EL GÉISER DE LA MANCHA.
MAGAZINE de La Vanguardia. Domingo 17 de
Septiembre del 2000. Lara Ripoll. Alberto Saiz.
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Contenido:
1-EL
GÉISER DE LA MANCHA:
-
Aparición en La Mancha.
-
Afluencia turística.
-
Repercusiones.
-
Posibles desencadenantes.
- La actitud de los habitantes de Granátula.
2-REFERENCIAS.
1-EL
GÉISER DE LA MANCHA:
-
Aparición en La Mancha:
La tranquilidad del campo manchego se ha
visto alterada por una insolita columna de agua, gas, y arena de
treinta metros de altura que desde hace casi dos meses brota con
fuerza en un pequeño pueblo de Ciudad Real. La aparición ha
abierto un debate sobre el origen de este fenómeno natural y las
consecuencias que provocará su popularidad. Los exepertos no se
atreve a predecir cuanto puede durar.
Granátula de Calatrava un pequeño
pueblo agrícola de la provincia de Ciudad Real, se ha convertido
en lugar de peregrinación desde que el pasado 25 de julio un
espectacular chorro de agua y arena de miles de litros por hora
comenzo a manar en una finca de viñedos, impulsado hasta una
altura constante de 30 metros. El insólito fenómeno, al que
popularmente ya se le conoce como "el Géiser de La
Mancha" a pesar de ser un hervidero de gas carbónico, se
produjo cuando, a raíz de unos trabajos de prospección de un
viejo pozo de riego, se perforó un acuífero confinado que
contiene anhídrido carbónico (CO2). De momento, nadie se
aventura a preveer la duración de este surtidor natural que cada
día atrae a cientos de curiosos y que ha sacado del anonimato al
pueblo en que nació el general Espartero.
Su espectacularidad, visible a cinco
kilómetros de distancia por la carretera que une Valdepeñas con
Almagro, rompe con fuerza la monotonia del paisaje manchego de
viñas y olivos en el que brota del suelo una inmensa columna de
agua parduzca que espontáneamente se identificó con un géiser.
El informe técnico realizado por el instituto Tecnológico
Geominero de España, dependiente del Ministerio de Ciencia y
Tecnología, verificó, sin embargo, que este fenómeno
geológico poco tenía que ver con una erupción de agua
carbonatada provocada por el calor magmático. El gigantesco
chorro era, sin más, uno de los denominados
"hervideros" o manantiales con burbujeo de anhídrido
carbónico abundantes en esta región de de La Mancha. Es decir,
que esta virulenta ascensión de de agua y arena a la superficie,
que vierte de manera constante entre 200.000 y 300.000 litros por
hora, esta provocada por la presión del acuífero confinado
unida a la del propio gas. No hay, por lo tanto, géiser alguno,
pero su definición científica poco importa para la multitud de
curiosos que cada día se acercan hasta la finca Añavete para
contempla es inesperado surtidor.
-
Afluencia turística:
El chorro se ha convertido en una
atracción turística que ha llegado a concentrar a mas de 4000
personas en una sola jornada. La avalancha era tal en agosto que
el Ayuntamiento se vio obligado a cortar los caminos de acceso de
las fincas aldeañaas ya cercar el entorno, ante el peligro de
posibles expulsiones de tierra o, incluso, del derrumbe del
terreno. La afluencia de visitantes ha decrecido en septiembre,
aunque siempre hay quien a primera hora de la mañana se desvía
de su camino habitual de trabajo para acercarse a ver el
espectáculo. No se marcha defraudado, más bien al contrario,
camina asombrado de regreso a su vehículo, con el clazado
repleto de barro, pero con las sonrisa en la cara y una letanía
lanzada al viento: "Esto es increible".
Y lo cierto es que impresiona contemplar
como los primeros rayos de sol dibujan un arco iris muy tenue en
el horizonte del surtidor. Impresiona también el ruido
ensordecedor que desprende, un sonido similar al de una catarata,
que contrasta con la inmensa paz de la planicie manchega. E
impresiona, de igual forma, el uniforme color marrón de barro
incrustado en las cepas y olivos inundados por la fuente, en
medio de la verde extensión que conforman la 65 hectareas de
viñedos de la finca a punto de recolectar.
-
Repercusiones:
Las únicas quejas que se oyen con
fuerza, han surgido precisamente, por este último aspecto.
"Han vendimiado el campo", denunciaba Ángel, uno de
los cuatro hermanos Fernandez Guzman, propietarios de la finca y
de la empresa agrícola de Bolaños, S.L. "Estamos cansados
de la gente, no del pozo. Con él estamos regando y dando agua a
los demás campos, pero la gente está por civilizar. Se saltan
el camino, atraviesan por donde se les antoja y de paso roban
unos cuantos kilos de uvas que arrancan a destajo". Hay
quién se lleva también una ramita de olivo de recuerdo. Las
perdidas de uva y aceituna aún no se han cuantificado, pero,
según los afectados, superan los diez millones de pesetas.
