LOS EXTRAÑOS VECINOS DE LA TIERRA.
El PAÍS. Miércoles 10 de mayo del 2000. Warren
E. Leary (NYT) .
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Contenido:
1-LOS EXTRAÑOS VECINOS DE LA TIERRA:
- Los primeros datos de Eros indican que puede haber
muchos tipos distintos de asteroides.
- Minerales.
-
Órbitas que se cruzan.
2-REFERENCIAS.
1-LOS EXTRAÑOS VECINOS DE LA TIERRA:
- Los primeros datos de Eros indican que puede haber
muchos tipos distintos de asteroides:
Con cautelosas maniobras, una nave
espacial robótica se situó el pasado 30 de abril en una órbita
más cercana de un asteroide alrededor del cual ha dado vueltas
durante casi dos meses. La nave, NEAR Shoemaker, guiada por
suaves impulsos procedentes de pequeños cohetes, está ahora en
una órbita circular a sólo 50 kilómetros del centro del
asteroide Eros, a 208 millones de kilómetros de la Tierra. Su
objetivo es observar de cerca la rocosa masa giratoria y plagada
de cráteres que tiene debajo y conocer mejor los asteroides y
también los cometas, cuerpos celestes que no son tan fácilmente
diferenciables como se creía hasta hace poco. Los científicos
suponen que existen docenas de tipos distintos de asteroides.
Andrew F. Cheng, científico encargado
del proyecto en la Universidad Johns Hopkins (Maryland, EE UU)
que construyó la nave para la NASA y controla la misión,
afirma: "Esto va a darnos la primera oportunidad real de
entender la estructura de un asteroide. Creemos que hay muchos
tipos diferentes de asteroides ahí fuera, quizá docenas de
variedades. Si alguna vez queremos excavar alguno en busca de
minerales o desviarlo, tenemos que conocer la estructura de estos
objetos".
Los científicos afirman que las naves
han pasado por alrededor de media docena de asteroides y que cada
uno de ellos parece muy diferente del resto. Algunos son negros
como el carbón y reflejan poca luz, mientras que otros tienen un
aspecto brillante. Y algunos parecen roca sólida, mientras que
otros parecen conglomerados de estructuras más pequeñas y polvo
que se mantienen débilmente unidos por la gravedad.
Eros es uno de los asteroides más
grandes, mide unos 34 kilómetros de longitud y 13 kilómetros de
diámetro. Se trata de una roca con forma de patata cubierta de
cráteres, largas ranuras todavía por explicar y un gran boquete
en el centro. Debido a su tamaño relativamente pequeño, a su
extraña forma y a que gira sobre los extremos en lugar de
alrededor de su largo eje, describir una órbita alrededor de
este cuerpo es complicado. El campo gravitatorio de Eros es tan
ligero que la nave debe reducir su velocidad hasta unos 4,8
kilómetros por hora para permanecer en órbita. Los
controladores han tardado tanto en bajar la NEAR Shoemaker hasta
su altitud de estudio óptima porque antes tuvieron que trazar el
mapa de las variaciones en la densidad del asteroide y las
desviaciones gravitatorias resultantes que podrían afectar la
frágil órbita.
-
Minerales:
Los resultados preliminares de NEAR
Shoemaker y sus seis instrumentos principales indican que el
asteroide, lleno de cráteres, que se encuentra actualmente a 208
millones de kilómetros de la Tierra, tiene cantos rodados, rocas
y una capa suelta de detritos unidos por la gravedad llamados
regolitos. El mes pasado, la energía procedente de tres
inesperadas erupciones solares rebotó contra el asteroide y
permitió que el espectrómetro de rayos X y gamma de la nave
recopilase datos de los minerales de la superficie antes de lo
previsto. Los datos indican una superficie que contiene magnesio,
aluminio, silicio, calcio y hierro.
