economics, la desregulación y la privatización del sector público, una de las naciones industriales con menores impuestos del mundo racionalizó uno de los mayores programas públicos de subsidio de los ricos de la historia reciente. Que esto pudiera suceder, durante una década de pobreza creciente, desindustrializacieon devastadora y una deuda nacional gargantuesca, es un testimonio del poder real del simulacro.

Detrás de la retirada simulada del Big Government se producía en realidad un incremento de la intervención federal en la economía y en la vida cotidiana, un engaño de tales proporciones, que tuvo que ser ima-ingeniado en conexión con otra híper-simulación, de carácter más global. Durante los años de Reagan, una creciente marea de acontecimientos desinformativos reconstituyó la amenaza de la guerra fría en lo que acabaría denominándose el nuevo orden mundial, con los EEUU como su Robocop posmoderno y los medios de comunicación como principal campo de batalla. Esta  híper-simulación netamente norteamericana, puntuada con los eventos de Granada, Libia, Panamá, Nicaragua, y el más posmoderno de los espectáculos militares, la operación Desert Storm, legitimó la reorganización doméstica del sistema de protección social en el más especializado sistema de guerra social de baja intensidad. El keynesianismo militar impulsó la economía con muchos miles de millones de dólares para defensa, con el Sur de California, siguiendo con la tradición, recibiendo la parte del león de todas las iniciativas de defensa estratégica. Alimentando de manera continuada el miedo de la mayoría de sus votantes, el régimen neoconservador adicto a la hipersimualción, abrió una ofensiva en contra de las ciudades interiores, haciendo que fueran percibidas como la más seria amenaza doméstica contra el nuevo orden mundial. La guerra contra la pobreza se transformó en una guerra contra los pobres urbanos, una promulgación de ley y orden que militarizó a las polciías locales (y federales) en una lucha contra las drogas, las bandas, el crimen, la inmigración ilegal, y otros objetivos de la ciudad interior.

Como híper-simulaciones, estas poderosas imágenes fueron, y muchas de ellas aún lo son, creídas como reales y verdaderas. El simple desenmascaramiento de la imaginería para exponer la realidad que se supone oculta detrás, sin embargo, ya no es un objetivo suficiente o una respuesta crítica eficaz. (...) Encontraremos que debajo detrás de la máscara de la híper-simulación. ¡la realidad ha dejado de ser lo que era!" ( Soja, 1996a: 455-456)
 

La sección precedente consiste en su mayor parte en una traducción - del autor - más o menos libre, seleccionada y comentada de Soja, 1996a:450-457. 



 

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Última modificación: 16 de Mayo de 2008
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