Sin embargo , los males que los hermanos
Fernández sufren desde el 25 de júlio parece que no terminarán
con la cosecha de este año, aunque la incógnita de hasta cuando
durará nadie la despeja. Vicente Fabregat, hidrogeólogo del
Instituto Tecnológico Geominero de España, reconoce que
"es difícil prever la duración. Puede ir extinguiéndose
paulatinamente o bruscamente si se produce algún colapso en
profundidad. Por su parte el doctor en Ciencias Geológicas de la
Universidad de Castilla-La Mancha, Pablo Higueras, aventuró la
posibilidad de que tenga "un aporte continuo de agua o gas
que lo este alimentando, ya que es inusual que dure tanto un
chorro continuo de 30 metros de altura". Lac Confedereación
Hidrográfica del Guadiana ha aprobado un plan de urgencia para
canalizar el agua del surtidor ya que el análisis que han
realizado confirma que el agua es potable.
-
Posibles desencadenantes:
En el trasfondo de esta historia flota la
sospecha de un presunta ilegalidad. Los agricultores de la zona
saben que está prohibido profunidzar en los pozos de riego
porque pueden afectar la reserva de agua que abastece las lagunas
de Ruidera y el parque natural de Daimiel. Los propietarios del
terreno niegan esas supuestas "labores de
reprofundización", que el instituto Tecnológico Geominero
cita en su informe como causante de la "surgencia" del
agua, y sólo reconoce que en enero comenzaron a limpiar el pozo
abierto seis años atrás. Su versión es que el chorro brotó
sin más, mientras regaban el campo por goteo y que la
extracción del agua con la bomba se realizaba sólo a 60-70
metros. La realidad sin embargo, es que la existencia de pozos
ilegales en el campo manchego es un hecho común. La multa, de
confirmarse el ilegal sondeo, podría alcanzar los cincos
millones de pesetas.
- La actitud de los habitantes de Granátula:
Los habitantes de Granátula evitan
analizar en exceso el origen falso del géiser. Prefieren
saborear la popularidad y la insólita aparición de turistas por
sus solitarias calles, sólo habitadas por ancianos que toman el
sol alrededor de la estatua del general Espartero que preside la
entrada del pueblo. "Lo que no ha hecho Espartero, lo esta
haciendo el pozo ése", comentaba Gregorio Gutiérrez,
propietario de uno de los bares de la localidad. "¿Va a
seguir viniendo gente?- añadía en voz alta su madre, Epifanía
Gómez- pues entonces, ojalá que el géiser ése o como se llame
no se acabe nunca, mejor para nosotros ¿no?." El
sentimiento de los vecinos es en este sentido unánime.
El "géiser de La Mancha" ha llamado la
atención a numerosos ciudadanos.
El alcalde, Antonio Sanrroma, prefiere no dar excesiva importancia a un fenómeno "cuya unica excepcionalidad es la altura que alcanza el agua" y que, según dice, es bastante normal en una zona repleta de hervideros. Aun así, todos los días, desde hace ya casi dos meses, Sanrroma, un agricultor más que hace 13 años gobierna el pueblo, sigue atendiendo a los turistas e informadores que acuden al Ayuntamiento: "Ha habido días en que esto parecía un circo, con colas de hasta tres kilómetros de coches aparcados en la carretera". Pero asegura que el fenómeno no ha propiciado beneficio económico alguno. La gente llega, lo ve y se va. A lo sumo, se toma una cerveza en el bar, pero poco más. " De haber sabido le follón que se iba a montar, hubiéramos cobrado entrada..." comenta jocoso.
El surtidor natural es visible a varios kilómetros de
distancia.
La peregrinación registra su momento álgido al mediodía y a última hora de la tarde. Gente curiosa que llega provista de prismáticos, que inmediatamente aparcan a un lado. Curiosamente, lo que más queda en el recuerdo del visitante es el profundo y constante murmullo. "Parece que va a abrirse todo y vamos a tener que salir corriendo", comenta Socorro Gijón, de 74 años. Llega desde Argamasilla, muy cerca de Puertollano, con sus consuegros y su marido, Félix Rubio, de 72 años, quién, abstraido por la visión, sólo acierta a repetir una y otra vez: "Yo lo que me pregunto es: ¿que habrá debajo de la tierra para que salga con esa furia".
2-REFERENCIAS:
Ripoll L, Saiz, A. 2000 .Aparición en La
Mancha. MAGAZINE de La Vanguardia.. Dom. 17-9-2000.
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Geo_Info. J.B.R.