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En All That is Solid Melts Into Air: The Esperience of Modernity (1982), Marshall Berman explora las múltiples reconfiguraciones de la vida social que caracterizaron la geografía histórica del capitalismo en los últimos cuatrocientos años. En el centro de su visión interpretativa se encuentra una periorización reveladora de los conceptos cambiantes de la modernidad, desde el embate formador del s. XVI entre los "Antiguos" y los "Modernos", hasta los debates contemporáneos que anuncian otra reconfiguración conceptual y social, otra reconsideración de lo que significa ser moderno. En esa concatenación de modernidades hay una historia del historicismo, que puede ahora, comenzar a ser escrita a partir de una perspectiva geográfica postmoderna. Berman define genericamente a la modernidad como "un modo de esperiencia vital", un compartir colectivo de un sentimiento particularizado de "yo y de los otros", de las "posibilidades y peligros de la vida". En esa definición, un lugar especial es reservado para las maneras como pensamos y vivenciamos el tiempo y el espacio, la Historia y la Geografía, la sucesión y la simultaneidad, lo eventual y lo local y el período y región inmediatos en que vivimos. La modernidad, por tanto, se compone de contexto y conyuntura. Puede ser entendida como la especificidad de estar vivo, en un mundo, en un momento y un lugar particulares, con un sentimiento individual y colectivo vital de contemporaneidad. Secuencia de modernidad, modernización y modernismo En la experiencia de la modernidad, el nexo ontológico de la teoría social pasa a ser específica y concretamente compuesto, en una mutable "cultura del tiempo y del espacio", para apropiarnos de la feliz expresión utilizada por Stephen Kern (1983) para describir la profunda reconfiguración de la modernidad ocurrida en el último fin de siglo. En ese fin de siglo (1880 a la I Guerra mundial), desde las secuelas de la derrota de la Comuna de París a los acontecimientos que condujeron a la Revolución Rusa, el mundo se modificó dramáticamente. El capitalismo industrial sobrevivió a su anuncicada extinsión, a través de una radical transformación social y espacial, que intensificó (o profundizó con el surgimiento de los monopolios empresariales y de las fusiones) y extensificó (o amplió con la expansión global del imperialismo). (...)
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