HIDRATOS
DE GAS, EL ORO NEGRO DEL SIGLO XXI
El PAÍS. Miércoles 5 de Abril del
2000.Xavier Pujol Gebellí .
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Contenido:
1-HIDRATOS DE GAS, EL ORO NEGRO DEL SIGLO XXI:
- Hidratos de gas, el oro negro del siglo XXI.
- Taludes
océanicos .
- El
ciclo del carbono.
- Tras el rastro del petróleo.
2-REFERENCIAS.
1-HIDRATOS DE GAS, EL ORO NEGRO DEL SIGLO XXI:
- Hidratos de gas, el oro negro del siglo XXI:
Sobre la civilización industrial planea
una amenaza de dimensiones impredecibles. Especialistas de todo
el mundo, señalan que la era del petróleo toca a su fin. Para
los más pesimistas, bastará un par de décadas para que el
mundo se detenga, literalmente, por falta de gasolina. Para los
más optimistas, cada vez menos, nuevos hallazgos, junto al
aprovechamiento más eficaz de los yacimientos, podrían alargar
su vida hasta los albores del siglo XXII. Pero las reservas
acabarán por agotarse y sólo el hallazgo de nuevos combustibles
o nuevos modelos energéticos preservarán un mundo
energéticamente rico. Los hidratos de gas, todavía pobremente
conocidos por la comunidad científica, podrían ser la mejor y
más duradera alternativa.
Gráfico:
'Depósitos de hidratos de gas en el mundo'
Gráfico:
'Sedimentos desprendidos en La Palma'
¿Por qué los hidratos
de gas? Simplemente porque constituyen la mayor reserva de metano
que existe en el planeta. Y los hay en una cantidad tal que
doblan literalmente las reservas conocidas de petróleo, carbón
y gas natural juntos. Solo que, hoy por hoy, su acceso es
extraordinariamente complicado y nadie ha diseñado un método
suficientemente eficaz para obtener de ellos la energía deseada.
Los hidratos de gas, describe Mariano
Marzo, catedrático del departamento de Geología Dinámica y
Geofísica de la Universidad de Barcelona, vienen a ser algo así
como una mezcolanza de gases "atrapados en un ataúd de
hielo" de entre los cuales el metano es el que se presenta
en una mayor proporción.
Estos gases se forman generalmente tras
la descomposición bacteriana de materia orgánica de los
sedimentos marinos (en este caso su origen es biogénico), o bien
por descomposición térmica de hidrocarburos en profundidad
(origen termogénico). En condiciones de temperatura y presión
adecuadas, el agua que inunda los poros de los sedimentos se
congela y atrapa literalmente al metano, de forma que éste se
asocia con el agua helada generando un compuesto altamente
concentrado. Un metro cúbico de hidrato de metano contiene cerca
de 164 metros cúbicos de gas metano por tan solo 0,84 metros
cúbicos de agua.
-
Taludes océanicos:
Lo que se
entiende como condiciones de presión y temperatura adecuadas,
explica Marzo, implica profundidades elevadas y temperaturas muy
bajas. Del orden de uno a tres grados centígrados en fondos que
se sitúan entre los 200 y los 2.000 metros, generalmente en los
taludes oceánicos y en capas, de un espesor variable,de
sedimentos.
Obligatoriamente, añade Marzo ello
implica hablar de zonas del planeta con climas extremos, cerca de
los polos, o bien donde temperaturas más altas se ven
compensadas por profundidades mayores, en las áreas de Japón,
India o Centroamérica. La por ahora única excepción a esta
regla, tercia Salvador Reguant, del mismo departamento en la UB,
es en el permafrost siberiano, lugar donde los hidratos de metano
se localizan en tierra firme.
Nadie pone en duda que el metano
contenido en estos enormes ataúdes helados podrían constituir
la verdadera fuente de energía alternativa al petróleo o
incluso al gas natural. Descubiertos por primera vez hace poco
más de una década, diversos países del mundo han iniciado
programas de investigación para caracterizar mejor los
depósitos y empezar a diseñar tecnologías para su extracción,
verdadero talón de Aquiles para su aprovechamiento como fuente
energética.
Entre estos países se cuentan Japón,
India, Estados Unidos, Canadá y, más recientemente, la Unión
Europea. Las economías de todos ellos dependen en términos
absolutos de las oscilaciones del precio del barril de crudo. De
todos ellos es Japón el país que parece haber tomado la
delantera. El pasado mes de noviembre, la Compañía Nacional de
Petróleo nipona inició la perforación del primer pozo cuyo
objetivo son los hidratos de gas del subsuelo oceánico. El pozo,
situado en el surco de Nankai, a 60 kilómetros de la península
de Omae Zake, representa el primer intento real a escala
internacional para probar sus posibilidades de extracción.