La misión, que durará un año, marca el
principio de la intensificación de estudios sobre asteroides en
los próximos años mientras los científicos que utilizan
instrumentos desde la Tierra y naves espaciales intentan revelar
la naturaleza de las decenas de miles de cuerpos rocosos que
giran alrededor del Sol en un cinturón entre Marte y Júpiter y
en otros lugares.
El acentuado interés es tanto
científico como práctico. Se cree que los asteroides son
material residual procedente de la formación del sistema solar
hace más de 4.000 millones de años. Y los científicos creen
que asteroides tempranos que chocaron con la Tierra primitiva
pudieron traer con ellos minerales, agua e incluso los bloques de
construcción de la vida.
Los científicos creen que los cuerpos
del cinturón de asteroides son los restos de material que no
llegó a formar un planeta en los primeros años del sistema
solar, quizá debido a las influencias gravitatorias del gigante
Júpiter. Se cree que los asteroides que colisionan en esta
región son una fuente primaria de meteoroides que bombardean
constantemente la Tierra, algunos de los cuales sobreviven al
calor de atravesar la atmósfera y alcanzan el suelo como
meteoritos. Cheng comenta: "Creemos que hay tantos tipos de
asteroides como de meteoroides y hay docenas de tipos de
meteoroides. Y, evidentemente, hay muchos asteroides de los que
no se obtienen meteoroides".
-
Órbitas que se cruzan:
A los científicos les interesan
especialmente unos 800 o 900 que miden más de un kilómetro de
diámetro y cuyas órbitas se cruzan con la de la Tierra. Estos
"asteroides cercanos a la Tierra", de los que forma
parte Eros, plantean la más evidente amenaza de una futura
colisión con la Tierra, aunque los científicos dicen que ese
tipo de colisión no es inminente.
El asteroide oscuro Mathilde, un cuerpo
de 59,2 kilómetros junto al que pasó NEAR en 1997 durante su
trayecto hacia Eros, parece un montón de escombros sueltos. Los
datos indican que el asteroide tiene una densidad sólo
ligeramente mayor que el agua y huellas de enormes colisiones en
la superficie que deberían haber destrozado un objeto sólido.
Donald K. Yeomans, del laboratorio JPL de
la NASA, comenta: "Las pruebas indican que Mathilde se traga
los impactos, como si disparásemos una descarga de plomo contra
un montón de pelusa. Se mantendría unido simplemente
absorbiendo la energía". A pesar de su ligera densidad, los
científicos creen que un asteroide del tamaño de Mathilde
causaría de todas formas grandes daños si golpease otro cuerpo
y hay indicios de que algunos asteroides con aspecto sólido
pueden estar fracturados en el interior como consecuencia de
colisiones o tensiones subyacentes provocadas por la atracción
gravitatoria de cuerpos más grandes .
William F. Bottke (Universidad de Cornell, EE UU) dice:
"Podría haber un montón de asteroides de escombros que se
formaron de diferentes maneras. Y esto cambia toda la idea de lo
que hace falta para volar un asteroide". H. Jay Melosh, un
experto en cráteres de impacto (Universidad de Arizona, EE UU),
comenta que esto demuestra la necesidad de proponer alternativas
a las bombas nucleares para defender la Tierra de los asteroides.
Según Melosh, "no hay una bomba lo
suficientemente grande en el arsenal de ninguna nación como para
desviar un asteroide de un kilómetro. Haría falta una bomba de
un millón de megatones y no creo que nadie quiera que una bomba
así gire alrededor de la Tierra para defenderla de los
asteroides". Melosh sugiere que se exploren otras opciones ,
y añade: "No creo que ninguna de estas tecnologías se
desarrolle hasta que veamos una amenaza clara, y tendrán que
pasar varios años de advertencia para hacerlo. Pero todo depende
de que primero descubramos más sobre los asteroides".
2-REFERENCIAS:
E. Leary, Warren. 2000. Los
extraños vecinos de la Tierra. El País Digital. Miércoles. 10-5-2000.
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Geo_Info. J.B.R