Ahí radica, precisamente, uno de los principales problemas. La
perforación prevista es de 2.850 metros de profundidad. De
ellos, 950 corresponden a columna de agua y no se espera
encontrar los primeros hidratos hasta los 350 metros por debajo
del lecho marino.
Una vez localizados, resume Marzo, hay
que pensar en como liberar el metano atrapado en el hielo y
llevarlo a superficie. Lo más adecuado, aventura el geólogo,
podría ser el desarrollo de técnicas de minería submarina o la
inyección de fluídos que fracturen la capa de hielo y permitan
la extracción del metano acumulado. Sea cual sea la fórmula
empleada, el método a emplear en el futuro, "si es que
llega a emplearse", puntualiza Marzo, dependerá de los
intereses de las grandes compañías petroleras, por una parte, y
de los países que hoy dependen de la importación de crudo. Al
fin y al cabo, concluye este experto en geología del petróleo,
hoy se explotan yacimientos de crudo en profundidades marinas
"impensables hace unos años" y se ha incrementado la
eficacia en la extracción hasta límites insospechados. Dicho de
otro modo, si el reto es tecnológico, cuando la necesidad acucie
la tecnología aportará la solución.
- El
ciclo del carbono:
El hallazgo de 10.000 gigatoneladas de
carbono fijadas en forma de hidratos de gas en el subsuelo de los
taludes oceánicos ha puesto sobre el tapete la necesidad de
reevaluar el volumen global de carbono en el planeta y sus ciclos
naturales. Asimismo podría contribuir a explicar los grandes
procesos de cambio climático acaecidos en eras geológicas
pasadas. Por otra parte, su explotación como fuente energética
podría contribuir al efecto invernadero y al cambio climático
de origen antropogénico.
El calentamiento
de grandes masas de agua por causas naturales podría haber
llevado al deshielo de los hidratos de gas atrapados en el
subsuelo. Como consecuencia, y medido en tiempo geológico, en el
pasado pudieron haberse producido liberaciones masivas de gas a
la atmósfera que habrían contribuído al calentamiento global
del planeta. Del mismo modo, la liberación de metano, o de
hidratos de gas, por usos energéticos, podría incrementar el
efecto invernadero. El poder calórico estimado para los hidratos
de gas es 73 veces superior al del gas metano, aunque es entre 6
y 11 veces inferior al del gas natural licuado y al del
petróleo, respectivamente.
-
Tras el rastro del petróleo:
Los reservorios de hidratos de gas
podrían ayudar indirectamente a localizar grandes bolsas de
petróleo que se supone se encuentran en los taludes oceánicos.
Muchos de los grandes desprendimientos submarinos están
asociados a la presencia de hidratos y estos desprendimientos
esconden, a varios centenares de metros de profundidad,
yacimientos de petróleo. Pero la concatenación de hechos no es
tan evidente.
Miquel Canals, director del grupo de
Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona y uno de los
pocos expertos españoles que investigan la estabilidad de los
grandes fondos marinos, sostiene que para que se dé esta
relación deben cumplirse al menos dos condiciones. Por una
parte, indica, debe existir un paquete sedimentario algo
así como una montaña de sedimentos, de dimensiones
considerables. Por otra, esta montaña debe haberse
depositado encima de la capa de hielo que atrapa a los hidratos.
En esas condiciones, razona, "se da un cambio de propiedades
mecánicas", de modo que los hidratos actúan como un plano
de deslizamiento.
Exista o no una relación de causa y efecto, lo cierto, añade
Canals, es que se ha localizado petróleo bajo algunos de los
grandes desprendimientos en los mares de Noruega, Brasil, Angola
o en el Mar Caspio.
Lo que si está claro, sostiene Canals,
es que los desprendimientos son un magnífico indicador de
riesgos. "En los fondos abundan estructuras de
comunicaciones, gaseoductos o torres de prospección que pueden
verse alteradas por un desprendimiento", dice. A la
seguridad, se suman intereses industriales. Esto impulsa el
proyecto Continental Slow Stability, de la UE, cuyo objetivo es
esclarecer porque se dan estos desprendimientos y desarrollar una
capacidad predictiva de corrimientos de tierra y de localización
de petróleo.
2-REFERENCIAS:
Pujol Gebellí, X. 2000. Hidratos de
gas, el oro negro del siglo XXI . El País. Mierc. 5-4-2000.
Pag 33.
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Geo_Info. J.B.R